Creado un ‘chip’ capaz de detectar el VIH una semana después de la infección

El dispositivo, patentado por el CSIC, también permite obtener los resultados clínicos en menos de cinco horas

Trabajos con el biosensor, de medio milímetro de longitud, que permite detectar el VIH tipo 1 durante la primera semana después de la infección. EPV CSIC

El futuro de la detección del VIH/Sida cabe en un chip de medio milímetro. Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un biosensor capaz de detectar el VIH tipo 1 en la primera semana después de la infección. Los experimentos, realizados con suero humano, detectan el antígeno p24, una proteína presente en el VIH-1 en concentraciones 100.000 veces inferiores que los sistemas actuales, que solo detectan el virus tres o cuatro semanas después del contagio. Otra ventaja es que el tiempo total del ensayo es de cuatro horas y 45 minutos, por lo que los resultados clínicos se podrían obtener el mismo día. Los resultados de la investigación se han publicado este miércoles en la revista PLOS ONE.

La detección precoz es clave para prevenir la transmisión del virus, según Priscila Kosaka, una de las creadoras de esa la tecnología. “El potencial de infecciosidad del VIH en la primera etapa del contagio es mucho mayor que en etapas posteriores”, explica. La investigadora señala que cuanto antes se inicie la terapia antirretroviral, mayor será la mejoría en el control inmunológico y la preservación de la función cognitiva.

El biosensor combina estructuras micromecánicas de silicio con nanopartículas de oro, que funcionan con anticuerpos específicos al p24. El suero es incubado sobre ese sensor durante una hora y, al final del ensayo, los antígenos de HIV-1 —si los hubiera— se quedan atrapados a modo sándwich entre las partículas de oro y el silicio. Javier Tamayo, que trabaja en el Instituto de Microelectrónica del CSIC, explica que la combinación de esas dos estructuras produce señales ópticas y mecánicas de “extraordinaria sensibilidad” para detectar el virus. “La sangre tiene más de mil proteínas diferentes e intentar detectar una cantidad tan pequeña de antígenos es como buscar una aguja en el pajar”, comenta el investigador.

Los científicos explican que el silicio permite desarrollar tecnologías baratas, lo que posibilita la producción en gran escala y bajo coste del biosensor. “Es una tecnología con potencial para ser llevada a países en desarrollo”, afirma Kosaka.

El biosensor, de medio milímetro de longitud, permite detectar el VIH tipo 1 durante la primera semana después de la infección. J.C. (CSIC)

De momento, el sensor está siendo aplicado en la detección precoz de algunos tipos de cáncer, como el de próstata: se utiliza el mismo chip, es decir, la parte física, y se incuban en él soluciones específicas para detectar los biomarcadores que indican la presencia de células cancerígenas. Kosaka ya había desarrollado un sensor similar en 2015 para detectar tumores y enfermedades, como la hepatitis, antes de que surgieran los primeros síntomas.

“El uso de los biosensores no tiene limitaciones”, sostiene Tamayo, quien cree en el futuro esa tecnología puede fusionarse con los teléfonos móviles, para que esos aparatos simplifiquen los diagnósticos.

Este equipo de investigadores ya ha empezado los trámites burocráticos —que incluye tanto pruebas en la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) como en la Agencia Americana de Administración de Alimentación y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés)— para que el chipllegue a los hospitales y laboratorios de distintos países en los próximos tres o cuatro años.

Suiza permitirá a los gays donar sangre… sólo si no han mantenido relaciones sexuales en los últimos 12 meses

El regulador helvético dejará que donen desde mediados de este año. Afirma que las condiciones “corresponden a las precauciones que también se aplican a otros comportamientos de riesgo” de manera general.

Una persona dona sangre en un hospital. EFE

Suiza permitirá a los gays donar sangre a partir de julio próximo, pero únicamente si no han mantenido relaciones sexuales con personas del mismo sexo en los doce meses previos, informó hoy el regulador helvético Swissmedic.

La institución autoriza así una solicitud de la Organización de Donación de Sangre (SRK) Suiza, según un comunicado difundido hoy, que explica que los peticionarios han podido demostrar suficientemente que la medida “no conlleva un mayor riesgo para los receptores”. Las donaciones de sangre de gays serán introducidas en centros regionales de Suiza “a partir de mediados de 2017”.

La decisión de Swissmedic está sujeta a condiciones, de manera que los centros de donación de sangre deberán reunir datos adicionales sobre el resultado de la nueva medida y supervisar “de manera estrecha” el cumplimiento de las precondiciones por parte de los donantes y la evolución de los riesgos.

“Comportamientos determinados pueden elevar el riesgo de una infección con VIH o con otros virus a través de la sangre. En Suiza aproximadamente la mitad de las infecciones nuevas con VIH tienen sus orígenes en contactos sexuales de hombres con personas del mismo sexo”, indica Swissmedic. Los gays estaban excluidos desde 1997 de forma permanente de la posibilidad de donar sangre.

Recalca la institución que la regla de que los gays no pueden haber mantenido relaciones sexuales en los doce meses previos a la donación de sangre “corresponde a las precauciones que también se aplican a otros comportamientos de riesgo” de manera general.

“No representa riesgo”

Swissmedic cita como ejemplo el cambio regular de parejas, estancias largas en países con elevadas tasas de sida y contactos sexuales con parejas que han estado durante mucho tiempo en países con tasas elevadas de sida, entre otros.

De acuerdo con el regulador suizo, desde enero de 2016 las pruebas a las que se somete cada donación de sangre son aún más precisas que antes, de manera que se reduce también el tiempo para el diagnóstico de virus en los análisis tras una infección. SRK Suiza “ha podido fundamentar que la nueva medida no representa un mayor riesgo para los beneficiarios de contraer una grave infección a través de la sangre donada”, señala el comunicado.

De acuerdo con la agencia suiza ATS, SRK Suiza considera esta solución “no del todo óptima”, dado que cree que pocos gays podrán beneficiarse de la nueva medida. No en vano, la ve “como un primer paso hacia la eliminación de una norma que muchos consideran discriminatoria”. En un segundo paso se tendrán que tener en cuenta comportamientos de riesgo “concretos y personales y no la orientación sexual”, indica.

Seis historias llenas de ‘VIHda’

El VIH como la gran gran metáfora del siglo XX. Revestido de un tinte político, se vuelve una muestra de cómo la sociedad trata a sus individuos. “Buscar personas que quieran visibilizarse y dar la cara ha sido lo más difícil”, lamenta Pilar Devesa, directora de ‘Énfasis’, un corto documental en el que se entrelazan los relatos de personas, “como tú y como yo”, que viven y conviven con un virus más común de lo que se piensa pero que carga a sus espaldas un gran estigma histórico.

Una de cada tres personas infectadas no sabe está infectada de VIH

Una de cada tres personas infectadas no sabe está infectada de VIH / COMITÉ ANTISIDA VALÈNCIA

MADRID.— Ana tenía ya 28 años cuando descubrió la causa de la muerte de su tía, Cristina. La historia que le contaron de pequeña fue que se puso muy malita y se murió. Más de quince años después, una amiga de la familia le reveló que su tía murió después de haberse traído, en un viaje al extranjero, el dichoso virus. Era enfermera y no llegó a cumplir los 40. Ana siempre había creído que el sida solo lo cogían drogadictos, prostitutas o personas homosexuales y su tía Cristina no era ninguna de las tres cosas. Solo era una enfermera a la que alcanzó el virus en un país pobre por no tomar las precauciones necesarias. Historias reales como estas, que hablan de echar tierra sobre la realidad para ocultarla, son las que pelean por sacar a la luz organizaciones como el Comité Antisida de la Comunitat Valenciana. 

El sida era un tabú en los ochenta, cuando empezó a considerarse una epidemia. Lo siguió siendo en los noventa y ahora en los dos mil se tiene por un recuerdo turbio que afectaba a los suburbios de las capitales de provincia en los años locos de la transición española con una clara asociación hacia los colectivos marginales. En el año 95 mató en España a más de 6.000 personas, la mayoría veinteañeros. Quizá por esa apariencia de enfermedad de otro tiempo, muchos jóvenes no son conscientes de la importancia de hacerse la prueba para detectarlo a tiempo y prevenir su contagio con el uso del preservativo.

Según un último informe, el número de personas que viven con VIH en el mundo ha ido aumentando de manera constante a lo largo de la última década y ha pasado de 28 millones en el año 2000 a casi 39 millones en 2015. Aunque la expansión no ha disminuido, sí lo han hecho las muertes por la enfermedad que deriva del virus. Han pasado de 1,8 millones de personas muertas con VIH en 2005, a 1,2 millones en 2015. Un descenso que se debe, en gran medida, a la ampliación de la terapia antirretroviral. 

Uno de los protagonistas del documental 'Énfasis'

Uno de los protagonistas del documental ‘Énfasis’ / PEP SALES

Hoy, el VIH es un problema social que se cura de forma colectiva, como dice José Manuel Canales, director del Comité Antisida, la asociación responsable de Énfasis, un corto documental para sacar del gueto en donde se presupone que habita el VIH. “No es lo mismo VIH que SIDA”, recuerda Pilar Devesa, directora de la película y coordinadora del proyecto Historias de Vihda. Por un lado está el virus, cuando solo es una “infección medicalizada que ni se transmite ni afecta al cuerpo”. Por el otro, hablamos de sida “en la etapa final de la enfermedad que provocaba tantas muertes hace dos décadas”.

Con Énfasis se lanzan al aire varias preguntas: ¿cómo han venido tratando los medios de comunicación las informaciones sobre esta ITS?¿Por qué en la actualidad las personas afectadas viven la enfermedad en el ámbito de lo privado? ¿Por qué es necesario proponer referentes sociales que permitan generar procesos de identificación entre las personas afectadas? “Otra mirada del VIH es posible. Por eso, queremos que Énfasis nos ayude a difundir la idea de que el VIH es una ITS (infección de transmisión sexual) que nos puede afectar a todas las personas que mantenemos relaciones sexuales”, aclara Pilar. Visibilizar el problema también es un acto político: “El VIH es una gran metáfora del siglo XX, es una cuestión política porque habla de cómo la sociedad trata a los individuos”, subraya Ramón Espacio, uno de los protagonistas del documental.

Las voces que se escuchan en Énfasis se alejan, por ejemplo, de la politoxicomanía o de los entornos de la prostitución, lugares a los que se asocia la expansión del VIH, porque lo que quiere el Comité Antisida es “mostrar gente con vidas que podríamos considerar normales”. Xavi Uceda, profesor universitario, recuerda y comparte en la cinta las dudas que le vinieron a la cabeza cuando le dijeron que tenía el virus: “No sabía a quién se lo podía contar, qué iba a ser de mi vida, qué sería de mis parejas sexuales“. Los miedos internos se traducen en preocupaciones externas puesto que “además de que estás enfermo, tienes que ocultarlo por miedo a que te tiren del trabajo”.

“La mujer siempre ha tenido que justificarlo mucho más”

Las mujeres tienen, una vez más, mayor dificultad para deshacerse del estigma. “Cuesta mucho dar la cara pero es importante hacerlo”, suelta Alejandra Sánchez, protesista dental. “A los hombres les cuesta menos reconocer que tienen el virus que a las mujeres porque a nosotras se nos presupone que hemos tenido veinte mil hombres en tu vida“, lamenta Alejandra. Es esa ligazón social entre el VIH y la vergüenza, sobre todo por su contagio sexual, lo que más les afecta a ellas. “La mujer siempre ha tenido que justificarlo todo mucho más”, critica Maite Olaia, atrezzista audiovisual y otra de las voces de Énfasis. “Se nos recrimina que cómo hemos podido ‘dejarnos’; en cambio, cuando se habla del hombre, se le imagina como un loco, incluso como un artista”.

'Énfasis' es el nombre del corto documental dirigido por Pilar Devesa.

‘Énfasis’ es el nombre del corto documental dirigido por Pilar Devesa.

El “podría ser yo” es una constante que viene a la mente cuando las protagonistas empiezan a desfilar en este Énfasis. “Las mujeres son una cuarta parte de las personas afectadas por el VIH y un colectivo que está expuesto a mayores circunstancias de estigma y discriminación que el género masculino”, según Pilar, “porque ya existe un estigma previo a su género”. Énfasises un proceso de empoderamiento ante una enfermedad que, en el imaginario colectivo, siempre pintará a la mujer como prostituta, “o como alguien que ha compartido cama con mil hombres” y que, encima, posiblemente, tendrá que cargar con los hijos y se le culpará en el caso de que les pegue el virus. “Lo hemos visto en el Comité Antisida: en un matrimonio infectado, de entrada, siempre se va a culpar a la mujer“.

Cada día se descubre un nuevo caso solo en la provincia de València. Una de cada tres personas infectadas no sabe que lo tiene. Los datos siguen sonrojándonos y la gran cuestión que fluctúa sobre nuestras cabezas es, ¿cómo es posible que tras 30 años se siga transmitiendo? Ramón responde a su manera a esta pregunta al recordar que se sigue engordando el mito cuando se deja correr el miedo y se vive en la oscuridad. “Todos tenemos personas próximas con VIH“, añade Xavi a este documental, lleno de rostros y testimonios de personas valientes que hacen de Énfasis una obra que nos golpea la cara y nos recuerda que el VIH no murió con Freddie Mercury.

Los primeros años del sida llegan al Teatro Arriaga con “Engel in Amerika”

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“Engel in Amerika”

BILBAO. La función, que se ofrecerá sobretitulada en euskera y castellano a lo largo de cinco horas y media, dará comienzo a las 18:00 el sábado y a las 17:00 el domingo, y contará con tres pausas durante la representación.

Tras haber sido representada en el Teatro de Basilea (Suiza) en 2015 y recibir un premio ‘Nestroy’ en Austria, el montaje teatral llega a Bilbao, bajo la dirección artística del australiano Simon Stone.

La música corre a cargo del compositor Stefan Gregory, la escenografía lo hace a manos del diseñador y director australiano de teatro Ralph Myers, mientras que el vestuario lo firma Mel Page.

La obra arranca en el Nueva York de mediados de los años 80 en el contexto de una sociedad sacudida por el sida, una enfermedad hasta entonces desconocida y que en aquella época provocó una conmoción mundial.

Su guionista, el norteamericano Tony Kushner, ganó el premio Pulitzer en 1992 por esta obra escrita en plena “era Reagan” en contra del neoliberalismo creciente, que ha sido comparada con la obra de Arthur Miller “Muerte de un viajante” por su similitud a la hora de mostrar las pequeñeces de una gran superpotencia.

CASO BLASCO Valencia: El dinero público de la Generalitat contra el sida se fue en comisiones

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Rafael Blasco el día que fue condenado a prisión por el TSJ de la Comunidad. GERMÁN CABALLERO

El representante de una de las falsas ONG’s que se investiga en una de las piezas separadas del caso Blasco, Apolino Mba, admitió ayer en el juzgado que el dinero público que recibió de la Generalitat Valenciana no se destinó a proyectos de cooperación internacional. Según fuentes conocedoras de su interrogatorio, este imputado -ahora, investigado-, de origen guineano, explicó que la trama que dirigía el ex conseller Rafael Blasco le pidió que fundara una organización benéfica, Ceiba, y optara a subvenciones de la Conselleria de Solidaridad a cambio de contraprestaciones económicas.

El dinero, más de 600.000 euros en total, tendría que haber ido dirigido a proyectos solidarios en Guinea y Paraguay pero en realidad fueron a parar a empresas radicadas en Estados Unidos controladas por testaferros de Augusto César Tauroni, el empresario que ideó el saqueo y que permanece en prisión. La instrucción judicial ha acreditado que Ceiba desvió a estas empresas al menos más de 130.000 euros para que rehabilitaran un centro en Paraguay que nunca se ejecutó.

Según estas fuentes, Apolino Mba reconoció que parte del dinero se transfirió a empresas o ONG’s de la red y otra parte se repartía en metálico. Además, el portavoz de Ceyba contó a la magistrada-instructora, la juez Nieves Molina, que realizó varias extracciones de dinero en cajeros autonómicos, las cantidades oscilaban entre los 1.500 y 4.000 euros, y que se las entregaba en mano a Arturo Tauroni, hermano de Tauroni y responsable de la organización empresarial de la trama. La investigación judicial apunta a que los implicados utilizaron los billetes para repartir comisiones.

Las iniciativas solidarias que tendría que haber ejecutado la falsa ONG Ceiba buscaban erradicar el sida, la violencia sexual y explotación laboral de menores. En cambio, en Paraguay no se ejecutó ninguna inversión y a Guinea sólo llegó una caja de medicamentos tras realizar dos cursos de formación. Apolino Mba aseguró que nunca desconfió de la Fundación Hemisferio, la organización de los Tauroni, porque tenían una sede «bonita».

Con el interrogatorio del representante de Ceiba, el juzgado dio ayer por finalizada la fase de instrucción de las dos piezas separadas del caso Blasco que están pendientes de juicio. Estas dos causas abordan el presunto desfalco en la concesión de subvenciones para proyectos de cooperación entre 2009 y 2011 y la construcción de un hospital en Haití. Según diversas fuentes jurídicas, ahora la instructora dictará el auto de procesamiento contra los imputados aunque el documento aún tardará semanas en conocerse.

Blasco, quien fue conseller con gobierno autonómicos del PSPV-PSOE y el PP, fue condenado a seis años de cárcel por el trato de favor al empresario Augusto César Tauroni y a la Fundación Cultural y de Estudios Sociales (Cyes), a la que la Conselleria de Cooperación y Solidaridad adjudicó en tiempos de Blasco 1,8 millones de euros para proyectos en Nicaragua, de los que sólo 43.000 euros llegaron a su destino. El resto se invirtió en comprar pisos y garajes en Valencia.

En las últimas semanas las defensas han retomado la negociación con las acusaciones para buscar una conformidad y evitar el juicio por las dos piezas separadas cuya instrucción ayer finalizó. La condición que ha impuesto la Fiscalía Anticorrupción para aceptar un acuerdo de conformidad y rebajar su petición de pena es que Blasco y el resto de investigados devuelvan el dinero malversado.

En concreto, la cifra que baraja el ministerio fiscal y el resto de acusaciones para aceptar una reducción de la petición de pena llega hasta los 3,2 millones de euros. Esta es la cantidad que los saqueadores de las ayudas valencianas a países en desarrollo habrían desviado, entre los años 2009 y 2011, según ha concluido la Intervención General del Estado (IGE) en un informe. Además, Blasco y el resto de condenados tendrán que hacer frente a la responsabilidad civil que el Tribunal Superior de Justicia de las Comunidad Valenciana fijó en la sentencia de la primera pieza: 1,6 millones de euros en total.

Las negociaciones en busca de una posible conformidad arrancaron hace meses pero se suspendieron porque los investigados alegaron que no tenían bienes suficientes para devolver el dinero. La defensa del ex conseller dijo entonces que sólo le queda su pensión para vivir. Si los investigados aceptan las condiciones, devuelven el dinero y muestran arrepentimiento la Fiscalía aplicará el artículo 434 del Código Penal y rebajará la petición de pena un grado.

A veces los días mundiales sirven para algo

El esfuerzo que se haga para tratar a todos los infectados de VIH es el que más rentabilidad personal, social y económica ofrece; ese es el camino para controlar la epidemia

Hay que reconocerlo: los “días de” (del bigote, de la patata, del padre o la madre) son complicados informativamente. La obligación de contar algo nuevo año tras año fuerza a veces a buscar ángulos informativos insólitos. Eso no pasa con el Día Mundial de la Lucha contra el Sida que se conmemoró ayer. A falta de esa noticia revolucionaria que todos esperamos —esa vacuna que ni está ni se espera a corto plazo; un tratamiento que evite que haya que medicarse cada día—, la infección siempre trae novedades y motivos de reflexión.

Mundialmente, el VIH lleva años de retroceso. Onusida calcula que en 2014 hubo dos millones de contagios. Son muchos, sí, pero en 2008 hubo 3,4 millones. Una causa clara de este descenso es, precisamente, el aumento del número de personas que reciben medicación. Son solo 16 de los 37 millones de infectados, menos de la mitad del total, pero se ha demostrado que quienes controlan el virus no lo transmiten. Está claro que el esfuerzo que se haga para tratar a todos los infectados es el que más rentabilidad personal, social y económica ofrece. Ese es el camino para controlar la epidemia.

Pero esas cifras tienen un borrón precisamente en los países ricos, aquellos en los que no hay obstáculos para recibir los antivirales. En ellos el número de nuevos infectados lleva casi una década estable. En España, por ejemplo, se mantiene algo por encima de los 3.000 al año.

Ello obliga a replantear las políticas de prevención. Ya se ha demostrado que no basta con insistir en la necesidad de mantener relaciones con protección. Hay personas que, por el motivo que sea, renuncian al preservativo. La percepción de que el sida, la enfermedad causada por el VIH, ya no es mortal sino crónica —una percepción muy bien fundamentada— es una de ellas.

La ciencia ha encontrado una polémica opción para esas personas: que quienes prevean que van a mantener relaciones sin usar condón reciban un tratamiento antiviral preventivo. Esta estrategia, la llamada profilaxis preexposición (PrEP), ha demostrado una eficacia como herramienta para prevenir la infección por el VIH equiparable a la del preservativo. Pero solo protege contra ese virus. Su uso no impide adquirir otras enfermedades: sífilis, gonorrea, papiloma y hepatitis, por ejemplo, no encuentran una goma que los frene. Los primeros estudios entre quienes usan PrEP confirman que su incidencia aumenta.

Pese a este y otros riesgos, sin embargo, la comunidad médica se muestra partidaria de emplear este abordaje, que, de momento, no está aprobado en Europa. Se trata de proteger de lo que se pueda, y tratar el resto. Un planteamiento que se parece al de las políticas de reducción de daños ante las drogas (si no se pueden dejar, que causen el menor perjuicio). La idea ya está en los circuitos científicos y en la mesa de las Administraciones.

El VIH, con sus implicaciones sociales, económicas, científicas y éticas, vuelve a traernos algo en qué pensar.

España no dona al Fondo Mundial contra el Sida hace seis años

El Gobierno se comprometió en septiembre a reactivar la concesión pero depende del Presupuesto 2017

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El doctor Wole Daini, enfermo de SIDA, lee el informe de un paciente afectado por el VIH, en Lagos, Nigeria. AP

Hace seis años que España no dona un solo euro de su Presupuesto al The Global Fund, la organización —compuesta por 50 países— que más fondos dedica a programas contra el VIH, sida, tuberculosis y malaria. España congeló su aportación en 2011 por sospechas de corrupción en el Fondo y luego no volvió a restablecerla por la crisis económica que azota al país. En la última conferencia de donantes, celebrada en Montreal en septiembre de este año, el Gobierno español hizo público su compromiso político de volver a la mesa de donantes del Fondo Mundial pero no especificó el monto.

Desde The Global Fund afirman que la mayoría de los donantes cumplen con el requisito de anunciar la cantidad en la conferencia. “En algunos casos muy excepcionales, y en función de las circunstancias políticas extremas, puede ocurrir que el anuncio sea postergado por unas semanas o meses”, asegura Ibon Villelabeitia, una de las portavoces del Fondo Mundial contra el Sida.

El monto de donación español depende de los Presupuestos del Estado, que como publicó EL PAÍS, se prorrogarán hasta las primeras semanas del próximo año. El borrador del presupuesto 2017 debiera estar listo a finales de enero o principios de febrero y a partir de ahí comenzará la tramitación parlamentaria que durará un par de meses. Fuentes de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) aseguran que “en los Presupuestos del Estado para 2016 no había una partida presupuestaria adecuada a tal fin [donación al Fondo]. La prórroga supondría que en 2017 contaremos con los mismos recursos”. Esto quiere decir, ni un euro.

Pero España tiene una segunda oportunidad. Si la cantidad de la donación se da a conocer después de diciembre, —que es cuando el Fondo comunica a los países receptores el techo financiero—, el importe será asignado a algunos de los 151 países que reciben ayuda en una segunda fase del ciclo 2017-2019. El dinero se utilizará en áreas consideradas prioritarias que no hayan podido ser cubiertas por la asignación financiera calculada en base al montante de septiembre, según Villelabeitia.

Para presionar al Gobierno a que retome las donaciones al Fondo Mundial del Sida, todos los grupos parlamentarios —incluido el PP — aprobaron por unanimidad la semana pasada una Proposición No de Ley (PNL) en la que se le pedía otorgar 100 millones de euros en los próximos tres años. La PNL fue presentada por el Grupo Socialista el pasado 16 de septiembre, días antes de la Conferencia de Reposición de Recursos del Fondo Mundial, en la que los países realizan su compromiso financiero para el ciclo de los próximos tres años. La AECID valora “positivamente” la PNL, pero aclara que “sin un presupuesto negociado, es difícil valorar la proposición ya que las aportaciones futuras dependen de la disponibilidad presupuestaria para este fin”.

Pero no siempre fue así. Entre 2003 y 2010, España donó aproximadamente 630 millones de euros al Fondo Mundial del Sida y llegó a ser el quinto mayor donante. En términos acumulativos, España es todavía el duodécimo donante público del Fondo Mundial, que recauda e invierte 3.500 millones de euros al año para financiar más de 1.000 programas de sida y otras pandemias. Actualmente ayuda a casi la mitad de los 18 millones de personas que tienen acceso a tratamiento antirretroviral, y ha salvado más de 17 millones de vidas desde su fundación en 2002, según sus propias cifras.

CAMBIO DE DEUDA

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) destaca que si bien el Gobierno español no ha donado mediante aportaciones presupuestarias, está cooperando con The Global Fund “en varios procesos de cambio de condenación de deuda a cambio de inversión en salud” que totalizan unos 18 millones de euros en países africanos.

La cantidad está estimada para el ciclo 2017 – 2020 y beneficia a la República Democrática del Congo, Etiopía y Camerún.

Trabajar y ser seropositivo en España

Mª José Fuster consiguió la primera sentencia de compatibilidad, por la que ahora vuelve a pelear en los tribunales

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Mª José Fuster, paciente con VIH y directora de la Asociación Seisida. KIKE PARA

Mª José Fuster, directora de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida), contrajo sida cuando tenía 20 años. Ahora, tiene 49 y se encuentra inmersa en un proceso judicial para conservar su incapacidad y a la vez seguir desempeñando sus labores de investigadora en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). “Empecé a estudiar Psicología sin ningún ánimo específico, solo con la intención de superarme personalmente y ver la vida de otra manera. Por aquel entonces ya tenía una incapacidad, había tenido muchas infecciones, me había sometido a muchos tratamientos experimentales, e incluso pasé por un cáncer. Cuando acabé la carrera me gustaba y decidí hacer el doctorado centrándome en las personas con VIH, en su inserción laboral y en el estigma de la discriminación. El esfuerzo me fue premiado con becas de investigación, que no cotizan, y cada dos años renovaba mi situación de incapacidad”, relata Fuster.

Tras doctorarse, Fuster consiguió un trabajo en la UNED que sí le permitía cotizar. “Solicité la compatibilidad a la seguridad social sabiendo que era posible jurídicamente. Y no me contestaron”, explica. Después de dos años, en 2014, los tribunales le dieron la razón. “Fue la primera sentencia favorable en la que una persona con VIH podía compatibilizar una incapacidad absoluta con un trabajo. Todos los que trabajan en la lucha contra esta enfermedad se alegraron muchísimo porque se abría un precedente para todos aquellos enfermos que quisiesen solicitar la compatibilidad”, afirma.

A partir de este momento, las revisiones para comprobar su estado, según cuenta la presidenta de Seisida, volvieron a ser puntuales. “Contra todo pronóstico y después de haber conseguido una sentencia judicial a favor, en la siguiente revisión este año me dijeron que había mejorado y rebajaron el grado de discapacidad, por lo que volví a denunciar. Ahora, desde septiembre, estoy a la espera de que salga el juicio”. Fuster, que se considera una superviviente, aclara que aunque la enfermedad se ha cronificado sufre otras dolencias como hipertensión, infecciones, osteoporosis, envejecimiento acelerado, y efectos secundarios derivados de los medicamentos, como problemas gastrointestinales o de sueño.

Fuster asegura que el modelo de España se aleja mucho de los principios europeos e internacionales en cuanto a la inserción laboral de personas con VIH. “España demuestra que tiene una mirada muy corta. Las prestaciones son insuficientes para vivir y en muchas ocasiones las personas con discapacidad se ven obligadas a ganar dinero de otra manera. Sin embargo, compatibilizando la prestación, las personas con discapacidad se pueden integrar, aportar a la hucha de la seguridad social y mejorar su salud psicológica, lo que también repercutirá en menos gastos públicos. Imagino que hubiese pasado si Stephen Hawking hubiese tenido que elegir entre estudiar o tener que dejar de trabajar para no perder su prestación”, sostiene.

Según datos de la coordinadora Trabajando en Positivo el 50% de los pacientes seropositivos, que ahora mismo se estiman en 160.000, se encuentran en situación de desempleo, por lo que consideran que la discriminación y el estigma social que sufren las personas con VIH siguen siendo un problema en España. De ellos, aproximadamente el 63%, según el plan nacional sobre el sida en 2015, tienen entre 20 y 49 años, la franja de edad más productiva para el ser humano.

Julio Gómez, director de Trabajando en Positivo, asegura que hay pocos estudios y los que hay se quedan “un poco antiguos” para conocer exactamente las cifras de desempleo entre estos pacientes, pero en la actualidad el Ministerio de Sanidad, Cesida, CC OO, UGT y colectivos LGTBI están elaborando una encuesta para relacionar estos datos con diferentes circunstancias como la edad, el nivel de estudios, o el tiempo que llevan desempleados. “A través de nuestros servicios de orientación laboral dimos cobertura en 2015 a 1.200 personas, de las cuales 384, un 30%, lograron un empleo. De todas ellas, alrededor de un 64% además de la enfermedad tienen diferentes circunstancias que limitan su inserción laboral, como la edad, las cargas familiares, etc”, explica Gómez.

El lugar de trabajo no es una vía de transmisión

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la mayoría de las ocupaciones y puestos de trabajo no hay riesgo de adquirir o transmitir el VIH. De hecho, según apunta Cruz Roja Española, tampoco existiría un riesgo especial de transmisión en caso de una actuación de primeros auxilios como consecuencia de un accidente en el trabajo, tanto si la persona con el VIH es la que ofrece los auxilios como si los recibe.

Respecto sobre si comunicar en el entorno de trabajo la enfermedad, Julio Gómez, director de Trabajando en Positivo, detalla lo siguiente: “Las personas con VIH no tienen ninguna obligación de comunicar la enfermedad en su puesto de trabajo. Es recomendable comentarlo en los servicios de prevención de la empresa para que esta entienda los procesos de baja del trabajador, si es que los hay, pero esta situación solo sería ideal si por parte de estos servicios existiese una total seguridad de que se va a entender cada caso”, indica Gómez. Carecer de información básica sobre el VIH es una de las principales causas, según apunta, por las que existen prejuicios hacia estas personas. “A través de nuestra plataforma las empresas no contratan a gente con VIH, sino que seleccionan a personas que se encuentran en riesgo de exclusión social. La mayoría de las consultas que recibimos tienen que ver con el acceso al empleo, así que es un tema que preocupa y del que mucha gente no habla porque tiene miedo a ser rechazado”, añade.

Euskadi probará en un estudio el uso de la pastilla preventiva del VIH en 2017

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Hoy se celebra el Día Internacional del Sida (AFP)

BARCELONA. Lo ha afirmado en el acto institucional convocado en el Palau de  la Generalitat en el marco del Día Mundial del Sida, acompañado por  la comisionada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa,  y de las entidades de la plataforma Comité 1ero de Diciembre.

Fuentes de Salud Pública han detallado que Catalunya seleccionará  “muestras efectivas de ciudadanos” a quienes se administrará la Prep  con el fin de estudiar su eficiencia, teniendo en cuenta criterios  como la población, el acceso y las pruebas complementarias que se  deben hacer, entre otros.

También han señalado que si finalmente no tira adelante la  iniciativa con el Ministerio, Catalunya impulsará el estudio a través  de proyectos del Pla Estratègic de Recerca i Innovació en Salut  (Peris), y han agregado que no es necesaria la aprobación de la  pastilla por parte de la Agencia Española del Medicamento.

Este mismo miércoles, la Plataforma de Gays contra el VIH, que se  ha desmarcado del acto con una concentración, pidió a Salud que  facilite la Prep al colectivo de más riesgo para detener los 800  nuevos casos de contagio que se registran anualmente en Catalunya.

“Sería una insensatez no estar estudiando ya hoy la Prep”, ha  señalado Comín, quien también ha destacado que sería una falta de  responsabilidad tomar decisiones sin tener datos suficientes, de  manera que ha defendido que se debe implementar con evidencia  científica suficiente.

Ha reconocido que los datos de infecciones son negativos porque  muestran que la epidemia se mantiene estable en Catalunya, donde hay  33.600 personas con el VIH: “No han disminuido los casos anuales y  sabemos que la mayoría son hombres que tienen sexo con hombres  (HSH)”.

El virus en este colectivo se ha disparado en un 50% en la última  década, y el 46% de los nuevos diagnósticos se produce en una fase  avanzada de la enfermedad, según datos de 2015, ha lamentado el  conseller, que ha abogado por llevar la prueba a los colectivos de  más riesgo.

SUBVENCIONES

La plataforma Comité 1ero de Diciembre, que aglutina a 24  entidades, ha centrado su crítica en los retrasos en las subvenciones  que habían de recibir las asociaciones para combatir el Sida este  año, según ha dicho el presidente del Comité, Albert Capitán.

Sobre este aspecto, Comín ha replicado que precisamente este  miércoles se publicó la resolución de las ayudas para los próximos  dos años por un importe de 2,6 millones de euros, y ha justificado el  retraso por la burocracia, que considera un “mal de la administración  pública”.

Según la comisionada de Salud en el Ayuntamiento, Gemma Tarafa, en  2015 se detectaron en Barcelona 40 nuevas infecciones de VIH más que  en 2014, cifras que aunque no son muy elevadas “son importantes y no  nos podemos confirmar”, por lo que ha abogado por seguir trabajando.

El Ayuntamiento y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB)  han priorizado para 2017 cinco grandes áreas de trabajo en el  abordaje del VIH programas asociados vigilancia, detección precoz,  prevención, control y la sensibilización y el estigma.