Descubierta una mutación del H1N1 que agrava la enfermedad

Una escueta nota del Instituto de Salud Pública de Noruega publicada en su web a las 15.36 de ayer ha venido a alterar lo que estaba siendo un desarrollo casi normal de la pandemia de gripe. En ella, los científicos comunican que han hallado en tres pacientes un virus H1N1 con una mutación “de especial interés”. Y, a continuación, explican por qué: “Se ha encontrado en dos pacientes que murieron de la nueva gripe A(H1N1) y en otro con una gripe grave”.

Hasta aquí, el asunto parece extremadamente peligroso. El H1N1 ya tiene una gran capacidad para transmitirse (las tasas de infectados en Europa en estas fechas corresponden ya a la del pleno apogeo de una epidemia de gripe invernal de las consideradas fuertes), y si a esa propiedad se añade la de causar una enfermedad letal, el resultado sería la pandemia perfecta: rápida y mortal.

Pero en la breve nota, a continuación, las autoridades sanitarias noruegas añaden información tranquilizadora. La primera es que los dos muertos en los que han encontrado esta mutación son, precisamente, las dos primeras víctimas mortales asociadas a la nueva gripe del país. Después de ellos ha habido, al menos, otros 19 fallecimientos atribuidos al H1N1, según los datos remitidos al Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), que tiene su sede muy cerca, en Estocolmo (Suecia), y en ninguno se ha detectado la mutación.

70 análisis

La segunda es que “parece que el virus mutado no está circulando entre la población”. “Hemos analizado unos 70 virus de casos confirmados en Noruega, pero sólo hemos encontrado la mutación en esos tres”, ha dicho el director general del instituto, Geir Stene-Larsen.

La suma de estas dos condiciones parece apuntar a que la mutación ocurrió, pero no se ha propagado. Esto no es algo extraño en los virus. Estos microorganismos son tan aparentemente sencillos (apenas tienen una decena de genes) que cambian con facilidad. Eso los convierte en los parásitos perfectos. Lógicamente, la inmensa mayoría de los cambios son inviables, y ahí acaba la propagación del virus. Pero si la mutación es demasiado agresiva -y ésta parece que lo es- ellos mismos mueren de éxito: acaban demasiado pronto con el huésped, y no les da tiempo a completar su ciclo infeccioso y a trasladarse a otro.

Ésta podría ser la explicación de lo que ha pasado en Noruega: el virus mutó -no una, sino tres veces-, pero lo que resulta de este cambio es que “infecta las vías respiratorias más profundamente, y, por lo tanto, causa una enfermedad más grave”.

Ésta es la tercera causa que, de momento, permite estar tranquilos. Según las autoridades noruegas, lo más probable es que la mutación se haya producido “espontáneamente dentro de los tres pacientes”. Este proceso tampoco es excepcional: el virus no se mantiene inalterado una vez que entra en su huésped, sino que, por un puro proceso de selección natural, en su periplo sólo sobreviven las mutaciones que le hacen adaptarse mejor al organismo que está infectando.

La ministra de Sanidad española, Trinidad Jiménez, descartó ayer que haya habido posibilidad de que la mutación encontrada en Noruega se haya transmitido a España. “El Centro de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III ha revisado la información sobre este virus, y aquí no se ha encontrado nada parecido”, redundó una portavoz del ministerio. “Aun así hay que mantener la vigilancia y nunca bajamos la guardia porque estamos ante un virus nuevo y la actitud de las autoridades sanitarias tiene que ser muy vigilante”, insistió la ministra.

La información que empezó a circular ayer por la tarde contiene un añadido en la nota difundida por el Instituto de Salud Pública noruego que no está directamente relacionada con la amenaza que podría suponer una mutación del virus hacia una forma más letal. “No hay indicios de que este cambio en el virus tenga ninguna importancia para el efecto de la vacuna o del tratamiento antiviral”, concluye Stene-Larsen.

Consecuencias inciertas

El hallazgo de la mutación del H1N1 tiene “consecuencias inciertas” para la salud pública, según dijo ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo se vio forzado a sacar una nota a última hora de la tarde, en la que indicaba que cambios similares habían sido detectados en Brasil, China, Japón, México y Estados Unidos, pero siempre en casos con “información incompleta”, por lo que no era posible evaluar su impacto.

La mutación es “esporádica y espontánea”, y, según la OMS, no hay relación entre el reducido número de pacientes que la han desarrollado y parece claro -todavía se está investigando- que no hay propagación entre personas.

A falta de informes definitivos, lo que está claro es que se trata de una mutación especial. Por eso, los sistemas sanitarios de distintos países la habrían detectado (con millones de infectados, cada uno con millones de virus a su vez, la cantidad de posibles mutaciones circulando es de billones).

Que hubiera aparecido la mutación sólo en tres personas de Noruega era “altamente improbable” para el secretario de la Sociedad Española de Virología, Antonio Talavera. Pero eso cambia si se ha visto en muchos sitios. La baja probabilidad de que un cambio coincida queda compensada por el enorme número de virus y de copias de cada uno que hay en el mundo, explica el virólogo.

Diario de la crisis

– Europa. El Centro de Control de Enfermedades de la UE (ECDC) llevaba registrados hasta el 18 de noviembre 543 fallecidos por la nueva gripe en el continente. En el mundo, su recuento se eleva a 6.624.

– Resistencias. Aparte de la mutación noruega, hay otra que preocupa más a las autoridades sanitarias. En Reino Unido y otros países empiezan a detectarse casos de resistencias al oseltamivir. Y, peor aún, estos virus sí que se transmiten entre personas. De hecho, una de estas cepas ha llegado a un hospital de Gales, donde hay cinco pacientes que no responden al tratamiento.

Veinte minutos para salir de dudas

MADRID.- Un pinchazo en el dedo, un cuestionario y 20 minutos. Es todo lo que ha necesitado Pietro para quedarse tranquilo, para saber que en su última relación no le transmitieron el VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana). Este italiano de Palermo afirma que siempre “intento tomar precauciones en mis encuentros sexuales, porque no me fío de nadie”, pero aún así “prefiero hacerme la prueba del sida, por si acaso”.

Por eso se ha acercado a la unidad móvil que ha instalado la Asociación Madrid Positivo -en colaboración con el Plan Nacional del Sida- en la Universidad Complutense de Madrid. Allí, tras firmar un consentimiento y rellenar un formulario con preguntas relativas, sobre todo, a sus prácticas sexuales, un equipo sanitario cualificado le ha realizado la prueba rápida del VIH. Tras poco más de un cuarto de hora, se obtiene un resultado igual de fiable que si se hiciera el test en un centro sanitario.

A sus 24 años, Pietro tomó conciencia del sida cuando tuvo una relación de riesgo. Se asustó. Mucho. Y decidió realizarse la prueba para acabar con su angustia. Fue la primera vez. “Desde entonces tengo presente que cualquiera puede transmitir la infección”, reconoce este estudiante de español, que ha aprovechado la iniciativa de la ONG para realizarse su segundo test y “salir de dudas”.

En España se hacen más de 1.000.000 de pruebas cada año, pero no es suficiente. Se estima que alrededor de 40.000 personas pueden tener el virus sin saberlo. Ellas son responsables del 54% de las nuevas infecciones, pues no toman las medidas de precaución necesarias porque no son conscientes de que están poniendo en riesgo a sus parejas.

“Es muy importante recordar que la infección por VIH existe, que cualquiera puede adquirirla y que la prueba es la única medida que tenemos para detectar la situación a tiempo”, explica Jorge Gutiérrez, presidente de Madrid Positivo. Y para concienciar de ello a la población, han decidido sacar el test a la calle, “donde los realizamos de forma totalmente anónima y confidencial”.

Junto a la unidad donde realizan las pruebas rápidas, el Instituto de Salud Carlos III está llevando a cabo un estudio paralelo. Evalúan si sería posible que la gente se hiciera el test en casa. “Lo que queremos ver es si las personas son capaces de realizarse la prueba como si fuera un test de embarazo y si saben leer los resultados”, explica Luis de la Fuente, del Centro Nacional de Epidemiología. En caso de que diera positivo, “tendrían que acudir a confirmarlo al hospital, al igual que ocurriría si estuvieran esperando un bebé”, dice.

Una epidemia en aumento

“Realizarse la prueba es fundamental, porque el 40% de los diagnósticos actuales son tardíos, lo que conlleva un retraso en el inicio del tratamiento y un aumento de la aparición de enfermedades oportunistas”, indica Gutiérrez, quien recuerda que el 80% de los nuevos casos en España han sido infectados por vía sexual.

“Mientras no exista una vacuna, la epidemia irá en aumento. Por eso es importante insistir en las medidas de prevención: hacerse la prueba, utilizar preservativo y saber que los tratamientos son eficaces si se toman a tiempo, que son de por vida y no se pueden dejar”, destaca.

Además de la posibilidad de hacerse las pruebas, los que se acerquen a la unidad móvil recibirán preservativos e información sobre el virus y otras enfermedades de transmisión sexual. De ello se encarga David, un voluntario que reparte los folletos, los condones y explica a todo aquel que le quiera escuchar en qué consiste el test, cuáles son las principales vías de transmisión del virus, entre otras cosas. También resuelve las dudas sobre el tema.

Al margen de estas iniciativas puntuales, los ciudadanos pueden realizarse la prueba de forma gratuita y confidencial en los centros de Atención Primaria, centros de planificación familiar y centros de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Asimismo, en muchas ciudades existen centros -generalmente de ETS- donde hacen el test, si se desea, de forma totalmente anónima, sin presentar ningún tipo de documentación. Algunas ONG también ofrecen esta posibilidad

Jiménez recomienda hacerse la prueba del sida

La ministra de Sanidad avisa de que uno de cada tres infectados ignora que es portador. – El Hospital Carlos III señala que el diagnóstico precoz es crucial

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha recomendado hacerse la prueba del sida porque un tercio de los contagiados ignoran que son portadores del virus VIH y pueden contagiar a otras personas sin saberlo. Con motivo del Día Internacional de Lucha contra el Sida, Jiménez ha reclamado que se facilite el acceso a los medicamentos antiretrovirales en todos los lugares del mundo y que se combata la discriminación de los enfermos. También Vicente Soriano, responsable del servicio de enfermedades nfecciosas del Hospital Carlos III de Madrid, ha aconsejado hacerse la prueba a “la mínima duda”.

“Pedimos a la gente que se haga un diagnóstico precoz, porque un tercio de los contagiados no saben que son portadores del virus VIH y por tanto pueden contagiar sin saberlo a otras personas. Por lo tanto, que se hagan la prueba, que es confidencial, que es gratuita, que es fácil de hacer y que es importante un diagnóstico precoz para un buen tratamiento del sida”, ha señalado Jiménez en declaraciones a la prensa a la entrada de una reunión de ministros de Sanidad de la UE.

En la misma línea se ha manifestado Soriano, secretario de la Fundación Investigación y Educación en Sida (IES), en declaraciones a Europa Press TV. La detección precoz es crucial, porque “tras cinco o diez años”, cuando el virus se empieza a manifestar, ya se produce una “complicación de la inmunodeficiencia grave” del VIH que se “podría haber evitado” de haberse detectado antes. Soriano ha señalado que la cifra de infectados que ignoran su condición es de un 25%.

“Durante ese tiempo, la persona está bien, puede tener relaciones sexuales y de manera ignorada pueden transmitir virus a otros, que la gente se haga la prueba a la mínima que pueda tener alguna duda”, ha recomendado, y ha aclarado que ésta es fácil, gratuita y rápida.

La ministra de Sanidad ha explicado que en España el contagio del Sida se ha reducido en un 17% y ha resaltado que también ha habido “avances médicos” en los tratamientos y los antirretrovirales. No obstante, ha subrayado que todavía persisten problemas “que nos obligan a conmemorar este día y ponernos al lado de las victimas”.

“Por un lado, para seguir reivindicando el acceso de los antirretrovirales a todos los lugares del mundo, sobre todo en el África subsahariana y particularmente a las mujeres, que es un grupo de población de contagio muy alto”, ha dicho Jiménez. En segundo lugar, ha reclamado “seguir trabajando para evitar la discriminación, que es un elemento que todavía persiste y que nos preocupa mucho”. “Hay un estigma muy fuerte sobre esta enfermedad y es importante que acabemos con esta lacra de discriminación que existe en este momento”.

Nadie espera ser contagiado

Según Soriano, los potenciales enfermos no se hacen la prueba porque “nadie espera ser contagiado por una persona con la que tiene relaciones”, aunque considera que si hay personas infectadas y un cierto grado de promiscuidad, “la probabilidad no es baja en determinados ambientes”. En este sentido, señala que dentro del grupo de riesgo se encuentran aquellas personas que “hayan utilizado drogas por vía intravenosa en algún momento de su vida” o las que hayan mantenido alguna relación con alguien. Además, asegura que en la actualidad hay “una ola creciente de jóvenes varones homosexuales españoles”, ya que, en su opinión, son más tendentes a la promiscuidad y la penetración anal puede provocar sangre durante el acto sexual.

Asimismo, también aconseja hacerse la prueba a aquellas personas que hayan viajado a “lugares endémicos como África o India” y ha tenido accidentes o le han puesto inyecciones. “No pasa nada por hacerse la prueba y confirmar que es negativo, porque si es positivo, las medicinas funcionan muy bien y se puede tratar”, añade. Después de años tratando la enfermedad, ha cambiado sensiblemente la tipología del paciente, y también los problemas que se encuentran derivados de su tratamiento.

El 60% de las personas infectadas por el VIH en el mundo desconoce que tiene el virus

MADRID.- Las matemáticas no engañan. Si en un año (entre 2007 y 2008) el número de individuos con VIH que tienen acceso a la terapia antirretroviral aumentó en un millón pero el número de nuevos infectados crece a un ritmo de casi 2,7 millones anuales, la cuenta sale negativa. Negativa para los afectados, para los países más desfavorecidos, para quienes trabajan por lograr frenar la epidemia de sida y, sobre todo, negativa para la salud mundial.

El último informe de ONUSIDA, realizado en colaboración con UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS), alaba los avances realizados a lo largo de 2008 en la lucha contra la enfermedad pero reconoce que aún quedan muchos retos pendientes.

El primero de ellos, reducir la transmisión de un virus que en la actualidad afecta a 33 millones de personas. Algo que se antoja especialmente difícil si se tiene en cuenta que más del 60% de los infectados desconoce que lo está. Una situación que les lleva a no tomar las medidas de precaución que debieran y, por tanto, a pasar el VIH a otros sin saberlo, según recoge el documento, que ha recopilado datos de 158 países.

El segundo, aumentar el acceso al tratamiento. La cobertura universal fijada para 2010 parece inalcanzable pero el objetivo es acercarse lo máximo posible a esta meta. Se estima que a finales del pasado año, cuatro millones de personas estaban recibiendo la terapia, un incremento importante (en 2007 eran tres millones) pero que aún deja sin fármacos a más de cinco millones de los casi 9,5 que se calcula que necesitan tratamiento con urgencia.

El mayor progreso se ha realizado en los países del África subsahariana, la zona más afectada por la epidemia de sida. El 44% de los seropositivos de esos lugares toma la medicación, un porcentaje superior al del resto del continente y a la cobertura lograda en el Sur y el Este de Asia (37%) y en Europa y Asia Central (23%).

“Este informe muestra un gran progreso en la respuesta global al VIH, pero aún necesitamos hacer mucho más” ha declarado la directora general de la OMS, Margaret Chan. “Los servicios de prevención están fallando, porque no llegan a todos”, añade.

Falta personal sanitario

El tercer reto es fortalecer los sistemas de salud de las zonas más desfavorecidas y mejorar el acceso a las pruebas. Aunque durante los últimos 12 meses los sitios que realizan los test de VIH han aumentado un 35% en los países de medianos y bajos ingresos, la cifra es insuficiente. Además, según las estimaciones de la OMS harían falta alrededor de cuatro millones más de trabajadores sanitarios preparados y entrenados para atender las necesidades de los pacientes seropositivos.

Aún así, ONUSIDA destaca el hecho de que en 39 países, incluyendo 19 de África subsahariana, se ha duplicado el número de pruebas realizadas en tan sólo un año. Y señala que son las mujeres, más que los hombres, las que más se preocupan por realizarse el test. Por el contrario, la atención a las embarazadas y los niños sigue siendo un aspecto que debe mejorar. Sólo el 45% de las seropositivas en estado recibe fármacos para evitar la transmisión al bebé y, la mayoría de ellas, viven en los países ricos.

En relación con el precio de los fármacos antirretrovirales, el informe muestra que la mayoría de las medicinas de primera línea han rebajado su precio entre un 10% y un 40% en los últimos años. Sin embargo, los de segunda línea, necesarios cuando se desarrollan resistencias, siguen siendo caros.

La ‘condena’ del sexo

Globalmente, la vía más rápida y más común utilizada por el VIH para propagarse y traspasar fronteras es la sexual, seguida por la inyección de drogas intravenosas. “Centrarse en las poblaciones con un alto riesgo de infección, como las trabajadoras del sexo y los hombres que mantienen relaciones con otros debe ser la prioridad de todos los programas de prevención”, recoge ONUSIDA.

Respecto al uso del preservativo, los últimos datos indican que alrededor del 60% de los hombres que hacen el sexo con otros varones utilizó un condón en su última relación anal, aunque la cifra varía según el país. Los más concienciados con los profilácticos son los varones de América Latina. En cuanto a las prostitutas, la media de uso del condón alcanza el 86%.

El documento también incide en la necesidad de luchar contra el estigma y el tabú que rodea a las relaciones homosexuales en muchas partes del mundo y que condenan a quienes las practican a guardar silencio.

Preguntas y respuestas de la vacuna del sida

MADRID.- El sueño que la comunidad científica lleva persiguiendo dos décadas se ha empezado a hacer realidad en Tailandia, donde los ensayos en fase III con una vacuna contra al sida han mostrado, por primera vez, que es parcialmente eficaz. El hallazgo, que ha revolucionado a investigadores en todo el mundo, insufla un poco de aire a este campo de investigación, marcado en los últimos años por varios fracasos. La buena nueva lleva el nombre químico de RV144. ¿Qué se esconde tras estas siglas? elmundo.es se lo cuenta en 10 preguntas.

    1. ¿Qué es RV144?

Es una combinación de dos vacunas (ALVAC y AIDSVAX) que se ha probado en más de 16.000 voluntarios en Tailandia con edades entre los 18 y los 30 años, en el mayor estudio realizado hasta la fecha en humanos con una inmuización contra el sida.

    1. ¿Cuáles eran los objetivos de la investigación?

El ensayo, en fase III, pretendía probar la capacidad de la vacuna para prevenir la infección por VIH y ver si reducía la carga viral (la cantidad de virus circulando en la sangre) en caso de que los participantes en la investigación se infectaran.

    1. ¿Cuáles han sido los resultados?

La vacuna combinada ha mostrado que previene la infección en un 31,2% de los casos y ha sido segura y bien tolerada. Aunque los científicos reconocen que es “un resultado modesto”, representa el mayor paso conseguido nunca en la investigación de estas vacunas. Sin embargo, la RV144 no ha influido nada en la carga viral de los infectados, tal y como se pensaba cuando se planteó el estudio. Los autores indican que “aún necesitamos entender mejor el mecanismo de acción y cómo este producto reduce el riesgo de contraer el VIH”. Asimismo, la eficacia se ha comprobado para la cepa E del virus, poco común en Europa, y hay que ver si funciona igual en otras cepas.

    1. ¿Quién fabrica las vacunas?

ALVAC está desarrollada por Sanofi Pasteur mientras que AIDSVAX está desarrollada por Genentech, que tiene una licencia y un acuerdo de distribución con VaxGen, uno de los primeros implicados en el estudio.

    1. ¿Quién ha realizado el estudio?

El estudio lo ha llevado a cabo el Ministerio de Salud Pública de Tailandia en colaboración con un equipo de investigadores tailandeses y estadounidenses. Ha estado coordinado por el Programa militar de investigación de VIH de EEUU y por el Instituto de ciencias médicas de las Fuerzas Armadas de Tailandia.

    1. ¿Quién lo ha financiado?

El Gobierno de EEUU, por medio del la división de sida del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Departamento de Defensa han puesto el dinero para los ensayos. El Ministerio de Sanidad de Tailandia, GSID (una organización cofundada por tres ex ejecutivos de VaxGen, propietaria de una de las vacunas que se han usado en la combinación) y Sanofi Pasteur (fabricante de la otra vacuna) también han apoyado la investigación.

    1. ¿Dónde se hizo?

Los ensayos se han realizado en las provincias de Rayong y Chon Buri, al sureste de Tailandia.

    1. ¿Por qué en Tailandia?

Porque el Ministerio de Salud del país fue uno de los primeros del mundo en desarrollar un Plan Nacional contra el sida y un Plan Nacional de Desarrollo de la vacuna contra el VIH y porque su gobierno considera que la investigación en una vacuna es una parte esencial de los programas para hacer frente a la epidemia y está comprometido con este esfuerzo.

    1. ¿Qué ha sucedido con los voluntarios que se infectaron durante la investigación?

Todos los participantes que adquirieron el VIH durante la investigación han tenido acceso gratuito al tratamiento antirretroviral y la asistencia médica necesaria. Asimismo, se les ha ofrecido formar parte de un estudio separado para seguir su evolución. El hecho de que se infectaran no tiene que ver con la vacuna -que no introduce en el organismo el virus- sino con prácticas de riesgo en las que han incurrido fuera de los ensayos.

    1. ¿Qué implicación tiene este hallazgo para los pacientes?

A pesar del entusiasmo con el que ha sido recibido el descubrimiento, los investigadores recuerdan que “sólo es un paso -importante- que muestra el camino sobre por dónde debe ir la investigación de las vacunas contra el VIH, pero de momento no estará disponible para su distribución”.

Las claves para frenar la pandemia de sida

Marcha en Los Ángeles para pedir más dinero para la investigación del VIH

Marcha en Los Ángeles para pedir más dinero para la investigación del VIH. (Foto: AFP)

MADRID.- ¿Podría un programa universal, voluntario y anual de pruebas del sida, que pusiera inmediatamente en tratamiento a aquellos que dieran positivo para el VIH, poner fin a la transmisión del virus? Un modelo matemáticoelaborado por la OMS respondía hace unos meses a esta pregunta y concluía que en 10 años esta medida podría reducir la incidencia del sida a una infección por cada 1.000 individuos al año, frente a las 20 por cada 1.000 que se registran en la actualidad. No obstante, poner en marcha esta iniciativa no es tan fácil como parece sobre el papel.

Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU (NIAID) y uno de los mayores expertos en sida, y Carl W. Dieffenbach, director del departamento de VIH de los NIAID, han elaborado una agenda de investigación con todas las áreas que habría que mejorar para que la implantación del programa de ‘pruebas y tratamiento’ (‘test and treat’, según su nombre inglés) lograra realmente estos ambiciosos objetivos.

Tal y como publican en ‘Journal of American Medical Association’ (JAMA), consideran que hay que analizar detalladamente la viabilidad de universalizar el test de sida, la relación entre el estado de la infección y las posibilidades de transmisión, la eficacia de la terapia antirretroviral como medida preventiva, el impacto a largo plazo de la resistencia a los fármacos, los comportamientos sexuales, el beneficio de comenzar el tratamiento cuanto antes y el coste-eficacia del programa ‘prueba y tratamiento’.

“Potencialmente, el modelo matemático de la OMS constituye una importante estrategia de salud pública para luchar contra el VIH. Sin embargo, se basa en muchos conceptos que hay queevaluar y someter a debate público antes de lanzar las campanas al vuelo”, explica Fauci.

La idea de ‘prueba universal y tratamiento’ parte de la siguiente premisa: la terapia antirretroviral suprime la carga viral (la cantidad de VIH circulando en la sangre de los afectados) hasta hacerla indetectable en muchos pacientes. La eficacia del virus para transmitirse es directamente proporcional a la carga viral que presenta el individuo seropositivo. Por tanto, dado el efecto que la terapia tiene sobre este aspecto, es razonable pensar que los fármacos son una buena herramienta para evitar nuevos casos. El problema es que hay muchos otros factores que pueden echar por tierra estas esperanzas.

Los obstáculos para extender la prueba

Incluir el test de sida como parte de la rutina médica es algo que las principales instituciones médicas recomiendan desde 2006. Pero a pesar de las campañas para concienciar a la población de su importancia, muchos ciudadanos se niegan a hacérsela. Fauci y Dieffenbach señalan que los motivos para este rechazo son muchos y complejos, desde cuestiones sociológicas o culturales hasta el miedo al estigma.

Asimismo indican que poner en tratamiento a todos aquellos que den positivo no es tan sencillo. Hay muchas cuestiones que impiden a los pacientes seropositivos pasar del diagnóstico al tratamiento, entre ellas, la falta de un seguro médico, la escasez de recursos, el abuso de sustancias o enfermedades mentales que impidan al afectado seguir la terapia o, simplemente, la dificultad de aceptar el nuevo estado serológico, que hace que algunas personas nieguen su enfermedad.

También explican los autores de este artículo que la terapia antirretroviral necesita ir acompañada de otras medidas para que la prevención sea realmente eficaz. Es necesario reducir los comportamientos sexuales de riesgo, diagnosticar cuanto antes la infección por VIH, ya que en los primeros momentos el virus tiene más capacidad para transmitirse, y tener presente la cada vez mayor resistencia a los fármacos. “Es conveniente analizar cómo se están transmitiendo las cepas del virus resistente y qué mutaciones están experimentando”, escribe Fauci.

Por último, para que la estrategia ‘prueba y tratamiento’ sea realmente eficaz tiene que demostrarse realmente un beneficio significativo de iniciar la terapia cuanto antes tanto a nivel individual como comunitario. Y, por supuesto, la medida tiene que ser rentable y coste-eficaz para la sociedad.

‘Seropositivo: entrada denegada’

MADRID.- Ni a Barack Obama ni a John McCain -uno de los dos será el próximo presidente de EEUU- sus adversarios podrán echarles en cara que el país de la democracia niega la entrada a personas sólo por estar infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Hace tres meses que EEUU eliminó, gracias a las presiones internacionales, esta prohibición (aunque aún no ha entrado en vigor). Sin embargo, la norma aún sigue presente en muchos lugares del mundo.

“Seis décadas después de que se adoptara la Declaración Universal de Derechos Humanos, resulta chocante que todavía haya discriminación hacia las personas con VIH. Esta realidad no sólo hace que los afectados mantengan su condición en secreto y que el virus se propague en la oscuridad, sino que dice mucho de nuestra humanidad. Pido un cambio urgente de estas leyes”, declaró en junio Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU.

Un documento, realizado conjuntamente por la Sociedad Internacional del Sida (IAS), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Población de la ONU y numerosas instituciones más, recoge que en 2008 quedan demasiados territorios que imponen algún tipo de restricción a los individuos con VIH, “pese a que está más que demostrado que esta medida no protege la salud pública“, insiste el informe.

Las restricciones pueden hacer referencia a la entrada en el país, a la estancia en el mismo por un periodo de tiempo determinado o a la residencia fija. “En cualquiera de los casos son actitudes que no contribuyen en absoluto a lograr el objetivo del acceso universal a los fármacos antirretrovirales. Al contrario, lo que hacen es aumentar el estigma y la discriminación hacia estas personas”, dice Ratri Suksman, representante de CARAM Asia, una organización que lucha contra el sida y que ha participado en la elaboración del documento.

Para los organismos firmantes de este informe, que se distribuyó en la última Conferencia sobre el Sida celebrada en México, las prohibiciones no son sólo un obstáculo que atentan contra la libertad de movimiento de los seropositivos, sino que también afectan a su salud, al desarrollo y contradice otros derechos humanos. Impide que la gente visite a sus familiares en otros países o que vayan a estudiar o trabajar fuera.

La petición de visados para acceder a otros países ya sea por asuntos laborales, estudios o vacaciones es uno de los ejemplos de discriminación hacia los seropositivos que ha recogido en España el Observatorio de Derechos Humanos y VIH/Sida Red2002.

Los más afectados

Aunque el número de personas que se han visto discriminadas por estas normativas se desconoce, los organismos saben que los más afectados son inmigrantes que buscan trabajo en otros países.

Los expertos en enfermedades infecciosas y salud pública han dejado claro, en numerosas publicaciones, que las personas con VIH que viajan no suponen una amenaza para la salud pública “porque el virus no se transmite simplemente por la presencia de un seropositivo o por un contacto casual” y, de hecho, los países en los que entran sin impedimentos no han registrado ningún problema.

El documento también denuncia que bajo estas normativas prohibicionistas a muchos viajeros les realizan las pruebas del sida sin su consentimiento, sin respetar el derecho de confidencialidad y sin ofrecerles ningún consejo o asesoramiento en el caso de que den positivo.

La prueba de VIH, también recomendable para las personas mayores de 65 años

MADRID.- Si el amor no tiene edad, el sida tampoco. Las estadísticas señalan que el 53% de los individuos entre los 65 y los 74 años (el 26% entre los 75 y los 85 años) se mantiene sexualmente activo. Y, también, está expuesto al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Un equipo de la Universidad de Duke (EEUU) ha evaluado la relación coste-beneficio que tendría hacer las pruebas del sida en esta población y concluye que es una medida eficaz.

“Muchos de nosotros asociamos el VIH con los jóvenes, pero los datos indican que el 19% de los infectados reciben el diagnóstico a partir de los 50 años“, destaca Gillian Sanders, profesora de medicina en la Universidad y principal autora del trabajo, que se publica en ‘Annals of Internal Medicine’. “La edad no protege a nadie del virus. Se es tan vulnerable a los 60 años como a los 16”, recuerda.

Por eso, aunque los CDC (los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU) recomiendan que todos los ciudadanos con edades comprendidas entre los 13 y los 64 años se hagan la prueba del sida, Sanders y su equipo, con miembros de la Universidad de Stanford, proponen que se incluya también a los pacientes de más edad.

Su afirmación se basa en un trabajo en el que han estimado los efectos saludables y económicos de un programa voluntario de ‘screening’ de VIH en personas entre los 55 y los 75 años, cuyo estado serológico era desconocido. Se tuvieron en cuenta aspectos como el tipo de actividad sexual, el número de parejas sexuales y el sexo de la persona. Asimismo se imaginaron distintas situaciones, como suponer que el participante tenía, de media, una pareja con riesgo de estar infectada o que no iba con múltiples parejas.

Para saber si la eficacia de este programa, los investigadores estimaron el aumento en la supervivencia que resultaría de la detección temprana del VIH y de iniciar el tratamiento antirretroviral. Así, para un paciente de 65 años que descubriera que está infectado, la identificación del virus a través de las pruebas supondría un incremento de medio año en su esperanza de vida. Para un individuo de 75 años, el aumento sería de cuatro meses.

Dentro del presupuesto

En cuanto a los costes, depende de la prevalencia de la enfermedad por grupos de edad, de los años del paciente y de si ha tenido una pareja o una conducta que conlleve riesgo de contagio.

Asumiendo que el 0,5% de la población estudiada tuviera VIH, los investigadores calculan que las pruebas del sida en los pacientes con más de 65 años que no son sexualmente activos costaría 55.440 dólares (unos 35.750 euros al año), mientras que para los individuos sexualmente activos el coste bajaría hasta los 30.020 dólares (19.360 euros). Para Sanders, estas cifras entran dentro de lo aceptable y de lo que se considera una buena relación coste-beneficio.

“Nuestro estudio indica que la medida es buena, especialmente si la persona ha tenido una pareja sexual de riesgo, ya que a esas edades muy pocos utilizan el preservativo“, declara. Eso sí, matiza que “no está indicada para aquellos individuos cuya esperanza de vida sea más corta debido a enfermedades como el cáncer o patologías coronarias”.

11 CONFERENCIA EUROPEA DE SIDA: Seropositivo a los 70

MADRID.- K. contrajo el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) antes de que fuera descubierto por la comunidad científica, pero no lo supo hasta que cumplió 70 años. Este hombre homosexual, nacido en 1930, descubrió su estado en el 2000, cuando ingresó en el hospital con fiebre alta, sin apetito y con sarcoma de Kaposi. Fue entonces cuando le dijeron el diagnóstico. Tenía sida.

Pese a su avanzada edad, a este paciente no le sorprendió nada la noticia. “Nunca me gustó practicar el sexo con condón, así que supongo que ha tenido algo que ver”, confesó a sus doctores. Su caso es uno de los que ha expuesto Bernard Hirschel, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del hospital universitario de Ginebra, en la 11 Conferencia Europea sobre Sida (EACS), que se celebra en Madrid.

Cada vez más personas descubren que tienen VIH cuando pasan la barrera de los 50 y en estos casos “hay que tener en cuenta otros factores que no se valoran tanto cuando el diagnóstico se hace a una edad más joven, como son la incidencia de algunos tipos de cáncer, el incremento del riesgo cardiovascular o la influencia que el virus puede tener en el deterioro del cerebro”, afirma Hirschel.

Si en 1998 tan sólo el 5% de los pacientes con VIH era mayor de 50 años, en la actualidad este colectivo supone el 25% de los afectados. La mayoría de ellos son hombres. Para el especialista de Ginebra, el principal problema para tratar a estas personas es que “por el momento contamos con muy pocos datos sobre el manejo del VIH en mayores”, ya que hasta la introducción del tratamiento antirretroviral de alta eficacia a mediados de los 90, los individuos infectados no tenían mucha supervivencia.

Además, indica este doctor, “tampoco hay mensajes específicos para este grupo de población. Los esfuerzos de prevención se suelen centrar en personas más jóvenes”.

Más factores de riesgo

Mr K. no ha sido el único en conocer en la vejez que es seropositivo. El paciente A., que nació en 1919, se enteró a los 81 años de que el virus estaba en su organismo. “Ingresó en el hospital con tuberculosis y un amigo suyo estaba seguro de que tenía sida, así que nos convenció a todos para que le hiciéramos las pruebas y éstas confirmaron su sospecha”, ha explicado Bernard Hirschel.

Una de las dificultades que plantean este tipo de pacientes es que, en algunos casos, no siguen bien la terapia y entonces ésta no es eficaz. “El señor A., por ejemplo, se negaba a tomar las pastillas, principalmente las de color azul, y pedía constantemente que le inyectaran los fármacos”.

Por otro lado, la infección por VIH unida a la edad avanzada “aumenta el riesgo de infarto de miocardio, de enfermedades cardiovasculares y de otras patologías”, afirma el experto del hospital suizo. Además, el estado del paciente con sida puede verse empeorado por la presencia de otros trastornos como “hipertensión o diabetes”.

En cuanto a la relación entre el cáncer y el VIH, el doctor Hirschel señala que entre los pacientes seropositivos que superan los 50 años se ha visto una mayor incidencia de los tumores de pulmón, próstata, ano, hígado y Hodgkin, por este orden.

La primera causa de infección por VIH en Europa es la relación heterosexual

El VIH se expande en Europa empujado, sobre todo, por las relaciones heterosexuales sin protección. Es uno de los datos dados a conocer por primera vez por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC), vinculado a la Unión Europea y fundado hace un año. En 2005, último año con datos, el ECDC registró 20.000 nuevas infecciones por VIH, aunque la cifra real será mayor, según advierte la directora del organismo, Zsuzsanna Jakab. La UE destaca también que sólo quedan dos países que carecen de un registro de transmisiones: España e Italia.

La tendencia a la heterosexualización de la epidemia comenzó en 1999, de acuerdo con los datos de nuevos infectados de los 17 países que tenían entonces registro, que el ECDC ha conseguido recopilar ahora por primera vez. Ése fue el primer año en el que los casos de transmisión heterosexual superaron a los de hombres que tienen sexo con hombres (unos 3.000 en ambos casos). Actualmente, los cálculos son que en Europa viven alrededor de 1,1 millones de personas con VIH, y cada año se infectan unas 32.000, es decir, uno de cada tres nuevos casos no queda registrado. El país que más nuevos casos registra es Portugal (251 por millón de habitantes), seguido de Rusia (247) y Ucrania (243). En España, extrapolando las estimaciones del Plan Nacional contra el Sida, salen unos 70 nuevos casos por millón.

La diferencia está en que, mientras los casos por sexo sin protección entre hombres y mujeres ha ido en aumento en la última década, el de las relaciones homosexuales estaba en 1999 en decadencia. Esa tendencia se invirtió en 2001, de acuerdo con los datos de esos 17 países (entre ellos, algunos tan representativos como Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia). La tercera vía de transmisión más habitual, las jeringuillas intravenosas compartidas por usuarios de drogas, se mantiene estable e incluso registró un ligero descenso en los últimos tres años, destacó Jakab en la reunión anual sobre VIH/Sida de la UE, celebrada la semana pasada. En Estados Unidos y Canadá, región equiparable en desarrollo a Europa, la situación es diferente. Ahí la transmisión homosexual sigue siendo la predominante, de acuerdo con los últimos datos de Onusida.

Las cifras son importantes porque es la primera vez que el ECDC realiza un estudio con datos de todos los países europeos, tanto los de la UE como los demás. Además, se centra en el número de personas con VIH y no en los diagnósticos de sida. Estos últimos han ido descendiendo en los países ricos por efecto de la extensión de los medicamentos antivirales, que frenan el desarrollo de la enfermedad, lo que ha creado una sensación de falsa seguridad en muchos sectores, que les ha llevado a rebajar las medidas de prevención, indicó Jakab.

La edad media de los nuevos casos es de 35 años, de acuerdo con el estudio europeo, aunque hay una gran dispersión. En los países bálticos, por ejemplo, se infecta a gente más joven. El récord inferior lo tiene Letonia, con 28 años; el superior, Francia, con 37.

Jakab aprovechó la oportunidad para insistir en la importancia de extender los análisis para detectar a las personas con VIH. Según los cálculos del ECDC, el 25% de quienes no saben que tienen el virus son responsables del 54% de las nuevas infecciones. Además, mientras están en la ignorancia, esas personas no reciben tratamiento, lo que supone que desarrollan sida antes, y que cuando acuden al sistema sanitario es más difícil -y más caro- recuperarlos.

El tema de las pruebas es, sin embargo, peliagudo. En países donde es más fuerte el estigma o donde el acceso a la medicación es más difícil, no se puede extender la realización de las pruebas sin riesgo. Además, éstas siempre tienen que ser voluntarias y después de recibir la suficiente información.

Otro asunto importante es el papel creciente de los inmigrantes en la expansión del VIH. En este tema los expertos no se ponen de acuerdo en si se trata de personas que llegan infectadas de sus países de origen, o si contraen el virus en los de acogida. Hay datos en los dos sentidos. Entre aquéllos que se han infectado por vía heterosexual, la proporción de extranjeros que provienen de países con epidemias de sida supone alrededor del 50%, pero hay una elevada variación: del 80% en Islandia a menos del 20% en Portugal.

Los datos descartan uno de los tópicos más frecuentes: el que relaciona VIH con prostitución. Según los datos presentados por Jakab, sólo el 2% de las personas que se dedican a esta tarea están infectadas.

El cómputo imposible

Obtener un registro de las personas con VIH es una aspiración antigua del Ministerio de Sanidad. Pero los intentos han tropezado siempre en la misma piedra: algunas ONG de afectados recelan de que este tipo de ficheros atente contra la intimidad. En un país donde todavía son frecuentes las discriminaciones laborales y sociales, la posibilidad de que esos datos salgan del Ministerio sin asegurar el anonimato la rechazan de plano las asociaciones.Pese a estos obstáculos, ya casi la mitad de las comunidades tienen en marcha registros (el llamado SINIVIH). Estos datos son los que utiliza Sanidad para programar sus actividades, desde campañas de prevención hasta distribución de medicamentos, una partida que puede resultar muy cara (un tratamiento medio de los que toman aproximadamente 70.000 personas en España cuesta unos 10.000 euros al año).La directora del Centro Europeo de Control de Enfermedades, Zsuzsanna Jakab, consciente de los problemas, no quiso reprochar a la ministra de Sanidad, Elena Salgado, la falta de estos datos.Sólo España e Italia son incapaces de dar una cifra de los nuevos diagnósticos de VIH. En el caso español esto es llamativo, sobre todo porque es uno de los países con mayor número de infectados, y porque el modelo de la expansión del virus es diferente al de la mayoría de los países de su entorno: el VIH se expandió, primero, entre usuarios de drogas intravenosas inyectadas, una situación que ahora se repite en los países del este de Europa, nuevo foco de la epidemia.