El Kursaal se ilumina con el lazo rojo de solidaridad hacia las personas afectadas por el Sida
Con motivo del Día Mundial del Sida se han programado una serie de actividades junto con diversas asociaciones, como se lleva a cabo desde hace 14 años
La infección por el VIH en España mantiene una tendencia a la estabilización , aunque hay un “repunte” en la transmisión entre hombres que mantienen relaciones con hombres, la vía de contagio más frecuente. Con motivo de la celebración mañana del Día Mundial del Sida, la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, ha presentado el balance de los nuevos diagnosticados por VIH y sida junto al secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, y el secretario del Plan Nacional sobre el Sida, Tomás Hernández.
Según ha puesto de relieve Pajín, el pasado año se notificaron 2.264 nuevos diagnósticos de VIH en las 15 CCAA que reportan datos. De estos nuevos casos, el 20,5% eran mujeres, y la edad media de los diagnosticados se sitúa en 37 años. Pajín ha valorado el descenso que se ha producido respecto al diagnóstico tardío. Así, el pasado año, un 50,2% de los nuevos diagnósticos fueron tardíos (lo que significa que en el momento de ser identificados como portadores del VIH eran ya susceptibles de recibir tratamiento antirretroviral), frente al 56% de 2004.
La transmisión entre hombres que mantienen relaciones con hombres es la más frecuente (42,5%), seguida de la heterosexual (34,5%), una vía de contagio que se mantiene estable. La transmisión del VIH entre usuarios de drogas inyectadas está decreciendo y supuso el 8,1% del total. No obstante, la ministra ha matizado que “no hay colectivos de riesgo, sino prácticas de riesgo”, y ha subrayado que nunca se puede bajar la guardia y hay que seguir insistiendo en la importancia de la prevención. Por lo que respecta al número de casos que han progresado hasta sida, ha experimentado un “progresivo declive”.
Según las notificaciones recibidas hasta el 30 de junio de 2010 en el Registro Nacional de Casos de Sida, en 2009 se diagnosticaron 1.275, y desde el inicio de la epidemia en España (el primer caso se diagnosticó en 1981) se han contabilizado un total de 79.363. En 2008, 1.000 personas fallecieron en España a causa del sida. Y las personas que conviven con el VIH en el mundo asciende a 33,3 millones y sigue creciendo.
En España, se estima que entre 120.000 y 150.000 personas están infectadas por este virus. Además, entre un 25 y un 30% no saben que son seropositivos y, de ellos, unos 650.000, se debe al miedo al estigma y la discriminación y a una falta adecuada de la percepción del riesgo.
La ministra ha presentado también la campaña del Día Mundial del Sida, cuyo lema este año es Quiérete. Hazte la prueba. Usa preservativo, que ha sido consensuada con todas las comunidades autónomas. El objetivo es, según ha explicado Pajín, sensibilizar a la población sobre la importancia de prevenir la transmisión sexual del VIH mediante el preservativo y la necesidad de realizarse la prueba si se han mantenido prácticas de riesgo.
La titular de Sanidad ha manifestado su compromiso con las personas y las instituciones que diariamente trabajan para visibilizar a los afectados y por el control de “esta grave enfermedad”, que supone “un reto social y sanitario”. También ha mostrado su apoyo a las personas que viven con el VIH, a las que ha trasladado su “firme compromiso” en la puesta en marcha de acciones sanitarias y sociales que contribuyan a mejorar su calidad de vida y su integración en la sociedad.
El arzobispo de Bruselas-Malinas, André-Joseph Leonard, el máximo responsable de la Iglesia en Bélgica, describe el sida como un acto de “justicia”.
Sus declaraciones, citadas en un libro publicado recientemente, han causado un enorme revuelo en Bélgica. Unas palabras en las que no cabe malinterpretación ya que el portavoz del arzobispo ha asegurado que le advirtió de la polémica que generarían y no las quiso cambiar.
El libro de conversaciones con el prelado católico de más alto rango en Bélgica apareció este miércoles, y en él se indica que Leonard cree que el sida “no es una justicia divina” sino “una especie de justicia inmanente”, según extractos divulgados hoy.
El prelado justifica esa consideración señalando que jugar con la naturaleza del amor puede conducir a catástrofes así, y compara esa situación con las consecuencias medioambientales del abuso de recursos que el hombre está haciendo de nuestro planeta.
Estas manifestaciones recibieron inmediatamente las críticas de casi todo el espectro político belga, desde los nacionalistas flamencos del N-VA hasta los socialistas, pasando por liberales y los verdes.
Las declaraciones han sido descritas como “innobles”y “nauseabundas”
Desde “falta de compasión con los enfermos”, hasta las dudas sobre las posibilidades de reconciliación entre la Iglesia y la sociedad, pasando por comentarios como “innoble” o “nauseabundo”, numerosos ministros nacionales o regionales, así como parlamentarios, reaccionaron de forma muy negativa.
Y es que estos comentarios se producen un mes después de la presentación de un informe demoledor sobre los casos de pederastia en el país a manos de miembros de la Iglesia Católica. Algo que el propio Leonard calificó como “errores del pasado”.
El portavoz de Leonard, Jürgen Mettepenningen, intentó rectificar reconociendo, en la cadena de radio flamenca VRT, que “yo no lo hubiera dicho así”.
Mettepenningen explicó que, al releer el borrador del libro, advirtió de que esa expresión podía generar problemas, pero indicó que “el arzobispo no la ha modificado, al afirmar que no podía escribir otra cosa de lo que él piensa”.
“El arzobispo defiende el celibato a pesar de los escándalos de pederastia”
El libro “Monseñor Leonard: Conversaciones”, es una actualización realizada por autores flamencos de una obra de igual título publicada en francés en 2006, cuando el actual cardenal era solamente obispo de Namur.
En esas conversaciones, el arzobispo defiende el celibato sacerdotal a pesar de que está muy cuestionado por los escándalos de pederastia. Leonard recuerda que la mayoría de los casos de abusos sexuales de menores se dan en el ámbito familiar, sin que por ello se plantee la desaparición de la institución de la familia.
El prelado considera que, con el tiempo, es posible que desaparezca el celibato, pero “independientemente” de la cuestión de la pederastia en algunos religiosos.
Clemens Ruland, seropositivo, y Hugo Bausch, su pareja, se han convertido en los primeros extranjeros en pisar territorio estadounidense tras el levantamiento del veto que impedía a los extranjeros con sida o VIH entrar en el país.
Ruland, de 45 años, contrajo el virus en Nueva York y fue diagnosticado seropositivo en 1997. El grupo holandés de lucha contra el Sida SOAAIDS ha sido el encargado de patrocinar tan ansiada visita. Ruland consiguió su pasaje para EEUU tras ganar un concurso de poemas organizado por la ONG en el que se sorteaban dos billetes gratis para viajar ayer a Nueva York.
Esta pareja, que permanecerá una semana en EEUU, llegó al aeropuerto John F. Kennedy procedentes de Amsterdam a las 17.00 horas, según informó Human Right Watch, y fueron recibidos por un representante del Gobierno holandés en EEUU y por el director del programa de derechos para las lesbianas, gays, bisexuales y transgénero de Human Rights Watch, Boris Dittrich.
“Levantar esta prohibición es una victoria para los derechos humanos. Human Rights Watch ha hecho campaña durante años para ello porque pensamos que era una medida discriminatoria y estigmatizante para las personas que viven con el VIH. También es contraproducente en relación con la salud pública”, advirtió Dittrich.
En los últimos tres años, tres personas seropositivas fueron detenidas por ingresar en EEUU y enviadas de nuevo a sus respectivos países. Estados Unidos impuso la prohibición de que personas infectadas con VIH entraran en el país durante la administración Reagan. 22 años después, la prohibición ha sido levantada tras una fuerte campaña de los grupos por la igualdad de derechos.
La prohibición llegó producida por el pánico que causó la enfermedad en los años 80. La medida colocó a EEUU en una lista de países que excluían la entrada a cualquier portador del virus. Desde entonces, la mejora de los tratamientos y el cambio en la percepción pública de la enfermedad han ayudado a propiciar el cambio
El levantamiento de la restricción llega cuando la capital estadounidensese prepara para acoger la Conferencia Mundial sobre Sida en 2012. La última vez que la conferencia se celebró en el país norteamericano fue en 1989, cuando un investigador holandés fue detenido en la aduana por estar contagiado del virus.
Un total de 57 países mantienen alguna tipo de veto para la entrada, estancia y residencia de personas infectadas con el VIH, según datos del Programa de Naciones Unidas contra el Sida (Onusida).
MADRID.- Para muchas personas con VIH, 2010 pasará a la historia como el año en el que pudieron entrar libremente en territorio estadounidense, vetado para los seropositivos desde el año 1987. Sin embargo, como ha recordado estos días el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aún quedan 57 territorios en todo el planeta en los que existe algún tipo de restricción para la entrada, estancia o residencia de las personas portadoras del virus del VIH.
El pasado 4 de enero entró en vigor el fin de esta prohibición, tal y como había adelantado el pasado mes de octubre el presidente de EEUU, Barack Obama. Igual que en aquel país, también la República de Corea derogó desde el 1 de enero cualquier tipo de restricción a los viajeros en función de su estado serológico.
Estas medidas han sido acogidas con aplausos en la sede del organismo de Naciones Unidas para la lucha contra el sida, ONUSIDA, aunque esta institución recuerda que aún quedan barreras por derribar en numerosos países de todo el mundo. En 2008, la lista de estados que impedían totalmente la entrada a extranjeros con VIH ascendía a 74; una cifra que este organismo reduce en la actualidad a 57.
“Aplaudo el liderazgo del presidente coreano para acabar con las restricciones hacia las personas con VIH, que carecen de ningún beneficio desde el punto de vista de salud pública”, ha señalado Ban Ki-moon a través de un comunicado. “Pero hago un llamamiento al resto de países con este tipo de normativas discriminatorias para que tomen medidas para eliminarlas cuanto antes”.
En la lista negra de 57 territorios que aún imponen algún tipo de limitación a sus visitantes portadores del virus (bien sea para estancias cortas o para residir durante cierto tiempo) destaca la presencia de Andorra, Australia, China, Cuba, Israel, Nueva Zelanda,Polonia o Eslovaquia, entre otros. Además, en China, Yemen, Brunei, Omán, Sudán y los Emiratos Árabes, se exige una declaración obligatoria a los viajeros, lo que en la práctica se traduce en una autorización discrecional a quienes manifiesten ser seropositivos.
A este mapa con barreras contra el sida, se suman otros 24 países que deportan a los visitantes si se descubre que son positivos en la prueba del VIH, como la Federación Rusa, Arabia Saudí o Singapur.
Michael Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, ha declarado que el fin de la prohibición en Corea y EEUU supone “una victoria de los derechos humanos a ambos lados del planeta”. Además, ha realizado un llamamiento “por una libertad total de movimiento para las personas con VIH en el año 2010″. A su juicio, hay que impedir que cualquier país obstruya la entrada a alguien por este motivo. “Esta discriminación no tiene sentido en un mundo como el de hoy”.
Si hay un tipo de prácticas -y, consecuentemente, un colectivo, aunque no sólo ellos- donde la incidencia del VIH es claramente superior a la esperable estadísticamente es la de hombres que tienen sexo con hombres. El resultado es que los cálculos de Sanidad, obtenidos a través de sondeos y encuestas, arrojan que un 10% de los homosexuales masculinos de España están infectados por el VIH.
Este grupo de población, que en España son casi todos gays (no se trata de relaciones esporádicas, sino que se enmarcan dentro de una relación afectivo-sexual), según reconoció a este periódico el secretario del Plan Nacional sobre Sida (PNS), Tomás Hernández, representa el 38% de los nuevos diagnósticos de infectados. Este porcentaje multiplica por lo menos por cuatro el peso de este colectivo en el total de la pobalción. Y ello si se aceptan algunos estudios, como el de Kinsey de 1948, que fijaba en un 10% el porcentaje de hombres que han tenido prácticas homosexuales en las sociedades occidentales (el trabajo se hizo en Estados Unidos). Si se toma como base un porcentaje inferior, que es a lo que apuntan algunos estudios más recientes, la desproporción entre tasa de gays sobre el total de la población y tasa de gays con VIH frente al total de diagnósticos sería aún superior. Es decir, la sobreexposición de este colectivo sería aún mayor.
Este dato explica que la última campaña de prevención del PNS se dirija específicamente a hombres que tienen relaciones con otros hombres. El lema, No dejes que el VIH se fije en ti, es un guiño a la pregunta que figura en los carteles y en el vídeo que se ha hecho al respecto. En él se pregunta a los involucrados en qué parte de un hombre se fijan. De las varias opciones (culo, ojos, músculos, boca, ropa, bolsillo), sólo la última es la correcta: es el sitio donde se guardan los preservativos, la forma de prevención más eficaz si se tienen relaciones sexuales.
En total, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH. Desde el principio de la epidemia se ha diagnosticado sida a 77.953 (datos de junio), de los un 60% aproximadamente ha fallecido (no se sabe exactamente cuántos son ya que todo depende de si el certificado médico atribuye el fallecimiento al sida, a una hepatitis o si la persona ha muerto por otra causa que no tenga nada que ver, como un accidente de coche). En el total de los casos de sida, los hombres que tienen sexo con hombre son el 10%, pero los datos de infectados recientes indican que esa cifra va a aumentar.
Si hay un tipo de prácticas -y, consecuentemente, un colectivo, aunque no sólo ellos- donde la incidencia del VIH es claramente superior a la esperable estadísticamente es la de hombres que tienen sexo con hombres. El resultado es que los cálculos de Sanidad, obtenidos a través de sondeos y encuestas, arrojan que un 10% de los homosexuales masculinos de España están infectados por el VIH.
Este grupo de población, que en España son casi todos gays (no se trata de relaciones esporádicas, sino que se enmarcan dentro de una relación afectivo-sexual), según reconoció a este periódico el secretario del Plan Nacional sobre Sida (PNS), Tomás Hernández, representa el 38% de los nuevos diagnósticos de infectados. Este porcentaje multiplica por lo menos por cuatro el peso de este colectivo en el total de la pobalción. Y ello si se aceptan algunos estudios, como el de Kinsey de 1948, que fijaba en un 10% el porcentaje de hombres que han tenido prácticas homosexuales en las sociedades occidentales (el trabajo se hizo en Estados Unidos). Si se toma como base un porcentaje inferior, que es a lo que apuntan algunos estudios más recientes, la desproporción entre tasa de gays sobre el total de la población y tasa de gays con VIH frente al total de diagnósticos sería aún superior. Es decir, la sobreexposición de este colectivo sería aún mayor.
Este dato explica que la última campaña de prevención del PNS se dirija específicamente a hombres que tienen relaciones con otros hombres. El lema, No dejes que el VIH se fije en ti, es un guiño a la pregunta que figura en los carteles y en el vídeo que se ha hecho al respecto. En él se pregunta a los involucrados en qué parte de un hombre se fijan. De las varias opciones (culo, ojos, músculos, boca, ropa, bolsillo), sólo la última es la correcta: es el sitio donde se guardan los preservativos, la forma de prevención más eficaz si se tienen relaciones sexuales.
En total, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH. Desde el principio de la epidemia se ha diagnosticado sida a 77.953 (datos de junio), de los un 60% aproximadamente ha fallecido (no se sabe exactamente cuántos son ya que todo depende de si el certificado médico atribuye el fallecimiento al sida, a una hepatitis o si la persona ha muerto por otra causa que no tenga nada que ver, como un accidente de coche). En el total de los casos de sida, los hombres que tienen sexo con hombre son el 10%, pero los datos de infectados recientes indican que esa cifra va a aumentar.
El Gobierno considera “razonable” mantener la exclusión de las personas con VIH de las pruebas de acceso al Cuerpo Nacional de Policía. Esta es la conclusión contenida en una respuesta facilitada por el Gobierno al portavoz parlamentario de IU, Gaspar Llamazares. La pregunta parlamentaria que da pie a esta contestación fue registrada por Llamazares el pasado 28 de julio y la respuesta le fue entregada el 1 de diciembre, precisamente el Día Internacional de la Lucha contra el Sida, “cuando desde todos los ámbitos se habló de la necesidad de integración práctica y no exclusión de las personas afectadas por esta enfermedad”, resaltan fuentes parlamentarias de Izquierda Unida. El Gobierno considera que el contacto con los ciudadanos pone en riesgo al propio policía con sida, ante la facilidad para que se vea afectado por infecciones y, además, él también puede contagiar a los ciudadanos.
En su respuesta, el Gobierno explica que “los tribunales médicos designados para intervenir en las pruebas de acceso al Cuerpo Nacional de Policía consideran el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) como una enfermedad inmunológica sistemática, que afecta negativamente al sistema inmunológico del individuo que la padece”. Gaspar Llamazares había hecho referencia en su pregunta original a dos cuestiones principales. La primera era que, con fecha 25 de mayo pasado (BOE de 29 de mayo de 2009), la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil dictó una resolución por la que se convocaba una oposición libre para cubrir plazas de alumnos aspirantes a ingresar en el Cuerpo Nacional de Policía. En su apartado 4.3.7 del ANEXO III, Cuadro de exclusiones médicas para el ingreso en el Cuerpo Nacional de Policía, de 1988, se establecía como exclusión definitiva las “enfermedades de transmisión sexual”.
Llamazares recordaba en su segunda observación que, “entre otras, la sentencia de 26 de mayo de 2004 de la Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, de la Audiencia Nacional (que resuelve el recurso 56/2002 presentado ante la exclusión en un procedimiento de acceso a un puesto de funcionario de Instituciones Penitenciarias de una persona seropositiva) señaló que “la infección por VIH en sí misma no representa ningún problema como enfermedad transmisible mediante la convivencia del sujeto con otras personas, tanto en el medio familiar, laboral o social’, salvo que el desempeño del puesto de trabajo implique riesgos.
El Gobierno traslada en su respuesta al portavoz parlamentario de IU que “debe señalarse que las especiales características de la multidisciplinar función policial exigen y requieren condiciones físicas personales que no se precisan para el desempeño de la función profesional en otros cuerpos de la Administración”. “Las circunstancias de contacto con los ciudadanos -prosigue la respuesta parlamentaria- llevan a la conclusión de que un funcionario policial con VIH se encontraría, dada su deficiencia inmunológica, con un riesgo mucho mayor de contraer infecciones por su actividad laboral, siendo a la vez una posible fuente de contagio”. “Por todo ello -concluye el Ejecutivo-, parece razonable que deba mantenerse la causa de exclusión para el acceso al Cuerpo Nacional de Policía de los aspirantes con VIH”.
Una pizarra tiene la chuleta que Tomás Hernández se ha hecho para el Día Mundial del Sida. En un lado, una lista de 10 prioridades; en el otro, los datos de la epidemia en el mundo y en España. “Así me manejo mejor”, dice este médico madrileño de 37 años, que fue nombrado nuevo secretario del Plan Nacional sobre el Sida justo a tiempo para la conmemoración. Hernández (especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Medicina Preventiva y Salud Pública) no aterriza de nuevas en la secretaría. Durante cuatro años ha sido responsable de prevención del VIH de la Comunidad de Madrid.
Pregunta. La destitución de su antecesora causó mucho revuelo entre las ONG. ¿Ya las ha tranquilizado?
Respuesta. He hablado con algunas ONG, pero no las he tenido que tranquilizar. Bastantes ya me conocían.
P. De su lista de objetivos, ¿cuál sería el número uno?
R. No podría elegir uno. Hay varios con el mismo nivel de importancia. Por ejemplo, el asunto del estigma y discriminación es muy importante, porque genera sufrimiento y acelera y contribuye a la expansión de la epidemia. El retraso diagnóstico es también fundamental desde el punto de vista individual porque supone peor pronóstico y peor calidad de vida, y también es un elemento que favorece la extensión de la epidemia.
P. Ya hubo un informe sobre estigma y discriminación en 2006, pero no se ha avanzado mucho. ¿Qué va a hacer?
R. Hay que enfocarlo como una cuestión de derechos humanos. Y como que es una cuestión de todos, de las Administraciones, de la sociedad en general y también de las personas que tienen VIH. Sé que es mucha responsabilidad y no hay que ponerla toda sobre sus hombros, pero ir poco a poco entre todos contribuyendo a visibilizar el VIH puede ser muy útil para acabar con conocimientos erróneos y con prejuicios.
P. ¿No es pedirle demasiado a unas personas que están en muchos casos en situaciones de vulnerabilidad?
R. No le pediría a todo el mundo que se haga visible, pero sí animaría a hacerlo a las personas con VIH que estén en disposición de hacerlo, que puedan valorar que eso es algo positivo para él o para ella y para su contribución a la sociedad.
P. ¿Veremos una campaña de famosos con el VIH?
R. No lo sé. Lo tendremos que pensar entre todos, hablarlo con las ONG y valorar si esa campaña puede sernos útil.
P. ¿Va a hablar con empresarios, patronales de bancos y seguros para que acabe la discriminación de las personas con VIH?
R. En el Plan está considerado como una línea estratégica de intervención. Hay que comprender que no es algo sencillo. Cuantos más actores participen, más complejo es.
P. Onusida destaca en Europa el aumento de las transmisiones entre hombres que tienen sexo con hombres. ¿Tendremos que volver a hablar de grupos de riesgo?
R. Se están haciendo cosas específicas para hombres que tienen sexo con hombres. De hecho, vamos a presentar una campaña dirigida a este grupo de la población. Pero quizás, desde mi punto de vista, hay que diferenciar. Si estamos dando el mensaje a la población general, no nos conviene recalcar cuáles son los grupos de población más vulnerados porque lo que estamos haciendo con eso es reforzar algunos prejuicios y que haya determinadas personas que consideren que eso no va con ellos. Tenemos que ver, dependiendo de la población diana a la que nos dirigimos, qué damos y cómo lo damos.
P. EE UU, que suele adelantar la tendencia de lo que va a pasar aquí, muestra un aumento de las infecciones. ¿Tiene miedo de que eso pase?
R. Las tendencias que estamos viendo con la herramienta más cercana que tenemos, que son las comunidades autónomas que notifican al Centro Nacional de Epidemiología datos de nuevos diagnósticos del VIH, indican que parece que se están estabilizando los nuevos diagnósticos del VIH.
P. ¿Y algo más?
R. Está el famoso retraso diagnóstico de personas que en el momento de saber que tienen VIH requerirían ya tratamientos con antivirales, es decir, que tienen menos de 200 CD4. Son ya el 30%, y si abrimos un poquito la horquilla y hablamos de menos de 350 CD4, son casi la mitad. Un dato interesante es que parece que a quien más está afectando es a hombres que se han infectado por relaciones heterosexuales. Ahí creemos que hay que trabajar.
P. Ha recalcado lo de los datos de las comunidades. ¿Conseguirá el registro estatal de personas con VIH (Sinivih)?
R. Espero que lo tengamos lo antes posible. Lo que tenemos ya va siendo útil, pero un sistema de vigilancia en todas las comunidades autónomas va a suponer una herramienta predictiva importante. El informe de Onusida señala que afinar con la vigilancia epidemiológica permite afinar con las actividades preventivas. Permite, realmente, llevar los recursos donde van a ser más necesarios.
P. ¿Y no se podría hacer un sistema de muestreo como el de la gripe y así acabar con las reticencias de las ONG que no quieren un listado por miedo a que se haga público?
R. La idea del Sinivih es que cada comunidad recoge, como le parece más conveniente, todos los datos, y nosotros intentamos centralizarlos sin nombres, sin información que permita vincularlos a una persona determinada, e intentamos recoger todos los nuevos diagnósticos que se hacen de VIH. Las peculiaridades de esta epidemia hacen que este tipo de vigilancia esté justificado. Entiendo que pudo haber reticencias, pero está plenamente demostrado que es algo que nos beneficia a todos.
P. Estudios como el que dice que el 18% de la población querría tener un listado de infectados para no acercarse a ellos no ayudan.
R. Sabemos que siempre hay un tanto por ciento de la población que le gustaría tener listas de muchas cosas, otra cosa es que ello deba frenarnos.
P. Las ONG también se quejan de que se les están recortando las ayudas.
R. Las ONG hacen un papel fundamental llegando a sitios donde de otra forma nos sería muy difícil llegar. Los cambios que haya podido haber en el último año responden a una situación general, pero respecto al VIH es donde menos recorte presupuestario ha habido, y probablemente la cosa va a mejorar.
P. ¿Y qué va a pasar con la cooperación internacional?
R. La cooperación internacional es coherente con una respuesta global e inteligente a la epidemia. No podemos enfocar todos los esfuerzos en nuestro país porque si algo nos enseña la pandemia de VIH es que no hay fronteras, y que hay situaciones tan injustas que son motivo de que la epidemia se extienda. Por otro lado, cooperar con otros países no tiene que ir en detrimento de las intervenciones que se puedan hacer a nivel nacional.
P. El Fondo Mundial ha reconocido que está falto de recursos. ¿Podemos esperar algún alarde de generosidad del Gobierno?
R. No tengo la información.
MADRID.- Un 1 de diciembre, pero de 1981, se diagnosticó el primer caso de sida en el mundo. Fue en Estados Unidos y por aquel entonces no se sabía nada de un virus que hoy afecta a 33,4 millones de personas en el mundo, según los últimos datos de ONUSIDA. El VIH se propagó tanto y tan rápido durante los 80 que, antes de que acabara la década, en la cumbre mundial de ministros de sanidad de 1988 se decidió dedicar un día a la lucha contra esta enfermedad, que era una emergencia de salud pública. Nació el Día Mundial del Sida.
En todos estos años, el trastorno ha pasado de ser mortal a ser una patología crónica en la mayoría de los países desarrollados. Los fármacos antirretrovirales han permitido controlar la infección y mejorar la calidad de vida de los seropositivos. Sin embargo, a lo largo de estas casi tres décadashay dos aspectos que han evolucionado poco y en algunos países casi nada: el estigma hacia los afectados sigue muy presente y sus derechos se vulneran sistemáticamente.
Joan fue despedido de su trabajo, a María le quieren quitar la custodia de sus hijos, Pedro será el último en ser atendido en la sanidad pública y a Carlos le denegaron un crédito para la hipoteca. El motivo fue el mismo en todas las situaciones. Estas personas viven con VIH. Todos estos ejemplos son reales y de ellos ha tenido conocimiento el Observatorio de Derechos Humanos y VIH de RED2002.
“En lo que llevamos de 2009, hemos recibido 114 consultas sobre posibles situaciones de discriminación. Un 35% ha sido por cuestiones de empleo, un 22% por situaciones en la atención sanitaria y un 14% por casos en la vida cotidiana (viajes, ocio, convivencia…) Tanto el acceso a seguros como las relaciones con la administración pública se llevan el 7% de las quejas”, declara Joan Bertran de Bes, coordinador del proyecto. Pese a que la Constitución les protege, en España aún se vulneran los derechos de las personas seropositivas, indica esta ONG. También ocurre lo mismo en otros países.
Precisamente, para llamar la atención sobre este problema, el eslogan elegido para conmemorar este año el Día Mundial es ‘Acceso Universal y Derechos Humanos’. “Comprender el sida desde el punto de vista de los derechos humanos puede resultar difícil. Se trata muchas veces de un concepto idealizado pero no puesto en práctica. Por eso hemos pensado en unos textos informativos y concisos, orientados para ilustrar la relación entre el sida y los derechos. Son como el sueño al que aspiran los afectados”, explican desde la Campaña Mundial Contra el Sida (WAC, según sus siglas en inglés), la organización independiente que desde 2005 se encarga de coordinar todos los eventos de esta jornada.
Así, en primera persona, los protagonistas de los carteles elaborados para este Día Mundial, dicen en voz alta: ‘Yo soy aceptado’, ‘Yo soy tratado’, ‘Yo vivo mis derechos’, ‘Estoy bien’, ‘Estoy a salvo’. Y, por encima de todo, dos reclamaciones: el derecho a vivir y el derecho a la salud. “El acceso al tratamiento y a los cuidados médicos es una parte esencial de los derechos humanos”, explican en WAC. “Por eso recordamos que estos pacientes con VIH también los tienen y a veces se olvidan”, añaden.
Desde la Campaña Mundial del Sida inciden en la necesidad de hablar de la enfermedad abiertamente con el entorno más cercano y conocer la realidad del virus, “no quedarse en los mitos”. Asimismo, insisten en la importancia de hacerse el test de VIH, que es la primera y principal medida de prevención.
A pesar de que en nuestro país la prueba del VIH es gratuita y confidencial, más del 50% de los nuevos diagnósticos son tardíos y, de las 150.000 personas que se calculan que están infectadas por el virus, alrededor del 30% no se ha hecho nunca el test y no sabe que es seropositivo. El Ministerio de Sanidad y Politica Social recoge en sus últimos estudios que el 25% de los infectados que desconoce su estado es responsable del 54% de las nuevas infecciones. Según la Plataforma VIH en España, “la población no acude a hacerse la prueba por miedo al estigma, la discriminación o por inadecuada accesibilidad al sistema sanitario”. Para Jorge del Romero, director del Centro Sanitario Sandoval, “es necesario concienciar más a los ciudadanos sobre la importancia de la prevención”, pero también reconoce que “igual de importante es mejorar la formación de los profesionales de la salud, de atención primaria o especializada, con el objetivo de que sepan identificar factores de riesgo individual o indicadores clínicos que recomienden solicitar pruebas diagnósticas del VIH”.
En cuanto al acceso al tratamiento, el último informe de ONUSIDA sobre la evolución de la epidemia señala que casi cinco millones de personas seropositivas que necesitan medicación siguen sin ella. El recorte de los fondos para programas contra el sida, debido a la crisis, puede empeorar más la situación. La ONG Médicos Sin Fronteras denuncia que “tras una década de avances en la expansión del tratamiento del sida hemos visto progresos sustanciales tanto para los propios pacientes como para la salud pública en general. Pero los recientes recortes presupuestarios hacen que médicos y enfermeros se estén viendo obligados a rechazar a personas seropositivas, como si hubiésemos retrocedido a la década de los 90, antes de que el tratamiento estuviera disponible”, declara el Dr. Tido von Schoen-Angerer, director de la Campaña para Acceso a los Medicamentos Esenciales de MSF.
La falta de medicamentos obliga a muchos infectados, principalmente en África, a interrumpir la terapia. Este ‘descanso forzoso’ se traduce en un aumento de la mortalidad, denuncia la ONG.