Polémica en Puerto Rico por permitir la elección del uniforme por identidad de género

La decisión del Departamento de Educación de Puerto Rico de permitir a los estudiantes o a sus padres seleccionar uniforme de acuerdo a su identidad de género con independencia del sexo levanta polémica en la isla caribeña.

Polémica en Puerto Rico por permitir la elección del uniforme por identidad de género

Polémica en Puerto Rico por permitir la elección del uniforme por identidad de género

El secretario del Departamento de Educación de Puerto Rico, Rafael Román, dijo hoy a la prensa que es exagerada la expectación levantada por el asunto, que saltó a los medios después de que se hiciera pública una circular de esa entidad que establece que los uniformes se podrán escoger con independencia del sexo del estudiante.

La circular, la 16-2015-2016, emitida por el Departamento de Educación el pasado septiembre y que se titula “Directrices sobre el uso del uniforme escolar en el sistema de enseñanza de Puerto Rico, fue divulgada el lunes por una emisora radial de la isla, lo que dio paso a la toma de diferentes posiciones.

Román aclaró que no se está pidiendo a los “nenes vestir de nenas o las nenas de nenes”, sino atender una realidad que se da ya en las escuelas de la isla.

“Hay una realidad, sobre todo en la escuela superior, de padres que han llevado el asunto desde la índole legal de que su hijo tiene una identidad de género y quiere vestir de otra manera”, subrayó el funcionario.

Dijo que en ese sentido lo que se les indica a los directores de escuela en la circular es que no se puede penalizar a un estudiante cuyos padres aprueban que use ropas que son las de uso común del sexo contrario.

Román recordó que la iniciativa sigue a la política de equidad de género que promueve el Gobierno de Alejandro García Padilla y a la legislación existente sobre el asunto.

El portavoz de la plataforma Puerto Rico Para Tod@s y activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano dijo hoy a Efe que se trata de una iniciativa positiva que “permitirá que los estudiantes puedan vivir de acuerdo a su identidad”.

Resaltó su rechazo a quiénes apuntan que permitir en la escuela el uso de ropa contraria al sexo de nacimiento puede fomentar el acoso escolar, tras subrayar que esa postura es una “excusa para tratar de culpar a la víctima”.

“Es cómo cuando una mujer es violada y se le echa la culpa”, apuntó Serrano, líder de la comunidad homosexual en Puerto Rico.

La presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico, Aida Díaz, subrayó por su parte que se trata de un medida que favorece la igualdad de género, aunque matizó que debería introducirse de forma paulatina.

Díaz indicó que la iniciativa podría, en algunos casos, provocar acoso escolar, justamente lo que se trata de evitar,y advirtió de que cambiar patrones culturales implica un proceso educativo que en Puerto Rico todavía no se ha dado.

El obispo de Arecibo (una de las principales diócesis de la isla), Daniel Fernández Torres, se sumó hoy también a la discusión pública del reglamento sobre uniformes en las escuelas públicas.

La circular “es una consecuencia de la dictadura de la ideología de la perspectiva de género en nuestro país, de lo cual ya estamos viendo los resultados de su imposición en las escuelas públicas”, resaltó el obispo católico en un comunicado.

“Esta ideología no reconoce la naturaleza humana ni la biología. De nuestra parte, hemos estado formando a nuestros feligreses y a todos los cristianos y personas que han decidido asistir a los talleres que se han estado ofreciendo sobre esta ideología y sus consecuencias”, prosiguió el obispo.

Se refirió a un discurso del papa Francisco durante su reciente viaje apostólico a Estados Unidos en el que dijo -recuerda el comunicado-, que “la defensa del ambiente y la lucha contra la exclusión exigen el reconocimiento de una ley moral inscrita en la propia naturaleza humana, que comprende la distinción natural entre hombre y mujer, y el absoluto respeto de la vida en todas sus etapas y dimensiones”.

El gobernador de Puerto Rico ordenó en mayo pasado al Departamento de Educación adoptar una reglamentación para garantizar que en el sistema público de la isla no se dan casos de acoso escolar.

La respuesta fue la circular en la que se establece que no se impondrá la utilización de ropa a estudiantes que no se sientan cómodos por orientación sexual o identidad de género.

Así funciona una unidad de atención a personas transexuales en la sanidad pública

Ninos-transgenero-wwwatandaluciaorg_EDIIMA20130326_0207_5

Niños transgénero / www.atandalucia.org

La unidad de atención a las personas transexuales del Hospital Universitario Doctor Peset en Valencia nació en el año 2008 aunque, años antes, psicólogos como Felipe Hurtado ya atendían a estos pacientes sin el amparo específico de la sanidad pública. Hurtado lleva más de quince años trabajando con personas transexuales y asegura que los comienzos fueron muy complicados. “Fue muy difícil. Durante cuatro o cinco años atendíamos a pacientes sin tener la cobertura oficial. Corríamos el riesgo de que nos pudieran llamar la atención”, hace memoria el especialista.

Desde aquel momento y hasta hoy ya son más de 500 personas las que han encontrado apoyo psicológico, tratamiento hormonal y cirugía en la unidad de referencia valenciana. “Yo atendía a las personas trans pero era necesario que los servicios públicos se hicieran cargo. El papel de las asociaciones y los movimientos fue clave para la creación de esta unidad”.

En España solo nueve comunidades autónomas (Andalucía, Madrid, Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana, Aragón, Canarias, Navarra y Asturias) cuentan con una unidad especializada de atención a personas transexuales lo que ha hecho que personas de comunidades donde no existe la prestación busquen empadronarse en otras ciudades para poder recibir este servicio. La primera se creó en Andalucía en el año 1999. “La mitad de España no tiene una unidad específica para transexuales”, lamenta Hurtado.

Un tercio de las personas atendidas son menores

Cada año el número de personas que acude a estas consultas se va incrementando. En lo que va de 2015 Hurtado ya ha atendido a 34 pacientes nuevos de los cuales un tercio son menores. “Lo mejor es que vengan cuanto antes. Sea cual sea la edad todos y todas coinciden en que se empezaron a notar de forma diferente desde que eran muy jóvenes”, explica el sexólogo. “La mayoría detecta la disforia entre los cuatro y cinco años e incluso algunos padres son capaces de verlo durante la infancia de sus hijos”.

El sexólogo Felipe Hurtado pasando consulta en la unidad de atención a las personas transexuales del Hospital Universitario Doctor Peset

El sexólogo Felipe Hurtado pasando consulta en la unidad de atención a las personas transexuales del Hospital Universitario Doctor Peset

Hurtado también destaca la importancia de acudir cuanto antes a los especialistas porque, algunas veces, los jóvenes que no están conformes con su cuerpo sufren problemas derivados como la anorexia. “Algunas no quieren tener pecho, no quieren tener la regla, entonces dejan de comer para que no se les note el pecho o interrumpir el periodo”. Para Hurtado lo más importante es detectar el problema y tratarlo cuanto antes, mucho mejor si es antes de la pubertad.

En estos momentos se está intensificando el trabajo en los procedimientos que se tienen que seguir para los menores de edad. La educación en los colegios es esencial para que durante el proceso no se experimente rechazo o para que los padres entiendan la situación. “Hay padres que se echan las manos a la cabeza cuando un niño va al lavabo de una niña. Hay que asesorar a los padres y a los docentes. Es muy importante”, expone el doctor.

El papel de las asociaciones y de las redes sociales

Uno de los principales problemas que encuentran los transexuales es la falta de información. El primer punto de consulta al que tienen que acudir es al médico de familia o al pediatra pero, según explica Hurtado, todavía “hay algunos médicos que no saben a dónde derivar a estos pacientes”. “Muchas personas me dicen “lo que me ha costado llegar hasta aquí, me he enterado por las redes sociales”, comenta sorprendido.

Una vez que la persona es derivada a la unidad especializada, se le realiza un estudio psicológico y se le remite un informe al endocrino que es el encargado de iniciar el proceso de hormonación. Después de un año de hormonación, si la persona quiere seguir modificando su sexo, el siguiente paso es la cirugía.

No en todas las unidades de atención a personas transexuales existe la posibilidad de llevar a cabo una cirugía con todas las prestaciones. En la unidad valenciana por ejemplo sí que se intervienen las mamas (a mujeres y a hombres) y a las mujeres biológicas se les extirpan los ovarios y el útero, “lo único que falta por añadir es la reasignación de genitales”. “Igual que una persona se opera porque no ve bien, pues a una persona que tiene una identidad sexual contraria a su nacimiento hay que ayudarla”, concluye el sexólogo.

Toda una ciudad en apoyo a la primera ‘Reina’ transexual de un Instituto en Missouri

Toda una ciudad en apoyo a la primera ‘Reina’ transexual de un Instituto en Missouri

Por fin podemos contar una historia que nos ha emocionado. Una adolescente trans de 17 añosfue elegida ‘Reina de la clase’ por sus compañeros del último año de la escuela secundaria Oak Park High School, en Kansas City, en el estado de Missouri, convirtiéndose así en la primera persona de este colectivo en ganar el concurso que anualmente realiza el centro educativo. “Me siento como una princesa”, dijo Landon Patterson, quien derrotó a 5 candidatas en la misma competición. Tenía miedo del rechazo, pero sus compañeros le animaron y nominaron. “Nunca creí que fuera posible…He soñado con esto desde primer año”, dijo la feliz ganadora a un canal de televisión local.

Pero lo más hermoso de esta historia es que miembros de la LGBTIbófoba Iglesia Baptista de Westboro quería arruinarle la celebración a la joven y los compañeros de instituto de Landon se lo impidieron expulsándolos de la ciudad.

La iglesia que lleva por lema ‘Dios odia a los maricas’ había llegado a Gladstone, en Missouri para desplegar todo su odio y veneno transfóbico pero sus gritos y sus pancartas quedaron anuladas cuando cientos de estudiantes de secundaria, grupos religiosos y activistas se reunieron para asegurarse de que no podía hacer una sola cosa que dañase a la adolescente. Lo hicieron bloqueando sus pancartas con mensajes de amor y gritando más fuerte que ellos. En los pósters se podía leer lemas como ‘los maricones se apoyan entre sí’, ‘Dios ama, no odia’ o ‘Dios ama a los adolescentes trans‘.

En un video publicado online hasta se pueden oír los gritos unánimes de una multitud que corea: ‘Viva la Reina del Amor’:

A los de Westboro ni les dio lugar a llegar hasta el centro educativo y tuvieron que salir corriendo seguidos de los gritos de la multitud. La ciudadanía de este pueblo norteamericano han dado toda una lección de que es posible combatir el odio con amor.

 

La imagen del encuentro del primer transexual recibido por un Papa

El Papa, a un transexual español: ‘¡Claro que eres hijo de la Iglesia!’

Diego Neria y su novia, Macarena, recibidos por el Papa Francisco en el Vaticano

Diego Neria y su novia, Macarena, recibidos por el Papa Francisco en el Vaticano. EL MUNDO

Esta es la imagen inédita del encuentro del extremeño Diego Neria, el primer transexual recibido por un Pontífice, con el Papa Francisco en el Vaticano. La fotografía estará incluida en el libro de memorias que Diego Neira prepara –El despiste de Dios, de Tropo Editores-, y del que mañana presenta su primer capítulo en Madrid, a modo de aperitivo. Aunque antes lo adelanta a EL MUNDO. La obra completa, que aún está escribiendo, se espera que esté en las librerías la próxima primavera.

La biografía de Neria arranca en enero pasado, en el aeropuerto de Sevilla, a punto de emprender el vuelo que lo condujo a Roma tras la sorprendente llamada del Papa, al que confundió con un operador de Movistar: “Al subir al avión, hago inventario de mi vida. Me llamo Diego Neria Lejárraga y dicen que nací mujer, que luché durante años por conseguir el respeto de los demás y que un buen día decidí enviar una carta al Papa Francisco y éste me invitó a conocerlo: sin lunáticos la luna sólo sería un satélite más. Miro por la ventanilla del vuelo 6745 que me llevará de Sevilla a Roma. Estoy nervioso. Por mucho que les atormente, tenemos derecho a ser otro. Y me refiero a todos y todas los que me apuñalaron con frases como «mataste a tu madre a disgustos», «te morirás siendo una tía», «ese DNI lo has falsificado, a mí no me engañas» o «tú eres la hija del diablo»”, escribe en el arranque.

En la visita al Papa Francisco, con lo que intuía que iba a hacer historia, lo acompañó su pareja, Macarena: “Yo, que no he sido nunca el primero en nada, seré el primer transexual de la Historia al que recibe un Papa. La noticia se ha filtrado a los medios de comunicación y no han dejado de intentar entrevistarme desde todo el planeta, saltándose mi derecho a salvaguardar lo que soy y lo que he sido. He llegado hasta aquí abollado y orgulloso, pero ahora tengo miedo; Macarena parece detectarlo y me acaricia con dulzura, invitándome a saborear el momento. Le doy un beso en los labios. Ojalá pudiera prolongar este viaje durante años. Quizá la felicidad sea esto: un eterno vuelo a Roma con Macarena a mi lado”, se lee en el final de este primer capítulo.

Xavier Horcajo (Intereconomía) se refiera a Carla Antonelli como “travestido”

xavier horcajo-carla antonelli

Aunque es muy poca la cobertura a nivel nacional que tiene Intereconomía, la cadena sigue emitiendo algunos de sus míticos programas de forma local, como El gato al agua. Como colaborador de este formato está Xavier Horcajo, director de La Gaceta, también del mismo grupo de Intereconomía.

Este jueves, el periodista hablaba de Carla Antonelli, diputada en la Asamblea de Madrid por el Grupo Socialista. “Es una tradición en tu partido que el que manda hace lo que le da la gana”, le decía a Martu Garrote, invitada al programa. “Al señor Tomás Gómez se le ocurrió llevar a un travestido porque era muy guay”, comentó durante su intervención.

“La compañera Carla no es un travestido, es una mujer transexual”, replicó la compañera de partido. “Te equivocas. Si alguien no está operado no puede llegar a la condición de transexual. ¿Me explico? La compañera Carla fue metida ahí porque lo quiso alguien”, declaró Horcajo.

No es la primera vez que el periodista se dirige a la política en tono despectivo. Ya en 2011 protagonizó una gran polémica cuando se dirigió a Antonelli como “chica, chico, chique o lo que sea”. Tomás Gómez podría haber elegido para sus listas a alguien “con síndrome de Down o a un enfermo de sida”, declaró en su momento.

Mujer de bandera

Lea T se ha convertido en un icono transexual que conquista pasarelas y firmas de belleza

La modelo Lea T.

La modelo Lea T.

A finales de 2014, un contrato con Redken convirtió a la modelo Lea T en la primera transexual imagen de una firma cosmética. Ahora ya no es la única.

“En la época en la que me di cuenta de que quería una reasignación de género no conocía a nadie de mi entorno que hubiera vivido el cambio. Lo que escuchaba era que te echaban de casa, no encontrabas trabajo y tu única alternativa era prostituirte, por eso corrí llorando a hablar con Riccardo. Me pidió que le diera una semana para ver cómo podía ayudarme a conseguir dinero y lo siguiente que supe era que iba a hacer su campaña”. Lea T se refiere a Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy. Lea (nacida Leandro Cerezo en 1981 en Belo Horizonte, Brasil) tomó la T prestada de su amigo para evitar que la prensa acosara a su padre, un conocido exfutbolista, Toninho Cerezo (jugador de La Roma), al quedar expuesta su transexualidad.

Íntimos desde que les presentó la compañera de piso de Tisci siendo todavía estudiantes –Leandro cursaba Arte en Florencia, y Tisci, Moda en la prestigiosa escuela Central Saint Martins de Londres–, fue el diseñador quien le animó a asumir su condición femenina y le ayudó a independizarse económicamente de sus padres con aquella campaña. “Mi familia siempre ha estado de mi lado, pero nunca había hablado del tema con ellos. Tenía miedo de que no me aceptaran. Mi madre es muy católica y la noticia fue un shock, ¡pero lo que se ha dicho de ellos es absurdo! Cuando mi padre se enteró de que quería cambiar de sexo me dijo: ‘Mejor, porque estaré feliz de tener otra hija’. Mi madre estaba junto a mi cama cuando desperté de la operación. Ni siquiera mi abuela, que tiene 90 años, me rechazó. No usé el apellido Cerezo por prudencia. Quería hacer mi trabajo tranquila”, zanja.

Se convirtió en la primera transexual imagen de una marca de cosméticos.

Se convirtió en la primera transexual imagen de una marca de cosméticos.

La existencia de modelos transgénero no es ninguna novedad.Cada década ha tenido la suya: April Ashley en los sesenta, Candy Darling en los setenta, Teri Toye en los ochenta o Connie Fleming en los noventa. Pero hasta que se anunció que Lea T sería imagen de Redken (en concreto, de Chromatics, una gama de coloración sin amoniaco), ninguna otra había sido contratada por una marca cosmética. “Las modelos transexuales siempre han trabajado, pero muy pocas comentaban su situación, y si lo hacían era rodeadas de misterio. Antes no disfrutaban de libertad para hablar porque, para sobrevivir,

debían amoldarse a sus clientes. Yo tuve la suerte de poder compartirlo con un buen amigo: cuando Givenchy me brindó la oportunidad de expresarme, mis espaldas estaban cubiertas”, dice quitándole peso a su conquista. Shane Wolf, director general de Redken, explica las razones de la decisión: “Su nombre ha ido cogiendo fuerza dentro del mundo de las pasarelas y posee una imagen y un cabello que encajan a la perfección con la filosofía de la marca. Tiene personalidad y una historia muy interesante que contar”.

Mucho antes de que Lea T jugara al despiste con su nueva identidad, un hombre con aspecto de mujer servía de portavoz al conglomerado cosmético francés. Youcef Sue Nabi hablaba en calidad de director internacional de L’Oréal Paris (y más tarde de Lancôme, puesto que desempeñó hasta 2013, cuando anunció que abandonaba el grupo). Entonces corría el año 2007 y en la filial española se implantaba el cargo de director de la diversidad, un puesto que vigila que cada país cumpla la política de integración del gigante cosmético. Sobre la actitud ante los transgénero, la respuesta de la actual directora, Ana del Val, es que no hay ninguna oficial: “La no discriminación por género es algo que forma parte de nuestro ADN, por eso no sentimos la necesidad de posicionarnos sobre este tema en concreto”, afirma.

La interpretación de Morton/Maura Pfefferman en Transparent le valió a Jeffrey Tambor el Globo de Oro al mejor actor de comedia en enero. La serie, cuya segunda temporada podrá verse en otoño, muestra las vicisitudes de tres hermanos enfrentados a la noticia de que su progenitor es transexual. En la pequeña pantalla ya se había tratado el tema con anterioridad: el matrimonio encarnado por Tom Wilkinson y Jessica Lange se veía en la misma disyuntiva en la película para la televisión Normal (2003). O en la serie Orange Is The New Black, donde la actriz Laverne Cox, ahora mujer y antes hombre, encarna a una transexual en prisión.

En la vida real, los rumores de que otro patriarca estaba en proceso de reasignación de género quedaron confirmados en abril, cuando el medallista olímpico Bruce Jenner (Nueva York, 1949) se confesabaante casi 17 millones de espectadores. Pero faltaba el gran golpe de efecto: verle convertido en mujer. El tanto se lo apuntó Vanity Fair este verano. En cuanto la versión online del reportaje –portada incluida– estuvo disponible, se colapsó la web de la revista, con más de seis millones de visitas expectantes por conocer todos y cada uno de los detalles de la transformación del padre adoptivo del clan Kar­dashian (Jenner tiene además otros seis hijos, entre los que se cuenta la modelo Kendall Jenner).

El paso dado por el exatleta –al que ahora hay que dirigirse como Caitlyn– ha contado con el apoyo de su familia y de numerosas celebridades, pero también hay quienes le han criticado duramente por haberse convertido en una “caricatura” y afirman que el movimiento de los “transexuales hipersexuales” está dañando al feminismo. “Caitlyn, cuando eras un hombre podíamos hablar de tu condición física, de tu visión para los negocios. Pero ahora que eres mujer, tu look es lo único que nos importa”, ironizaba el cómico Jon Stewart después de repasar varias noticias en las que se decía lo “buena” que estaba Jenner.

Los cambios experimentados por Bruce hasta transformarse en Caitlyn han sido sobradamente documentados, mientras que los de Lea T se realizaron en la intimidad más absoluta. Ella insiste en haber experimentado todo el proceso, también la parte en la “que no resultaba tan agradable”, a los ojos de la gente. “Fue una época muy dolorosa”, recuerda. “Vivimos en una sociedad muy ignorante a la que solo le interesa la estética, por eso nunca he deseado representar una categoría de transexuales perfectas”.

La modelo Lea T desfila, el pasado abri, durante la São Paulo Fashion Week

La modelo Lea T desfila, el pasado abri, durante la São Paulo Fashion Week. / MIGUEL SCHINCARIOL (GETTY)

La disputa entre el colectivo transgénero y el feminismo TERF (trans-exclusionary radical feminist) comenzó hace más de cuatro décadas, pero los argumentos siguen siendo los mismos: cualquiera nacido hombre retiene su privilegio en la sociedad, incluso si decide vivir como una persona de otro sexo; el hecho de que puedan elegir demuestra que no luchan en la misma guerra. “Si yo no me sintiera mujer, ¿creen que buscaría un sexo que es el que más padece, y además sufriendo por haber hecho una transición?”, cuestiona la brasileña. “El maltrato que reciben las mujeres en África, en Libia… En Brasil, el índice de violación es altísimo. Hay religiones que niegan a las mujeres el derecho a la educación. Estoy del lado de las feministas, pero me parece muy fuerte que una mujer esté en contra de otra persona que vive marginada”.

Cosmética sin complejos. El nombre de Lea T suele ir ligado al de otra modelo transexual, Andreja Pejić (Bosnia-Herzegovina, 1991). En 2011, Andreja ocupaba el puesto número 11 en el ranking de topsmasculinos de models.com. Aún respondía por Andrej, y consiguió ponerse en el punto de mira de los medios con su aspecto andrógino desfilando con trajes para Paul Smith, John Galliano, Raf Simons y Jean Paul Gaultier. A finales de abril se hacía oficial que Pejić sería el rostro de una nueva campaña de la firma de maquillaje Make Up For Ever. Y antes que Andreja, la adolescente transgénero Jazz Jennings era nombrada embajadora de la marca de Johnson & Johnson para pieles grasas Clean & Clear. Luis Venegas, editor de Candy, una publicación de culto pionera en celebrar la ambigüedad sexual que ha cumplido su quinto aniversario, ve en el paso dado por estas marcas una oportunidad para las firmas de llegar a unas consumidoras que les pertenecen por antonomasia: “Al fin y al cabo la cosmética, y en especial el maquillaje, ayuda a los transexuales a sacar a la mujer que siempre han sido. Públicamente necesitan validarse y es una herramienta que les permite conseguir el look que desean”.

Los que predecían que Caitlyn Jenner iba a ser la imagen de la barra de labios Viva Glam de MAC estaban equivocados: la marca de maquillaje ha lanzado un comunicado en el que asegura no haber contratado a la –de momento– transexual más famosa de Estados Unidos.

Caitlyn Jenner, orgullo transexual

Caitlyn Jenner2

Caitlyn Jenner

Cuando al periodista de ‘Vanity Fair’ Buzz Bissinger lo enviaron a entrevistar al exatleta Bruce Jenner (1949), poco podía imaginar la trascendencia que iba a tener aquel reportaje. Jenner, que había ganado una medalla de oro en decatlón en los Juegos Olímpicos de 1976 en Montreal, fue durante un tiempo, en los años 70 y 80, el paradigma de la masculinidad estadounidense. Después, tras años en la sombra mediática, recuperaría la fama por ser el padrastro de Kim Kardashian y aparecer regularmente en el ‘reality’ de éxito ‘Las Kardashian’.

La razón por la que a Bissinger le habían encargado el reportaje no tenía nada que ver ni con el atletismo ni con la telerrealidad. Jenner se encontraba en pleno proceso de cambio de sexo y el periodista iba a hacer la crónica del surgimiento de Caitlyn, el ser femenino que el exatleta había escondido toda su vida. Resultó ser el trabajo más extraordinario que este ganador del Pulitzer hubiera realizado en sus 38 años de profesión. Supuso un año de preparación. ‘Vanity Fair’ llevó aCaitlyn a la portada de su edición de julio con una foto firmada por Annie Leibovitz. La imagen de Jenner embutida en un corsé, melena con brillantes reflejos y lápiz de labios tuvo un impacto inmediato. La ahora Caitlyn se unió a Twitter el mismo día en que la revista llegó a los quioscos y sumó más de un millón de seguidores en solo cuatro horas, superando el anterior récord de cuenta de más rápido crecimiento, que era la del presidente Obama. Vips como Lady Gaga, Anna Kendrick y Sam Smith le tuitearon su apoyo. Se lanzó asimismo el primer avance de un ‘reality show’ en ocho capítulos titulado ‘I Am Cait’ (soy Cait), que documentaba la transformación de Jenner (y al que corresponden los retratos que ilustran este reportaje).

En julio, Jenner subió al escenario vestida con un Versace blanco para aceptar el galardón ‘Arthur Ashe Courage’ en los premios Espy, cuyo objetivo es homenajear la valentía en el ámbito del atletismo. En un emotivo discurso, expuso en voz alta la traumática realidad cotidiana que afrontan muchos niños transexuales y fue aplaudida por un público entre el que se encontraban sus hijos, su hermana y su madre.

Por un momento, en medio de los focos destelleantes y la agitación de los medios, parecía como si el tema de la transexualidad hubiera llegado a un punto crítico de aceptación social. No era solo Jenner. Un año antes, Laverne Cox, una transexual afroamericana que protagoniza la serie de éxito ‘Orange is The New Black’, apareció en la portada de la revista ‘Time’. El reportaje que ilustraba se titulaba El punto de inflexión transexual.

En enero de este año, ‘Transparent’, una serie dramática de Amazon que refleja la reacción de una familia al descubrimiento de que el padre es transexual, ganó dos Globos de Oro y llegó a recibir 11 candidaturas a los Emmy. En mayo, Andreja Peji se convirtió en la primera modelo declaradamente transexual que salía en ‘Vogue’ y, dos meses más tarde, se anunció que la primera agencia de maniquíes transexuales del mundo iba a abrir sus puertas en Los Ángeles: Apple Model Management LA.

También está ‘I Am Jazz’, la serie de la cadena americana TLC que sigue la vida de Jazz Jennings, una chica transexual de 14 años de edad y toda una ‘celebrity’ en YouTube. Atrae regularmente a alrededor de un millón de espectadores. ‘The Danish Girl’, película basada en la vida de Lili Elbe, uno de los primeros casos conocidos de cirugía de reasignación de sexo en el Copenhague de los años 20, tiene previsto su lanzamiento a finales de este año.

No hay duda de que las cuestiones sobre transexualidad han emergido a la superficie de lo público. Durante tiempo, los ‘trans’ han recibido un pésimo trato por parte de la sociedad. El péndulo ha oscilado hacia una mayor aceptación. En determinadas zonas, el giro se ha acompañado de cambios políticos. Recientemente se anunció en Estados Unidos que tendrían la posibilidad de servir sin trabas en el Ejército, por ejemplo.

Tampoco ha sido buena la relación entre ‘trans’ y ciertos sectores del feminismo. Hay quien tiene la convicción de que las operaciones de reasignación de sexo no deberían otorgar el derecho a reclamar privilegios especiales más allá de aquellos por los que han luchado las mujeres que lo han sido desde su nacimiento. Pero también hay quien argumenta que la cirugía no convierte en mujeres a las ‘trans’ bajo ningún concepto. Feministas históricas como Gloria Steinem han pedido perdón por sus opiniones anteriores, tachadas de transfóbicas, aunque el silencio no siempre es señal de arrepentimiento. La escritora Julie Bindel se negó recientemente a hablar sobre la transformación de Jenner con un periódico por miedo a ser acosada por lo que ha llamado “el ‘lobby trans'”.

¿Está ligado el aumento de la aceptación de los transexuales a un simple incremento de su número? Los datos escasean, y en España más que en ningún otro sitio. Según una estimación realizada por Iratxe Herrero y Carlos Díaz de Argandoña, del Gabinete Sociológico Biker, en España, en 2009, había alrededor de 2.292 personas transexuales -1.632 mujeres y 660 hombres- y cada año se producirían alrededor de 67 nuevos casos. En Gran Bretaña y de acuerdo con la asociación Gires (Gender Identity Research and Education Society), las cifras crecen en torno a un 15% anual. En términos absolutos, Bernard Reed, fundador de esta ONG, estima que unas 65.000 personas dan cada año el paso en pos de algún tipo de transformación sexual. Las listas de espera de determinadas clínicas especializadas se alargan hasta los tres años. El número de niños de 10 años o menos que se han dirigido al servicio nacional de salud británico (NHS) por sus sentimientos transexuales se ha más que cuadruplicado en cinco años, pasando de 17 en 2009-2010 a 77 en 2014-2015.

¿Por qué este aumento? En parte, internet ha facilitado acceso a información, apoyo y asesoramiento. Eso implica también que los jóvenes se sienten más inclinados a considerar la transexualidad como algo normal y no excepcional. La visibilidad a través de personajes mediáticos como Laverne Cox y Jenner ha llevado también a una mayor aceptación, mientras que los avances médicos transmiten la idea de que transformar radicalmente el propio cuerpo no es un hecho extraordinario.

“En concreto, la historia de Jenner está teniendo un gran impacto porque ella lo ha difundido en los medios”, opina la escritora, periodista y activista británica Jennie Kermode. “Mucha gente se ha sentido más cómoda con la idea de la transexualidad cuando esta se le puso por delante en la forma de una mujer privilegiada, glamourosa. En 2010 realizamos una encuesta en la que nos centramos en los ‘trans’ y los medios de comunicación. Muchos de ellos dijeron entonces que la mayoría de sus apariciones en prensa los ridiculizaba. Eso ha cambiado en gran manera”.

Por supuesto, no hay que olvidar que detrás de esta explosión se encuentra un activismo de décadas, sobre todo en Estados Unidos, que va desde los disturbios de Stonewall en el Nueva York de la década de los 60 hasta hoy. Según Susan Stryker, profesora de Estudios sobre Sexo y Mujer en la Universidad de Arizona, lo que estamos viendo ahora no es tanto un punto de inflexión como “un reguero de agua abriéndose paso por una llanura que con el tiempo esculpe una garganta”.

Ahora bien, ¿la atención prestada a Jenner y otros ha tenido algún efecto real sobre la vida cotidiana de los ‘trans’ que viven al margen de la burbuja privilegiada de los famosos? En este punto las cosas ya no están tan claras.

Existen carencias en el entorno sanitario y también, muchas, en el educativo. Los niños son frecuentemente víctimas de acoso escolar, a veces tanto de los maestros como de los alumnos. En cuanto al empleo, lo más probable es que todavía se enfrenten a discriminación, mientras que una gran cantidad de delitos transfóbicos ni siquiera se declara y no supone un problema significativo para la policía. Una encuesta realizada el año pasado en Gran Bretaña entre más de 2.000 ‘trans’ dirigida por Pace, una organización benéfica de salud mental, reveló que el 48% de los menores de 26 años confesaba haber intentado quitarse la vida, mientras que al menos un 59% había pensado en suicidarse (entre la población general de 16 a 24 años, este porcentaje es del 6%).

Por cada Caitlyn Jenner, Laverne Cox o Jazz Jennings, hay una Lucy Meadows, una maestra transexual de escuela primaria en Accrington (Lancashire, Gran Bretaña) que tras su transformación tuvo que afrontar la angustiosa experiencia del acoso de los medios de comunicación y acabó suicidándose en marzo de 2013. O un Kyler Prescott, un chico ‘trans’ estadounidense de solo 14 años que padeció un problema grave de depresión y se quitó la vida en mayo de este año.

Llamar a lo de Caitlyn Jenner punto de inflexión “ayuda muy poco, por no decir nada”, opina el mencionado Bernard Reed, “porque hace que la gente piense: ‘¡Ah, ya está hecho el trabajo!’. Lo que sí se puede decir es que ahora hay muchas personas que se sienten más seguras porque pueden declarar quiénes son, pero todavía queda mucho trabajo por hacer”.

Para los ‘trans’ comunes y corrientes, la historia tiende a ser la de la supervivencia diaria. La británica Leah Gaynor, de 42 años comenzó a vivir como mujer a los 39. Se ha hormonado durante dos años y está en lista de espera de una intervención quirúrgica de reasignación de sexo después de someterse a psicoterapia.

El suyo ha sido un viaje difícil. Pasar por la pubertad, explica, fue “un infierno. Quería cortarme a mí misma en cachitos”. Sin embargo, trató de vivir de acuerdo con un patrón ideal de masculinidad. Se casó y tuvo tres hijas. Practicaba artes marciales y deportes extremos y se formó como electricista, trabajando en un ambiente decididamente masculino. Como Jenner, se travestía secretamente en la intimidad, no por razones sexuales, sino simplemente por sentirse mujer cuando no había nadie en casa y podía fumarse un cigarrillo sola en el jardín.

El matrimonio de Gaynor terminó en un amargo divorcio. Ella se ha visto separada de sus hijas. Su interés en hablar en este reportaje es el de relatar “cómo es la vida de las personas ‘trans’ que no tienen cantidades de seis cifras en el banco”. Jenner, subraya, se sometió a cirugía de feminización facial, cosa más allá del alcance de la mayoría; ella está en una posición de privilegio, la que le brinda su clase socio-económica.

“Cuando tienes tantos millones como Caitlyn es realmente fácil conseguir que te realicen la cirugía”, afirma Gaynor, pero existe una gran cantidad de trans, especialmente mujeres, que no son tan afortunados. “Tengo una amiga que mide 1,88 m, con unas manos como palas y una cabeza enorme, típicamente masculina”. Lo más probable es que a estos transexuales los increpen por la calle y los conviertan en objeto de burla y agresión. La razón por la que estamos dispuestos a aceptar a Jenner, al menos en parte, es por la persistente idea de que ser guapa es la primera condición de aceptabilidad para ser mujer.

“Eso es misoginia de la buena, a la antigua”, opina Eric Plemons, antropólogo cultural cuyo trabajo se centra en el cambio de sexo. “Sin embargo, a las chicas trans se les exige aun más: que representen el papel de mujer para demostrar que realmente son del sexo femenino. Se ha puesto el listón tan alto que lo único que se consigue es que no lo superen. Estuve viendo un programa de debate organizado en torno a la portada de Jenner en ‘Vanity Fair’; los contertulios hacían todo lo posible por clasificar correctamente su género. Y entonces uno de ellos dijo: ‘Por supuesto, esconde las manos'”.

Caitlyn Jenner3

Caitlyn Jenner. Foto: Gtresonline

La mencionada Leah Gaynor se considera a sí misma “una afortunada”. Es menuda y asegura comportarse “de manera femenina. Nadie me mira dos veces”. No obstante, le preocupa que se esté exhibiendo a Jenner como la cara pública de la transexualidad, porque esa historia en particular, representada bajo la deslumbrante luz de la atención pública, con el apoyo pleno de su familia y sus hijos, con cada uno de sus movimientos seguido por cámaras y difundido a los hogares de todo el mundo, nunca puede ser auténticamente representativa. Jenner no sabe lo que es vivir en la marginalidad, ser despreciado, o intimidado o agredido físicamente, o forzado a prostituirse para ganarse la vida.

La transformación de Jenner no ha proporcionado todas las respuestas a un conjunto enormemente complicado de preguntas. No obstante, es otro ladrillo más en la pared. Marca la celebración de la diferencia sobre la uniformidad, de la liberación sobre la rendición, de la aceptación del auténtico ser de uno mismo sobre la identidad propia construida socialmente. Tal vez lo que ha empezado a enseñarnos, como dice Leah Gaynor, es que nadie es él mismo, y tampoco deberíamos esperar que los demás lo sean.

Mientras tanto, en España…

La transexualidad también quiere visibilidad aquí. Y no es fácil cuando, de entrada, no existen datos oficiales ni fiables del número de personas trans que hay en nuestro país, “y mira que lo hemos solicitado veces en las Unidades de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) y en el Registro Civil”, indican desde la Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).

Cifuentes quiere “transexualizar” a los niños

Noticia publicada en HAZTE OIR

Cristina Cifuentes quiere “proporcionar servicios de transexualización a menores”. Y quiere multar con hasta 45.000 euros por opinar de manera crítica sobre los grupos de presión gay.

cifuentesgarrido

Así, como suena. Eso es lo que se dispone a hacer la presidenta de la Comunidad de Madrid. La aspirante a dirigir el PP en Madrid.

Otra concesión al lobby LTGB y la ideología de género. Cristina Cifuentes y el Gobierno popular de la Comunidad de Madrid han aprobado dos anteproyectos de ley que, entre otras cosas, contemplan:

1)  “Proporcionar servicios de transexualización a menores”.

2) E imponer la ideología de género en los centros educativos públicos y privados.

Pídele a Cifuentes que se retracte.

El Gobierno de Cristina Cifuentes ha preparado dos regalos para el lobby gay. Por un lado, una Ley de Protección contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género que prevé beneficios exclusivos para los grupos que promueven la ideología de género y gravísimas sanciones para cualquier ciudadano que sea denunciado por no seguir su línea de pensamiento.

Cifuentes quiere imponer con estas leyes multas de hasta 45 mil euros si criticas las maniobras de los grupos de presión homosexuales, es decir, si te muestras crítico con el lobby gay.

La segunda ley, denominada  Ley de Identidad de Género, crea un “protocolo de menores” que:

  1. Contempla la promoción de la ideología de género en centros educativos públicos y privados.
  2. Proporciona servicios de “transexualización” y garantiza la existencia de una “unidad de transexualidad” en los colegios, que definirá un protocolo de intervención con los niños.
  3. Establece la posibilidad de suministrar inhibidores hormonales a los niños como paso previo al “proceso transexualizador”.

¿Vas a permitir que usen tus impuestos para ideologizar a los niños y convencerles de que lo normal y lo bueno es cambiar de sexo?

Por favor, reacciona. Súmate a esta campaña para defender nuestros valores y proteger a nuestros niños. Estoy seguro que si entre todos exigimos respeto, podremos detener este descaro.

Cristina Cifuentes: retire sus leyes de ideología de género

Sra. Cifuentes,

Con gran preocupación me dirijo a usted para solicitarle que retire los anteproyectos de Ley de Protección contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género y de Ley de Identidad de Género, recientemente aprobados.

Jamás imaginé que su gobierno quisiera emular a los de Rodríguez Zapatero prestándose a profundizar en la implantación de la ideología de género y en los privilegios a grupos de presión minoritarios, no sólo en la sociedad, sino directamente en las escuelas de nuestros niños. Peor aún me parece que a través se esta ley se pretenda institucionalizar la “transexualización” de los niños, aprobando protocolos sanitarios para ello.

Señora Cifuentes esta es mi petición:

  • Retire el anteproyecto de Ley de Identidad de Género
  • Retire el anteproyecto de Ley de Protección contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género

Estas leyes van en detrimento de los valores que muchos ciudadanos y muchos votantes queremos conservar y promover.

Si no se retracta de la aprobación de estas leyes, tenga usted por seguro que ni usted ni su partido contarán con mi apoyo ni el de mi familia en el futuro.

Atentamente,
[Tu nombre]

Paula, transexual de 16 años: “Me intenté suicidar el día que soñé que me salía barba”

 

No era una cuestión de juguetes, de una guerra encubierta entre muñecas y coches, ni de la hegemonía del rosa frente al azul. La bella Paula no nació hasta los 15 años, hace solo unos meses. Hasta entonces, tuvo que moverse por el mundo simulando ser Cristian, el nombre que le pusieron al nacer en función de los genitales con los que vino al mundo. Y sin compartir con nadie lo que solo ella sabía. “Al principio no entendía lo que me pasaba”, cuenta. Fue a los cuatro años, cuando en el colegio les hablaron de que las niñas tenían un aparato reproductor y los niños otro, cuando se dio cuenta. “¿Por qué tengo yo esto si me siento una chica?”, pensó. Y sintió miedo. Tanto, que optó por el silencio. ¿Por qué tengo yo esto si me siento una chica? La identidad de género, que no tiene nada que ver con la orientación sexual, se define entre los dos y los cuatro años, según los expertos. “Es el género con el que te identificas, más allá del cuerpo que tengas y de los roles de género”, explica Isidro García Nieto, asistente social, sexólogo y gerente de la Fundación Daniela. La orientación sexual, en cambio, “tiene que ver con el deseo sexual y suele descubrirse en la pubertad”. “Todos sabemos a esa edad si somos niñas o niños, pero ni todos tienen la capacidad de expresarlo ni todos optan por hacerlo visible”, explica García. Como Paula, que calló por miedo al rechazo y a que la señalaran con el dedo. Temía que su padres dejaran de quererla, que la echaran de casa. “No sabíamos de donde le venía tanta tristeza”, afirma Ruth, su madre. Lo apuntaron a Judo, “pero no duró nada”. Lo intentaron con el fútbol, “pero tampoco hubo manera”. “Solo jugaba con niñas y, sobre los 8 años, empezamos a pensar que igual era gay”. Entre tanto, Paula aprovechaba los momentos en que sus padres se iban de casa para encerrarse en el baño y ponerse la ropa sucia de su madre. “No quería usar la limpia para que no lo notara”, cuenta. “Me veía en el espejo y me sentía yo misma”. Paula tuvo que soportar, bajo la apariencia de Cristian, un intenso acoso escolar desde infantil y primaria, acoso que se intensificó en el instituto pero sobre el que prefirió callar. Estaba aislada, no le hablaban si no era para insultarla, y llegó a recibir amenazas. “El instituto fue horrible. Recuerdo mis primeros años de recreo siempre sola en una esquina”. Repitió curso y su rendimiento escolar no era bueno. Intento de suicidio “Solo dormía. Venía del instituto, se metía en la cama y hasta el día siguiente. Pensábamos que tenía algún problema y hasta le hicieron pruebas neurológicas, pero no encontraron nada”, afirma Ruth. Desesperada, Paula decidió que, si le había tocado un cuerpo de chico, intentaría vivir como un chico. “Me sentía mal porque no era yo, pero lo intenté. Hasta que una noche soñé que me volvía masculina, que me salía vello, barba y mucho músculo. Me desperté llorando e intenté suicidarme”. “Aquello nos hizo actuar y buscar ayuda”, cuenta Ruth. Cuando, al hablarle de la homosexualidad, de su boca salió de pasada la palabra transexual, Paula lo tuvo claro. “Yo soy eso”, le dijo a su madre. Ruth reconoce que le costó digerirlo. “Fue difícil porque no encontraba ninguna información. La psicóloga del hospital donde la atendieron por el intento de suicidio no tenía ni idea del asunto”. Hasta que, buscando en Internet, en enero de este año llegaron al Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. Soñé que me volvía masculina, que me salía vello y barba”Por fin le puse nombre a lo que me pasaba”, cuenta Paula. “El primer día que supe que había más chicas como yo sentí un gran alivio. Al fin me pude expresar como soy sin miedo”. Y solo un mes y medio después, Paula ya era Paula a ojos del resto del mundo. “La idea era que iniciara la transición en verano para que en septiembre concluyera el tránsito”, dice su madre. Pero Paula ya había esperado demasiado. Fue ella misma la que habló con el director de su instituto, un centro público de Parla (Madrid). “Pensé que el instituto iba a ir mal, pero la reacción ha sido muy buena”. Nadie le puso problemas en respetar su nuevo nombre, y pese a ciertas reticencias iniciales, Paula puede usar el baño que le corresponde. “Muchas chicas se acercaron a preguntarme qué tal estaba, y ahora tengo un grupo de amigas”, afirma. “Antes estaba encerrada y ahora no paro de salir, quiero hacer todo lo que no he hecho antes”. Con sus pantalones pitillo, sus bailarinas y su melena, parece una niña feliz. Acaba de cumplir 16 años y para ella es muy importante la visibilización. En Marzo empezó con los bloqueadores hormonales, que le impiden desarrollar características masculinas como barba, el cambio de voz, etc, y a está a la espera de poder empezar el tratamiento de hormonación cruzada. Necesidad de una ley estatal El problema es que en España no hay una ley integral a nivel estatal que aborde el tema de la transexualidad. Hay leyes autonómicas en Navarra, País Vasco, Andalucía, Extremadura y Canarias (la Comunidad de Madrid está en ello), con lo que la atención desde el punto de vista médico, psicológico y social es distinta según dónde se viva. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, al igual que otras regiones, solo se puede acceder a tratamiento hormonal cuando se es mayor de 18 años. “Cuanto más tarde accedan a los inhibidores estos niños y adolescentes, más riesgos tendrán que enfrentar para su salud mental y física, ya que se les obliga a desarrollar un cuerpo con el que no se identifican. Esto, además les dejará más expuestos al estigma y la discriminación”, afirman desde la Fundación Daniela. Mi hija es una mujer, si alguien no lo ve el problema no es de ella, sino de esa persona A través de esta entidad Paula ha podido acceder a profesionales de la sanidad pública que, concienciados, acceden a poner en marcha los tramientos. “Pero es dejarlo todo en manos de la buena fe de otras personas”, lamenta el gerente de la fundación, Isidro García. “Es lo mismo que ocurre con el tema del nombre y el sexo en el registro y el DNI”, añade. La ley 3/2007 permite a los transexuales el cambio de la mención al nombre y al sexo en el DNI, pero con varios requisitos. Es imprescindible la mayoría de edad, un informe psiquiátrico con un diagnóstico de disforia de género y al menos dos años de tratamiento hormonal. “Eso, además de patologizar el asunto, deja fuera a los menores de edad”, cuenta Isidro.”Imagina lo que sienten al ir en el metro y tener que enseñar el abono transporte. O estar en la sala de espera del médico y que digan en alto un nombre con el que no se identifican”. “Muchas veces se ven obligados a dar explicaciones, y eso atenta contra su derecho a la intimidad”. Por eso, desde la Fundación Daniela insisten en la necesidadde una Ley Estatal Integral de Transexualidad, y para ello han lanzado una campaña de recogida de firmas en Change.org. Entretanto, Paula sueña con tener 18 años para poder operarse y con ser modelo transexual. No todos los transexuales necesitan la cirugía para vivir el género con el que se identifican, pero ella lo tiene claro: “Si me dijeran ahora mismo que me podía meter en un quirófano, lo hacía de cabeza”. Su madre la mira y asiente. “Mi hija es una mujer, si alguien no lo ve el problema no es de ella, sino de esa persona”.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2559008/0/menores/transexuales/paula/#xtor=AD-15&xts=467263

La transexualidad se instala definitivamente la moda

La industria de la moda amplía sus horizontes ahondando en las cuestiones de género. En este caso la iniciativa parte de la firma & Other Stories, que ha invitado a cinco creativos transexuales a contar su historia por medio de la nueva colección.

El mundo de la moda es cada vez más inclusivo. Los estereotipos tradicionales están quedando en el olvido para dar paso a nuevas formas de belleza que rompen con lo establecido.

La moda debe ser un reflejo de la realidad y por ello va ampliando sus horizontes, dando una oportunidad a nuevos conceptos de belleza diferente que rompen las barreras de la moda.

Por ello, la firma sueca & Other Stories ha querido poner el acento en la cuestión de género, invitando a cinco creativostransexuales a contar una historia que amplíe la concepción del género en la industria de la moda.

Estas historias quedan recogidas en la nueva colección cápsula de la firma, que visten las modelos Valentijn de Hingh y Hari Nef en una serie de imágenes que conforman su nueva campaña.

No es la primera vez que & Other Stories lleva a cabo campañas tan comprometidas. El amor lésbico fue también objeto de una de sus campañas con el objetivo de apelar al derecho al matrimonio igualitario.

Gracias a iniciativas como esta, la industria de la moda contribuye a favorecer la inclusión social del colectivotransexual que ha sido discriminado históricamente. Esta imagen vertida por los medios empodera especialmente anuevas generaciones, concediéndoles una mayor libertad y acabando con viejos tabúes que están condenados a desaparecer.