Seis heridos en un ataque durante la marcha del orgullo gay en Jerusalén

Un judío ultraortodoxo que perpetró un ataque similar en 2005 ha sido detenido

Un judío ultraortodoxo sembró el pánico este jueves en el desfile del orgullo gay de Jerusalén al apuñalar a seis personas en pleno centro de la ciudad. El agresor, que fue inmediatamente arrestado, acababa de salir de la cárcel hacía dos semanas tras cumplir una condena de diez años por una agresión similar en 2005, informó la policía israelí.

Todos los heridos rondan la treintena y hay dos de ellos que se encuentran en estado grave, según los servicios de emergencia. Varios testigos informaron de que un ultraortodoxo emergió de entre la multitud y empezó a gritar y a apuñalar a varias personas antes de que varios agentes consiguieran neutralizarlo.

El agresor, Yishai Schlissel, había acuchillado a tres personas durante el desfile del orgullo gay de Jerusalén hacía diez años, informó a la prensa un portavoz de la policía.

Jerusalén es una ciudad donde la religión está muy presente y donde aún cuesta reivindicar la homosexualidad públicamente. En la manifestación de este jueves participaron unas 5.000 personas, según la policía, que escoltó el desfile, temerosa de que activistas de ultraderecha, que consideran la homosexualidad una aberración, pudieran provocar enfrentamientos con los presentes.

Portavoces del colectivo gay israelí se dijeron conmocionados “al ver que incidentes de violentos de este tipo puedan aún producirse en 2015”, informó el diario israelí Haaretz.

El ataque fue severamente condenado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien prometió que el peso de la ley recaerá sobre el culpable y garantizó que en Israel la libertad individual es un valor fundamental. “Debemos garantizar que en Israel todos los hombres y mujeres puedan vivir en seguridad de la forma en que ellos elijan”, manifestó en un comunicado.

Un judío ultraortodoxo vuelve a apuñalar a gays en la fiesta del Orgullo de Jerusalén

Indignación en Israel. El Gobierno, la oposición, rabinos y líderes ultraortodoxos han condenado un ataque que ha provocado unagran conmoción en Jerusalén. No sólo por el sangriento ataque sino por la identidad del autor. Yishai Shlissel, un ultraortodoxo que hace10 años apuñaló a varias personas en la Marcha del Orgullo en la Ciudad Santa, ha vuelto a “actuar”.

La Policía ha confirmado que es el agresor que esta tarde ha cometido un ataque idéntico contra el mismo objetivo en el centro de Jerusalén. En esta ocasión, el atacante con su cuchillo lleno de odio y fanatismo ha herido a seis personas, dos de carácter grave, antes de ser neutralizado por la policía.

Shlisser fue puesto en libertad hace unas semanas tras cumplir una condena de 10 años por el ataque contra la Marcha Gay del 2005.

Indignación en Israel. El Gobierno, la oposición, rabinos y líderes ultraortodoxos han condenado un ataque que ha provocado unagran conmoción en Jerusalén. No sólo por el sangriento ataque sino por la identidad del autor. Yishai Shlissel, un ultraortodoxo que hace10 años apuñaló a varias personas en la Marcha del Orgullo en la Ciudad Santa, ha vuelto a “actuar”.

La Policía ha confirmado que es el agresor que esta tarde ha cometido un ataque idéntico contra el mismo objetivo en el centro de Jerusalén. En esta ocasión, el atacante con su cuchillo lleno de odio y fanatismo ha herido a seis personas, dos de carácter grave, antes de ser neutralizado por la policía.

Shlisser fue puesto en libertad hace unas semanas tras cumplir una condena de 10 años por el ataque contra la Marcha Gay del 2005.

Carla Antonelli: ‘Con el nuevo Codigo Penal el Obispado de Cadiz incurre en un delito de odio que conlleva penas de prisión’

Alex Salinas, un chico transexual de 21 años

Alex Salinas

Tal y como os contábamos ayer en Ragap, Alex Salinas, un chico transexual de 21 años, católico practicante ha visto como el Obispado de Cádiz le negaba que pueda ejercer como padrino en la ceremonia de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando (Cádiz). Un tema que ha causado un gran revuelo mediático. El Observatorio contra la LGBTFobia y la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera, han elaborado sendos comunicados manifestando su repulsa y condena ante la actitud de la institución religiosa.

A estas críticas también se suma Carla Antonelli, activista transexual y Diputada del Partido Socialista en la Asamblea de Madrid quien recuerda que con la reforma del nuevo Código Penalen la mano el Obispado de Cádiz ha incurrido en un delito de odio, que conlleva penas de prisión de hasta dos años, tipificado en el artículo 510, donde por primera vez se especifica la identidad sexual y no solo la orientación de la víctima, quedando del siguiente modo en el punto 2-a:

2. Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a doce meses:
a) Quienes lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de alguno de los grupos a que se refiere el apartado anterior, o de una parte de los mismos, o de cualquier persona determinada por razón de su pertenencia a ellos por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad…

Es por lo que, en opinión de Antonelli, ‘la Fiscalía debe de actuar de oficio contra el Obispado de Cádiz, ante la humillación y menosprecio a la dignidad de Alex Salinas, hombre transexual, al que le han impedido ser el padrino del bautismo de su sobrino, solo por el hecho de ser transexual. El artículo 510 del Código Penal no puede recoger de forma más clara y tácita que el Obispado ha incurrido en dicho delito’.

Como explica la Dipuatada socialista, ‘No existe dogma divino ni humano, ni derecho canónico que esté por encima del imperio de la Ley y el Estado Constitucional de Derecho, aunque una Jerarquía Católica, anclada en el Medievo aun así lo siga creyendo en España. El daño, humillación y escarnio gratuito que se le ha producido a Alex es un hecho punible donde la Fiscalía tiene que dar ejemplo y actuar de oficio, haciendo cumplir la Ley vigente 1/2015 del 30 de marzo que entró en vigor el pasado día 1 de julio, y tal como reza en la misma con la firma del Presidente del Gobierno y el Rey de España: “Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta ley orgánica”. Que así sea’, concluye Carla Antonelli.

“De pequeño introducía mi falda entre las piernas para que pareciera un pantalón”

Entrevista publicada en El Castillo de San Fernando

Alex Salinas responde a las declaraciones emitidas por el Obispado y da un repaso a su vida para esta redacción.

Alex Salinas.

Alex Salinas.

Lleva unos días locos. Ha ido a la televisión autonómica; las nacionales, en cambio, vinieron a la puerta de su casa, a la misma hora, incluso les costó ponerse de acuerdo sobre la primera que le tomaría declaración. Todo empezó con el apoyo de Carla Antonelli, que intercedió por él ante EFE. Su caso se hizo público cuando dicha agencia emitió un comunicado sobre el varapalo que supuso para Alex no poder apadrinar el bautizo de su sobrino, una carrera de fondo que no ha hecho más que empezar.

Partiendo de la premisa de que cada colectivo tiene derecho a establecer las reglas de su propio juego, Alex no entiende por qué desde la Iglesia afirman que lleva una vida inadecuada e incongruente con la fe cristiana: “soy un hombre ante la ley, y lo soy porque nací así”.

Tiene trabajo, estudios, una pareja que le adora e incluso se considera cristiano, con sus sacramentos cumplidos. “Creo, sinceramente, que debería haber más coherencia interna en el seno de la Iglesia, porque todo está sujeto a interpretación, a diferentes versiones según la situación”, explica, en referencia a una nota remitida por el Obispado recientemente donde asegura no entender esta actitud de reproche tras el aura de cordialidad que, según ellos, envolvió a la conversación con el párroco de San José Artesano.

“Esto es cierto -asegura-, pero porque tengo educación y la suficiente empatía para entender que el señor con el que yo hablé no pincha ni corta en la toma de decisiones importantes”.

En su momento no hubo explicaciones, simplemente le dijeron que aunque “todos somos iguales ante los ojos de Dios” y debía seguir aferrándose a la fe, “no era factible su petición”. “Me quedé tan en shock que, tras estrecharle la mano, salí del templo llorando”, recuerda, y no fue hasta que su cuñado llamó al Obispado cuando se verbalizaron los motivos, “motivos con los que el propio Papa Francisco no parece estar del todo de acuerdo a tenor de algunos pronunciamientos”, declara.

Sus razones, aunque lícitas, no dejan de ser “humillantes e incoherentes con el espíritu de la fe cristiana que siempre nos han inculcado, además -añade- de hacerse un flaco favor a sí mismos, porque no se dan cuenta de que la sociedad va avanzando, son ellos quienes se quedan atrás”.

Por todo ello, Alex, apoyado en las personas y asociaciones ofrecidas voluntariamente, se encuentra en pleno proceso de documentación. “Hay que estar preparado, porque hay párrafos en la Biblia que, parcialmente interpretados, sirven para todo”. Y es que aún se está recuperando de una respuesta a la Ley de integración de 2007 donde se da a entender que “no tenemos derecho a contraer matrimonio ni a participar en la vida de la iglesia, incluso que los sacerdotes deben indagar en las vidas de los feligreses por si existen hipotéticas irregularidades”.

Sin embargo, “no todos merecen entrar en el mismo saco”. A raíz de tomar contacto con apoyos de varias comunidades ha podido ver que “muchos sacerdotes nos ayudan, y que nos hacen favores aún a riesgo de ir en contra del dogma oficial”. Bien por convicción, por generosidad o, simplemente por respeto al prójimo, se comprometieron a mantener casos como el de Alex en silencio, “nunca comunicaron nada por si las cúpulas tumbaban algo que, a su juicio, era lo natural”.

El siguiente paso, la demanda, un escrito dirigido al delegado episcopal para expresar su disconformidad e incluso recogida de firmas para llegar al Papa, que “ojalá pueda hacer algo, teniendo en cuenta que es tan liberal”

Su historia personal

Alex siempre se ha sentido hombre. Mejor dicho, siempre ha sido un hombre. Sólo nació con el cuerpo equivocado. Ya de pequeño se recuerda llorando ante la obligación de ponerse un vestido, sacrificio que salvaba -en parte- metiéndose la falda entre las piernas para que pareciese un pantalón. Si pedía un coche a los Reyes Magos, estos optaban por regalarle una muñeca; si pedía una bicicleta azul, se la regalaban de color rosa. Puede que su madre, inconscientemente, tratase de reconducirle por lo que a su juicio era lo natural, víctima de unos tópicos sociales inherentes a la sociedad. Su padre, en cambio, restaba hierro al asunto al asegurar que “hoy día los juguetes son unisex”.

“Esto no, que es para niños”, quizá la frase más traumática de su infancia. La sufrió, por ejemplo, al no poder vestir de marinero para hacer la comunión: un sacramento que contrajo amparado en la fe cristiana, aunque con un traje del que se deshizo nada más comulgar. “Para mí fue un infierno -relata-, pero en casa no eran conscientes de la importancia, pensaban que era un poco rebelde, como lo habían sido mis hermanas”.

Ya entonces se dio cuenta de que algo en la ecuación no cuadraba, “comencé a sentirme atraído por chicas, nunca por ellos”.

La etapa más dura

Lo peor llegó con la adolescencia, cuando empezó a tomar consciencia plena de su condición. “Comprar ropa era para mí un suplicio”, hasta el punto de engañarse a sí mismo para intentar ser más feliz. Intentó ser femenina, pero no duró ni un día; también quiso maquillarse… pero las manos le temblaban. “Quería cortarme el pelo y no me dejaban”. La ansiedad le hizo comer y engordó, lo cual unido a sus gafas, gustos frikis y masculinidad le convirtió en el blanco perfecto para la maldad adolescente. “Tenía todas las papeletas para que mis compañeros del colegio me hicieran la vida imposible, e imposible me la hicieron”. Llegó, incluso, a inventarse una vida paralela a través de Internet, pero “reconozco que se me fue de las manos… ¿cómo explicar a todos mis conocidos virtuales que Dani no existía? ¡Incluso yo mismo me lo creía!”.

Cerrando la etapa más oscura llegó al instituto, donde hizo un buen amigo, Guillermo. Gracias a él y al apoyo de los profesores, comenzó a experimentar, aunque fuese a base de retazos, lo que era la felicidad. Disfrutaba más que nunca de la música y se cortó la melena. “Le dije a mi madre que, o me llevaba a la peluquería o le daba un tijeretazo a la coleta… y así lo hice”. “Entonces entendió que iba en serio, por lo que al día siguiente fuimos juntos al peluquero”. La cara de felicidad que puso al ver en el espejo por primera vez al hombre que siempre fue, hizo que su madre nunca volviera a cuestionar su actitud. “Fue entonces cuando decidí dar el paso y expresarle lo que sentía”. “Aunque al principio se culpó -ella siempre había deseado dar a luz a un niño-, ha sido mi mayor apoyo desde entonces”.

Cumpliendo sueños

Y la lucha comenzó. Estuvo dos años en tratamiento psicológico -fue entonces cuando le diagnosticaron la depresión-, en Málaga, con sesiones mensuales y siempre acompañado por su madre. Así fue hasta que cumplió la mayoría de edad. Para entonces ya tenía amigos, “había empezado a vivir”, por lo que el siguiente paso fue empezar a hormonarse para tener el aspecto que siempre deseó. “Como había perdido casi 70 kilos en apenas dos años, las primeras inyecciones fueron leves, pero al aumentar la dosis progresivamente, comenzó a crecerle el vello, la barba, “de un día para otro me cambió la voz”.

Un año después de empezar el tratamiento, “me avisaron para decirme que tenía cita con el cirujano, entraría por fin en la lista de espera… pero con una sola unidad, me dijeron que la cosa iba para cuatro años”. La lucha acaba de empezar, pero se mantiene aliviado, dando pasos lentos, pero firmes, y “cuando llegue el momento bailaré la jota en el hospital. Después de todo lo que he pasado, necesito encarecidamente este cambio”.

La Fiscalía verá el caso del transexual al que vetan ser padrino en un bautizo

El obispado de Cádiz impide a Álex Salinas ejercer como tal tras haber cambiado de sexo

CÁDIZ – Álex Salinas, el joven transexual de la localidad gaditana de San Fernando al que el obispado de Cádiz y Ceuta impide ser padrino de bautizo de su sobrino, prevé presentar una demanda ante los tribunales porque no considera “justo” que la Iglesia le trate “como alguien diferente”. Asimismo la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) pondrá el caso en conocimiento de la Fiscalía de igualdad y contra los delitos de odio de Cádiz. En declaraciones a la Cadena Ser, explicó que recurrirá a instancias eclesiásticas superiores al obispado y también a la Justicia para evitar lo que considera una “discriminación”.

El joven señaló que en su parroquia habitual no pusieron “problemas” para que fuera el padrino de su sobrino, pero que fue el obispado el que dio “una negativa”, en un primer momento “sin razones”, y que, además, advirtió a otra parroquia de que si acudía a ella también se le dijera que no. Salinas y su familia acudieron posteriormente al obispado, donde se les comunicó que para la Iglesia sigue siendo mujer, pese a que en su DNI figura como varón.

El joven reconoció que esta situación le aleja “bastante” de la Iglesia pese a que ha sido “muy cristiano” y practicante durante toda su vida, y añadió que cuenta con el apoyo de su familia. Preguntado por el motivo por el que quiere participar de un sacramento en una Iglesia que le rechaza, Salinas explicó que quiere que su sobrino “crezca en la fe” como ha crecido él.

Por otra parte, la ATA pondrá en conocimiento de la Fiscalía de igualdad y contra los delitos de odio de Cádiz, por si constituye delito, el caso de Álex. “Es urgente una ley andaluza contra los delitos hacia el colectivo LGTBI para que este tipo de casos no queden impune”, aseguró en un comunicado la presidenta de ATA, Sylvia Rivera.

Para esta asociación, “de nuevo la Iglesia excluye, discrimina y maltrata a las personas transexuales” evidenciando que “los derechos de los ciudadanos y ciudadanas y las leyes que les ampara no son los mismos para las personas transexuales”. La asociación considera que la actitud del obispado gaditano es “un atentado contra los derechos fundamentales al excluir a una persona por su identidad sexual y de género”.

Cuando una persona lleva a cabo la rectificación registral de su nombre y sexo, esto no supone una pérdida de derechos, recuerda la ATA. A este colectivo, el hecho de que le hayan ofrecido a Álex ser “padrino espiritual” de su sobrino es “el colmo de la hipocresía dado que no es considerado idóneo para apadrinar a su sobrino formalmente pero se acepta que lo haga desde la invisibilidad”.

Según la ATA, “las leyes de la Iglesia no pueden vulnerar una norma de rango estatal superior sobre todo cuando se nutre económicamente de dinero público”. – E. P./Efe

El Obispado de Cádiz niega que prohibir a un transexual ser padrino sea discriminación

Alex Salinas, transexual al que el obispado de Cádiz impidió ser el padrino de bautizo de su sobrino.

Alex Salinas, transexual al que el obispado de Cádiz impidió ser el padrino de bautizo de su sobrino.

El Obispado de Cádiz y Ceuta ha negado que sea “discriminación” impedir que un transexual ejerza como padrino de bautismo de su sobrino y ha asegurado que “con frecuencia” hay personas que “no son admitidas” para apadrinar “por su estilo de vida, criterios o incongruencia con la vida cristiana”.

La Iglesia gaditana, a través de un comunicado, ha defendido su actuación en el caso de Alex Salinas, un transexual de 21 años al que la Iglesia gaditana impide ejercer de padrino de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, ateniéndose al Código de Derecho Canónico, que señala que “es el párroco quien ha de velar con responsabilidad para que se cumplan los requisitos del canon 874”.

Por ello, añaden, el párroco debe “incluso disuadir a quienes a su parecer no los cumplen por diferentes razones, por el propio bien del bautizado, pues el padrino ha de velar por el crecimiento en la fe del bautizado y acompañarle para que aprenda de su mano los fundamentos doctrinales y morales de la fe cristiana”.

Según explica el Obispado, el párroco mantuvo una “cordial” conversación con Alex y le indicó que debía cumplir con los requisitos que expresa el Código de Derecho Canónico, que exige, a quien haya de ser padrino o madrina de bautismo, “que sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el santísimo sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir”.

Padrino «espiritual»

En esta misma conversación, según la versión de la Iglesia, “el párroco le animó a vivir congruentemente su fe” y a que “participara de algún modo como padrino espiritual, pudiendo animar y ayudar en la vida de fe al bautizando”.

Además, asegura, le manifestó “su total disponibilidad para ayudarle en cuanto deseara y le transmitió que, la Iglesia, como madre, tiene la misión de acoger, escuchar y ayudar a vivir un camino espiritual donde el mensaje de Cristo se manifiesta en su Iglesia y donde el cristiano halla su felicidad y dignidad”.

Alex, que nació mujer pero que desde el pasado año ha podido cambiar su DNI y está en espera de una operación de cambio de sexo, ha señalado que esta decisión le ha sentado “como una patada en el estómago” porque él es “muy creyente” e incluso antes acudía a misa, pero ahora no puede por sus obligaciones laborales.

Los Boy Scouts retiran el veto contra sus líderes homosexuales en EE UU

La ejecutiva nacional ratifica el cambio con el 79% de los votos

Un miembro de los Boy Scouts participa en el Festival del Orgullo Gay en San Francisco el año pasado

Un miembro de los Boy Scouts participa en el Festival del Orgullo Gay en San Francisco el año pasado. / NOAH BERGER (REUTERS)

La comunidad homosexual gana una vez más en Estados Unidos. La junta ejecutiva nacional de la organización Boy Scouts of Americaeliminó este lunes la prohibición que impide a adultos abiertamente homosexuales trabajar como empleados y voluntarios en la organización.

La entidad Boy Scouts de Estados Unidos, una de las organizaciones juveniles más grandes del país, ha levantado así su política excluyente hacia la comunidad homosexual. Tras una votación unánime el 14 de julio, el comité ejecutivo de la organización aprobó una resolución para poner fin a la prohibición de líderes que son abiertamente gais. Este lunes, la junta ejecutiva nacional ratificó esa decisión en una votación telefónica en la que el 79% de los participantes pidió retirar el veto.

El proceso para acabar con la prohibición se inició tras un aviso en mayo del actual presidente de la organización, Robert M. Gates, en el que afirmó que la exclusión de la comunidad homosexual “no puede sostenerse más”. En la reunión ejecutiva anual, Gates, exsecretario de Defensa, destacó a los asistentes que la organización “debe ajustarse al mundo tal y como es, y no como les pudiera gustar que fuera”.

La igualdad de facto, sin embargo, no se habrá conseguido. La organización aseguró que la resolución de mediados de julio también permitirá que las sub-organizaciones, el 70% de las cuales son grupos religiosos que no aceptan la igualdad de derechos de los homosexuales -como el matrimonio-, “continúen eligiendo a líderes cuyas creencias sean consistentes con las suyas mismas”. Esta medida, tomada para que la organización no pierda la financiación del sector conservador, permite la discriminación reiterada de las religiones más populares en la organización, Mormones, Católicos, Baptistas y Musulmanes, a la comunidad homosexual.

Pero la decisión no deja de ser un paso transcendental que llega dos años después de que la entidad permitiera la participación de jóvenes gais, pero no adultos. Y tan sólo un mes después de la históricadecisión del Tribunal Supremo de legalizar el matrimonio homosexual a nivel nacional.

El debate en torno a la aceptación de los homosexuales en los Scouts lleva latente las últimas dos décadas y ha fracturado el tejido social de camaradería que tanto caracteriza a esta organización. La asociación Boy Scouts fue fundada en 1910 en el Estado de Texas y hoy cuenta con 2,7 millones de miembros y más de un millón de voluntarios. Su función es educar a jóvenes en aspectos de ciudadanía y convivencia responsable, y promover el desarrollo de carácter y autosuficiencia mediante actividades al aire libre o programas de enseñanza.

“Hay diferencias de opiniones y debemos respetarlas” dijo Michael Harrison, que lideró la organización en el condado de Orange, en el Estado de California. “No significa que los Mormones deban elegir un líder homosexual, pero por favor no les digan a los Unitarios que no pueden”, exigió Harrison, quien durante sus años en la entidad abogó en favor de este cambio.

 

El Obispado de Cádiz niega que prohibir a un transexual ser padrino de un niño sea discriminación

El Obispado de Cádiz y Ceuta ha negado este lunes que sea “discriminación” impedir que un transexual ejerza como padrino de bautismo de su sobrino y ha asegurado que “con frecuencia” hay personas que “no son admitidas” para apadrinar “por su estilo de vida, criterios o incongruencia con la vida cristiana”.

El Obispado sale así al paso del caso de Alex Salinas, un transexual de 21 años al que la Iglesia gaditana impide ejercer de padrino de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, ateniéndose al Código de Derecho Canónico.

Según dicho Código, señala el Obispado en una nota de prensa, es el párroco quien debe “incluso disuadir a quienes a su parecer no cumplen” los requisitos establecidos por la Iglesia católica para ser padrinos en un bautismo “por el propio bien del bautizado”.

“El padrino ha de velar por el crecimiento en la fe del bautizado y acompañarle para que aprenda de su mano los fundamentos doctrinales y morales de la fe cristiana”, asegura el Obispado en su nota y añade que el párroco de San Fernando se lo explicó así a Alex Salinas y le animó a “participar de algún modo como padrino espiritual” de su sobrino para ayudarle “en la vida de fe”.

En relación con este asunto, la Federación Andaluza de la asociación Arco Iris ha solicitado una entrevista con el obispo de Cádiz y Ceuta para “hacerle entender la discriminación que están cometiendo” y pedirle que “de marcha atrás” y permita a Alex Salinas ser padrino de bautismo de su sobrino.

Según explica en un comunicado Gonzalo Serrano, presidente de esta organización que lucha por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales, este hecho es un claro ejemplo de transfobia, de “miedo, incomodidad y rechazo irracionales hacia las personas transexuales basados en la ignorancia”.

“Seguramente desde el obispado confunden la transexualidad y la homosexualidad”, añade el presidente de Arco Iris, “al igual que le ocurre a muchas otras personas en nuestra sociedad”.

Para Arco Iris “no tiene sentido que la Iglesia prohíba a un joven creyente y practicante el ser padrino de bautizo”, cuando aseguran que el único dato que se ha tenido en cuenta es que en su partida de bautismo aparece como mujer y actualmente en su DNI su identidad es la de un hombre.

La Iglesia impide a un transexual ser el padrino de su sobrino

El Obispado de Cádiz y Ceuta ha impedido a Alex Salinas, un transexual de 21 años, ser el padrino de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, un hecho que la Iglesia explica porque, por su condición, no cumple con el requisito de llevar “una vida congruente con la fe”.

La Iglesia, que establece los requisitos para ser padrino de un bautismo en el capítulo 4 del Código de Derecho Canónico sobre los sacramentos, le ha ofrecido a Alex Salinas la posibilidad de ser “padrino espiritual” del bautismo de su sobrino, según han explicado fuentes del Obispado de Cádiz y Ceuta.

Es una opción que el actual Código de Derecho Canónico ofrece a las personas que, como entiende en este caso, no cumplen con alguno de los requisitos establecidos para ser padrino de un bautismo católico, una vez que se ha comprobado que detrás de la solicitud hay “una buena intención”.

Ambos, el padrino “real” y el “espiritual”, tienen la misma misión, la de ayudar a crecer al niño en la fe católica, aunque sólo el nombre del primero de ellos aparece recogido en los papeles de la Iglesia sobre el sacramento.

Situación hiriente

Para Alex Salinas sin embargo la situación ha sido hiriente. Él, que nació mujer y que desde febrero del año pasado tiene DNI como hombre y está en lista de espera para una operación de cambio de sexo, no entiende la negativa de la Iglesia a que él sea el padrino del hijo de su hermana.

Este joven católico que acudía a misa asiduamente hasta que dejó de poder hacerlo por sus jornadas de trabajo en un restaurante de comida rápida, ha explicado que en un principio el párroco de la Parroquia San José Artesano de San Fernando no puso pegas a que fuera el padrino en la ceremonia religiosa.

Fue al solicitar al Obispado la documentación de su bautismo la que hizo que el párroco cambiara de opinión y le comunicara que no podía ejercer como tal. El joven acudió entonces a otras parroquias de la localidad, pero en todas ellas ha recibido la misma respuesta, tras lo que, según cuenta, acudió al Obispado para conocer las razones. “Para ellos soy insano, por así decirlo”, manifiesta este joven, que quiere luchar para que se entienda que su condición de transexual no influye en su capacidad de cumplir con la encomienda de ser padrino de su sobrino.

¿Delito de ‘odio’?

“Mientras el papa Francisco recibe a transexuales en el Vaticano, la Iglesia Católica Española aún vive en el medievo”, ha asegurado Carla Antonelli, la única diputada transexual en España. En opinión de la diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid, la explicación de la Iglesia es “una falsedad” porque “no hay ningún Código de Derecho Canónico que tenga escrito que un transexual no puede ser padrino de un bautismo” y además una “falta de respeto absoluta” hacia Alex.

“Son valoraciones que se sacan de la manga. Más que razones, lo que la Iglesia da son excusas para defender lo indefendible”, para “justificar” y “amarrar” el “rechazo a una persona por ser distinta, por haber decidido vivir la vida como es. ¿O es que no se puede ser transexual y católico?”, añade.

Para Carla Antonelli lo peor de esta situación es “el daño gratuito” que se hace a Alex, y la “carga psicológica” que supone para él que le hagan sentir “que no tiene espacio en la vida”. Situaciones como esta hacen pensar a la diputada que la jerarquía eclesiástica española “no es digna de representar la fe que dice defender” porque “utilizan la religión como arma para sus propias fobias personales”.

“El mayor argumento al que tendrían que hacer caso es al papa Francisco. Que asuman lo que dicen las altas instancia o si no que se retiren”, afirma la diputada tras recordar que el pontífice se ha preguntado en alto, en referencia al colectivo de gais, ¿quien soy yo para juzgarlos?”. Antonelli asegura que estudiará si esta postura de la Iglesia podría ser tipificada como un “delito de odio” de la nueva reforma del Código Penal.

La Iglesia impide a un transexual ser padrino de bautizo de su sobrino

El Obispado de Cádiz alega que no cumple el requisito de una vida “congruente con la fe”

El Obispado de Cádiz y Ceuta ha impedido a Alex Salinas, untransexual de 21 años, ser el padrino de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, un hecho que la Iglesia explica porque, por su condición, no cumple con el requisito de llevar “una vida congruente con la fe”. La Iglesia, que establece los requisitos para ser padrino de un bautismo en el capítulo 4 del Código de Derecho Canónico sobre los sacramentos, le ha ofrecido a Alex Salinas la posibilidad de ser “padrino espiritual” del bautismo de su sobrino.

Es una opción que el actual Código de Derecho Canónico ofrece a las personas que, como entiende en este caso, no cumplen con alguno de los requisitos establecidos para ser padrino de un bautismo católico, una vez que se ha comprobado que detrás de la solicitud hay “una buena intención”. Ambos, el padrino “real” y el “espiritual”, tienen la misma misión, la de ayudar a crecer al niño en la fe católica, aunque sólo el nombre del primero de ellos aparece recogido en los papeles de la Iglesia sobre el sacramento. Para Alex Salinas sin embargo la situación ha sido hiriente. Él, que nació mujer y que desde febrero del año pasado tiene DNI como hombre y está en lista de espera para una operación de cambio de sexo, no entiende la negativa de la Iglesia a que él sea el padrino del hijo de su hermana.

Este joven católico que acudía a misa asiduamente hasta que dejó de poder hacerlo por sus jornadas de trabajo en un restaurante de comida rápida, ha explicado que en un principio el párroco de la Parroquia San José Artesano de San Fernandono puso pegas a que fuera el padrino en la ceremonia religiosa. Fue al solicitar al Obispado la documentación de su bautismo la que hizo que el párroco cambiara de opinión y le comunicara que no podía ejercer como tal. El joven acudió entonces a otras parroquias de la localidad, pero en todas ellas ha recibido la misma respuesta, tras lo que, según cuenta, acudió al Obispado para conocer las razones.

“Para ellos soy insano, por así decirlo”, manifiesta este joven, que quiere luchar para que se entienda que su condición de transexual no influye en su capacidad de cumplir con la encomienda de ser padrino de su sobrino. “Mientras el papa Francisco recibe a transexuales en el Vaticano, la Iglesia Católica Española aún vive en el medievo”, ha asegurado Carla Antonelli, la única diputada transexual en España. En opinión de la diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid, la explicación de la Iglesia es “una falsedad” porque “no hay ningún Código de Derecho Canónico que tenga escrito que un transexual no puede ser padrino de un bautismo” y además una “falta de respeto absoluta” hacia Alex. “Son valoraciones que se sacan de la manga. Más que razones, lo que la Iglesia da son excusas para defender lo indefendible”, para “justificar” y “amarrar” el “rechazo a una persona por ser distinta, por haber decidido vivir la vida como es. ¿O es que no se puede ser transexual y católico?”, añade.

Para Carla Antonelli lo peor de esta situación es “el daño gratuito” que se hace a Alex, y la “carga psicológica” que supone para él que le hagan sentir “que no tiene espacio en la vida”. Situaciones como esta hacen pensar a la diputada que la jerarquía eclesiástica española “no es digna de representar la fe que dice defender” porque “utilizan la religión como arma para sus propias fobias personales”. “El mayor argumento al que tendrían que hacer caso es al papa Francisco. Que asuman lo que dicen las altas instancia o si no que se retiren”, afirma la diputada tras recordar que el pontífice se ha preguntado en alto, en referencia al colectivo de gais, ¿quien soy yo para juzgarlos?”. Antonelli asegura que estudiará si esta postura de la Iglesia podría ser tipificada como un “delito de odio” de la nueva reforma del Código Penal.