Absueltas las dos menores que se besaron en Marrakech

Las adolescentes fueron denunciadas a la policía por una persona de su entorno

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Activistas marroquíes participan en un homenaje a las víctimas del tiroteo de un club gay en Orlando, el pasado junio en Rabat. FADEL SENNA GETTY IMAGES

Un tribunal de Marrakech ha absuelto este viernes a las dos menores de 16 y 17 años que fueron detenidas el 27 de octubre y encarceladas durante seis días por besarse. El caso provocó en su día una gran polémica y las jóvenes fueron puestas en libertad provisional el 3 de noviembre, cuatro días antes de que se celebrase la cumbre climática COP22, que atrajo a cientos de periodistas internacionales a Marrakech. La sentencia fue leída el viernes por la mañana sin la presencia de las dos menores. El juez dictaminó que no había cargos contra ellas y debían permanecer con sus padres.

En Marruecos, como en el resto del Magreb, está castigada con cárcel la homosexualidad. El artículo 489 del código penal marroquí sanciona “los actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo” con penas de seis meses a tres años y multas de entre 20 y 100 euros.

Youssef Chehbi, uno de los abogados contratados en principio por la asociación Unión Feminista Libre (UFL) para defender a las jóvenes ha indicado a este diario. “El caso lo llevaba ahora un compañero de Marrakech. Pero si no llega a ser por el ruido que hicimos al principio estas chicas podrían estar en la cárcel todavía”.

Las dos adolescentes fueron denunciadas por el allegado de una de ellas que las sorprendió besándose en su casa. Tras su puesta en libertad provisional, Chehbi declaró a este diario: [El allegado] “que las sorprendió dándose un simple beso y las condujo ante la policía, como si fueran judías durante la II Guerra Mundial, es imbécil. Y el policía que tramitó la denuncia es otro imbécil. Antes que nada tendrían que haber pensado en la reputación de las chicas. Al menos, la próxima vez que suceda un caso semejante espero que el policía convenza al delator de que esas chicas no han hecho mal a nadie y no tiene ningún sentido denunciarlas”.

La gran mayoría de las formaciones políticas de Marruecos, desde el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), vencedor de las últimas elecciones, hasta los de izquierda, no se pronunciaron sobre la detención de las menores ni reclamaron la abolición del artículo 489 del código penal.

El responsable en Marrakech de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), Omar Arbib, añadió a este diario: “Esta sentencia ha sido posible gracias a la presión de la prensa internacional y de la sociedad civil. Pero ahora tenemos que analizar detenidamente el veredicto. Porque, aunque no haya ningún cargo contra las dos menores, en la sentencia no se habla del artículo 489 del código penal, por el que fueron encarceladas. Debería haberse mencionado ese artículo. En cualquier caso, se ha subsanado el error que cometió el procurador encargado del caso al enviarlas a la cárcel. Al ser menores tendría que haberlas dejado con sus padres”.

Nidal Azhary, presidenta de Unión Feminista Libre, la organización que aireó el caso, también insistió ayer en la importancia que ha tenido la presión civil y de la prensa extranjera en la consecución de este final feliz para una historia tan triste.

Marruecos absuelve a las dos menores juzgadas por darse un beso

Bandera, tela de la homosexualidad, orgullo gay, lesbianas y transexuales. Horizontal

Las dos menores que se dieron un beso y fueron juzgadas por homosexualidad han sido absueltas por el juez de Primera Instancia de Marrakech, en el sur de Marruecos, quien ordenó este viernes que sean entregadas a sus padres sin ningún cargo. Los familiares de las dos chicas serán obligados a pagar las costas judiciales de un caso que ha despertado el interés de ONG defensoras de los derechos humanos y de las minorías sexuales y en el que por primera vez se juzgó a mujeres ya que casi todos los casos de homosexuales son procesos contra hombres en Marruecos.

La directora ejecutiva del grupo Human Rights Watch (HRW) para Norte de África y Oriente Medio, Sarah Leah Whitson, expresó su esperanza de que este veredicto represente el final de “una prueba” que las dos adolescentes no deberían haber vivido. “Este caso demuestra de nuevo por qué las autoridades marroquíes deben abolir el artículo 489 (del Código Penal) que criminaliza la homosexualidad”, dijo Whitson nada más conocerse la sentencia.

Pero la organización HRW subrayó también el carácter “contradictorio” de la sentencia, pues el juez dice que las menores deben ser entregadas a sus familias “para reformar su comportamiento”, lo que significa que las chicas cometieron una falta y que la homosexualidad sigue siendo una anomalía. También el representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), Omar Arbib, pidió la despenalización de la homosexualidad y consideró “positiva” la sentencia de hoy.

El artículo 489 castiga con penas de hasta tres años de cárcel la “comisión de actos contra natura con individuos del mismo sexo”. A pesar de las peticiones de varias ONG para abolirlo, la clase política de Marruecos, y la sociedad, están todavía lejos de este debate.

Reforma del código penal

La mayoría de los partidos presentes en el parlamento, desde los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) hasta los nacionalistas del Istiqlal, no han mostrado la menor disposición a abordar un tema que prefieren evitar. En el anterior Gobierno marroquí encabezado por el PJD, el ministro de Justicia, el islamista Mustafa Ramid, presentó en abril de 2015 una propuesta de reforma del Código Penal que no incluyó ningún artículo relacionado con las libertades individuales, como la despenalización de la homosexualidad ni de las relaciones extramaritales o infringir en público el ayuno obligatorio en ramadán.

Aquella reforma desató la indignación de varias ONG izquierdistas, ante las cuales Ramid fue tajante al sentenciar que no aceptará ninguna enmienda que “atente contra la base de la conciencia de la sociedad y contra el carácter islámico del Estado”. Más allá de la política, la propia sociedad marroquí es reticente a cualquier tema relacionado con los homosexuales. Una encuesta del centro de estudios africano, Afrobarómetro, realizado entre 2014 y 2015 reveló que en Marruecos solo un 16% de los encuestados aceptaría tener como vecino a un homosexual.

Pese al clima hostil, esto no ha impedido que el activismo de la comunidad gay en Marruecos haya adquirido más visibilidad en los últimos tiempos. En la audiencia de las dos lesbianas de Marrakech llamó la atención la presencia de militantes del colectivo Aswat (Voces) o Akaliat (minorías), dos formaciones que defienden los derechos de los homosexuales y que hasta hace poco actuaban sin dar la cara.

Akaliat decidió dar un paso adelante y constituirse en una asociación que se destinará a defender el derecho de las minorías sexuales y religiosas en Marruecos, aunque parece improbable que las autoridades acceden a sus pretensiones

Dos chicas menores de edad serán juzgadas en Marruecos por ser homosexuales

La pareja fue detenida después de que uno de los familiares tomara fotos de ellas besándose. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos considera “un escándalo” que se juzgue a una persona por su orientación sexual.

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http://www.publico.es/internacional/chicas-menores-edad-seran-juzgadas.html

RABAT. – Dos adolescentes marroquíes serán juzgadas en la ciudad de Marrakech, al sur de Marruecos, acusadas de homosexualidad tras haber sido fotografiadas por el familiar de una de ellas, ha informado este miércoles la rama local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

Las dos menores, de 16 y 17 años de edad, comparecerán en una primera audiencia ante el Tribunal de Primera Instancia de Marrakech el próximo viernes, ha explicado la nota.

Las dos menores fueron detenidas el pasado 28 de octubre después de que un familiar de una de ellas las fotografiase desde la azotea de un edificio en el barrio de Hay Mohamadien Marrakech mientras se estaban besando y las denunciase ante la policía.

El representante de la AMDH Omar Arbib denunció que es un escándalo que “se juzgue a cualquier persona por sus orientaciones sexuales” y llamó a la puesta en libertad de las dos jóvenes.

En Marruecos, la homosexualidad está expresamente castigada con hasta tres años de cárcel por el Código Penal en su artículo 489, que persigue la “comisión de actos contra natura con individuos del mismo sexo”.

A pesar de que varias ONGs nacionales e internacionales llamaron a su despenalización, la homosexualidad sufre de una gran reprobación social. La persecución contra los hombres homosexuales es relativamente frecuente, pero los casos contra lesbianas son todavía rarísimos en Marruecos.

El Gobierno marroquí, encabezado por el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), ha excluido de la actual reforma del Código Penal los artículos más polémicos que tienen que ver con las libertades individuales y sexuales, como los que castigan la homosexualidad, el adulterio y las relaciones extramaritales.

Detenidas dos adolescentes en Marrakech por darse un beso

Marruecos castiga las relaciones entre personas del mismo sexo. Las menores, de 16 y 17 años, fueron delatadas por alguien de su entorno

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Activistas marroquíes participan en un homenaje a las víctimas del tiroteo de un club gay en Orlando, el pasado junio en Rabat. FADEL SENNA AFP

Dos adolescentes, de 16 y 17 años (S. Sh y H. B) fueron detenidas este jueves en Marrakech por besarse. Son las últimas víctimas del artículo 489 del Código Penal, que sanciona “los actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo” con penas de seis meses a tres años y multas de entre 20 y 100 euros.

Una persona del entorno de una de las menores las condujo hacia un puesto de policía y fueron arrestadas de inmediato, según reveló la madre de H.B. a la Unión Feminista Libre, de Marruecos. La mayor fue transferida a la prisión local de Boulahjaraz y la otra a un centro de menores.

En abril de 2015, dos hombres fueron condenados a seis meses de prisión por besarse en la explanada de la Tour Hassan, uno de los monumentos más emblemáticos del país. Y el pasado marzo dos hombres que yacían en la misma cama en el municipio de Beni Melal, en el centro de Marruecos, fueron agredidos por varios vecinos que entraron en la casa, los sacaron a golpes, los exhibieron en la calle y difundieron en Internet las imágenes grabadas por sus teléfonos.

A raíz de la agresión, el escritor marroquí Abdellah Taïa, que se convirtió en 2006 en el primer marroquí en revelar en público su condición de homosexual y vive en París, escribió: “Lo que más me inquieta y entristece es el silencio ensordecedor de los responsables políticos marroquíes. Al evitar la condena de las agresiones homófobas las animan, de hecho, provocan un sentimiento de abandono en los jóvenes marroquíes y les envían la idea de que no están protegidos”.

El caso de Marruecos no es único, las relaciones homosexuales son todavía delito en 75 países del mundo; en siete de ellos —Mauritania, Afganistán, Pakistán, Qatar, Emiratos Árabes (aunque no se han registrado casos) y algunas regiones de Somalia y Nigeria— la condena puede ser a muerte.

‘LesGaiCineMad’: mucho más que dos décadas de cine LGTBI

El Festival Internacional de Cine Lésbico, Gai y Transexual de Madrid alcanza su 21ª edición confirmándose como una cita cultural imprescindible con la proyección de 110 películas 

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“The Center of my World”, largometraje de la Sección Oficial del 21 LesGaiCineMad.

Cuando LesGaiCineMad dio sus primeros pasos, hace ya veinte ediciones, pocos esperaban que llegase a convertirse en lo que es hoy. El tiempo y un equipo programador con mejor ojo que el de muchos festivales no temáticos lo han llevado a ser un referente natural de estas producciones. Su trabajo de exploración, subtitulado y estreno ha hecho del evento una ventana del cine LGTBI para los distribuidores, compradores, productores y programadores de festivales internacionales.

Este año más de 30 países compiten en el festival en diferentes secciones. Se proyectan largometrajes, documentales, cortometrajes, videoensayos, charlas… En torno a 14.000 personas lo visitaron la edición anterior, es decir que es el festival de cine en Madrid que más gente mueve. Y lo hacen para ver alguna de las 110 películas que se proyectan en 17 sedes durante sus 18 días de vida.

Además, LesGaiCineMad preside la red de CineLGBT, la mayor red de festivales LGTBI de los países de habla hispana, que involucra a más de 30 Festivales de Cine en todo el mundo. Iniciativas culturales que reciben apoyo gracias a esta red, para poder llevar adelante sus eventos en lugares como Perú, Bolivia o Colombia, entre muchos otros.

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“The Zanctuary”, cortometraje de la Sección Oficial

De cine palestino a exposiciones fotográficas

“Lo más importante es que no sólo es un evento cinematográfico, sino que vamos abriendo caminos hacia un evento cultural en toda regla”, explica a eldiario.es Gerjo Pérez Meliá, productor del LesGaiCineMad. “El cine es el eje, pero en torno a él hemos articulado una programación de eventos mucho más amplia: tenemos exposiciones de fotografía, talleres, conferencias, mesas redondas, un curso en la Complutense, una master class de Ventura Pons…”.

De las exposiciones cabe destacar Musas de Cabo Verde: un recorrido por el concepto de homosexualidad y transexualidad en las nueve islas del archipiélago africano, donde continúan siendo temas tabú, aunque no se persigan penal ni políticamente como en muchos países del continente.

Tampoco habría que perderse  El Derecho de Voz/s, una iniciativa de la Fundación Círculo de Estudios de Colombia que tiene como objetivo ofrecer tratamiento a las víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano.

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Derecho de Voz/s

Dentro de las salas de cine, LesGaiCineMad tampoco se limita al programa de sus secciones competitivas. La organización del festival se ha hermanado con Kooz, el primer Queer Film Festival palestino, cuyo trabajo se ha dedicado a explorar las producciones LGTBI en la región. Gracias a esta colaboración, se realizará una sesión especial con el objetivo de ir deconstruyendo los estereotipos islamófobos de género y la propaganda israelí, acusada de instrumentalizar los derechos LGTBI para el lavado de imagen de su ocupación de los territorios palestinos. Será el viernes 4 de noviembre en la Universidad Complutense de Madrid.

“Somos un festival nacido de una ONG que trabaja por la igualdad de derechos de la comunidad LGTBI, Fundación Triángulo, así que lógicamente el festival con un marcado carácter social”, explica Pérez Meliá. “Uno de los ejes de nuestro trabajo en la Fundación es la prevención del VIH. Es algo a lo que parece que se le haya perdido el miedo pero creemos que no se le tiene que perder el respeto y hay que seguir hablando de estos temas y ponerlos sobre la mesa”, añade. En esta línea el festival ha organizado DocuVIHvO! y Cine Positivo, una sesión de documentales con el objetivo de visibilizar y normalizar la situación de las personas seropositivas.

“Nunca hemos sido tan ambiciosos. Es una de las ediciones que se ha levantado con menos dinero, y sin embargo, gracias a nuestros voluntarios que han trabajado más que nunca, esto se ha hecho grande”, cuenta Pérez Meliá, que también empezó siendo voluntario para luego convertirse en director del festival, cargo que ahora ocupa Inma Esteban.

Más de veinte años trabajando por la visibilización

El productor del festival denuncia que todas actividades se levantan muchas veces sin el suficiente apoyo institucional.

“El Ayuntamiento de Madrid no nos ha ayudado económicamente: se han cargado la línea de subvenciones y ayudas a festivales este año. No sabemos muy bien qué ha pasado, pero no habrán sabido gestionar correctamente las ayudas y ninguno de los que se montan en Madrid verán un euro este año”, asegura el productor de LesGaiCineMad. “Es increíble porque tenemos dinero de Rivas o de Getafe pero no de Madrid. Eso sí, la Comunidad de Madrid sí que nos apoya, con poco dinero pero lo hacen”.

Una situación que, según cuenta Pérez Meliá, era peor con el anterior gobierno en el Ayuntamiento. La Administración, al igual que actualmente en materia de concursos públicos, seguía un baremo de puntuación según el cual daba una subvención determinada a cada evento. En el caso de un festival se premiaba la difusión de valores, la inclusión y variedad de su público, la programación en varios idiomas etc… “Pero se ve que la anterior alcaldesa (Ana Botella) no pudo soportar que el festival que más puntos y dinero recibiera fuera uno de temática LGTBI, así que puso un límite de 7.500€ como subvención máxima que en la práctica hacía que tanto los que tenían una puntuación bajísima como los que cumplían los más altos objetivos cobraran lo mismo”, cuenta Meliá.

“Jamás pensamos que llegaríamos a durar tanto”, dice cuando se le recuerda que llevan ya más de veinte años visibilizando a la comunidad LGTBI. De la primera edición en el Cine Bogart en el año 1996 hasta hoy ha llovido mucho. “Por entonces pensábamos que esto era una iniciativa transitoria, que ya no iba a ser necesario en cuestión de años”, explica.

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Imagen del cartel de la 21 Edición de LesGaiCineMad

“Estábamos seguros de que en pocos años uno podría ver en el cine las películas que nosotros programábamos y eso significaba que desapareceríamos gustosamente. Sin embargo veinte años más tarde todavía sigue siendo necesario un festival como el nuestro”, sentencia.

El Movimiento Feminista critica la actitud de la Ertzaintza y Policía Municipal tras agresión lesbófoba

El Movimiento Feminista de Gasteiz ha denunciado la agresión lesbófoba sufrida por dos mujeres que fueron expulsadas de un bar por besarse. Una manifestación ha partido a las 20.00 de la Virgen Blanca para terminar frente a dicho local.

El Movimiento Feminista de Gasteiz ha denunciado «la expulsión a empujones», este pasado sábado, de dos mujeres que se besaban de un bar de la capital alavesa por los responsables del establecimiento.

En una rueda de presa, este colectivo ha criticado que quienes expulsaron a las dos mujeres les explicaron que lo hacían porque, al estar besándose, «molestaban». «Nos parece absolutamente inaceptable y lo consideramos una agresión», han añadido.

Según ha precisado, cuando ocurrieron los hechos, las dos expulsadas llamaron a la Policía Municipal, que tan solo les recomendó que lo denunciaran «si lo consideraban necesario». Ambas decidieron interponer denuncia ante la Ertzaintza, pero, según el Movimiento Feminista, «como viene siendo habitual», éstas «recibieron un trato inadecuado, ya que cuestionaron su testimonio y no dieron validez a que hubiesen sido agredidas».

Ante ello, este colectivo ha asegurado que no tolerarán «este tipo de agresiones de odio, que no sólo se han dado en Gasteiz, sino que hace unas semanas también sufrieron dos compañeras en un bar de Bilbo».

«Que dos mujeres se besen debe estar absolutamente normalizado. No somos enfermas, ni molestamos cuando nos visibilizamos. Las agresiones no son únicamente los asesinatos, golpes y violaciones. Recriminar, agredir o no permitir que dos mujeres muestren señas de afectos en un espacio público también son agresiones, ya que atentan directamente contra nuestra libertad y suponen una discriminación por orientación sexual», ha apuntado.

Ya por la tarde se ha llevado a cabo una manifestación que, bajo el lema «Lesbofobiarik ez», ha partido a las 20.00 desde la Virgen Blanca para terminar ante el local denunciado.

Leer las cartas de amor lésbico de Virginia Woolf en tiempos del ‘sexting’

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Virginia Woolf en la película ‘The Hours’

Hay una creencia equivocada de que los demonios internos de Virginia Woolf le impedían sentir placer sexual. Que se obsesionó tanto por buscar la androginia en su obra que repudiaba cualquier alarde de femineidad. Que su torpe gusto al vestir, como ella misma lo definía, era en realidad una manera de reivindicar la represión machista y económica sobre las mujeres de la época.

La escritora británica fue, en efecto, una de las mentes más lúcidas contra la encorsetada herencia victoriana y una firme defensora de que las mujeres firmasen como ellas mismas sin ser catalogadas de literatura ñoña. Pero también sintió deseo, y mucho, por Vita Sackville-West. Soñaba con sus grandes senos y le gustaba verla rebosante de perlas, “como un racimo de uvas”. Admiraba el estilo recargado de Vita porque las burlas hacia su aspecto desaliñado le atormentaban más de lo que estaba dispuesta a admitir, según dice en el cuento Un vestido nuevo.

Son los detalles de una de las mejores y breves historias de amor que nos ha dejado la literatura. Porque su affaire, además de trascender en la vida real, reside en las cartas que ambas se intercambiaron con exquisito lenguaje erótico. Correspondencia que ahora refresca su tinta en el nuevo libro de Pilar Bellver,editado por Dos Bigotes. A Virginia le gustaba Vita habla de la trastienda de sentimientos de aquel romance mientras pendula entre los hechos y la ficción documentada.

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Portada ‘A Virginia le gustaba Vita’

Los comienzos de esta intensa amistad fueron retorcidos, pero los antecedentes no son la prioridad del libro. Bellver prefiere hacernos entender por qué su relación se salía de lo convencional, tanto a nivel sexual como de la misma concepción del amor. Y no solo entre ellas, también hacia sus maridos: Leonard Woolf y Harold Nicolson.

Si Virginia Woolf nos sigue perteneciendo como símbolo es, en cierta manera, gracias a su gusto por escribir cartas. Los biógrafos no han necesitado estrujarse los sesos para adivinar su ideología o preferencias sexuales en su obra, porque ella misma las anunciaba de viva voz.

Lo mismo ocurría con Sackville. Si su mundo interior era una verbena, el que vivieron en alto no se quedaba atrás. Ambas eran populares entre el grupo de Bloomsbury, cultas, protagonistas de anécdotas macarras -Woolf se disfrazó de hombre negro para colarse entre la corte de los príncipes de Abisinia– y estaban locas por el intelecto femenino.

Los lectores que ya conozcan esta aventura sáfica encontrarán en  A Virginia le gustaba Vita la imaginación necesaria para completar ciertas lagunas. Los primerizos tendrán aún más suerte y serán testigos de un mundo privado sin prejuicios homófobos ni ataduras sentimentales. Y para muestra, el primer narrador omnisciente de este affaire lésbico: el hijo de Vita, Nigel Nicolson, que publicó los detalles menos conocidos de la doble vida de su madre en  Retratos de un matrimonio.

Amantes, pero siempre esposas

“Estoy segura de que en todo Londres solo a ti y a mí nos gusta estar casadas”, le escribió Woolf a su amiga en una de sus cartas. Esa sencilla frase representa todo lo que la una esperaba de la otra y también lo que sus maridos esperaban de ambas.

Vita era una aristócrata y lesbiana confesa que se había casado con Harold Nicolson, un diplomático gay con el que encontró el perfecto equilibrio para seguir con sus líos de faldas. Ese nivel de “confianza”, como lo describe su hijo, era fruto de una absoluta noción y respeto por las “diversiones masculinas” de uno y las escapadas mujeriegas de la otra.

El matrimonio Woolf se ceñía un poco más a la moral conservadora del siglo XIX. Leonard parece que llevaba peor la orientación sexual de su mujer, pero sabía que había renunciado a cualquier acercamiento en la alcoba en el momento que dijosí, quiero. Ella se lo había dejado bien claro. Aún así se amaban, se cuidaban -él más por la fragilidad anímica y física de su esposa- y se alimentaban mentalmente. Virginia tampoco se consideraba lesbiana, pero sí que se definió como queer en alguno de sus textos.

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Leonard y Virginia en ‘The hours’

¿Qué se daban Vita y Virginia? La primera estaba prendada de la prosa de Woolf y esa admiración no era mutua, aunque Sackeville era mucho más conocida entre la élite como autora que  La señora Dalloway. De hecho, tras el primer encuentroVirginia no escribió precisamente bondades de su futura amante. “Es recargada, bigotuda, con los colores de un periquito y toda la soltura de la aristocracia, pero sin el genio del artista”.

Y fue precisamente eso último lo que le hizo sucumbir a su arrebato. Sackville presumía de su ascendencia malagueña para ser una depredadora carismática en un mundo de lores ingleses. No había mujer, según dicen, que se resistiese a su conquista y se encaprichó de Virginia desde el principio: “Tú también te rendirías a su encanto y personalidad. La cabeza me da vueltas pensando en ella”, escribió en una carta a su padre. Los dos matrimonios entablaron una relación muy cercana, sobre todo entre las mujeres, y no fue hasta tres años más tarde cuando admitieron su amor.

Devoción antes que pasión

Lo brillante de su relación es que ponían por escrito toda su devoción al mismo tiempo que conocían su fecha de caducidad. Vita y Virginia consumaron ese amor cerca de la famosísima villa de Knole, pero seguían respetando su espacio, esahabitación propia que tanto ansiaba Woolf. Los detalles de aquella fusión apenas se conocen porque Virginia las omitió de su diario por respeto a Leonard y Vita dio menos cuenta de ellas que de sus apasionados encuentros con Violet Trefusis.

“Me gusta su caminar a grandes pasos con sus largas piernas que parecen hayas, una Vita rutilante, rosada, abundosa como un racimo, con perlas por todos lados. Veo una Vita florida, madura, con su abundante pecho: sí, como un gran velero con las velas desplegadas, navegando, mientras que yo me alejo de la costa”- Virginia sobre Vita.

Pero Sackville era de espíritu indomable y solo se casaba con su marido (y porque este toleraba su promiscuidad). Los celos de Virginia por la nueva presa de Vita, la periodista de la BBC Hilda Matheson, resquebrajaron cualquier resto de pasión y aparcaron sus experimentos sexuales. Sin embargo, lograron reponerse a la ira de Eros y no hubo reproche entre ellas, aunque sí mucha pena.

Entre las idas y venidas de Vita, y para aplacar su desasosiego, Virginia escribióOrlando como homenaje y terapia contra unos demonios que le arrastraban cada vez más hacia el río. “Era un himno de gratitud a la felicidad que Vita le había dado. La más larga y hermosa carta de amor jamás escrita”, escribió Nigel Nicolson sobre la novela de 1928. También era un manifiesto hermafrodita contra los roles de género y sus estúpidas leyes hacia las mujeres, como las que impidieron a Vita heredar su villa de Knole.

Pero sobre todo era un canto a la amistad femenina por encima de la lujuria. “Qué placer sería poder tener amistad con mujeres: ¡una relación tan secreta y privada comparada con las relaciones con los hombres!”, había escrito Virginia en uno de sus diarios. Así que hizo frente al dolor y no dejó escapar a Sackville, y eso es más sexy que cualquier relato erótico.

El Obispado de Getafe desahucia a una pareja lesbiana con tres menores

Laura y Aroa ocuparon un piso propiedad de la diócesis tras su primer desahucio. Sin ingresos y con tres niños de 5, 8 y 10 años, se enfrentan al lanzamiento después de que la diócesis rompiera negociaciones con la pareja tras conocer que eran lesbianas, denuncian.

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Laura protesta ante el la Diócesis del Obispado de Getafe contra su desahucio y el de su novia y sus tres hios menores.- SARA DÍAZ

MADRID.- El movimiento contra los desahucios consiguió en 2014 que Laura y Aroa no fueran desahuciadas. No le duró mucho el respiro a esta pareja lesbiana que vive con tres menores a su cargo y sin ningún tipo de ingreso. El mal estado de la vivienda y las presiones por parte de un fondo de inversión al que Bankia había vendido su casa, las obligaron a sacar sus pertenencias y buscarse otro lugar donde vivir.

n esta situación, Aroa y Laura recurrieron a la solución más obvia, rápida y fácil. Una solución a la que están recurriendo cientos de personas en la Comunidad de Madrid y miles en todo el país. Ocuparon una casa deshabitada.

Quiso la casualidad que el piso que escogieron, en la calle Moraleja de Enmedio de Móstoles, al sur de Madrid, fuera propiedad del Obispado de Getafe. Lo único que sabían era que llevaba más de cinco años vacío, según afirman la plataforma antidesahucios de la localidad y las propias afectadas. “Nos enteramos que era del Obispado un día que la Policía vino al bloque por los gritos de unos vecinos. Salí a ver qué pasaba y una vecina le contó a los agentes que estábamos ocupando una casa de la diócesis”, explica Laura. Pocos días después tocaron a su puerta un par de sacerdotes. Les contaron su caso y, según afirman, accedieron a prestarles ayuda.

Una decisión homófoba

“Nos dijeron que prepararían otra casa que tenían, que negociaríamos un alquiler social, que nos iban a ayudar”, relata Laura. Pero el resultado ha sido una sentencia judicial “comunicada in situ” que fija la fecha del desahucio de esta familia para el próximo 19 de octubre. Según las afectadas, la actitud de la diócesis cambió cuando se percató de que eran una pareja homosexual en lugar de hermanas. “Si no, no entiendo por qué al principio sí nos iban a ayudar y luego nos llega una citación judicial de golpe o porrazo”, apunta la afectada.

“La diócesis se niega a negociar un alquiler social argumentando que la vivienda es para personas necesitadas”, explica la Plataforma Stop Desahucios en un comunicado. Al parecer, Laura y Aroa no necesitan nada. Por eso han decidido cometer una ilegalidad y arriesgarse a quedarse sin casa de nuevo, a ser condenadas por un delito de usurpación de inmuebles y multadas con 270 euros. Eso fue lo que dictó el juez en la vista celebrada hace casi un mes, después de que la diócesis cursara la correspondiente solicitud en el juzgado. La pareja ha recurrido el fallo.

Laura y Aroa denuncian un caso de homofobia por parte de la Diócesis de Getafe, que no ha contestado a los repetidos requerimientos de Público. Sin embargo, en declaraciones a la agencia EFE, el canciller de la diócesis aseguró hace escasos días: “No sabíamos que eran lesbianas, no las echamos por su condición sexual, eso es falso”. A diferencia de la versión de Laura, el prelado asegura el piso es “para los sacerdotes que atienden las parroquias”, porque “según van cambiando los párrocos de la zona utilizan ese piso”.

Más tiempo

“Lo único que pedimos es un poco de tiempo para encontrar una solución”, asegura Laura. Tras mucho tiempo en el paro, hace una semana empezó a trabajar en el comedor de un colegio. “Nada del otro mundo, un contrato a tiempo parcial que no llega ni para un alquiler de 500 euros”, dice. Por eso necesita un alquiler social. El viernes, junto a vecinos y activistas, se plantó en la puerta del Obispado, en Getafe “para intentar que alguien diera la cara y nos escucharan”. Fue en vano.

El próximo miércoles, si la diócesis no cambia su postura, Laura y Aroa, junto a sus hijos de 5, 8 y 10 años, volverán a repetir la escena de hace dos años. Sacarán sus cosas embaladas al portal mientras vecinos y activistas por el derecho a la vivienda claman contra su desahucio. Uno más en un país con tres millones de viviendas vacías, según denunció Amnistía Internacional en 2015. “No tengo en la cabeza marcharme. Tengo tres hijos que no sé a dónde voy a llevar. No tenemos familiares en Madrid. No sé dónde dejar las pocas cosas que tengo empaquetadas y, encima, tengo un puesto de trabajo al que no puedo faltar”, lamenta. “De aquí no nos vamos hasta que haya solución”, zanja.

Dos monjas dejan los hábitos para casarse entre ellas

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“Dios quiere personas felices, que vivan el amor a la luz del sol”. Así defienden su decisión Isabel y Federica, que han dejado los hábitos de monjas para casarse. Han dedicado la vida a los demás, pero hace tres años se conocieron durante un viaje pastoral y saltaron las chispas. El próximo jueves se daran el ‘sí quiero’ en un pequeño pueblo italiano de Turín, que nunca ha vivido una boda entre personas del mismo sexo.

Federica, italiana de 44 años, licenciada en Filosofía ha advertido a los medios, que “salimos del convento, pero no dejamos la Iglesia y no olvidamos la fe”.

La historia de estas dos mujeres ha saltado a los medios italianos que cuentan de la timidez y la fortaleza para enfrentar una decisión tan importante.

Ambas tuvieron que realizar los trámites en el Vaticano para dejar los hábitos de monja, a lo que se dedicaron desde muy jóvenes, según la Stampa.

El alcalde de Pinerolo, en Turín, oficiará la boda por lo civil, pero después un cura excomulgado por su apoyo a los matrimonios homosexuales realizará una ceremonia religiosa.

Este exsacerdote habla de la fe de ambas mujeres, que después de tres años, “han tomado una decisión con coraje, sabiendo que no será muy apoyadas”.

Dentro del convento, explica el padre excomulgado Franco Barbero, “han sido criticadas, pero también apoyadas por algunas hermanas”.

“Se enamoraron como todas las personas en el mundo. Conociéndose lentamente y descubriendo un sentimiento profundo”.

Las novias -dice Barbero- han pedido el anonimato. “No queremos convertirnos en famosas, solo vivir serenamente juntas y encontrar un trabajo”.

El excura, además, dice que esta no es la primera boda entre dos exmonjas que oficia.

El Ayuntamiento de Bilbao condena la agresión lesbófoba de Iturribide y ofrece ayuda

Pone a disposición de las afectadas los servicios municipales de atención psicológica y asesoramiento jurídico. El Consistorio se compromete a acudir en todos los actos de repulsa convocados

El Ayuntamiento de Bilbao ha condenado y expresado su «más profunda indignación» por la agresión lesbófoba ocurrida el pasado sábado en esta ciudad y ha puesto a disposición de las afectadas en este caso, y en otros, los servicios municipales de atención psicológica y asesoramiento jurídico.

El pasado sábado, un hombre agredió a dos mujeres cuando se besaban en la calle Iturribide. Esta agresión se produjo horas después de que tuviera lugar un acto de protesta para denunciar un presunto caso de «discriminación» ocurrido el jueves anterior en un bar de la capital vizcaína. Alí, dos mujeres fueron «invitadas» a salir, precisamente «por estar besándose».

Tras estas agresiones, el consistorio ha difundido hoy una declaración suscrita por todos los grupos municipales en la que afirma que «se trata de un delito que supone un atentado a la integridad física y moral, y una grave e intolerable vulneración de todos los derechos humanos». El Ayuntamiento participará en todos los actos de repulsa que se convoquen y anima, a su vez, a la ciudadanía a que también secunde las protestas; tanto la propia sociedad como las instituciones, recalca, tienen la responsabilidad de promover cambios sociales para hacer efectivo el reconocimiento del derecho a la igualdad, el respeto y la libertad en la orientación sexual.

Tras comprometerse a trabajar con ese objetivo, el Ayuntamiento expresa también su reconocimiento a las organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos de las personas que integran el colectivo LGTBI.