Cómo se consiguió el matrimonio gay

Zerolo abraza a un compañero a las puertas del Congreso tras la aprobación de la ley el 30 de junio de 2005

Zerolo abraza a un compañero a las puertas del Congreso tras la aprobación de la ley el 30 de junio de 2005. / ULY MARTÍN

En diciembre de 2002, Pedro Zerolo dio una entrevista a EL PAÍScon motivo de su reelección como presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Al acabar la exhaustiva conversación –dos horas de grabación; Zerolo siempre fue un chorro de ideas- llevó al periodista hasta una mesa de trabajo en su despacho de abogados del paseo de Rosales de Madrid. Sobre ella, desparramados, decenas de folios, impresiones del BOE y fotocopias de códigos marcados y subrayados. En el off the record(las declaraciones que se hacen pactando que no se van a publicar), Zerolo, orgulloso, explicó aquellos papeles: “Son el futuro. Las más de 60 leyes que estamos revisando para cuando se apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo”.

No dijo “si se aprueba”. No hubo condicional. Lo expresó como una certeza. Y una novedad. El activismo LGTB vivía tiempos convulsos. No hacía tanto, recuerda Miguel Ángel Fernández, entonces miembro de grupo LGTB del PSOE y secretario del Colectivo Lambda de Valencia, y posteriormente coordinador de la secretaría de Movimientos Sociales del PSOE cuando la dirigió Zerolo, que el objetivo más realista del movimiento era conseguir una ley de parejas de hecho que reconociera derechos básicos (herencia, pensión, acceso a la sanidad) a las uniones del mismo sexo.

El 22 de octubre de 1994 el colectivo Lambda hizo su primer Congreso

El 22 de octubre de 1994 el colectivo Lambda hizo su primer Congreso. / CARLES FRANCESC

Era el camino que se ofrecía entonces. Cataluña había aprobado suley de parejas en 1998, y después llegaron las de Aragón, Navarra, País Vasco, y hasta comunidades gobernadas por el PP, como la valenciana y Madrid, hicieron las suyas. Además, en 1999 Franciaaprobó su contrato de unión civil (PACS), poniendo las bases de lo que todos los participantes en esta historia no dudan en calificar ahora como “un matrimonio de segunda”, pero que, a principios de este siglo, parecía un avance enorme. “En 1991 y 1992, cuando empezamos a militar, bromeábamos sobre que nuestros hijos o, más probablemente, nuestros nietos, verían la legalización del matrimonio igualitario”, dice Toni Poveda, expresidente de la FELGTB.

Los últimos años del siglo XX apuntaban a que, después de siglos discriminados, gais y lesbianas se conformarían con una ley de parejas. De hecho, como recuerda Fernández, en 1997 y 1998 hubo dos manifestaciones en Madrid –“eran en febrero y pasábamos mucho frío”- pidiendo esa ley. No fueron tan multitudinarias como las del Orgullo, que desde 1995 a 2000 habían pasado de la pequeña marcha de decenas de activistas a congregar a miles de personas (ya se hablaba de 500.000 o más), pero sí fueron significativas.

Fin de semana del Orgullo Gay en Madrid en 2005

Fin de semana del Orgullo Gay en Madrid en 2005. / CLAUDIO ÁLVAREZ

Aquella reclamación tuvo su reflejo en las Cortes. Hasta cinco propuestas se presentaron durante las legislaturas de mayoría del Partido Popular (1996-2004), y el propio partido que dirigía José María Aznar llevó la suya en 1997,que no se llegó a votar. Fue la punta del iceberg de un interés del PP por orillar un problema que crecía por momentos, y que causaba una profunda división entre sus votantes y diputados. El veterano activista Jordi Petit, de la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya y ex secretario general de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gais (ILGA), relata cómo fue llamado dos veces a La Moncloa, sede de la presidencia del Gobierno, una durante cada una de las dos legislaturas de Aznar. “Fueron encuentros muy discretos, sin ninguna publicidad. Me llamaron para intercambiar opiniones, y ni me pagaron el tren”, recuerda. Él mismo, a través de aquellos encuentros, refleja el cambio de las aspiraciones de la población LGTB. “En el primer encuentro con los asesores de Aznar, pedimos una ley de parejas estatal que reconociera las relaciones de afectividad análogas a la del matrimonio con independencia de su orientación sexual”, recuerda Petit. Aquella fórmula, la de “relación análoga al matrimonio”, había sido acuñada por una abogada, María José Valera, que consiguió por primera vez que se indemnizara como si fuera el viudo a la pareja masculina de un hombre muerto en accidente de tráfico, cuenta Petit. “Más tarde se usó en la ley de arrendamientos urbanos de 1992”, y se mantuvo después.

Pero el propio Petit admite que cuando en la segunda legislatura (2000-2004) le volvieron a llamar, ya la coordinadora catalana había decidido que “no aceptaría leyes gueto”. “Teníamos claro que no entraríamos en una ley de segunda”. La calle ya pedía el matrimonio sin ambages, y que el PP al final no hiciera nada al respecto “fue una suerte”, reflexiona ahora Petit. “No queríamos un sucedáneo, tenía que ser matrimonio sí o sí. Algunos decían que el matrimonio no iba a salir jamás, pero luego se vio que el PACS francés fue un tapón que no reconocía la afectividad y era solo un contrato que, además, dejaba fuera aspectos como la posibilidad de adquirir la nacionalidad de la pareja o la adopción, y han tardado 15 años en regular el matrimonio igualitario”, añade.

Con ese bagaje, el congreso de la FELGTB de 2002 fue una “refundación orientada a la lucha por el matrimonio”, afirma Beatriz Gimeno, quien era presidenta de la asociación cuando se aprobó la ley. Pero hicieron falta una serie de cambios para que esa meta se viera con realismo.

Mendiluce (d), Beatriz Gimeno, Inés Sabanés, Pedro Zerolo y Trinidad Jiménez poco antes de la inauguración del II Congreso de la Federacion Estatal de Gays y Lesbianas, que se celebra en Madrid en 2002

Mendiluce (d), Beatriz Gimeno, Inés Sabanés, Pedro Zerolo y Trinidad Jiménez poco antes de la inauguración del II Congreso de la Federacion Estatal de Gays y Lesbianas, que se celebra en Madrid en 2002. / EFE

El primero fue la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2000en el congreso del PSOE que le nombró secretario general. El expresidente tuvo una madrina en Trinidad Jiménez, la misma que ofreció a Zerolo ir en su lista para el Ayuntamiento de Madrid en 2003, con lo que dio el salto desde el activismo en los movimientos sociales al de la política formal. “Le presenté a Zapatero a raíz de su entrada en el Ayuntamiento. No cabe duda de que Pedro era muy simpático y tenía mucho liderazgo. Le nombré portavoz de Medio Ambiente para que se construyera un perfil más allá del activismo LGTB, pero él nunca renunció a él. Zerolo participó mucho en la campaña, y, cuando Zapatero le conoció, quedó convencido”.

Nadie duda de aquel flechazo –el propio Zapatero ha admitido queaceptó la necesidad de esa ley por Zerolo-, pero no todo fue cuestión de simpatía. Gimeno cuenta que “al poco de ganar Zapatero el congreso”, fueron convocados a Ferraz, la sede del PSOE en Madrid. “Lo difícil fue convencerle de que pasara de una ley de parejas a la de matrimonio. Cuando nos vimos con él en un sótano de Ferraz al poco de ser elegido, gracias a Leire Pajín, en aquel momento secretaria de Movimientos Sociales del partido, no lo tenía muy claro. Pero hablamos mucho y él dijo que le habíamos convencido y que lo iba a meter en el programa”. Gimeno, que es actualmente diputada autonómica en Madrid, elegida en las listas de Podemos, cree que, en parte, fue relativamente fácil ganar su apoyo “porque nadie pensaba que fuera a ganar” en las próximas elecciones. “Pero una vez metido en el programa él se lo creyó, y nunca más temí por el proceso”, afirma. Jiménez va más allá en la importancia de que Zapatero estuviera convencido: “Con otros líderes del PSOE de entonces la ley no habría salido”, asegura.

Aquel apoyo político fue reforzado con el de otros partidos de izquierda, como IU. “A ellos también tuvimos que convencerles. Su reparo era que decían que casarse era conservador. En una reunión, una diputada me preguntó muy agresiva que por qué queríamos casarnos. Tuve que contestarle que ella se había casado ya tres veces”, cuenta Gimeno.

La lucha en los despachos no les hizo perder la de la calle. En octubre de 2003 los activistas escenificaron su apuesta y acudieron a los registros civiles de Madrid y Valencia a pedir casarse. Contaban con el rechazo, afirman Poveda y Fernández, pero aquella protesta fijó el objetivo. Y, también, dejó dos fotos simbólicas de los protagonistas símbolo de ese cambio. En Madrid, Zerolo, su novio, Jesús Santos, y la pareja formada por Gimeno y Boti García llevaron como testigos a las portavoces del PSOE, Trinidad Jiménez, y de IU, Inés Sabanés. En Valencia, a Fernández y Poveda les acompañaron Carmen Montón (PSOE) y el portavoz de L’Entesa en las Cortes Valencianas, Ramón Cardona.

Boti García (3d) y Zerolo con sus parejas junto a Trinidad Jiménez el 22 de octubre de 2003.

Boti García (3d) y Zerolo con sus parejas junto a Trinidad Jiménez el 22 de octubre de 2003.

“Eso fue antes de que fuera diputada nacional”, comenta Montón. Ella formó parte de “una casualidad” que, cuando el PSOE ganó las elecciones de 2004, llevó a buen término la promesa del programa electoral de modificar el Código Civil “a fin de posibilitar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el ejercicio de cuantos derechos conlleva, en igualdad de condiciones con otras formas de matrimonio, para asegurar la plena equiparación legal y social de lesbianas y gais”.

Montón –“una joven de 29 años sin conocimientos jurídicos”, como ella misma se define- se hizo cargo de la portavocía en la Comisión de Igualdad, y Zerolo de la secretaría de Movimientos Sociales en la ejecutiva del PSOE. “Yo era muy atrevida. Convencimos al portavoz del grupo, que era Alfredo Pérez-Rubalcaba, para presentar una proposición no de ley por parte del grupo parlamentario. Bono expresó dudas respecto a la adopción, pero luego nos apoyó”, cuenta. Fernández afirma que fue el propio Zerolo quien pidió a Rubalcaba y a Zapatero ese nombramiento para una diputada joven que se estrenaba esa legislatura, porque quería tener una aliada. Aun así, convencer a los diputados no fue fácil. “No hubo una guerra, pero sí tuvimos que ir uno a uno. Y no solo con los del PSOE; también queríamos que se unieran los de IU, ERC, PNV, CiU. Que fuera todo el mundo a excepción del PP, que sabíamos que se iba a negar”, añade. “Cuando fui a la Comisión de Justicia, hubo muchas preguntas sobre la adopción. Se esgrimieron estudios que eran falsos. Fue como estar ante un tribunal”, afirma.

Los cinco presidentes del colectivo Lambda de lesbianas, gays y transexuales

Los cinco presidentes del colectivo Lambda de lesbianas, gays y transexuales. De izquierda a derecha: Ximo Cádiz, Miguel Ángel Fernández, Antonio Poveda, Rubén Sancho y Fernando Lumbreras el 4 de febrero de 2005. / SANTIAGO CARREGUI

Aquellos meses crearon “un fuerte vínculo en un pequeño grupo”, dice la diputada: Zerolo, Gimeno, Poveda, Fernández, ella misma… “Era un proyecto muy bonito del que nacieron alianzas indestructibles. Nos llamábamos todos los días, comentando lo que había pasado, preparando argumentarios, adaptándolos”, dice. “Aprendimos mucho”, afirma Poveda. “Por ejemplo, a referirnos a la jerarquía católica, y no a la Iglesia católica, porque teníamos el apoyo de muchas agrupaciones de base y queríamos marcar la diferencia. También que había que contestar con serenidad, sin agresividad”, cuenta.

En aquella lucha política y mediática, contaron con muchos otros cómplices. Fernández recuerda a Ximo Cádiz, que fue secretario de la FELGTB, “y una máquina haciendo argumentarios”. Gimeno menciona el papel de Javier Gómez, entonces tesorero de la FELGTB y militante reconocido del PP (su boda con el abogado Manuel Ródenas fue la única gay que celebró Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde de Madrid). “Él nos contaba lo que pasaba en el partido, y así íbamos preparados”, relata. Precisamente por Gómez y los encuentros personales, Giménez se dio cuenta de que “no todo el PP estaba contra la ley. Muchos tenían hermanos, hijos, amigos, gais o lesbianas, y cuando los veías te decían: ‘Ánimo, lo vais a conseguir”. Aquella división se mantuvo hasta el día de la votación de la ley. Con las invitaciones de los parlamentarios de izquierda agotadas, hubo gais que obtuvieron invitaciones de diputados del PP para asistir a la sesión, aunque los invitadores iban a votar que no.

Poveda añade a la lista de aliados fundamentales a Pilar Blanco Morales, directora de Registros y Notariado, “que sacaba argumentos propios que ni nosotros habíamos previsto, como hizo en un debate con Benigno Blanco, del Foro de la Familia”.

Manifestación contra la legalización de matrimonio homosexual convocada por el Foro de la Familia el 18 de junio de 2005

Manifestación contra la legalización de matrimonio homosexual convocada por el Foro de la Familia el 18 de junio de 2005 bajo el lema “La familia sí importa. Por el derecho a una madre y un padre. Por la libertad”. Marcha que contó con el apoyo del Partido Popular y de la Conferencia Episcopal Española. / BERNARDO PÉREZ

El trámite fue relativamente rápido –lógico si se tiene en cuenta el trabajo previo-, y tuvo una fuerte oposición en las Cámaras y en la calle. El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto el 1 de octubre de 2004 y el Congreso votó la ley el 30 de junio de 2005. Pero, en medio, los obispos, parte del PP y organizaciones como el Foro de la Familia convocaron una manifestación el 18 de junio como último recurso de protesta. Fue muy numerosa, pero no torció la voluntad del Gobierno. “Aquella vez vi a Zerolo triste. Costaba ver tanto odio”, recuerda Fernández. Doce días después, la ley salió adelante con 187 votos: los de PSOE, ERC, Izquierda Verde, PNV, BNG, CC, CHA y los diputados de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) Carles Campuzano y Mercè Pigem. Celia Villalobos, del PP, también votó a favor. Se abstuvieron los otros cuatro diputados de CDC, y votaron en contra el PP y los diputados de Unió Democràtica de Catalunya (147 votos en total).

Rouca Varela en la manifestación convocada por el Foro de la Familia contra el matrimonio igualitario en junio de 2005

Rouco Varela en la manifestación convocada por el Foro de la Familia contra el matrimonio igualitario en junio de 2005. / LUIS MAGÁN

Parte de los populares no se resignó, y presentaron un recurso de anticonstitucionalidad. En noviembre de 2012, el tribunal avaló la ley. 31.610 matrimonios después (datos hasta 2014, los últimos que da el INE), de los que el 39% son de mujeres, la normalidad legal de estas parejas es el fruto de toda aquella frenética actividad.

Nos mostramos con orgullo

COGAM (COLECTIVO DE LESBIANAS, GAIS, TRANSEXUALES Y BISEXUALES DE MADRID)

Con motivo del día del Orgullo, el Cogam redacta un manifiesto que recuerda el décimo aniversario de la ley de matrimonio homosexual, el pasado, el presente y el futuro que todavía está por llegar.

Un 28 de junio, arrancó en las calles del Greenwich Village de Nueva York un nuevo grito histórico por la dignidad humana y hoy, 48 años después, volvemos a unirnos con una sola voz para reivindicar que la igualdad no sea sólo formal sino que se convierta en igualdad real.

En España esta manifestación comenzó en Barcelona y ya son varios años los que llevamos reivindicando igualdad, dignidad, respeto, inclusión, diversidad y aunque debemos estar contentos de lo conseguido, el camino no ha sido fácil.

Un camino de obstáculos es difícil de completar pero cuando lo terminas y miras atrás te sientes orgulloso. En muchos momentos de nuestra reciente democracia el Gobierno ha mirado hacia otro lado, nos ha dado la espalda, ha obviado el camino de la igualdad. Pero en otros, España ha sido de los primeros. Este año celebramos el décimo aniversario de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, ley que marcó el gobierno de Zapatero y nos puso a la cabeza en materia de igualdad.

Este año, orgullosos, reivindicaremos Leyes por la Igualdad Real, ¡YA!. Leyes que hagan de esta sociedad un lugar mejor donde vivir, porque un país diverso es un país que merece la pena. La igualdad es el camino correcto, la no discriminación es la medida para hacer un país inclusivo y pacífico.

Por ello, por quienes no pueden vivir como son, reivindicamos que el gobierno tenga muy en cuenta a la población LGTB+ en los protocolos de asilo. Solicitamos una ley básica que aborde de manera integral las necesidades del colectivo transexual, una ley de igualdad de trato y contra la discriminación; en el terreno educativo es esencial aprobar un conjunto de normas que fomenten el respeto a la diversidad sexual en las aulas, un conjunto de leyes que nos permitan formar una familia, criar y educar a nuestros hijos en igualdad y, entre otras, también consideramos necesario un pacto social contra el estima y la discriminación por VIH/sida.

La diversidad en su propia definición es inclusiva y por eso vamos de la mano en nuestra lucha con la población inmigrante, con el pueblo gitano, con las personas con discapacidad… Con todos y todas que de un modo u otro sufren discriminación por su diferencia, que es precisamente lo que nos hace grandes e iguales. Seguiremos siendo activistas, peleando por una sociedad que nos trate a todos por igual, una sociedad más justa en la que poder vivir.

Esto es lo por lo que lucharemos y no pararemos hasta conseguirlo porque si algo hemos aprendido de nuestro querido presidente Pedro Zerolo, es que merece la pena pelear para que todos los españoles se puedan sentir orgullosos por convivir en igualdad.

Junta Directiva de COGAM, Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid

El mundo sale del armario en Madrid

El nigeriano Osmond Ayo, quien tras huir de su país por su orientación sexual ha rehecho su vida en Madrid

El nigeriano Osmond Ayo, quien tras huir de su país por su orientación sexual ha rehecho su vida en Madrid. / JAIME VILLANUEVA

Fady, un sirio de 34 años con estrés postraumático, tardó dos meses en recuperarse de la paliza que dos dos sicarios contratados por su familia le dieron por ser homosexual. “Todavía estaba ingresado en el hospital cuando recibí una llamada de mi padre. Me dijo que lo que había pasado era un aviso. ‘O cambias o a la próxima te mato”, cuenta Fady, que huyó de su país hace casi cuatro años y rehizo su vida en Madrid. El Gobierno le acaba de conceder asilo político.

“España, y dentro de ella Madrid, se ha convertido en centro receptor depersonas LGTB [lesbianas, gais, bisexuales y transexuales] de todas partes del mundo, quienes debido a la situación en la que viven en sus países, en los que existe persecución legal y social, sobre todo en África y Oriente Próximo, se han visto obligadas a desplazarse y, en ocasiones, a huir”, explica Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. En 13 años, este centro ha atendido a 10.852 personas, el 17% extranjeros. Muchos, solicitantes de asilo.

La legalización hace diez años del matrimonio entre personas del mismo sexo ha convertido, sobre todo a la capital y a otras grandes ciudades como Barcelona, en una especie de paraíso terrenal de los homosexuales oprimidos del otro lado del Mediterráneo, pero también de América Latina. Chueca es la utopía posible para los perseguidos en aquellas sociedades donde ser gay, lesbiana o transexual es una enfermedad, un pecado o una abominación del diablo.

La familia de Ejid Yetene, del Congo, le torturó por ser gay

La familia de Ejid Yetene, del Congo, le torturó por ser gay. / JAIME VILLANUEVA

Ejid Yetene, un congoleño de 26 años, continúa a la espera de ser reconocido como refugiado político, y eso que lleva siete años en Madrid. “Mi padre me torturaba: primero me pegaba con el cinturón mientras me decía que iba contra la ley de Dios, que era un seguidor de Satanás porque me gustaban otros chicos… Yo he tenido suerte. Muchos de los que conocí no lo pueden contar, como Denzu y Allain, dos amigos que desaparecieron. ¡Sin más! ¿Quién va a investigar el envenenamiento o crimen de un gay en África?”, plantea mientras toma una naranjada en la plaza de Chueca, epicentro del movimiento LGTB de España. “¡Flipé la primera vez que vi el Orgullo! ¿En África? ¡Impensable, olvídate!”, ríe.

A lo largo de la conversación, Yetene intercala la pasión que todos los africanos sienten por el fútbol y, también en su caso, por la música, del rap al hip hop. Es así, relajado, cuando se atreve a enfrentarse a las pesadillas que aún le atormentan. “Lo peor era cuando mi padre me untaba con un picante rojo por todo el cuerpo. Lo machacaba y me lo extendía por todos lados: por el pene, por el ano… Me decía que era un remedio tradicional para curarme, mientras yo me retorcía de lo que picaba. ¡Dolía! Me lo hizo entre ocho y diez veces, sin que los policías y militares que lo veían dijeran nada”, relata Yetene.

Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid.

Manuel Ródenas, director del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. / JAIME VILLANUEVA

Pese a sentirse “libre” y como en casa en Madrid, pide que le fotografíen de espaldas. Que no le reconozcan. “La comunidad africana en España sigue siendo muy conservadora. El mensaje de las iglesias evangélicas no tiene que ver con la actitud del nuevo Papa. Por no hablar del wahabismo, la visión rigorista del Islam. Un gay es la encarnación del mal. El pecado hecho carne”, advierte Ródenas. Con un añadido: si los gais lo tienen mal para salir del armario, ser mujer y lesbiana en África u Oriente Próximo es anatema.

Osmond Ayo, nigeriano de 38 años, fue activista en su país, que aplica la sharía en el norte, donde ser gay se paga con la muerte. Por llevar una pulsera arcoíris, el símbolo universal LGTB, Ayo estuvo siete meses en la cárcel. Una turba estuvo a punto de lincharlo cuando la mujer que su familia eligió como esposa le pilló en la cama con su novio. Ayo pagó 500 dólares en 2008 a un amigo de la infancia, “de una mafia”, para que le colase de polizón en un carguero. “Me engañó. Creía que iría a Canadá y aparecí en Barcelona, sin hablar palabra de español”, cuenta, mientras narra cómo, por azares del destino, se terminó instalando en Leganés.

Ayo tuvo un papel destacado en la fiesta del Orgullo de 2014 de Madrid. “Me manifesté por la gente que no se puede manifestar en sus países. Por ejemplo, en Nigeria, donde en la zona cristiana te pueden caer 14 años porque te guste la gente de tu mismo sexo, y diez si formas parte de una organización o si no delatas a alguien por su condición sexual… En mi país casi me mataron y en España me han aceptado. Estoy orgulloso de ser lo que soy”, expone. “Madrid es una ciudad abierta, nada que ver con mi tierra”, dice Karim, marroquí de Tetuán de 40 años. Ser homosexual también es un delito en su país. “No tengo pluma, y lo he llevado tan en secreto que mi familia no lo sabe. Mejor. No lo entenderían”, añade. Karim culpa a la religión y a la cultura.

La felicidad de Ayo no es plena. Sigue aguardando a que España le dé asilo. El sirio Fady, cuya vida cambió cuando se negó al matrimonio concertado que su familia había decidido —“intenté que me gustaran las mujeres, pero no”—, ha tenido más suerte. Pero sigue necesitando pastillas para dormir “cinco horas si se da bien la noche”. Cuando no, repasa las veces que sus padres le daban de comer aparte para que no se acercara a sus hermanos. “Comía solo, cenaba solo… No fuera a ser que los contagiara”, lamenta.

Mapa mundial de la homofobia

  • Pena de muerte: Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Sudán, Yemen, los estados del norte de Nigeria, de mayoría musulmana, que aplican lasharía, y el sur de Somalia.
  • De 14 años de prisión a cadena perpetua: Antigua y Barbuda, Bangladesh, Barbados, Guayana, Malasia, Pakistán, Sierra Leona, Sri Lanka, Tanzania, Trinidad y Tobago, Uganda y Zambia.
  • Hasta 14 años de prisión: Angola, Argelia, Belice, Botswana, Bután, Camerún, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Etiopía, Gambia, Gaza, Ghana, Guinea Conakry, India, Jamaica, Kenia, Kuwait, Líbano, Liberia, Malawi, Marruecos, Mozambique, Myanmar, Nigeria, Omán, Papúa Nueva Guinea, Qatar, República Central Africana, Senegal, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Togo, Túnez, Turkmenistán, Uzbekistán y Zimbabue. Además hay una docena de estados isleños del Caribe y del Pacífico.
  • Limbo legal: Las legislaciones de Afganistán, Lesotho, Namibia y Swazilanda no especifican el tiempo en prisión. En Egipto, Libia y Rusia la legislación no es “específicamente homófoba” según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero (ILGA, en su acrónimo en inglés). En el caso de Rusia, se restringe la libertad de expresión y de asociación.

MADRID:El Orgullo saca pecho

Imagen del desfile del Orgullo de una edición pasada

Imagen del desfile del Orgullo de una edición pasada. ALBERTO DI LOLLI

Madrid se vuelve, de hoy al domingo, más policromático, más abierto y jaranero -si es que cabe- con motivo del Orgullo 2015. En un marco de guirnalda, beso y sarao, este año las fiestas LGTB [de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales] conquistarán el centro más oficiales que nunca gracias a los guiños inéditos que han recibido de las administraciones públicas: su bandera ya pende del Ayuntamiento y la Comunidad, y, además, Telemadrid retransmitirá la marcha del Orgullo por primera vez y en directo. También el reciente fallecimiento de Pedro Zerolo, icono madrileño de las libertades sexuales a fuerza de rizo y perseverancia, ha levantado la losa del apoyo político y social a la causa, coincidiendo con el décimo aniversario del matrimonio gay en España.

La movida arcoírica se derramará hasta en siete espacios diferentes: las plazas de Chueca, Rey, Callao, Santa María Soledad Torres Acosta -más conocida como Plaza de la Luna-, las calles Pelayo y Goya -con su escenario Shangay Platea- aliñarán un evento que tocará techo en forma de sábado manifestante. El recorrido de la marcha partirá de la Glorieta del Emperador Carlos V a las 18.00 h. para clausurar en la Plaza de Colón.

Miércoles 1

Pregón. Esta tarde a las 20.00 h., la Plexy, drag hostess[transformista y anfitriona] de la célebre sala Black&White del barrio gay, descorchará el festejo en la Plaza de Chueca seguida de cerca por el pregón inaugural, del que este año se encargarán el cineasta Alejandro Amenábar y la actriz Cayetana Guillén Cuervo. También habrá tiempo, en el mismo acto, para el lado más cultural del Orgullo, los premios Muestra-t, en los que se presentará una cuidada selección de propuestas artísticas, escénicas, musicales y literarias.

Coro de Hombres Gays. En la Plaza del Rey, a las 21.00 h., destaca la actuación del Coro de Hombres Gays de Madrid. Después de dos rebosantes funciones en Gran Vía, los 70 coristas vuelven al festival con su espectáculo ‘Qué movida’ acompañados por la cantante Roko. A las 22.15 h., también el cantautor Pol 3.14 pondrá su granito de arena a la celebración.

Marta Sánchez. El escenario Shangay Platea (c/ Goya 5-7), con entrada libre hasta completar aforo, tomará el guateque ya a las 21.00 h con Jay Galiano para cerrarlo con Dj’s de MADO [Madrid Orgullo], no sin antes aplaudir a una de las diosas platino del movimiento: Marta Sánchez, a las 23.00 h.

Jueves 2

Carrera de tacones. La calle Pelayo ofrecerá, a las 18.00 h., su tradicional y divertida carrera de tacones, presentada esta vez por Chumina Power y con 500 euros en premios.

Actuaciones a elegir. El jueves habrá conciertos en la Plaza del Rey desde las 19.30 h a las 22.50 h.: Tina Lady, Pussyfat Dolls, Calvario x-treme dance, Julián Bravo y Travela Vargas, entre otros. Simultáneamente, la Plaza de Callao se convertirá, desde las 19.25 h., en un núcleo de música ininterrumpida con la morbosa actuación de Leticia Sabater (a las 22.30 h.) y el cierre de Yurena (a las 22.45 h.) También la Plaza Santa María Soledad Torres Acost prestará una completa sesión musical de 21.00 h. a 23.00 h., con actuaciones de Barei o Los Luque.

Visita guiada. Tanto el jueves como el viernes, a las 11.00 h., el ‘fenómeno Chueca’ abrirá sus secretos al público en forma de visita guiada. A partir de la historia del barrio, se explicará cómo se ha ido convirtiendo en una de las zonas LGTB más representativas del mundo. La visita se desarrollará en español y tendrá como punto de encuentro la Plaza de Chueca.

Viernes 3

The Pride’s Queen. Será en la Plaza del Rey, a las 20.00 h., donde se inicie la búsqueda -que durará todo el año- de la reina del Orgullo 2016. Las actuaciones de las mejores travestis de Chueca aderezarán el concurso inédito de las fiestas.

VIII Gala Mr. Gay Pride España 2015. Y del nuevo concurso pasamos al clásico que no falla. En la Plaza de Callao, a las 21.30 h., se celebrará la octava edición del certamen nacional Mr. Gay Pride, presentado por Topacio Fresh y Cesar Heinrich , con las actuaciones de Ylenia, Natalia, Vanesa Klein, Rebeca y Amistades Peligrosas.

Música. En la Plaza del Rey destacan los espectáculos de Joe Crepúsculo (22.15 h.) y Que trabaje Rita (00.15 h.). La Plaza Santa María Soledad Torres Acosta brindará conciertos desde las 20.00 h. a las 02.30 h. -Danny Leiva y Jon Allende entre los protagonistas de la velada-. Ya las 01:00 h. en la Plaza de Callao, el aguardado despliegue del cantante británico Rick Astley.

Sábado 4

Chuecakids. Sábado y domingo, de 12.00 h. a 18.00 h., Chueca propone también actividades para los más pequeños: conciertos, talleres de arquitectura, gastronomía y tecnología, juegos, pintacaras y hasta un piano gigante.

Conciertos. Mariquita Pop, la fiesta de Ponte Chueca Radio, dará guerra en la Plaza de Callao desde las 19.40 h. a las 21.50 h., trufada con la actuación de Malena Gracia. Para no perder el hilo, a las 22.00 h., dará comienzo la fiesta de Delirio Dance Club y, a las 00.00h., la representante de Eurovisión 2015, Edurne, pondrá el broche al encuentro. Pero el acontecimiento más excitante en el contexto de las fiestas LGTB a nivel mundial parece ser ‘We are family, by Marta, Cariño!’, que cerrará el telón en la Plaza de la Luna a la 01.00h.

Marcha Orgullo. Se esperan más de 1.500.000 personas bajo el lema ‘Leyes por la igualdad real ya’ en la marcha más flamante de Europa, que comienza en Atocha y finaliza en Colón. La Gran Vía se cortará desde las 20:00 h. a las 06:00 h. y el tráfico habitual de 38 líneas diurnas se verá afectado. También las nocturnas modificarán sus cabeceras desde el comienzo del servicio hasta la 01:30 h.

Domingo 5

Clausura. Aún colearán conciertos en la Plaza de la Luna (de 20:00 h. a 22:00 h.) y en la del Rey (hasta las 22:45 h.)

@lorenagm7

Radiografía del matrimonio gay diez años después

Emilio Menéndez y Carlos Baturín, el matrimonio que protagonizó la primera boda homosexual en España

Emilio Menéndez y Carlos Baturín, el matrimonio que protagonizó la primera boda homosexual en España. / Archivo

«Es una victoria para Estados Unidos». Esta frase grandilocuente bien podría haber sido pronunciada por cualquier portavoz de la poderosa Unión estadounidense para la Defensa de las Libertades (ACLU, en sus siglas en inglés). Pero no fue así. Son palabras de Barack Obama, el presidente de Estados Unidos que el viernes se mostró feliz porque la Corte Suprema había legalizado el matrimonio homosexual en todo el país. Incluso los perfiles de las redes sociales abandonaron el habitual blanco de su casa por la bandera arcoíris. Pero no siempre fue así. Obama no se mostró abiertamente favorable hasta mayo de 2012, cuando en una entrevista televisiva aseguró que había reflexionado después de comprobar los efectos de la eliminación de las restricciones en el Ejército y tras haber hablado con parejas. Hasta entonces, creía que era suficiente con las uniones civiles, una figura que no chocaba con sus «creencias religiosas».

Sin embargo, el presidente estadounidense cambió de opinión, fruto de la reflexión personal, coincidió con año de reelección y con la necesidad de contactar con unos votantes más jóvenes y abiertos en sus convicciones y que forman ese 60% de personas -según la última encuesta de Pew Research Center- que acepta con normalidad los matrimonios gais. Ahora aplaude la decisión del alto tribunal y se siente «feliz» por el fallo. Ese colectivo juvenil, por ejemplo, se ha dado en Irlanda. Un país donde hace solo dos décadas la homosexualidad era ilegal, el aborto -aunque sea por violación- está fuera de la ley y el divorcio consentido desde 1995, dio un verdadero sopapo a las convenciones del país con un sí rotundo a la legalización de estas relaciones. Además, fue la primera vez que se tomaba una decisión de este calado consultando al pueblo en referéndum. Un pueblo que se declara en un 85% católico pero que ha desoído los consejos de la jerarquía católica irlandesa, azotada por los gravísimos escándalos sexuales.

Una jerarquía que se ha mostrado en contra de estas uniones, pero que no ha hecho una campaña tan proactiva como sus homólogos españoles hace diez años. El 18 de junio de 2005, una veintena de obispos encabezados por Antonio María Rouco Varela, acudieron a una manifestación a favor de la familia tradicional. «Es una inclinación objetivamente desordenada», argumentaba tres días después Juan Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal. «En cuanto pase un poco el tiempo se verá que los ciudadanos tienen razón», argumentaba, en plena manifestación, Ángel Acebes, entonces secretario general del PP. «Asistimos a la voladura del matrimonio», indicó hace diez años el entonces arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco. Pero no ocurrió nada de eso. Es más el índice de aceptación de la homosexualidad en España no ha dejado de ascender: si hace una década estaba en el 80%, el estudio de Pew Research Center la sitúan en el 88%. A la cabeza en el mundo entero, cuando mañana se cumplen diez años de la aprobación de la ley.

La normalidad que se plasmó, en el aspecto legal, en 2012 cuando el Tribunal Constitucional dio validez al término matrimonio para este tipo de uniones. Así rechazaba un recurso presentado por unos cincuenta diputados del PP para abolir esa palabra en abril de 2005. Una situación espinosa para el partido del Gobierno, que suspiró aliviado cuando observó que en medio de las políticas de austeridad, no tenía otro incendio social. Incluso el propio Rajoy pasó de sentir el recurso como «propio», a querer abolir la ley (2010), y a matizar que solo estaba en contra de la palabra matrimonio (2011).

Hasta la Iglesia ha suavizado su lenguaje. «Si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para juzgarla», reflexionaba el papa Francisco hace menos de 18 meses, lejos del calificativo de «aberración» que usó Benedicto XVI. «El catecismo de la Iglesia Católica lo explica muy bien. Dice que no deberían ser marginados por ello, sino que deberían ser integrados en la sociedad», añadió el Papa argentino hace dos años. Una integración de todos.

Unas tres mil bodas al año

A pesar del gran avance en la igualdad de derechos que supuso que las personas del mismo sexo pudieran tener las mismas prestaciones y reconocimiento que las uniones heterosexuales no ha supuesto una explosión de bodas en los ayuntamientos y juzgados. El año pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se produjeron 3.071 matrimonios entre personas del mismo sexo. Apenas representaron el 2% de todos los casamientos registrados en 2014 -en total 153.375 personas-. Desde 2006, cuando el INE comenzó a publicar estos datos, las cifras se han mantenido alrededor de los tres millares. Solo hace nueve años, se produjo una verdadera explosión: se produjeron 4.313 bodas.

Telemadrid retransmitirá por primera vez en directo la marcha del Orgullo Gay

La bandera arcoiris desplegada en la fachada del Palacio de Cibeles.

La bandera arcoiris desplegada en la fachada del Palacio de Cibeles. JAVIER BARBANCHO

Telemadrid retransmitirá por primera vez en directo la marcha del Orgullo 2015, que este año, bajo el lema ‘Leyes por la igualdad real ya’, repite el mismo recorrido de la última edición, saliendo de Atocha a las 18.30 horas para llegar a Colón.

Fuentes del ente público madrileño han explicado que Telemadrid emitirá un especial de ‘Aquí en Madrid’, programa diario presentado por Goyo González y María Gracia, en el que transmitirán minuto a minuto la manifestación.

Varias asociaciones del colectivo LGTB habían trasladado la petición a los Grupos Parlamentarios en la Asamblea de Madrid. De hecho, este martes, diputados de Podemos y Ciudadanos se han reunido con representantes del colectivo para abordar el tema.

Este Orgullo 2015 en Madrid está repleto de gestos nuevos por parte de las administraciones públicas. Ya el domingo, la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol amaneció con la bandera del arcoíris, del mismo modo que cuelga otra del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento, y de cada una de las juntas de distrito.

COGAM premia la transfobia y el gaypitalismo

SHANGAY LILI

Ayer tuvo lugar el Orgullo Crítico de Madrid. Esta respuesta crítica a la mercantilización del Orgullo Gay —o Gaypitalista— ya lleva varias ediciones teniendo lugar por las calles de Lavapiés. Yo asistí a los primeros, pero la deriva del mismo, que desembocó en división en dos grupos hace dos años, me disuadió de seguir asistiendo aunque mi corazón y mi trinchera está con ellas y ellos siempre. Tan necesarias disidencias.

Este año, inexplicablemente, salió de su tradicional recorrido y acabó en la gaypitalista Plaza de Vázquez de Mella, frente a ese emblema del peor gaypitalismo que es el Hotel Óscar, perteneciente a la cadena Room Mate Hotels de mi ex amigo Kike Sarasola. A pesar de —o precisamente por— ser hijo del financiador de Felipe González, Enrique Sarasola (y compinche de negocios turbios en Colombia y aquí), Kike ha sido uno de los principales valedores y beneficiarios del gaypitalismo, apoyando abiertamente en Málaga al PP y en Madrid a su amigo Gallardón y la cúpula del PP. Kike en la época de mi Shangay Tea Dance era un habitual, pero se cansaba de advertirnos de que nadie podía saber de su homosexualidad y, mucho menos, del incipiente noviazgo con Carlos Marrero. Ambos se presentaron disfrazados de las Azúcar Moreno en una fiesta que grabamos y cuya cinta de vídeo le preocupaba mucho por la posible difusión. Luego, sorprendentemente, cuando ya habíamos hecho el trabajo sucio y la homosexualidad era casi políticamente correcta, se subió al carro de los que explotaron la marca gay. Específicamente la gaypitalista, o sea: el gay de élite, varón, blanco, clasista y plumófobo.

Pues bien, con estos antecedentes, la asociación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid, COGAM, decidió darle este año un premio Triángulo por su labor en favor de la comunidad LGTB (¿en qué, en venderla y apoyar a homófobos como Gallardón, Botella o Aguirre, habituales de sus saraos? ¿O en unirse a esa corrupta oligayrquía que con mi excolaborador Llopart o Pedro Serrano o Juan Pedro Tudela han demonizado el activismo y vendido el movimiento a las empresas y la derecha?).

Así estaban las cosas cuando la marcha reivindicativa del Orgullo Crítico llegó a la Plaza de Vázquez de Mella y una integrante, la activista transexual Veronika Arauzo, responsable del evento, decidió subir a la celebrada terraza del Hotel Óscar a sacar una foto panorámica de la marcha. En un comunicado, Veronika nos explica lo ocurrido entonces:

Ataque Sexista, Clasista y Transfóbico en el Hotel Óscar el día del Orgullo Crítico 28J 2015

Un día como hoy pero de 1969, tuvieron lugar los disturbios de Stonewall; un violento enfrentamiento entre la policía y la comunidad LGBT en el Stonewall Inn en Greenwich, Manhattan, ciudad de Nueva York, que duro 3 días con apoyo de varias comunidades oprimidas por la policía, como la comunidad Latina y Negra de la época y próximos a los movimientos LGTB de la época.

Comunico a todxs, antes que nada, muchas gracias por la respuesta a esta acción transfóbica, y sexista y clasista.

No olvidemos que fui con un compañero y a él sí le dejaban entrar al recinto.

Entraron parejas gays delante mio e insitían en el hecho de que “DISFRAZADO” no se podía entrar al Hotel Óscar.

Nosotrxs solicitábamos acceder a la terraza para hacer una foto panorámica de altura del acto del Orgullo Crítico Madrid 2015.

He informado al encargado, que me pusieron delante, que la manifestación era del orgullo LGTB Orgullo Crítico y que además recaía en mí la responsabilidad de la misma, mostrándole los documentos, que arrojó a un lado diciendo que no le interesaba.

¡Solo queríamos acceder a hacer una foto panorámica de la plaza! Tras la negativa he solicitado la presencia policial para hacer acta de que, por falta de entendimiento con el agente de la Nacional, sin numero identificativo visible, terminaré de rellenar mañana a la mañana en la comisaria de Leganitos, C/Leganitos 19, a las 11 am por actuación por parte del Hotel Óscar de Transfobia, Sexista y Clasista

Como activista integrante del Orgullo Crítico y siendo responsable de la manifestación para la Delegación del Gobierno en Madrid, mañana tengo cita, después de la Comisaria, con COGAM para esclarecer detalles, pues están muy interesados que conocer de primera mano el incidente, según me comunicó una responsable de COGAM a las 1.30 am de la mañana, llamándome a mi teléfono.

Gracias compañerxs

¡¡¡NOS TOKAN A UNA,
NOS TOKAN A TODAS !!!

La presteza de COGAM en suspender la entrega del premio a Sarasola (que no cancelar, sólo han suspendido “hasta que se aclare lo sucedido”) pone en evidencia su hipocresía. Porque el simple hecho de que se le fuese a dar un premio a tan evidente exponente de la mercantilización de la lucha, de la elitización de la comunidad (y la criminalización de los sectores más desfavorecidos y auténticos de nuestra comunidad), no es más que otro peldaño más línea de apoyo y colaboración con lo peor del gaypitalismo y los gaympresarios que se han hecho millonarios gracias a la complicidad de la FELGTB y COGAM. Llevo años denunciando esa escandalosa colaboración de la élite asociativa de FELGTB, COGAM y PSOE-LGTB (son los y las mismas saltando de una institución a otra y dándose premios) en el repugnante secuestro de nuestra lucha y la mercantilización y derechización de la misma como denuncio en mi venidero libroAdiós, Chueca. Durante los primeros años a las disidencias se nos invisibilizó pero eso ya no es una opción. Una de las principales estrategias de blindaje de los y las visibles (y por ende los y las invisibles) han sido estos premios y actos que encumbran y santifican a unos supuestos activistas que no son más que esa élite asimilada y colaboradora en el negocio.

Esos premios son un escándalo de nepotismo, corporativismo y asimilacionismo que año tras año premia a los amigotes y algunos casos de escandalosa homofobia, transfobia y definitivo clasismo. Basta con ver a los otros premiados este año entre los que destaca Topacio Fresh, discípula de Alaska y como esta defensora de la homófoba Esperanza Aguirre, el capitalismo más agresivo, la telebasura, la falta de compromiso y el PP en general, “por su difusión de la cultura” (por no mencionar que se negó a permitir en su galería una exposición dirigida al VIH, como denuncia el activista Guillermo López). O el periodista Emilio de Benito que, como denuncia igualmente el activista Guillermo López: “cortó y tergiversó una entrevista que me hizo porque no le gustaba mi discurso de persona VIH+ visible y quería que el lector sintiera lástima de mí”. O Change.org que, por órdenes de sus jefes estadounidenses, da cabida a cristofascistas contra el derecho al aborto. Este año me invitaron, supongo que para ver si les daba publicidad por mi visibilidad a pesar de sus reiterados intentos de borrarme, ignorarme y negarme, y en la captura podéis ver mi respuesta.

Somos muchas las personas cansadas de ver a esa oligayrquia dándose premios unos a otros o a empresarios de los que luego reniegan en público. El victimismo que lleva años practicando tanto COGAM como FELGTB para desligarse de sus socios y principales jefes de MADO, el Orgullo Gay de Madrid, es tan incomprensible como hipócrita. He intentado en numerosas ocasiones pedirles explicaciones de por qué legitiman a una organización privada como AEGAL (la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad que montó mi excolaborador Alfonso Llopart con su amigo Pedro Serrano y hoy preside el secretario de Serrano Juan Carlos Alonso con sede en las oficinas de la empresa de Pedro Serrano Tryp-Family) que incluso les ataca y jamás me han respondido. Quizás el problema sea que la perversa hermandad entre asociaciones que deberían defender a la comunidad y el grupo de empresarios que ha corrompido y hecho negocio con nuestra lucha.

Teniendo la suerte de conocer a Veronika Arauzo desde la aprobación de la Ley de Identidad Sexual (con la que ella y muchos más eran críticos por la institucionalización de la patologización trans que conllevaba) puedo decir que es una activista muy bien preparada y supo llevar su agresión con una dignidad y representatividad envidiables. En el momento que el encargado del hotel, al que exigió ver para no implicar a trabajadores, se permitió calificarla de “hombre disfrazado de mujer” que no cubría el dress-code del hotel (mentira, yo he subido a la terraza en chanclas y shorts varias veces), veronika supo poner la línea roja que se había traspasado: “Esto ya es un actto de transfobia y exijo la presencia de la poliía para denunciarlo”, espetó con exquisita calma. El encargado, que intentaremos identificar, le dijo que no fuese por ahí y se negó a llamar a la policía.

Cuando finalmente llegó el policía al que Veronika llamó este se comportó en todo momento como si la denunciada fuese ella y le obligó a entregar su DNI con el que quiso meterse en el hotel para hablar con el encargado. A pesar de que Veronika le dijo que no se fuese con su DNI y que era ella la que había reclamado su presencia, el policía se empeñó en tratar al encargado agresor como la víctima y a Verónika como la agresora. En ese momento Veeronika declaró con una lucidez pasmosa que evidentemente el agente no estaba preparado para tratar con personas transexuales y agresiones de ese tipo así que haría la denuncia en la comisaría de Leganitos.

Así lo ha hecho y en breve sabremos más de esta dignísima representante de nuestro colectivo que debería haber sido, desde el primer momento, la recipiente de esos premios Triángulo que llevan años ignorando a los y las verdaderas activistas y luchadoras de nuestra rica comunidad. la disidencia no tiene premio desde el gaypitalismo. Ensuciamos su imagen con anunciantes.

Seguiremos muy de cerca este caso. En efecto: ¡Nos tocan a unx, nos tocan a todxs! Gracias Veronika, hermana, por tu lucidez, dignidad y valentía. Y conste que siempre he defendido que en COGAM (como en COLEGA o Triángulo) hay gente maravillosa, voluntarios generosos que ofrecen su trabajo. Pero es la dirección la que falla una y otra vez.

El largo camino hacia la igualdad real

Aún estamos muy lejos del objetivo final: conseguir que en el espacio público ser homosexual, transexual o bisexual no signifique nada diferente a ser heterosexual

Todo presente tiene su pasado. Tal día como hoy, hace 46 años, en la madrugada del 28 de junio de 1969, en un bar llamado Stonewall Inn, sito en la neoyorquina Chistopher Street, un grupo de lesbianas, gáis, bisexuales y, sobre todo, transexuales y travestis, cansados de las redadas y abusos policiales que tenían lugar periódicamente, ofrece resistencia. Los disturbios se prolongan durante varios días. Es el comienzo, si es que hay que poner una fecha icónica, del llamado movimiento de liberación LGTB (acrónimo de Lesbianas, Gáis, Transexuales y Bisexuales), cuya culminación, hasta el momento, tuvo lugar antes de ayer, 26 de junio de 2015, fecha en que el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucionales todas aquellas leyes estatales que aún prohíben el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Desde aquel primer momento, que, lógicamente, vino precedido de otros que permitieron llegar a este, hasta la actualidad, hemos recorrido un largo camino, repleto de hitos (despatologización de la homosexualidad por parte de la Organización Mundial de la Salud en 1990; reconocimiento del matrimonio igualitario en más de veinte países de todo el mundo a partir de los primeros años del presente siglo; etc.) que nos ayudan a construir un relato, tan necesario para explicar una historia: la de la progresiva conquista de la igualdad de las personas LGTB y el paulatino fin de la discriminación que veníamos padeciendo. Pero aunque ha habido importantes avances, aún estamos muy lejos del objetivo final: conseguir que en el espacio público ser homosexual, transexual o bisexual no signifique nada diferente a ser heterosexual.

Si fijamos la mirada en España, y tomamos cierta distancia como observadores, apreciaremos la velocidad con que hemos recorrido ese camino de la igualdad. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que haya sido fácil ni que, como decíamos, esté ya todo conseguido. El pasado reciente, la época para siempre oscura del franquismo y su ideología cerril, no permitía augurar, en efecto, que en tan poco tiempo tuviésemos este presente. Ni siquiera años más tarde, en plena democracia ya, en 2003, nadie en su sano juicio hubiese dicho que dos años más tarde dos mujeres o dos hombres podrían casarse entre sí. Solo algunos locos, como aquellos de los sesenta, creyeron que había que ser realistas y, por tanto, pedir lo imposible. Fue así, vicisitudes y escaramuzas al margen, cómo un junio como este de hace 10 años, gracias, entre otras cosas, al formidable empuje de los colectivos LGTB y al arrojo de un presidente del Gobierno valiente y decente, se aprobaba la ley de reforma del Código civil que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y así fue cómo, junto a sus amigos, un ya reconocido activista del movimiento LGTB que empezaba a dar sus primeros y firmes pasos en la política institucional, el añorado Pedro Zerolo, uno de los más locos entre todas aquellas “locas”, dio una lección de cordura a los que se creían los más cuerdos, pues fue él, de la mano de todos los demás que pensaban como él, uno de los grandes protagonistas de esta historia, al señalar y transitar el sendero de baldosas amarillas que conducía hacia la igualdad. Y así llegó el matrimonio y con él la fiesta.

Lo que pasó después lo sabemos bien: el desgraciado recurso de inconstitucionalidad contra esta ley igualitaria que pendió, cual espada amenazante de Damocles, durante varios años sobre la cabeza de la igualdad; y la sentencia feliz de 2011 del Tribunal Constitucional, por la que tanto peleamos y que tanto celebramos también.

Esta es parte de la historia que conviene no olvidar. No por rencor, no, sino para saber de dónde venimos, en qué momento estamos y a dónde queremos ir. Porque venimos, en efecto, de ahí: del insulto, del escarnio, de la vergüenza y del horror que es toda muerte, herida o privación de libertad que te inflige el otro, sea ser humano o Estado. Y porque, por mucho que creamos haber avanzado, todavía seguimos ahí, porque se nos sigue insultando, vejando, horrorizando, e, incluso, en algunos, que siempre son demasiados, lugares de este cada vez más pequeño mundo, se nos sigue matando o privando de libertad, porque la ley o el déspota así lo dispone.

Así que la fiesta, al igual que el espectáculo, debe de continuar, sí (Show must go on!), siempre y cuando no olvidemos, como no lo hacemos, que esta es una fiesta que celebra con orgullo la igualdad conseguida, pero que, sobre todo, reivindica la que nos queda por conseguir, que es casi toda. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones: seguimos en la prehistoria de la igualdad. Y es que no podemos permanecer indiferentes, por mucho que hayamos avanzado, a las asesinatos de Estado que se cometen contra las personas LGTB en Uganda, o al retroceso preocupante que en este terreno se está produciendo en una Rusia cada vez menos democrática, o a las agresiones verbales y también físicas que todavía padecen muchas personas LGTB en nuestro país, sobre todo, las más jóvenes, por poner solo tres ejemplos, entre otros muchos que también se podrían mencionar.

En esta fiesta del Orgullo, que se prolonga durante varios días, y que tendrá su culminación el sábado próximo, con la celebración de la gran manifestación estatal convocada por el Colectivo de Lesbianas, Gáis, Trasexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) y por la Federación Estatal (FELGTB), recorreremos los muy madrileños y, por tanto, universales, Paseos del Prado y Recoletos, y volveremos a reivindicar igualdad, más igualdad. Una voz que se alzará potente, porque será la de cientos de miles de personas de toda edad y condición, que, como cada año desde hace ya varios años, acudirán a esta cita, esta vez bajo el lema “Leyes por la Igualdad Real, ¡Ya!”.

Nos acompañará, que nadie lo dude, Pedro Zerolo, porque en nuestras cabezas estará muy presente su recuerdo, y porque de él hemos aprendido muchas cosas. Tal vez, una de las principales sea que la visibilidad es la mejor herramienta para luchar contra quienes pretenden invisibilizarnos, esto es, aniquilarnos.

Pero Pedro Zerolo, que tanto defendió la necesidad del laicismo, no hubiese querido que lo convirtiéramos en un dios. Los dioses, para quienes creen en ellos, son solo luz. Los que solo creemos en la capacidad del ser humano para luchar por aquellas causas que considera justas, asumimos que hay hombres y mujeres que iluminan los caminos a seguir para alcanzar el objetivo soñado, pero que, al mismo tiempo, también tienen sus sombras. Si somos capaces de diferenciar las luces, por muy luminosas que sean, de las sombras, por muy ocultas que estén, tendremos la seguridad de saber que no estamos ciegos o cegados.

La luz que Pedro Zerolo arroja es muy intensa, porque nos hace ver que la búsqueda de la igualdad solo tiene sentido si primero se reconoce la legitimidad de la diversidad de los homosexuales, bisexuales y transexuales, pero también de los gitanos, los inmigrantes, los discapacitados, etc. Él también estuvo allí.

¿Y hacia dónde queremos ir? En materia de diversidad afectivo-sexual nos queda casi todo por conseguir. También en nuestro país. Y el próximo paso a dar, por muy difícil que sea para algunos de comprender o asumir, me parece que es este: Extraer de la lucha partidista la defensa de los derechos y, en definitiva, de la dignidad de las personas LGTB. No sé si Pedro Zerolo estaría de acuerdo con esto, lo que sí creo saber, y por eso lo digo, aun a riesgo de equivocarme estrepitosamente, es que ese es el mejor regalo que le podemos hacer, pues a la postre servirá para dar un paso de gigante en la consecución de ese sueño que él tan bien encarnó: el de la igualdad real.

Antonio Arroyo Gil es profesor de Derecho constitucional de la Universidad Autónoma de Madrid. Premio Pedro Zerolo a la Trayectoria 2015, concedido por COGAM.

GANAR EN LIBERTAD DESDE LOS LOGROS OBTENIDOS

EDITORIALA

El largo camino del colectivo LGTBI en su lucha por vivir en libertad y en posesión de todos sus derechos ha estado colmado de dificultades y, en gran medida, todavía lo sigue estando. Esa batalla por la liberación simbolizada en el 28J por los altercados acaecidos en Nueva York 45 años atrás ante el hostigamiento a la población homosexual sigue viva hoy día. De ese germen nacieron decenas de luchas que, con perseverancia, contundencia y entusiasmo han ido ganando espacio, sumando voces y obteniendo importantes logros. Las movilizaciones que ayer ocuparon calles y portadas son ejemplo de ello.

Es cierto que, lamentablemente, todavía son muchas las injusticias que padece la comunidad LGTBI; que son muchas las personas que siguen sin poder vivir con una mínima normalidad, y que muchas de ellas siguen ocultando su sexualidad por temor a las consecuencias de expresarla libremente. En este sentido, resulta triste y tremendamente injusto que la homosexualidad siga siendo delito en ochenta países del mundo, llegando a ser penado con la muerte en algunos de ellos. La catalogación de delito o enfermedad carecía de justificación antes igual que ahora, pero el empecinamiento de algunos sectores deja de manifiesto una preocupante querencia por la discriminación y la vulneración de los derechos fundamentales de los interpelados. Los testimonios de personas mayores del colectivo LGTBI que 7K recoge en su ejemplar de ayer son un claro reflejo de lo que sufrían y siguen sufriendo.

Con todo, aunque la lucha sigue, deben reconocerse los logros de tantos años de trabajo, como la reciente legalización del matrimonio homosexual en EEUU, donde hasta ahora 13 estados lo prohibían. En Euskal Herria, la bandera del arcoiris en el Ayuntamiento de Iruñea deja una imagen inimaginable hace unos años. Un gesto que constata la existencia de una base social en defensa de la igualdad de derechos. Queda camino por recorrer, pero las conquistas de las últimas décadas demuestran que el tesón será el impulso para llegar a la meta, para vivir libremente.

Las calles se llenan de color por los derechos LGTBQI

El mundo celebró ayer el Día Internacional de la Libertad Sexual que implica la reivindicación de los derechos para el colectivo LGTBQI. Por ello, en las capitales vascas centenares de personas salieron a la calle portando la bandera de arcoiris. En Iruñea se dejaron ver los representantes institucionales, en Gasteiz prepararon un divertido tobogán, en Bilbo se disfrazaron y en Donostia adelantaron las celebraciones para alargarlas más.

2015-06-28. Gasteiz. LGTB harrotasun egunaren mobilizazioa. Irudian ekitaldiak. 28-06-2015. Vitoria. Movilización por el día internacional del colectivo LGTB(Lesbianas, Gais, transexuales y Bisexuales). En la imagen la movilización.

2015-06-28. Gasteiz. LGTB harrotasun egunaren mobilizazioa. Irudian ekitaldiak.
28-06-2015. Vitoria. Movilización por el día internacional del colectivo LGTB(Lesbianas, Gais, transexuales y Bisexuales). En la imagen la movilización.

Como en otras tantas reivindicaciones, el objetivo es que llegue el día en que no sea necesario celebrar nada, pero mientras queden derechos vulnerados sobre el colectivo LGTBQI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, queer, intersexuales) la gente seguirá saliendo a la calle cada 28 de junio para celebrar el Día Internacional de la Libertad Sexual.

Se trata de un día para visibilizar las diferentes identidades de género y sexuales como herramienta para normalizar la situación de las personas que son tratadas diferente injustamente. Por ello, varios lugares de Euskal Herria tomaron la bandera arcoiris para realizar diferentes movilizaciones que se centralizaron especialmente en las capitales.

Así, en Iruñea la Plataforma 28-J convocó una manifestación bajo el lema “Somos… exigimos nuestros derechos”. En la misma participaron al rededor de 300 personas, entre los que se encontraban el alcalde de la ciudad, Joseba Asiron, y la presidenta del Parlamento de Nafarroa, Ainhoa Aznárez. En las dos instituciones ha podido verse colgada la bandera de colores por primera vez, como muestra de su apoyo al colectivo LGBTQI.

Antes de comenzar la marcha, Aznárez comentó que ella siempre ha participado en esa manifestación y este año, por ser miembro del parlamento, «no iba a dejar de hacerlo».

La movilización partió a las 12.30 de la antigua Estación de Autobuses. A lo largo del recorrido corearon consignas como «estamos aquí, no nos escondemos», «en la hostelería también hay bollería», «la homofobia nos agobia», «igualdad de derechos reproductivos» o «tenemos la bandera, la oficina nos espera». La representante de la plataforma convocante, Maider Lazkano, solicitó a las nuevas instituciones navarras que tomen las medidas necesarias para «crear un marco legal y una mejor sociedad para todas las personas». En ese sentido, valoró positivamente como «un pequeño paso para empezar a cambiar las cosas» el hecho de que el Ayuntamiento y el Parlamento colgaran la bandera.

Ambiente festivo

También en Gasteiz se reunió un buen número de personas en la Plaza de la Virgen Blanca. Mientras, todos los partidos que componen el Ayuntamiento firmaron una declaración institucional en la que mostraban su apoyo al colectivo LGTBQI. A su vez alertaron del «ascenso de la extrema derecha» en Europa así como «la cruel represión en muchos países de África, en incluso la Unión Europea».

El buen tiempo mañanero animó a los manifestantes de Gasteiz a participar en una divertida actividad que habían previsto: deslizarse por un plástico mojado como si fuera un tobogán. Y es que aunque la manifestación del Día Internacional de la Libertad Sexual gira entorno a un tema serio, no falta el buen humor. Suelen ser habituales los disfraces; por ejemplo, en Bilbo, varias personas se paseaban con pelucas de colores estridentes y un mono que simulaba que estaban desnudos. En el mismo desfile podía verse una batucada rosa junto a una pancarta que decía “Gure eskubideak ez daude salgai” (nuestros derechos no están a la venta). La movilización de Bilbo suele ser la más concurrida, y este año no ha sido menos, ya que consiguió reunir a centenares de personas.

Mientras, en Donostia, adelantaron las celebraciones para realizar más de un acto: teatro, cena, fiesta y mesa redonda, una programación que culminó con una manifestación el sábado bajo el lema “Ez egin (a)men, suntsitu heteronorma. No claudiques”. Por otro lado, la asociación Gehitu pidió iluminar el Kursaal con los colores del arcoiris. Se sumaron a las reivindicaciones los conductores de los autobuses, que incluyeron la bandera en los ventanales.

ADI! (Bi lerro hauek ez daude paperean, baina elektronikoan bai)

APOYOS

Gasteiz firmó una declaración institucional para mostrar su apoyo y alertaron de la represión en países de África y Europa.bete

Más que orgullo gay

El 28 de junio es conocido popularmente como el Día Internacional del Orgullo Gay, un día que en el que en determinados casos se ha producido una preocupante mercantilización de la propia conmemoración dejando la reivindicación en segundo plano.

No podemos dejar de retroceder a 1969, año en el que se produjeron manifestaciones espontáneas y violentas contra una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969 en Nueva York. Supuso un antes y un después en la vida de miles de personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, ya que fue un levantamiento popular contra un sistema que perseguía a las personas que se apartaban de la heteronorma, que les chantajeaba, les encarcelaba… La historia los recoge como los disturbios de Stonewall, que sin duda supusieron un catalizador del movimiento moderno a favor de los derechos de las personas LGTBIQ en todo el mundo. En los países anglosajones se celebran pride parades , y en nuestro entorno las marchas del orgullo, una traducción más o menos acertada.

Pero la conmemoración del 28 de junio es mucho más que eso. Es un día para la reivindicación de derechos, para dar sentido al término dignidad LGTBQ, para visibilizar, para compartir, para no olvidar que en demasiados países del mundo todavía hoy se sigue discriminando, encarcelando, apaleando, asesinando a quienes se apartan de la heteronorma.

En este camino de reivindicación es fundamental el papel de la educación. Urge contar con un sistema educativo en el que los distintos agentes sepan abordar de una manera adecuada la diversidad sexual, trabajándola en el aula tanto de una manera transversal como en las diferentes áreas y con la adopción de cuantas medidas e intervenciones sean necesarias para evitar situaciones de acoso, discriminación o violencia. Tenemos el desafío de educar en igualdad real, de dotarnos de herramientas para reconocer las potencialidades e individualidades de todo el alumnado; en definitiva, para que el nuestro sea un sistema que coeduca. El mes pasado presentamos una guía para trabajar la diversidad afectivo-sexual y de género en el entorno educativo, una guía con la que pretendemos recoger propuestas para que las reivindicaciones del 28 de junio estén presentes durante todo el año, porque durante todo el año debemos dejar claro nuestro compromiso con los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o su género. Porque creemos en las diversidades, y pensamos que nos enriquecen, trabajamos por una escuela LGTBIQ amiga, fundamental si queremos contar en un futuro con una sociedad verdaderamente igualitaria.

El 28 de junio saldremos a la calle para reivindicar los derechos de todas las personas, para gritar que somos gays, lesbianas, bisexuales, intersexuales, queer… y que al igual que en 1969 nos seguiremos manifestando contra todo tipo de discriminación.

POR KEPA YÉCORA Y ZURIÑE ESTIVARIZ

Los autores son componentes del Grupo LGTBIQ de Steilas