Papa Francisco: La unión homosexual es “un estilo de vida anómalo, extraño e irresponsable

Tras haber dicho el 2013 “¿quien soy yo para juzgar a un gay?” ahora el Papa asoció a la diversidad sexual con una “imposición de modelos dañinos”, lo que fue rechazado por el Movilh.

papa francisco

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) sostuvo ayer que el Papa Francisco mostró “finalmente su verdadero rostro homofóbico, pues se expresó en duros y discriminatorios términos a los derechos de la diversidad en Naciones Unidas.

En efecto, el Papa señaló ayer en la ONU que el matrimonio o unión entre personas del mismo sexo busca “promover una colonización ideológica a través de la imposición de modelos y estilos de vida anómalos, extraños a la identidad de los pueblos y, en último término, irresponsables”.

El Movilh repicó que “los derechos humanos están por sobre cualquier ideología Si algo ha aprendido gran parte del mundo, excepto el Vaticano, es que ninguna ideología o creencia puede ser excusa para negar a otros derechos humanos básicos, como son el derecho a conformar familia y a ser reconocidos como parejas por el Estado, en igualdad de condiciones”.

Añadió que “el descaro del Papa es mayúsculo, pues fue la Iglesia Católica la que colonizó con su moral absolutista y autoritaria gran parte del mundo, haciendo creer por siglos que las mujeres, los indígenas, las personas de raza negra y los homosexuales éramos seres humanos de segunda categoría. Fueron ellos que en nombre de su creencias, pisotearon otras tradiciones, valores, culturas y formas de amar”.

Para el Movilh “hoy quedó claro que el Papa se refirió inicialmente a los derechos de la diversidad sexual con buenas palabras, sólo para suavizar la crisis mundial que los afecta por abusos que todos conocemos y que el Vaticano ha intentado sin éxito ocultar”.

Conviene recordar que el 2013 el Papa sostuvo que “¿Quién soy yo para juzgar a un gay”. En tanto, cuando se discutía el matrimonio igualitario en Argentina, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, calificó a esta ley como “una movida del padre de la mentira (el Demonio) que desea confundir y engañar a los hijos de Dios”.

“Hoy nos queda claro que para este Papa las minorías sexuales estamos más cerca de sus demonios que de su Dios”, puntualizó el Movilh.

 

Ellen Page: «Espero que ‘Freeheld’ sea nuestra película, la de las lesbianas»

63 ZINEMALDIA – FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

La actriz protagoniza, junto a Julianne Moore, la película de Peter Sollet sobre la lucha real de Laurel Hester (Julianne Moore), quien, al descubrir que tiene un cáncer terminal, quiere que su pareja, Stacie Andree (Page), cobre su pensión a su muerte y pueda seguir pagando la hipoteca de la casa de ambas.

ellen page donostia freeheld

Peter Sollet y Ellen Page han presentado en Donostia la película ‘Freeheld’, secundados por los productores de la cinta Michael Shamberg y Phil Hunt. / JOSÉ MARI LÓPEZ

La actriz Ellen Page, la inolvidable Juno Macguff, que recientemente ha revelado su homosexualidad, ha dicho hoy en una entrevista que confía en que ‘Freeheld’, la cinta que compite en el Festival de Cine de San Sebastián, sea “nuestra película”.

Se refería la actriz a que, en su opinión, el mundo homosexual masculino ha sido más veces retratado en Hollywood con grandes películas como ‘Milk’, ‘Brokeback Mountain’ o ‘Filadelfia’, pero las lesbianas aún no tenían “su” película.

“Ha sido un honor formar parte de este proyecto. Espero que esto quiera decir algo y sea importante para la comunidad LTGB (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero) y, concretamente para las lesbianas, que, sinceramente, no nos hemos visto tan representadas en el cine”.

Dirigida por Peter Sollett, ‘Freeheld’ se basa en la lucha real de una brillante mujer policía, Laurel Hester (Julianne Moore), quien, al descubrir que tiene un cáncer terminal, solo quiere que su pareja, Stacie Andree (Page), una mecánica de coches bastante más joven que ella, cobre su pensión a su muerte y pueda seguir pagando la hipoteca de la casa de ambas.

El caso, que dio la vuelta al mundo y consiguió cambiar a la anquilosada judicatura americana para darle la razón sobre el derecho que las amparaba, ocurrió en 2003, antes de que se aprobase definitivamente la Ley de matrimonio homosexual en EE.UU., en 2011.

Con unas soberbias interpretaciones de ambas actrices, así como de Michael Shannon en el papel del compañero de Moore que provoca la reacción en cadena en apoyo a la pareja, los únicos momentos de respiro para los espectadores son las intervenciones de un divertidísimo Steve Carell, que en el papel de Steven Goldstein, presidente del grupo por los derechos de los gays, provocan carcajadas.

“El auténtico Goldstein se pasa mucho más que Steve”, asegura Sollett, quien cuenta que el judío azuzaba al cómico para que fuera más histriónico: era -desvela el director-, una táctica de teatro político. “Carell, que ya es de por sí muy divertido, se tuvo que contener”.

Page se muestra peleona cuando se trata de derechos de minorías: “La lucha por los derechos es esencial; si no, no viviríamos en una democracia”, dice.

“Tenemos que seguir luchando por la igualdad, porque, a pesar de tener avances, hay mucho que mejorar en los derechos de las mujeres, de la comunidad afroamericana, de los homosexuales”. Ojalá, añade, “un día no haga falta, pero, entretanto, habrá que seguir empujando”.

En su opinión, “parece que ahora se habla cada vez más de la igualdad de géneros”, pero tal cosa no será posible si no hay más papeles para mujeres, más mujeres que compongan música, que escriban guiones… “Esto sigue siendo un club de hombres”, denuncia.

Amigas

Un discurso en el que coincide con la que ya es su amiga Julianne Moore, la “mejor”, dice, “la mujer más fantástica, divertida y generosa” que ha conocido.

“Tuve mucha suerte de conectar, nos llevamos bien enseguida. La relación no fue tan íntima como se ve en la película; por supuesto, no llegó a tanto -bromea-, pero nos hicimos muy amigas y seguimos siéndolo”.

Asegura que, cuando leyó el guion de Ron Nyswaner, se conmovió tanto que se puso a llorar: “Era una historia increíblemente hermosa, ese amor, esa tristeza inimaginable”.

Y ha contado que todos pasaron tiempo con la auténtica Stacie Andree, alguien vulnerable, honesta y generosa, siempre disponible, a pesar de lo doloroso y traumático que debía de ser para ella.

Al termino del pase en San Sebastián, el público aplaudió varios minutos seguidos, mientras se proyectaban fotos reales de la pareja y pasaban rótulos explicativos de los resultados de su lucha.

Para el director, Moore y Page son “probablemente dos de las mejores actrices que hay trabajando ahora mismo. Mi trabajo en el rodaje fue básicamente no molestarlas”, comenta con humildad el realizador de la premiada “Camino a casa” (2002).

Page ha declarado que en estos momentos se siente “emocionada e inspirada” y que celebra “estar viva” y poder ser quien es. “Amar a quien quiero, de manera libre, me da fuerzas”, ha concluido.

“Nos hacía falta una película de lesbianas”

Ellen Page y Julianne Moore protagonizan ‘Freeheld’, un drama de Peter Sollett en el que combina la mala situación de los homosexuales con una historia de amor

ellen page donostia freeheld

DONOSTIA – La joven actriz canadiense, conocida por dar vida a una adolescente embarazada en Juno (2007), encarna en Freeheld a Stacie, una mujer cuya pareja, Laurel (Julianne Moore) está muriendo a causa de un cáncer. Ambas luchan porque puedan tener los mismos derechos que las parejas heterosexuales y que Stacie reciba la pensión de Laurel. Se trata de una película basada en hechos reales y se presenta un año después de que Ellen Page confesara su homosexualidad en público.

¿Ha sido difícil hacer una película sobre una injusticia, teniendo en cuenta que las historias de lesbianas no tienen mucho lugar en el mundo del cine?

-Desde mi experiencia personal, nos hacía falta una película de lesbianas, ya que hay varias cintas en las que se trata el tema de la homosexualidad entre hombres, como Philadelphia, Milk y Brokeback Mountain, por ejemplo. Así que quizá, en ese aspecto, esta película es muy especial. En cualquier caso, creo que las cosas están cambiando. Es legal ser gay, y creo que poco a poco deja de ser un problema abordar estos temas.

¿Cómo ha sido trabajar con la verdadera Stacie?

-La verdad es que Stacie ha sido una persona muy generosa conmigo y con todo el equipo. Es una mujer que estaba siempre dispuesta a brindarnos su tiempo, incluso siendo alguien muy vulnerable y para quien esta experiencia era altamente emocional. Es una persona encantadora a la que le gustaba hablarnos y contarnos cómo vivían y cómo se habían conocido. Además, el tiempo que pasé con ella me fue muy útil para preparar la interpretación del personaje: ver cómo se movía, cómo hablaba, cuál era su compostura, las expresiones que utilizaba… A mí me pareció muy importante pasar tiempo con ella para darle seguridad, para que se sintiese cómoda, porque iba a interpretar su papel.

¿Cómo se imaginó que era la relación entre las dos y cómo lo trabajó con Julianne Moore?

-Me fue muy útil el documental que se hizo sobre este caso, que había visto muchísimas veces. Ya en ese documental salta a la vista cómo se querían esas dos mujeres, la dedicación de la una por la otra, y también se ven las bromas que se hacían y cómo se comunicaban entre ellas. Ya contaba con eso. Además, Stacy también me habló de su relación con Lauren. Después, simplemente traté, con Julianne Moore, de crear esa relación de la manera más creíble posible. Julianne es la persona más generosa, protectora, increíble y profesional que existe y siento una suerte enorme por haber llegado a ser amiga suya. Creamos una relación que se ve en la pantalla, pero fuera del rodaje también nos sentimos muy unidas.

¿Cómo ve las consecuencias que ha tenido esta historia real? ¿Cómo ha ayudado un caso tan mediático?

-Creo que el hecho de que cualquier historia de este tipo sea visible puede ayudar a cambiar actitudes. Está claro que cuando conocemos una historia, ya sea a través del cine o en la vida real, y logramos empatizar con esas personas, hace que nos convirtamos en personas más tolerantes que antes o puede que menos homofóbicas.

¿Cómo ha cambiado su vida después de haber confesado su homosexualidad?

-Mi vida ha cambiado muchísimo. Me siento enormemente feliz, mucho más emocionada por la vida y siento que puedo amar plenamente sin temor y, además, expresarlo en público. Me siento más creativa, más inspirada y tengo muchísima más energía. Siento que toda mi vida ha cambiado a mejor.

¿En qué sentido se siente más creativa?

-Me siento más creativa, tengo más inspiración. Siento que me he quitado un gran peso de encima y he recuperado la alegría perdida. Ahora puedo vivir sin tener que estar permanentemente envuelta en una especie de nubarrón de tristeza. Al sentirme así, es mucho más fácil trabajar. Como actriz y como productora tengo muchas ganas de abarcar proyectos nuevos y me siento mucho mejor para hacer lo que salga.

¿Siente una responsabilidad porque puede ser más que una actriz, un referente para muchas chicas?

-No siento ningún tipo de carga en especial. Creo que estoy agradecida por cómo me siento ahora, en comparación con cómo me he sentido hasta que lo hice público. Ojalá lo hubiese hecho antes. Ahora me sentiré agradecida y feliz si soy capaz de ayudar a cualquier persona dentro de la comunidad LGBT de cualquier manera.

¿Qué proyectos tiene ahora entre manos?

-Acabo de hacer una película que se llama Tallulah, y estoy trabajando en otro filme basado en una historia real, de una mujer gay que trabaja en la marina. Por otro lado, voy a producir un proyecto junto con la productora Christine Vachon.

“Tengo el VIH y no quiero mantenerlo en secreto”

tengo-el-vih-y-no-quiero-mantenerlo-en-secreto-546-body-image-1442850584

Sólo conozco a Miguel Caballero de Facebook. Sé de él lo que veo a través de la ventanita fisgona del ordenador. Sé que es español pero vive en Nueva York, sé que prepara su tesis y da clases en Princeton (el culmen de lo que parece ser una fulgurante carrera profesional). Sé que es guapo, rubio, alto. Sé que tiene un marido despampanante con el que lleva nueve años. Sé que viaja mucho, que tiene muchos amigos, que sonríe en casi todas las fotos. Un día, hace unos meses, Miguel subió UN POST QUE MOSTRABA LA FOTO DE UNA PASTILLA AZUL decía así:

“¿Cómo es la vida de una persona VIH POS hoy? La parte médica es sencilla: una pastilla al día, con muy pocos o ningún efecto secundario. A mediados de los 90 eran entre 16 y 18 pastillas varias veces al día, con muchos efectos secundarios. Ahora es sólo una. Una como esta mía de la foto. Además de ir al médico para revisiones cada 3-4 meses. Entonces, si es sencillo, ¿por qué ni siquiera el 50% de las personas VIH POS en Estados Unidos están en tratamiento? Dos razones: mentales y sociales”.

tengo-el-vih-y-no-quiero-mantenerlo-en-secreto-546-body-image-1442850394

Miguel Caballero habló abiertamente en Facebook de la medicación que, como él, toman las personas VIH POS.

Dudé, leí y releí el texto, pero lo decía claramente: “Una pastilla como esta MÍA de la foto”. Tardé un rato en comprender que sí, que lo que estaba leyendo era una salida del armario del VIH en redes sociales. Quedé profundamente impresionada ante tal muestra de arrojo y valentía. Pero, al final de todo ese asombro, había sofocos de señora sorprendida ante la ruptura de un estereotipo. Llevaba un par de años topándome en Facebook con la vida de Miguel, y me parecía, por qué no decirlo, la encarnación del sueño americano.

Tírenme piedras si quieren. Supongo que, aunque intentemos borrarla avergonzados, aún planea sobre nuestras mentes la idea del yonqui sidoso, de las jeringuillas tiradas en el parque, de Tom Hanks en Philadelphia, del miedo a la enfermedad latiendo ahí, a veces lejos y a veces cerca, durante los años de mayor promiscuidad, enfermedad de la que parecía que todos -¿todos?- habíamos salido librados. Salíamos de la caravana deMadrid Positivo con nuestros resultados negativos en la mano e íbamos a tomarnos unas cañas. El modelo de persona con VIH, en la mayoría de las cabezas españolas, quedó anclado a un personaje desconocido que contrajo el virus en los 80 y ahora pide en el metro con un cartel en el que lo anuncia, para terror de la mitad del vagón, que aparta la mirada con incomodidad y susto.

A los pocos días, espiando la vida y milagros de un recién estrenado amigofacebookiano argentino, Lucas ‘Fauno’ Gutiérrez, vi una foto suya en la que alzaba los brazos y miraba al frente con firmeza, luciendo una camiseta en la que ponía bien claro: TENGO VIH. De nuevo la sorpresa. Recordé tener 22 años e ir en moto con un amigo a hacernos las pruebas. Iba muy asustada. Uno siempre se inquieta. Siempre puede ser. Dimos negativo y seguimos viviendo en nuestro mundo ideal en el que nadie tenía VIH, en el que casi todos follábamos sin condón de vez en cuando, como si estuviéramos protegidos por nuestra juventud y nuestras ganas de fiesta. Nunca nadie se lo espera.

Mi diagnóstico del VIH -dice Miguel- fue absolutamente inesperado. Cuando uno es gay y sexualmente activo, hacerte el test de STD es una rutina (o debería serlo), y esta vez también me lo hice por absoluta rutina. No tenía la menor duda de que iba a salir negativo, pero salió positivo. El shock fue considerable. Lo primero que hice fue volver a casa y contarle a mi marido, para que él se hiciera el test inmediatamente. Tenemos una pareja abierta, pero sólo practicamos sexo sin protección el uno con el otro. Yo pensaba que me había contagiado él, no por culparlo ni por nada, sino porque era el único que podría haber sido. Fuimos y salió negativo. Meses después él continúa siendo negativo”.

¿Qué sucede después del diagnóstico VIH positivo? La búsqueda de un porqué, el intento de hacer memoria y llegar mentalmente al momento del contagio, el llamar a las personas con las que ha habido contacto sexual de riesgo desde el último negativo (en EE.UU., concretamente, hay una ley que obliga a llevar a cabo este último punto). Y la pregunta: ¿Y ahora qué? ¿Cómo sigue mi vida? Lucas se queja de un vacío en este aspecto: “Nos bombardean con folletos de preservativos, se habla a las personas negativas para que no se infecten, pero nunca se le cuenta a un positivo como seguirá su vida o a un pariente/amigo/pareja de un positivo para explicarle cómo apoyar y acompañar. El VIH es un virus, la falta de compromiso del Estado y la gente es un flagelo”.

Cierto es que las campañas sanitarias se centran en la prevención, pero nunca ofrecen modelos a seguir en caso de un diagnóstico positivo de VIH. Conocemos el peligro, conocemos los métodos de prevención, pero, en caso de dar positivo, lo que vemos ante nosotros es un vacío absoluto, un páramo de desinformación y terrores infundados por los estereotipos. Miguel está de acuerdo: “Es como si dentro del mismo activismo del VIH/Sida no quisieran que contemos que nuestra vida es completamente normal, que no estamos enfermos (es decir, no tenemos ningún problema físico que nos limite a desarrollar nuestra vida laboral o privada, sí tenemos una condición crónica que hay que controlar) porque se supone que provoca un efecto llamada, en plan: “Hey, follen a pelo, que si se contagian van a vivir tan ricamente”. Me parece cruel que las personas con VIH no podamos contar libremente nuestra historia, como si cargáramos con un pecado capital y nuestra vida tuviera que estar regida por la vergüenza”.

tengo-el-vih-y-no-quiero-mantenerlo-en-secreto-546-body-image-1442850543

Miguel junto a su marido Rudolf, con el que lleva nueve años.

Actualmente, en cuanto se investiga un poco con respecto a la medicación para el VIH, surge un nombre: Truvada. Hace poco sacamos en VICE un artículo sobre este medicamento. La Truvada es un tratamiento utilizado en personas infectadas por el VIH que impide que el virus se replique, y consigue que la carga viral del cuerpo se reduzca hasta niveles indetectables. Esto significa que el paciente lleva una vida normal, como si prácticamente no tuviese la enfermedad, aunque siga teniéndola de manera crónica, pues no puede eliminar el virus totalmente del cuerpo. Además, es el primer medicamento eficiente para la profilaxis pre-exposición (PrEP). Es precisamente lo que toma Rudolf, el marido de Miguel. Pero hay que tener en cuenta que la Truvada sólo protege del VIH, no de otras enfermedades de transmisión sexual, así que se recomienda seguir ese tratamiento en conjunción con el uso del condón. En Estados Unidos -cuenta Miguel- lo llaman TasP (Treatment as Prevention), o sea, que mientras yo tome mi tratamiento la probabilidad de que yo transmita el virus a alguien es mínima, virtualmente cero. ¿Qué quiere decir virtualmente? Pues que a día de hoy, con Truvada y TASP, no hay casos registrados de infección. Lo dejan en “virtual” porque siempre salen casos que son excepciones a la regla, pero aún no se ha producido”.

Así que de pronto, ¡oh, sorpresa!, desaparece una de las afiladas lanzas que pendían sobre las cabezas de las personas con VIH: el fin de la vida sexual. Aún sin haber cumplido los 30 y recién diagnosticado, una de las cosas que más preocupó a Miguel es si volvería a tener vida sexual: “Sabía que no me iba a morir y que la calidad de vida era bastante normal, pero me aterraba la idea de contagiar a alguien y que mi apetito sexual se evaporase. La simple idea de que yo pudiera contagiar a mi marido me hacía muy difícil incluso tener una erección. Me aterraba. Es un proceso de aceptación por el que uno pasa y por el que sigo pasando, pero lo cierto es que la vida sexual puede ser completamente normal. Esta es la realidad de hoy; algunos no quieren que la cuente por lo del efecto llamada, otros no se lo creen porque siguen viviendo en los 80 y en el miedo”.

Aunque los nuevos métodos tienen, cómo no, sus detractores. ¿Estrategia farmacéutica? ¿Excusa perfecta para una mayor laxitud en la prevención de las ETS? Lucas pone ciertas pegas a esta medicación: “Considero que clínicamente y en situaciones particulares es una droga que tiene un uso efectivo. Ahora bien, si lo vamos a pensar como preventivo, me parece una solución burguesa para el miedo de las personas que pueden pagarlo. Puede ser una solución que apoyo mucho en situaciones en las que la pareja sea serodiscordante (es decir, que uno de ellos sea VIH positivo, y el otro negativo) y el uso preventivo acompañado de un seguimiento profesional médico. El problema es: ¿Llega esta medicación preventiva a poblaciones como las prostitutas, las chicas trans o demás poblaciones expuestas? Poco. Sólo llegan a gays ABC1 con preservativofobia. Avalo mucho la PrEP como uso conciente, no como excusa para dejar de cuidarse. Tiene que servir no sólo para que los negativos “se queden tranquilos”, también debe ser una herramienta para que quienes vivimos con el virus podamos desarrollar una sexualidad que afiance nuestra autoestima”.

tengo-el-vih-y-no-quiero-mantenerlo-en-secreto-546-body-image-1442850473

Lucas ‘Fauno’ Gutiérrez opina que “es como si dentro del mismo activismo del VIH/Sida no quisieran que contemos que nuestra vida es completamente normal”.

Entre la información que puede encontrarse acerca de las nuevas medicaciones del VIH, también figura, cómo no, una lista de posibles efectos secundarios. A este respecto, Miguel tuvo mucha suerte. El tratamiento actuó muy rápido y de manera eficaz, haciendo que el virus se volviera indetectable enseguida. Indetectable, para entendernos, es el estado que todo VIH positivo quiere alcanzar: significa que el virus está controlado y su carga es tan pequeña que ni los tests lo pueden detectar. “Lo que no quiere decir que estemos curados -remarca Miguel- Cada cuatro meses tengo que ir al médico para confirmar que sigo en ese estado indetectable y para hacer un seguimiento del riñón y el hígado, porque parece que la medicación puede dañarlos. Si se notara algún daño, me cambiarían la dosis o el tratamiento. El único efecto secundario que tengo es algo que llaman “sueños vívidos”, que básicamente consiste en que tengo unos sueños que flipas. A veces es como si durmiera dentro de un caleidoscopio. Es muy potente. No me ocurre todas las noches, pero sí de vez en cuando”.

Evidentemente, y es un dato que debe ser destacado, tanto Lucas como Miguel han tenido la suerte de ser diagnosticados en países en los que existen las condiciones adecuadas para un tratamiento seguro y de calidad. Miguel lo tiene muy claro: “Aunque en todos lados tenemos similares problemas con el estigma, es una enfermedad totalmente determinada por el lugar donde la vives. Pero hay muchas contradicciones. Sin ir más lejos, en Estados Unidos. Una de las pocas cosas buenas que hizo Bush hijo fueron las tremendas campañas de protección y tratamiento del VIH en África. Sin embargo, seguía prohibiendo la entrada a personas VIH positivo a Estados Unidos. Esquizofrénico. Con Obama se levantó esa prohibición. De España a Estados Unidos hay un abismo. Hay pros y contras en ambos lados. En España sí se habla de prevención, pero hay un silencio pesado como una cortina de hierro sobre las personas con VIH. No se habla; como uno no tiene que revelar su status, su vida puede ser bastante normal. Por ejemplo, la vida sexual: la ley no te obliga a contar a alguien con quien te acuestas una noche que eres VIH positivo. El problema de esto es que el VIH prácticamente no se discute, y eso sólo hace el estigma más grande. La gente sigue viviendo en los 80. En Estados Unidos la ley, al menos en Nueva York, te obliga a revelar tu estatus a tu pareja sexual antes de acostarte. Es cruel, porque está ahí uno en el ajo y tiene que salir con su parte médico. Pero la parte positiva de eso es que se habla de VIH, la gente sabe qué es y en qué situación está. O directamente te preguntan. Es jodido para mantener una sexualidad mentalmente sana porque se siente uno continuamente patologizado, pero socialmente es útil. En contra: todos los problemas de la sanidad privada en Estados Unidos. Por suerte, tengo un seguro médico privado, y aún así es un gasto considerable. El medicamento mensualmente me cuesta 20 dólares, las visitas al médico a veces hasta 250. Sin seguro, el medicamento es 3.000 dólares mensuales y las visitas médicas ni lo quiero saber. En Nueva York, por suerte, ahora hay formas de acceder gratuitamente al tratamiento sin tener seguro, pero aún así es una barbaridad”.

En la preparación de este artículo, ofrecí a Miguel y Lucas mantener el anonimato, pero los dos rechazaron esta opción con firmeza. En el caso de Lucas, que además de periodista y escritor es performer, la visibilización es particularmente llamativa, ya que, además de mantener un activismo constante, el VIH forma parte de su creación artística, convirtiéndolo en una figura de referencia en el tema del VIH en Argentina. “Me asombró volverme un referente. Esto significa que el silencio predomina. Más allá de mi acción hay mucha gente que trabaja día a día porque esto deje de ser un tabú. Yo elegí el campo público porque mi pulsión de alma son el periodismo y el arte, pero una madre que acompaña a su hijo, una pareja que se hace cargo de convivir con el virus, un hijo que dialoga… todos hacen de esto algo llevadero para quienes somos positivos. La visibilización es algo fundamental, ya que, por ejemplo, existen muchos casos de despido, de precarización y explotación laboral en personas con VIH. Por eso es tan importante que casos así salgan a la luz, para que se comience a cuantificar y hacerles saber a las empresas que ya no nos callamos. En cuanto a mis acciones artísticas, querría aclarar que no luchan contra el VIH, sino contra el silencio predominante de la sociedad. Meto las palabras crudas en lo cotidiano. Que alguien lea “VIH”, que lea “SIDA”. Busco que la palabra callada por la hipocresía social se haga presente en lo cotidiano”.

Para Miguel, la visibilización forma parte de su manera de lidiar con los problemas. “No hay ningún círculo de mi vida a quien se lo esté ocultando. Hay personas que deciden llevarlo más discretamente, en silencio, y es respetable. A mí el silencio me oprime, pero además cuando el silencio se debe al miedo al estigma, no es silencio, es un armario, el armario del VIH, que es muy perverso. Es muy difícil vivir ahí. Conozco mucha gente que ha decidido no revelar su estatus, y los apoyo incondicionalmente. Pero yo sí vi que mis condiciones eran buenas para dar el paso y hacerlo público. Tengo mi familia y mis amigos detrás, un trabajo, un seguro de salud privado, etc. Claro, hay muchos riesgos también, porque el apoyo es muy explícito, pero los que no te apoyan no lo dicen y la puñalada puede llegar por donde menos te lo esperas. De todas maneras, contarlo y compartirlo me hizo más fuerte, y sé que no estoy solo en esto, así que si esas puñaladas vienen desde la vida personal o profesional, lidiaré con ellas apoyado por todo el mundo que tengo detrás. Yo soy un activista horrible, me canso rápido, no soy constante. Por eso admiro profundamente el trabajo de los activistas y les estoy inmensamente agradecido. Hay una frase de Pedro Zerolo que marcó mi decisión de hacerlo público. Dice algo así como que “cuando elegimos ser valientes, no nos equivocamos”: Decir al mundo que eres VIH positivo da pánico, pero yo creo que no me he equivocado”.

Los dos coinciden en que el mal principal del VIH no es la enfermedad en sí, sino el estigma que conlleva. Miguel es consciente de que hay diversos frentes en su vida que podrían verse dificultados por el hecho de ser VIH positivo: “Yo quiero ser padre, y no sé si esto me va a hacer más difícil la adopción. Tampoco sé si algún día tendré problemas en el trabajo. No sé si en algún momento la medicación me dará problemas renales. Hay estigmas que no me molestan en absoluto, como el que nos imagina como seres lujuriosos follando sin límites. ¿Cómo me va a molestar eso? Tengo mi propia batalla contra el puritanismo. Ahora, el estigma más perverso es el horror que le produce a la sociedad la idea de enfermedad. Y toda la moralina que va ligada a las enfermedades de transmisión sexual. Creo que mi batalla es sobre todo contra la vergüenza”.

Lucas coincide en esa idea: “Todas las semanas alguien con la mejor onda me escribe diciendo que encontraron la cura. La verdad, prefiero que me hablen de la cura de la ignorancia, el prejuicio y la mediocridad”.

Una concejala de Podemos de Málaga declara su bisexualidad para luchar por la igualdad

La edil Cristina Fernández señala que no tiene ningún problema en reconocer abiertamente su condición sexual y que no se esconde, y confía en que su gesto sirva para hacer visible esta realidad, aún demasiado escondida

La edil Cristina Fernández

La edil Cristina Fernández

La concejala de Espacio Verde, formación promovida por Podemos, en el Ayuntamiento de Nerja (Málaga), Cristina Fernández, ha hecho pública su bisexualidad, con el objetivo de apoyar y dar reconocimiento a esta orientación sexual. Fernández presentará este jueves en pleno una moción para poner en marcha un plan municipal por los derechos del colectivo de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales en la localidad, propuesto por la Federación Arco Iris.

La concejala ha señalado que no tiene ningún problema en reconocer abiertamente su condición sexual y que no se esconde, y confía en que su gesto sirva para hacer visible esta realidad, aún demasiado escondida.

Gonzalo Serrano, presidente de la Federación Andaluza Arco Iris, ha afirmado que Fernández es la primera concejala que “habla abiertamente sobre su bisexualidad en Andalucía”. Según la Federación Arco Iris, el imaginario social sigue asociando la bisexualidad con términos como “el vicio y la indefinición”.

“Tenemos ya la costumbre de ver a hombres gais de relevancia social, política o cultural que salen del armario; cada vez más mujeres lesbianas siguen el mismo camino; sin embargo son muy pocas las personas bisexuales que han dado este paso”, ha señalado Serrano.

Fernández, de 40 años, encabezó la candidatura de Espacio Verde (EVA-Podemos) en las últimas elecciones municipales, en las que este partido obtuvo un acta de edil. La concejala propició la investidura de la candidata del PSOE, Rosa Arrabal, como alcaldesa, aunque por el momento permanece en la oposición.

No obstante, está liberada y ha precisado que, “próximamente”, entrará a forma parte de la Junta de Gobierno Local y asumirá alguna delegación municipal.

Antes de entrar en política, Fernández ya era conocida en Nerja por su labor al frente de la asociación Taller de la Amistad, una entidad dedicada a la atención a personas con discapacidad intelectual.

Polari, el lenguaje secreto del mundo gay

Artículo publicado en YOROKOBU
En los años 90, el profesor Paul Baker empezó a escribir anuncios en la sección de contactos de varias revistas gays. Solo buscaba hablar. Literalmente. Buscaba a los antiguos hablantes del polari, un lenguaje extinto que se popularizó a mediados del siglo pasado en los bares gais de Inglaterra. Después de varias entrevistas y meses de investigación, Baker hizo un libro que recopilaba las palabras más usadas de esta jerga marginal. Un corto basado en este trabajo ha rescatado del olvido el polari y ha puesto el foco en un lenguaje que nació en los bajos fondos de Inglaterra y acabó muriendo de éxito. Esta es su historia.

En España los homosexuales «entendían». En EE UU se declaraban «amigos de Dorothy». Durante los años de miedo y represión ha habido muchas maneras sutiles de declarar la propia homosexualidad, pero ninguna tan rica y compleja como el polari, el lenguaje perdido de los homosexuales británicos.

Paul Baker, profesor de la universidad de Lancaster especializado en lenguaje y temas de género y sexualidad, ha contabilizado más de 500 palabras, aunque asegura que es «improbable que la mayoría de la gente conociera y usara tantas». Al tratarse de una jerga que surgió de forma espontánea y orgánica, el polari tenía unos 20 términos en su génesis, conocidos por todos los hablantes, y a partir de ahí variaba según la zona o los ambientes en los que se diera.

Incluso el propio nombre del lenguaje, polari (proveniente del italiano parlare: hablar) no fue unánime, y muchos lo conocían como ‘palari’, ‘palare’ o ‘parlaree’. Su origen es difuso, pero Baker lo sitúa en torno a los años 30 y habla de influencias como el ya citado italiano, el occitano, el francés, la lengua franca usada por las fuerzas aéreas americanas y el cant, una jerga usada por criminales.

Este mejunje lingüístico dio como resultado una jerga relativamente cohesionada que tenía su epicentro en el casco urbano de Londres. Puede que ahí estuviera su génesis y palabras como ‘Dilly’ (para referirse a la céntrica Plaza de Picadilly, frecuentada entonces por prostitutos) parecen confirmar esta teoría. Sin embargo, el polari se fue extendiendo por la Inglaterra urbana en la primera mitad del siglo XX, cuando la homosexualidad era un pecado que podía llevarte a la cárcel y era mejor camuflar en función del tipo de conversación. Pero, ¿cómo sonaba el polari? Exactamente así.

Brian Fairbairn y Karl Eccleston, los autores del vídeo que precede estas líneas, leyeron el trabajo de Baker y decidieron resucitarlo para Putting on the dish, un corto rodado y titulado en polari (si quieres saber su significado echa un vistazo a nuestro minidiccionario polari-español, al final de este artículo).

La escena tiene lugar a principios de los 60, cuando ser homosexual en Inglaterra aún era ilegal. La conversación –ininteligible a menos que seas un homosexual inglés de unos 60 años– arranca con el libro que está leyendo uno de ellos, La Naranja Mecánica. Según ha explicado Eccleston, la elección de este libro «hace referencia a cómo se veía entonces la homosexualidad, como algo transgresor y pervertido [como lo fue en su momento La Naranja Mecánica] que se curaba con humillación pública y castración química [de forma similar a lo que le ocurre al protagonista del libro]».

Eccleston también resalta el hecho de que la novela de Anthony Burgess esté escrita en una jerga llamada neolenguaje (su edición en español está acompañada de un pequeño diccionario para hacer más comprensible la lectura). Putting on the dish se conforma así como una complicada vuelta de tuerca, un corto que habla en polari sobre un libro para retratar la situación de los homosexuales en la Inglaterra de los años 60.

A pesar de lo críptico de su lenguaje, comentan Fairbairn y Eccleston que un usuario ha traducido el diálogo de su vídeo. «No tenemos ni idea de quién es, pero su traducción es básicamente perfecta», aseguran. «En general ha sido fascinante y muy gratificante ver aparecer estas traducciones en los comentarios, ver cómo la gente discutía sobre lo que decían nuestros personajes», comentan, reafirmándose en su idea de no poner subtítulos a su corto para que la gente lo percibiera «como algo ajeno» para que se pusieran en situación. «El polari es un lenguaje rico y divertido», comentan, «pero también dice mucho sobre el nivel de opresión histórica que existía entonces, y sobre cuánto hemos avanzado».
Estos dos cineastas se declaran encantados de «haber puesto el polari en el mapa» y sorprendidos del nivel de aceptación que ha tenido su corto. Su éxito parece derivar de la curiosidad por retratar una lengua marginal del pasado, aunque no es la primera vez que el polari se cuela en los hogares de las familias heterosexuales de bien, fue precisamente su sobreexposición la que acabó condenando esta jerga.

Era 1960 cuando la radio de la BBC decidió incluir dos nuevos personajes en su popularshow Round the Horne. Julian y Sandy no fueron los primeros personajes homosexuales que retrató la radio. Tampoco se salieron de los estereotipos prefijados en aquella época. Pero fueron los primeros en utilizar el polari en antena, en un horario tan familiar como las tardes de los domingos. Aquello fue el principio del fin. Mientras palabras como ‘bona’ (bueno), ‘vada’ (mirar) o ‘blowjob’ (sí, exactamente eso que estás pensando) eran cada vez más conocidas por el público heterosexual, los homosexuales dejaron de usar el polari. Sucedió algo parecido a lo que había pasado siglos atrás en Inglaterra, cuando el uso de un clavel verde dejó de ser un guiño secreto al público homosexual por haber sido expuesto en el libro The Green Carnation. Oscar Wilde fue de los últimos en enterarse, pues en su juicio por sodomía se usaron el clavel y el libro que desvelaba su significado como pruebas en su contra.

Con estos precedentes y la sodomía aún castigada por el código penal inglés, el polari empezó un declive que se agravaría aún más con la despenalización parcial de la homosexualidad en 1967 y la normalización de las cosas. Empezó esta jerga entonces un letargo del que aún no se ha despertado. Pero el que no se use no quiere decir que se tenga que olvidar. Gracias al trabajo de lingüistas como Baker y cineastas como Fairbairn y Eccleston esto está lejos de suceder. Por si las moscas dejamos para la posteridad este breve diccionario polari-español.

bevvy – bebida
bitch – marica mala
blow(job) – dar sexo oral
bona – bueno
camp – amanerado
cod – horrible
cottage – baños públicos donde se practica sexo ocasional
dish – ano/culo
dolly – bonito
drag – ropas estrafalarias
eek – cara
feely – joven
lally – pierna
lattie – casa
omi – hombre
omi-palone – hombre gay
palone – mujer
putting on- lubricar
riah – pelo
trade – hetero curioso
vada – mirar

Urtaran dice que la boda de Maroto «no respetó la normativa municipal»

El regidor del PNV dice que “nadie” puede saltarse la normativa que establece que las bodas en el ayuntamiento de Vitoria solo pueden celebrarse los sábados. Maroto, que se casó en su despacho, lo hizo el viernes por la mañana. El PP responde que ha habido 147 excepciones en los últimos años, “entre ellas la del exalcalde Lazcoz”

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), ha alimentado este lunes la tensión creciente entre nacionalistas y populares en el Ayuntamiento de Vitoria al hacer referencia a una supuesta violación de la normativa municipal por parte del concejal y exalcalde Javier Maroto en un asunto sensible y personal, su boda del pasado viernes con su pareja, Josema Rodríguez, en el Ayuntamiento de la ciudad. Maroto, que anunció en junio que pretendía contraer matrimonio con su novio de siempre, se casó el viernes por la mañana en su despacho del Consistorio, ante un reducidísimo grupo de familiares y amigos (apenas media docena) y con la presencia de un funcionario municipal que levantó acta. El oficiante del austero trámite legal fue su compañero de Corporación y partido Miguel Garnica. El PP ha aclarado este lunes que Maroto pagó los 151,95 euros de la tasa que él mismo instauró, aunque “su boda no tuvo coste para Ayuntamiento ya que se celebró en su despacho en horario de trabajo”. Por la tarde, en un restaurante de la ciudad, repitió la ceremonia ya con más pompa y boato ante unos 270 invitados.

El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), preguntado hoy al respecto en Onda Vasca ha afirmado que en la boda de Maroto celebrada el viernes por la mañana en su despacho del Ayuntamiento “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse la normativa municipal. Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas bien”. El PP ha respondido este lunes que el propio Urtaran “aireó que ha habido 147 excepciones a esa norma, por las que nadie ha puesto el grito en el cielo. Incluso el exalcalde Lazcoz se casó un viernes por el mismo motivo que Maroto, para no interferir en el desarrollo del resto de enlaces de los sábados”, ha apuntado la concejala Leticia Comerón.

“En todo caso, no entendemos que Urtaran quiera enredar con este asunto personal cuando tiene la ciudad parada”, ha agregado.

Según el alcalde del PNV, “esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya preparado”, ha remarcado.

«Sin excepciones»

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este tipo. Además, este mismo lunes, en la junta de portavoces, Urtaran trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”. “No entiendo que por el hecho de que seas concejal o exalcalde te puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha finalizado.

La tensión entre ambos partidos está en Vitoria en su punto álgido desde que el PNV, tercero en votos y escaños tras las elecciones municipales de mayo, aceptara los votos de los partidos de izquierdas para arrebatar la alcadía a Maroto, que venció con holgura en los comiciones (El PP tiene 9 concejales en Vitoria; el PNV, 5). En las últimas semanas, los populares han atacado a Urtaran también un flanco delicado: le han censurado que una de sus primeras decisiones tras llegar a la alcaldía, adoptada en plenas fiestas de La Blanca en agosto, haya sido conceder una subvención de 120.000 euros a la asociación de carácter social que lidera el exalaclde nacionalista Cuerda, que se implicó de forma activa en la campaña de Urtaran y en la posterior plataforma contra Maroto. “Está pagando los favores prestados”, denunció el PP.

Urtaran afirma que en la boda de Maroto “no se hicieron las cosas bien” y no se respetó el reglamento municipal

“El primero que debe cumplir las reglas es un señor que ha sido  alcalde de la ciudad”, señala el alcalde de Gasteiz

El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran (PNV), ha afirmado que en la  boda del exprimer edil, Javier Maroto, celebrada el pasado viernes en  el Consistorio, “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse el  reglamento municipal.

BILBAO. En declaraciones a Onda Vasca, el  primer edil vitoriano se ha referido a la boda celebrada el pasado  viernes en el Ayuntamiento de Gasteiz entre el vicesecretario de  Sectorial del PP y exalcalde de la capital alavesa, Javier Maroto, y  el economista Josema Rodríguez.

Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano  se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los  viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal  relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas  bien”.

“Esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor  Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la  ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había  realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando  nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya  preparado”, ha remarcado.

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto  que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este  tipo. Además, este lunes, en la junta de portavoces, Urtaran  trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el  gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”.

“No entiendo que por el hecho de que seas concejal o exalcalde te  puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las  reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor  que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa  decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha  finalizado.

Maroto: “Me casé en viernes para no molestar”

El político popular, criticado por el alcalde del PNV por no celebrar su enlace en el Ayuntamiento un sábado, único día que lo permite la normativa local, defiende que lo hizo para no molestar a otros contrayentes dada su repercusión mediática

Maroto recibe el salufo de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP

Maroto recibe el salufo de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP. / EFE

El vicesecretario de Sectorial del Partido Popular, Javier Maroto, ha explicado que su boda se celebró en viernes, a pesar de que una normativa municipal prohíbe celebrar una ceremonia en el consistorio este día de la semana, para evitar “una molestia” a la gente, ya que todo el mundo tiene “derecho” a tener una boda “tranquila”.

Así lo ha expresado Maroto a los periodistas este lunes después de reunirse con la fundadora y presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de las Mujeres Víctimas de la Explotación Sexual APRAMP, Rocío Nieto, y la coordinadora general de ésta, Rocío Mora, en donde ha aplaudido que “por fin” ya no exista el debate sobre el matrimonio de personas del mismo sexo. En este sentido, Maroto ha recordado que se ha casado en viernes “exactamente igual que el anterior alcalde”, Patxi Lazcoz, como respuesta a las críticas que ha recibido por parte del primer edil de Vitoria, Gorka Urtaran, debido a que el Ayuntamiento establece que las bodas se celebran los sábados.

Asimismo ha defendido que optó por casarse este día laboral y en un despacho con el fin de “evitar una molestia” al resto de personas que tienen “todo el derecho del mundo de tener su boda tranquila”.

Por otra parte, ha subrayado que “si de algo ha servido” su unión matrimonial es para que tanto la sociedad española como el PP hayan “hecho el trance” y “un tránsito” para que acabar con el debate sobre el matrimonio homosexual, por que, en su opinión, todo el mundo, “sea quien sea” tienen “los mismos derechos y las mismas libertades”. “Ese mensaje es plenamente compartido y es la posición oficial de mi partido”, ha concluido.

El PP recuerda a Urtaran que 157 parejas también se casaron como Maroto

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez EFE

“El alcalde Patxi Lazcoz también optó por casarse un viernes para no interferir en otras parejas y sin embargo, ahora vemos que por ser Javier Maroto ponen el grito en el cielo, cuando no es algo tan excepcional”, así ha contestado la concejal del PP, Leticia Comerón a las declaraciones del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.

Urtaran ha afirmado esta mañana que en la boda del ex primer edil, Javier Maroto, celebrada el pasado viernes en el Consistorio, “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse el reglamento municipal.

En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, el primer edil vitoriano se ha referido a la boda celebrada el pasado viernes en el Ayuntamiento de Vitoria entre el vicesecretario de Sectorial del PP y ex alcalde de la capital alavesa, Javier Maroto, y el economista Josema Rodríguez.

Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas bien”.

“Esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya preparado”, ha remarcado.

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este tipo. Además, este lunes, en la junta de portavoces, Urtaran trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”.

“No entiendo que por el hecho de que seas concejal o ex alcalde te puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha finalizado.

Leticia Comerón, ha comentado que a lo largo de los años ha habido “147 excepciones respecto a cómo se celebran las bodas en el Ayuntamiento de Vitoria” que nunca han sido noticia, y la concejal pone un ejemplo. “El alcalde Patxi Lazcoz también optó por casarse un viernes para no interferir en otras parejas y sin embargo, ahora vemos que por ser Javier Maroto ponen el grito en el cielo, cuando no es algo tan excepcional”.

Además quiere recalcar que se celebró el viernes por la mañana, en “horario de trabajo”. Y aclara que Maroto pagó la tasa de 152 euros que lleva el “pack completo” de una boda, y “no supuso ningún coste añadido al Ayuntamiento”, es más, fue la boda más barata del Ayuntamiento. El grupo popular no entiende “esa actitud de no aportar nada a la sociedad”.