Irlanda dice sí al matrimonio gay

EN UN REFERÉNDUM

irlanda pareja les

DUBLÍN – El electorado irlandés aprobó con un 62,07% de los votos emitidos en el referéndum celebrado el viernes la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, según anunció ayer la Comisión del plebiscito. Los datos oficiales indicaron que los votos en contra de la propuesta del Gobierno, de coalición entre conservadores y laboristas, para autorizar y dar categoría constitucional al matrimonio homosexual alcanzaron el 37,93%.

La Comisión también informó de que la asistencia a las urnas fue del 60,52%, la más alta desde el referéndum sobre la legalización del divorcio celebrado en 1995. El electorado también participó en otra consulta para decidir si se rebaja de los 35 años actuales a los 21 la edad mínima para ser presidente de la República. Los primeros resultados apuntaban a una victoria del no. – Efe

El contagio Zapatero

El Vaticano ya temió en 2005 que el modelo español iba a extenderse al resto de Europa

Cada país a su manera, el matrimonio entre personas del mismo sexo se abre camino poco a poco en el mundo civilizado sin que el Vaticano salga de su asombro. ¿Dónde las raíces del cristianismo?, se preguntan los jerarcas de la Iglesia romana. El referéndum en la muy católica Irlanda les ha colmado el vaso de la desolación, mucho más después de conocer el apabullante resultado de las votaciones. No ha sido un Gobierno desviado, ni unos diputados anticlericales, ni la traición de políticos que creían fieles quienes han tomado la decisión. Es el pueblo de Irlanda en referéndum, ¡la Irlanda católica!

“Europa es una viña devastada por jabalíes”, proclamó el pontífice emérito Benedicto XVI poco después de ser elegido Papa, en abril de 2005. Por entonces, el Gobierno de Rodríguez Zapatero estaba empeñado en reformar el Código Civil para permitir contraer matrimonio a parejas del mismo sexo y otorgarles los derechos de las uniones heterosexuales, incluida la adopción. El Congreso de los Diputados respaldó esa modificación por mayoría absoluta (187 votos) frente a 147 contrarios, procedentes del PP (menos el voto de la ex ministra Celia Villalobos) y de varios diputados de Convergencia i Unió. El Partido Popular tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional esa reforma.

Conviene recordar cómo se tomó el Vaticano aquella legalización en España, antaño la reserva espiritual de Occidente. Las execraciones contra el Gobierno Zapatero parecen ahora de los tiempos de la Inquisición, o peores. Para los obispos, su organización no había sufrido antes ni las catacumbas de Nerón, ni la persecución de Diocleciano, ni la Revolución Francesa, ni la pérdida de los Estados Pontificios. La legalización del matrimonio gay era “el momento más excepcional de la Iglesia en 2000 años”. “Estamos en una situación única en la historia de la humanidad”, sentenció el portavoz episcopal.

Cosas de Zapatero, se pensó entonces, pese a que en 2005 ya había dos naciones europeas (Holanda y Bélgica) que permitían las uniones gays. Hoy son ya una veintena. Los mentideros de Roma, azuzados por la jerarquía del catolicismo español, creían que el presidente era un furibundo laicista y hasta un comecuras, pero que su modelo de Gobierno no corría peligro de contagiarse al resto de Europa. En cambio, el mundo político italiano curioseaba lo que ocurría en España. La intriga llegó tan lejos que la Mostra de Cine de Venecia de aquel año presentó en su sesión de clausura, con gran regocijo mediático, el documental ¡Viva Zapatero!, de Sabina Guzzanti.

Además de negar al Estado capacidad para intervenir en la organización de la sociedad -“el Gobierno no puede legislar sobre derechos inexistentes”, llegó a decir el cardenal Rouco-, los obispos llamaron a la desobediencia con apelaciones como la del entonces cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles, que equiparó la obediencia en la aplicación de la reforma con el “obediente” exterminio de personas en Auschwitz. En consecuencia, decenas de prelados salieron a las calles de Madrid en ruidosa y multitudinaria manifestación y jaleando tesis sostenidas terquedad. “Los homosexuales son unos pobres diablos que, enfermos de muy mala manera, pasan la vida en un infierno o se arrastran por el fango del pecado, luchando algunos de ellos a brazo partido para curarse”, sostiene todavía el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, ex responsable de las políticas de familia en la Conferencia Episcopal.

Comportamiento tan exaltado contra una ley estatal tenía antecedentes. Recordaba lo ocurrido cuando el Gobierno decidió en 1870 legalizar el matrimonio civil. Lo había hecho antes media Europa siguiendo el ejemplo del código napoleónico sobre el matrimonio entre personas de diferentes creencias y sin tocar la indisolubilidad del vínculo eclesiástico. “Es la ley de la mancebía. El matrimonio civil no será jamás otra cosa que un inmoral concubinato o un escandaloso incesto”, argumentaron los obispos de entonces.

Irlanda aprueba el matrimonio gay por una amplia mayoría

El sí gana el referéndum con un 62% de los votos

Celebraciones por la aprobación del el matrimonio gay

Celebraciones por la aprobación del el matrimonio gay. / EFE / REUTERS- LIVE

Irlanda se ha convertido en el primer país del mundo que aprueba por votación popular el matrimonio entre personas del mismo sexo. Pasadas las ocho de la tarde (hora peninsular española) concluyó el recuento: el sí ha obtenido un 62% de los votos en el referéndum celebrado el viernes, frente a un 37% del no. El número de papeletas con el sí (1.2 millones) casi duplica a las del no. la participación ha sido de un 60,5%.

Los primeros datos del recuento de votos, iniciado a las diez de la mañana del sábado (hora peninsular española), apuntaban ya a una victoria del sí en el referéndum sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Irlanda. El ministro de Igualdad, Aodhán O’Ríordáin, ha avanzado ha declarado esta mañana: “Creo que está ganado. He visto urnas abiertas, de áreas medias que no tienen por qué ser necesariamente liberales, y están rotundamente votando sí”.

O’Ríordáin ha sido el primero de una serie de diputados que, desde sus correspondientes circunscripciones electorales, han repetido el mismo mensaje: que todo indica que el sí, tal como estaba previsto, va a ganar. Incluso uno de los principales actores de la campaña por el no ha admitido que es muy probable que suceda. “Todo el mundo parece estar prediciendo un sí, y ese parece ser el caso por el momento. Es decepcionante”, ha declarado John Murray, del católico Instituto Iona.

Se trata de todo un acontecimiento histórico para un país, fuertemente católico, en el que la homosexualidad era ilegal y se pagaba con penas de cárcel hasta 1993.

Todos los partidos políticos han pedido el voto por el sí, igual que los principales periódicos. Todas las encuestas publicadas antes del viernes, día de la votación, indicaban una victoria del sí por un cómodo margen. Pero nadie descartaba un estrechamiento del margen debido al voto del llamado “no tímido”, el de aquellos ciudadanos que, en el contexto de una campaña mucho más visible del sí, podrían ocultar su voluntad de que se mantenga el statu quo.

La participación parece haber sido alta, mucho mas que en otros referendos celebrados en el país. Al cierre de los colegios electorales a las once de la noche (hora peninsular española), la cadena pública RTE estimó que la participación podría situarse entre el 50 y el 60%. La alta afluencia a las urnas da una idea del interés que ha suscitado en este país, aún mayoritariamente católico, la propuesta de legalización del matrimonio homosexual planteada por el Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas.

Algo más de 3,2 millones de irlandeses mayores de edad se habían registrado para votar. Debían responder, marcando la casilla del sí o la del no, si la Constitución irlandesa debe cambiarse para incluir la siguiente frase: “Pueden contraer matrimonio de acuerdo con la ley dos personas sin distinción de su sexo”. Había otra cuestión que se sometía al voto popular: si se reduce o no el límite de edad legal (de 35 a 21 años) para poder ser candidato a presidente. El recuento ha empezado por las papeletas del matrimonio entre personas del mismo sexo.

La movilización de los jóvenes urbanos habría sido un factor clave en la victoria del sí. En Dublín, en cuya área metropolitana vive casi un tercio de los 4,5 habitantes del país, se calcula que la participación puede haber llegado al 65%. Y en Cork, la segunda mayor ciudad, al 60%. Hasta 60.000 personas se registraron para votar en los últimos meses, muchas de ellas irlandeses residentes por todo el mundo que no querían perderse un momento histórico. No era posible el voto por correo, y podían votar a todos los irlandeses que hubieran emigrado de su país hace menos de 18 meses.

En la capital, el triunfo del puede ser rotundo. En el distrito oeste, con un 13% de votos escrutados, un 73% de los ciudadanos se han mostrado a favor. Este porcentaje es del 70% en el centro oeste y de entre el 60 y el 65%. En el centro-norte, el alcanzaría un 70%, según las mejores perspectivas. “Parece que esta cuestión ha tocado un nervio en los irlandeses y me siento orgulloso de ser un ciudadano de este país”, ha aseverado el ministro.

Irlanda se suma finalmente a la tendencia global de extender el derecho a contraer matrimonio a las personas gais. Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 19 países de todo el mundo, en todo su territorio. Además, dicho derecho se reconoce en parte del territorio de Estados Unidos, México y Reino Unido (el matrimonio gay sigue siendo ilegal en Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones que lo componen).

Dos motivos convierten el caso irlandés en especial. El primero es que aquí son los ciudadanos con sus votos quienes deciden sobre el tema, dado que la Constitución del país solo se puede modificar por referéndum.

El segundo motivo es de carácter histórico: el país, en el que hasta hace poco la Iglesia Católica tenía un importante peso en la política, fue uno de los últimos del mundo occidental en que la homosexualidad constituía un delito castigado con penas de cárcel. No fue hasta 1993 que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal la legislación hasta entonces vigente, heredada de la vecina Inglaterra. El divorcio se legalizó en 1995, los anticonceptivos en 1985, y el aborto sigue siendo ilegal incluso en el caso de violación.

Más del 60% de los irlandeses aprueba en referéndum el matrimonio gay

Abrumadora mayoría del “Sí”, que triunfa con un 62% en uno de las consultas con mayor participación de la historia del país.

Una pareja de lesbianas celebra el triunfo del Si en el referéndum sobre el matrimonio homosexual celebrado este sábado en Irlanda

Una pareja de lesbianas celebra el triunfo del “Sí” en el referéndum sobre el matrimonio homosexual celebrado este sábado en Irlanda. EFE/EPA/AIDAN CRAWLEY

DUBLÍN.- El electorado irlandés aprobó con un62,07% de los votos emitidos en el referéndum celebrado este viernes la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, según anunció hoy la Comisión del plebiscito.

Los datos oficiales dados a conocer hoy indicaron que los votos en contra de la propuesta del Gobierno, de coalición entre conservadores y laboristas, para autorizar y dar categoría constitucional al matrimonio homosexual alcanzaron el 37,93%.

La Comisión también informó de que la asistencia a las urnas fue del 60,52 %, la más alta desde el referéndum sobre la legalización del divorcio celebrado en 1995, después del cual se celebraron 20 plebiscitos más.

El electorado irlandés, de poco más de tres millones, también participó el viernes en otra consulta para decidir si se rebaja de los 35 años actuales a los 21 la edad mínima para ser presidente de la República, un cargo principalmente representativo.

El recuento de ese referéndum no ha concluido aún, pero los resultados provisionales apuntan a una victoria del “no” a la reforma de la legislación vigente, tal y como preveían las encuestas.

Al convertirse en el primer país del mundo que autoriza por voluntad popular el matrimonio entre parejas del mismo sexo, estas uniones están desde hoy reconocidas por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que les concederá protección constitucional y les equiparará al matrimonio convencional.

Los detractores, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la Iglesia católica, sostienen que estas uniones atentan contra los valores de la familia tradicional y que modificarán radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionarán los derechos del menor.

La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio”.

“El sí envía un mensaje sobre la igualdad”

El primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, celebró que su “pequeño país” haya sido capaz de enviar un “mensaje global” sobre la “igualdad” con el apoyo mayoritario de su electorado en referéndum al matrimonio gay.

El jefe del Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas, aseguró que Irlanda, un país aún mayoritariamente católico, puede ahora continuar avanzando para “crear una sociedad más justa y compasiva”.

Tras conocer los resultados definitivos, Kenny destacó la clara victoria del “sí”, pues de las 43 circunscripciones que componen el mapa electoral irlandés, solo en la de Roscommon-Leitrim Sur, en una zona rural del noroeste del país, ganó el “no” con un 51,42 % de los votos.

En su comparecencia ante los medios, Kenny estuvo acompañado por Joan Burton, la viceprimera ministra y líder del Partido Laborista, la formación que planteó a sus socios conservadores en el Gobierno la necesidad de convocar un plebiscito para legalizar el matrimonio homosexual, tal y como figuraba en su manifiesto para los comicios generales de 2011.

“Cuando miro atrás y analizo la campaña (del referéndum), pienso en muchas cosas. Pienso en la gente que lo ha hecho posible y en aquellos cuyas vidas cambiará para siempre”, dijo Burton.

“Pero sobre todo -dijo-, me acuerdo de los niños en cada ciudad, en cada pueblo, que van a crecer sabiendo que su país les acepta independientemente de lo que sean cuando sean mayores y de quién se enamoren un día”.

IRLANDA DESAFÍA SU PASADO PARA DECIR SÍ AL FUTURO DE IGUALDAD

Adiós al estereotipo, al control de la Iglesia, a la desigualdad. El electorado irlandés es el primero en el mundo en garantizar igualdad de derechos ante la ley de todos sus ciudadanos, ratificando su voluntad de reforma constitucional que legaliza el matrimonio homosexual.

Irish Senator Katherine Zappone (L) kisses her partner Ann Louise Gilligan as supporters for same-sex marriage wait for the result of the referendum at Dublin Castle on May 23, 2015 in Dublin. Yes voters were basking in the sunshine today as they gathered to celebrate an expected victory in Ireland's referendum on whether to approve same-sex marriage. AFP PHOTO / Paul Faith

Irish Senator Katherine Zappone (L) kisses her partner Ann Louise Gilligan as supporters for same-sex marriage wait for the result of the referendum at Dublin Castle on May 23, 2015 in Dublin. Yes voters were basking in the sunshine today as they gathered to celebrate an expected victory in Ireland’s referendum on whether to approve same-sex marriage.
AFP PHOTO / Paul Faith

Las calles de Dublín son una fiesta. Un día soleado en el que los arcoíris de las banderas han tomado las calles, porque los ciudadanos de Irlanda, el bastión del catolicismo en Europa Occidental, rompieron los vínculos finales con los dictados de la Iglesia para convertir a su país en el primer estado del mundo que aprueba el matrimonio homosexual por refrendo popular.

El mapa de Irlanda se tiñó de verde según se anunciaban los resultados en los distintos distritos electorales. Sólo una nota discordante en el centro de Irlanda, donde Roscommon/South Leitrim votó en contra de la reforma constitucional que legaliza el matrimonio entre parejas del mismo sexo, con 51,42% frente al 48,58% a favor.

El senador David Norris, el hombre que derrotó al estado Irlandés a la Corte Europea de Derechos Humanos en 1988 denunciando la criminalización de la homosexualidad como una violación del artículo 8 de la Carta de los Derechos Humanos, paseaba por el centro de recuento y por las calles de Dublín entre felicitaciones y aplausos, porque con una participación de más de un sesenta por ciento, el 63% de los votantes apoyaron la igualdad ante la ley de todos sus ciudadanos. Es importante entender este resultado en un contexto político y social, porque este es un país en el que la homosexualidad sólo fue descriminalizada en 1993, y en el que el divorcio raspó su aprobación con tan sólo un 1% de los votos en 1995.

Este referéndum ha sido una batalla muy personal, en la que las historias de discriminación y de esperanza se enfrentaban a los argumentos de los grupos católicos y cristianos, quienes para justificar su inclinación hacia la discriminación, destilaban la duda sobre la capacidad de las parejas del mismo sexo de ser buenos padres, intentando crear otras controversias frente a la simplicidad de las campañas que apoyaban la reforma constitucional, un voto por el matrimonio homosexual es un voto por la igualdad. Una campaña que ha abierto las puertas del armario al ministro de sanidad Leo Varadkar y al exministro de la lengua irlandesa Pat Carey, y dividido a la Iglesia Católica, cuya jerarquía pedía un desganado voto negativo, mientras que algunos párrocos de a pie anunciaban que votarían «sí».

Esta ha sido una campaña de resonancia internacional, en la primera página de The New York Times, The Guardian, BBC…, que se ha vivido en las redes sociales, en las que los emigrantes –que sólo mantienen su derecho al voto en los dieciocho meses desde que abandonan la isla– documentaban su viaje a casa desde Londres, Abu Dabi, Chicago, Australia, Kenia…, para votar por el cambio –se especula que hasta 48 mil comentarios se han recogido en twitter–. Un resultado con el que se han identificado desde el vicepresidente estadounidense, John Biden, a la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, quien tuiteaba: «Apuesto a que habrá algunas propuestas matrimoniales en los bares de Dublín esta noche. Qué pensamiento más maravilloso. Disfruta de la celebración, Irlanda». Que se festejó también en los bares de Viena con antelación al festival de Eurovisión, y que ayer por la noche se celebró en las fiestas eurovisivas –una tradición muy irlandesa– de Dublín.

Este ha sido un resultado emotivo, en el que no han faltado las lágrimas, esta vez de felicidad, de las parejas y familias que finalmente conseguirán ser reconocidas por la ley en igualdad de condiciones. En el que una Drag Queen, Panty, se ha convertido en el símbolo del colectivo LGBT, compartiendo escenario con la ministra de Justicia, el senador David Norris y el líder de Sinn Féin Gerry Adams. Fue el 22 de mayo cuando los ciudadanos irlandeses votaron en el aniversario del nacimiento del activista gay y político estadounidense Harvey Milk, y el resultado no podía, ni debía, haber sido otro.

Sinn Féin duplica su voto y no cambia la elección presidencial

A la sombra del referéndum sobre el matrimonio homosexual, otras votaciones tenían lugar en Irlanda. La elección para sustituir en el parlamento al comisario europeo Phil Hogan y el referéndum para rebajar la edad de los candidatos presidenciales de 35 a 21, que todo apunta no será aprobado por los votantes. El recuento seguía en ambas votaciones al cierre de esta edición, pero todo apuntaba a que el candidato de Fianna Fail resultará ganador tal y como apuntan las encuestas, y la novedad es que Sinn Féin prácticamente dobla su voto en el distrito electoral.S.G.

Irlanda aprueba el matrimonio gay, según los primeros recuentos

Los primeros datos del recuento de votos, iniciado a las diez de la mañana del sábado (hora peninsular española), apuntan a una victoria del sí en el referéndum sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Irlanda. Aunque el resultado oficial no se conocerá hasta avanzada la tarde, el ministro de Igualdad, Aodhán O’Ríordáin, ya ha avanzado que el voto parece inclinarse con fuerza hacia el sí. Desde el principal centro de recuento de votos, ha declarado esta mañana: “Creo que está ganado. He visto urnas abiertas, de áreas medias que no tienen por qué ser necesariamente liberales, y están rotundamente votando sí”.

O’Ríordáin ha sido el primero de una serie de diputados que, desde sus correspondientes circunscripciones electorales, han repetido el mismo mensaje: que todo indica que el sí, tal como estaba previsto, va a ganar. Incluso uno de los principales actores de la campaña por el no ha admitido que es muy probable que suceda. “Todo el mundo parece estar prediciendo un sí, y ese parece ser el caso por el momento. Es decepcionante”, ha declarado John Murray, del católico Instituto Iona.

El recuento de los votos se prolongará hasta la media tarde, y está previsto que los resultados oficiales se hagan públicos en torno a las siete de la tarde (hora peninsular española).

De confirmarse la tendencia que indican las primeras fases del recuento, Irlanda se convertiría en el primer país del mundo que aprueba por medio de una votación popular los matrimonios entre personas del mismo sexo. Todo un acontecimiento histórico para un país, fuertemente católico, en el quela homosexualidad era ilegal y se pagaba con penas de cárcel hasta 1993.

Todos los partidos políticos han pedido el voto por el sí, igual que los principales periódicos. Todas las encuestas publicadas antes del viernes, día de la votación, indicaban una victoria del sí por un cómodo margen. Pero nadie descartaba un estrechamiento del margen debido al voto del llamado “no tímido”, el de aquellos ciudadanos que, en el contexto de una campaña mucho más visible del sí, podrían ocultar su voluntad de que se mantenga el statu quo.

La participación parece haber sido alta, mucho mas que en otros referendos celebrados en el país. Al cierre de los colegios electorales a las once de la noche (hora peninsular española), la cadena pública RTE estimó que la participación podría situarse entre el 50 y el 60%. La alta afluencia a las urnas da una idea del interés que ha suscitado en este país, aún mayoritariamente católico, la propuesta de legalización del matrimonio homosexual planteada por el Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas.

Algo más de 3,2 millones de irlandeses mayores de edad se habían registrado para votar. Debían responder, marcando la casilla del sí o la del no, si la Constitución irlandesa debe cambiarse para incluir la siguiente frase: “Pueden contraer matrimonio de acuerdo con la ley dos personas sin distinción de su sexo”. Había otra cuestión que se sometía al voto popular: si se reduce o no el límite de edad legal (de 35 a 21 años) para poder ser candidato a presidente. El recuento ha empezado por las papeletas del matrimonio entre personas del mismo sexo.

La movilización de los jóvenes urbanos habría sido un factor clave en la victoria del sí, en el caso en que finalmente se confirmara. En Dublín, en cuya área metropolitana vive casi un tercio de los 4,5 habitantes del país, se calcula que la participación puede haber llegado al 65%. Y en Cork, la segunda mayor ciudad, al 60%. Hasta 60.000 personas se registraron para votar en los últimos meses, muchas de ellas irlandeses residentes por todo el mundo que no querían perderse un momento histórico. No era posible el voto por correo, y podían votar a todos los irlandeses que hubieran emigrado de su país hace menos de 18 meses.

En la capital, el triunfo del puede ser rotundo. En el distrito oeste, con un 13% de votos escrutados, un 73% de los ciudadanos se han mostrado a favor. Este porcentaje es del 70% en el centro oeste y de entre el 60 y el 65%. En el centro-norte, el alcanzaría un 70%, según las mejores perspectivas. “Parece que esta cuestión ha tocado un nervio en los irlandeses y me siento orgulloso de ser un ciudadano de este país”, ha aseverado el ministro.

Si el recuento final confirma lo que ha adelantado el ministro, Irlanda se sumaría a la tendencia global de extender el derecho a contraer matrimonio a las personas gais. Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 19 países de todo el mundo, en todo su territorio. Además, dicho derecho se reconoce en parte del territorio de Estados Unidos, México y Reino Unido (el matrimonio gay sigue siendo ilegal en Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones que lo componen).

Dos motivos convierten el caso irlandés en especial. El primero es que aquí son los ciudadanos con sus votos quienes deciden sobre el tema, dado que la Constitución del país solo se puede modificar por referéndum.

El segundo motivo es de carácter histórico: el país, en el que hasta hace poco la Iglesia Católica tenía un importante peso en la política, fue uno de los últimos del mundo occidental en que la homosexualidad constituía un delito castigado con penas de cárcel. No fue hasta 1993 que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal la legislación hasta entonces vigente, heredada de la vecina Inglaterra. El divorcio se legalizó en 1995, los anticonceptivos en 1985, y el aborto sigue siendo ilegal incluso en el caso de violación.

Irlanda aprueba legalizar el matrimonio gay, según las primeras estimaciones de voto

La cadena pública RTE apunta a una victoria del ‘sí’ en casi todas las circunscripciones de Dublín y en las zonas rurales. Sería el primer país en aprobarlo mediante referéndum

DUBLÍN.- El recuento provisional del referéndum celebrado este viernes en Irlanda para decidir sobre lalegalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo apunta a una victoria rotunda del “sí”, según ha informado la cadena pública RTE.

Apenas una hora después del comienzo a las 08.00 horas GMT del cómputo de los sufragios, las primeras proyecciones indicaron ya que el apoyo al matrimonio homosexual se imponía en casi todas las circunscripciones de Dublín y en las de las zonas rurales.

Según la RTE, en la capital del país el apoyo al matrimonio homosexual podría situarse cerca del 60%, frente al 40 del “no”, mientras que en los distritos electorales de las zonas rurales esa distancia podría ser menor.

Cuando se hagan oficiales estos datos provisionales, Irlanda se convertirá en el primer país del mundo que reconoce mediante referéndum el matrimonio gay. La Comisión del referéndum informó de que el resultado final podría anunciarse en el Castillo de Dublín entre las 15.00 y las 17.00 horas GMT, siempre y cuando no se soliciten recuentos.

Incluso el Iona Institute, un influyente think-tank católico que hizo campaña por el “no”, reconoció en su cuenta de Twitter que el electorado irlandés, de poco más de tres millones, ha apoyado mayoritariamente la propuesta del Gobierno de Dublín,de coalición entre conservadores y laboristas. “Felicitaciones al bando del Sí. Bien hecho. #MarRef”, escribió en la red social el director del Iona Institute, David Quinn.

Al cierre anoche de los colegios electorales a las 21.00 horas GMT, la RTE estimó que la participación del electorado podría situarse entre el 50% y el 60%, un índice mucho más alto que el registrado en anteriores plebiscitos, lo que da una idea del interés que ha despertado esta consulta.

Cuando se confirme la victoria del “sí”, el matrimonio entre parejas del mismo sexo será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio convencional.

Los detractores, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la Iglesia católica, sostienen que estas uniones atentan contra los valores de la familia tradicional y que modificarán radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionarán los derechos del menor.

La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio”.

El matrimonio homosexual en el mundo

HOMOSEXUALIDAD Marco legal

Una veintena son los países que tienen reconocido el matrimonio homosexual, más de la mitad de ellos en Europa. En siete sigue penado con la pena de muerte. En 39 supone la cárcel. Las uniones homosexuales son muy antiguas, pero la generalización de un movimiento organizado con objetivo de buscar un reconocimiento legal surge a fines del siglo XX.

En la actualidad el matrimonio homosexual es legal en Holanda,Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal,Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia,Luxemburgo y Brasil. A los que hay que sumar Irlanda que ha reconocido este sábado en referéndum el matrimonio homosexual.

Irlanda

Irlanda ha decidido en rerférendum legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio convencional.

Los detractores, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la Iglesia católica, sostienen que estas uniones atentan contra los valores de la familia tradicional y que modificarán radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionarán los derechos del menor.

La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio”.

Países Bajos

Fue en el año 2001 cuando los Países Bajos se convirtieron en el primer estado en dar luz verde al matrimonio homosexual. Seis años costó llegar hasta este reconocimiento, después de que el Gobierno encargara a una comisión parlamentaria investigar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El 1 de enero de 1998 entró en vigor la ley que permitía las uniones civiles. el 1 de abril de 2001 lo hacía el matrimonio homosexual. Según la oficina estadística de los Países Bajos, desde que entrara en vigor y hasta 2005 se han registrado 6.600 matrimonios.

España

El reconocimiento al derecho al matrimonio a las parejas del mismo sexo llegó a España de la mano del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005 no sin el rechazo del grupo parlamentario ‘popular’ que llevó la Ley del Matrimonio Homosexual al Constitucional. La Ley generó una gran polémica entre la opinión pública. Por una parte, la Iglesia Católica y grupos conservadores la rechazaron de pleno. Sin embargo, un 66% de la población le mostró su apoyo y otro 56% era partidario de que los matrimonios homosexuales pudieran adoptar. Según datos del INE, unas 4.500 parejas del mismo sexo se casaron durante el primer año de vigencia de la ley y hasta finales de 2010 se celebraron 19.643 matrimonios entre personas del mismo sexo.

Bélgica

En Bélgica entró en vigor el 30 de enero de 2003 con algunas restricciones para las parejas extranjeras que más tarde se subsanaron y para la adopción de niños. Finalmente sí se permitió que adoptasen y la afiliación de hijos nacidos dentro del matrimonio.

Sudáfrica

El matrimonio entre personas del mismo sexo fue legalizado en Sudáfrica el 30 de noviembre de 2006, cuando se promulgó la Ley de Uniones Civiles. Sudáfrica se convirtió así en el primer país del continente africano en permitir el matrimonio homosexual. Su camino comenzó en el año 2002, a Corte Superior de Sudáfrica indicó que es discriminatorio e inconstitucional que la ley sudafricana no permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2005, el Tribunal Constitucional dio al Parlamento 12 meses para que promulgara una ley que reconociera estas uniones.

Portugal

Es una de las más recientes, del año 2010. Promulgada por el Gobierno de Aníbal Cavaco da Silva, la ley entró en vigor en mayo de 2010, con restricciones como el tema de la adopción que aún está prohibido. Según el Eurobarómetro realizado entre septiembre y octubre de 2006, el 29% de los portugueses apoyaba el matrimonio homosexual, muy por debajo de la media europea, situada en el 44%.

Canadá

Canadá fue el primer país del continente americano en reconocer el derecho al matrimonio entre parejas del mismo sexo. Lo hizo en el año 2005 a nivel nacional, ya que anteriormente había varios regiones que ya lo tenían reconocido. La creación de la Ley C-38 amplía el derecho de casarse a las personas que viven en el resto del país y redefine el matrimonio en el nivel federal a “una unión legal entre dos personas”, en lugar de “una unión legal de un hombre y una mujer.”

Noruega

Fue legalizado el 1 de enero de 2009, aunque las uniones civiles estaban permitidas desde 1999. La nueva legislación modificó la definición de matrimonio civil haciéndolo neutral al género. Además de proporcionar una definición de matrimonio neutral al género, el proyecto de ley estableció que cuando dos mujeres se casan y una queda embarazada por inseminación artificial, ambas tendrán todos los derechos de maternidad desde el momento de la concepción.

Suecia

Cinco meses después de que lo aprobará Noruega, le llegó el turno a Suecia. La ley contó con el apoyo del partido de la oposición e incluso con el de la iglesia de Suecia. En octubre la Iglesia también votó a favor para que los sacerdotes puedan casar parejas del mismo sexo en ceremonias.

Islandia

En 1996 el país permitió las uniones civiles, pero no fue hasta 14 años después cuando se dio luz verde al matrimonio entre parejas del mismo sexo.

Además Islandia reconoce el derecho de asilo político para los ciudadanos de países donde las personas son perseguidas a causa de su orientación sexual.

Argentina

El proyecto, impulsado por un grupo de senadores de distintos partidos, fue aprobado el 15 de julio de 2010, aunque no sin generar un gran debate en el país y la oposición de la Iglesia y los partidos conservadores. Según la ley vigente, entre los 10 países en el mundo donde se permite el matrimonio homosexual, Argentina es el único país que lo garantiza globalmente independientemente de la nacionalidad y condición de residencia.

Dinamarca

Dinamarca posee una legislación a favor de la no discriminación de las personas LGBT. Además ha sido pionera y referente en la aplicación de estas políticas antidiscriminatorias.

Dinamarca fue, en 1989 el primer país del mundo en reconocer a las parejas del mismo sexo con una ley de uniones civiles, esta ley fue aprobada por todos los partidos del parlamento danés, exceptuando el Partido Popular Cristiano. El 7 de junio de 2012 el Parlamento aprobó una ley que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, tanto civil como de la Iglesia de Dinamarca.

Además, una encuesta realizada en 2006 por el eurobarómetroreveló que el apoyo de la población al matrimonio entre personas del mismo sexo se situaba en el 69%. Apoyo que sólo se superaba en los Países Bajos y Suecia con un 82% y un 71% respectivamente.

Nueva Zelanda

El ambiente gay friendly se resume en el hecho de que hay varios miembros del Parlamento que pertenecen a la comunidad LGBT, los derechos de los homosexuales están protegidos por la Ley de Derechos Humanos de Nueva Zelanda, y las parejas del mismo sexo son capaces de contraer matrimonio a partir de 2013. Las relaciones sexuales entre hombres fueron despenalizadas en 1986.

Las personas pertenecientes a la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y/o transexuales) tienen los mismos derechos legales que otras personas en Nueva Zelanda

Uruguay

Los derechos de los homosexuales en Uruguay se encuentran entre los más liberales de América. La actividad sexual entre personas del mismo sexo es legal, se han decretado leyes contra la discriminación y a los homosexuales se les permite servir abiertamente en las Fuerzas Armadas.

Desde 10 de enero de 2008 pueden reconocer legalmente su concubinato, situación legal que proporciona la mayor parte de los derechos del matrimonio, y que desde finales de 2009 se reformó para que incluyese el derecho de adopción, convierténdose Uruguay en el primer país de Latinoamérica en permitir la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo.

El 10 de abril de 2013 la ley de “Matrimonio igualitario” fue aprobada en el parlamento uruguayo. Dicha ley incluía entre otras cláusulas la modificación del artículo 83 del Código Civil, la cual añade la siguiente definición: “El matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo”.

Francia

El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Francia a partir de 2013.

En 2006 el 62% de la población, según las encuestas, apoyaba la legalización del matrimonio homosexual, en contra del 37%, a pesar de esto, al 55% no le parecía bien la idea de que estos pudiesen adoptar niños.

El 23 de abril de 2013, después de la aprobación de ambas cámaras legislativas al proyecto de ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, incluida la adopción de niños por estas,Francia se convirtió en el 14º país del mundo en legislar sobre el tema. La votación de la izquierda en la Asamblea Nacional de ese país fue clave para la aprobación del proyecto de ley, donde 331 diputados votaron a favor y 225 en contra.

Luxemburgo

La homosexualidad en Luxemburgo es socialmente tolerada, siendo ampliamente respetada y aceptada. Fue totalmente despenalizada en 1795. En 1992 se igualó la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales a las heterosexuales situadas en los 16 años, mediante la nueva sección 372 del código penal. Desde 1997 existen leyes que prohíben la discriminación por orientación sexual.

La legislación de Luxemburgo establece en su código penal una prohibición de la discriminación en base a la orientación sexual desde 1997.

Brasil

El reconocimiento legal de las parejas homosexuales en Brasil es complejo. No existe una ley de matrimonio y la ley para creación de las uniones civiles, presentada en 1995 por Marta Suplicy, nunca ha sido presentada a votación. En cambio, los derechos ganados provienen de decisiones judiciales, comenzando por la decisión del Tribunal Superior de Justicia en 1989, que reconoció que las parejas homosexuales forman una “sociedad de facto”. En los últimos 20 años las decisiones judiciales han ido reconociendo derechos y acceso a las parejas homosexuales a diferentes instituciones que regulan la cohabitación doméstica heterosexual, de larga tradición en Brasil, incluyendo el reconocimiento como “miembros de una familia”.

EEUU

El matrimonio entre personas del mismo sexo es reconocido por cinco Estados y por el Distrito de Columbia. Hawái, Nueva Jersey, Delaware, Rhode Island, Washington, California, Oregón, Nevada y Illinois han creado uniones legales que, aunque no son llamadas matrimonios. El presidente Barack Obama que en las elecciones de 2008 se mostró en contra de denominarlo matrimonio, ha cambiado su postura y asegura que los “deberían ser legales”. Probablemente si vence en las elecciones de noviembre promulgue una ley a nivel nacional que reconozca este derecho.

México

El Distrito Federal reformó seis artículos de su código civil, en especial el 146 para que, en lugar de establecer “el matrimonio es la unión libre de un hombre y una mujer (…)”, como antes decía, señale actualmente que es “la unión libre de dos personas (…)”

Irlanda dice ‘sí, quiero’ al matrimonio homosexual

Un mural a favor del 'sí' en el centro de Dublín

Un mural a favor del ‘sí’ en el centro de Dublín. DARREN STAPLES REUTER

Irlanda ha dicho “sí, quiero”. El país católico por antonomasia, donde la homosexualidad era “ilegal” hasta 1993, ha sido el primero del mundo en dar la bendición a los matrimonios gays en un referéndum y por una diferencia inapelable de 20 puntos de ventaja (60% el sí y 39% no).

Dublín se convirtió acto seguido en una fiesta arco-iris, con epicentro en el mítico Panti Bar, junto al río Liffey, convertido en un reguero de espumosa Guinness para celebrar la histórica victoria.

“Hemos avanzado mucho camino en poco tiempo, aunque esto no es más que el principio”, aseguraba Adam McGratt, 43 años, arropado por su hermana Jacinta mientras festejaba la victoria. “Cuando yo tenía 20 años me podían meter en la cárcel, y ahora por fin me puedo casar con mi compañero y darle incluso vueltas a la idea de tener hijos”.

El agonizante recuento a la irlandesa (a la mañana siguiente de la votación y por procedimiento manual) estiró el suspense hasta primera hora de la tarde del sábado. Aunque la victoria se veía venir desde que el ministro de Igualdad Aodhán Ó Ríordáinsaid proclamó a media mañana: “Creo que está ganado”.

yes

La campaña del “no” arrojó prematuramente la toalla y se resignó ante la evidencia. Uno de sus más conspicuos defensores, David Quinn, al frente del Iona Institue, ha reconocido de antemano la derrota: “Felicito a quienes han defendido el “sí” por un trabajo bien hecho”.

“Es un día histórico para Irlanda y vamos a ser un rayo de luz para el resto del mundo”, vaticinó por su parte el ministro de Salud Leo Varadkar, sin necesidad de revelar los datos que maneja el Gobierno.

El laborista Robert Dowds fue el primero en aventurar cuál sería el sería el resultado, a partir del cómputo provisional de varios distritos electoral en Dublín: “Creo que la victoria final será por una clara diferencia, en torno al 69% frente al 31%”. El líder de Sinn Féin, Gerry Adams, fue uno de los primeros en destacar “la enorme importancia” de la medida que ha sido aprobada sobre todo gracias al impulso del voto joven, que elevó la participación al 70% (la más alta de las consultas populares celebradas en la última década).

La enmienda constitucional que votaron los irlandeses y que reconoce como tal el matrimonio entre dos personas “sin distinción de género” fue impulsada por la coalición de Gobierno entre los cristiano-demócratas de Fine Gael y los Laboristas. El primer ministro Enda Kenny dio su apoyo total a la medida “en el nombre de la igualdad”.

Aunque en más de 20 países son ya legales las bodas gays, la decisión de Irlanda es decididamente histórica. Hace tan sólo 22 años, la homosexualidad estaba considerada como delito en el país de Oscar Wilde, que fue también uno de los últimos en aprobar un ley del divorcio y sigue teniendo la ley del aborto más restrictiva de Europa.

El resultado del referéndum se interpreta también como una “liberación” del yugo del Iglesia Católica, afectada en las dos últimas décadas por el escándalo de la pederastía e incapaz de mantener el control social que secularmente ha ejercido en la sociedad irlandesa.