Los invisibles invitados de Maroto

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

No los viste, Javier, ni los vio tu hoy marido, ni fueron vistos por tus muy trajeadas,comme il faut, personas invitadas. Pero allí estaban, estaban en esa ceremonia con que quisisteis hablarle al mundo de amor y que habló al mundo de auténtica igualdad. Estaban en tu boda sin tú saberlo, sin quererlo ellos.

Allí, ¡qué cosas!, estaban quienes con su esfuerzo, con su sudor dolorido y marginado, con su lucha de siglos te han allanado, Javier, os han abierto el camino por el que habéis accedido al Matrimonio Igualitario por obra y gracia de un código civil modificado e inclusivo que ha dado lugar a esa ley tan peleada como necesaria.

Habéis llegado a ser marido y marido gracias a toda esa gente, y a pesar de tanta otra: quienes llevan su rancia homofobia en la solapa y en el alma, algunos seguro entre tus invitados, y sus conmilitones -con sotana o sin ella, con furia y odio en la voz y la mirada-, que salieron a la calle para seguir encendiendo las hogueras de la discriminación, para tratar de acabar con la igualdad legal de la que, como si nada -y yo me alegro- podéis, Javier, ahora disfrutar.

Más, no te engañes: si habéis podido llegar a disfrutar de la flamante boda, ha sido a su pesar y ha podido ser gracias al activismo, que puso uno tras otro y trabajosamente los peldaños de acceso a la igualdad. Fue nuestra lucha, nuestra antigua y luminosa lucha.

Fue la lucha del activismo de este país, impulsada por las asociaciones, impulsada por la FELGTB, con el respaldo mayoritario de la sociedad, contando con el voto y yendo de la mano de todos los partidos…, a excepción -¿verdad que lo recuerdas?- del apoyo y del voto del Partido Popular y del de Unió…. Así alcanzamos el Matrimonio Igualitario en la consecución de la ley 13/2005. Así fue, así se tiene que escribir la historia.

Disfruta tu flamante matrimonio, Javier Maroto, sí, te lo deseo. Lo que hoy disfrutas es el fruto de la determinación de las peras y las manzanas, es el empeño de quienes nos negamos a ser ciudadanía de segunda y estamos ahora en el empeño y la lucha por la igualdad real, tan necesaria.

Esa misma ley que tu partido puso tanto empeño en evitar y que tus invitados -en la solapa, la gaviota- recurrieron con sus firmas sin pudor y sin rubor, llevando hasta el Constitucional el furor de su homofobia.

“¿Cuándo va Rajoy a pedirme perdón a mí y a mi marido y a decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas por intentar anular nuestros matrimonios por su recurso de la vergüenza ante el Constitucional?” ¿Cómo se puede, Javier, contestar a este activista?

Y ahora van a tu boda y te palmean la espalda reciamente entre felicitaciones y enhorabuenas. ¿Y tú, cómo te sientes, Javier? ¿cómo te sienta recordar sus frases?: “El matrimonio siempre ha sido una institución entre un hombre y una mujer”… “Las uniones gais no deben ser equiparadas ni al matrimonio ni a la familia”…. ¿Qué te parece “los homosexuales son personas taradas”?… ¿O esta definición del Matrimonio Igualitario?: “Es como la unión entre dos hermanas, un perro y una señora o una señora y un delfín”…. Y no sigo, que está la hemeroteca y los obispos y el presidente del Foro de la Familia para refrescarnos la memoria.

Y ahora van a tu boda y te palmean la espalda. Os abrazan entre albricias y sonrisas: sorprendente tabula rasa que ahora se intenta sustentar con un hipócrita “importan más los hechos que las palabras”, olvidando lo que el activismo no puede olvidar: el mantenimiento empecinado de políticas contrarias al respeto y reconocimiento de nuestra diversidad. Tan dañinas. A los hechos me remito, presidente.

Disfruta tu flamante matrimonio, Javier Maroto, sí, te lo deseo. Lo que hoy disfrutas es el fruto de la determinación de las peras y las manzanas, es el empeño de quienes nos negamos a ser ciudadanía de segunda y estamos ahora en el empeño y la lucha por la igualdad real, tan necesaria. Ojalá fuera lucha y empeño también de tu partido.

Y sobre todo, no olvides, no te olvides de que el activismo puso la escalera con sus peldaños de lucha y muerte, de lucha y luz, con su esfuerzo de siglos para que subieras por ellos, para que subierais por ellos hasta alcanzar la dicha de aquel día.

Recuérdalo o apréndelo, pero dales las gracias por ello, por tanta lucha. Dales Javier, dales las gracias a los invisibles invitados a tu boda.

“Tengo el VIH y no quiero mantenerlo en secreto”

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Sólo conozco a Miguel Caballero de Facebook. Sé de él lo que veo a través de la ventanita fisgona del ordenador. Sé que es español pero vive en Nueva York, sé que prepara su tesis y da clases en Princeton (el culmen de lo que parece ser una fulgurante carrera profesional). Sé que es guapo, rubio, alto. Sé que tiene un marido despampanante con el que lleva nueve años. Sé que viaja mucho, que tiene muchos amigos, que sonríe en casi todas las fotos. Un día, hace unos meses, Miguel subió UN POST QUE MOSTRABA LA FOTO DE UNA PASTILLA AZUL decía así:

“¿Cómo es la vida de una persona VIH POS hoy? La parte médica es sencilla: una pastilla al día, con muy pocos o ningún efecto secundario. A mediados de los 90 eran entre 16 y 18 pastillas varias veces al día, con muchos efectos secundarios. Ahora es sólo una. Una como esta mía de la foto. Además de ir al médico para revisiones cada 3-4 meses. Entonces, si es sencillo, ¿por qué ni siquiera el 50% de las personas VIH POS en Estados Unidos están en tratamiento? Dos razones: mentales y sociales”.

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Miguel Caballero habló abiertamente en Facebook de la medicación que, como él, toman las personas VIH POS.

Dudé, leí y releí el texto, pero lo decía claramente: “Una pastilla como esta MÍA de la foto”. Tardé un rato en comprender que sí, que lo que estaba leyendo era una salida del armario del VIH en redes sociales. Quedé profundamente impresionada ante tal muestra de arrojo y valentía. Pero, al final de todo ese asombro, había sofocos de señora sorprendida ante la ruptura de un estereotipo. Llevaba un par de años topándome en Facebook con la vida de Miguel, y me parecía, por qué no decirlo, la encarnación del sueño americano.

Tírenme piedras si quieren. Supongo que, aunque intentemos borrarla avergonzados, aún planea sobre nuestras mentes la idea del yonqui sidoso, de las jeringuillas tiradas en el parque, de Tom Hanks en Philadelphia, del miedo a la enfermedad latiendo ahí, a veces lejos y a veces cerca, durante los años de mayor promiscuidad, enfermedad de la que parecía que todos -¿todos?- habíamos salido librados. Salíamos de la caravana deMadrid Positivo con nuestros resultados negativos en la mano e íbamos a tomarnos unas cañas. El modelo de persona con VIH, en la mayoría de las cabezas españolas, quedó anclado a un personaje desconocido que contrajo el virus en los 80 y ahora pide en el metro con un cartel en el que lo anuncia, para terror de la mitad del vagón, que aparta la mirada con incomodidad y susto.

A los pocos días, espiando la vida y milagros de un recién estrenado amigofacebookiano argentino, Lucas ‘Fauno’ Gutiérrez, vi una foto suya en la que alzaba los brazos y miraba al frente con firmeza, luciendo una camiseta en la que ponía bien claro: TENGO VIH. De nuevo la sorpresa. Recordé tener 22 años e ir en moto con un amigo a hacernos las pruebas. Iba muy asustada. Uno siempre se inquieta. Siempre puede ser. Dimos negativo y seguimos viviendo en nuestro mundo ideal en el que nadie tenía VIH, en el que casi todos follábamos sin condón de vez en cuando, como si estuviéramos protegidos por nuestra juventud y nuestras ganas de fiesta. Nunca nadie se lo espera.

Mi diagnóstico del VIH -dice Miguel- fue absolutamente inesperado. Cuando uno es gay y sexualmente activo, hacerte el test de STD es una rutina (o debería serlo), y esta vez también me lo hice por absoluta rutina. No tenía la menor duda de que iba a salir negativo, pero salió positivo. El shock fue considerable. Lo primero que hice fue volver a casa y contarle a mi marido, para que él se hiciera el test inmediatamente. Tenemos una pareja abierta, pero sólo practicamos sexo sin protección el uno con el otro. Yo pensaba que me había contagiado él, no por culparlo ni por nada, sino porque era el único que podría haber sido. Fuimos y salió negativo. Meses después él continúa siendo negativo”.

¿Qué sucede después del diagnóstico VIH positivo? La búsqueda de un porqué, el intento de hacer memoria y llegar mentalmente al momento del contagio, el llamar a las personas con las que ha habido contacto sexual de riesgo desde el último negativo (en EE.UU., concretamente, hay una ley que obliga a llevar a cabo este último punto). Y la pregunta: ¿Y ahora qué? ¿Cómo sigue mi vida? Lucas se queja de un vacío en este aspecto: “Nos bombardean con folletos de preservativos, se habla a las personas negativas para que no se infecten, pero nunca se le cuenta a un positivo como seguirá su vida o a un pariente/amigo/pareja de un positivo para explicarle cómo apoyar y acompañar. El VIH es un virus, la falta de compromiso del Estado y la gente es un flagelo”.

Cierto es que las campañas sanitarias se centran en la prevención, pero nunca ofrecen modelos a seguir en caso de un diagnóstico positivo de VIH. Conocemos el peligro, conocemos los métodos de prevención, pero, en caso de dar positivo, lo que vemos ante nosotros es un vacío absoluto, un páramo de desinformación y terrores infundados por los estereotipos. Miguel está de acuerdo: “Es como si dentro del mismo activismo del VIH/Sida no quisieran que contemos que nuestra vida es completamente normal, que no estamos enfermos (es decir, no tenemos ningún problema físico que nos limite a desarrollar nuestra vida laboral o privada, sí tenemos una condición crónica que hay que controlar) porque se supone que provoca un efecto llamada, en plan: “Hey, follen a pelo, que si se contagian van a vivir tan ricamente”. Me parece cruel que las personas con VIH no podamos contar libremente nuestra historia, como si cargáramos con un pecado capital y nuestra vida tuviera que estar regida por la vergüenza”.

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Miguel junto a su marido Rudolf, con el que lleva nueve años.

Actualmente, en cuanto se investiga un poco con respecto a la medicación para el VIH, surge un nombre: Truvada. Hace poco sacamos en VICE un artículo sobre este medicamento. La Truvada es un tratamiento utilizado en personas infectadas por el VIH que impide que el virus se replique, y consigue que la carga viral del cuerpo se reduzca hasta niveles indetectables. Esto significa que el paciente lleva una vida normal, como si prácticamente no tuviese la enfermedad, aunque siga teniéndola de manera crónica, pues no puede eliminar el virus totalmente del cuerpo. Además, es el primer medicamento eficiente para la profilaxis pre-exposición (PrEP). Es precisamente lo que toma Rudolf, el marido de Miguel. Pero hay que tener en cuenta que la Truvada sólo protege del VIH, no de otras enfermedades de transmisión sexual, así que se recomienda seguir ese tratamiento en conjunción con el uso del condón. En Estados Unidos -cuenta Miguel- lo llaman TasP (Treatment as Prevention), o sea, que mientras yo tome mi tratamiento la probabilidad de que yo transmita el virus a alguien es mínima, virtualmente cero. ¿Qué quiere decir virtualmente? Pues que a día de hoy, con Truvada y TASP, no hay casos registrados de infección. Lo dejan en “virtual” porque siempre salen casos que son excepciones a la regla, pero aún no se ha producido”.

Así que de pronto, ¡oh, sorpresa!, desaparece una de las afiladas lanzas que pendían sobre las cabezas de las personas con VIH: el fin de la vida sexual. Aún sin haber cumplido los 30 y recién diagnosticado, una de las cosas que más preocupó a Miguel es si volvería a tener vida sexual: “Sabía que no me iba a morir y que la calidad de vida era bastante normal, pero me aterraba la idea de contagiar a alguien y que mi apetito sexual se evaporase. La simple idea de que yo pudiera contagiar a mi marido me hacía muy difícil incluso tener una erección. Me aterraba. Es un proceso de aceptación por el que uno pasa y por el que sigo pasando, pero lo cierto es que la vida sexual puede ser completamente normal. Esta es la realidad de hoy; algunos no quieren que la cuente por lo del efecto llamada, otros no se lo creen porque siguen viviendo en los 80 y en el miedo”.

Aunque los nuevos métodos tienen, cómo no, sus detractores. ¿Estrategia farmacéutica? ¿Excusa perfecta para una mayor laxitud en la prevención de las ETS? Lucas pone ciertas pegas a esta medicación: “Considero que clínicamente y en situaciones particulares es una droga que tiene un uso efectivo. Ahora bien, si lo vamos a pensar como preventivo, me parece una solución burguesa para el miedo de las personas que pueden pagarlo. Puede ser una solución que apoyo mucho en situaciones en las que la pareja sea serodiscordante (es decir, que uno de ellos sea VIH positivo, y el otro negativo) y el uso preventivo acompañado de un seguimiento profesional médico. El problema es: ¿Llega esta medicación preventiva a poblaciones como las prostitutas, las chicas trans o demás poblaciones expuestas? Poco. Sólo llegan a gays ABC1 con preservativofobia. Avalo mucho la PrEP como uso conciente, no como excusa para dejar de cuidarse. Tiene que servir no sólo para que los negativos “se queden tranquilos”, también debe ser una herramienta para que quienes vivimos con el virus podamos desarrollar una sexualidad que afiance nuestra autoestima”.

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Lucas ‘Fauno’ Gutiérrez opina que “es como si dentro del mismo activismo del VIH/Sida no quisieran que contemos que nuestra vida es completamente normal”.

Entre la información que puede encontrarse acerca de las nuevas medicaciones del VIH, también figura, cómo no, una lista de posibles efectos secundarios. A este respecto, Miguel tuvo mucha suerte. El tratamiento actuó muy rápido y de manera eficaz, haciendo que el virus se volviera indetectable enseguida. Indetectable, para entendernos, es el estado que todo VIH positivo quiere alcanzar: significa que el virus está controlado y su carga es tan pequeña que ni los tests lo pueden detectar. “Lo que no quiere decir que estemos curados -remarca Miguel- Cada cuatro meses tengo que ir al médico para confirmar que sigo en ese estado indetectable y para hacer un seguimiento del riñón y el hígado, porque parece que la medicación puede dañarlos. Si se notara algún daño, me cambiarían la dosis o el tratamiento. El único efecto secundario que tengo es algo que llaman “sueños vívidos”, que básicamente consiste en que tengo unos sueños que flipas. A veces es como si durmiera dentro de un caleidoscopio. Es muy potente. No me ocurre todas las noches, pero sí de vez en cuando”.

Evidentemente, y es un dato que debe ser destacado, tanto Lucas como Miguel han tenido la suerte de ser diagnosticados en países en los que existen las condiciones adecuadas para un tratamiento seguro y de calidad. Miguel lo tiene muy claro: “Aunque en todos lados tenemos similares problemas con el estigma, es una enfermedad totalmente determinada por el lugar donde la vives. Pero hay muchas contradicciones. Sin ir más lejos, en Estados Unidos. Una de las pocas cosas buenas que hizo Bush hijo fueron las tremendas campañas de protección y tratamiento del VIH en África. Sin embargo, seguía prohibiendo la entrada a personas VIH positivo a Estados Unidos. Esquizofrénico. Con Obama se levantó esa prohibición. De España a Estados Unidos hay un abismo. Hay pros y contras en ambos lados. En España sí se habla de prevención, pero hay un silencio pesado como una cortina de hierro sobre las personas con VIH. No se habla; como uno no tiene que revelar su status, su vida puede ser bastante normal. Por ejemplo, la vida sexual: la ley no te obliga a contar a alguien con quien te acuestas una noche que eres VIH positivo. El problema de esto es que el VIH prácticamente no se discute, y eso sólo hace el estigma más grande. La gente sigue viviendo en los 80. En Estados Unidos la ley, al menos en Nueva York, te obliga a revelar tu estatus a tu pareja sexual antes de acostarte. Es cruel, porque está ahí uno en el ajo y tiene que salir con su parte médico. Pero la parte positiva de eso es que se habla de VIH, la gente sabe qué es y en qué situación está. O directamente te preguntan. Es jodido para mantener una sexualidad mentalmente sana porque se siente uno continuamente patologizado, pero socialmente es útil. En contra: todos los problemas de la sanidad privada en Estados Unidos. Por suerte, tengo un seguro médico privado, y aún así es un gasto considerable. El medicamento mensualmente me cuesta 20 dólares, las visitas al médico a veces hasta 250. Sin seguro, el medicamento es 3.000 dólares mensuales y las visitas médicas ni lo quiero saber. En Nueva York, por suerte, ahora hay formas de acceder gratuitamente al tratamiento sin tener seguro, pero aún así es una barbaridad”.

En la preparación de este artículo, ofrecí a Miguel y Lucas mantener el anonimato, pero los dos rechazaron esta opción con firmeza. En el caso de Lucas, que además de periodista y escritor es performer, la visibilización es particularmente llamativa, ya que, además de mantener un activismo constante, el VIH forma parte de su creación artística, convirtiéndolo en una figura de referencia en el tema del VIH en Argentina. “Me asombró volverme un referente. Esto significa que el silencio predomina. Más allá de mi acción hay mucha gente que trabaja día a día porque esto deje de ser un tabú. Yo elegí el campo público porque mi pulsión de alma son el periodismo y el arte, pero una madre que acompaña a su hijo, una pareja que se hace cargo de convivir con el virus, un hijo que dialoga… todos hacen de esto algo llevadero para quienes somos positivos. La visibilización es algo fundamental, ya que, por ejemplo, existen muchos casos de despido, de precarización y explotación laboral en personas con VIH. Por eso es tan importante que casos así salgan a la luz, para que se comience a cuantificar y hacerles saber a las empresas que ya no nos callamos. En cuanto a mis acciones artísticas, querría aclarar que no luchan contra el VIH, sino contra el silencio predominante de la sociedad. Meto las palabras crudas en lo cotidiano. Que alguien lea “VIH”, que lea “SIDA”. Busco que la palabra callada por la hipocresía social se haga presente en lo cotidiano”.

Para Miguel, la visibilización forma parte de su manera de lidiar con los problemas. “No hay ningún círculo de mi vida a quien se lo esté ocultando. Hay personas que deciden llevarlo más discretamente, en silencio, y es respetable. A mí el silencio me oprime, pero además cuando el silencio se debe al miedo al estigma, no es silencio, es un armario, el armario del VIH, que es muy perverso. Es muy difícil vivir ahí. Conozco mucha gente que ha decidido no revelar su estatus, y los apoyo incondicionalmente. Pero yo sí vi que mis condiciones eran buenas para dar el paso y hacerlo público. Tengo mi familia y mis amigos detrás, un trabajo, un seguro de salud privado, etc. Claro, hay muchos riesgos también, porque el apoyo es muy explícito, pero los que no te apoyan no lo dicen y la puñalada puede llegar por donde menos te lo esperas. De todas maneras, contarlo y compartirlo me hizo más fuerte, y sé que no estoy solo en esto, así que si esas puñaladas vienen desde la vida personal o profesional, lidiaré con ellas apoyado por todo el mundo que tengo detrás. Yo soy un activista horrible, me canso rápido, no soy constante. Por eso admiro profundamente el trabajo de los activistas y les estoy inmensamente agradecido. Hay una frase de Pedro Zerolo que marcó mi decisión de hacerlo público. Dice algo así como que “cuando elegimos ser valientes, no nos equivocamos”: Decir al mundo que eres VIH positivo da pánico, pero yo creo que no me he equivocado”.

Los dos coinciden en que el mal principal del VIH no es la enfermedad en sí, sino el estigma que conlleva. Miguel es consciente de que hay diversos frentes en su vida que podrían verse dificultados por el hecho de ser VIH positivo: “Yo quiero ser padre, y no sé si esto me va a hacer más difícil la adopción. Tampoco sé si algún día tendré problemas en el trabajo. No sé si en algún momento la medicación me dará problemas renales. Hay estigmas que no me molestan en absoluto, como el que nos imagina como seres lujuriosos follando sin límites. ¿Cómo me va a molestar eso? Tengo mi propia batalla contra el puritanismo. Ahora, el estigma más perverso es el horror que le produce a la sociedad la idea de enfermedad. Y toda la moralina que va ligada a las enfermedades de transmisión sexual. Creo que mi batalla es sobre todo contra la vergüenza”.

Lucas coincide en esa idea: “Todas las semanas alguien con la mejor onda me escribe diciendo que encontraron la cura. La verdad, prefiero que me hablen de la cura de la ignorancia, el prejuicio y la mediocridad”.

Polari, el lenguaje secreto del mundo gay

Artículo publicado en YOROKOBU
En los años 90, el profesor Paul Baker empezó a escribir anuncios en la sección de contactos de varias revistas gays. Solo buscaba hablar. Literalmente. Buscaba a los antiguos hablantes del polari, un lenguaje extinto que se popularizó a mediados del siglo pasado en los bares gais de Inglaterra. Después de varias entrevistas y meses de investigación, Baker hizo un libro que recopilaba las palabras más usadas de esta jerga marginal. Un corto basado en este trabajo ha rescatado del olvido el polari y ha puesto el foco en un lenguaje que nació en los bajos fondos de Inglaterra y acabó muriendo de éxito. Esta es su historia.

En España los homosexuales «entendían». En EE UU se declaraban «amigos de Dorothy». Durante los años de miedo y represión ha habido muchas maneras sutiles de declarar la propia homosexualidad, pero ninguna tan rica y compleja como el polari, el lenguaje perdido de los homosexuales británicos.

Paul Baker, profesor de la universidad de Lancaster especializado en lenguaje y temas de género y sexualidad, ha contabilizado más de 500 palabras, aunque asegura que es «improbable que la mayoría de la gente conociera y usara tantas». Al tratarse de una jerga que surgió de forma espontánea y orgánica, el polari tenía unos 20 términos en su génesis, conocidos por todos los hablantes, y a partir de ahí variaba según la zona o los ambientes en los que se diera.

Incluso el propio nombre del lenguaje, polari (proveniente del italiano parlare: hablar) no fue unánime, y muchos lo conocían como ‘palari’, ‘palare’ o ‘parlaree’. Su origen es difuso, pero Baker lo sitúa en torno a los años 30 y habla de influencias como el ya citado italiano, el occitano, el francés, la lengua franca usada por las fuerzas aéreas americanas y el cant, una jerga usada por criminales.

Este mejunje lingüístico dio como resultado una jerga relativamente cohesionada que tenía su epicentro en el casco urbano de Londres. Puede que ahí estuviera su génesis y palabras como ‘Dilly’ (para referirse a la céntrica Plaza de Picadilly, frecuentada entonces por prostitutos) parecen confirmar esta teoría. Sin embargo, el polari se fue extendiendo por la Inglaterra urbana en la primera mitad del siglo XX, cuando la homosexualidad era un pecado que podía llevarte a la cárcel y era mejor camuflar en función del tipo de conversación. Pero, ¿cómo sonaba el polari? Exactamente así.

Brian Fairbairn y Karl Eccleston, los autores del vídeo que precede estas líneas, leyeron el trabajo de Baker y decidieron resucitarlo para Putting on the dish, un corto rodado y titulado en polari (si quieres saber su significado echa un vistazo a nuestro minidiccionario polari-español, al final de este artículo).

La escena tiene lugar a principios de los 60, cuando ser homosexual en Inglaterra aún era ilegal. La conversación –ininteligible a menos que seas un homosexual inglés de unos 60 años– arranca con el libro que está leyendo uno de ellos, La Naranja Mecánica. Según ha explicado Eccleston, la elección de este libro «hace referencia a cómo se veía entonces la homosexualidad, como algo transgresor y pervertido [como lo fue en su momento La Naranja Mecánica] que se curaba con humillación pública y castración química [de forma similar a lo que le ocurre al protagonista del libro]».

Eccleston también resalta el hecho de que la novela de Anthony Burgess esté escrita en una jerga llamada neolenguaje (su edición en español está acompañada de un pequeño diccionario para hacer más comprensible la lectura). Putting on the dish se conforma así como una complicada vuelta de tuerca, un corto que habla en polari sobre un libro para retratar la situación de los homosexuales en la Inglaterra de los años 60.

A pesar de lo críptico de su lenguaje, comentan Fairbairn y Eccleston que un usuario ha traducido el diálogo de su vídeo. «No tenemos ni idea de quién es, pero su traducción es básicamente perfecta», aseguran. «En general ha sido fascinante y muy gratificante ver aparecer estas traducciones en los comentarios, ver cómo la gente discutía sobre lo que decían nuestros personajes», comentan, reafirmándose en su idea de no poner subtítulos a su corto para que la gente lo percibiera «como algo ajeno» para que se pusieran en situación. «El polari es un lenguaje rico y divertido», comentan, «pero también dice mucho sobre el nivel de opresión histórica que existía entonces, y sobre cuánto hemos avanzado».
Estos dos cineastas se declaran encantados de «haber puesto el polari en el mapa» y sorprendidos del nivel de aceptación que ha tenido su corto. Su éxito parece derivar de la curiosidad por retratar una lengua marginal del pasado, aunque no es la primera vez que el polari se cuela en los hogares de las familias heterosexuales de bien, fue precisamente su sobreexposición la que acabó condenando esta jerga.

Era 1960 cuando la radio de la BBC decidió incluir dos nuevos personajes en su popularshow Round the Horne. Julian y Sandy no fueron los primeros personajes homosexuales que retrató la radio. Tampoco se salieron de los estereotipos prefijados en aquella época. Pero fueron los primeros en utilizar el polari en antena, en un horario tan familiar como las tardes de los domingos. Aquello fue el principio del fin. Mientras palabras como ‘bona’ (bueno), ‘vada’ (mirar) o ‘blowjob’ (sí, exactamente eso que estás pensando) eran cada vez más conocidas por el público heterosexual, los homosexuales dejaron de usar el polari. Sucedió algo parecido a lo que había pasado siglos atrás en Inglaterra, cuando el uso de un clavel verde dejó de ser un guiño secreto al público homosexual por haber sido expuesto en el libro The Green Carnation. Oscar Wilde fue de los últimos en enterarse, pues en su juicio por sodomía se usaron el clavel y el libro que desvelaba su significado como pruebas en su contra.

Con estos precedentes y la sodomía aún castigada por el código penal inglés, el polari empezó un declive que se agravaría aún más con la despenalización parcial de la homosexualidad en 1967 y la normalización de las cosas. Empezó esta jerga entonces un letargo del que aún no se ha despertado. Pero el que no se use no quiere decir que se tenga que olvidar. Gracias al trabajo de lingüistas como Baker y cineastas como Fairbairn y Eccleston esto está lejos de suceder. Por si las moscas dejamos para la posteridad este breve diccionario polari-español.

bevvy – bebida
bitch – marica mala
blow(job) – dar sexo oral
bona – bueno
camp – amanerado
cod – horrible
cottage – baños públicos donde se practica sexo ocasional
dish – ano/culo
dolly – bonito
drag – ropas estrafalarias
eek – cara
feely – joven
lally – pierna
lattie – casa
omi – hombre
omi-palone – hombre gay
palone – mujer
putting on- lubricar
riah – pelo
trade – hetero curioso
vada – mirar

Urtaran dice que la boda de Maroto «no respetó la normativa municipal»

El regidor del PNV dice que “nadie” puede saltarse la normativa que establece que las bodas en el ayuntamiento de Vitoria solo pueden celebrarse los sábados. Maroto, que se casó en su despacho, lo hizo el viernes por la mañana. El PP responde que ha habido 147 excepciones en los últimos años, “entre ellas la del exalcalde Lazcoz”

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), ha alimentado este lunes la tensión creciente entre nacionalistas y populares en el Ayuntamiento de Vitoria al hacer referencia a una supuesta violación de la normativa municipal por parte del concejal y exalcalde Javier Maroto en un asunto sensible y personal, su boda del pasado viernes con su pareja, Josema Rodríguez, en el Ayuntamiento de la ciudad. Maroto, que anunció en junio que pretendía contraer matrimonio con su novio de siempre, se casó el viernes por la mañana en su despacho del Consistorio, ante un reducidísimo grupo de familiares y amigos (apenas media docena) y con la presencia de un funcionario municipal que levantó acta. El oficiante del austero trámite legal fue su compañero de Corporación y partido Miguel Garnica. El PP ha aclarado este lunes que Maroto pagó los 151,95 euros de la tasa que él mismo instauró, aunque “su boda no tuvo coste para Ayuntamiento ya que se celebró en su despacho en horario de trabajo”. Por la tarde, en un restaurante de la ciudad, repitió la ceremonia ya con más pompa y boato ante unos 270 invitados.

El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), preguntado hoy al respecto en Onda Vasca ha afirmado que en la boda de Maroto celebrada el viernes por la mañana en su despacho del Ayuntamiento “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse la normativa municipal. Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas bien”. El PP ha respondido este lunes que el propio Urtaran “aireó que ha habido 147 excepciones a esa norma, por las que nadie ha puesto el grito en el cielo. Incluso el exalcalde Lazcoz se casó un viernes por el mismo motivo que Maroto, para no interferir en el desarrollo del resto de enlaces de los sábados”, ha apuntado la concejala Leticia Comerón.

“En todo caso, no entendemos que Urtaran quiera enredar con este asunto personal cuando tiene la ciudad parada”, ha agregado.

Según el alcalde del PNV, “esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya preparado”, ha remarcado.

«Sin excepciones»

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este tipo. Además, este mismo lunes, en la junta de portavoces, Urtaran trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”. “No entiendo que por el hecho de que seas concejal o exalcalde te puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha finalizado.

La tensión entre ambos partidos está en Vitoria en su punto álgido desde que el PNV, tercero en votos y escaños tras las elecciones municipales de mayo, aceptara los votos de los partidos de izquierdas para arrebatar la alcadía a Maroto, que venció con holgura en los comiciones (El PP tiene 9 concejales en Vitoria; el PNV, 5). En las últimas semanas, los populares han atacado a Urtaran también un flanco delicado: le han censurado que una de sus primeras decisiones tras llegar a la alcaldía, adoptada en plenas fiestas de La Blanca en agosto, haya sido conceder una subvención de 120.000 euros a la asociación de carácter social que lidera el exalaclde nacionalista Cuerda, que se implicó de forma activa en la campaña de Urtaran y en la posterior plataforma contra Maroto. “Está pagando los favores prestados”, denunció el PP.

Urtaran afirma que en la boda de Maroto “no se hicieron las cosas bien” y no se respetó el reglamento municipal

“El primero que debe cumplir las reglas es un señor que ha sido  alcalde de la ciudad”, señala el alcalde de Gasteiz

El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran (PNV), ha afirmado que en la  boda del exprimer edil, Javier Maroto, celebrada el pasado viernes en  el Consistorio, “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse el  reglamento municipal.

BILBAO. En declaraciones a Onda Vasca, el  primer edil vitoriano se ha referido a la boda celebrada el pasado  viernes en el Ayuntamiento de Gasteiz entre el vicesecretario de  Sectorial del PP y exalcalde de la capital alavesa, Javier Maroto, y  el economista Josema Rodríguez.

Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano  se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los  viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal  relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas  bien”.

“Esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor  Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la  ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había  realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando  nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya  preparado”, ha remarcado.

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto  que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este  tipo. Además, este lunes, en la junta de portavoces, Urtaran  trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el  gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”.

“No entiendo que por el hecho de que seas concejal o exalcalde te  puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las  reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor  que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa  decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha  finalizado.

Maroto: “Me casé en viernes para no molestar”

El político popular, criticado por el alcalde del PNV por no celebrar su enlace en el Ayuntamiento un sábado, único día que lo permite la normativa local, defiende que lo hizo para no molestar a otros contrayentes dada su repercusión mediática

Maroto recibe el salufo de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP

Maroto recibe el salufo de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP. / EFE

El vicesecretario de Sectorial del Partido Popular, Javier Maroto, ha explicado que su boda se celebró en viernes, a pesar de que una normativa municipal prohíbe celebrar una ceremonia en el consistorio este día de la semana, para evitar “una molestia” a la gente, ya que todo el mundo tiene “derecho” a tener una boda “tranquila”.

Así lo ha expresado Maroto a los periodistas este lunes después de reunirse con la fundadora y presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de las Mujeres Víctimas de la Explotación Sexual APRAMP, Rocío Nieto, y la coordinadora general de ésta, Rocío Mora, en donde ha aplaudido que “por fin” ya no exista el debate sobre el matrimonio de personas del mismo sexo. En este sentido, Maroto ha recordado que se ha casado en viernes “exactamente igual que el anterior alcalde”, Patxi Lazcoz, como respuesta a las críticas que ha recibido por parte del primer edil de Vitoria, Gorka Urtaran, debido a que el Ayuntamiento establece que las bodas se celebran los sábados.

Asimismo ha defendido que optó por casarse este día laboral y en un despacho con el fin de “evitar una molestia” al resto de personas que tienen “todo el derecho del mundo de tener su boda tranquila”.

Por otra parte, ha subrayado que “si de algo ha servido” su unión matrimonial es para que tanto la sociedad española como el PP hayan “hecho el trance” y “un tránsito” para que acabar con el debate sobre el matrimonio homosexual, por que, en su opinión, todo el mundo, “sea quien sea” tienen “los mismos derechos y las mismas libertades”. “Ese mensaje es plenamente compartido y es la posición oficial de mi partido”, ha concluido.

El PP recuerda a Urtaran que 157 parejas también se casaron como Maroto

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez

Javier Maroto y su marido, José Manuel Rodríguez EFE

“El alcalde Patxi Lazcoz también optó por casarse un viernes para no interferir en otras parejas y sin embargo, ahora vemos que por ser Javier Maroto ponen el grito en el cielo, cuando no es algo tan excepcional”, así ha contestado la concejal del PP, Leticia Comerón a las declaraciones del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.

Urtaran ha afirmado esta mañana que en la boda del ex primer edil, Javier Maroto, celebrada el pasado viernes en el Consistorio, “no se hicieron las cosas bien” al no respetarse el reglamento municipal.

En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, el primer edil vitoriano se ha referido a la boda celebrada el pasado viernes en el Ayuntamiento de Vitoria entre el vicesecretario de Sectorial del PP y ex alcalde de la capital alavesa, Javier Maroto, y el economista Josema Rodríguez.

Según ha afirmado Urtaran, las bodas en el Ayuntamiento vitoriano se realizan en horario de mañana y tarde, “sólo los sábados, no los viernes”, por lo que Javier Maroto no respetó el reglamento municipal relativo a este tipo de ceremonias y “no se hicieron las cosas bien”.

“Esto fue una excepción que el anterior Ejecutivo aceptó. El señor Maroto había acordado antes de dejar la Alcaldía celebrar la ceremonia de su matrimonio el viernes 18 fuera de horario; había realizado todas las invitaciones, el restaurante reservado… cuando nosotros llegamos a la Alcaldía nos encontramos con que tenía todo ya preparado”, ha remarcado.

En este sentido, ha reconocido que él mismo le comunicó a Maroto que era “la última vez” que se iba a aceptar una excepción de este tipo. Además, este lunes, en la junta de portavoces, Urtaran trasladará al resto de grupos políticos que mientras él esté en el gobierno municipal no aceptará “ninguna excepción”.

“No entiendo que por el hecho de que seas concejal o ex alcalde te puedas saltar la regla que afecta al resto de ciudadanos. Si las reglas están para cumplirlas el primero que debe hacerlo es un señor que ha sido alcalde de la ciudad. No lo hizo así, no comparto esa decisión, pero no quiero generar otro foco de tensión política”, ha finalizado.

Leticia Comerón, ha comentado que a lo largo de los años ha habido “147 excepciones respecto a cómo se celebran las bodas en el Ayuntamiento de Vitoria” que nunca han sido noticia, y la concejal pone un ejemplo. “El alcalde Patxi Lazcoz también optó por casarse un viernes para no interferir en otras parejas y sin embargo, ahora vemos que por ser Javier Maroto ponen el grito en el cielo, cuando no es algo tan excepcional”.

Además quiere recalcar que se celebró el viernes por la mañana, en “horario de trabajo”. Y aclara que Maroto pagó la tasa de 152 euros que lleva el “pack completo” de una boda, y “no supuso ningún coste añadido al Ayuntamiento”, es más, fue la boda más barata del Ayuntamiento. El grupo popular no entiende “esa actitud de no aportar nada a la sociedad”.

Maroto: “Fue para no molestar; todo el mundo tiene derecho a una boda tranquila”

MADRID. Así lo ha expresado Maroto a los periodistas este lunes después de  reunirse con la fundadora y presidenta de la Asociación para la  Prevención, Reinserción y Atención de las Mujeres Víctimas de la  Explotación Sexual APRAMP, Rocío Nieto, y la coordinadora general de  ésta, Rocío Mora, en donde ha aplaudido que “por fin” ya no exista el  debate sobre el matrimonio de personas del mismo sexo.

En este sentido, Maroto ha recordado que se ha casado en viernes  “exactamente igual que el anterior alcalde”, Patxi Lazcoz, como  respuesta a las críticas que ha recibido por parte del primer edil de  Vitoria, Gorka Urtaran, debido a que el Ayuntamiento establece que  las bodas se celebran los sábados.

Asimismo ha defendido que optó por casarse este día laboral y en  un despacho con el fin de “evitar una molestia” al resto de personas  que  tienen “todo el derecho del mundo de tener su boda tranquila”.

Por otra parte, ha subrayado que “si de algo ha servido” su unión  matrimonial es para que tanto la sociedad española como el PP hayan  “hecho el trance” y “un tránsito” para que acabar con el debate sobre  el matrimonio homosexual, por que, en su opinión, todo el mundo, “sea  quien sea” tienen “los mismos derechos y las mismas libertades”.
“Ese mensaje es plenamente compartido y es la posición oficial de  mi partido”, ha concluido.

La ‘rúbrica’ del partido al matrimonio gay

La cantante Soraya, una de los 'eurovisivos' que felicitaron a los novios a través de un vídeo

La cantante Soraya, una de los ‘eurovisivos’ que felicitaron a los novios a través de un vídeo

La boda de Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, que terminó por trascender el círculo de amigos y familia, se ha convertido esta semana en uno de los eventos sociales de la temporada, capaz de congregar en Vitoria a toda la cúpula del PP, incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La presencia de los principales cargos del partido tenía además especial relevancia, dado el posicionamiento que mantuvo la formación cuando en 2005 se aprobó la ley que modificaba el código civil y permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo. A las movilizaciones sociales, a favor y en contra, se sumó el PP con un recurso ante el Tribunal Constitucional que se resolvió, a favor de la ley, en el año 2012.

Diez años después de presentar aquel recurso, la presencia, entre otros, del presidente Mariano Rajoy en la celebración del enlace del ex alcalde de Vitoria y actual vicesecretario sectorial del PP suponía «un impulso absoluto» y toda una «rúbrica» a la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en España. Un símbolo inequívoco de que «esto es inamovible», valoraban ayer algunos miembros de la comunidad homosexual en el País Vasco, quienes veían especialmente positivo que personalidades de la «relevancia» de los invitados,algunos de ellos miembros reconocidos del Opus Dei, avalaran con su presencia la celebración de bodas homosexuales.

El propio Javier Maroto lo destacó antes los medios, después de una larga jornada en la que formalizó el matrimonio en la intimidad de su despacho en el Ayuntamiento, a primera hora de la mañana, y recelebró el enlace por la tarde con toda la cúpula del partido. «Esta boda humilde es también un paso más al reconocimiento del matrimonio, sea quien sea quien lo contraiga», resaltaba Maroto junto a su ya marido, José Manuel Rodríguez.

Entre los asistentes estuvieron de hecho los principales rostros del partido que, con disidencias, se había manifestado abiertamente en contra de la aprobación de la ley promovida por el PSOE. Y así lo resaltó Maroto, quien dijo que, «diez años después», sus compañeros de partido han querido «dar este paso al frente».

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal; la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso; el vicesecretario general de comunicación, Pablo Casado; el vicesecretario general de organización, Fernando Martínez Maíllo; Javier Arenas y Carlos Florianofueron algunas de las personalidades de la alta cúpula del partido que se sentaron entre los 270 invitados a los que los novios sentaron en diferentes mesas con nombres de rostros conocidos del Festival Eurovisión.

Algunas voces destacan, de hecho, que al margen de la relevancia que tiene Maroto como figura pública y cargo del PP, su enlace no deja de ser «una boda de dos personas» que no tienen por qué comulgar con el posicionamiento al respecto de su partido. Y que, de hecho, durante años han intentado impulsar desde dentro del partido cambios que condujeran a la normalización de los enlaces entre personas del mismo sexo.

El propio vicesecretario general del PP resaltó que «los partidos evolucionan» y que «en España, el derecho al matrimonio es para todos». «Y hoy todos los partidos compartimos ese mensaje», recalcó en su intervención ante los medios, en un paréntesis de las celebraciones con las que culminó la jornada de ayer.

En su intervención, Maroto, que hizo un alegato a favor del matrimonio homosexual, no quiso olvidar tampoco el reconocimiento a «muchísimos hombres y mujeres activistas» que han trabajado para hacer posible la igualdad de derechos para los homosexuales. «Durante muchísimas décadas han luchado por los derechos de los que hoy hemos gozado nosotros», subrayó Maroto. En el mundo, de hecho, aún son muchos los países en los que los enlaces homosexuales están prohibidos. En Vitoria, desde la aprobación de la ley, han sido 28 los enlaces homosexuales.

Los obispos, sobre la boda de Maroto: “Matrimonio solo es la unión de hombre y mujer”

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), expresa un “respeto exquisito” por la boda y señala que “hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), José María Gil Tamayo, ha expresado un “respeto exquisito” por la boda del vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto , aunque ha insistido en que “el matrimonio es una unión entre hombre y mujer”. “Hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”, ha indicado Gil Tamayo en una entrevista en RNE recogida por Europa Press en la que ha reconocido que las uniones de parejas homosexuales y heterosexuales puedan tener “una equiparación legal” pero ha pedido “no equiparar”.

Para Gil Tamayo la condición sexual es “una opción personal y hay que respetarla por encima de todo”, pero cree que es importante “recuperar la semántica y llamar las cosas por su nombre, el lenguaje es la capacidad de entendimiento y ha de responder a la realidad y no a la ficción”, ha indicado.

En cuanto a la asistencia a la boda de Maroto con su pareja José Manuel Rodríguez, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y otros dirigentes del PP ha asegurado que “cada uno es muy libre de ir donde quiera y ser consecuente con sus opiniones y la realidad institucional que representa o el trabajo en el que está”.