El waterpolista español Víctor Gutiérrez sale del armario

El deportista de 25 años e internacional ha declarado su homosexualidad en una entrevista porque “sentía la responsabilidad de dar la cara como deportista gay”

Víctor Gutiérrez, en la portada de 'Shangay'

Víctor Gutiérrez, en la portada de ‘Shangay’.

“Espero que mi salida del armario sirva para romper un tabú dentro del deporte”, asegura el jugador de waterpolo español Víctor Gutiérrez en la portada de la revista Shangay. En una de las etapas clave de su carrera deportiva y justo antes de concentrarse con la selección para preparar los próximos Juegos Olímpicos, el internacional de 25 años ha decidido hacer pública su homosexualidad en una entrevista en la que cuenta que sentía “la responsabilidad, como deportista gay, de dar la cara”.

El jugador del club madrileño Real Canoe y considerado uno de los mejores boyas de España, confiesa que llevaba bastante tiempo pensando en hacerlo, y que ha elegido este momento, además de por haber alcanzado “la madurez deportiva y personal necesaria”, porque considera muy importante la visibilidad. “Ha habido más de setenta agresiones homófobas en Madrid en lo que llevamos de año, es una realidad que vivimos. Y no hay casi deportistas que digan que son gais. Pero, según mi experiencia, la gente ha cambiado; como deportista, todo lo que vivido es absolutamente positivo”. Con estas declaraciones, Víctor Gutiérrez se convierte en el segundo olímpico español abiertamente gay, después de que el patinador Javier Raya, participante en los últimos Juegos de Sochi 2014, fuese el pionero hace poco más de una semana tras publicar una foto junto a su novio en las redes sociales.

Víctor Gutiérrez justifica su tranquilidad para salir del armario en el hecho de tener el respaldo de su familia, pero su experiencia en su entorno como deportista de élite ha sido fundamental. “Nunca me he sentado con el presidente de mi club, el entrenador y los compañeros para decírselo.Al final, es mi vida y hago lo que quiero, pero cuando estás en un equipo de élite, convives con muchas personas con las que estrechas lazos, y con ellos siempre he compartido mi vida”. Sin esconderse, “pero sin ser nunca abanderado de nada”, quiere compartir que no se ha sentido discriminado por ser gay. “Jamás me he encontrado con nadie que me haya juzgado como deportista por mi condición, siempre ha sido en función de mi rendimiento”, insiste.

Defiende la libertad de quien decide no hacerlo público, pero cree que las cosas “serían más fáciles” si saliese del armario una gran figura mundial de alguno de los deportes más mediáticos. “Sigue siendo un mundo machista. No debe de ser fácil escuchar en un campo de fútbol a muchas personas gritándote ‘maricón’. Los grandes clubes son empresas, y hay muchos intereses involucrados… Pero si alguno de ellos diera ese paso, podría influir en la opinión de millones de personas y cambiar las cosas de una manera mucho más rápida, porque siguen siendo muy pocos los deportistas que han hecho visible su homosexualidad”.

Gutiérrez no es el primer deportista de élite que ha hecho pública su condición de homosexual. Pero ha habido muy pocas salidas del armario estando en activo al más alto nivel. La tenista Martina Navratilova fue una pionera al hacerlo público en los años ochenta, y Amelie Mauresmo siguió sus pasos y se declaró lesbiana a los 19 años después de ganar el Open de Australia. Hace dos años, el jugador de fútbol americano Michael Sam se convertía en el primero en su deporte en dar el paso, lo que le valió el apoyo del presidente Barack Obama.

En activo destacan el saltador de trampolín olímpico británico Tom Daley y el boxeador puertorriqueño Orlando Cruz, que se casó con su novio en 2013 en Nueva York. Otros como el nueve veces medallista olímpico de natación, el australiano Ian Thorpe, o el pívot de la NBA John Amaechi no se atrevieron estando en la cúspide y esperaron a terminar sus carreras deportivas. Víctor Gutiérrez confía en que su decisión no afecte a su proyección como waterpolista, aunque ha salido del armario antes de saber si será seleccionado para competir en Río de Janeiro. “Estoy entrenando y manteniendo la forma, espero saber si voy a los Juegos a primeros de julio. He hecho una buena temporada, y el seleccionador me ha dicho que tengo posibilidades”. Pero asegura que aceptará tranquilo lo que venga después de haberlo contado. “No soy el primero, soy uno más”.

La vida invisible de los prostitutos

De izquierda a derecha, el trabajador social Iván Zaro y Eddie, trabajador del sexo

De izquierda a derecha, el trabajador social Iván Zaro y Eddie, trabajador del sexo. ÁNGEL NAVARRETE | GIULIO PIANTADOS

«Condones, lubricantes, folletos VIH, dónde hacerse la prueba, dónde saber si tengo gonorrea, qué pasa si me detienen, dónde se puede solicitar un abogado gratuito…». Toda esta enumeración habita la mochila de Iván Zaro, su «despacho portátil», las herramientas con las que, desde hace 12 años, patea las calles madrileñas con un único objetivo, que los hombres que ejercen la prostitución en la capital conozcan sus derechos sociales y sanitarios. Acaba de publicar el libro La difícil vida fácil (Punto de Vista Editores), un volumen que recoge su experiencia como trabajador social y 12 testimonios sobre prostitución masculina.

Tras las páginas hay historias como la de Eddie, brasileño de 28 años que llegó a España con 22, creyendo que le esperaba una vida mejor, «estable y estudiando». No fue lo que se encontró. «La persona que me recibió en España, brasileño también, acabó cogiéndome el pasaporte, me introdujo en las saunas y me fui adaptando a esa vida. Cuando me devolvieron el pasaporte, ya estaba dentro».

Sin embargo, la de Eddie es hoy una historia de éxito, y fue precisamente conocer a Iván lo que fomentó el punto de inflexión hacia un nuevo camino. A día de hoy continúa ejerciendo la prostitución, sobre todo a través de internet, en páginas web como telechapero.com, pero también se está formando.

«Estudio desde casa un curso técnico en desarrollo de ONG, siempre quise estudiar y quiero hacer Trabajo Social», relata a EL MUNDO. Pero aún no tiene la tarjeta de residencia en España y, además, tuvo que superar una enfermedad, justo cuando el protocolo sanitario español viró y las personas sin papeles dejaron de tener asistencia médica.

«Para mí era una especie de proxenetismo, el Estado le estaba obligando a prostituirse para poder pagar unos medicamentos tan caros, todo lo que Eddie ganaba era para la medicación, no tenía ni para el alquiler ni para nada», sostiene Zaro. «Tuve que gastar mucho dinero, unos 2.500 euros y, psicológicamente, aún no estoy recuperado», prosigue Eddie.

Zaro conoce la realidad de la prostitución desde mucho antes de que comenzara su andadura como trabajador social especializado en el asunto. «Crecí en el madrileño barrio de la Concepción, donde vi muchas cosas desde bien pequeño. Mi abuela tenía una vecina arriba que era prostituta, y he visto a la señora Conchita discutir y reír con su hija, que también ejercía. Para mí, la prostitución no era algo ajeno», relata.

A Eddie lo conoció «en su momento más delicado, su problema de salud era urgente, acuciante, y se le cerraban todas las puertas;en los hospitales le decían que se fuera a su país» y le acompañó «en todo el periplo de exigir, reivindicar y denunciar públicamente la violación de derechos humanos».

Es más, Zaro reconoce que «en la prostitución masculina la inmigración juega un papel fundamental». «La gran mayoría son extranjeros aunque los españoles, a consecuencia de la crisis económica, cada vez tienen mayor representatividad. Los clientes también son mayoritariamente masculinos, aunque también hay un sector femenino en la clientela», resume.

Se acuerda de este Iván, con mochila al hombro de sauna en sauna y también por algunos locales nocturnos, el poeta Luis Antonio de Villena, que presentó el pasado día 19 este compendio de historias y que ha escrito el prólogo que les da pie. «Le recuerdo repartiendo condones cuando acuciaba el sida…», comienza a rememorar el escritor.

«Iván suele emplear el término trabajador sexual, no prostituto. Cuando me pidió el prólogo del libro sólo puse como condición que la profesión se reflejara en él con dignidad y respeto. Y así es como Iván lo ha hecho», avanza.

«La prostitución ejercida por hombres es muy diferente de la que ejercen las mujeres. En el caso de ellas, se repite la figura del chulo que, al mismo tiempo que protege, explota. No lo he visto en el caso de los hombres», cuenta.

Se acuerda de Villena de antaño, cuando los trabajadores sexuales masculinos en España «eran españoles, pobres en su mayoría que se prostituían, en la calle y en algunos bares, y porque necesitaban dinero» practicaban la prostitución. «La expresión que empleaban es ‘me hago una chapa’, dinero que empleaban, por ejemplo, para invitar a su novia», relata. También Zaro menciona en su libro esta expresión, «me hago una chapa», de la que, recuerda Villena, deviene el actual término chapero, para referirse a los trabajadores del sexo.

Sin embargo, según detalla Zaro, es el término gigoló, su estereotipo, el que hace daño. «Mantener este estereotipo es machista y trasnochado, supone perpetuar la aprobación de un rol hipersexual sólo y exclusivamente si eres hombre y heterosexual. Sin embargo, cuando nos referimos a una mujer y a personas LGTB sexualmente activas, parece que la mirada se torna más oscura, se tiende a pensar más en el lado perverso o, aun peor, en el paternalismo de creer ‘que sólo valen para eso’ o ‘no dan para más’», amplía.

También apunta este trabajador social convertido en escritor que «la sociedad se sorprendería al conocer que, en la prostitución masculina, los casos de víctimas de trata con fines de explotación sexual son anecdóticos. Es más bien una forma con la que hacer frente a las necesidades económicas aunque de manera inestable».

Su libro muestra lo invisible: el caso de un niño huérfano de 12 años, edad en la que se inicia en la prostitución, la Puerta del Sol de Madrid como epicentro de la prostitución masculina, los picos -pocos- en los que muchos hombres se acuestan por dinero con otros, las saunas -65 en España dirigidas sólo a hombres-, la prostitución a través de internet -cada vez mayor-, los locales de ocio… Las últimas páginas están reservadas a la esperanza, y ofrecen el caso de tres personas que consiguieron abandonar la espiral de la prostitución.

Hombre con hombre, más estigma

Dice Iván Zaro, el trabajador social que ha hecho posible el libro, que la prostitución masculina tiene un mayor estigma que la femenina porque «hablamos de hombres con hombres. No es lo mismo subrayar tu rol viril, porque culturalmente en España un hombre que va de putas es viril y macho». También desmiente Zaro la idea «de que las mujeres no usen prostitutos». «Se cree que las mujeres pueden follar siempre con quien quieran y es mentira. Pero si son clientes de prostitución no pueden decirlo. Es una sexualidad mermada».

Drogas, webcams y poco dinero: El crudo relato de un ‘prostituto’ en España

Iván Zaro es el autor de ‘La díficil vida fácil’, un libro que narra los testimonios de 12 trabajadores sexuales en nuestro país. Hablamos con él y con uno de estos chicos para descubrir cómo funciona la prostitución masculina en nuestro país.

El árbitro que se retiró por insultos homófobos volverá a pitar en Zamora

Jesús Tomillero, de 21 años, es el primer colegiado en España que confiesa abiertamente su homosexualidad. El Ayuntamiento zamorano ha promovido un partido contra la homofobia.

Jesús Tomillero

Jesús Tomillero, el primer árbitro en España que reconoce su homosexualidad. /FOTO: TWITTER

ZAMORA.- El árbitro gaditano Jesús Tomillero, que se retiró por los insultos homófobos que le proferían en los campos de fútbol, volverá a dirigir un partido, en Zamora el 21 de mayo, un encuentro contra la homofobia promovido por el Ayuntamiento de esa ciudad.

El Ayuntamiento de Zamora lo ha anunciado este martes, coincidiendo con la celebración del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, como parte de una campaña municipal contra la discriminación a esos colectivos, según han informado a Efe fuentes municipales.

El partido, que disputarán los equipos cadetes del Zamora CF y el San Lorenzo, estará precedido de una charla del propio colegiado, de 21 años, que ha reconocido públicamente su homosexualidad.

Con esta actividad, el Consistorio zamorano se ha querido sumar a la campaña “Sácale tarjeta roja a la homofobia” para frenar la discriminación en el mundo del deporte al colectivo LGTB.

El partido, que cuenta con la colaboración de la Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, es el primer encuentro deportivo contra la homofobiapromovido por una institución pública en España, según dichas fuentes.

Además de organizar este partido en la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora, el equipo de Gobierno municipal promoverá una moción que la concejala de Igualdad, Laura Rivera, llevará al próximo pleno municipal relativa al compromiso del Ayuntamiento de Zamora en la lucha contra la homofobia y la transfobia.

La propuesta de la concejala de Igualdad, que espera sea apoyada por el resto de los grupos municipales, incluye la declaración de Zamora como “ciudad por la diversidad” y la inclusión de estos colectivos sociales dentro de Plan Municipal de Igualdad.

Además, el Consistorio zamorano llevará a cabo diversas acciones de sensibilización y campañas educativas contra la discriminación de las personas por su condición sexual.

La mitad de los homosexuales europeos se han sentido acosados

Un 80% oyó burlas en el colegio dirigidas a otra persona en su misma situación

El miedo y el aislamiento son las principales consecuencias de la discriminación padecida por el 50% de la comunidad gay, lesbiana, bisexual y transexual en la Unión Europea. Según la mayor encuesta realizada en 2012 sobre su situación, respondida por 93.000 personas en los 27 países miembros, además de Croacia, los prejuicios les impiden equipararse al resto de los ciudadanos. Cuando los insultos se transforman en actos violentos, la mitad de las víctimas no lo denuncia por desconfiar de la actuación policial. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE, responsable del estudio, pide la armonización de la lucha contra el trato recibido por este colectivo. También aconseja “el castigo penal de la incitación al odio homófobo y transfóbico”, ya que los transexuales se llevan siempre la peor parte.

la homofobia en europa

Fuente: European Union Agency for Fundamental Rights. EL PAÍS

Los grupos más discriminados son los jóvenes de 18 a 24 años (que representan un 57%). Le siguen las lesbianas (55%) y la gente de menores ingresos (52%) en todas las categorías. España figura entre los países con menores niveles de discriminación percibida por los encuestados en virtud de la orientación sexual (un 38% sobre una media comunitaria del 47%). La cifra más abultada aparece en Lituania, con un 61%.

A la hora de buscar trabajo, uno de cada cinco encuestados se sintió discriminado. Los transexuales, uno de cada tres. Traducido en cifras, España suma aquí un 17%. La media de la UE es de un 20%. El pico es para Chipre, con un 30%. En los 28 países, las dos terceras partes de las personas fueron testigos de comentarios o conductas negativas por la inclinación sexual de un colega. A su vez, un tercio se sintió discriminado en el ámbito sanitario, educativo, de servicios sociales, vivienda o servicios en general. En España, fue un 27%. El promedio comunitario es de un 32%, aunque Lituania llega al 42%. “Mi comportamiento en el trabajo supone un alto grado de autocensura”, dice un consultado gay alemán, de 31 años. “Un compañero me dijo que me respetaba, pero creía que yo era anormal”, señala una lesbiana italiana de 28 años. Un 66% teme ir de la mano en público en toda la UE. Entre los varones gais, un 75%.

La enseñanza secundaria fue el peor periodo para todos. Dos de cada tres ocultaron su condición. En España lo hizo un 91%, que es la media general en la UE. Chipre la supera con un 97%. Sin embargo, mientras un 60% del total fue víctima de comentarios negativos, un 80% recuerda burlas dirigidas hacia otra persona en su misma situación. En Holanda, que suma los porcentajes más bajos en todas las categorías anteriores, un 5% escaso de los alumnos de secundaria cree que los adolescentes deben mostrar sus preferencias sexuales, según análisis propios. “Hay que actuar en la UE para derribar barreras, acabar con el odio y generar una sociedad de plenos derechos para todos”, afirma Morten Kjaerum, director de la Agencia de los Derechos Fundamentales.

El resultado de la consulta se presenta en La Haya hoy, día mundial contra la homofobia y la transfobia desde que la OMS retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales en 1991. El cuestionario podía rellenarse por Internet para asegurar el anonimato y un acceso amplio. Una vez la persona en cuestión se encuadraba en alguna de las cuatro categorías, gay, lesbiana, bisexual y transexual, podía citar sus experiencias en el marco laboral, educativo, sanitario y de servicios sociales, así como en lugares públicos, ya fueran bares o tiendas. Del total de encuestado, los varones gais (62%) son los que más respondieron. El grupo menos representado son los transexuales (7%), a pesar de que padecen el mayor número de agresiones o amenazas violentas (8%). El promedio comunitario es aquí del 6%.

Jesús Tomillero: “En Primera División también hay árbitros gays, pero tienen miedo de decirlo”

Jesús Tomillero

Su teléfono no para de sonar. No arbitra en Primera División ni es internacional, pero su caso ha trascendido más allá del plano futbolístico. Jesús Tomillero, de 21 años y natural de la localidad gaditana de La Línea, es noticia desde finales de marzo por los insultos que viene sufriendo en los campos. Y no por sus malos arbitrajes, sino por ser el primer colegiado que anuncia públicamente su homosexualidad.

Ya ha anunciado que está dispuesto a abandonar la práctica del arbitraje y eso le deja la sensación de estar decepcionando a los que le piden que siga luchando en contra de la homofobia, pero dice sentirse sin fuerzas. Por el momento, eso sí, va a denunciar lo que rodea a un deporte donde no encuentra apoyos ni en la grada ni en los estamentos directivos.

Alguna vez soñaría con ser un árbitro famoso, pero quizá no por este motivo.

Seguro que no. Con este tema se me ha ido mi sueño, se me ha ido medio corazón. Yo quisiera seguir peleando, pero no puedo más.

Fue capaz de superar un primer incidente. ¿Cómo fue el segundo para que le afectara tanto?

Ha sido en un partido de Segunda Andaluza juvenil entre Recreativo Portuense Fútbol Club Base y el San Fernando Club Deportivo Isleño en El Puerto. Pité un penalti muy claro, había un jugador en el suelo y un espectador del San Fernando me dijo que yo era “el maricón que salía en la tele”. Me gritó si no me daba vergüenza pitar lo que había pitado y me dijo “maricón de mierda”. Los policías identificaron a esta persona y lo denuncié después. Me hizo daño porque estoy viendo que esto va a más. Cuanto más salgo a defenderme peor me tratan y no veo que tenga el apoyo que necesito. Así no merece la pena seguir.

¿La decisión de dejar arbitrar es definitiva?

Ahora voy a parar un tiempo porque no tengo fuerzas ni el apoyo del Comité y así es más complicado. Llevo diez años de mi vida dedicado al arbitraje y ahora subiría a Primera Andaluza, pero no me veo con fuerzas. Tengo la opción de pitar en Gibraltar porque el comité gibraltareño sí me ha ofrecido su apoyo y me lo estoy pensando. Tengo que meditarlo mucho, pero es terrible tener que irte de tu tierra para poder desempeñar lo que te gusta.

¿Qué dicen en el Comité Técnico de Árbitros de Andalucía? ¿No hay ninguna sensibilidad al respecto?

Mi decisión de dejarlo se la he trasladado y les ha dado igual. El dia 2 de mayo tuvimos una convención y estaba Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza. Pasé por su lado y ni me saludó ni me dio ánimos. Sí tuve el apoyo de los árbitros de Primera Pérez Melero o Fernández Borbalán y eso sí me motiva, como que que públicamente me apoyen partidos como el Partido Popular o un político como Pablo Iglesias. Me gustaría que sacaran una ley en cualquier ámbito deportivo para impedir que esto se repita.

¿Ha llegado a arrepentirse de hacer público que es gay?

No me arrepiento porque es lo que quise decir y es lo que siento. Los heteros no se esconden y yo tampoco tengo que hacerlo. Por desgracia, el fútbol sigue siendo del macho alfa.

¿En las categorías en las que se mueve es más duro sobrellevarlo que en la élite?

Sin duda. Y una vez que salí del armario me han dicho más cosas. En un partido de niños me decía una mujer que yo llevaba un tanga puesto. Cambiaron muchas actitudes después de mi anuncio, pero no me arrepiento. Mi causa ha valido mucho a nivel internacional, pero siento que he defraudado a mucha gente porque no he seguido adelante.

¿El deporte profesional sigue sin estar preparado para asumir casos como el suyo con normalidad?

Sí, se sigue viendo como una enfermedad. No quieren entender que no hacemos daño a nadie, que hacemos nuestro trabajo y que pasamos nuestras pruebas como el resto. Al final es un problema de educación y no sólo contra un árbitro que es gay, sino contra todos los árbitros. El entrenador chilla al árbitro, los padres igual y es inevitable que los niños también lo hagan.

¿Queda mucho para que un árbitro internacional dé el paso de anunciar su homosexualidad? ¿Casos como éste pueden ser contraproducentes?

Yo soy optimista y creo que pronto alguno lo anunciará. Sé que hay árbitros de Primera que son gays, lo conozco por un tema cercano y me consta que tienen miedo.

¿Sería de gran ayuda que un crack del fútbol reconociera su homosexualidad?

Para mí sería lo más porque sería mi ídolo. Estamos en el siglo XXI, dicen que somos el país más adelantado y en esto somos los más atrasados. Aquí vemos con normalidad que los homosexuales se casen, pero que no sean árbitros. Parece que están esperando a que maten a un árbitro para hacer algo.

¿Qué dicen en su familia de lo que está viviendo?

Me han apoyado desde siempre y ahora no iba a ser menos, pero esto me afecta mucho. La otra noche estaba con mi novio y tenía un ataque de ansiedad. Es muy duro.

Sergey Lazarev, el favorito de Eurovisión: “Rusia no es homófoba”

El aspirante ruso de Eurovisión Sergey Lazarev canta el tema' You Are The Only One'

El aspirante ruso de Eurovisión Sergey Lazarev canta el tema’ You Are The Only One’

Rusia nunca se conforma con el segundo escalón del podio. A escasos tres meses de los Juegos Olímpicos, no debería resistírsele Eurovisión, una competición libre de rivales estadounidenses. Sergey Lazarev es el atlético candidato para ganar el certamen, primero según todas las casas de apuestas. “Cuando empezó este viaje, nunca pensé que Rusia fuera a estar en el número 1, ya que soy consciente de las circunstancias políticas“, explica a este diario el artista, que este martes certificó su pase a la final del próximo sábado.

Sus palabras denotan modestia, pero dejan asomar la dureza y la frialdad siempre asociadas a Rusia, también en este Festival. El rastro de Eurovisión conduce inevitablemente a Vladimir Putin, y confronta la pureza nívea e inmaculada con el arco iris de las banderas de muchos eurofans. Desde 2013, en ese país no es legal prestar propaganda a “las relaciones sexuales no tradicionales”, una norma firmada por el presidente y repetidamente criticada por el colectivo gay, especialmente representativo en este certamen, de fiesta hasta el sábado en Estocolmo. Putin no lo arregló precisamente en el marco de la cita de Sochi 2014 cuando, después de aconsejar a los visitantes homosexuales “estar tranquilos y relajados”, les recomendó también “dejar a los niños tranquilos”.

“La gente en Rusia no es homófoba”, subraya Lazarev, que recuerda que el país acogió el certamen en 2009, tras la victoria de su cantante Dima Bilan un año antes, todo esto, claro, antes de la rúbrica de la citada ley. “Después de todo, es muy simple buscar por internet cuántas discotecas gays existen en Moscú”, agrega.

El último episodio de la polémica estuvo protagonizado por el aspirante israelí de esta edición, Hovi Star, quien supuestamente sufrió mofa y befa en Moscú cuando enseñaba su pasaporte, un suceso atestiguado por la representante española, Barei.

Pasé dos días con Hovi Star en Moscú y creo que él también ha comprobado que la gente en Rusia no es homófoba. Los dos cantamos en la prefiesta rusa, en la que 2.000 personas estaban presentes, quienes aplaudieron a Hovi Star más que a ningún otro. Más de 100 periodistas cubrieron la conferencia de prensa y todos ellos respetaron a los artistas participantes, como demostraron sus preguntas y actitudes. Luego, en mi fiesta de cumpleaños, invité a todos los cantantes”, repasa Lazarev, que apuntala su buena imagen colaborando con una organización que financia operaciones quirúrgicas de niños.

Lazarev protagoniza una interpretación que se ha comparado con la delúltimo ganador del certamen, el sueco Mans Zelmerlöw -ambos calculan al milímetro su interacción con las luces del escenario-. Para fortalecer aún más la candidatura rusa, con el tema You are the only one, basta recordar que Rusia no ha salido del top ten desde 2012, incluidos un segundo puesto ese año y otro en 2015. “Se me ha contactado prácticamente todos los años para que participara en Eurovisión, pero siempre ha habido una razón que me ha llevado a rechazar la oferta”, admite Lazarev, conocido entre otras labores por su papel como jurado en el concurso La voz.

De un modo u otro, Rusia está en el centro de Eurovisión -más si cabe desde que participa un país tan oriental como Australia-. La canción de Ucrania, titulada 1944 y cada vez más arriba en las apuestas -aunque depende este jueves del filtro de la segunda semifinal-, está centrada en el Sürgün, exilio provocado por Stalin entre los tártaros de Crimea -precisamente la adhesión de esa Península a Rusia llevó a Ucrania a no participar en el certamen el año pasado-. “¿Cómo puede ir una canción contra la Historia de Rusia si en 1944 ambos países formaban parte de la URSS?”, plantea Lazarev, que no pierde la diplomacia: “Tanto ella como yo empezamos nuestras carreras ganando uno de los festivales de música más importantes de Europa del Este [el New Wave]”. Ambos, junto con Francia, previsiblemente se disputarán la final.

Doctor Deseo: “Éramos las mariconas del barrio”

Entrevista publicada por El Periódico

El veterano grupo vasco liderado por Francis Díez presenta en Bikini su nuevo libro-disco ‘Igual y diferente, una mirada distinta’

Barcelona 12 de mayo de 2016 Francis Diez lider del grupo Doctor Deseo Foto Ricard Fadrique

Francis Diez lider del grupo Doctor Deseo Foto Ricard Fadrique

El cantante y compositor Francis Díez, alma de Doctor Deseo, presume de haber actuado en casi todas las salas de la ciudad. Este viernes, el veterano grupo vasco debuta en Bikini donde presenta su último disco, ‘Igual y diferente, una mirada distinta’. Acaban de hacer siete llenos en Euskalherria y está pletórico.

¿Qué puede esperar el público de este nuevo concierto en Barcelona? Nadie va a salir indiferente. Todo el que entra a un concierto de Doctor Deseo sale distinto, algo se le cambia.

Su nuevo trabajo es un disco-libro con un DVD de dos actuaciones especiales… El formato lo utilizamos para escapar del castigo del 21% del IVA. Te permite ofrecer un objeto de lujo muy trabajado casi al 4% de IVA. Lo recomiendo a todos los músicos para huir de este maltrato del señorito Montoro. El DVD es un regalo. Incluye dos conciertos muy especiales del año pasado. Uno es un resumen del que hicimos en las fiestas de Bilbao ante 10.000 personas. El otro es un concierto que hicimos para un amigo, sin él saberlo. Fue todo el pueblo quien lo organizó en una iglesia gótica preciosa del siglo XVIII en Lekeitio.

Menudo morbo. Para nosotros tocar allí fue una sorpresa pues en principio todos somos no creyentes. Sin embargo, fue un auténtico acto de psicomagia. Cantar desde un confesionario puede aliviar mucho los sentidos de culpa. Incluso el poderte masturbar o acariciarte con todo el respeto, pues la iglesia fue desacralizada para el concierto. A ningún padre debería molestarle el placer de sus hijos.

¿Encajan en la categoría de rock lírico que a veces les cuelgan? No. Nos consideramos un grupo pop en el sentido más amplio del término. Velvet Underground podrían ser un grupo pop en una época en la que Warhol con su plátano marcaba las pautas. Esa música que surge con Chuck Berry y Fast Domino en los años 50 y abarca desde la psicodelia de los 60, el hard de los 70, el punk de los 80, la nueva ola, la música electrónica, el hip-hop, el metal… Todo eso a lo que se llama música popular. No hacemos distingos entre rock y pop. Tenemos nuestro cóctel particular, especialmente en este nuevo disco.

Cuando empezó Doctor Deseo la escena era muy distinta…Nuestro principio fue duro pero divertido. Surgimos al final de los años 80 cuando el rock radical vasco estaba en pleno apogeo. Nosotros estábamos en otra línea. Nos preocupó más el policía que llevábamos dentro que el policía exterior, por ejemplo. Se supone que al público que nos viene a ver no tenemos que darle ninguna charla sobre lo que tiene que opinar en este tipo de cosas. Nos preocupa mucho más en qué medida llevamos metido al Estado en la entrepierna que otro tipo de historias.

¿Cómo es esa mirada distinta que reivindican? Una mirada distinta es una mirada femenina o de lo llamado femenino. Nos interesa mucho más este tipo de transformaciones. Aunque hablamos desde un ámbito más íntimo, eso afecta directamente a todo, no solo en el terreno individual, también en el social y político. Al principio lo tuvimos algo más difícil puesto que éramos las mariconas de barrio. En aquel mundo de tanta testosterona no teníamos tanta cabida, pero por otra parte eso nos fue curtiendo y endureciendo. No conviene tener los comienzos muy fáciles. Gracias a eso seguimos aquí.

John Irving: “La violencia contra las mujeres durará más que la discriminación contra los gays”

El novelista estadounidense presenta La avenida de los milagros, una novela sobre un niño criado en un vertedero de México que crece en un mundo de milagros, injusticias y extravagancias

John Irving, ayer en Madrid

John Irving, ayer en Madrid. JAVIER CUESTA

El médico de cabecera de John Irving es, desde hace tres décadas, su consultor literario. “Siempre le llevo mis personajes, le explico cómo los veo y lo que pretendo con ellos y le pregunto qué enfermedad y qué tratamiento puedo ponerles para conseguir esa personalidad”, cuenta Irving. “Esta vez me ha dicho que, en estos 30 años de dudas, nunca se lo había puesto tan fácil como con Juan Diego”.Juan Diego Guerrero es el protagonista de La avenida de los milagros (Tusquets), la nueva novela del escritor de Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra. Tiene 54 años “pero vive como si tuviera 10 años más y a veces, como si fueran 20 más”. Carga con un pie casi inútil desde adolescente, anda mal de tensión arterial y toma metabloqueantes, aunque no lleva con orden la dosis. Bebe cerveza, ni mucha ni poca, anda un poco melancólico y además, se ha metido en un viaje muy complicado desde NuevaYork hasta Manila vía Hong Kong, en el que, en contra de todo pronóstico, liga. Aparece una pastilla de Viagra en la mesilla del hotel. Esto va a acabar mal, Juan Diego. “La última frase de El mundo según Garp era ‘Todos somos casos terminales’. Con Juan Diego está muy claro eso. Es como Aschenbach en La muerte en Venecia, que va a Venecia, se encuentra con que hay cólera en la ciudad y es el único que no se da cuenta de que va a morir”, explica Irving. La muerte en Venecia, claro… Juan Diego, como el personaje de Thomas Mann: viaja a Manila para abandonarse a la nostalgia y la belleza y a morir en la humedad.Más referencias: podríamos pensar también en ‘Hijos de la medianoche’ de Salman Rushdie, o en los libros de Proust para explicar La avenida de los milagros. O en todas las novelas anteriores de Irving, porque lo suyo se le nota a la legua.Empezamos por el pequeño Marcel. El día que Juan Diego se hace un lío con las pastillas, le pasa lo de la magdalena: que empieza a vivir en sus recuerdos, que sus sueños son memoria y que la memoria le es mucho más intensa que la vigilia. “Desde el primer momento que vi esta novela como una historia completa, supe que la infancia iba a ser mucho más intensa que la vida adulta”.La vida de Juan Diego ha sido bastante singular. Su madre era una prostituta y su padre, who knows. Creció en un vertedero de Oaxaca y aprendió a leer solo. Vivía con una hermana que parecía retrasada pero que, en realidad, tenía telepatía. Estuvieron enrolados en un circo, pero, se algún modo, apareció en su vida una pareja de homosexuales (un jesuita estadounidense y un travestido mexicano) que adoptó a Juan Diego y lo llevó a Iowa. Se convirtió en escritor y tuvo mucho éxito, más o menos al nivel de John Irving. Se enamoró de su doctora pero no pudo ser y se quedó solo. No es difícil quererlo. “Las cosas que podemos imaginar son tan ciertas como las que vivimos en nuestro día a día ordinario. Vamos a ver: no tenemos ninguna certeza de que Sófocles matara a su padre o tuviera un hio con su madre; no nos consta que Shakespeare tratara con los reyes de Inglaterra pese a que escribió muy bien sobre ellos. Parece que ni siquiera viajó a Italia. Y Melville no tenía una sola pierna… Me acuerdo con la frase de W.H. Auden: ‘Para escribir hace falta observar, ser testigo’. Ser testigo no necesariamente significa lo mismo que hacer”Hijos de la medianoche viene a la cabeza cuando Juan Diego y Lupe entran en “el Circo de La Maravilla”, con sus superpoderes (los de ella, más bien). Entonces, el relato se dirige hacia lo descabellado con toda la naturalidad del mundo. Hay leones que comen niños, estatuas de la virgen que se ponen a llorar, cojos que hacen funanbulismo divinamente… Ese tipo de cosas. ¿No consiste en eso el encanto de Irving? Sus novelas mezclan una voz empática, inteligente y realista, con una trama llena de locuras. Y los mejores locos son los que parecen cuerdos, ¿no? -Qué pasa si le digo que lo que mejor recuerdo de El mundo según Garp (1978) es una imagen completamente realista: Garp despertaba a su hijo y se daba cuenta de que aliento ya no era infantil, ya era un poco agrio. En cambio, la parte excesiva de la trama no la recuerdo…-Garp olía el aliento de su hijo y aquello era un símbolo de que también ese niño inocente era mortal. Estaba oliendo el olor de la muerte.En realidad, no hay nada que se parezca tanto a una novela de John Irving como otra novela de John Irving.”Escribí El mundo según Garp en los años 70, porque estaba enfadado con el lugar al que se estaba dirigiendo la revolución sexual y el proceso de liberación de la mujer y de los homosexuales. En aquella novela estaba una madre que moría asesinada por un hombre que odiaba a las mujeres, y estaba su hijo que moría asesinado por una mujer que odiaba a los hombres. No es algo real, lo sé… Escribí esa novela y pensé que estaba condenada a ser una reliquia, que muy pronto pensaríamos en ella como el testigo de un tiempo lejano en el que nos odiábamos por ser diferentes. Pero han pasado 40 años y siguen ocurriendo las mismas cosas”.¿Qué cosas? La avenida de los milagros, según Irving, trata de “la violencia contra las mujeres a las que se les ha impuesto el rol de la maternidad como función principal. ha sido una manera de doblegar a las mujeres. Y esa violencia va a durar más, por ejemplo, que la discriminación contra los homosexuales. La Iglesia Católica, por ejemplo, tiene más posibilidades de cambiar su postura con los gays antes que con el aborto”.Por en medio de la novela hay un montón de curas, pero que nadie se lo tome mal. “Para mí era muy importante que e doctor Vargas [el ateo oficial de la novela] acabara como un idiota, sin poder explicar el milagro que ocurre ante sus ojos”. Los sacerdotes, por cierto, son jesuitas. Irving se pone de buen humor al hablar de los chicos de San Ignacio: “Son como todo el mundo, hay gente buena y gente mala, la única diferencia es que son un poco más educados” Y entonces, recuerda que su madre “odiaba a los católicos” y no le dejó ir al colegio más exigente de su ciudad, que era de monjas. “Mi padre era maestro y quiso que fuera, pero mi madre no cedió”. Luego se arrepintieron. “Y mis amigos que sí fueron al St. Michael’s [aquel colegio católico] tampoco tienen ni más ni menos fe que yo”. ¿Y el papa Francisco? “Me gusta, personalmente me gusta. Mucho más que Juan Pablo II. Pero si alguien cree que la Iglesia se va a mover un milímetro en el tema del aborto… La respuesta es no”.

Huellas inéditas del último amor de Lorca

Ya se sabe: fue el más intenso de los amores que sumó Federico García Lorca. A él le escribió los Sonetos del amor oscuro. A él le debe algunas de las simas más fuertes del ánimo. A él le confía secretos, dibujos, fotos y probablemente algunos manuscritos desaparecidos durante el asedio a Madrid en la Guerra Civil. Su historia es compleja por tantos matices, por ciertas penumbras. Pero de ella queda rastro en algunos documentos aún inéditos (o hasta ahora poco conocidos). Y, sobre todo, en la excelente obra de teatro que trazó Alberto Conejero, La piedra oscura, destacada en la última gala de los Premios Max con cinco galardones.

La historia del poeta y el joven Rafael Rodríguez Rapún comienza a mediados de 1932. Coinciden en la órbita de La Barraca (el grupo de teatro ambulante y universitario impulsado por Lorca y mantenido por la República) y se quiebra en la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936, cuando en el paraje del Barranco de Víznar (Granada) una escuadra negra al servicio del capitán Nestares dispara por la espalda a Federico García Lorca junto a los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Juan Arcoyas Cabezas y el maestro de escuela Dióscoro Galindo.

Un año después, exactamente el 18 de agosto, moría desangrado en el Hospital Militar de Santander Rafael Rodríguez Rapún, herido tres días antes en el frente de Bárcena de Pie de Concha (Cantabria). Tenía 25 años. Así acaba la historia hermosa y terrible de estos dos hombres remachados por una pasión que los llevaba del cielo al infierno por la vía rápida. Si andaban juntos ninguna hormona estaba en su sitio. Habían construido su relación como otra placenta donde los amantes se procuraban un mundo fuera del mundo. Pero se querían también a la deriva, entre encuentros y desencuentros. Y así llegó la guerra. La muerte de Federico empujó a Rafael a alistarse. Fue teniente de Artillería, formado en la Escuela Popular de Guerra en Lorca (Murcia). Quiso a Federico sin saber muy bien cómo se quiere en estos casos. Rapún era estudiante de Minas y Derecho. Rapún destacaba entre los juveniles del Atlético de Madrid. Rapún era un muchacho apuesto, parido en Madrid en 1912. Exactamente 14 años menor que Lorca. Rapún era bisexual(“Tan cerdo que se acostaba con mujeres”. Así le dijo a Luis María Anson el crítico Juan Ramírez de Lucas, otro joven amante de Lorca). Por entonces la vida aún era buena, y noble y casi sagrada. Pero el destino empezaba a insinuar que todo triunfo es siempre inestable.

Durante más de 70 años los hermanos de Rafael han conservado su memoria entre varias cajas y una maleta de cartón: documentos inéditos, fotografías de Federico dedicadas, dibujos del poeta en seis o siete libros… María y Tomás Rodríguez Rapún salvaron este archivo hoy casi por entero desconocido y al que ha tenido acceso EL MUNDO. “Aunque probablemente Rafael dejó lo más comprometido en otras casas o lo destruyó”, explica Conejero. Sacaron lo que pudieron de la casa familiar de la calle Rosalía de Castro (hoy calle Infantas) cuando en 1937 un obús entró por la cocina y reventó el piso. “Entonces nuestra familia se trasladó durante algunos meses al palacio de Villahermosa, sede actual del Museo Thyssen, donde estaba uno de los refugios de Madrid”, explican las sobrinas de Rafael Rodríguez Rapún y herederas del archivo familiar: Sofía y Margarita. “Desde niñas hemos oído el relato de aquellos días. Mi padre y mi tía nunca ocultaron la relación de Rafael con Lorca, pero no era algo de lo que les gustara hablar demasiado. Sobre todo si quien preguntaba iba derivando hacia la intimidad. Ellos conservaron este archivo que muy pocos conocen. Sabían del valor que tiene para entender la relación de nuestro tío con García Lorca y cómo fueron aquellos dos últimos años de ambos”.

Entre otros fetiches destaca una fotografía inédita de carnet del poeta que, en su reverso, tiene una dedicatoria que sí ha sido reproducida: “A Rafael, recuerdo de su entrañable y leal camarada. Federico. ¡Barraca! ¡Barraquita!”. Es una imagen de 1935, de perfil. Regalo de Lorca a Rapún poco antes de viajar a Valencia. Allí escribió el poeta algunos de los 11 Sonetos del amor oscuro en cuartillas con membrete del Hotel Victoria. Era el mes de noviembre, Margarita Xirgurepresentaba Yerma y él esperaba con inquietud la llegada de Rafael, que decidió no aparecer y cuya ausencia adquirió en esos días el contorno de una pesadilla: “Amor de mis entrañas, viva muerte,/ en vano espero tu palabra escrita/ y pienso, con la flor que se marchita,/ que si vivo sin mí quiero perderte”. Su relación estaba dolorosamente de acuerdo con su obra.

Lorca sufría. Lloraba a Cipriano Rivas Cherif, director de la compañía teatral Xirgu-Borrás. De forma turbia los amantes se enredaban y desenredaban. Hay un esfuerzo conmovedor por estar juntos y una realidad que tiene algo de imposibilidad y de enmienda malograda. Ya no está el Federico pianístico y alegre, frívolo, divertido. Sino el hombre angustiosamente libre para el desengaño. El de fondo nocturno en la risa. El de esa soledad que en el creador de éxito cuesta imaginarse. El que irrumpe en los Sonetos es el tipo abatido, el que se siente matar por lo que no entiende. Rapún va con mujeres. Pero Rapún también le quiere mientras Federico lo ama. “Fue su más hondo amor, su cómplice en La Barraca, su compañero. Rechazó marchar con la Xirgu a América en enero de 1936 porque Rapún estaba preparando exámenes y le resultaba insoportable la idea de separarse”, explica Conejero. El drama social se acercaba a 1936 y el drama pasional de Federico se ponía en línea con todo el maleficio que quedaba por delante. Rapún le fue tan apasionado y fecundo que se convierte en alguien inseparable e indivisible. Pero no siempre del lado de la alegría. “Pese a la clandestinidad y a los accidentes de una relación de años, tuvo también su parte de amor feliz, intenso, pleno de complicidad. A Rafael, por ejemplo, le confió una copia de El público para que la mecanografiase en el verano del 36. Con él vivió La Barraca. Con él mantuvo goces y desdenes“, advierte Conejero.

Sonetos de amor oscuro

A Rapún le dedicó aquellos sonetos prodigiosos y le dejó también un ajuar de cariños en dedicatorias y dibujos. Todo ese material lo maneja Alberto Conejero y en él trabaja desde hace dos años para dar forma a un ensayo que pone en pie la figura del amante y la importancia decisiva que éste tuvo en el ánimo del poeta durante los últimos compases de su vida. Hay puntos secretos de esa relación (bien lo sabe Conejero) donde la verdad cristaliza como no se conoce hasta ahora. Rapún y Lorca llevaron su pasión descoordinada a cuestas. Una pasión que va más allá de los cuatro momentos estelares que han fijado las biografías. Rafael estaba bien enclavijado en el mundo íntimo de Lorca. Éste le presentó a algunos de sus mejores amigos. Aleixandre le dedica la primera edición de Pasión de la tierra haciendo mención a los poemas del joven, aunque hasta ahora no se ha descubierto ninguno entre los papeles que dejó. Asimismo, Pablo Neruda le hace un guiño en un ejemplar de Residencia en la tierra: “A Rafael, que viene aullando”.

– ¿Le leyó Federico alguno de los sonetos a Rafael?

– Es muy probable. Igual que se los leyó a Cernuda (parece que mientras Federico tomaba un baño en su casa de la calle Ayala de Madrid), a Aleixandre y a otros cuantos amigos cercanos. Pero de aquel conjunto de poemas se han perdido seguramente aquellos que celebraban más el amor carnal, como este: “¡Oh cama de hotel, oh dulce cama!/ Sábana de blancuras y rocío./ ¡Oh rumor de tu cuerpo con el mío!/ ¡Oh gruta de algodón, penumbra y llama!”.

El mundo estaba bien hecho hasta que el zumbido de la Guerra Civil se encargó de aportar su locura a esta sucesión de amor y desvelos. Militares gañanes y hombres armados con palitroques empezaron a tomar posiciones en la vida de los otros. Era 1936 cuando España comenzó a resquebrajarse y la brisa de los olivos cambió por un ruido de estacas. La despedida entre ambos fue una más de las suyas. Nada hacía presagiar que fuese la definitiva. “Aunque estaba ya paseando el fantasma de la guerra, no creo que ninguno pensara ni por un momento que jamás se volverían a ver. Rapún marchó de vacaciones a Donosti después de los exámenes, donde le pilló el arranque de la guerra y tuvo que ser escondido por unas amigas”, sostiene Conejero. Lorca se quedó en Madrid hasta que decide ir a Granada a pasar el día de San Federico. Edgar Neville le insiste para que no haga el viaje a casa. Seguramente hablaron por teléfono a lo largo de todo ese mes. Hasta mediados de julio, por lo menos. Y ya nunca más.

Después del asesinato de Lorca la vida de Rodríguez Rapún es ambulante y penosa. Fue el padre de Rafael, Lucio, quien en septiembre de 1936 le dice lo que sucede cuando regresa del viaje: “Han matado a tu amigo el poeta”. Cuentan que reaccionó como un loco y las manos hechas aspas. Salió corriendo a los gritos. Tardó horas en regresar a casa y ya nada fue lo mismo. “Marcha de Madrid a finales de 1936, adquiere el grado de teniente, regresa a Madrid, luego Valencia y luego Oviedo. Así hasta que muere en Santander combatiendo en el bando republicano”, afirma Conejero. “Durante aquel año penoso en la guerra no sabe nada de su hermano Tomás, las postales que envía a su familia y que le envían a él llegan tarde o no llegan. Sufre una espantosa soledad, pero sigue luchando por la República hasta que una madrugada cae herido”. Tiene 25 años. Está agonizando justo un año después del asesinato de Lorca. Era 18 de agosto de 1937 cuando una enfermera voluntaria le entorna los ojos. En Madrid dejó dispersos los retales de aquella relación. Quedan cosas por revelar, por descubrir, por hilvanar entre tanto cabo suelto. La imagen inédita de Lorca de perfil es una muestra. Una estampa de carnet que el poeta le regala para mantener viva la memoria. Igual que los hermosos dibujos, algunos reproducidos y otros aún por conocer, que Lorca le hace en cada dedicatoria a Rafael. El muchacho por el que escribió esos sonetos dañados por versos terribles, palabras en vilo, bancales de sexo secreto. Paraísos de lo que no pudo ser. “Esta luz, este fuego que devora./ Este paisaje gris que me rodea./ Este dolor por una sola idea./ Esta angustia de cielo, mundo y hora”.