El cine gay se lanza a la conquista del sur de Europa

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Staying Vertical. Fotograma

En Berlín, capital gay de Europa, los premios Teddy están a punto de cumplir 30 años galardonando el cine LGTBI de la Berlinale. Conquistado el norte de Europa, es el turno del sur. En el Festival de Cine Europeo de Sevilla, el galardón de cine gay lleva nombre de artista, Premio Ocaña, y en su tercera edición son nueve las películas que se lo disputan.

La ración de este lunes en la Sección Oficial ha sido doble: Solo el Fin del Mundo de Xavier Dolan y Staying Vertical de Alain Guiraudie. Dolan, el genio mimado de Cannes, venía de triunfar en el certamen francés con el Gran Premio del Jurado. No era para menos: entre el golpe en el estómago y la lágrima, Solo el Fin del Mundo lanza al espectador a dos de los temas más sensibles, por fundamentales, del ser humano: la sexualidad y la familia.

Quien no se vea identificado con el protagonista por su drástica salida del armario 12 años atrás abandonando a su madre y hermanos, lo hará por esos conflictos latentes y violentos que en toda familia discurren cual arroyos subterráneos. Al espectador no le queda más remedio que dejarse llevar por este autor millennial que mezcla sin prejuicios la música clásica con el  numa numa yei, el teatro con el videoclip, el silencio con el ruido, la cruda realidad con el realismo mágico.

Con estos mimbres y más de una referencia existencialista como el calor o la muerte, Dolan muestra cómo un joven escritor con una enfermedad terminal tiene que enfrentarse a su familia. Dirección canadiense para una producción francesa con algunos de los actores más en liza del cine galo: Léa Seydoux, Nathalie Baye, Gaspard Ulliel, Vincent Cassel y Marion Cotillard.

Alain Guiraudie ha sido, por su parte, el responsable del segundo plato. Con su habitual pornografía emocional y erótica, el francés se ha adentrado en el ámbito de la homosexualidad en el mundo rural. Dominada por hombres promiscuos de todas las edades, Staying Vertical hace una alegoría al represivo mundo de la sexualidad gay en el campo.

El ganador del Giraldillo de Oro en 2013 por El Desconocido del Lago no le ahorra al espectador una sexualidad cruda en los sentimientos y explícita en lo visual, que, sin embargo, no termina de golpear al espectador con la contundencia de Dolan.

Premio Ocaña LGBTI

Nueve en total son las películas que compiten por el Premio Ocaña, organizado por la Asociación Cultura con Orgullo, en colaboración con AAMMA, Asecan y Asociación Adriano Antinoo. Para su tercera edición cuenta con una estatuilla de cerámica que representa a José Pérez Ocaña, artista gay sevillano, que murió trágicamente en 1983 al incendiarse su disfraz de carnaval.

Javier Paisano, presidente de Cultura con Orgullo, señala que “queremos visualizar y potenciar más películas en las que la sexualidad se manifieste de una manera totalmente libre, donde lo binario hombre-mujer se difumine a favor de una sexualidad real”.

Le Cancre (Paul Vecchiali), United States of Love (Tomasz Wasilewski) y Heartsone(Guðmundur Arnar Guðmundsson) completan el repóker de cine gay en sección oficial. Mientras que la primera (fuera de competición) se adentra también en las relaciones familiares con el propio director y Catherine Deneuve de protagonistas, la segunda es una película bicolor, elíptica y coral, avalada por un Oso de Plata en Berlín. La islandesa Heartsone, por su parte, aprovecha los agrestes paisajes islandeses para hacer un canto al despertar sexual de dos adolescentes.

I, Olga Hepnarova (Petr Kazda, Tomas Weinreb) también aprovecha el impacto del blanco y negro para contar la historia de una joven asesina en serie checa y lesbiana, que terminó en la horca. The Student (Kirill Serebrennikov), premiada en Cannes, The Ballad of Genesis & Lady Jaye (Marie Losier) y Los Objetos Amorosos (Adrián Silvestre David) completan las películas que optan al Premio Ocaña, que el año pasado ganó Peter Greenaway con su muy explícita Eisenstein en Guanajato. El trofeo, cedido por el ayuntamiento de Cantillana (Sevilla) de donde era oriundo Ocaña, se entregará este sábado junto al resto del palmarés.

‘LesGaiCineMad’: mucho más que dos décadas de cine LGTBI

El Festival Internacional de Cine Lésbico, Gai y Transexual de Madrid alcanza su 21ª edición confirmándose como una cita cultural imprescindible con la proyección de 110 películas 

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“The Center of my World”, largometraje de la Sección Oficial del 21 LesGaiCineMad.

Cuando LesGaiCineMad dio sus primeros pasos, hace ya veinte ediciones, pocos esperaban que llegase a convertirse en lo que es hoy. El tiempo y un equipo programador con mejor ojo que el de muchos festivales no temáticos lo han llevado a ser un referente natural de estas producciones. Su trabajo de exploración, subtitulado y estreno ha hecho del evento una ventana del cine LGTBI para los distribuidores, compradores, productores y programadores de festivales internacionales.

Este año más de 30 países compiten en el festival en diferentes secciones. Se proyectan largometrajes, documentales, cortometrajes, videoensayos, charlas… En torno a 14.000 personas lo visitaron la edición anterior, es decir que es el festival de cine en Madrid que más gente mueve. Y lo hacen para ver alguna de las 110 películas que se proyectan en 17 sedes durante sus 18 días de vida.

Además, LesGaiCineMad preside la red de CineLGBT, la mayor red de festivales LGTBI de los países de habla hispana, que involucra a más de 30 Festivales de Cine en todo el mundo. Iniciativas culturales que reciben apoyo gracias a esta red, para poder llevar adelante sus eventos en lugares como Perú, Bolivia o Colombia, entre muchos otros.

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“The Zanctuary”, cortometraje de la Sección Oficial

De cine palestino a exposiciones fotográficas

“Lo más importante es que no sólo es un evento cinematográfico, sino que vamos abriendo caminos hacia un evento cultural en toda regla”, explica a eldiario.es Gerjo Pérez Meliá, productor del LesGaiCineMad. “El cine es el eje, pero en torno a él hemos articulado una programación de eventos mucho más amplia: tenemos exposiciones de fotografía, talleres, conferencias, mesas redondas, un curso en la Complutense, una master class de Ventura Pons…”.

De las exposiciones cabe destacar Musas de Cabo Verde: un recorrido por el concepto de homosexualidad y transexualidad en las nueve islas del archipiélago africano, donde continúan siendo temas tabú, aunque no se persigan penal ni políticamente como en muchos países del continente.

Tampoco habría que perderse  El Derecho de Voz/s, una iniciativa de la Fundación Círculo de Estudios de Colombia que tiene como objetivo ofrecer tratamiento a las víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano.

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Derecho de Voz/s

Dentro de las salas de cine, LesGaiCineMad tampoco se limita al programa de sus secciones competitivas. La organización del festival se ha hermanado con Kooz, el primer Queer Film Festival palestino, cuyo trabajo se ha dedicado a explorar las producciones LGTBI en la región. Gracias a esta colaboración, se realizará una sesión especial con el objetivo de ir deconstruyendo los estereotipos islamófobos de género y la propaganda israelí, acusada de instrumentalizar los derechos LGTBI para el lavado de imagen de su ocupación de los territorios palestinos. Será el viernes 4 de noviembre en la Universidad Complutense de Madrid.

“Somos un festival nacido de una ONG que trabaja por la igualdad de derechos de la comunidad LGTBI, Fundación Triángulo, así que lógicamente el festival con un marcado carácter social”, explica Pérez Meliá. “Uno de los ejes de nuestro trabajo en la Fundación es la prevención del VIH. Es algo a lo que parece que se le haya perdido el miedo pero creemos que no se le tiene que perder el respeto y hay que seguir hablando de estos temas y ponerlos sobre la mesa”, añade. En esta línea el festival ha organizado DocuVIHvO! y Cine Positivo, una sesión de documentales con el objetivo de visibilizar y normalizar la situación de las personas seropositivas.

“Nunca hemos sido tan ambiciosos. Es una de las ediciones que se ha levantado con menos dinero, y sin embargo, gracias a nuestros voluntarios que han trabajado más que nunca, esto se ha hecho grande”, cuenta Pérez Meliá, que también empezó siendo voluntario para luego convertirse en director del festival, cargo que ahora ocupa Inma Esteban.

Más de veinte años trabajando por la visibilización

El productor del festival denuncia que todas actividades se levantan muchas veces sin el suficiente apoyo institucional.

“El Ayuntamiento de Madrid no nos ha ayudado económicamente: se han cargado la línea de subvenciones y ayudas a festivales este año. No sabemos muy bien qué ha pasado, pero no habrán sabido gestionar correctamente las ayudas y ninguno de los que se montan en Madrid verán un euro este año”, asegura el productor de LesGaiCineMad. “Es increíble porque tenemos dinero de Rivas o de Getafe pero no de Madrid. Eso sí, la Comunidad de Madrid sí que nos apoya, con poco dinero pero lo hacen”.

Una situación que, según cuenta Pérez Meliá, era peor con el anterior gobierno en el Ayuntamiento. La Administración, al igual que actualmente en materia de concursos públicos, seguía un baremo de puntuación según el cual daba una subvención determinada a cada evento. En el caso de un festival se premiaba la difusión de valores, la inclusión y variedad de su público, la programación en varios idiomas etc… “Pero se ve que la anterior alcaldesa (Ana Botella) no pudo soportar que el festival que más puntos y dinero recibiera fuera uno de temática LGTBI, así que puso un límite de 7.500€ como subvención máxima que en la práctica hacía que tanto los que tenían una puntuación bajísima como los que cumplían los más altos objetivos cobraran lo mismo”, cuenta Meliá.

“Jamás pensamos que llegaríamos a durar tanto”, dice cuando se le recuerda que llevan ya más de veinte años visibilizando a la comunidad LGTBI. De la primera edición en el Cine Bogart en el año 1996 hasta hoy ha llovido mucho. “Por entonces pensábamos que esto era una iniciativa transitoria, que ya no iba a ser necesario en cuestión de años”, explica.

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Imagen del cartel de la 21 Edición de LesGaiCineMad

“Estábamos seguros de que en pocos años uno podría ver en el cine las películas que nosotros programábamos y eso significaba que desapareceríamos gustosamente. Sin embargo veinte años más tarde todavía sigue siendo necesario un festival como el nuestro”, sentencia.

Leer las cartas de amor lésbico de Virginia Woolf en tiempos del ‘sexting’

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Virginia Woolf en la película ‘The Hours’

Hay una creencia equivocada de que los demonios internos de Virginia Woolf le impedían sentir placer sexual. Que se obsesionó tanto por buscar la androginia en su obra que repudiaba cualquier alarde de femineidad. Que su torpe gusto al vestir, como ella misma lo definía, era en realidad una manera de reivindicar la represión machista y económica sobre las mujeres de la época.

La escritora británica fue, en efecto, una de las mentes más lúcidas contra la encorsetada herencia victoriana y una firme defensora de que las mujeres firmasen como ellas mismas sin ser catalogadas de literatura ñoña. Pero también sintió deseo, y mucho, por Vita Sackville-West. Soñaba con sus grandes senos y le gustaba verla rebosante de perlas, “como un racimo de uvas”. Admiraba el estilo recargado de Vita porque las burlas hacia su aspecto desaliñado le atormentaban más de lo que estaba dispuesta a admitir, según dice en el cuento Un vestido nuevo.

Son los detalles de una de las mejores y breves historias de amor que nos ha dejado la literatura. Porque su affaire, además de trascender en la vida real, reside en las cartas que ambas se intercambiaron con exquisito lenguaje erótico. Correspondencia que ahora refresca su tinta en el nuevo libro de Pilar Bellver,editado por Dos Bigotes. A Virginia le gustaba Vita habla de la trastienda de sentimientos de aquel romance mientras pendula entre los hechos y la ficción documentada.

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Portada ‘A Virginia le gustaba Vita’

Los comienzos de esta intensa amistad fueron retorcidos, pero los antecedentes no son la prioridad del libro. Bellver prefiere hacernos entender por qué su relación se salía de lo convencional, tanto a nivel sexual como de la misma concepción del amor. Y no solo entre ellas, también hacia sus maridos: Leonard Woolf y Harold Nicolson.

Si Virginia Woolf nos sigue perteneciendo como símbolo es, en cierta manera, gracias a su gusto por escribir cartas. Los biógrafos no han necesitado estrujarse los sesos para adivinar su ideología o preferencias sexuales en su obra, porque ella misma las anunciaba de viva voz.

Lo mismo ocurría con Sackville. Si su mundo interior era una verbena, el que vivieron en alto no se quedaba atrás. Ambas eran populares entre el grupo de Bloomsbury, cultas, protagonistas de anécdotas macarras -Woolf se disfrazó de hombre negro para colarse entre la corte de los príncipes de Abisinia– y estaban locas por el intelecto femenino.

Los lectores que ya conozcan esta aventura sáfica encontrarán en  A Virginia le gustaba Vita la imaginación necesaria para completar ciertas lagunas. Los primerizos tendrán aún más suerte y serán testigos de un mundo privado sin prejuicios homófobos ni ataduras sentimentales. Y para muestra, el primer narrador omnisciente de este affaire lésbico: el hijo de Vita, Nigel Nicolson, que publicó los detalles menos conocidos de la doble vida de su madre en  Retratos de un matrimonio.

Amantes, pero siempre esposas

“Estoy segura de que en todo Londres solo a ti y a mí nos gusta estar casadas”, le escribió Woolf a su amiga en una de sus cartas. Esa sencilla frase representa todo lo que la una esperaba de la otra y también lo que sus maridos esperaban de ambas.

Vita era una aristócrata y lesbiana confesa que se había casado con Harold Nicolson, un diplomático gay con el que encontró el perfecto equilibrio para seguir con sus líos de faldas. Ese nivel de “confianza”, como lo describe su hijo, era fruto de una absoluta noción y respeto por las “diversiones masculinas” de uno y las escapadas mujeriegas de la otra.

El matrimonio Woolf se ceñía un poco más a la moral conservadora del siglo XIX. Leonard parece que llevaba peor la orientación sexual de su mujer, pero sabía que había renunciado a cualquier acercamiento en la alcoba en el momento que dijosí, quiero. Ella se lo había dejado bien claro. Aún así se amaban, se cuidaban -él más por la fragilidad anímica y física de su esposa- y se alimentaban mentalmente. Virginia tampoco se consideraba lesbiana, pero sí que se definió como queer en alguno de sus textos.

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Leonard y Virginia en ‘The hours’

¿Qué se daban Vita y Virginia? La primera estaba prendada de la prosa de Woolf y esa admiración no era mutua, aunque Sackeville era mucho más conocida entre la élite como autora que  La señora Dalloway. De hecho, tras el primer encuentroVirginia no escribió precisamente bondades de su futura amante. “Es recargada, bigotuda, con los colores de un periquito y toda la soltura de la aristocracia, pero sin el genio del artista”.

Y fue precisamente eso último lo que le hizo sucumbir a su arrebato. Sackville presumía de su ascendencia malagueña para ser una depredadora carismática en un mundo de lores ingleses. No había mujer, según dicen, que se resistiese a su conquista y se encaprichó de Virginia desde el principio: “Tú también te rendirías a su encanto y personalidad. La cabeza me da vueltas pensando en ella”, escribió en una carta a su padre. Los dos matrimonios entablaron una relación muy cercana, sobre todo entre las mujeres, y no fue hasta tres años más tarde cuando admitieron su amor.

Devoción antes que pasión

Lo brillante de su relación es que ponían por escrito toda su devoción al mismo tiempo que conocían su fecha de caducidad. Vita y Virginia consumaron ese amor cerca de la famosísima villa de Knole, pero seguían respetando su espacio, esahabitación propia que tanto ansiaba Woolf. Los detalles de aquella fusión apenas se conocen porque Virginia las omitió de su diario por respeto a Leonard y Vita dio menos cuenta de ellas que de sus apasionados encuentros con Violet Trefusis.

“Me gusta su caminar a grandes pasos con sus largas piernas que parecen hayas, una Vita rutilante, rosada, abundosa como un racimo, con perlas por todos lados. Veo una Vita florida, madura, con su abundante pecho: sí, como un gran velero con las velas desplegadas, navegando, mientras que yo me alejo de la costa”- Virginia sobre Vita.

Pero Sackville era de espíritu indomable y solo se casaba con su marido (y porque este toleraba su promiscuidad). Los celos de Virginia por la nueva presa de Vita, la periodista de la BBC Hilda Matheson, resquebrajaron cualquier resto de pasión y aparcaron sus experimentos sexuales. Sin embargo, lograron reponerse a la ira de Eros y no hubo reproche entre ellas, aunque sí mucha pena.

Entre las idas y venidas de Vita, y para aplacar su desasosiego, Virginia escribióOrlando como homenaje y terapia contra unos demonios que le arrastraban cada vez más hacia el río. “Era un himno de gratitud a la felicidad que Vita le había dado. La más larga y hermosa carta de amor jamás escrita”, escribió Nigel Nicolson sobre la novela de 1928. También era un manifiesto hermafrodita contra los roles de género y sus estúpidas leyes hacia las mujeres, como las que impidieron a Vita heredar su villa de Knole.

Pero sobre todo era un canto a la amistad femenina por encima de la lujuria. “Qué placer sería poder tener amistad con mujeres: ¡una relación tan secreta y privada comparada con las relaciones con los hombres!”, había escrito Virginia en uno de sus diarios. Así que hizo frente al dolor y no dejó escapar a Sackville, y eso es más sexy que cualquier relato erótico.

Infidelidades, sexo y homofobia: el libro que hace temblar a los políticos portugueses

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Rebelo de Sousa, actual presidente de Portugal, aparece en el libro JUSTIN LANEEFE

Basura. Rata de alcantarilla. Vómito. Estos son algunos de los calificativos que ha recibido en las últimas semanas el periodista portugués José Antonio Saraiva, tras publicar Eu e os políticos (Yo y los políticos, en castellano), en el que desnuda a algunas de las figuras más relevantes de la política lusitana.

El libro, que mezcla interesantes datos políticos con confesiones personales y de índole íntimo de alguno de sus protagonistas, ha puesto a la clase política portuguesa patas arriba. En un país donde la vida de los políticos sigue estando muy protegida, ha despertado un gran revuelo mediático, que ya ha alcanzado la categoría de escándalo.

Su autor, José Antonio Saraiva, fue durante 23 años director del periódicoExpresso -uno de los más relevantes en el país vecino- y en este nuevo libro ha contado algunas indiscreciones de la clase dirigente lusa. De los ex presidentes de la república, todos vivos, no se ha escapado ni uno, ni tan siquiera el actual presidente. De hecho, de Marcelo Rebelo de Sousa, es una de las personalidades de que más habla. De él ha dicho que es sencillamente hiperactivo y que durante años fue su “garganta profunda” en el periódico. Le dio en su día mucha información, que supo utilizar en las portadas del rotativo. Pero también habla de él como un hombre que sigue arrastrando cierto complejo de niño prodigio, y que muchas veces, cuando le contaba las cosas, no sabía dónde terminaba la verdad y empezaba la fantasía. En el Palacio presidencial aún no dan crédito que José Antonio se haya atrevido a revelar que el actual Presidente de la República fuera una de sus principales fuentes de información y los portugueses aún están digiriendo que su actual presidente tiene, al parecer, la lengua muy larga.

De Mario Soares, ex presidente de la república considerado como uno de los padres de la democracia portuguesa, cuenta cómo en privado le confesó suantipatía por Bill Clinton, tildándole de “gilipollas“, no por “traicionar a su mujer, sino por contárselo”. Soares, viudo a día de hoy, protagonizó un sonado escándalo hace año y medio, al conocerse que supuestamente mantenía una relación muy estrecha con su enfermera, aún viviendo su esposa, María Barroso.

Otro capítulo destacado merece Durao Barroso, al que le atribuye cierta tendencia a la homofobia al referirse en su presencia al Patio de los Bichos, lugar donde oposita la clase diplomática portuguesa, como el Patio de las Bichas (que en español se podría traducir como “mariquitas“), ya que a lo largo de los años, muchos han sido los homosexuales que han optado por la carrera diplomática, como vía de escape, a vivir una vida fuera de su país de origen.

Sexo, drogas y salidas del armario forzosas

No obstante, lo que realmente ha dejado temblando a la clase política portuguesa ha sido algunas de las indiscreciones de índole íntima contadas por el autor en su libro. Acostumbrados a que su vida personal no trascienda y esté enormemente protegida, siguen estupefactos ante las revelaciones del libro.

Entre otras muchas anécdotas, cuenta una sobre su ex jefe en el periódicoExpresso, Francisco Pinto Balsemão, íntimo del Rey emérito, de cómo tuvo que mover los hilos para que un periódico de la competencia no hablara sobre un tema “familiar” que le acarrearía “un gran problema en casa”. La intimidad de Balsemão se vio protegida gracias al favor que brindó el autor del libro, pero que treinta años después, ha hecho público.

Sobre Manuel María Carilho, ex ministro de Cultura socialista, y su ya ex mujerBárbara Guimaraes, también se explaya a gusto. Pero aquí puede que su pecado sea menor, ya que han sido los protagonistas los que en su día se acusaron mutuamente de malos tratos y supuesto consumo de estupefacientes.

De Paulo Portas, ex líder de los conservadores portugueses y ex viceprimer ministro en el gobierno de Passos Coelho, dijo que “temía que su condición sexual” fuera un “obstáculo para imponerse como líder” de su partido. Si la salida del armario forzosa resultara poca cosa, cuenta además que la confesión se la hizo, la también conservadora María José Nogueira Pinto, fallecida en el 2011.

La corrupción no es exclusiva a la clase política española. El ex primer ministro socialista, José Sócrates ha llegado a estar en la cárcel por su supuesta relación con una enorme trama corrupta, el caso Freeport, pero es su vida íntima la que merece destaque en el libro de Saraiva. Y todo porque han circulado por varias redacciones, unas fotografías de una de sus ex novias, la periodista Fernanda Câncio, manteniendo relaciones sexuales con otra ex pareja, fotografías que no se han publicado jamás, pero que el autor afirma que existen.

La polémica esta siendo intensa y mayúscula. Hasta el punto que la presentación del libro a los medios, que iba a ocurrir el pasado lunes 26 de septiembre, ha sido cancelada. Entre otros motivos, porque al conocer el contenido del libro, el ex primer ministro Passos Coelho, se negó a presentarlo, tal y como le había prometido a su amigo José Antonio Saraiva.

La pasión epistolar de Virginia Woolf: “Amo como mujer y te amo porque eres mujer”

Virginia Woolf estaba ‘felizmente’ varada en un matrimonio sin sexo cuando Vita Sackville-West, aristócrata y escritora de éxito, la sedujo. Fue un amor escandaloso y Vita llegaría a ser la inspiración de ‘Orlando’. Una novela de Pilar Bellver ‘completa’ el intercambio epistolar de las amantes

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Virginia Woolf y Vita Sacville-West.

Fue el cuñado de Virginia Woolf, Clive Bell, quien la avisó de que una aristócrata bien conocida en todo Londres por sus sonadas aventuras homosexuales, Vita Sackville-West -escritora también, había puesto los ojos en ella y quería conocerla, para lo cual se organizó una cena de ringorrango. “Vita es una lesbiana declarada, ten cuidado”, le dijo Clive, a lo que la mordaz Virginia repuso: “Pues con lo esnob que soy, no sabré resistirme”.

Pese a los displicentes comentarios iniciales de la novelista, parece que el encuentro surtió el efecto deseado por Vita: despertar el interés, primero, y el deseo luego de la gran Virginia Woolf. En algún punto intermedio hizo acto de presencia además el amor, cuyo testimonio ha quedado por escrito a través de lasmuchas cartas que se cruzaron las dos protagonistas. A partir de ese intercambio epistolar, la periodista y escritora Pilar Bellver ha creado la novela de lo que también se pudieron haber dicho, A Virginia le gustaba Vita, publicada por la editorial Dos Bigotes.

Virginia Woolf no tenía problema alguno en plantearse una relación homosexual. Se había criado en un ambiente de absoluta libertad, a su alrededor eran comunes tanto los escarceos extramatrimoniales como las relaciones entre personas del mismo sexo -a pesar de la rígida moral victoriana que parecía imperar-, y el grupo de Bloomsbury en el que reinaban ella y su hermana Vanessa venía a ser una saturnal continua donde todos se acostaban con todos. Oficialmente, era una mujer frígida, incapaz de sentir deseo sexual por su marido, Leonard, con quien por lo demás formaba un matrimonio muy bien avenido.

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Virginia Woolf. CENTRAL PRESS

En cuanto a Vita, su conducta en cuestión de amor rayaba en la promiscuidad, y estaba igualmente casada. Su esposo, Harold Nicolson, era abiertamente homosexual y aceptaba de buen grado las andanzas de ella por mucho escándalo que causaran. No todo el mundo era igual de tolerante. El marido de una de sus amantes, el poeta sudafricano Roy Campbell, persiguió a Vita por medio Londres con una pistola cuando se enteró de la infidelidad de que era víctima.

Como señala Pilar Bellver, había sintonía y complicidad no sólo en el seno de ambas parejas sino también entre los matrimonios mismos, que mantuvieron su amistad hasta el final. “No había celos entre los Woolf y los Nicolson, pues habían llegado, independientemente, a la misma definición de confianza”, escribe. Quizá Leonard fuera el menos contento con la situación, pero no por miedo a que Virginia se alejara de él sino a que las emociones en juego “pudieran volver a perturbarle la mente”. La escritora padecía depresiones (trastorno bipolar según el diagnóstico de hoy) desde los 13 años, cuando murió su madre, y -como es sabido- acabaría suicidándose en el río Ouse.

Vita y ella, a pesar de estar separadas por 10 años, inician una relación de alta intensidad. Se acuestan por primera vez la noche del 17 al 18 de diciembre de 1925, según sabemos por una carta de Vita a su marido y por su diario. Virginia se recata un poco en el suyo, sabedora de que Leonard tiene la costumbre de leerlo, mientras que su libérrima amante ni se molesta en poner sordina a sus aventuras.

Muy pronto se convencen las amantes de que lo ideal es continuar con su statu quo como hasta entonces. Nada de pensar en cambios de vida: “El amor nos basta para querernos, no necesitamos añadirle la rutina de una convivencia que bien podría ser desastrosa”, imagina Bellver que dice Vita.

Si a la aristócrata y escritora -que por cierto goza de mucho mayor éxito en el momento que su amiga- le molesta algo de Virginia es que parece no entregarse por completo, como si su naturaleza de narradora le hiciera estar siempre, de algún modo, tomando nota de lo vivido, la autora de Una habitación propiano puede digerir bien los constantes affaires de su amante.

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Vita Sacville-West, BRODERICK HALDANE

De camino a Teherán, donde su marido es encargado de negocios de la embajada inglesa, Vita siente tal deseo de estar con Virginia que fantasea con raptarla. “Ella no estaba acostumbrada a desear sin conseguir”, tercia aquí Pilar Bellver. A su vuelta de Persia, afloran sin embargo los primeros indicios de alejamiento entre la pareja. Virginia Woolf anota en su diario: “Iba más descuidada [Vita], pues había venido directamente con su ropa de viaje; y no tan bella como otras veces (…). Así que las dos sufrimos cierta desilusión (…). Es muy posible que esto sea más duradero que la primera rapsodia”.

A pesar de todo, las amantes se las arreglan para, pasado lo más bullente del amor, construir lo que Vita define como “una amistad respetable, cierta, durable, casta y tibia”. Algo menos intenso pero más duradero que aquellos primeros encuentros ardientes en la gran mansión de Vita, Knole, tan grande que nadie podía precisar cuántas habitaciones tenía.

La inmensa hacienda de los Sackville-West, que sigue siendo una de las cinco mayores de Inglaterra -más grande que Buckingham Palace, por ejemplo-, desempeña un papel importante en la presente historia. Después de haber escritoLa señora Dalloway y Al faro, Virginia Woolf pide permiso a Vita, que se halla en plena vorágine de traiciones, para escribir sobre ella, y Vita acepta. El resultado es otra obra superlativa, Orlando, que trata sobre un personaje que vive cinco siglos, primero como hombre y luego como mujer.

Orlando comienza con una famosa escena en la que el protagonista observa desde lo alto de una colina los movimientos de personas a las puertas y dentro de una casa gigantesca, como Knole, ante la llegada de la reina y de su cortejo. Tiene que bajar a la carrera al valle, vestirse de forma adecuada, recorrer incontables corredores y tomar varios atajos para llegar a tiempo de recibir al visitante.

Pilar Bellver sostiene que, más allá de las consecuencias emocionales, la relación tempestuosa de Virginia Woolf con Vita, “todo ese caldo de seducción primero y luego de amor, de deseo, de alegría y de frustración al mismo tiempo, dieron como resultado el entusiasmo y la intensidad con que Virginia escribió en esos años sus mejores novelas: La señora Dalloway, Orlando y Las olas. Las mejores con diferencia”.

Irene Chikiar, en su biografía de la autora inglesa, sentenció algo que no deja lugar a dudas: “Si bien Virginia sentía que en un plano pasional o sexual no podía competir con esas otras mujeres que atraían a Vita, era evidente que ninguna de ella podía escribir Orlando”. No sabemos si ser consciente de esto habría servido de consuelo a Virginia Woolf.

Bizkaia apuesta por el turismo adaptado, el gay y el de rodajes

El diputado general afirma que el territorio atraviesa “el mejor verano turístico de su historia”

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Varios turistas se sacan una foto en el Puente Colgante. (Borja G.)

BILBAO – Bizkaia está de moda. No hace falta más que echarle un vistazo a los datos de entradas de turistas para corroborarlo. Solo en junio, julio y agosto visitaron el territorio 444.139 personas, un 6,3% por encima del verano anterior. “No son sensaciones, es un hecho”, dijo ayer con satisfacción el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria que, junto al diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, presentó el balance de turismo. “Bizkaia está viviendo el mejor verano turístico de su historia”, apostilló.

Con el objetivo de seguir creciendo y que Bizkaia continúe siendo la puerta de acceso a Euskadi, “para todas las personas sin exclusión”, Pradales destacó que la apuesta de Bizkaia es un turismo sostenible, con proyectos para adaptar rutas para personas con movilidad reducida; por la promoción del territorio como destino gay friendly y por el posicionamiento de la marca Bilbao-Bizkaia como plató de cine, ya que “es innegable el poder de atracción turística que conllevan los rodajes, las producciones audiovisuales y las películas”.

Tras recordar que 2015 fue un año de “récord para el turismo en Bizkaia”, ya que “a día de hoy, llevamos registrados entre enero y agosto casi un millón de visitantes [exactamente 923.978] lo que comparado con el mismo periodo de tiempo del año pasado, supone un 8,2% por encima”. Además, insistieron que a falta de tres meses para cerrar el año todo apunta a que “2016 volverá a ser de récord”, aseguró Rementeria.

MÁS EXTRANJEROS Nunca antes habían visitado Bizkaia tantos turistas extranjeros. “En 2006 contabilizamos 255.413 entradas de turistas extranjeros. Solo en los primeros ocho meses de 2016 son ya 347.429, casi 100.000 más”, adelantó las cifras Rementeria. En lo que respecta a la procedencia, el turismo francés ha crecido casi un 120% en los últimos diez años, mientras que el de Estados Unidos lo ha hecho un 113% y el alemán un 60%. Según Rementeria el turismo extranjero gasta durante su estancia un poco más que el estatal. El gasto medio está en 507 euros: 326 euros el turismo estatal y 724 euros el extranjero.

El crecimiento de turistas en Bizkaia también se nota en los agentes implicados en torno al sector. En este sentido, tal y como desglosó el diputado general el aeropuerto de Bilbao “ha aumentado un 10% el tráfico de personas en la última década y el número de cruceristas se ha multiplicado por cuatro en los últimos diez años”. Además, destacó que el Museo Guggenheim está “un 3% por encima de lo acumulado de visitas en el ejercicio 2015”, mientras que el Museo Bellas Artes registra desde 2006 a la actualidad “un aumento del 40%”.

Por su parte, Imanol Pradales, señaló que el 47,4% del total de las visitas computadas en el conjunto de la CAV son a Bizkaia. “Hemos crecido en peso relativo y absoluto, somos la puerta de entrada principal para quienes visitan Euskadi, y Bizkaia es hoy el motor turístico vasco”, destacó el diputado foral. Así, Pradales explicó que hace dos décadas nadie apostaba por el sector turístico como un negocio, y hoy en día sin embargo, “los datos evidencian que estamos ante un sector de oportunidad”. Según reflejan los datos, el turismo representa ya el 5,1% del PIB de Bizkaia, lo que se traduce en 1.725 millones de euros y 45.427 puestos de trabajo.

La Ruta Sexualidad del proyecto Biziz alcanza Donostia

LA RUTA SEXUALIDAD DEL PROYECTO BIZIZ ALCANZA DONOSTIA ACOMPAÑADO POR DECENAS DE FAMILIARES, AMIGOS Y CURIOSOS DESPUÉS DE TRES MESES Y 4.000 KILÓMETROS PEDALEADOS A TRAVÉS DE EUROPA

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El ambiente festivo predominó en la llegada a Donostia, donde los integrantes del proyecto posaron tras culminar su itinerario. (Rubén Olveira)

ENTRE música y bicicletas, así transcurrió el último día de la Ruta Sexualidad del proyecto Biziz, organizado por Donostia 2016 (DSS2016). Después de tres meses pedaleando por Europa, esta odisea que comenzó en Kaliningrado un 20 de junio con el objetivo de narrar nuestras aventuras y desventuras por el viejo continente, pero sobre todo con el fin de abundar en la diversidad del sexo y de recopilar diferentes nociones positivas sobre la sexualidad, terminó ayer en Donostia. Aunque no de cualquier manera, sino con una gran fiesta. Una que ni tan siquiera la lluvia ha podido aguar pese a las previsiones. Tras 4.000 kilómetros en bicicleta a través de Rusia, Polonia, República Checa, Alemania, Luxemburgo, Bélgica y Francia, por fin estamos de vuelta y eso se merece descorchar un par de botellas.

Decenas de familiares, amigos y curiosos se acercaron tanto en bici como andando para hacer juntos los últimos kilómetros de esta expedición. Globos no faltaron, ni tampoco niños jugando con sus bicis a nuestro alrededor mientras avanzábamos despacio por las avenidas donostiarras, que durante unos minutos se convirtieron en una auténtica autopista de bicicletas. Y mientras tanto, a ritmo de pedalada, una txita sound system -un triciclo cargado con altavoces- abriendo la comitiva hacia el parque Cristinaenea con temas como Begitara begira o Sweet home Alabama. Resumido en una palabra: inolvidable.

Día de llegada, día de celebración. Aunque en realidad, toda la semana ha sido una gran fiesta. En Burdeos nos juntamos con la Ruta Biodiversidad y unos días más tarde, en Lyon, con Comunidad. Y ello sin contar a los familiares y amigos que se nos han ido uniendo durante estas últimas etapas. De ahí que hayamos pasado, de repente, de ser tres a ser diez, primero, y luego de diez a dieciséis. Y se nota. Todo ello ha derivado en un ambiente festivo que ha culminado en Donostia.

En lo que respecta a la temática de la ruta, el reto no ha sido fácil, pero después de tres meses a los pedales hemos encontrado reductos de pensamiento que aportan un aire fresco, diferente y abierto a la sexualidad. Entre otros, hemos hablado con filósofos y sociólogos sobre la situación de Rusia; hemos entrevistado a distribuidores de cine LGTB en Polonia; hemos visitado museos y tiendas de máquinas y juguetes eróticos en la República Checa; hemos profundizado en la sexualidad en la tercera edad en Alemania; hemos conocido cómo se vive la transexualidad Luxemburgo y hemos tratado un tema tan polémico como la asistencia sexual en Francia. Con estas pinceladas hemos obtenido un cuadro bastante colorido de la sexualidad que aboga por la diferencia, la diversidad y la sinergia en vez de por la opresión, la represión y la pureza.

En general, la Ruta Sexualidad ha transcurrido sin problemas pero no sin emoción. Todavía recordamos las cuestas, el barro y los circuitos de trail por donde tuvimos que empujar los triciclos en Polonia. Los diluvios y las olas de calor también han estado presentes durante esta odisea y más de una vez hemos tenido que levantar las bicicletas para cruzar puentes o vallas. Aunque por supuesto hemos vivido momentos que lo compensan con creces, como los paseos en bicitaxi por las rúes parisinas o como aquellos en los que la gente se acercaba a pedirnos helados.

OTROS VENDEDORES AMBULANTES DE HELADOS Y en lo referente a los helados no somos la única ruta a la que han confundido con vendedores ambulantes. Lo mismo les ha pasado a la Ruta Gastronomía. En su caso, salieron desde Atenas con el objetivo de encontrar los ingredientes para izeko Mertxe. ¿Pero quién es izeko Mertxe? Pues la tía de Julen Nafarrete, comunicador de la expedición. “Le encanta estar entre fogones, como a muchas cocineras en Euskal Herria que no han visto reconocida su labor”. Después de tres meses recorriendo el mediterráneo, vuelven con orégano, nueces y aceite de Grecia; mejillones, pasta, mozzarella y salsa de tomate en Italia; etc. Para ello también han vivido sus experiencias peligrosas. La peor: las carreteras italianas. Pero asegura que ha merecido la pena. Y más sabiendo que este miércoles izeko Mertxe le cocinará un menú con todos los ingredientes de la ruta por motivo de su cumpleaños.

El objetivo de la Ruta Arquitectura no ha sido menos interesante. En su caso, durante tres meses han mapeado y registrado iniciativas ciudadanas “que hacen ciudad”. “Lo que realmente sorprende de estos proyectos es su capacidad para hacer frente a situaciones adversas y revertir un beneficio a la comunidad”, destaca Aitor Deza, comunicador de la expedición. Desde huertos urbanos a centros vecinales, en total han recopilado información sobre una treintena de iniciativas a lo largo y ancho de España y Portugal. “Cuando colguemos el uniforme de culote nos quedarán el humor andaluz, la hospitalidad lusa o la cercanía castellana reflejadas en un puñado de iniciativas ciudadanas”.

Festejar la variedad de comunidades étnicas, tribus urbanas y grupos sociales. Con estas palabras describe Daniel Burgui el objetivo de la Ruta Comunidad. “Desde el Mar Negro hasta el Cantábrico, hemos remontado el Danubio buscando músicos, artistas, revolucionarias, poetas de lenguas perdidas, viejos cabreros y jóvenes creadoras”. En tiempos en los que el discurso del odio y los argumentos de señalar al diferente se propagan, esta expedición que partió de Constanza (Rumanía) ha buscado celebrar esa mezcla.

“Me encanta esta expedición: ninguna posibilidad de éxito”. Con esta frase comenzó Artxon Arza la Ruta Biodiversidad en Copenhague. Tres meses después ha conseguido llegar a Donostia nada menos que en una silla de ruedas motorizada. Y ello sin contar los diferentes aspectos relacionados con la diversidad que ha tratado durante este tiempo. Entre ellos destaca la cría de unas avispas que ayudan a acabar con las plagas de pulgones.

Entre música y bicicletas, así concluye este proyecto y esta etapa de nuestras vidas. Ahora toca reinsertarse en la sociedad, volver a acostumbrarse a la rutina, a no cambiar día sí y día también de techo, de gentes, de cultura, y dejar la bici un poco más de lado -aunque tampoco demasiado-. Será duro, sufriremos e incluso nos tiraremos de los pelos -ninguno de nosotros lo duda-, pero gracias al chute de positividad que nos ha transmitido toda esa gente que se ha acercado a este proyecto también se hará más llevadero. A todos ellos un fuerte abrazo desde Euskal Herria y solo espero que de una u otra manera nuestros caminos se vuelvan a encontrar. Y mientras tanto ese gran viaje que es la vida prosigue, así que ¡bon voyage ta gora Biziz!

La Terremoto: “Apadrine una rata, si no la tiene ya…”

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Hace ya un lustro que Paco León presentó en el Teatro Calderón The Hole, un cabaret canalla, ideado por él e Yllana, que gracias a su gran acogida tendría un segunda parte con toques de revista en el Teatro de La Latina. Ahora, el mismo escenario acoge su precuela y lo hace de la mano de la que se ha convertido en la gran anfitriona del espectáculo,Pepa Charro, más conocida como La Terremoto de Alcorcón. Vedette, mujer de altos vuelos e incluso chica Almodóvar en Los amantes pasajeros, ella conduce este espectáculo sexy y lleno de numeros circenses, que se ambienta en una alocada nochevieja de 1979.

Llevas varios años presentando The Hole, ¿qué es lo que más te sorprende de este espectáculo?

Que su público sea tan fiel, que juegue a vivir durante un rato en el loco mundo de la Terremoto sin prejuicios y me haya dejado demostrarle que debajo de la peluca había algo más que un Con Loli.

¿Hay alguna anécdota con la que te quedes?

Sin duda, el día que conocí al ser que interpretaría al bandido que me robaría el corazón… Mi ratita Cristóbal. Nunca pensé que trabajaría tan a gusto con una rata, y aunque me haya mordido o me haya hecho caquita y pipí encima… ¡Es adorable! Apadrinen una rata si no tienen una ya en el trabajo o en sus casas.

Los números de The Hole siempre son atrevidos. ¿Con qué vais a sorprender esta vez?

Los de esta edición son los más impresionantes de la historia de este agujero. Tenemos dos premios mundiales de circo y ¡la rueda de la muerte! Yo aún no puedo mirar a algunos de los acróbatas. El gesto de llevarse la mano a la boca es inevitable.

La segunda parte era más sexy que la primera. ¿Aquí también vais a seguir enseñando carne?

Hay mucho color, piensa que toda la precuela se desarrolla en Studio 54. Irse a los 80 era avanzar más en este terreno. ¡Los mejores cuerpos y las mejores voces!

Creo que has participado en el guión del montaje junto al director Felix Sabroso. Pero, realmente, siempre parece que estés improvisando…

Félix me ha creado un patrón perfecto, yo me encargo en directo de hacer los dobladillos, coser los ojales o deshacer los hilvanes…

¿Cómo se os ocurrió la idea de dar un salto atrás en el tiempo?

¿Por qué no? Todo va un poco hacia atrás estos últimos años…

¿Cómo se va a notar el toque retro en el espectáculo?

Por supuesto, hay un punto retro, pero también, dentro de ese universo tan del ¡Hola!, hemos hecho una interpretación bien contemporánea de la Transición. Y muy importante es la música. Juan Sánchez ha hecho una selección para nosotros de esos imprescindibles en nuestras vidas, música de los 70 y 80, de la que bailas ya tengas 20, 40 o 70 años.

¿Por qué crees que el espectáculo funciona tan bien?

Porque tiene la clave de éxito en las venas. Lo parieron Paco León e Yllana, en un momento dramático para la cultura (del que aún no hemos salido) e invitaron a la vida y al canallismo. Por aquí han pasado algunas de las almas más alborotadoras y gamberras del panorma cabaretero: Edu Casanova, Alex O’Dogherty, Ángel Ruiz, Edu Soto, Anabel Alonso, Canco Rodríguez o una menda… ¿Cómo no iba a funcionar, alma cándida?

Qué: The Hole Zero

Dónde: Teatro Calderón (Atocha, 18. Madrid)

Cuándo: hasta el miércoles 21

IGOR YEBRA / BAILARÍN: “Muchos jóvenes dejan el ballet por los comentarios homófobos”

El bailarín Igor Yebra, tras una representación.

El bailarín Igor Yebra, tras una representación.

Igor Yebra (Bilbao, 1974) ha abandonado el Ballet de la Ópera de Burdeos después de 14 años de triunfos. En 2002 le invitaron a interpretar al príncipe de La bella durmiente y cuatro años después le nombraron su bailarín estrella; y ya no le dejaron marchar. Desde allí ha recorrido los principales escenarios del mundo, así como es uno de los bailarines más premiados y reconocidos. Pero, al contestar el teléfono, lo primero que se escucha de fondo es el llanto de su bebé. Entonces, el bailarín se ríe y comenta jocoso “a ésta no la podemos hacer callar”.

Su próxima interpretación será para dar vida a Zorba, el griego. Un sueño que se hará realidad bajo la coreografía del gran Lorca Massine el próximo mes de noviembre en Bilbao.

¿Qué ha pasado para que decida abandonar el Ballet de la Ópera de Burdeos?

El repertorio es de los grandes ballets clásicos y encima son versiones a lo Yurénev, en las que el hombre tiene un máximo protagonismo y los ballets están llenos de variaciones y muchas técnicas. Por lo tanto, ha llegado el momento de empezar a dejar de lado este tipo de cosas. Y, al tiempo, hacer otras propuestas que se parecen más a lo que soy yo y que al final tenía que rechazar porque tenía compromisos firmados con la Ópera de Burdeos. En los últimos dos años, ya no formaba parte de la compañía, estaba como artista invitado y era un caso muy atípico. A lo largo de mi carrera he bailado muchos lagos de los cines y bellas durmientes y es difícil encontrar motivaciones para seguir haciéndolo. Era el momento de pasar página y empezar a escribir otros capítulos.

¿Tiene ya pensado algún capítulo? Tiene experiencia en coreografías. ¿Qué va a hacer?

No lo sé. Nunca me ha gustado definirme de ninguna manera. He tenido la fortuna de atacar todos los repertorios, desde el clásico puro, al contemporáneo y el más moderno. Hace poco estuve en Georgia y allí tuve que bailar georgianas, la danza española de El sombrero de tres picos. Como maestro, llevo desde hace años dando clases. Lo mismo como coreógrafo. Yo lo que no hago es cerrar puertas y decir no a nada. Veremos qué me va surgiendo en el camino.

¿Algo inmediato?

Lo más inmediato es en noviembre. Tengo una gira con el Ballet Nacional de Sofía interpretando Zorba el griego. Una gira por España que empezamos el 18 de noviembre en Bilbao y recorrerá distintas ciudades españolas, con coreografía de Lorca Massine. Llevo diez años interpretando este ballet, pero el coreógrafo solo me dejaba hacer el segundo rol, el del  norteamericano. Me veía muy jovencito para afrontar el de Zorba y ahora, por vez primera, voy a poder cumplir el sueño de mi vida.

¿Va a seguir estableciendo su base en Burdeos?

Por el momento, me quedo allí porque mi mujer (Oxana Kucheruck) es la primera bailarina del Ballet de la Ópera de Burdeos. Seguiré repartiendo mi vida entre Burdeos y Bilbao, donde tengo la escuela.

Como tantos jóvenes ahora, se marchó de España para sobrevivir. ¿Hubiera llegado a ser bailarín si no toma esa decisión?

Los bailarines nos hemos ido no porque quisiéramos, sino por obligación. Ahora, nos escandalizamos porque muchos jóvenes con mucho talento se tienen que marchar porque no tienen trabajo. Nadie se escandalizó cuando nos pasó lo mismo a nosotros. Es un tema del que no se ha hablado suficiente y sobre el que se pasa por encima. Como siempre, hemos sido la hermana pobre de todo, ni siquiera la Cenicienta. Estamos muy por detrás de todo eso. Es una pena para el país, que se lo pierde sin más. Porque a nosotros, para lo que nos ha servido es para que se nos reconozca internacionalmente. Si nos hubiéramos quedado aquí, probablemente nuestras carreras no hubieran ni despegado.

¿Se ha avanzado desde entonces  o la danza española y el flamenco siguen siendo la única tradición de ballet, como se ha quejado alguna vez?

Me gusta ver siempre el lado positivo. Si miramos lo que era el ballet después de Franco y lo comparamos con lo que es hoy y con el talento que ha salido desde entonces, hemos dado pasos gigantescos gracias, sobre todo, al esfuerzo individual. Es increíble porque se han conseguido cosas maravillosas. Eso te hace pensar en lo que se podría haber conseguido si hubiera más ayudas a la danza y una voluntad real de impulsarla.

Y la respuesta es que se podrían hacer cosas increíbles, como pasó con el baloncesto, con el fútbol… cuando todos trabajaron en el mismo camino se empezaron a ganar medallas. Hace años esto no pasaba en el deporte, por poner un ejemplo que todo el mundo entienda: todo el mundo entiende de deporte y pocos de cultura. Digamos que el Estado, los estamentos siguen sin apostar por la danza.

Incidiendo en la falta de apoyos y reconocimientos, hace unos años Nacho Duato decía que se sentía más cerca tomando un pulpo en Suiza que un bacalao al pil pil en Bilbao. ¿Cómo siente su conexión con España, con el País Vasco?

Yo soy bilbaino cien por cien y soy vasco cien por cien. La prueba es que a mí me gusta la gente por los hechos no por las palabras. Hay gente que se pasa la vida llorando y no hace nada, solo esperar. Hace diez años abrí una escuela cuando todo el mundo me dijo que estaba loco y que no hay escuelas de ballet que se dediquen a esto y yo aposté por ello, con eso está todo demostrado. Me gustaría saber quién dio de comer a Nacho Duato durante 20 años. Creo que fue el Estado español el que le dio de comer. ¿Por qué nadie le responde de esta manera y le dice este tipo de cosas?

Yo respeto que es un gran artista y un gran coreógrafo pero me parece un poco fuerte que haya gente que ha estado viviendo de nuestros impuestos y que haga ese tipo de comentarios. Estuvo 20 años e hizo un gran trabajo… por la danza de su estilo pero no potenció el resto de bailes, sobre todo el ballet clásico. Desaprovechó una generación de bailarines como Tamara Rojo que podía haber venido a este país invitada por su compañía y a él no le interesó. Y, eso ocurrió en los años en que había dinero porque ahora no hay dinero para eso. No creo que sea la persona más adecuada para decir estas cosas contra España.

Ha hablado de su apuesta al abrir la escuela de danza en Bilbao. Es para niños y para mujeres mayores de 30 años. Porque supongo que no habrá hombres, teniendo en cuenta los prejuicios. 

Sí, sí, (se ríe). También hay hombres. La escuela lleva abierta 10 años. Hemos sobrevivido a la crisis y eso da una respuesta. Es cierto que no había escuelas que se dedicaran  exclusivamente al ballet clásico. Había de kárate o de lo que hiciera falta, pero nada así. Nosotros estamos haciendo ahora danza contemporánea y vivimos de eso y vivimos bien. En los dos últimos años, la escuela se ha quedado pequeña en infraestructura y los que se quieren dedicar profesionalmente a la danza terminan de formarse fuera. Hemos conseguido mandar bailarines a la escuela del Royal Ballet de Londres o a San Francisco; también a una niña que ha estado en el Bolshoy de Moscú y en Hamburgo, con Marcelo Mayer.

La escuela está abierta para alumnos desde los 4 años. Quiero que la gente se dedique a la danza lo más profesionalmente posible, que lo poco o mucho que aprendan lo aprendan muy bien. Que cuando vayan a ver un espectáculo de danza lo disfruten más todavía. El ballet clásico, aunque sea a nivel amateur, es lo mejor que hay para mantener el físico. Es como un deporte de élite. Muy sacrificado y puede ser hasta nocivo para el cuerpo, pero, a nivel amateur, no hay un deporte que nos haga trabajar todos los grupos musculares, la coordinación y la elasticidad como lo hace el ballet. Y, está la elegancia, el amor por el arte. Un bailarín profesional debe ser poeta, escultor, pintor y músico al mismo tiempo porque trabaja con todas las artes, las reúne y las transforma en una.

Un proyecto muy bonito que tengo para finales de septiembre es hacer un taller coreográfico en Deulada (comunidad valenciana) en el que vamos a estudiar qué es la escultura  y crear sobre una pieza escultórica una pieza de danza. Estos proyectos me motivan a seguir adelante. Es una manera de acercar la danza, porque estará abierto a todo el mundo. Acercar mi profesión y la escultura, que es otra de mis pasiones. Que no todo sea fútbol, con lo que a mi me gusta el fútbol.

¿Siguen existiendo, los prejuicios?

Algunos niños, al llegar a cierta edad, dejan el ballet por los comentarios. Es muy duro pero es real. Mi padre y mi madre querían ser bailarines y en su época les llamaban puta y lo otro. Yo tengo niños en mi escuela y las cosas han cambiado con respecto a lo que me hacían y decían, que era de todo. Lo que hoy se llamaría acoso escolar o bullying. Pero como yo tenía claro lo que quería ser pasaba de ese tipo de cosas.  El tiempo, afortunadamente, me ha dado la razón. En la escuela, cuando los chicos llegan a los 12 o 13 años, empiezan a abandonarla y, al indagar, veo que es por el entorno. Muchos jóvenes dejan el ballet por los comentarios homófobos.

A partir de esas edades, les miran como a bichos raros. Pero no sólo en el colegio, sino en su entorno. Eso me parece muy duro. Creo que debemos evolucionar. Aplaudimos de boquilla el matrimonio homosexual. Pero hay muchas cosas que son solo de boquilla. En lo intrínseco de la sociedad, seguimos teniendo mentalidades y prejuicios que vienen de hace mucho tiempo y que son imposibles de cambiar en cien años. Eso va a llevar su tiempo pero hay que conseguirlo.

Lo que está claro es que la culpa de lo que unos niños dicen a otros no es suya sino de los adultos, de lo que les estamos inculcando. Cuando yo decía a mi madre que yo era muy machote, algunos habrán entendido la ironía, pero la gran mayoría, no.

¿Es tan feliz como parece? Porque transmite normalidad, esa felicidad de vivir disfrutando de lo que le gusta.

No puedo no estar contento.  En la vida no hay nada ni blanco ni negro y es mejor tener un día soleado, un día con tormenta, con lluvia que no todos los días iguales. No me puedo quejar porque he vivido y sigo viviendo de lo que me gusta. Para mí lo que yo hago no es un trabajo. Es una es manera de vivir, ver y pensar. Pero, que la gente no se equivoque: no es fortuna, hay muchísimo trabajo. Hay tres palabras que siempre digo, y en la escuela las tengo como leitmotiv, aplicables a cualquier profesión. Pasión por lo que hagas, trabajo y constancia. Hasta en el amor, para conseguir cualquier objetivo. La gente lo quiere tener todo y no sabemos disfrutar de lo que tenemos.

¿Se jubila un bailarín?

Yo soy un personaje extraño, un bailarín se muere. En mi lápida pondrá “fui bailarín hasta el último momento”. Porque te puedes retirar del público, de los escenarios pero no de la danza. Hubo una época en la que sufrí una depresión muy fuerte por motivos profesionales, algo que puede ocurrir cuando vivimos tan al límite, y dejé de bailar. Entonces, Antonio Gala me dijo algo que me abrió los ojos. Hasta el día en que vivas tu profesión como una vocación no vas a salir de ese momento negro.

¿Piensa volver a Bilbao?

Puede parecer una cosa extraña  pero yo nunca me he ido. No me cuesta promocionar Bilbao. Era muy difícil venderlo cuando yo empecé a salir al extranjero. Tenía cosas feas pero yo les intentaba vender el resto de cosas maravillosas.

Charlize Theron disfraza a su hijo de Elsa

Numerosos usuarios han criticado que la actriz vista a su niño con un vestido y una peluca rubia por fomentar la homosexualidad

Charlize Theron camina junto a su hijo Jackson disfrazado de Elsa.

Charlize Theron camina junto a su hijo Jackson disfrazado de Elsa.

Charlize Theron ha regresado con fuerza al candelero y no precisamente por su nueva película. Unas fotos de su hijo Jackson, de 4 años, vestido con el disfraz de la princesa Elsa, protagonista de la película ‘Frozen’ de Disney, han generado la última polémica en las redes sociales.

Tras salir a la luz las imágenes, muchos han sido los que han criticado a la intérprete sudafricana de 41 años por llevar a su hijo con vestido y peluca, asegurando que esta actitud podría fomentar la homosexualidad, además de que podría considerarse un acto racista al ser el pequeño de color. Por supuesto, muchos han salido a defender a la intérprete de ‘Monster’ por permitir a su hijo vestir como él quiera.