Marruecos libera a las dos jóvenes encarceladas por besarse

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Activistas marroquíes participan en un homenaje a las víctimas del tiroteo de un club gay en Orlando, el pasado junio en Rabat. FADEL SENNA GETTY IMAGES

Las chicas fueron denunciadas a la policía por una persona de su entorno. Su abogado cree que el caso se desactivará por la presión internacional

Las dos jóvenes de 16 y 17 años detenidas en Marrakech el pasado 27 de octubre por besarse salieron de prisión el jueves bajo libertad condicional. No se han retirado los cargos contra ellas, que podrían enfrentarse a una pena de hasta tres años y multas de hasta 100 euros, según la ley marroquí, que castiga las relaciones entre personas del mismo sexo. Sin embargo, su juicio, previsto para este viernes, se ha retrasado hasta el próximo 25 de noviembre. Las dos menores fueron conducidas ante la policía por una persona próxima a la familia de una de ellas cuando las sorprendió dándose un beso en su casa, según explica Nidal Azhary, fundadora y presidenta de la Unión Feminista Libre.

Youssef Chehbi, el abogado de Casablanca contratado por la asociación Unión Feminista Libre (UFL) para las jóvenes, cree que la liberación de las menores y el retraso de la vista significa que la justicia da marcha atrás en el caso. “[Las autoridades] se han dado cuenta de que con los cientos de periodistas que van a venir a Marrakech para cubrir la cumbre climática, el COP22, que comienza el próximo lunes el escándalo internacional podría ser enorme”, declaró a este diario en conversación telefónica Youssef Chehbi, que califica la detención de las menores como “absurda, aberrante, indigna y grotesca”.

“La persona próxima de la familia de una de ellas que las sorprendió dándose un simple beso y las condujo ante la policía, como si fueran judías durante la II Guerra Mundial, es imbécil. Y el policía que tramitó la denuncia es otro imbécil. Antes que nada tendrían que haber pensado en la reputación de las chicas”, dice Chehbi. “Al menos”, continúa el abogado, “la próxima vez que suceda un caso semejante espero que el policía convenza al delator de que esas chicas no han hecho mal a nadie y no tiene ningún sentido denunciarlas”.

Nidal Azhary asegura que las dos adolescentes se encuentran muy fatigadas, aunque en buen estado. “La experiencia dentro de la cárcel para ellas solo puede ser traumática. Una de ellas se negó incluso a comer y a beber. Las dos son menores y han sido llevadas a una cárcel y no a un centro para jóvenes”, explica.

Para Azhary, lo más importante a partir de ahora es que el veredicto sea favorable y las declaren inocentes. “Porque ellas no han cometido ningún crimen; son jóvenes, no podemos tratar así a nuestra gente”. La presidenta de la Unión Feminista Libre asegura que su trabajo en la defensa de las dos adolescentes continuará hasta el día de la audiencia e incluso después. “La criminalización de la homosexualidad es una vergüenza en estos días. Nuestro Código Penal tiene que evolucionar”. Marruecos es uno de los 75 países del mundo que todavía castigan las relaciones entre personas del mismo sexo.

La escritora francomarroquí Leila Slimani, quién ganó el jueves del Premio Goncourt, el más prestigioso de las letras francesas, declaró el viernes en la emisora France Inter: “La legislación de Marruecos es completamente medieval, desconectada de la realidad. Hay normas que prohíben las relaciones sexuales fuera del matrimonio, que prohíben la homosexualidad, castigan el adulterio”.

“No hay que ser hipócritas”, añadió Slimani, “todo el mundo sabe que hay marroquíes que llevan una vida fuera del matrimonio y que existen homosexuales. Y mantenemos esa dicotomía porque eso le conviene al sistema. Yo creo que ya es hora de que los ciudadanos se rebelen contra esto, que no tiene ninguna relación con la religión (…) Es una cuestión de derechos del hombre, de derechos sexuales, de la dignidad y, en particular, de la dignidad del cuerpo de la mujer”.

En Marruecos, el artículo 489 del Código Penal, contempla penas de seis meses a tres años y multas de entre 20 y 100 euros para quienes cometan “actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo”. En abril de 2015, dos hombres fueron condenados a seis meses de prisión por besarse en uno de los monumentos más emblemáticos de Rabat y del país. Y el pasado marzo dos hombres que yacían en la misma cama en el municipio de Beni Melal, en el centro de Marruecos, fueron agredidos por varios vecinos que los sacaron a golpes de su casa, los exhibieron en la calle y difundieron en Internet las imágenes grabadas por sus teléfonos.

Detenidas dos adolescentes en Marrakech por darse un beso

Marruecos castiga las relaciones entre personas del mismo sexo. Las menores, de 16 y 17 años, fueron delatadas por alguien de su entorno

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Activistas marroquíes participan en un homenaje a las víctimas del tiroteo de un club gay en Orlando, el pasado junio en Rabat. FADEL SENNA AFP

Dos adolescentes, de 16 y 17 años (S. Sh y H. B) fueron detenidas este jueves en Marrakech por besarse. Son las últimas víctimas del artículo 489 del Código Penal, que sanciona “los actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo” con penas de seis meses a tres años y multas de entre 20 y 100 euros.

Una persona del entorno de una de las menores las condujo hacia un puesto de policía y fueron arrestadas de inmediato, según reveló la madre de H.B. a la Unión Feminista Libre, de Marruecos. La mayor fue transferida a la prisión local de Boulahjaraz y la otra a un centro de menores.

En abril de 2015, dos hombres fueron condenados a seis meses de prisión por besarse en la explanada de la Tour Hassan, uno de los monumentos más emblemáticos del país. Y el pasado marzo dos hombres que yacían en la misma cama en el municipio de Beni Melal, en el centro de Marruecos, fueron agredidos por varios vecinos que entraron en la casa, los sacaron a golpes, los exhibieron en la calle y difundieron en Internet las imágenes grabadas por sus teléfonos.

A raíz de la agresión, el escritor marroquí Abdellah Taïa, que se convirtió en 2006 en el primer marroquí en revelar en público su condición de homosexual y vive en París, escribió: “Lo que más me inquieta y entristece es el silencio ensordecedor de los responsables políticos marroquíes. Al evitar la condena de las agresiones homófobas las animan, de hecho, provocan un sentimiento de abandono en los jóvenes marroquíes y les envían la idea de que no están protegidos”.

El caso de Marruecos no es único, las relaciones homosexuales son todavía delito en 75 países del mundo; en siete de ellos —Mauritania, Afganistán, Pakistán, Qatar, Emiratos Árabes (aunque no se han registrado casos) y algunas regiones de Somalia y Nigeria— la condena puede ser a muerte.

Dos adolescentes serán juzgadas por darse un beso en Marruecos

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Un beso en la boca en un lugar privado. Ese es el delito al que se enfrentan dos adolescentes marroquíes, de 16 y 17 años, después de ser descubiertas por una “persona cercana” a una de las chicas en su hogar de Marrakech, una de las principales ciudades y más turísticas de Marruecos.

De acuerdo con un comunicado enviado por la Unión Feminista Libre, que lucha por los derechos de las mujeres en el reino, las dos chicas fueron conducidas a la comisaría e inmediatamente detenidas por “homosexualidad”. Y es que según afirma Omar Arbib, responsable de la sección de Marrakech de la Asociación Marroquí de los Derechos Humanos (AMDH, por sus siglas en francés), al medioLe360 “la persona allegada les habría hecho una foto y enseñado posteriormente a los padres de una de ellas. Son ellos quienes han denunciado” a las autoridades.

Ambas se enfrentan al tan discutido y detestado, por una parte de la sociedad, artículo 489 del código penal marroquí que condena las relaciones entre dos personas del mismo sexo. En dos días tendrán que presentarse en el tribunal de primera instancia de Marrakech y podrían enfrentarse a una pena de entre seis meses y tres años de prisión y a una multa de entre 120 dirhams (11 euros) a 1.200 dirhams (110 euros).

“Los homosexuales no tienen ningún derecho en Marruecos. Les cierran la boca, tienen que esconder lo que son o dejar el país”, afirma a EL MUNDO Hicham Tahir, escritor marroquí y uno de los ganadores del Premio Novela Gay 2013 en Francia.

“Marruecos rechaza avanzar debido a actos homófobos en su territorio. La persona homosexual no puede salir del armario ya que corre el riesgo de ser expulsado por su propia familia, incluso algo peor. No hay ninguna estructura para acogerles”, afirma Tahir desde Parí,s donde reside actualmente.

Detenidas y familiares, sin comunicación

La madre de la joven de 17 años ha explicado a la asociación que ha difundido el comunicado de este arresto que ella había sido contactada por las autoridades para llevarles el carnet de identidad de su hija en la ciudad ocre. Sin embargo, no sabe nada de su hija, ni siquiera las horas de visitas en la prisión local de Boulemharez, donde han sido trasladadas “y no a un centro de menores”, tal y como se lamenta la madre.

Asimismo, su hija -que también ha sido culpada por delincuencia- “ha tenido que firmar el informe policial bajo presión y sin tener la posibilidad de leerlo, siendo éste uno de sus derechos fundamentales”, aseveran desde la asociación que “condena” dicho arresto y hace un llamamiento a demás movimientos que luchan por las libertades individuales para unirse a la causa.

Es el responsable de AMDH quien recuerda que “la persona allegada a la adolescente ha violado su intimidad echándoles una foto” y evocando igualmente la necesidad de “abolir el artículo” que tantas veces se ha denunciado por parte de asociaciones nacionales e internacionales.

No es el primero ni será el último caso que salpica a nuestro país vecino. El pasado marzo, un vídeo golpeando a dos jóvenes homosexuales en Beni Mellal, ciudad ubicada en el centro del país, fue bastante difundido a través de internet por la brutalidad del acto. A pesar del salvajismo, los dos chicos fueron detenidos y pasaron 26 días en prisión por ser homosexuales. Finalmente, la presión social logró que pudiesen salir en libertad.

“Es a la vez estúpido, criminal y anticonstitucional que Marruecos -al igual que otros países del Magreb y del mundo árabe- haya firmado la declaración de los Derechos Humanos, porque continúa haciendo esto”, asegura el escritor. Además, se pregunta: “¿Cómo es posible que en 2016 se pueda detener a unas personas por la simple razón de querer a gente del mismo género?”.

Una injusticia más en un país que se encuentra en el punto de mira estos días, después de la ola de protestas por la muerte trágica de un vendedor de pescado en Alhucemas, al ser el anfitrión de la Cumbre del clima mundial (COP22) donde numerosos jefes de Estado de todos los continentes aterrizarán en sus calles.

“¿Y a quién le importa si tengo barba? ¿A quién le importa si llevo falda?”

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Solidaridad ante una situación que consideran injusta. Es la que han querido mostrar alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) San Isidoro de Sevilla después de que un profesor exigiera a un chico de Bachillerato quitarse un vestido que había usado para realizar en clase de inglés una exposición acerca de la visibilización del colectivo LGTBI. El joven acató pero sus compañeros, respaldados por los representantes del alumnado y versioneando a Alaska, han protestado contra la actitud del profesor y con el objetivo de normalizar una situación que, al margen de un trabajo de clase, puede darse en cualquier patio de colegio o instituto.

“¿Y a quién le importa si tengo barba? ¿A quién le importa si llevo falda?”, reza el tuit que ha fijado el perfil de Twitter del alumnado del IES San Isidoro, desde donde se daban las explicaciones a lo sucedido. Según los alumnos, la Jefatura de Estudios dio más credibilidad al docente que a los jóvenes, negando que hubiera habido tal recriminación.

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Una treintena de jóvenes protagonizaron una sentada en el recreo. Chicas con trajes, corbatas y barbas pintadas, y chicos con vestidos y maquillajes, con una bandera arco iris en el centro como se aprecia en la imagen, para invitar a la normalización de que cada uno pueda elegir su vestimenta para ir al instituto.

“Las normas del centro no ponen limitaciones en ese sentido”

El director del IES San Isidoro, Rodrigo Alba, ha explicado a  eldiario.es Andalucíalo que sucedió aquel día. Había “un revuelo” en el recreo y el profesor que estaba de guardia optó por pedirle al alumno que se quitara el traje usado para la clase. “No fue por llevar vestido. Las normas del centro no ponen limitaciones en ese sentido. Aquí cualquiera tiene derecho a venir como quiera”, argumenta, aludiendo a una “disparidad de percepciones” entre la decisión del profesor y lo que “equivocadamente” entendió el alumnado ante el “jaleo” que se había formado.

La concentración posterior “fue un acto de solidaridad más que un acto de protesta” puesto que “el centro sólo actúa cuando la vestimenta pueda resultar indecorosa, por ejemplo, llevar chanclas o bañador, una minifalda demasiado corta, unos tirantes o enseñar la ropa interior”, señala el director, que añade que son “muy sensibles” a ese tipo de situaciones que realmente se puedan dar en su centro.

No opina lo mismo la representante del alumnado en el Consejo Escolar y delegada provisional del alumnado, Julia Ibáñez, quien ha reconocido a Europa Press que el IES tiene “normas rígidas” en cuestión de vestimenta, como también ha señalado una portavoz de la Red de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Rampa), indicando que “cualquier ropa que no se ajuste, se sale de la norma”. Desde el colectivo de estudiantes han reiterado que “no hay norma válida que impida ponerse lo que uno quiera”, ya que para ellos “el lenguaje no es la única forma de expresar algo, también se puede transmitir a través de la vestimenta”.

La Rampa, en cualquier caso, se ha mostrado “satisfecha” y “muy orgullosa” de ver cómo los jóvenes han reaccionado y se han solidarizado con este caso, así como de que hayan sabido “resolver” esta situación, defendiendo “que cada cual se vista como quiera”.

ATA-Sylvia Rivera propone unas jornadas

Por su parte, la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera ha celebrado este miércoles a través de un comunicado “la protesta de los alumnos” de este IES y ha reclamado a la Consejería de Educación que depure responsabilidades. Señalan que se han puesto en contacto con el director, quien les ha instido en que “dentro de las normas del Instituto esta la libertad de vestimenta por el alumnado”. La asociación le ha propuesto dar unas jornadas “donde se aborde el respeto a la identidad libremente sentida y a la libre expresión del género, propuesta que ha recibido con agrado y que se ha comprometido a llevar a cabo”, señala ATA en el comunicado.

ATA-Sylvia Rivera ha puesto los hechos en conocimiento del Jefe de Servicio de Convivencia e Igualdad de la Consejería de Educación, Francisco Javier García Perales, para que se depuren las responsabilidades que hubiese lugar. Éste ha comunicado a la asociación que están en marcha los servicios de la inspección educativa para aclarar la situación, recordando que Andalucía cuenta con unprotocolo de actuación sobre identidad de Género en el sistema educativo andaluz, que, según celebran, “se está aplicando en todos los centros, salvo puntuales casos excepcionales”, declara Mar Cambrollé, presidenta de ATA-Sylvia Rivera, quien considera que “la educación es la herramienta fundamental para que nuestra sociedad sea respetuosa con la diversidad y para poner en valor la igualdad, la libertad y la inclusión”.

Condenan a un pastelero por negarse a hacer una tarta con un lema a favor del matrimonio gay

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Una tarta como esta se negaron a hacer en la pastelería que ha sido condenada por discriminación sexual. Queerspace Belfast (Facebook)

Noticia publicada en La Información

La Justicia de Irlanda del Norte ha confirmado la sentencia condenatoria contra los propietarios de una pastelería que se negaron a elaborar una tarta con un lema favorable al matrimonio homosexual.

Los tribunales habían condenado por el mismo motivo el año pasado a los dueños de la pastelería ‘Ashers Bakery’, la familia McArthur. Ellos apelaron la sentencia aduciendo que sus creencias cristianas les impedía contribuir a la promoción del matrimonio gay. Pero los tribunales no admitieron sus planteamientos, y les ha obligado a pagar 500 libras (554 euros) por discriminación sexual.

Los hechos se remontan a mayo de 2014, cuando el activista gay Gareth Lee entró al local y pidió una tarta con la imagen de Epi y Blas, populares marionetas de la serie infantil Barrio Sésamo que también son símbolos del matrimonio homosexual en ambientes LGTB. Quería partir el pastel en un evento del día internacional contra la Homofobia de aquel año.

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Los dueños de la pastelería se negaron a ejecutar el encargo por razones de conciencia, puesto que ellos eran “profundamente cristianos”, y su religión no admite el matrimonio entre personas del mismo sexto. Tampoco querían que el público se llevase la impresión de que su establecimiento estaba a favor del matrimonio gay.

Un negocio de comida, no un grupo religioso

Gareth Lee decidió entonces denunciar al negocio ante la Comisión de Igualdad de Irlanda del Norte. En 2015, la juez encargada del caso sentenció que la pastelería tenía la obligación de satisfacer la demanda, pues era un negocio de comida y no un grupo religioso.

Los pasteleros apelaron pero el Tribunal encargado de revisar el caso volvió a fallar en contra de los comerciantes. Y ha puesto un ejemplo con fechas cercanas. “El hecho de que un pastelero confeccione un pastel con imágenes de brujas en Halloween no significa que apoye esta fiesta“.

Daniel McArthur, portavoz de la familia de pasteleros, declaró que “lasentencia socava la libertad religiosa, la libertad democrática y la libertad de expresión”. Un exministro norirlardés apoyó a la familia y calificó de “horrible” la decisión judicial.

McArthur recordó que los jueces habían admitido que los pasteleros desconocían que Lee era homosexual, y que por tanto no se podía hablar de discriminación: “Siempre hemos dicho que no era por el cliente, sino por el mensaje, y el tribunal aceptó eso, pero ahora se nos dice que tenemos que promover un mensaje que va contra nuestra conciencia”.

“A todos o a ninguno”

Uno de los jueces encargados de redactar la sentencia manifestó que “el comerciante puede proporcionar el servicio a todos o a ninguno, pero no a una selección de clientes basándose en prohibiciones. Los pasteleros podrían negarse a hacer tartas con mensajes políticos o religiosos, pero no en función de su propia visión de las orientaciones sexuales”.

El activista gay que interpuso la demanda celebró la resolución judicial con varios compañeros y declaró sentirse “aliviado y agradecido por la sentencia”.

El gobierno autónomo de Irlanda del Norte aprobó en 2005 una ley que avala la unión civil entre personas del mismo sexo. A efectos prácticos, garantiza los mismos derechos y obligaciones que los matrimonios heterosexuales. Pero esta unión no recibe el nombre de “matrimonio”, por lo que continúa siendo una reivindicación del colectivo de homosexuales.

Denuncian una agresión homófoba en Madrid al grito de “maricón, ¿tú eres chico o chica?”

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Manifestación contra la homofobia / EFE EFE

Una nueva agresión homófoba ha sido denunciada en Madrid. Ocurrió en la madrugada del pasado sábado, a las puertas de un local de ocio en las inmediaciones de Plaza España. Según el relato del chico y las dos chicas que han interpuesto una denuncia ante la Policía, se encontraban en la puerta de la discoteca –considerada para “público LGTBI”– cuando un grupo de entre ocho y diez personas empezaron a increpar al hombre.

“Maricón, ¿tu eres chico o chica?”, le gritaban. La organización LGTB Arcópoli, que ha hecho públicos los hechos, asegura que acto seguido uno de los agresores le agarró del pelo y le gritó “eres un personaje, ¿vas de putita o de transexual?”. Además, “le abofeteó en la cara” y “le tiraron un vaso lleno de bebida por la cara”.  Con esta, son 198 el número de agresiones homófobas o tránsfobas registradas solo en la Comunidad de Madrid en lo que va de año.

“Cuando otro de los agresores que estaba insultando se acercó a la víctima con intención de agredirle, las amigas le protegieron y evitaron la embestida. Finalmente las víctimas consiguieron escapar y los agresores siguieron increpando y amenazando a otros grupos de chicos en las inmediaciones del local”, cuenta la organización en un comunicado.

El hombre ha destacado “la gran profesionalidad  de la Policía Municipal al tratarles y su concienciación desde el primer momento con los delitos de odio”. Por su parte, el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia se ha trasladado lo sucedido a la Fiscalía de Delitos de Odio, al Comisario de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid y a la Unidad de Gestión de La Diversidad de Policía Municipal.

“Las agresiones homófobas se siguen produciendo con absoluta sensación de impunidad y es algo contra lo que tenemos que luchar con contundencia.”, asegura  Yago Blando, responsable del Observatorio, que hace hincapié en que los agresores acudieron a un lugar “donde sabían que había integrantes del colectivo LGTB con  la clara intención de infundir el miedo y agredir para transmitirnos un mensaje de odio muy claro que vamos a combatir con todas nuestras fuerzas”.

Denuncia acoso por ser transexual

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Daniel Román muestra la denuncia presentada en los Juzgados de lo Social.

«Han vuelto a lo mismo. Desde que puse en conocimiento de la dirección que era transexual y estaba esperando mi cambio de nombre no lo respetaron, hubo un acoso y derribo tremendo hacía mí. Me despidieron y, tras demandarles, me readmitieron, pero ahora lo están volviendo a hacer». La vida laboral de Daniel Román es un tiovivo desde que en 2013 comunicara a la dirección de la ONG Nuevo Futuro Sirio, donde trabaja como enfermero en turno nocturno, que era transexual.

La citada ONG se encarga de la tutela de niños y adolescentes (entre 10 y 17 años) que salen del Instituto del Menor de la Comunidad de Madrid para su reinserción en la sociedad. De hecho, la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad tiene un importante concierto con la ONG por su labor en dos pisos tutelados, en uno de los cuales trabaja Daniel.

El joven fue despedido en 2013 después de que la ONG le ofreciera una excedencia en repetidas ocasiones ya que, según la institución, podría afectar a los niños su proceso de cambio de sexo. «Me llegaron a decir que no daba el perfil psiquiátrico, aunque hasta entonces nunca había tenido problemas. ¿Qué pasa?, ¿que ahora con las hormonas se ha borrado el título de enfermero?», se preguntaba entonces el afectado.

Después de una denuncia de UGT y el apoyo de la diputada socialista Carla Antonelli, el joven fue readmitido, y todo iba bien hasta principios de este año, cuando ha comenzado a percibir que la actitud hacia él de la dirección ha cambiado paulatinamente. «Hice una solicitud de vacaciones a principios de año para irme 15 días en diciembre y todavía no sé si me las puedo coger, cuando otros compañeros lo han hecho», señala el joven.

«Hasta julio he tenido silencio administrativo; ese mes me dicen que son malas fechas para el centro, y les da un poco igual que sea parte de mis derechos y que me venga bien por cuestiones personales y familiares», relata Daniel, que les pidió una respuesta para finales de este mes con la advertencia de que, si no se zanjaba el tema, iba a denunciarles.

Poco después de su reclamación, recibió cartas de amonestación, según su versión, por no ir a un determinado número de reuniones de equipo, muchas de las cuales se celebraban por la mañana, cuando su horario de trabajo es de 20.30 a 10.00 horas. «Tengo derecho a descansar, me acojo a lo que marca el convenio», explica Daniel, que asegura que con otros trabajadores que no suelen acudir a esas reuniones «no tienen el mismo nivel de exigencia».

A finales de agosto, Daniel fue sancionado por cogerse dos días de permiso por el nacimiento de su sobrino, cuando avisó con 15 de antelación que necesitaba un par de días libres por asuntos familiares explicándoles que desconocía la fecha exacta. El día del parto volvió a comunicárselo por la mañana a la dirección, que le denegó el permiso y acabó sancionándole al no poder encontrar a un sustituto. En la carta que le remitieron explicaban que «he actuado de mala fe cuando según mi abogado tenía derecho a cogerme dos días por ingreso hospitalario de un familiar».

Por todo ello, y ante la posibilidad de que si recibe otra amonestación le despidan de forma procedente, Daniel denunció a la empresa en los Juzgados de lo Social de la Comunidad de Madrid el pasado día 19. «Ellos se ratifican en que soy indisciplinado y desobediente, y yo me ratifico en que no doy por buenas esas amonestaciones», añade el enfermero, que ahora se encuentra de baja por «ansiedad y depresión». «Es que su actuación no tiene excusa», zanja.

Denuncian una nueva agresión homófoba frente a una discoteca de Madrid

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Concentración contra la homofobia en el centro de Madrid. OLMO CALVO

La asociación Arcópoli ha denunciado una nueva agresión homófoba que tuvo lugar este fin de semana cerca de la Plaza de España, en Madrid, en la que “varios grupos” de personas que estaban frente a una discoteca “recibieron insultos y agresiones físicas por su orientación sexual”.

Con este suceso, el observatorio madrileño contra la LGTBfobia ha contabilizado en lo que va de año un total de 198 agresiones homófobas.

“Un dato preocupante, máxime cuando no notamos ninguna disminución durante estos meses en el índice de agresiones”, apuntan desde Arcópoli.

La supuesta agresión tuvo lugar en la madrugada del pasado sábado en un local “de ambiente”, según ha señalado en un comunicado esta asociación que trabaja en la defensa de los derechos de colectivo LGTBi (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales).

En este caso, J.P., de 20 años, y dos amigas estaban en la puerta de una discoteca cuando un grupo de entre ocho y diez personas “empezaron a increparlo al grito de maricón” y con preguntas como “¿Tú qué eres chico o chica? ¿De qué vais?”.

Arcópoli asegura que uno de los supuestos agresores cogió a J.P. del pelo y le gritó: “Eres un personaje, ¿vas de putita o de transexual?”.

A continuación, las amigas de J.P. pidieron a este grupo que lo dejase en paz, pero uno de ellos, sin hacerles caso, “cogió a la víctima, le abofeteó en la cara” y le tiró “un vaso lleno de bebida”.

“Cuando otro de los agresores que estaba insultando se acercó a la víctima con intención de agredirle, las amigas le protegieron y evitaron la embestida”, apuntan desde la asociación.

Con todo, según la versión de las supuestas víctimas, “los agresores siguieron increpando y amenazando a otros grupos de chicos en las inmediaciones del local”.

J.P. y sus amigas, que consiguieron escapar, han interpuesto una denuncia en la comisaría de Moncloa y desde el observatorio madrileño contra la LGTBfobia se ha trasladado lo sucedido a la Fiscalía de Delitos de Odio, al Comisario de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid y a la Unidad de Gestión de La Diversidad de Policía Municipal.

“Las agresiones homófobas se siguen produciendo con absoluta sensación de impunidad y es algo contra lo que tenemos que luchar con contundencia”, ha declarado el coordinador de Arcópoli y responsable del observatorio, Yago Blando.

Un joven gay agredido a la salida de una discoteca en la plaza de España

Un grupo de unos 10 agresores le insultaron, le abofetearon y le tiraron la bebida de un vaso por la cara

Un joven de 20 años, J. P., resultó agredido la madrugada del pasado sábado cuando salía de una discoteca destinada a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), según ha denunciado la asociación en defensa de este colectivo Arcópoli. Un grupo de unas 10 personas se acercaron a él y, tras insultarle, le abofetearon y le arrojaron a la cara la bebida de un vaso. Sus acompañantes evitaron que le pegaran.

Los agresores empezaron a increparle al grito de “maricón. ¿Tú qué eres chico o chica? ¿De qué vais?”. Uno de los agresores cogió al joven del pelo y le gritó:“ Eres un personaje, ¿vas de putita o de transexual?”. Las dos amigas de J.P. pidieron a los agresores que les dejasen en paz y uno de ellos cogió a la víctima y le abofeteó en la cara. Siguieron con la agresión y le tiraron un vaso lleno de bebida por la cara, según el relato de Arcópoli. Cuando otro de los agresores que estaba insultando se acercó a la víctima con intención de agredirle, las amigas le protegieron y evitaron la embestida. Finalmente las víctimas consiguieron escapar y los agresores siguieron increpando y amenazando a otros grupos de chicos en las inmediaciones del local.

Los jóvenes agredidos han denunciado el caso en la comisaría de Moncloa. El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia ha trasladado lo sucedido a la Fiscalía de Delitos de Odio, al Comisario de Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid y a la Unidad de Gestión de La Diversidad de Policía Municipal. Esa misma noche varios efectivos de la Policía Nacional acudieron al lugar de los hechos y detuvieron a varios agresores. El Observatorio, además va solicitar una reunión con esta comisaría próximamente para poder establecer sinergias en la lucha contra los delitos de odio LGTB.

Esta agresión homófoba es la número 198 que ha sido registrada por el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia en lo que llevamos de 2016, dato preocupante, máxime cuando no notamos ninguna disminución durante estos meses en el índice de agresiones.

Afortunadamente la víctima sabía perfectamente el protocolo de actuación en caso de agresión por ser LGTB ya que es miembro de UC3M LGTB, asociación integrada en el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia. Asimismo la víctima ha querido destacar la gran profesionalidad de Policía Municipal al tratarles y su concienciación desde el primer momento con los delitos de odio.

Un joven de Ayamonte denuncia una agresión homófoba en Huesca

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Paco Abreu muestra las lesiones en su cara, fruto de la agresión, según su denuncia. @pacoabreugarca

Un joven de 18 años de edad natural de Ayamonte (Huelva), Francisco Abreu, ha denunciado ante la Policía Nacional la presunta agresión por motivos homófobos que sufrió en la noche del pasado jueves cuando salía de un bar de Huesca, donde reside.

El joven, según narra en un vídeo que ha difundido en las redes sociales, se encuentra en la ciudad aragonesa estudiando Medicina, y señala que cuando salía de un bar con un grupo de amigas le dieron un puñetazo en la cara, del que fue atendido en el Hospital San Jorge.

Como consecuencia del golpe sufrió una contusión en cara y cuero cabelludo, como consta en la denuncia, que indica que se inició una discusión después de que un joven intentase alternar con una chica que le acompañaba, “cuando mi amiga le ignoró y él se enfadó, y como no le puede pegar, pues le pega al chico afeminado que la acompaña”. Afirma que antes de la agresión sintió “un puñetazo en el hombro, de arriba a abajo”, y ya fuera del bar tuvo lugar la agresión que denunció, que no fue a más porque el presunto agresor fue alejado de allí por quienes le acompañaban.

“Quién me pegó estaba diciendo que tenía ganas de pegarle a alguien, asoció ser gay a ser débil y fue a por mí”, explica el joven, que lamenta que es la segunda agresión que sufre por el mismo motivo, tras la que le infligió en su pueblo un hombre de unos 40 años de edad.