Metro investiga el origen de una circular que pide vigilar a los gais

La compañía se desvincula del documento y anuncia medidas contra la persona que lo haya redactado y se lo entregara a los revisores

lista persecucion gays metro madrid

Listado entregado a los interventores de Metro.

Metro de Madrid ha abierto una investigación interna para determinar el origen y el autor de una comunicación interna entregada a los revisores en la mañana de ayer. En la misma se recoge que se pida el billete a homosexuales, músicos, mendigos, pedigüeños y vendedores, según ha informado la cadena SER. El secretario de UGT en el Metro, Teodoro Piñuelas, ha pedido que se depuren responsabilidades y que se despida a las personas responsables del escrito.

La comunicación que ha levantado toda la polémica fue entregada a los interventores entre la noche del ayer y la mañana de hoy al inicio de sus turnos. En la misma viene reflejados los puntos por los que tienen que prestar servicio. En letras mayúsculas se citan las estaciones y, en determinados casos, donde deben hacer especial incidencia los revisores. Destaca por ejemplo el tramo de la línea 2 entre Sol y Las Rosas, donde se pide que se centren en “músicos, mendigos y gais”.

Según Piñuelas, se ha montado cierto alboroto al recibir esta comunicación. Los interventores han protestado por esta discriminación y han respondido que no iban a hacerle caso. Como estaba presente en las oficinas el abogado del Consorcio Regional de Transportes, le han consultado de dónde había salido esa circular. Supuestamente, el origen es la dirección de Seguridad de la compañía metropolitana. El propio letrado les ha dicho que no se podía aplicar. “No comprendo por qué se da a entender que los homosexuales no pagan el billete y que se vigile a estas personas. ¿Y por qué no a los altos, a los rubios o a los que lleven gafas?”, critica Piñuelas.

Metro de Madrid se ha desvinculado del contenido de ese documento: “La compañía no tiene conocimiento ni ha dado su consentimiento para que se redacte un documento en estos términos”, ha señalado una portavoz de la compañía. De hecho, ha abierto una investigación interna para ver quién ha redactado el texto, que no es “en ningún caso oficial de la empresa”, y los motivos por los que se ha distribuido.

La portavoz ha anunciado que se tomarán medidas disciplinarias contra la persona o personas que lo hayan redactado. “Desde Metro de Madrid se rechaza este tipo de expresiones, que nada tienen que ver la compañía”, ha concluido la portavoz.

Metro de Madrid abre una investigación para saber la autoría de un documento que insta a perseguir a ‘gays’ y ‘mendigos’

La empresa pública quiere ‘depurar responsabilidades’ tras la denuncia realizada por UGT

Metro de Madrid ha abierto una investigación para descubrir la autoría de un documento interno en el que se insta a los revisores a aumentar sus peticiones de tickets a determinados grupos como “gays”, “músicos” y “mendigos”, una situación que ha provocado que los empleados se hayan opuesto de forma rotunda a acatar esta orden al considerar que atentan contra los derechos de los viajeros.

Fuentes de la empresa que gestiona el suburbano han señalado a que ya se ha abierto una investigación para depurar responsabilidades y tomar medidas al respecto, lamentando que se haya producido un hecho de esta índole.

El conocimiento de Metro de este documento se ha producido a raíz de una denuncia de UGT, que ha exigido que se depuren responsabilidades sobre los autores de este documento que atenta contra los derechos fundamentales de los viajeros.

En el texto se puede observar cómo se indica que en determinadas estaciones como la de Sol se incida en las peticiones de tickets a “músicos”, “mendigos” y “gays”.

El secretario general de Metro de Madrid, Teo Piñuelas, ha manifestado que les ha sorprendido la existencia de este documento, ya que es algo “gravísimo” que se hagan rutas para que los trabajadores persigan a unos viajeros. “Creemos que los trabajadores se han negado de forma rotunda porque entienden que cualquier viajero es totalmente respetable”, ha aseverado.

El Ayuntamiento de Albacete pide ‘Mariconadas las justas’ en carteles y en una web

mariconadas las justas

mariconadas las justas

Muchas veces, la palabra “maricón” y sus derivados se usa a la ligera y sin tener en mente qué consecuencias puede traer su uso, y si no que se lo digan al militar gallego que ingresó en prisión por llamar así a un sargento.

En Albacete, las paredes de la ciudad y algunos comercios comenzaron a servir de soporte para carteles de una Campaña de Masculinidades para la igualdad promovido por el consistorio, y que ha generado mucha controversia. “Mariconadas las justas” rezaba tal cartel, que ya ha sido retirado tras las críticas que ha generado por parte de la concejala de Izquierda Unidad de tal localidad Victoria Delicado. En un comunicado, ha puntualizado que ese mensaje se colgó en la puerta del Centro de la Mujer, siendo parte de una campaña educativa que dicho centro imparte, en relación a nuevas masculinidades.

La política de la oposición cree que el eslogan es “una expresión homófoba sin ningún género de dudas”, y señala que el centro de la Mujer “tiene entre otras finalidades, la promoción de la igualdad, el respeto a la diversidad y, el deber de luchar contra los estereotipos y la homofobia”. “Las técnicas publicitarias deben seleccionarse según el objetivo que se persiga y esta frase, si bien resulta llamativa, difunde un pensamiento homófobo frente al cual los poderes públicos y ese Centro de la Mujer, deben actuar. No se me ocurre que frases como ‘quien bien te quiere, te hará llorar’ o ‘la mujer y la sartén, en la cocina están bien’ deban ser los mensajes de carteles que supuestamente luchan contra la violencia de género o la igualdad entre hombres y mujeres, respectivamente”, añadió Delicado en el escrito que IU ha hecho llegar a los medios.

Pese a todo, la web www.yalosapo.es, perteneciente a tal campaña, sigue en activo y aún se lee este eslogan en su págima de bienvenida.

“Yo no quería denunciar, tengo miedo”

Dos hombres sufren una agresión homófoba en el punto de encuentro gay de Las Ventas

A Carlos le extrañó que no hubiera nadie en el aparcamiento de la plaza de toros de Las Ventas. No era la primera vez que iba a buscar un contacto a ese conocido punto de encuentro gay. Pero sí sería la última. Cuando llegó, a eso de las 23.30, sólo había otro chico en un coche. Cerró el suyo y se acercó a él.

— Qué raro, no hay nadie —le comentó.

Después, los ojos de terror de ese chico al que acababa de conocer. Giró la cabeza y les vio: “Eran siete u ocho, todos vestidos de negro”, recuerda.

—¡Maricón! —gritaron, rodeándoles.

Corrió por el terraplén de salida del aparcamiento, se topó con la valla que sirve de perímetro a la carretera de la M-30. Sintió una descarga en el hombro. Tropezó. Se protegió la cabeza con los brazos mientras recibía decenas de patadas en el suelo. Pudo abrir los ojos unos segundos y vio un hueco en la cerca de alambre, se dejó caer al arcén de la autovía: “Menos mal que no había mucha altura, no sabía adonde me estaba tirando, solo quería huir de ellos”.

Sin dejar de correr, miró hacía atrás y vio cómo pateaban a aquel chico, del que no volvió a saber nada hasta que un día le llamó la policía.

Hoy se cumple un mes de aquella agresión homófoba. Carlos no se llama Carlos. Pero prefiere no hacer público su verdadero nombre. Tiene 43 años. Trabaja como administrativo. Bueno, trabajaba, porque desde entonces está de baja en su casa. Tiene el hombro roto por varios sitios: “Cuatro fragmentos de húmero proximal izquierdo con lesión neurológica asociada tras agresión, refiere que le dieron una descarga eléctrica en región de hombro, con disestesias y pérdida de fuerza para la movilización de mano y dedos desde ese momento”, reza el parte médico del hospital Ramón y Cajal, adonde le llevó una ambulancia del Samur después de que un viandante le prestase ayuda. Carlos tiene una parálisis “nervio-radial” desde el ataque.

“No quería denunciar”, recuerda. “Lo hice porque me convenció mi familia. Tengo miedo”.

A las 20.00 horas del 21 de enero, nada más salir operado del hospital, se presentó en la comisaría de Alcobendas. Aparte de relatar esos mismos hechos, tal y como consta en el atestado, solo pudo aportar que los agresores eran todos varones jóvenes, de entre 20 y 30 años.

Las cámaras de seguridad del aparcamiento de Las Ventas ayudaron a identificar a tres de ellos. “Según me dijo la policía cuando me llamó, todos tenían antecedentes por otras agresiones”, cuenta. Carlos no quiso ir a la rueda de reconocimiento. “Temo que me reconozcan y que tomen represalias. Yo solo quiero recuperarme y olvidar todo esto”.

Después supo también que aquel chico del aparcamiento, tras pasar varios días en el hospital, con la nariz rota y operada y todo el cuerpo contusionado, puso su correspondiente denuncia. “Él está dispuesto a tirar para adelante”, dice Carlos que le dijo el agente. Lo que nunca supo es que los tres chicos que detuvieron los miembros de la Policía Judicial eran menores de edad y que pasaron a disposición del Grupo de Menores (GRUME).

El matrimonio igualitario conquista el conservador sur de Estados Unidos

El Tribunal Supremo impide a Alabama prohibir los enlaces entre personas del mismo sexo

Yashinari Effinger besa a su esposa Adrian Thomas

Yashinari Effinger besa a su esposa Adrian Thomas al contraer matrimonio esta semana en Alabama. / GARY COSBY JR. (AP)

En pleno debate sobre la legalización del matrimonio homosexual en Estados Unidos, el reverendo Phil Snider se dirigió hace tres años a su congregación en Misuri con un discurso a favor de la discriminación sexual. A los pocos minutos de comenzar, se detuvo. “Lo siento, creo que he tomado prestados los argumentos del siglo equivocado”. Snider había convencido a la audiencia de que la discriminación era justificable cambiando los términos “integración racial” por “derechos de los homosexuales” en un discurso que ya había sido empleado para defender la segregación contra las minorías raciales en el sur.

Su intervención se convirtió en uno de los vídeos virales del momento. Snider había demostrado que los argumentos que fallaron en la defensa de la segregación, también son insuficientes para negar la igualdad a los homosexuales. Ahora, como hace medio siglo, la región que más tiempo oprimió a las minorías raciales, ha sido la última en sumarse a esta batalla por los derechos civiles, la de los homosexuales.

Decenas de parejas del mismo sexo aguardaban el lunes pasado en juzgados de Alabama para contraer matrimonio. Querían ser las primeras, del primer estado del Deep South en acceder a un derecho que ya reconoce la mayor parte del país. No faltó tensión. Un juez de Alabama, Roy Moore, había dictaminado la noche anterior que no se firmaría ningún acta de matrimonio hasta que se pronunciara el Tribunal Supremo en Washington. Apenas unas horas después, el Supremo negó la petición de Moore y declaró que Alabama no tiene competencias para prohibir el matrimonio igualitario.

Hasta ahora, la comunidad homosexual de Alabama había visto cómo los avances conquistados en el resto del país no cruzaban sus fronteras. El límite estaba hasta ahora en el sur, pero el cambio ha llegado con la decisión de los jueces del Supremo.

La oleada de cambio que en apenas dos años ha barrido la opinión pública estadounidense empieza así a conquistar el sur. La región más conservadora del país es la que menos respalda las uniones entre personas del mismo sexo, apenas un 41%, frente a un 61% que lo apoya en la costa Este, según datos recientes del Centro Pew. Siete de cada 10 estadounidenses viven en uno de los 37 estados donde el matrimonio homosexual está legalizado. Otra mayoría, un 72%, considera que el matrimonio entre personas del mismo sexo es ya inevitable, según datos del Centro Pew.

Pero bajo la piel conservadora de Alabama, Georgia y Louisiana se adivinan profundas transformaciones culturales y demográficas que han situado a los ciudadanos a favor del matrimonio igualitario. A pesar de mantenerse en la retaguardia de uno de los cambios sociales más importantes de las últimas décadas, el ritmo sí ha sido el mismo que en el resto del país y en la misma dirección. Desde 2003, el apoyo en el sur ha pasado de un 25% a un 44%, similar al salto de 21 puntos que dio la costa Este (del 40% al 61%) en el mismo período.

Alabama debe acatar ahora la decisión del Supremo. Pero esto no quiere decir que el alto tribunal haya reconocido el derecho a casarse de los homosexuales; en junio tendrá que pronunciarse sobre ello y su decisión afectará a todo el país.

Shante Wolfe y Tori Sisson fueron la primer pareja en casarse en el conservador estado de Alabama, al sur de EE UU.

Shante Wolfe y Tori Sisson fueron la primer pareja en casarse en el conservador estado de Alabama, al sur de EE UU. / MICKEY WELSH (AP)

“Las autoridades pueden permitir la vigencia de esas uniones o quedar como estúpidos orgullosos por intentar arrancar a maridos y esposas de sus parejas”, decía este lunes la revista The Atlantic. “Nadie se ganó a los estadounidenses partiendo en dos sus certificados de matrimonio”.

Ni siquiera a los del sur. El juez Moore ha ignorado la nueva demografía y el cambio de ideas en la región, destino en los últimos 20 años de una oleada de trabajadores, especialmente de minorías raciales, que regresan del norte. Les caracteriza, según escribe el demógrafo William Frey en su radiografía de la explosión demográfica que está definiendo a los nuevos EE UU, tanto su edad como su “capital humano”. En los setenta y ochenta, los afroamericanos regresaban solo un poco mejor económicamente que sus nuevos vecinos. Ahora, según Frey, “son jóvenes y con un nivel educativo muy alto”.

La generación del milenio, la más diversa de las últimas décadas, muestra un respaldo sin precedentes a los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Según datos del Public Region Research Institute, un 69% de los jóvenes entre 18 y 33 años defiende el matrimonio homosexual, frente a un 37% de los mayores de 68 años, los baby boomers que han liderado la opinión pública hasta hace apenas una década.

El sur ya no está aislado y se acaba de sumar a los cambios de una sociedad que hace apenas cinco años no se imaginaba que en 2015 podría estar a las puertas de legalizar el matrimonio homosexual.

Un juez de Alabama reta al Supremo

C. F. PEREDA

La estrategia del juez Roy Moore para detener los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama es habitual: los magistrados pueden pedir al Tribunal Supremo que bloquee la ejecución de una ley hasta que la corte decida si ésta se ajusta a la Constitución o no. En este caso, el Supremo estudiará en abril cuatro casos que pueden resolver la pregunta clave en la penúltima batalla por los derechos civiles del país: ¿tienen los estadounidenses el derecho a casarse con una persona del mismo sexo?

Dos de los nueve jueces del Tribunal Supremo manifestaron esta semana su rechazo a la decisión de no bloquear los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama hasta que la corte resuelva esta pregunta. Los conservadores Clarence Thomas y Antonin Scalia, en una sentencia redactada por el primero, alertaron de que la decisión de la corte “puede ser interpretada como una señal de que el Tribunal ya ha respondido la pregunta”, en referencia a los casos que estudiará en abril.

El Supremo declaró en 2013 que la ley federal que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, así como la ley de California que prohibió las uniones de parejas del mismo sexo, violaban la Constitución al discriminar en contra de los homosexuales. Esos dos casos, considerados como el avance más importante en materia de igualdad de derechos de la comunidad LGBT, no resolvieron sin embargo la cuestión de si existe el derecho al matrimonio a nivel federal. Para Thomas, una mayoría de jueces del Supremo han adelantado la respuesta.

‘Sufrí siete años de maltrato físico y mental’

natxo-violencia intragenero lgth

Nacho, de 38 años, ganó un juicio contra su marido por malos tratos. JOSÉ CUÉLLAR

Tiene 38 años, es homosexual y fue una de las primeras personas en la Comunidad Valenciana que denunció un caso de violencia de pareja entre personas del mismo sexo. Y ganó el juicio. “Durante siete años sufrí maltrato físico y psicológico por parte del que entonces era mi marido: humillaciones, vejaciones y agresiones. Me mató la autoestima“, relata Nacho, como prefiere que le llamen. Confiesa que perdió el control de su vida, que tuvo dos intentos de suicidio y que hoy, después de que todo haya acabado, e incluso después de que esté rehaciendo su vida con otro hombre, sigue en tratamiento psiquiátrico.

“El maltrato empezó después de casarnos. Estuvimos año y medio de novios y la relación fue perfecta. Luego empezó todo. Las dos primeras veces fueron agresiones físicas y durante los años siguientes fue maltrato psicológico: me controlaba, me vejaba y minó mi autoestima”. Cuando ocurrió la última agresión no estaban juntos, sino intentando recuperar la relación. Firmaron la separación en 2013 y durante un año y medio trataron de retomar la relación. “Quise hacerlo porque, pese a todo, le quería con toda mi alma y tenía mucha dependencia de él”, confiesa. En junio de 2014 terminó todo: “Me agredió nuevamente y fue entonces cuando me atreví a denunciar”.

Tras esa última agresión, Nacho contactó con su abogada. “Después fui al centro de salud, donde me exploraron y me hicieron un parte de lesiones que llevé a la Guardia Civil de Burriana (Castellón). Un día después se celebró el juicio”, relata. No hubo una sentencia firme porque los abogados y el fiscal llegaron a un acuerdo: una multa de 150 euros, trabajos sociales y una orden de alejamiento.

Su abogada, María Jesús Bodí, reconoce que no sabían cómo tratar una situación de este tipo. Al final, siguieron el mismo protocolo que con un caso de violencia de género, por lo que la redacción está en femenino. Por eso, cree que “es importante que la ley se modifique, al menos en la redacción. Es un componente para avanzar”, opina Bodí.

En España, la violencia entre parejas de personas del mismo sexo aún no ha salido del armario y, como afirman los expertos, está en una situación en la que se encontraba hace años la violencia de género.

El psicólogo Juan Macías Ramírez, cofundador del Servicio de Atención a la Violencia Intragénero (Savi), explica que “la evolución sociocultural que en estos años se ha producido con la mujer” a la hora de identificar una situación de maltrato y sentir el respaldo profesional, legal y social, “no ha tenido lugar con las víctimas de violencia en parejas LGTB”, las siglas que agrupan a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, “donde existe todavía una dificultad para identificarlas y reconocerlas”.

Comunidades autónomas como Extremadura quieren reconocer como violencia de género este tipo de maltrato. Sin embargo, y en opinión de Anes Orellana, psicóloga del grupo Babalon Psicoterapia, “no se deben mezclar las violencias. Cada cual necesitaría su normativa y abordaje específico, ya que no estamos hablando de lo mismo”.

La violencia entre parejas del mismo sexo en España es todavía invisible. De hecho, hay ciertas confusiones con la terminología. No se puede llamar violencia de género, «porque violencia de género implica violencia a una mujer por el hecho de ser mujer, donde se incluye, por supuesto, la pareja», afirma esta especialista. Aquí se usa como sinónimo violencia intragénero, pero el término más internacional sería violencia de pareja entre personas del mismo sexo. Anes Orellana explica que es en EEUU y los países anglosajones donde existe más legislación y programas específicos. También en Alemania y Francia se están realizando algunos proyectos.

En nuestro país se está empezando a tener en cuenta este tipo de violencia por parte, principalmente, de las asociaciones LGTB. Pero todavía las administraciones “no tienen conciencia de estos casos. Es necesario empezar a hacerlo y, sobre todo, empezar a formarse”, afirma.

Una de las razones de la falta de visibilidad es que apenas hay estudios al respecto.

Otro elemento que influye es que la orientación sexual “puede ser un elemento de chantaje” en este tipo de relaciones -“Te voy a sacar del armario en tu trabajo si me dejas” o «”e lo voy a decir a tu madre”-.

“Igualmente, la homofobia, interiorizada a nivel familiar o social, debilita y hace más vulnerable a la persona implicada en una relación violenta”, explica Macías Ramírez.

Por ello, los expertos insisten en que es importante asistir a centros de ayuda específica, preguntar en las diferentes asociaciones LGTB y valorar cada situación. Se trata de tomar conciencia de la situación y de que la persona recupere el control sobre sí misma. “Cuando se ejerce la violencia, una persona quiere tomar el poder sobre la otra. Por tanto, el trabajo consiste en devolver a la persona el poder que se le ha quitado“, explica Macías Ramírez.

Ahora, pasados unos meses de la celebración del juicio, Nacho se pronuncia tajante sobre la violencia intragénero. “Animo a toda persona que esté en iguales o similares circunstancias a las que estuve yo a que no tengan miedo. Que denuncien. Que tomen de nuevo las riendas de su vida“.

Imputada por exhibicionismo una pareja que denunció una agresión homófoba

“Somos gais, no pervertidos”

ricardo y luis frutos

Ricardo (izquierda) y Luis de Frutos el pasado jueves en la playa almeriense donde fueron agredidos. / FRANCISCO BONILLA (EL PAÍS)

De denunciantes a imputados. Luis y Ricardo de Frutos aún no se lo terminan de creer. El pasado 28 de junio denunciaron una agresión homófoba en la playa almeriense de Torregarcía, donde estaban haciendo nudismo. “Cuando, ocho meses después, nos llamaron del juzgado fuimos contentísimos pensando que por fin nos iban a escuchar”, explica Ricardo. “Pero al llegar allí, una funcionaria nos comunicó que estábamos imputados ¡por un delito de lesiones y otro de exhibicionismo! Nos quedamos muertos”.

Ricardo tiene 68 años y padece esclerosis múltiple. Su marido, Luis, tiene 56. El joven al que denunciaron por agresión “unos 25”. “Íbamos dando un paseo por la orilla del mar cuando este chico y un hombre mayor, que luego supimos que era su suegro, vinieron corriendo hacia nosotros al grito de ‘¡Ni un paso más, maricones!’. El chico me dio un puñetazo que me tiró al agua y me siguió dando patadas”, recuerda Ricardo. “Luis le gritó: ‘¡Le vas a matar!’ y entonces él le dijo: ‘No te preocupes, que para ti también hay’ y le dio un puñetazo que empezó a sangrar como un cochino. Mientras todo esto ocurría, el hombre mayor le jaleaba: ‘¡Dales duro a estos maricones!…”.

La pareja acude a esta playa a hacer nudismo cada fin de semana de verano desde hace ocho años. “Nunca habíamos tenido problemas. No es una playa nudista, pero es muy grande y es habitual que haya nudistas. Aquel mismo día había otra familia con niños y un matrimonio nudista. Fueron los que llamaron a la policía y la ambulancia después de la paliza”, recuerda Ricardo.

Según los partes médicos, tras la agresión a Luis tuvieron que coserle una “herida de aproximadamente 1,5 centímetros en zona malar derecha” y a Ricardo, “policontusionado”, tratarle los hematomas. “Claro que nosotros no les pegamos a ellos. Físicamente no podemos, y además, ¡estábamos muertos de miedo!”.

La juez, María del Mar Cruz Moreno, no llegó a llamar a declarar a los denunciantes de la agresión, pero sí preguntó al Ayuntamiento de Almería si la playa donde se habían producido los hechos era nudista. “No consta que tenga autorización para tal uso”, respondió el Consistorio. La magistrada decidió entonces imputar a Ricardo y a Luis por un delito de exhibicionismo, esto es, “ejecutar actos de exhibición obscena ante menores o incapaces”, castigado con hasta un año de cárcel.

“Según la RAE, exhibicionismo es una ‘perversión’. Nosotros somos gais, no pervertidos. Esa imputación nos duele mucho más que los golpes. Un exhibicionista es el que va a la plaza mayor de Madrid, se abre el abrigo y enseña los genitales a unos niños; no una pareja mayor que hace nudismo, como otra mucha gente aquel mismo día. Si hubiéramos sido una pareja heterosexual paseando desnuda nunca nos habrían agredido”.

Ricardo y Luis llevan 26 años juntos y fueron de los primeros en casarse nada más aprobarse la ley de matrimonio homosexual. Han recurrido las imputaciones y confían en que su caso sea tratado como “agresión homófoba”. “En esto pasa lo mismo que con la violencia machista hace años, cuando las mujeres iban a denunciar y les decían: ‘Anda, vete a casa. Algo habrás hecho…”.

La imagen de una pareja gay, premio World Press Photo

UNA FOTO QUE ‘HABLA’ DE LA HOMOFOBIA EN RUSIA

El danés Mads Nissen logra la máxima distinción del fotoperiodismo mundial con la instantánea “Jon and Alex”

World Press Photo 2015-1

La instantánea “Jon and Alex” con la que el danés Mads Nissen ha ganado la máxima distinción del fotoperiodismo mundial. (MADS NISSEN / SCANPIX / PANOS PI)

El fotógrafo danés Mads Nissen ganó hoy el World Press Photo, la máxima distinción del fotoperiodismo mundial con una instantánea tomada en 2014 y titulada “Jon and Alex”, en la que se capta de manera muy intima una pareja de homosexuales en San Petersburgo (Rusia).

AMSTERDAM. El director de World Press Photo, Lars Boering, y la presidenta del jurado de la 58 edición, Michele McNally, anunciaron el nombre del ganador de este premio en Amsterdam.

Nally calificó la fotografía como “muy intima e increíblemente bonita, magníficamente ejecutada y con una composición impecable”, mientras que su autor explicó que la imagen habla a la vez de “amor y odio, de deseos profundos… y de la homofobia en Rusia”.

La prestigiosa organización ha premiado 42 fotografías en ocho categorías, con galardonados de 17 nacionalidades en las que se encuentra Australia, Bangladesh, Bélgica, China, Dinamarca, Eritrea, Francia, Alemania, Irán, Irlanda, Italia, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.

Nissen, que recibió la noticia el miércoles, dijo durante la conferencia de prensa hoy en Amsterdam que esta fotografía “es la historia de amor entre dos chicos jóvenes, Jon y Alex, pero a la vez habla de la homofobia en Rusia”.

La instantánea se tomó el año pasado y con ella su autor reflexiona sobre el contexto homófobo en Rusia, después de que en junio de 2013 ese país aprobara una ley contra la propaganda homosexual que condena la distribución de propaganda sexual con imágenes de relaciones sexuales no tradicionales, a menores de edad con multas y penas de cárcel.

“La vida para las minorías sexuales es cada vez más difícil en Rusia y tienen que hacer frente a discriminación social, a acoso e incluso a violencia y ataques por parte de grupos conservadores”, añadió Nissen, convencido -dijo- de que enseñar los problemas contemporáneos es una parte muy importante y necesaria del fotoperiodismo.

Explicó que la instantánea ganadora “es personal y habla de individuos pero va más allá porque habla de un problema real y muy actual”, al tiempo que dijo sentirse “orgulloso de poder contribuir a que temáticas o problemas como este puedan conseguir mayor visibilidad a través del trabajo de los fotoperiodistas”.

En este sentido, Alessia Glaviano, uno de los jurados de esta edición, indicó que “la fotografía ganadora encierra un mensaje sobre el amor como respuesta a algo que está pasando a nivel mundial. Trata sobre el amor como un problema global, y en este sentido transciende la homosexualidad”.

“Más allá de un problema sobre la homosexualidad transmite un mensaje al mundo que trata sobre igualdad”, añadió.

La organización del concurso recibió un total de 97.912 imágenes realizadas por de 5.692 profesionales procedentes de 131 países de todo el mundo.

Walter Estrada, fotógrafo argentino y también miembro del jurado de esta 58 edición del World Press Photo en la categoría de Noticias, señaló que participar en el concurso es “un privilegio y una responsabilidad”.

Estrada dijo a Efe que el World Press Photo “destaca lo mejor del fotoperiodismo del año anterior y probablemente marcará la línea y tendencia de este año, así que tenemos que ser muy cuidadosos y conscientes de nuestra responsabilidad”.

Por su parte, la fotógrafa mexicana Cristina Goettsch Mittermeier señaló a Efe que “sin periodismo no es posible tener sociedades libres. Es imperante que se apoye, reconozca y celebre el trabajo de quienes se dedican a documentar la experiencia humana sobre el planeta”.

Las fotografías premiadas se exhibirán en más de 100 ciudades en 45 países y la primera de esas exposiciones tendrá lugar en Ámsterdam a partir del próximo 18 de abril en el espacio Nieuwe Kerk.

La fundación World Press Photo, con sede en la capital holandesa, distingue desde 1955 con sus galardones el trabajo de fotoperiodistas y reporteros gráficos de todo el mundo.

El fotógrafo danés Mads Nissen gana el premio World Press Photo

Ha sido premiado gracias a una instantánea tomada en 2014 y titulada ‘Jon and Alex’, en la que se capta de manera muy íntima una pareja de homosexuales en San Petersburgo

World Press Photo 2015-1

La fotografía premiada se titula ‘Jon and Alex’. / Mads Nissen

El fotógrafo danés Mads Nissen ganó hoy el World Press Photo, la máxima distinción del fotoperiodismo mundial, con una instantánea tomada en 2014 y titulada ‘Jon and Alex’, en la que se capta de manera muy intima una pareja de homosexuales en San Petersburgo (Rusia).

El director de World Press Photo, Lars Boering, y la presidenta del jurado de la 58 edición, Michele McNally, anunciaron el nombre del ganador de este premio en Amsterdam.

Nally calificó la fotografía como “muy intima e increíblemente bonita, magníficamente ejecutada y con una composición impecable”, mientras que su autor explicó que la imagen habla a la vez de “amor y odio, de deseos profundos… y de la homofobia en Rusia”.

El vacío legal impide registrar a los hijos de una pareja gay española

Los bebés, mellizos, nacieron a principios de enero por gestación subrogada en Tabasco, al sureste de México

Luis Delgado y José Antonio Fernández.

Luis Delgado y José Antonio Fernández.

Luis Delgado y José Antonio Fernández son un matrimonio español que decidió tener descendencia por gestación subrogada en México. En otras palabras: a través de un vientre de alquiler. Los mellizos nacieron el 6 de enero pasado, pero aún no han podido volver con ellos a su país. No tienen pasaporte. Por parte mexicana, hay un conflicto entre las leyes estatales de Tabasco, México, que permite el proceso, y la Secretaría de Relaciones de Exteriores (SRE), que no se explica por qué una pareja de extranjeros ha contratado un proceso de este alcance. De la representación española han recibido, hasta ahora, “muy buenas palabras, pero nada más”, se quejan.

La gestación por subrogación es ilegal en España. La ley permite que, si un país emite una sentencia que asegure que los miembros de la pareja (ya sea gay o heterosexual) son padres de los niños concebidos de esta manera, se pueden registrar en España. Si no, en los papeles debe figurar una madre. Pero no consiguen ese certificado.

Un solo Estado mexicano, Tabasco (al sureste del país), permite el proceso desde 1997. Luis y José Antonio contrataron una fundación ahí, conocieron a la mujer que llevaría en su vientre a los embriones fecundados por ellos. Los mellizos nacieron el 6 de enero de 2015. Acudieron a la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el Distrito Federal (DF) para expedir pasaportes mexicanos a los niños y así volver a España. La pareja ha intentado dos veces emitir el documento a los niños y se les ha negado; la representación española les ha apoyado pero para expedir un pasaporte español a los bebés es necesario que se registre el nombre de la gestante como madre.

La condición ilegal de la subrogación del vientre en España no quiere decir que existan vacíos para burlar la ley, como dar por buena la sentencia de un país extranjero que permitiría a dos ciudadanos españoles registrarse como padres de un niño concebido en un vientre de alquiler en el extranjero. Delgado y Fernández firmaron el contrato de subrogación en México el año pasado y, al momento de nacer los bebés, registraron a los niños en Tabasco con el nombre de José Antonio como padre y con un apartado que explicaba que el otro padre era Luis. El espacio guardado para la madre quedó vacío. Al llegar a la delegación de la SRE en la capital mexicana, comenzaron los problemas: ¿dónde está la madre? La SRE, una entidad federal mexicana, decide sobre los hijos concebidos en vientres de alquiler de Tabasco, que se rige según las leyes regionales. Delgado señala que uno de sus asesores legales se reunió con Max Diener, consultor jurídico de la SRE, y que Diener le dijo que “los pasaportes mexicanos son un derecho, no una obligación”. Este periódico intentó, sin éxito, contactar a la SRE para respaldar la versión mexicana.

En cuanto a España, la única opción abierta es que la pareja anote el nombre de la mujer que gestó a sus hijos. María Jesús Basco, su abogada en Madrid, comenta que en países como Estados Unidos el procedimiento es más sencillo pero “muchísima gente no tiene el dinero para ir allá”. La legislación española avanza con lentitud para reconocer a los hijos de vientre de alquiler, sobre todo después de que una sentencia del Tribunal de Estrasburgo de 2014 obligase a la ley francesa a reconocer a los hijos de dos parejas. No hay mucho más avance, y la variación de precios es enorme. En EE UU puede oscilar entre 113.000 y 226.000 dólares, mucho más de los 68.000 que el proceso puede costar en México (es ilegal lucrar con la práctica en el país latinoamericano, el cálculo se basa en transporte, hospedaje y gastos de hospital) o los 50.000 de Tailandia. Fernández y Delgado explican que ya han gastado mucho más de lo que tenían planeado en aviones, taxis y hospedaje. Ahora viven en una casa de la Asociación mexicana Ayudando a Crear Familias, que además les ha prestado a coche, en Cancún. Ahí esperan. El acompañamiento de la representación diplomática de España en México, hasta ahora, es eso: acompañamiento. Legalmente solo podría resolverse si anotasen el nombre de la madre que alquiló su vientre en el registro de los niños. “Y eso no va a ser”, insiste Luis. “Los padres somos nosotros. No vamos a mentir”.