Júbilo entre la comunidad gay de Estados Unidos

WASHINGTON La alegría era incontenible entre la comunidad gay de Estados Unidos. San Francisco, la ciudad que hace una década allanó el camino para la aprobación de los matrimonios gay en Estados Unidos, explotó ayer de júbilo tras el respaldo del Tribunal Supremo a las uniones de personas del mismo sexo en todo el país. Poco después de que se conociese el fallo que legaliza el matrimonio homosexual en los cincuenta estados, una enorme bandera con el arcoíris que simboliza el matrimonio gay ondeaba en la entrada del Ayuntamiento de la ciudad.

Fue precisamente allí donde, a principios del 2004, con la bendición del entonces alcalde Gavin Newson y la mirada atenta del resto de estadounidenses, 4.000 parejas del mismo sexo contrajeron matrimonio. Las pioneras fueron Phyllis Lyon y Del Martin, una pareja de ancianas lesbianas juntas desde hacía 51 años. El Tribunal Supremo de California declararía ilegales aquellas uniones tan solo unos meses después, pero el ejemplo de San Francisco impulsó iniciativas similares en otros estados y condujo, a la histórica decisión del máximo tribunal estadounidense. – Efe

Menos del 2% de los matrimonios son entre personas del mismo sexo

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No son mayoría, pero ahora están donde antes no estaban: en las estadísticas de matrimonios. En 10 años, desde la entrada en vigor del matrimonio igualitario, en España se han celebrado 31.610 enlaces entre personas del mismo sexo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra —baja si se toma en cuenta que apenas equivale al 1,72% de los más de 1,8 millones de casamientos registrados en una década— es lo de menos para las organizaciones que promovieron la ley: nunca se trató de cantidad, sino de tener los mismos derechos que cualquier otra pareja.

El Congreso votó la ley el 30 de junio de 2005, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), y casi dos semanas después, el 11 de julio, se celebró la primera boda gay. Emilio Menéndez y Carlos Baturín, que entonces tenían más de tres décadas como pareja, se casaron en el Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid). El primer matrimonio entre dos mujeres llegó 11 días después, el 22 de julio, cuando Tani y Verónica se dieron el “sí” en Mollet del Vallès (Barcelona). Detrás de ellos, muchos más.

Así, con la palabra “matrimonio” y no bajo el amparo de uniones civiles o contratos, empezaron a casarse ante jueces, alcaldes, concejales, notarios, como cualquier ciudadano español. Los hombres son mayoría, con el 61,40% del total de los matrimonios celebrados entre personas del mismo sexo.

Solo en 2006 se oficiaron 4.313 bodas entre homosexuales en España, la cifra anual más alta en esta primera década. Desde entonces los matrimonios no han bajado de 3.000 al año. La incertidumbre, sin embargo, llevó a muchos a pensar en el “ahora o nunca”. En septiembre del 2005, poco tiempo después de la entrada en vigor del matrimonio igualitario, el PP recurrió la ley ante el Tribunal Constitucional. El partido, entonces en la oposición, consideraba que las bodas entre homosexuales “desnaturalizaban” el matrimonio. Un largo silencio —el tribunal tardó siete años en resolver el recurso— hizo que las parejas ya casadas temieran por la validez de su unión. El Constitucional avaló la norma en noviembre de 2012.

Solo en 2006 se oficiaron 4.313 bodas homosexuales en España, la cifra anual más alta en esta primera década

Y así como ahora están en las estadísticas de matrimonios, también están en las de divorcios, que empezaron a aparecer en 2007. El INE tiene las cifras de las uniones homosexuales celebradas entre 2005 y 2014. En el caso de las separaciones, sin embargo, por ahora solo cuenta con el desglose de datos hasta 2013. Los números dan cuenta de una característica: proporcionalmente, las personas del mismo sexo se divorcian menos. En este periodo de nueve años, de 2005 a 2013, 1.858 de los 28.310 enlaces entre personas del mismo sexo se disolvieron en procesos de divorcio, separación o anulación. Es decir, el 6,56% de las uniones homosexuales terminaron en una ruptura.

Las tasas de separación han sido más altas en el caso de los matrimonios heterosexuales. En el periodo 2005-2013 se registraron 1.626.783 matrimonios y 1.075.893 divorcios, separaciones y nulidades entre parejas heterosexuales. Esto quiere decir que por cada 10 bodas entre hombres y mujeres hubo 6,6 rupturas.

En otras palabras, de los 1.077.751 divorcios, separaciones y nulidades registrados entre 2005 y 2013, apenas 1.858 —el 0,17% del total— corresponden a rupturas entre parejas del mismo sexo.

Aunque entre las parejas del mismo sexo se registren menos divorcios si se compara con las cifras de las parejas heterosexuales, ese dato ha ido en aumento año tras año, sin excepciones. Los primeros se registraron en 2007, con 59 rupturas entre parejas que habían contraído matrimonio, según la base de datos del INE. Desde entonces, el número no ha hecho más que subir hasta llegar a las 549 disoluciones en 2013, la cifra anual más alta.

Como ocurre también con las parejas heterosexuales, el divorcio es el tipo de disolución matrimonial entre quienes deciden separarse; ha sido la elección de 1.773 parejas del mismo sexo (95,42% del total). Las separaciones son mínimas (22) y las nulidades, casi inexistentes (4).

Fiesta en el corazón del movimiento homosexual estadounidense

INTERNACIONAL Luz verde al matrimonio gay en Estados Unidos

  • Una larga cola a las puertas del bar The Stonewall Inn fue el preludio de la celebración; allí se gestó el orgullo gay

  • Al caer la noche, una marcha convocada para celebrar la jornada llegó hasta el bar donde la Historia daba sus primeros pasos

 

El verde y pequeño Christoper Park fue testigo de la gran fiesta que se organizó alrededor de la taberna The Stonewall Inn, en el corazón de Greenwich Village (Nueva York), para celebrar la decisión del Tribunal Supremo de legalizar el matrimonio de parejas del mismo sexo en todo el país. “Nunca creí que vería algo así en vida”, exclamaba Phen Wong, que vive a dos manzanas del icónico bar, con una bandera con el símbolo = en la mano.

Junto a su marido Paul Sturm, con el que se caso hace tres años en cuanto Nueva York legalizó el matrimonio gay -llevan juntos 28-, destaca que “por fin todos tienen derecho al matrimonio sin distinción. Ahora hay que ver cómo afecta a los países de alrededor”, remarca mientras intenta hacerse una foto a las puertas de la taberna. La pareja es cliente habitual de The Stonewall Inn, cuyas dos plantas se llenaron el viernes desde primera hora de la tarde, y conocen bien la historia sobre lo ocurrido el 28 de junio de 1969; aunque cuando se instalaron en el barrio era una tienda de ‘bagels’.

Los altercados con la policía en la taberna originaria, que se había convertido en centro de reunión de gay y lesbianas, eran frecuentes a finales de los años 60, cuando estaba prohibido servir alcohol a los gays o que bailasen unos con otros. Pero aquél día de 1969, propietarios y clientes se enfrentaron a la policía y los disturbiosse prolongaron varias jornadas. Nacía el movimiento por los derechos de LGBT y el orgullo gay.

La larga cola a las puertas del The StoneWall Inn -para entrar en el local y para hacerse una foto ante el luminoso-, no parecía importarle a nadie. La neoyorquina Kelly Norris esperaba su turno junto a su mujer, con la que se casó hace menos de un año, y un amigo. “Me siento genial. Esta decisión hace que otra gente pueda expresar su amor como hicimos nosotras”, explica haciendo hincapié en lo diferente que es para las nuevas generaciones en comparación con la lucha de hace medio siglo.

El matrimonio formado por Paul Sturm y Phen Wong

El matrimonio formado por Paul Sturm y Phen Wong. EL MUNDO

Para los veteranos, la legalización del matrimonio gay es un triunfo histórico en la batalla por la igualdad. A unos metros de la taberna, la actriz Lea DeLaria -que interpreta a Big Boo en la serie ‘Orange is the new black’- subrayó el orgullo que siente por pertenecer al movimiento LGBT. “Esto es lo que significa el orgullo gay. Estamos cambiando el mundo una vez más “, dijo ante varios centenares de personas desde un escenario improvisado horas antes para festejar la decisión de la Corte.

DeLaria, que declaró ser “lesbiana profesional desde 1982, antes era ‘freelance'”, pidió al público que corease una máxima del movimiento “rechazo ser invisible”. El consejero delegado de GMHC (Gay Men’s Heal Crisis), Kelsey Louie, señaló que la “comunidad es imparable cuando marchamos juntos” e hizo un llamamiento para seguir combatiendo el VIH. Una batalla que sigue vigente hoy.

Cuando cayó la noche, una marcha convocada para celebrar este día histórico llegó a las puertas de The StoneWall Inn. Al epicentro el movimiento LGBT y donde este domingo se volverán a dar cita miles de personas durante la celebración del desfile del Orgullo Gay.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos legaliza el matrimonio homosexual en todo el país

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha fallado a favor de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país, una decisión histórica que anula la capacidad de los estados para prohibir las uniones entre homosexuales.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dictaminado que el matrimonio homosexual queda protegido por la Constitución a través de un veredicto en contra de las prohibiciones a los enlaces entre personas del mismo sexo en todo el país.

De esta manera y desde hoy, el matrimonio homosexual es un derecho constitucional en Estados Unidos, obligando a los trece estados del país que aún lo prohibían a permitir que las personas del mismo sexo puedan unirse legalmente.

La decisión de los nueve jueces que conforman el Alto Tribuna se ha dirimido por un estrecho margen, con cinco jueces a favor y cuatro en contra.

El caso analizado por la decisión judicial de hoy aludía a los estados de Kentucky, Michigan, Ohio y Tennessee, donde se define el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.

Esos estados no han permitido que las parejas del mismo sexo se casen dentro de sus fronteras y también se han negado a reconocer los matrimonios válidos en otros estados del país.

Hace justo dos años, la Corte Suprema anuló parte de la ley federal que no reconocía el matrimonio gay, que negaba una serie de beneficios gubernamentales para las parejas del mismo sexo que habían contraído matrimonio legalmente.

Cientos de personas se han agolpado en las inmediaciones de la Corte Suprema, en el centro de Washington, para celebrar la decisión de los jueces.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha apresurado a celebrar la decisión del Tribunal Supremo como «un gran paso en la marcha hacia la igualdad».

«Las parejas gais y lesbianas tienen ahora el derecho a casarse, como cualquier otras. #LoveWins (el amor vence)», ha señalado en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

 

PP y PSOE: sus territorios ‘rosas’

ORGULLO GAY 2015

A la izda., Jaume Collboni, del PSC. Dcha., Javier Maroto, del PP

A la izda., Jaume Collboni, del PSC. Dcha., Javier Maroto, del PP.

Cuando Iñaki Oyarzábal salió públicamente del armario en las páginas de LOC hace tres años, empezó a correr el chiste de que el “PP vasco era el Opus Gay… porque o son del Opus o gays”. La reciente salida del armario de Javier Maroto (con boda incluida), ex alcalde de Vitoria y actual Vicesecretario Sectorial del PP, ha hecho que muchos entiendan ahora la gracia del chiste (si la tiene).Oyarzábal y Maroto, amigos y compañeros de fatigas, suponen un aire fresco en un partido aún muy cerrado en el aspecto LGTB.Sobre el PP siempre pesará el hecho de haber recurrido la ley del matrimonio homosexual al Tribunal Constitucional. Algo a lo que Oyarzábal quiso quitarle hierro. “Los países en los que más reconocidos están los derechos de los homosexuales son las democracias liberales. Ahí es donde se ha avanzado más. En España la izquierda ha querido monopolizar esta causa y quizás eso haya retrasado las cosas. En el PP hay un compromiso firme por los derechos de los gays”. En la misma entrevista aseguraba que “ser gay y de derechas” era lo normal. No obstante, más allá del PP vasco, pocas figuras de su partido se han atrevido a visibilizarse.

El PSOE ha contado históricamente con importantes figuras del activismo LGTB como Pedro Zerolo o Carla Antonelli (actual diputada en Madrid), sin embargo, la comunidad en la que un candidato homosexual (y reconocido) ha llegado más alto es en Cataluña. Desde el pasado 13 de julio, Miquel Iceta ocupa el cargo de primer secretario del PSC, en un momento muy difícil para el partido por la deriva independentista de Cataluña. Iceta fue uno de los primeros políticos de primera línea que salió del armario cuando España no era tan tolerante con este tema. Además, para la alcaldía de Barcelona el PSC designó a Jaume Collboni. El 24-M, por primera vez en la historia, las cámaras captaron cómo un aspirante a llevar el bastón de mando de la Ciudad Condal votaba en las urnas acompañado de su sobrino y de su marido (el productor televisivoÓscar Cornejo, artífice de formatos como ‘Sálvame’ o Viajando con ‘Chester’). Una imagen que emparentaba Barcelona con capitales europeas como París o Berlín, que han tenido alcaldes gays. Definitivamente, algo ha cambiado en la política nacional respecto a la visibilidad gay.

El círculo gay de Podemos

POLÍTICA Semana del Orgullo 2015

Luis Alegre y Fernández Rubiño, en sendas imágenes recientes

Luis Alegre y Fernández Rubiño, en sendas imágenes recientes. EM

Cuando Podemos no era todavía el partido que revolucionó el tablero de la política nacional, Luis Alegre se juntaba con Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero en la Universidad Complutense para discutir durante horas sobre cómo dar un vuelco al bipartidismo tradicional. Hoy en día, Alegre forma parte de la ejecutiva de Podemos y es el Secretario General del partido en la Comunidad de Madrid, tras ganar las primarias por la mínima con el apoyo expreso de Iglesias. Pese a su peso en la formación, este filósofo y profesor universitario se muestra sorprendido cuando recibe la llamada de LOC. “¿De verdad me vas a sacar en vuestra lista? Pues me hace ilusión”.

Mucho antes de estar en el germen de Podemos, Alegre formó parte del activismo LGTB. “Estuve en el grupo Liberación, junto a mi pareja de entonces. Debía tener 20 años [hoy tiene 38], nos juntábamos gente de la universidad, de Izquierda Unida… fueron buenos tiempos, lo pasamos bien”. Basten estos recuerdos para mostrar que Alegre nunca ha ocultado su condición homosexual. Algo que no quería hacer tampoco en su etapa política. “En los partidos tradicionales, desgraciadamente, mucha gente se esconde y hay resistencias a vivir esto con normalidad pero eso no ocurre en Podemos, que es un partido comprometido con las libertades y derechos civiles y, por tanto, con todos los derechos LGTB”.

Lucha LGTB

Le da la razón Eduardo Fernández Rubiño, quien, a sus 23 años, es el diputado más joven de la Asamblea de Madrid. Para él, “la visibilidad en las instituciones es fundamental, es un orgullo decir que soy gay porque repercute en la sociedad civil y ayuda a derribar tabúes”. En su primer día en la Asamblea, dejó clara esta postura. El popular Van-Halen quiso congraciarse con él en la mesa de la Asamblea y le dijo algo así como “todavía eres joven. Ya verás los problemas que dan las mujeres”. Él no dudó en replicarle: “Te has equivocado. A mí me gustan los hombres”.

Fernández Rubiño, quien pese a su juventud es el responsable de algo tan estratégico para Podemos como sus redes sociales, recuerda con una sonrisa la cara “compungida” de Van-Halen. “Se quedó noqueado. En seguida me dijo ese tópico de que él tenía muchos amigos gays y que Cifuentes y él estaban en contra del recurso del PP al matrimonio gay…”. Otro recuerdo (más emotivo) de su primer día en la Asambea fue ver vacía la silla de Pedro Zerolo. “Me emocionó bastante. Yo era pequeño cuando pasó todo eso del matrimonio gay, pero recuerdo verlo en la televisión y entender que tenía razón en lo que decía… ha sido un referente”.

Para cerrar el círculo gay oficialista de Podemos, el partido cuenta en sus filas con Beatriz Gimeno, histórica activista que presidió la FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) y que ahora ocupa un escaño en la Asamblea de Madrid.

La Corte Suprema de EE UU legaliza el matrimonio homosexual en todo el paísLa Corte Suprema de EE UU legaliza el matrimonio homosexual en todo el país

  • La medida, una de las decisiones esperadas en las últimas décadas, ha sido celebrada por activistas LGTB frente al tribunal

 

La Corte Suprema de Estados Unidos ha legalizado este viernes el matrimonio homosexual en todos los estados del país, una de las decisiones esperadas en las últimas décadas y que ha sido celebrada por activistas LGBT frente al tribunal, donde una multitud se ha concentrado ondeando la bandera del arcoiris, símbolo universal de los derechos homosexuales

En un fallo histórico, el máximo tribunal del país decide que la Constitución requiere que los estados celebren y reconozcan el matrimonio entre dos personas del mismo sexo.

Dos años después de haber decretado que el matrimonio no era exclusivo de las parejas heterosexuales, la Corte juzga que los 14 estados que actualmente se niegan a unir a dos personas del mismo sexo, deben ahora casarlos y además reconocer su matrimonio si fue celebrado en otra jurisdicción.

En nombre del principio de igualdad de todos ante la ley, “la 14ª Enmienda de la Constitución requiere que un estado celebre el matrimonio entre dos personas del mismo sexo”, señala el juez Anthony Kennedy, expresando la mayoría de la Corte Suprema. “El derecho al matrimonio es fundamental”, ha subrayado.

El magistrado conservador ha unido su voto a los de cuatro magistrados progresistas del alto tribunal, para permitir que los gays y las lesbianas puedan casarse en todos los rincones de Estados Unidos. El presidente de la Corte, John Roberts, se opuso a la decisión, al igual que los otros tres jueces conservadores.

Cómo nueve jueces vitalicios han modelado la sociedad de EE UU

De la esclavitud al matrimonio homosexual, la historia de este país no se entiende sin las decisiones del Tribunal Supremo

Celebración en Washington tras el dictamen

Celebración en Washington tras el dictamen. / JACQUELYN MARTIN / AP (REUTERS-LIVE!)

Los nueve jueces del Tribunal Supremo, designados por el presidente de Estados Unidos y ratificados por el Senado, ostentan cargos vitalicios. Su influencia es con frecuencia mayor que la del presidente. Sus decisiones son inapelables, nadie puede despedirlos, no rinden cuentas. ¿Antidemocrático? No. Casi siempre, el tribunal ha mantenido la sintonía con la opinión mayoritaria de los ciudadanos. Los jueces, escribió el politólogo Robert McCloskey en su clásico The American Supreme Court (El Tribunal Supremo americano, 1960), “rara vez se han apartado demasiado de la corriente principal de la vida americana, y rara vez han sobreestimado sus propios recursos”. Así modelaron los jueces la sociedad estadounidense:

A FAVOR DE LA ESCLAVITUD. Posiblemente Dred Scott vs. Sandford, de 1857, sea la decisión más vergonzosa de la historia del Tribunal Supremo. Los jueces dictaminaron que los esclavos no eran ciudadanos y que el Congreso no podía prohibir la esclavitud en los nuevos territorios de EE UU. Cuatro años después estalló la Guerra Civil.

INTEGRACIÓN EN LAS ESCUELAS. La decisión Brown vs. Consejo educativo de Topeka, en 1954, ilegalizó la segregación racial en las escuelas. La base legal, como en la decisión que este viernes legalizó el matrimonio homosexual, es la Enmienda 14 de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley.

MATRIMONIO INTERRACIAL. Mildred Jeter, una mujer blanca, y Richard Loving, un hombre negro, fueron detenidos varias veces por violar las leyes que prohibían los matrimonios entre distintas razas. En el caso Loving vs. Virginia, de 1967, los jueces dictaminaron que estas prohibiciones en varios estados eran inconstitucionales.

ABORTO LEGAL. La decisión sobre el caso Roe vs. Wade, en 1973, reconoció el derecho al aborto en todo el país, pero más de cuatro décadas después el debate sigue abierto y las divisiones entre progresistas y conservadores persisten.

RECUENTO EN FLORIDA. En el caso Bush vs. Gore, el Tribunal Supremo frenó el recuento en Florida, el estado que debía decidir las reñidas elecciones presidenciales de 2000. La consecuencia fue la victoria del republicano George W. Bush ante su rival demócrata, Al Gore.

FINANCIACIÓN ELECTORAL. En el caso Citizens United vs. FEC, de 2010, el Tribunal Supremo abrió la puerta a la financiación sin límites de campañas políticas. La decisión enfrentó a los jueces con el presidente Barack Obama.

REFORMA SANITARIA. En dos sentencias, en 2012 y 2015, el Tribunal Supremo ha avalado la reforma sanitaria, el proyecto central de la reforma sanitaria de Obama. El Supremo, adversario hace unos años, se ha convertido en su gran aliado.

El Tribunal Supremo de EE UU legaliza el matrimonio gay

Celebración ante el Supremo este viernes

El matrimonio homosexual es desde ayer legal en todo Estados Unidos. El Tribunal Supremo, máxima instancia judicial en este país, declaró ilegales las leyes que en 14 Estados prohibían casarse a personas del mismo sexo. Tras décadas de lucha, en pocos años los estadounidenses y sus líderes, contrarios hasta hace poco a la equiparación de los derechos de gais y lesbianas, han dado un giro irreversible. La decisión, comparada con la que en 1954 ilegalizó la segregación racial en las escuelas, cierra una era de discriminación.

“Este fallo es una victoria para América”, dijo Barack Obama. “Cuando todos los americanos son tratados como iguales, todos somos más libres”. El caso Obergefell et al. contra Hodges, director departamento de Sanidad de Ohio, et al. pasará a los libros de historia con otros casos como Brown contra el Consejo educativo de Topeka o Roe contra Wade, que han transformado EE UU. James Obergefell y los otros demandantes pedían al Supremo que ilegalizase las leyes que, en Michigan, Kentucky, Ohio y Tennessee, definían el matrimonio como la unión entre hombre y mujer.

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El tribunal, con 5 votos a favor y 4 en contra, dio la razón a Obergefell. Anthony Kennedy, el juez centrista que suele desempatar en las decisiones reñidas y que redactó el fallo, argumentó que las leyes de estos cuatro Estados vulneran la 14ª enmienda de la Constitución, que consagra la igualdad ante la ley y, según el fallo, “exige al Estado que case a dos personas del mismo sexo”. “Piden una dignidad igual a los ojos de la ley”, escribió Kennedy en referencia a los demandantes. “La Constitución les garantiza este derecho”.

Automáticamente, la decisión sobre los cuatro Estados demandados se aplica a los diez que sólo permitían casarse a un hombre con una mujer. De golpe, el matrimonio homosexual, hasta ahora legal en 36 Estados, lo es en los 50 de la Unión, sin excepción.

La primera potencia, la democracia más poderosa, un país con un largo historial de discriminación pero también de batallas por los derechos civiles, propicia el mayor avance en décadas, quizá en la historia, de los derechos de gais y lesbianas. Quienes se oponen al fallo de ayer tiene poco margen para revocarlo. Deberían enmendar la Constitución o lograr que los jueces —los actuales u otros más conservadores— dictasen otro fallo que anulase el actual. El juez conservador Antonin Scalia describió la decisión, en un voto particular, como un “golpe de Estado judicial” y dijo que el Tribunal Supremo es una amenaza a la democracia estadounidense. El argumento de la minoría conservadora es que los jueces se han excedido al intervenir en un asunto que debería decidir el pueblo.

Cambio en pocos años

Hace medio siglo, todos los Estados de EE UU menos uno criminalizaban la homosexualidad, y la Asociación Psiquiátrica Americana la calificaba de enfermedad mental, escribe el profesor de Harvard Michael Klarman, autor de Del armario al altar, una historia de la lucha por el matrimonio homosexual.

Hace sólo diez años, el único Estado en permitir las bodas entre personas del mismo sexo era Massachusetts. La doctrina del Supremo era que cada Estado debía decidir por su cuenta. “Mis creencias religiosas dicen que el matrimonio es algo santificado entre un hombre y una mujer”, decía Obama en 2004, cuando aspiraba a ser senador por Illinois. Aquel año, un 31% se oponía al matrimonio igualitario y un 60% estaba a favor, según el Pew Research Center. Ahora un 59% está a favor y un 39% en contra. Todo ha cambiado en pocos años: las Fuerzas Armadas aceptan a gais y lesbianas, el Gobierno federal ya reconoce a efectos administrativos a los matrimonios homosexuales y Obama se ha sumado al movimiento.

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Tras conocerse la decisión, frente a la escalinata del Supremo, Bill Wooby, de 67 años, recordaba los años de lucha, la discriminación, los amigos muertos y lloraba. “Por primera vez me siento americano”, dijo.

#LoveWins, el triunfo del amor

ENREDADOS Las redes sociales celebran la aprobación de la ley

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La aprobación del matrimonio homosexual en los 50 estados de EEUU ha tenido una gran acogida en todo el mundo. Cientos de estadounidenses han salido a la calle para celebrarlo y las redes sociales han sido testigo de la victoria del amor.
El hashtag #LoveWins (tuiteado por Obama) quedarán para siempre como baúl de los recuerdos de un día histórico. La etiqueta se ha convertido en trending topic mundial y ha sido utilizado cerca de 100.000 veces en Twitter, según la herramienta Topsy.
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Tanto Obama como Hillary Clinton han cambiado sus avatares en Twitter por los colores de la bandera gay.
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De las primeras cuentas en mostrar su orgullo ha sido la de la Casa Blanca, que se ha teñido de arcoiris, así como varios edificios y puentes. Un gesto que han alabado los tuiteros.
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Y han sido varios los famosos que han compartido su alegría en las redes. El actor y activista Ian McKellen @IanMcKellen y su pareja Derek Jacobi ha se han cubierto en confeti multicolor y lo han publicado en Vine.

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