Una emisora católica italiana despide al cura que vinculó los terremotos con las uniones homosexuales

Una emisora católica con difusión en toda Italia, Radio María, vinculó los terremotos que han asolado en las últimas semanas el centro del país con el hecho de que el Gobierno italiano aprobara este año una ley para regular las uniones civiles de personas del mismo sexo.

En concreto, el sacerdote de la radio Giovanni Cavalcoli declaró el 30 de octubre, cuando apenas habían pasado doce horas del último seísmo devastador, que alcanzó los 6,5 grados de magnitud: “Desde el punto de vista teológico, estos desastres son consecuencia del pecado original, son el castigo divino”. Y añadió: “Estas ofensas a la familia y a la dignidad del matrimonio con las uniones civiles, es el resultado del castigo divino“.

Sus palabras crearon tal polémica que han llevado al propio Vaticano a pronunciarse y a negar que los terremotos en Italia tengan nada que ver con ninguna represalia divina. “Son afirmaciones ofensivas para los creyentes y escandalosas para quien no cree”, lamentó monseñor Angelo Becciu, uno de los más estrechos colaboradores del Papa y sustituto para Asuntos Generales en la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Asimismo, el religioso explicó que estas afirmaciones “datan del periodo pre cristiano y no responden a la teología de la Iglesia porque son contrarias a la visión de Dios que nos ofrece Cristo, que nos revela el rostro de un Dios amoroso y no de un Dios caprichoso y vengativo”.

Radio María ha suspendido al sacerdote de la polémica y también su programa mensual. Asimismo, el director de la emisora, el padre Livio Fanzaga, ha querido marcar distancias con él y ha puntualizado a través de un comunicado que “tales posiciones no se corresponden con el anuncio de la misericordia, que es la esencia del cristianismo y de la acción pastoral del Papa Francisco”.

Aun así, Radio María -que cuenta con 850 repetidores que le permiten una difusión en todo el país similar a la RAI, la radio pública italiana- no es la primera vez que destaca por sus exabruptos.

Su propio director, que se le considera líder del catolicismo multimedia, ha definido a las familias homosexuales como “basura” y ha llegado a declarar que los periodistas italianos Emiliano Fittipaldi y Gianluigi Nuzzi – autores respectivamente de los libros Avarizia y Via Crucis, que recogen algunos de los escándalos financieros del Vaticano- deberían ser “ahorcados”. El padre Fanzaga también auguró la muerte en febrero a la senadora Monica Cirinnà, que impulsó la ley a favor de los matrimonios homosexuales.

A pesar de estos continuos ataques, la emisora recibe financiación pública, según informó este lunes el diario italiano La Repubblica. Según los últimos datos disponibles, la radio obtuvo 779.000 euros en 2011 del Gobierno italiano, 730.000 en 2012, y 581.000 en 2013.

Condenan a un pastelero por negarse a hacer una tarta con un lema a favor del matrimonio gay

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Una tarta como esta se negaron a hacer en la pastelería que ha sido condenada por discriminación sexual. Queerspace Belfast (Facebook)

Noticia publicada en La Información

La Justicia de Irlanda del Norte ha confirmado la sentencia condenatoria contra los propietarios de una pastelería que se negaron a elaborar una tarta con un lema favorable al matrimonio homosexual.

Los tribunales habían condenado por el mismo motivo el año pasado a los dueños de la pastelería ‘Ashers Bakery’, la familia McArthur. Ellos apelaron la sentencia aduciendo que sus creencias cristianas les impedía contribuir a la promoción del matrimonio gay. Pero los tribunales no admitieron sus planteamientos, y les ha obligado a pagar 500 libras (554 euros) por discriminación sexual.

Los hechos se remontan a mayo de 2014, cuando el activista gay Gareth Lee entró al local y pidió una tarta con la imagen de Epi y Blas, populares marionetas de la serie infantil Barrio Sésamo que también son símbolos del matrimonio homosexual en ambientes LGTB. Quería partir el pastel en un evento del día internacional contra la Homofobia de aquel año.

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Los dueños de la pastelería se negaron a ejecutar el encargo por razones de conciencia, puesto que ellos eran “profundamente cristianos”, y su religión no admite el matrimonio entre personas del mismo sexto. Tampoco querían que el público se llevase la impresión de que su establecimiento estaba a favor del matrimonio gay.

Un negocio de comida, no un grupo religioso

Gareth Lee decidió entonces denunciar al negocio ante la Comisión de Igualdad de Irlanda del Norte. En 2015, la juez encargada del caso sentenció que la pastelería tenía la obligación de satisfacer la demanda, pues era un negocio de comida y no un grupo religioso.

Los pasteleros apelaron pero el Tribunal encargado de revisar el caso volvió a fallar en contra de los comerciantes. Y ha puesto un ejemplo con fechas cercanas. “El hecho de que un pastelero confeccione un pastel con imágenes de brujas en Halloween no significa que apoye esta fiesta“.

Daniel McArthur, portavoz de la familia de pasteleros, declaró que “lasentencia socava la libertad religiosa, la libertad democrática y la libertad de expresión”. Un exministro norirlardés apoyó a la familia y calificó de “horrible” la decisión judicial.

McArthur recordó que los jueces habían admitido que los pasteleros desconocían que Lee era homosexual, y que por tanto no se podía hablar de discriminación: “Siempre hemos dicho que no era por el cliente, sino por el mensaje, y el tribunal aceptó eso, pero ahora se nos dice que tenemos que promover un mensaje que va contra nuestra conciencia”.

“A todos o a ninguno”

Uno de los jueces encargados de redactar la sentencia manifestó que “el comerciante puede proporcionar el servicio a todos o a ninguno, pero no a una selección de clientes basándose en prohibiciones. Los pasteleros podrían negarse a hacer tartas con mensajes políticos o religiosos, pero no en función de su propia visión de las orientaciones sexuales”.

El activista gay que interpuso la demanda celebró la resolución judicial con varios compañeros y declaró sentirse “aliviado y agradecido por la sentencia”.

El gobierno autónomo de Irlanda del Norte aprobó en 2005 una ley que avala la unión civil entre personas del mismo sexo. A efectos prácticos, garantiza los mismos derechos y obligaciones que los matrimonios heterosexuales. Pero esta unión no recibe el nombre de “matrimonio”, por lo que continúa siendo una reivindicación del colectivo de homosexuales.

En desagravio de Turing y otros homosexuales

Reino Unido indulta a 65.000 condenados por “conductas indecentes” pero muchos supervivientes no quieren perdón sino reparación

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Alan Turing, reivindicado en una manifestación celebrada en Manchester en 2015. JOEL GOODMAN

Alan Turing era un genio de las matemáticas. Sus conocimientos contribuyeron de forma decisiva al salto científico que más tarde permitiría la revolución de la informática y fue considerado un héroe nacional por haber logrado descifrar el código Enigma que los nazis utilizaban en sus comunicaciones secretas, lo que contribuyó decisivamente a la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial. Pero todo eso no le sirvió de nada ni pudo impedir que, unos años después, en 1952, fuera condenado por atentar contra la moral pública por mantener relaciones con otro hombre de 19 años. La sanción penal resultó devastadora para Turing. Se sometió a castración química para eludir la cárcel, pero su vida estaba destrozada. Apenas dos años después se suicidó mordiendo una manzana impregnada de cianuro.

Ahora, una ley lleva su nombre, pero no es una ley de la física, sino un hito jurídico destinado a restablecer el honor y reparar la memoria de los más de 65.000 británicos que se estima que fueron condenados bajo las ominosas leyes de la decencia moral por mantener relaciones con personas del mismo sexo. Para desgracia de miles de homosexuales, este tipo de relaciones siguen penalizadas en numerosos países, la mayoría de ellos musulmanes, pero en Reino Unido seguía abierta una herida que ahora se quiere suturar de forma definitiva con una ley impulsada por el diputado liberal demócrata John Sharkey, tras una campaña que reunió 640.000 firmas y fue apoyada por renombrados científicos y personalidades de la cultura.

Todo empezó cuando en diciembre de 2013 la reina Isabel II firmó un indulto a título póstumo para reparar la memoria y los tormentos de Alan Turing. El gesto era justo y necesario, pero ¿por qué solo Turing y no los otros miles de condenados, muchos de ellos anónimos y sin relevancia pública, que también fueron sentenciados por mantener “relaciones indecentes”? Turing hubiera estado de acuerdo. Como ha ocurrido en otros países, la despenalización aprobada en 1967 no incluía la reparación de los casos juzgados. Unos 50.000 condenados están ya muertos, de modo que la reparación es más bien simbólica. Se les cancelarán los antecedentes penales y su historial cívico quedará limpio. Pero se estima que otros 15.000 siguen con vida y en este caso, aunque la reparación incluye la supresión de antecedentes penales, la forma de hacerlo no ha satisfecho a todos.

Al contrario. La figura del indulto implica de algún modo reconocer una culpabilidad por una conducta que, de acuerdo con la nueva sensibilidad social y la correspondiente realidad jurídica, no es merecedora de sanción. No se trata, pues, de pedir perdón. Además, el procedimiento previsto obliga a cada condenado a solicitar la revisión formal de su expediente a las autoridades gubernativas. Es cierto que en algunos casos podían concurrir otras conductas que aún son delito, como mantener relaciones con menores, pero eso podría haberse subsanado de otra forma, sin necesidad de que cada afectado tenga que pedir el indulto en un procedimiento que puede ser enrevesado y oneroso.

Reino Unido indultará a 65.000 condenados por ser homosexuales

Los 15.000 que siguen vivos deberán solicitar acogerse a la llamada ‘ley Turing’

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Alan Turing, de joven.

Reino Unido indultará a decenas de miles de hombreshomosexuales y bisexuales británicos condenados por mantener relaciones con personas del mismo sexo; una práctica considerada delito en Inglaterra y gales hasta 1967. A través de una enmienda a la legislación promovida por el Gobierno, se exonerará a más de 50.000 hombres; la mayoría ya fallecidos. Quienes ya no estén con vida, recibirán automáticamente el indulto póstumo y el delito desaparecerá de su historial de antecedentes penales. Sin embargo, los alrededor de 15.000 penados que aún están vivos sólo podrán obtener el perdón formal tras enviar una solicitud al Ministerio de Interior, que estudiará cada caso.

La medida, iniciada tras una campaña liderada por los liberal-demócratas, es consecuencia de la llamada Ley Turing, que hace referencia al caso de Alan Turing (1912-1954), el genio matemático que descifró el código Enigma utilizado por los nazis en sus comunicaciones. Considerado entonces un héroe nacional por haber contribuido a la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, fue condenado en 1952 por atentar contra la moral pública por su relación con un hombre de 19 años. Turing declinó defenderse y se sometió a castración química para evitar la cárcel. Dos años después se suicidó en su laboratorio tras morder una manzana con trazas de cianuro, según la investigación oficial.

El 24 de diciembre de 2013, la reina Isabel II promulgó un edicto que concedió a Turing el indulto a título póstumo. Un hecho que el entonces primer ministro David Cameron celebró en un tuit: “Me alegro de que Alan Turing haya recibido un indulto real. Al descifrar el código Enigma en la Segunda Guerra Mundial jugó un papel fundamental en la salvación de este país”. En seguida comenzaron a elevarse voces que exigían que la medida se extendiera a los miles de homosexuales, famosos o anónimos, perseguidos en el pasado por su orientación sexual. La protesta popular cristalizó en una campaña que en 2015 logró reunir casi 640.000 firmas y que contó con el apoyo de figuras públicas como Stephen Hawking o el actor Benedict Cumberbatch, que interpretó a Turing en la película The imitation game.

El diputado liberal demócrata John Sharkey, que fue quien impulsó la iniciativa legal que consumó el perdón a Turing, aplaudió el acuerdo que permitirá cambiar la ley: “Es un día trascendental para miles de familias en todo el Reino Unido que han estado haciendo campaña por este asunto durante décadas”. El conservador Sam Gyimah, un alto cargo del Ministerio de Justicia, señaló: “Es enormemente importante que indultemos a las personas condenadas por delitos sexuales pasados que hoy serían consideradas inocentes de cualquier crimen”.

Para otros, sin embargo, la enmienda se queda corta. Paul Twocock, de la organización Stonewall, que defiende los derechos de la comunidad de gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intrsexuales (LGTBI), considera que la medida “no llega lo suficientemente lejos”. En declaraciones a la BBC, el escritor y activista George Montague, que fue condenado en 1974, exigió una disculpa en lugar de un indulto: “Aceptar un indulto significa que aceptas que eras culpable. Yo no fui culpable de nada; sólo de estar en el lugar incorrecto en el momento inoportuno”.

Por su parte, el diputado John Nicolson ha propuesto que el indulto general se aplique también a los vivos sin necesidad de que tengan que solicitarlo expresamente. Su proposición se debatirá este viernes en el parlamento, pero el Gobierno ya anunciado que no la apoyará. “Un indulto general, sin las investigaciones detalladas del Ministerio de Interior, podría hacer que personas culpables de infracciones que todavía se consideran delito hoy reclamen ser exoneradas”, ha asegurado Gyimah. “Nuestra vía será más rápida y más justa”.

Mantener relaciones homosexuales consentidas entre mayores de 21 años se despenalizó por primera vez en Inglaterra y Gales en 1967 (en Escocia sucedió en 1980 y en Irlanda del Norte, en 1982), aunque la ley seguía siendo discriminatoria con respecto a los heterosexuales y observaba excepciones, como una edad de consentimiento sexual mayor, que en años posteriores se fueron subsanando.

El pasado mayo, el Gobierno alemán dio un paso similar al anunciar queindemnizará y eliminará los antecedentes de miles de hombres condenados hasta 1994 por ser homosexuales, una práctica que el Código Penal alemán castigaba con hasta seis años de prisión.

La ‘ley Alan Turing’ perdonará a miles de gays ya muertos

Reino Unido aprueba una ley que indulta a 65.000 convictos de ‘indecencia’

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Un grupo de gays celebran una fiesta en Manchester. MUNDO

El Gobierno británico ha aprobado una ley, conocida como la ‘ley Alan Turning’que perdonará a 65.000 gays y bisexuales, convictos del delito de “indecencia”, de los cuales unos 15.000 están vivos y 50.000 fallecidos. Alan Turning (1912-1954) es el matemático y científico que descifró el código secreto que hacían servir los alemanes para atacar en la Segunda Guerra Mundial. En 1952 Turning fue declarado culpable de “actos indecentes” con un joven de 19 años de edad y castrado químicamente. Murió en 1954 tras mordisquear una manzana envenenada con cianuro en una muerte que se calificó oficialmente como suicidio.

El calvario que padeció Alan Turning por su homosexualidad ha sido la bandera de las organizaciones que han reclamado su perdón. El gobierno británico le indultó a título póstumo en el 2013 y desde entonces organizaciones gays, arropadas por algunos políticos, han reclamado la ‘ley Alan Turning’ para todos los convictos de un delito que desapareció en la década de 1960. El Gobierno ha aprobado la ley abriendo la puerta a los 15.000 vivos convictos de “indecencia” que pueden solicitar al ministerio del Interior la destrucción o abolición de los respectivos antecedentes penales o fichas criminales.

La decisión del Gobierno ha provocado diferentes reacciones. Mientras organizaciones gays han dado la bienvenida a la ley que se aplicará de forma inmediata, algunos afectados, como George Montague, ha dicho que “no quiero perdón, lo que quiero es una disculpa institucional porque no soy culpable de nada, de lo único que soy culpable es de estar en el lugar erróneo en el momento erróneo”. Las relaciones sexuales consentidas entre dos adultos del mismo género estuvieron tipificadas como delito hasta 1967.

Rachel Barnes, sobrina-nieta de Alan Turning, y activa en la campaña que perdonó a su tío-abuelo, ha manifestado a la BBC que “es una pena para todos que mi tío que fue el descifrador del código secreto y con ello salvó a miles de personas y que tenía una mente extraordinaria, sin embargo, es conocido por su homosexualidad y por el juicio que le avergonzó públicamente, lo bueno de él ha quedado escondido detrás del escándalo sexual que ahora ya no lo sería”.

El Papa afirma que Jesús nunca abandonaría a un transexual

El Papa a las monjas de clausura: “No utilicéis Internet para evadiros”

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El papa Francisco en la iglesia de San Simeón Bar Sabbae en Tiflis, Georgia. EFE

El Papa Francisco explicó que Jesús nunca abandonaría a un homosexual o a un transexual y que se les tiene que acompañar acoger, durante la rueda de prensa del vuelo de regreso de su viaje a Georgia y Azerbaiyán.El pontífice contestó hoy a las preguntas de los 70 periodistas, que le acompañaron en su regreso desde Bakú y entre ellas se le interrogó sobre qué opinaba de las personas transexuales, de aquellas con disfunciones hormonales o aquellas que cambiaban de sexo porque no aceptaban su cuerpo de hombre o mujer.”Cuando una persona con esta condición llega delante de Jesús, nunca le dirá vete porque eres homosexual”, dijo y agregó: “Las personas hay que acompañas como hace Jesús siempre”.

El transexual recibido por el Papa: “Muchos obispos te hacen agachar la cabeza y pedir perdón por existir”

“Después de ver al Papa, voy a misa, comulgo. No voy a revelar nunca lo que me dijo, pero si lees entre líneas…”. Diego Neria, el transexual español que el año pasado fue recibido, junto a su novia, Macarena, en el Vaticano, refleja su experiencia en El Despiste de Dios (Tropo). En una entrevista con eldiario.es, Neria denuncia a los “obispos de hierro” españoles, “una minoría muy dañina, un brazo armado anclado en el pasado y basado en el miedo”, que “hace mucho daño” a millones de personas.

Se confiesa creyente y practicante. ¿Se puede uno sentir a gusto en una institución como ésta?

Es complicado. Toda mi vida he tenido una fe inquebrantable, pero ha habido bastantes momentos en mi vida en los que he tenido que vivir esta fe en soledad, porque me encontraba una parte de la Iglesia que me rechazaba. No tanto por acoso como por determinadas preguntas, silencios… Nunca se me ha negado la comunión, entre otras cosas porque durante muchos años no me atreví a ir a la iglesia. Me he encontrado gente maravillosa, dentro y fuera de la institución, pero también una rama que, cuidado… Pero yo no quiero enfrentarme a ese sector.

Sería normal, hasta lógico, que alguien como usted sintiera un cierto odio hacia la Iglesia.

A mí me preguntan cómo después de todo lo que me ha pasado puedo seguir creyendo, y les contesto que para mí, la Iglesia es lo que estoy viviendo ahora. La Iglesia que se llama Bergoglio, que se llama padre Ángel, la iglesia que está al pie del cañón y no separando, la iglesia que está acogiendo y no juzgando. Ésa es la iglesia que yo he querido siempre. A mí me daba miedo querer al Dios que algunos presentan, el dios del látigo, la condena y el infierno, me producía temor… Luego vas avanzando y te vas dando cuenta de que no es el Dios que te habían pintado.

Obispos como el de Alcalá, Getafe, San Sebastián o Córdoba escriben pastorales hablando de aberraciones, de “aquelarres”.

Este Papa está abriendo puertas, está entrando un aire fresco en el Vaticano que yo creo que no había entrado nunca. Esto cambiará con el tiempo. Yo no lo conoceré. Me encuentro a miles de personas a diario, gente que está aterrada, que cree en Dios pero no se atreve a ir a la iglesia. Porque comentarios como los que hacen todos esos obispos hacen que la gente se asuste más, y se quede en cuarta fila, con la cabeza agachada y pidiendo perdón por existir. Ya no me duele por mí, pero me afecta por la gente que sufre: el daño que están haciendo a la Iglesia católica con ese tipo de barbaridades es brutal. Es una minoría muy dañina, un brazo armado anclado en el pasado y basado en el miedo, en esa bota encima de la cabeza… En el caso de la transexualidad, es la gran desconocida. Los obispos se atreven a hablar de gays, pero de transexualidad no.

¿Hay momentos en los que piensa que es usted un pecador o un enfermo como defienden algunos en la Iglesia?

Un pecador, por supuesto. Pero un enfermo, jamás. Te llaman enfermo, te dicen que eres un frívolo, vicioso, te llaman lesbiana… porque no saben. La transexualidad es un tema difícil de entender, y lo entiendo. Es complicado, nunca he pedido a nadie que me entienda. Pero que me dejen que siga mi camino. Por ejemplo, no puedo casarme por la Iglesia.

Cuenta en el libro que todo empezó con una carta que envió al Papa. ¿Qué decía?

Era un derroche de dolor y de enfado. No entendía nada, no entendía por qué la Iglesia no me quería. Eso era lo que le planteaba. Pasaron meses, y ya casi me había olvidado. Un buen día sonó el teléfono. De entrada, no creí que fuera él, le estuve vacilando… Me empecé a poner nervioso, él se reía, y me decía que tenía mi carta en la mano. Me dio dos o tres datos que solamente sabíamos él y yo. Esa conversación es la que menos recuerdo, porque hemos hablado más veces. Me dijo: escúchame, que quiero verte en Roma. Quedó en llamarme, y lo hizo. Todas las veces que he tenido contacto ha sido él quien ha llamado. No ha habido ningún intermediario nunca.

¿De qué hablaron?

Estuvimos hora y media con él. Se hablaron muchas cosas. Esa conversación se viene conmigo, con Macarena y con él. A mí me encantaría poder compartirla, pero no me pertenece a mí solo.

¿Ha cambiado su vida cristiana?

No pretendo hacer de esto un espectáculo. Cuando volví de Roma, tardé bastante tiempo en ir a comulgar, para evitar que hubiera medios, etc… Si me pilla en Sevilla, voy a mi Macarena como hermano macareno que soy, escucho mi misa y comulgo. Pero no pretendo ser un referente de nadie. Pero si se lee entre líneas, aunque no vaya a decir de qué hablamos, habrá gente que podrá vivir un poco más tranquila.

Dos monjas dejan los hábitos para casarse entre ellas

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“Dios quiere personas felices, que vivan el amor a la luz del sol”. Así defienden su decisión Isabel y Federica, que han dejado los hábitos de monjas para casarse. Han dedicado la vida a los demás, pero hace tres años se conocieron durante un viaje pastoral y saltaron las chispas. El próximo jueves se daran el ‘sí quiero’ en un pequeño pueblo italiano de Turín, que nunca ha vivido una boda entre personas del mismo sexo.

Federica, italiana de 44 años, licenciada en Filosofía ha advertido a los medios, que “salimos del convento, pero no dejamos la Iglesia y no olvidamos la fe”.

La historia de estas dos mujeres ha saltado a los medios italianos que cuentan de la timidez y la fortaleza para enfrentar una decisión tan importante.

Ambas tuvieron que realizar los trámites en el Vaticano para dejar los hábitos de monja, a lo que se dedicaron desde muy jóvenes, según la Stampa.

El alcalde de Pinerolo, en Turín, oficiará la boda por lo civil, pero después un cura excomulgado por su apoyo a los matrimonios homosexuales realizará una ceremonia religiosa.

Este exsacerdote habla de la fe de ambas mujeres, que después de tres años, “han tomado una decisión con coraje, sabiendo que no será muy apoyadas”.

Dentro del convento, explica el padre excomulgado Franco Barbero, “han sido criticadas, pero también apoyadas por algunas hermanas”.

“Se enamoraron como todas las personas en el mundo. Conociéndose lentamente y descubriendo un sentimiento profundo”.

Las novias -dice Barbero- han pedido el anonimato. “No queremos convertirnos en famosas, solo vivir serenamente juntas y encontrar un trabajo”.

El excura, además, dice que esta no es la primera boda entre dos exmonjas que oficia.

Infidelidades, sexo y homofobia: el libro que hace temblar a los políticos portugueses

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Rebelo de Sousa, actual presidente de Portugal, aparece en el libro JUSTIN LANEEFE

Basura. Rata de alcantarilla. Vómito. Estos son algunos de los calificativos que ha recibido en las últimas semanas el periodista portugués José Antonio Saraiva, tras publicar Eu e os políticos (Yo y los políticos, en castellano), en el que desnuda a algunas de las figuras más relevantes de la política lusitana.

El libro, que mezcla interesantes datos políticos con confesiones personales y de índole íntimo de alguno de sus protagonistas, ha puesto a la clase política portuguesa patas arriba. En un país donde la vida de los políticos sigue estando muy protegida, ha despertado un gran revuelo mediático, que ya ha alcanzado la categoría de escándalo.

Su autor, José Antonio Saraiva, fue durante 23 años director del periódicoExpresso -uno de los más relevantes en el país vecino- y en este nuevo libro ha contado algunas indiscreciones de la clase dirigente lusa. De los ex presidentes de la república, todos vivos, no se ha escapado ni uno, ni tan siquiera el actual presidente. De hecho, de Marcelo Rebelo de Sousa, es una de las personalidades de que más habla. De él ha dicho que es sencillamente hiperactivo y que durante años fue su “garganta profunda” en el periódico. Le dio en su día mucha información, que supo utilizar en las portadas del rotativo. Pero también habla de él como un hombre que sigue arrastrando cierto complejo de niño prodigio, y que muchas veces, cuando le contaba las cosas, no sabía dónde terminaba la verdad y empezaba la fantasía. En el Palacio presidencial aún no dan crédito que José Antonio se haya atrevido a revelar que el actual Presidente de la República fuera una de sus principales fuentes de información y los portugueses aún están digiriendo que su actual presidente tiene, al parecer, la lengua muy larga.

De Mario Soares, ex presidente de la república considerado como uno de los padres de la democracia portuguesa, cuenta cómo en privado le confesó suantipatía por Bill Clinton, tildándole de “gilipollas“, no por “traicionar a su mujer, sino por contárselo”. Soares, viudo a día de hoy, protagonizó un sonado escándalo hace año y medio, al conocerse que supuestamente mantenía una relación muy estrecha con su enfermera, aún viviendo su esposa, María Barroso.

Otro capítulo destacado merece Durao Barroso, al que le atribuye cierta tendencia a la homofobia al referirse en su presencia al Patio de los Bichos, lugar donde oposita la clase diplomática portuguesa, como el Patio de las Bichas (que en español se podría traducir como “mariquitas“), ya que a lo largo de los años, muchos han sido los homosexuales que han optado por la carrera diplomática, como vía de escape, a vivir una vida fuera de su país de origen.

Sexo, drogas y salidas del armario forzosas

No obstante, lo que realmente ha dejado temblando a la clase política portuguesa ha sido algunas de las indiscreciones de índole íntima contadas por el autor en su libro. Acostumbrados a que su vida personal no trascienda y esté enormemente protegida, siguen estupefactos ante las revelaciones del libro.

Entre otras muchas anécdotas, cuenta una sobre su ex jefe en el periódicoExpresso, Francisco Pinto Balsemão, íntimo del Rey emérito, de cómo tuvo que mover los hilos para que un periódico de la competencia no hablara sobre un tema “familiar” que le acarrearía “un gran problema en casa”. La intimidad de Balsemão se vio protegida gracias al favor que brindó el autor del libro, pero que treinta años después, ha hecho público.

Sobre Manuel María Carilho, ex ministro de Cultura socialista, y su ya ex mujerBárbara Guimaraes, también se explaya a gusto. Pero aquí puede que su pecado sea menor, ya que han sido los protagonistas los que en su día se acusaron mutuamente de malos tratos y supuesto consumo de estupefacientes.

De Paulo Portas, ex líder de los conservadores portugueses y ex viceprimer ministro en el gobierno de Passos Coelho, dijo que “temía que su condición sexual” fuera un “obstáculo para imponerse como líder” de su partido. Si la salida del armario forzosa resultara poca cosa, cuenta además que la confesión se la hizo, la también conservadora María José Nogueira Pinto, fallecida en el 2011.

La corrupción no es exclusiva a la clase política española. El ex primer ministro socialista, José Sócrates ha llegado a estar en la cárcel por su supuesta relación con una enorme trama corrupta, el caso Freeport, pero es su vida íntima la que merece destaque en el libro de Saraiva. Y todo porque han circulado por varias redacciones, unas fotografías de una de sus ex novias, la periodista Fernanda Câncio, manteniendo relaciones sexuales con otra ex pareja, fotografías que no se han publicado jamás, pero que el autor afirma que existen.

La polémica esta siendo intensa y mayúscula. Hasta el punto que la presentación del libro a los medios, que iba a ocurrir el pasado lunes 26 de septiembre, ha sido cancelada. Entre otros motivos, porque al conocer el contenido del libro, el ex primer ministro Passos Coelho, se negó a presentarlo, tal y como le había prometido a su amigo José Antonio Saraiva.

La pasión epistolar de Virginia Woolf: “Amo como mujer y te amo porque eres mujer”

Virginia Woolf estaba ‘felizmente’ varada en un matrimonio sin sexo cuando Vita Sackville-West, aristócrata y escritora de éxito, la sedujo. Fue un amor escandaloso y Vita llegaría a ser la inspiración de ‘Orlando’. Una novela de Pilar Bellver ‘completa’ el intercambio epistolar de las amantes

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Virginia Woolf y Vita Sacville-West.

Fue el cuñado de Virginia Woolf, Clive Bell, quien la avisó de que una aristócrata bien conocida en todo Londres por sus sonadas aventuras homosexuales, Vita Sackville-West -escritora también, había puesto los ojos en ella y quería conocerla, para lo cual se organizó una cena de ringorrango. “Vita es una lesbiana declarada, ten cuidado”, le dijo Clive, a lo que la mordaz Virginia repuso: “Pues con lo esnob que soy, no sabré resistirme”.

Pese a los displicentes comentarios iniciales de la novelista, parece que el encuentro surtió el efecto deseado por Vita: despertar el interés, primero, y el deseo luego de la gran Virginia Woolf. En algún punto intermedio hizo acto de presencia además el amor, cuyo testimonio ha quedado por escrito a través de lasmuchas cartas que se cruzaron las dos protagonistas. A partir de ese intercambio epistolar, la periodista y escritora Pilar Bellver ha creado la novela de lo que también se pudieron haber dicho, A Virginia le gustaba Vita, publicada por la editorial Dos Bigotes.

Virginia Woolf no tenía problema alguno en plantearse una relación homosexual. Se había criado en un ambiente de absoluta libertad, a su alrededor eran comunes tanto los escarceos extramatrimoniales como las relaciones entre personas del mismo sexo -a pesar de la rígida moral victoriana que parecía imperar-, y el grupo de Bloomsbury en el que reinaban ella y su hermana Vanessa venía a ser una saturnal continua donde todos se acostaban con todos. Oficialmente, era una mujer frígida, incapaz de sentir deseo sexual por su marido, Leonard, con quien por lo demás formaba un matrimonio muy bien avenido.

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Virginia Woolf. CENTRAL PRESS

En cuanto a Vita, su conducta en cuestión de amor rayaba en la promiscuidad, y estaba igualmente casada. Su esposo, Harold Nicolson, era abiertamente homosexual y aceptaba de buen grado las andanzas de ella por mucho escándalo que causaran. No todo el mundo era igual de tolerante. El marido de una de sus amantes, el poeta sudafricano Roy Campbell, persiguió a Vita por medio Londres con una pistola cuando se enteró de la infidelidad de que era víctima.

Como señala Pilar Bellver, había sintonía y complicidad no sólo en el seno de ambas parejas sino también entre los matrimonios mismos, que mantuvieron su amistad hasta el final. “No había celos entre los Woolf y los Nicolson, pues habían llegado, independientemente, a la misma definición de confianza”, escribe. Quizá Leonard fuera el menos contento con la situación, pero no por miedo a que Virginia se alejara de él sino a que las emociones en juego “pudieran volver a perturbarle la mente”. La escritora padecía depresiones (trastorno bipolar según el diagnóstico de hoy) desde los 13 años, cuando murió su madre, y -como es sabido- acabaría suicidándose en el río Ouse.

Vita y ella, a pesar de estar separadas por 10 años, inician una relación de alta intensidad. Se acuestan por primera vez la noche del 17 al 18 de diciembre de 1925, según sabemos por una carta de Vita a su marido y por su diario. Virginia se recata un poco en el suyo, sabedora de que Leonard tiene la costumbre de leerlo, mientras que su libérrima amante ni se molesta en poner sordina a sus aventuras.

Muy pronto se convencen las amantes de que lo ideal es continuar con su statu quo como hasta entonces. Nada de pensar en cambios de vida: “El amor nos basta para querernos, no necesitamos añadirle la rutina de una convivencia que bien podría ser desastrosa”, imagina Bellver que dice Vita.

Si a la aristócrata y escritora -que por cierto goza de mucho mayor éxito en el momento que su amiga- le molesta algo de Virginia es que parece no entregarse por completo, como si su naturaleza de narradora le hiciera estar siempre, de algún modo, tomando nota de lo vivido, la autora de Una habitación propiano puede digerir bien los constantes affaires de su amante.

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Vita Sacville-West, BRODERICK HALDANE

De camino a Teherán, donde su marido es encargado de negocios de la embajada inglesa, Vita siente tal deseo de estar con Virginia que fantasea con raptarla. “Ella no estaba acostumbrada a desear sin conseguir”, tercia aquí Pilar Bellver. A su vuelta de Persia, afloran sin embargo los primeros indicios de alejamiento entre la pareja. Virginia Woolf anota en su diario: “Iba más descuidada [Vita], pues había venido directamente con su ropa de viaje; y no tan bella como otras veces (…). Así que las dos sufrimos cierta desilusión (…). Es muy posible que esto sea más duradero que la primera rapsodia”.

A pesar de todo, las amantes se las arreglan para, pasado lo más bullente del amor, construir lo que Vita define como “una amistad respetable, cierta, durable, casta y tibia”. Algo menos intenso pero más duradero que aquellos primeros encuentros ardientes en la gran mansión de Vita, Knole, tan grande que nadie podía precisar cuántas habitaciones tenía.

La inmensa hacienda de los Sackville-West, que sigue siendo una de las cinco mayores de Inglaterra -más grande que Buckingham Palace, por ejemplo-, desempeña un papel importante en la presente historia. Después de haber escritoLa señora Dalloway y Al faro, Virginia Woolf pide permiso a Vita, que se halla en plena vorágine de traiciones, para escribir sobre ella, y Vita acepta. El resultado es otra obra superlativa, Orlando, que trata sobre un personaje que vive cinco siglos, primero como hombre y luego como mujer.

Orlando comienza con una famosa escena en la que el protagonista observa desde lo alto de una colina los movimientos de personas a las puertas y dentro de una casa gigantesca, como Knole, ante la llegada de la reina y de su cortejo. Tiene que bajar a la carrera al valle, vestirse de forma adecuada, recorrer incontables corredores y tomar varios atajos para llegar a tiempo de recibir al visitante.

Pilar Bellver sostiene que, más allá de las consecuencias emocionales, la relación tempestuosa de Virginia Woolf con Vita, “todo ese caldo de seducción primero y luego de amor, de deseo, de alegría y de frustración al mismo tiempo, dieron como resultado el entusiasmo y la intensidad con que Virginia escribió en esos años sus mejores novelas: La señora Dalloway, Orlando y Las olas. Las mejores con diferencia”.

Irene Chikiar, en su biografía de la autora inglesa, sentenció algo que no deja lugar a dudas: “Si bien Virginia sentía que en un plano pasional o sexual no podía competir con esas otras mujeres que atraían a Vita, era evidente que ninguna de ella podía escribir Orlando”. No sabemos si ser consciente de esto habría servido de consuelo a Virginia Woolf.