Dinamarca eliminará de la lista de personas con trastornos mentales a los transgénero

Sería el primer país del mundo en realizar esta consideración si la OMS no lleva a cabo un movimiento similar antes de otoño

A partir del próximo 1 de enero, el transgénero no aparecerá en la lista de enfermedades mentales del Ministerio de Sanidad de Dinamarca, según ha confirmado la institución. Esta medida supondrá un hito ya que Dinamarca podría ser el primer país del mundo en realizar esta consideración si la Organización Mundial de la Salud (OMS) no lleva a cabo un movimiento similar antes de otoño, según ha informado la agencia danesa Ritzau.

“Por el momento, el transgénero permanece en la lista de enfermedades mentales o problemas de comportamiento. Está increíblemente estigmatizado y no refleja como vemos a las personas transgénero en Dinamarca. Debería ser un diagnóstico neutral”, ha afirmado el portavoz de salud del Partido Socialdemócrata Flemming Moller Mortensen.

“La OMS está trabajando actualmente en un nuevo sistema para registrar estos diagnósticos. Ha estado trabajando durante mucho tiempo. Ahora se nos ha acabado la paciencia y queremos lanzar una señal diciendo que si el sistema no cambia en octubre, Dinamarca irá sola”, ha añadido.

La ministra de Salud, Sophie Lohde, ha confirmado al canal DR que sí la OMS no completa sus cambios para otoño el Gobierno intentará impulsar una “ley danesa en solitario” y cambiar la definición. Mortensen ha añadido que la estigmatización no era la única razón detrás del intento de cambiar la definición. “Es increíblemente discriminatorio colocar a las personas transgénero en el mismo cajón que las enfermedades mentales. Tiene otras consecuencias, se les puede negar un seguro por tener ese diagnóstico”, ha asegurado.

Sergey Lazarev, el favorito de Eurovisión: “Rusia no es homófoba”

El aspirante ruso de Eurovisión Sergey Lazarev canta el tema' You Are The Only One'

El aspirante ruso de Eurovisión Sergey Lazarev canta el tema’ You Are The Only One’

Rusia nunca se conforma con el segundo escalón del podio. A escasos tres meses de los Juegos Olímpicos, no debería resistírsele Eurovisión, una competición libre de rivales estadounidenses. Sergey Lazarev es el atlético candidato para ganar el certamen, primero según todas las casas de apuestas. “Cuando empezó este viaje, nunca pensé que Rusia fuera a estar en el número 1, ya que soy consciente de las circunstancias políticas“, explica a este diario el artista, que este martes certificó su pase a la final del próximo sábado.

Sus palabras denotan modestia, pero dejan asomar la dureza y la frialdad siempre asociadas a Rusia, también en este Festival. El rastro de Eurovisión conduce inevitablemente a Vladimir Putin, y confronta la pureza nívea e inmaculada con el arco iris de las banderas de muchos eurofans. Desde 2013, en ese país no es legal prestar propaganda a “las relaciones sexuales no tradicionales”, una norma firmada por el presidente y repetidamente criticada por el colectivo gay, especialmente representativo en este certamen, de fiesta hasta el sábado en Estocolmo. Putin no lo arregló precisamente en el marco de la cita de Sochi 2014 cuando, después de aconsejar a los visitantes homosexuales “estar tranquilos y relajados”, les recomendó también “dejar a los niños tranquilos”.

“La gente en Rusia no es homófoba”, subraya Lazarev, que recuerda que el país acogió el certamen en 2009, tras la victoria de su cantante Dima Bilan un año antes, todo esto, claro, antes de la rúbrica de la citada ley. “Después de todo, es muy simple buscar por internet cuántas discotecas gays existen en Moscú”, agrega.

El último episodio de la polémica estuvo protagonizado por el aspirante israelí de esta edición, Hovi Star, quien supuestamente sufrió mofa y befa en Moscú cuando enseñaba su pasaporte, un suceso atestiguado por la representante española, Barei.

Pasé dos días con Hovi Star en Moscú y creo que él también ha comprobado que la gente en Rusia no es homófoba. Los dos cantamos en la prefiesta rusa, en la que 2.000 personas estaban presentes, quienes aplaudieron a Hovi Star más que a ningún otro. Más de 100 periodistas cubrieron la conferencia de prensa y todos ellos respetaron a los artistas participantes, como demostraron sus preguntas y actitudes. Luego, en mi fiesta de cumpleaños, invité a todos los cantantes”, repasa Lazarev, que apuntala su buena imagen colaborando con una organización que financia operaciones quirúrgicas de niños.

Lazarev protagoniza una interpretación que se ha comparado con la delúltimo ganador del certamen, el sueco Mans Zelmerlöw -ambos calculan al milímetro su interacción con las luces del escenario-. Para fortalecer aún más la candidatura rusa, con el tema You are the only one, basta recordar que Rusia no ha salido del top ten desde 2012, incluidos un segundo puesto ese año y otro en 2015. “Se me ha contactado prácticamente todos los años para que participara en Eurovisión, pero siempre ha habido una razón que me ha llevado a rechazar la oferta”, admite Lazarev, conocido entre otras labores por su papel como jurado en el concurso La voz.

De un modo u otro, Rusia está en el centro de Eurovisión -más si cabe desde que participa un país tan oriental como Australia-. La canción de Ucrania, titulada 1944 y cada vez más arriba en las apuestas -aunque depende este jueves del filtro de la segunda semifinal-, está centrada en el Sürgün, exilio provocado por Stalin entre los tártaros de Crimea -precisamente la adhesión de esa Península a Rusia llevó a Ucrania a no participar en el certamen el año pasado-. “¿Cómo puede ir una canción contra la Historia de Rusia si en 1944 ambos países formaban parte de la URSS?”, plantea Lazarev, que no pierde la diplomacia: “Tanto ella como yo empezamos nuestras carreras ganando uno de los festivales de música más importantes de Europa del Este [el New Wave]”. Ambos, junto con Francia, previsiblemente se disputarán la final.

Italia aprueba la unión civil entre homosexuales

La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado

Una imagen del Gay Pray Parade en Roma

Una imagen del Gay Pray Parade en Roma. / Afp

El parlamento italiano ha aprobado este miércoles con un voto de confianza la ley que legaliza la unión civil entre parejas homosexuales, un derecho que ya existe en la mayoría de los grandes países de Europa occidental. La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado, por lo que se convierte definitivamente en ley del Estado.

“Hoy es un día de fiesta para muchas personas. Sobre todo para aquellas que se sienten finalmente reconocidas, para todos aquellos que, después de muchos años, cuentan con derechos civiles, de verdad civiles”, ha escrito Renzi en Facebook. “Hemos escrito otra página importante para la historia de la Italia que queremos. Por ello sometimos la ley al voto de confianza, no se podía aplazar de nuevo tras años de intentos fallidos”, ha comentado.

Renzi, que quiere demostrar a la opinión pública que cumple con sus compromisos pese a los obstáculos, se comprometió a sacar adelante la ley aún al precio de recortar la medida que da acceso a la pareja gay a adoptar hijos. Después de dos años de negociaciones y de semanas de intenso debate en el Senado, el gobierno decidió someter la ley al voto de confianza y evitar todo cambio al texto.

El jefe de gobierno italiano reconoció que Italia era el único país grande de Europa occidental sin un marco legal para las parejas del mismo sexo y a pesar de la oposición a la ley y a las protestas de la Iglesia católica aceleró su aprobación con el voto de confianza. El texto mantiene el requisito de ayuda recíproca moral y material, la pensión de supervivencia, el permiso de residencia para el cónyuge extranjero y también la posibilidad de adquirir el apellido del compañero.

La nueva ley reglamenta también a las parejas de hecho pero concede deberes y derechos diferentes. Igualmente establece un estatuto para los que conviven – tanto heterosexuales como homosexuales – y crea para las parejas homosexuales una unión civil particular calificada de “formación social específica”.

Militantes del movimiento homosexual y simpatizantes, manifestaron su amargura, tanto en las calles como en las redes sociales, ante lo que consideran un “primer paso”, si bien tímido. Renzi tuvo que ceder a los pedidos de sus aliados católicos y de centro-derecha y eliminó la posibilidad de adoptar los hijos naturales del cónyuge. La nueva ley evita de todos modos cerrar completamente la puerta a la adopción del hijo del compañero del mismo sexo, permitiendo que sea evaluado según el caso, ya que los tribunales lo han autorizado ya en otras oportunidades, “en nombre del interés del niño” y de su “equilibrio emocional”.

Dos sentencias

Dos sentencias recientes del Tribunal de Menores de Roma confirman la tendencia a aprobar tal posibilidad. “El vaso está todavía medio vacío”, sostiene en un comunicado Gabriele Piazzoni, secretario nacional de Arcigay, la principal asociación para la defensa de los homosexuales. “Pese a ello, este texto reconoce y garantiza protección a las parejas homosexuales, algo que han esperado toda una vida”, recalcó.

Por otro lado, el comité “En defensa de nuestros niños”, contrario a la ley, que reunió a decenas de miles de opositores al texto a finales de enero en Roma, considera “un acto antidemocrático” someter esa ley al voto de confianza. El portavoz del movimiento, el ultracatólico Massimo Gandolfini, quien fue recibido en abril pasado por el papa Francisco, anunció que promoverá un referéndum para derogar la ley e impedir que entre en vigor.

Alemania reparará e indemnizará a miles de hombres condenados por ser gais

Las relaciones entre hombres estuvieron castigadas por el Código Penal alemán hasta 1994

Manifestación a favor de los derechos de los homosexuales en Berlín en 1973

Manifestación a favor de los derechos de los homosexuales en Berlín en 1973. R. Trautsch y H. Cassils

El Gobierno alemán indemnizará y eliminará los antecedentes de miles de hombres condenados hasta 1994 por ser homosexuales, una práctica que el Código Penal alemán castigaba con hasta seis años de prisión. Unas 50.000 personas fueron condenadas entre 1949 y 1969 por una ley de 1871, que fue endurecida durante el III Reich, según el Ministerio de Justicia alemán. La norma se aplicó severamente hasta 1969, cuando Alemania despenalizó la homosexualidad. Sin embargo, otras 3.500 personas más fueron sentenciadas hasta 1994, cuando la ley fue finalmente derogada.

El ministro de Justicia alemán, el socialdemócrata Heiko Maas, ha anunciado este miércoles la puesta en marcha de un mecanismo legal para tratar de reparar a los miles de condenados y poner fin así a un capítulo vergonzoso de la historia de la posguerra. Después de estudiar un informe elaborado por la Agencia Federal Antidiscriminación, que llegó a la conclusión que no había ningún obstáculo legal para rehabilitar e indemnizar a las victimas del artículo 175 del Código Penal, el ministro Maas señaló que propondrá una ley destinada a revocar las condenas y crear lo que llamó “un derecho a la compensación”.

“Nunca podremos eliminar por completo las atrocidades cometidas por el Estado, pero queremos rehabilitar a las víctimas”, dijo el ministro en un comunicado. “Los hombres homosexuales que fueron sentenciados ya no deben tener que vivir con la sombra de la condenada”, añadió.

En el año 2000, el Parlamento Federal aprobó una resolución donde lamentaba que el ominoso artículo 175 se hubiera mantenido vigente tras la guerra. Dos años después, anuló las condenas de los hombres homosexuales dictadas durante régimen nazi, pero no las condenas que se llevaron a cabo en la posguerra

“El artículo 175 fue una vergonzosa excepción en la historia del derecho alemán”, dijo la directora de la Agencia Federal Antidiscriminación, Christine Lüders, en la presentación del informe en Berlín.  “La legislación no puede seguir contemplando esta injusticia y el colectivo homosexual aún sigue soportando que las sentencias y juicios emitidos en su contra no hayan sido revocados”.

El famoso artículo fue endurecido en la época del nacionalsocialismo, que decidió combatir la homosexualidad, a la que consideraba una enfermedad. Varios miles de homosexuales fueron enviados a los campos de concentración. Además, se estima que unas 10.000 personas que lucían en sus harapos un triángulo rosa que los identificaba como parias en los campos murieron a causa de los malos tratos.

Los nazis, ansiosos por lo que consideraban purificar la raza aria, sometieron a los prisioneros homosexuales a experimentos médicos, como inyecciones de hormonas, lobotomías y castraciones.

La iniciativa legal anunciada por el ministro de Justicia, fue aplaudida por la Federación de Gais y Lesbianas en Alemania, que pidió que la ley fuera aprobada en esta legislatura: “El tiempo apremia y sólo podemos apelar a todas las corrientes políticas que han luchado en el pasado con este problema, que no lo utilicen ahora en una guerra política de trincheras”.

Italia aprueba una ley histórica de uniones civiles homosexuales

Matteo Renzi elige una vía de urgencia que provoca la protesta de la oposición y la Iglesia católica

 

Matteo Renzi está dispuesto a sacar a Italia de su atraso de décadas en materia de derechos civiles. El Gobierno logró este miércoles —por 369 votos a favor, 193 en contra y dos abstenciones– la aprobación definitiva, mediante una moción de confianza planteada a la Cámara de Diputados, del proyecto de ley de uniones civiles entre parejas del mismo sexo, que, aunque descafeinado, ya recibió la luz verde en el Senado. Tanto la oposición como la Iglesia, que en Italia sigue teniendo un gran peso político y, al menos hasta ahora, un gran poder de veto, se han mostrado indignadas por el método expeditivo usado por Renzi, quien ha declarado: “Hoy es un día de fiesta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama”.

Una vez superada la moción de confianza, durante la tarde del miércoles se sometió a votación el texto de la ley, que fue aprobado por 372 votos a favor, 51 en contra y 99 abstenciones. El centro político, una parte del cual sostiene al Gobierno de Renzi, y elFamily Day, un conjunto de organizaciones que defienden a la familia tradicional atacando los nuevos modelos de pareja, han pedido el amparo de la presidencia de la República por considerar que el proyecto puede ser inconstitucional. También el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), monseñor Nunzio Galantino, se ha apresurado a tomar parte en el debate político.

La presión de la Iglesia a través del centro derecha ya había conseguido descafeinar la ley durante su aprobación en el Senado el pasado 26 de febrero, evitando sobre todo la posibilidad de que uno de los miembros de la pareja gay pueda adoptar a los hijos naturales de su cónyuge. Pero, aun así, considera que el actual proyecto de ley no marca suficiente distancia con un matrimonio de los de toda la vida. Monseñor Galantino advirtió tras conocer la decisión del Gobierno de Renzi de aprobar la ley sí o sí. “La moción de confianza supondrá una derrota de todos”. Los opositores a la ley de uniones civiles ya se han declarado dispuestos a organizar un referéndum revocatorio.

matrimonio homosexual en el mundo

Todo esto se produce, como explica el editorialista de La Repubblica Stefano Folli, en el revuelto clima preelectoral de las elecciones municipales, “sobre todo en Roma, donde la ciudad laica y la ciudad vaticana se entrecruzan”. Ya Alfio Marchini, uno de los candidatos a la alcaldía por el centroderecha, ha anunciado un plante: “No celebraré jamás uniones homosexuales en el Capitolio”. La ministra Maria Elena Boschi, responsable de las Reformas Constitucionales, no se inmuta: “Los alcaldes tienen que respetar las leyes”. Y, además, todavía está por ver que Marchini, al que en principio apoya todo el centroderecha, termine sentado en un sillón que, después de la destitución de Ignazio Marino, ocupa un comisario especial que trata de meter en cintura una ciudad tan hermosa como difícil de Gobernar.

Maria Elena Boschi zanja con tranquilidad las críticas: “Después de decenios de espera, la ley de uniones civiles es un victoria histórica y la moción de confianza tiene un valor político”. El valor, se podría añadir, del arrojo de un primer ministro que, pese a gobernar en minoría y de declararse católico practicante, está dispuesto a jugarse la continuidad de su Gobierno y la admonición del Vaticano con tal de sacar a Italia de su atraso histórico en materia de derechos civiles.

Matteo Renzi ha colgado sobre su página de Facebook un comentario en el que se siente orgulloso de su proyecto: “Hoy es un día de fiesta para muchos (…). En estas horas decisivas tengo junto a mi corazón el pensamiento y el recuerdo de Alessia [Ballini, alcaldesa de San Piero a Sieve, luchadora por los derechos de los homosexuales, fallecida en 2011]. Y esto me basta. Porque las leyes son hechas para las personas, no para las ideologías. Para quien ama, no para quien proclama. Lo hacemos poniendo la moción de confianza porque ya no se podía retrasar más después de años de intentos fallidos. Lo hacemos con humildad y valentía”.

Italia aprueba las uniones civiles de homosexuales, pero no las llama matrimonios

La ley les concede las mismas obligaciones y la mayor parte de los derechos de los matrimonios convencionales, pero no les permite la adopción de niños.

Lazos de colores sobre uno de los escritorios antes de la votación final de las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma

Lazos de colores sobre uno de los escritorios antes de la votación final de las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma. REUTERS/Alessandro Bianchi

EFE/Laura Serrano-Conde
ROMA.- Italia dio hoy un paso histórico y aprobó la ley que reconoce las uniones formadas entre personas del mismo sexo, una normativa que fue impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi y autorizada después de meses de debates parlamentarios.

La ley fue aprobada en la Cámara de los Diputados por 372 votos favorables, 51 contrarios y 99 abstenciones. Tras la votación, los miembros del Partido Demócrata (PD), que lidera Renzi, festejaron este paso histórico con un aplauso en la cámara baja.

Renzi ya había dicho durante los últimos meses que sacar adelante esta ley era uno de los pilares fundamentales de su mandato y hoy, antes de la votación, sostuvo que Italia se preparaba para celebrar un “día de fiesta”.

Fue la misma expresión que utilizó a su salida de la cámara baja la ministra para las Reformas Constitucionales italiana, Maria Elena Boschi, quien había acudido a la Cámara con un lazo con la bandera gay.

“Estamos muy contentos, es un día de fiesta para todos los italianos. (…) Hemos dado una respuesta después de años no sólo en relación a los derechos sino a los sueños y espectativas de tantas personas”, declaró.

“Finalmente Italia podrá tener una ley sobre las uniones civiles. Más derechos y más serenidad para quienes se aman. Ahora estamos al mismo nivel que Europa”, comentó por su parte en la red social de Twitter la ministra de Defensa, Roberta Pinotti.

Pinotti hablaba así de Italia, un país que en julio pasado fue condenado por el Tribunal de Estrasburgo por no respetar el Convenio Europeo de Derechos Humanos al carecer de una normativa al respecto.

Pero la aprobación no solo fue celebrada por el Gobierno, sino también por defensores de los derechos del colectivo LGBT que se habían congregado a las puertas de la cámara baja.

La ley, sin embargo, no ha contado con el favor de toda Italia, es más, ha generado un intenso debate y ha dividido a la sociedad entre los defensores y los detractores de los derechos de los homosexuales.

El proyecto fue iniciativa de la senadora del PD, Mónica Cirinnà, y contemplaba inicialmente el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo y también el derecho de la pareja a adoptar el hijo natural de su compañero sentimental.

Sin embargo, este punto fue el que mayor polémica suscitó entre quienes defendían que los homosexuales debían contar con los mismos derechos que las parejas heterosexuales y entre los que sostenían que era necesario proteger al niño y evitar fomentar el vientre de alquiler.

El PD de Renzi, por sí solo, no contaba con apoyos suficientes como para sacar adelante en el Senado el proyecto tal y como había sido redactado inicialmente, por lo que se suprimió el derecho de los gais a adoptar.

La ministra italiana de Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi

La ministra italiana de Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi, antes de la votación final sobre las uniones civiles entre homosexuales en la cámara baja del Parlamento de Italia en Roma. REUTERS / Alessandro Bianchi

Esta condición junto con la de eliminar la obligación de los homosexuales de permanecer fieles para no equiparar sus uniones con los matrimonios católicos entre hombres y mujeres fueron requeridas por el socio de Renzi en el Gobierno, el conservador Nuovo Centrodestra, liderado por el ministro del Interior, Angelino Alfano.

Así, con los apoyos de la formación de Alfano, Renzi logró dar luz verde en el Senado al proyecto sometiéndolo a moción de confianza, un sistema que eliminó de un plumazo las enmiendas presentadas por la oposición.

Este sistema ha sido el mismo al que ha recurrido el Ejecutivo para convertir el documento en ley hoy en la Cámara de los Diputados.

De esta manera, se han evitado las votaciones anónimas y que se pudieran presentar nuevas enmiendas que postergaran su puesta en marcha, ya que esto conllevaría someterlo a una nueva lectura en el Senado.

El triunfo de Renzi es, por tanto, un triunfo edulcorado, pues Italia incluirá en su ordenamiento jurídico una ley que no es estrictamente la que hubiera querido para el país el que fuera alcalde de Florencia.

La ley ha contado con la oposición de los partidos más conservadores, de la Iglesia católica y de los defensores de la familia, que incluso organizaron una gran manifestación en enero en el Circo Massimo de Roma.

Entre los que están en contra de la ley se encuentra el líder de la ultraderechista y xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, que llamó hoy a la rebelión de los alcaldes de los ayuntamientos en los que gobierna su formación para que se nieguen a registrar estas uniones.

El llamamiento no ha sido compartido por la líder de la formación conservadora Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que precisamente es la apuesta de Salvini para la alcaldía de Roma en las elecciones del próximo junio. “Si soy alcaldesa, respetaré la ley aunque no celebre personalmente las uniones civiles”, ha dicho Meloni, tras las palabras de Salvini.

El Parlamento italiano aprueba la Ley que legaliza la unión homosexual

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia

Manifestación de apoyo a las uniones homosexuales en Italia. AFP

El parlamento italiano ha aprobado este miércoles con un voto de confianza la ley que legaliza la unión civil entre parejas homosexuales, un derecho que ya existe en la mayoría de los grandes países de Europa occidental.

La ley fue aprobada por 369 votos a favor y 193 en contra en la Cámara de Diputados, después de que fuera aprobada en febrero por el Senado, por lo que se convierte definitivamente en ley del Estado.

La nueva ley establece un estatuto para los que conviven -tanto heterosexuales como homosexuales- y crea para las parejas homosexuales una unión civil particular calificada de “formación social específica”.

El texto establece ayuda recíproca moral y material, la pensión de supervivencia, el permiso de residencia para el cónyuge extranjero y también la posibilidad de adquirir el apellido del compañero.

Después de dos años de negociaciones y de semanas de intenso debate en el Senado, el gobierno decidió someter la ley al voto de confianza y evitar todo cambio al texto.

“Hoy es un día de fiesta para muchas personas. Sobre todo para aquellas que se sienten finalmente reconocidas, para todos aquellos que, después de muchos años, cuentan con derechos civiles, de verdad civiles”, comentó el primer ministro Matteo Renzi en Facebook.

El proyecto fue impulsado por el gobierno de centro izquierda liderado por Renzi, quien se comprometió a sacar adelante la ley aún al precio de recortar la medida que da acceso a la pareja gay a adoptar hijos.

Hollande renuncia a nombrar un embajador gay en el Vaticano

El presidente francés envía a Stefanini a la Unesco al no recibir el plácet del Papa tras divulgarse su condición de homosexual

Laurent Stefanini

Laurent Stefanini.

Francisco ha sido más testarudo que François. El Papa ha ganado el pulso diplomático entablado por Hollande. Francia no tendrá embajador gay en el Vaticano. Laurent Stefanini, el candidato abiertamente homosexual designado en enero de 2015 por el Elíseo, ha sido nombrado finalmente representante oficial de París ante la Unesco. La Santa Sede dio la callada por respuesta. Nunca otorgó el plácet a esta víctima colateral de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo por la izquierda gala que tanto escoció en la Curia romana. Al cabo de quince meses de silencio catedralicio, el poder socialista se ha rendido a la evidencia.

De 56 años, soltero y sin hijos, Stefanini era el jefe de protocolo de la Presidencia francesa. Católico practicante, ejerció de consejero para asuntos religiosos en el Quai de Orsay, el palacete que alberga el Ministerio de Asuntos Exteriores. Entre 2001 y 2005 fue el número 2 de la Villa Bonaparte, sede de la embajada francesa en el Vaticano, donde dejó un grato recuerdo. Hasta fue condecorado con la orden de San Gregorio el Grande por el papa Juan Pablo II en persona. Bendecido por el cardenal Jean-Louis Vingt-Trois, arzobispo de París, parecía el aspirante idóneo cuando fue nombrado por el Consejo de Ministros el 5 de enero de 2015. «Es uno de nuestros mejores diplomáticos y reúne todas las cualidades requeridas para el puesto», pregonó Hollande.

Pero almas poco caritativas abrieron la puerta del armario a este homosexual notorio pero discreto. Ludovine de la Rochère, presidenta de ‘La Manifa para Todos’, hizo saber al nuncio apostólico en París que ese movimiento católico militante contra las bodas gay se oponía al nombramiento por su orientación sexual. El papa Francisco guardó silencio. En el Vaticano, el que calla no otorga. En el codificado lenguaje pontificio, la ausencia de respuesta equivale a negativa del necesario plácet.

El examen más difícil

Hace ahora un año, en abril de 2015, el Santo Padre recibió en discreta audiencia a Stefanini en la residencia de Santa Marta. La entrevista duró cerca de tres cuartos de hora. «Fue el examen oral más difícil de mi vida», confió el candidato a un amigo. A iniciativa de Francisco, los dos hombres rezaron juntos, revela el periodista francés Vincent Jauvert en el libro ‘La cara oculta del Quai de Orsay’. Luego el Papa le dijo que iba a seguir reflexionando. «Confiemos en San Antonio», añadió. El santo de devoción casamentera no obró el milagro con el apóstol del matrimonio homosexual. Según el semanario ‘Le Canard Enchaîné’, el Sumo Pontífice le explicó que no tenía nada en su contra pero que «no había apreciado ni las bodas para todos ni los métodos del Elíseo que intentó forzarle la mano».

Stefanini ha sido nombrado embajador de Francia en la Unesco, con sede en París. La embajada francesa en el Vaticano sigue vacante desde el 1 de marzo de 2014. La representación es ejercida en funciones por François-Xavier Tillette, segundo consejero en la Villa Bonaparte. La difícil misión le ha valido ser distinguido como caballero de la Legión de Honor en la promoción del 1 de enero de 2016.

El Elíseo no ha difundido el nombre del nuevo aspirante a embajador en la Santa Sede. Según el diario ‘Le Figaro’, el elegido es Philippe Zeller, con experiencia en Canadá, Marruecos, Hungría, Indonesia y Timor Oriental. Tiene 63 años, está casado, es padre de dos hijos y abuelo de un nieto. Y heterosexual. Un candidato como Dios manda.

 

Hollande pierde su pulso al Vaticano por el rechazo a un embajador gay

París retira a su nominado para la Santa Sede tras 15 meses de tenso silencio del Papa

Laurent Stefanini, el pasado 10 de abril, en el Elíseo

Laurent Stefanini, el pasado 10 de abril, en el Elíseo. Alain Jocard AFP

Las declaraciones de respeto a los homosexuales por parte del papa Francisco han sido claves para forjar su imagen de apertura y reformismo en la Curia romana, pero los hechos van por otro lado. El presidente francés, François Hollande, ha tenido que retirar su propuesta de nombrar a Laurent Stefanini embajador ante el Vaticano, que con su silencio durante 15 meses ha dejado claro a gritos que no le da su plácet porque es gay. Rechazado en Roma, Stefanini será a partir del próximo 25 el nuevo embajador de Francia en la Unesco.

Stefanini, de 56 años, era el candidato que, sobre el papel, tenía todas las cualidades para ser un perfecto embajador ante el papa Francisco. Formado en la Escuela Nacional de Administración, donde estudian las élites francesas, este católico practicante se encargó de los asuntos religiosos en el Ministerio de Exteriores y luego fue número dos en la embajada de Francia en el Vaticano entre 2001 y 2005, cuando fue condecorado con la orden de San Gregorio el Grande, una de las más altas distinciones papales. Después, ha sido jefe de protocolo en el Elíseo con los presidentes Nicolas Sarkozy y Hollande.

En enero del año pasado, París hizo pública su nominación. Mientras se esperaba el plácet vaticano, se publicó que era gay, a la vez que se recordaban algunas declaraciones del actual Pontífice. “¿Quién soy yo para juzgar a un homosexual que busca al Señor con buena voluntad?”, había dicho en 2013. Pero las semanas transcurrían sin respuesta a París por parte del Vaticano, donde sí se estaba juzgando la idoneidad de Stefanini.

Pasados tres meses, el silencio vaticano ya se había convertido en un embrollo. El portavoz del gobierno francés, Stéphane Le Foll, explicó en abril la doctrina oficial al respecto tantas veces repetida estos meses: “Esa sigue siendo la propuesta francesa. El Gobierno cree que es el mejor candidato”.

En junio, Stefanini fue llamado a Roma para un encuentro personal con el Papa. Nada trascendió de la entrevista, salvo que el pulso continuaba. En contra del plácet, la condición sexual del candidato y la ley de matrimonio homosexual de Hollande, calificada en su día de “derrota para la humanidad” por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin. Roma no movía ficha pese a que intercedieron a favor de Stefanini dos significados prelados católicos: el cardenal camarlengo Jean-Louis Touran, el más alto cargo francés en la Santa Sede, y el obispo auxiliar de París, André Vingt-Trois.

Pasados 15 meses de soterrada batalla, el Elíseo ha tirado la toalla ante la Santa Sede. Hollande acaba de nombrar a Stefanini para la Unesco a propuesta oficial de su jefe de Gobierno y del ministro de Exteriores. El rodillo vaticano no tenía el más mínimo indicio de ceder.

La historia se repite y Hollande conocía el precedente. En 2007, Sarkozy designó candidato a embajador ante el Vaticano a Jean-Loup Kuhn-Delforge. La Santa Sede lo rechazó tras un año de silencio por ser gay. El supuesto argumento del rechazo era que el aspirante tenía una pareja estable y que ambos aparecían juntos en los actos oficiales. Esta vez no valía ni eso. Stefanini es soltero.

Pese a semejante golpe, el Gobierno francés ha preferido hasta ahora guardar también silencio. Ni siquiera ha querido difundir el nombre del nuevo aspirante al puesto vaticano, vacío ya hace más de un año, aunque Exteriores niega que sea por temor a un nuevo rechazo.

«Podría perder mis pezones. Ese es mi mayor miedo»

Un joven británico relata sus temores antes de someterse a su primera operación de cambio de sexo

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“Podría perder mis pezones. Ese es mi mayor miedo”. Esto es lo que confesó Romario Wanlis, un transexual británico de origen jamaiquino, antes de someterse a su primera operación de cambio de sexo, una extirpación de senos, que finalmente salió con éxito. “Las cicatrices podrían no cicatrizar bien, lo que me deprimiría al tener un pecho irreconocible”, agregó.

“Es importante para mi someterme a esta operación, porque, estéticamente, creo que va a ayudar en mi autoconfianza”, reconoció Wanlis en declaraciones a la BBC.

“Es la oportunidad de sentirme un hombre común”.¡Seré capaz de llevar una camisa! Mi sueño siempre ha sido el de vestir una camisa tradicional africana estampada que se deslice por mi pecho de forma recta”, manifestó el joven.

“En serio, esta operación es un momento crucial en la vida de un transexual, porque tendré la oportunidad de sentirme como un hombre corriente. Por ejemplo, si quiero ir a un vestuario a cambiarme la parte de arriba, no tendré que ocultar los pechos”, recalcó.

“Someterme a la operación no es una cuestión de validez, en términos de si la gente me va a considerar un hombre”. “Si soy honesto, la cirugía para mi es algo más estético. Es una cuestión de vanidad”, admitió.

“Mi mayor preocupación es que mis pezones no estén a la misma altura”, manifestó. Sin embargo, esa preocupación se desvaneció despues de que le médico le quitara los puntos. Dos semanas de la operación, Wanlisa ha relatado a la BBC cuál ha sido su sensación al vestirse su camisa favorita. “Siempre quise que esta camisa me quedara perfecta. Ahora se ve tan diferente”, ha indicado orgulloso