Madrid se tiñe de Orgullo por el WorldPride

En 1977, además de las primeras elecciones generales tras la muerte de Franco, tuvo lugar la primera marcha del Orgullo Gay en Madrid. Minoritaria, controvertida, boicoteada… pero marcha al fin y al cabo. Ahora, 40 años después, la capital se prepara para recibir el 2 de julio el WorldPride, la mayor manifestación por los derechos LGTB del mundo, y lo hace con una inabarcable y heterogénea oferta cultural, tanto en la calle como en decenas de museos, salas de cine y de conciertos, teatros y galerías de arte de la ciudad.

El componente reivindicativo estará muy presente, pero también la vertiente lúdica, para convertir la semana del orgullo en una gran fiesta con bien de conciertos, representaciones teatrales, proyecciones y exposiciones, tan diversas como los colores de la bandera gay. Bucear en la programación cultural del WorldPride es como zambullirse en un océano de propuestas, con el barrio de Chueca como epicentro pero repartidas a lo largo y ancho de la capital.

Música

El santo y seña más tradicional del Orgullo son los conciertos al aire libre, que este año se multiplican y se reparten por distintos espacios públicos de la ciudad, con más de 30 artistas nacionales e internacionales.

El Festival Cultural Muestra.t (Plaza del Rey, del miércoles 28 al domingo 2) apuesta por músicos de todo el mundo, como el estadounidense de raíces costarricenses Dorian Wood o el dúo cubano formado por Jade y Jorge Iván.

El escenario de Puerta del Sol (del miércoles 28 de junio al sábado 1 de julio) acogerá los conciertos de Alaska, Nancys Rubias, C. Tangana, Algora, Cycle e Innocence, entre otros, los sets de DJ Suri y DJ Harry Louis y las fiestas especiales de Befresh, Onda Orgullo y PeopleFM PrideFest, entre otras. Eso implica muchas horas de música y baile, que se completan el viernes 30 con la Gala Mr. Gay Pride España, que celebra su décimo aniversario con las actuaciones especiales de Azúcar Moreno, Mirela y Whigfield.

También el viernes, en otro de los puntos calientes de las celebraciones, la Plaza de España, el British Council organiza el Festival Love, con algunas de las figuras más relevantes de todas las que participarán en el WorldPride. Hablamos de la banda británica de house 99 Souls y de Fleur East, con un pie en la música disco de Gloria Gaynor y otro en el dance más actual.

La misma noche, en la Puerta de Alcalá, Baccara, OBK, Olé Olé, The Weather Girls y Marta Sánchez protagonizarán la Gala WorldPride Hits, presentada por La Terremoto de Alcorcón.

El plato fuerte llegará el sábado 1 con la Gala Europride, muy volcada en esa identificación del concurso de Eurovisión con las reivindicaciones LGTB. Por el escenario de la Puerta de Alcalá pasarán Rosa López, Barei, Ruth Lorenzo, LeKlein, Kate Ryan, Conchita Wurst y Loreen. Tras el desfile del domingo se celebrará en el mismo lugar la Gala WorldPride, que contará con la actuación del italiano Francesco Gabbani.

Cine

Del 26 al 30 de junio, en diversas sedes (Palacio de la Prensa, Círculo de Bellas Artes, Alcalá 31, Casa de América, Filmoteca Española), se celebra el Festival Cinema Pride, buque insignia de la programación cinematográfica de este WorldPride. Se proyectarán diferentes películas de temática LGTB, entre las que destacan títulos de estreno como Tom of Finland y Chavela, cintas de trayectoria contrastada como La mala educación y La calumnia, y curiosidades como el documental 5 pulgadas, que retrata la influencia de las apps de contactos en el colectivo homosexual.

En paralelo al Cinema Pride, otro festival multidisciplinar como el Mulafest acogerá en IFEMA la proyección de un ciclo de documentales en torno a la diversidad sexual, además de la mayor exposición de arte dedicado al erotismo del mundo.

A partir del 30 de junio, una edición especial del Madrid Fashion Film Festival toma el relevo en El Paracaidista (c/La Palma, 10) con Strike a Pose, documental de estreno en España que narra la historia de los bailarines que acompañaron a Madonna en el Blond Ambition Tour de 1990. Dentro de su programación, otras dos películas recientes: Mapplethorpe: Look at the Pictures, sobre el icónico fotógrafo, y Carol, un clásico moderno protagonizado por Cate Blanchett y dirigido por Todd Haynes, todo un referente cinéfilo para la comunidad homosexual.

Artes escéncias

Uno de los primeros escenarios en abrir fuego será el de la Plaza Pedro Zerolo, que del miércoles 28 al sábado 1, se convertirá en el escenario del WorldPride Cabaret, con una selección de artistas nacionales e internacionales del transformismo. La programación comienza con un fragmento del espectáculo australiano Briefs (en el Teatro Calderón hasta el 9 de julio), que reúne teatro, circo, cabaret y comedia drag. Será el primero de una muestra que recoge representaciones breves de shows como El Cabaret de los hombres perdidos, Sharonne o Vienna for Madrid.

Para los amantes del teatro, la oferta es amplísima. Dentro del ciclo Iguales, programado por la sala Nave73 (Palos de la Frontera, 5), encontramos hasta el 2 de julio 10 obras que celebran la diversidad y apuestan por romper tabúes, con títulos como De otro color, Segismunda o Extremófilos.

Una de las representaciones más esperadas es Los amores oscuros, en el Teatro Español, un relato «contado y cantado» sobre la última relación sentimental de García Lorca con Juan Ramírez de Lucas. En los Teatros Luchana, El gol de Álex, de Antonio Hernández Centeno, se atreve a contar el romance entre dos futbolistas, submundo homófobo donde los haya. Y en DT Espacio Escénico, en la calle de la Reina, el ciclo teatral V.O. con seis obras como Amado mío o Tatatababo: Por mí y por todos mis compañeros, además de otros 20 espectáculos.

Exposiciones

Tanto el Museo del Prado como el Thyssen se unen a la celebración del WorldPride con sendas exposiciones. La mirada del otro: escenarios para la diferencia propone un acercamiento a su colección permanente a través de 30 obras como el grupo escultórico Orestes y Pílades de la Escuela de Pasiteles o David con la cabeza de Goliat de Caravaggio, que se articulan en seis recorridos temáticos por una de las pinacotecas más importantes del mundo.

El Thyssen-Bornemisza también apuesta por desvelar el trasfondo de algunas de sus piezas más relevantes a través de Amor Diverso, una mirada diferente hacia el arte para abordar conceptos como identidad y orientación sexual en la que están incluidas obras de Caravaggio, Bacon, Rodin, Bronzino o Hockney.

La fotografía también tendrá su cuota de protagonismo, sobre todo gracias a Subversivas.40 años de activismo LGTB en España, en CentroCentro (Palacio de Cibeles. Plaza de Cibeles, 1), un viaje a través de las pancartas históricas de cada manifestación del Orgullo, con sus respectivos lemas.

Tiradores de élite para proteger el WorldPride

Un policía armado vigila los alrededores de la Plaza de Colón, en el centro de Madrid. OLMO CALVO

La preocupación es máxima. «Estamos hablando de un despliegue de seguridad casi sin precedentes y con una situación de alerta antiterrorista prácticamente máxima. Y todo, bajo la sombra de los atentados últimos cometidos por los yihadistas en Gran Bretaña. No son días fáciles para nosotros», apunta un responsable policial con labores de coordinación en el despliegue de seguridad que se inició «hace muchos meses».

Porque Madrid celebra desde ayer el WorldPride, la celebración mundial del Orgullo Gay, que se prolongará hasta el próximo 2 de julio. La almendra de la capital, según los organizadores, puede recibir hasta tres millones de personas y generar unos ingresos que superarían los 300 millones de euros. La multitud de actos es lo que ha llevado a los responsables de la seguridad del Estado ha desplegar un dispositivo diferente. «Esto no es proteger un evento deportivo, una final de la Champions».

Durante más de una semana son cientos de miles de personas los que se desperdigan por diferentes puntos de Madrid. Ni siquiera es comparable con la seguridad en eventos como los Juegos Olímpicos de Barcelona o la Expo de Sevilla, ya que en ambos casos las zonas estaban más acotadas. Porque, además, como recuerdan los expertos, para el islamismo radical, el mundo homosexual es un objetivo declarado. Hay un acto central que es el que más preocupa, el desfile del día 1 de julio, que recorrerá desde la estación de Atocha hasta la plaza de Colón.

Un papel principal en el dispositivo tendrán los francotiradores de élite, que estarán apostados en puntos estratégicos y de máxima sensibilidad para garantizar la seguridad.

Explican especialistas policiales que los servicios de información y de inteligencia llevan meses peinando los lugares donde se presume que habrá más concentración de gente. Es decir, investigando las viviendas y lo alquileres de las zonas más sensibles de la capital donde se producen los eventos más multitudinarios. «El barrio de Chueca está muy trillado», apuntan estas fuentes. Los especialistas en subsuelo analizan y sellan todo el alcantarillado ante la posibilidad de que se coloquen explosivos.

Como recuerdan estos especialistas, la seguridad no es sólo durante el evento, se trabaja desde meses antes en el estudio y elaboración de los dispositivos y en las labores de inteligencia. Porque, en este despliegue, la inteligencia ha funcionado mucho. Se han pedido análisis a los observadores, a las antenas desplazadas a las zonas calientes del planeta por si hubiera cualquier tipo de indicio o de información en la que los radicales hablaran de Madrid y de las jornadas del Orgullo.

«La seguridad no es sólo la presencia policial», añaden estas fuentes. Sí explican que en el dispositivo que ayer arrancó participarán directamente más de 2.000 policías, entre agentes de la Policía Nacional y de la Municipal de Madrid.

El despliegue y la vigilancia no sólo afecta a las zonas calientes sino también a puntos estratégicos de comunicación y transporte de la capital y de sus cercanías.

Vigilancia en el aeropuerto

Uno de los más vigilados está siendo el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, punto de entrada de la gran mayoría de los visitantes. El control de viajeros en estas fechas está siendo aún más exhaustivo de lo habitual. Pero lo mismo ocurre en otros aeropuertos de España, que también sirven de vía de entrada para estas festividades.

«Habrá mucha presencia policial en Madrid, la máxima que podemos, uniformada. Pero también de paisano». En los diferentes eventos está previsto que estén presentes no menos de 500 agentes camuflados. El despliegue contempla mucha presencia de uniformados, muchos de ellos a caballo, «ya que es una figura muy intimidatoria», recuerdan. Pero mezclados con el público, cientos de agentes sin uniforme, preparados para intervenir a la mínima. «Haremos controles y cacheos selectivos», apuntan fuentes policiales que consideran que las labores preventivas siguen siendo clave. Igual que el trabajo de las unidades de subsuelo y de caballería serán importantes, la vigilancia aérea también será estelar. Porque, durante los eventos centrales, la Policía quiere tener de forma permanente ojos en el cielo, helicópteros que vayan informando al centro de control de cualquier tipo de incidencia que se produzca. La intención de los responsables del dispositivo es que al menos dos helicópteros permanezcan en vuelo durante los eventos más significativos.

Otra de las obsesiones, blindar los recorridos prioritarios ante posibles ataques con vehículos. No es la primera vez. Desde el atentado en Niza con un camión, los especialistas en seguridad han convertido los bolardos en un elemento más de sus despliegues. Se baraja aún la posibilidad de que los camiones con las carrozas sean conducidos por efectivos de la Seguridad del Estado. En cualquier caso, el chequeo a los conductores de los camiones será intenso. Se investigará su identidad para comprobar antecedentes. Los geo también están de guardia.

Madrid bajo vigilancia

Gran despliegue de seguridad. Intervendrán más de 2.000 agentes, muchos a caballo, tanto de la Policía Nacional como de la Municipal de Madrid, coordinados desde la Delegación del Gobierno.

La inteligencia, clave. Desde hace meses, los analistas han estudiado la información que recibían sus ‘antenas’ sobre cualquier referencia islamista a la celebración mundial del Orgullo Gay en las calles de Madrid.

Vigilancia de las viviendas. Efectivos de información han trillado durante semanas los puntos «más calientes» de Madrid durante las festividades y han investigado las viviendas alquiladas.

Sellado de alcantarillas. El despliegue policial ha incluido la actuación de las unidades de subsuelo, que revisan y sellan todo el sistema de alcantarillados de las zonas afectadas ante el riesgo de bombas.

Potente control aéreo. Los encargados del dispositivo contemplan mantener durante los acontecimientos que más público congregan dos helicópteros de manera permanente.

Policías camuflados. Los especialistas han dispuesto no sólo un control de cacheos selectivos y una elocuente presencia de uniformados, sino también no menos de 500 policías camuflados.

Tiradores de élite. Los responsables policiales han organizado el despliegue de francotiradores de élite, para repeler cualquier agresión, en puntos estratégicos.

La Policía detiene a tres neonazis en Chueca por agredir a una pareja homosexual

Tres neonazis detenidos en Chueca por agredir a una pareja homosexual

La Policía Nacional ha detenido a tres neonazis acusados de un delito de odio por agredir, escupir e insultar a una pareja de homosexuales en la plaza de Pedro Zerolo del barrio de Chueca de Madrid.

Según han confirmado a Efe fuentes de la Jefatura Superior de Madrid, el suceso ocurrió en la noche del sábado al domingo, sobre las 4 de la mañana, cuando varios individuos que estaban en la plaza comenzaron a increpar a la pareja al grito de “maricones”.

Los arrestados realizaron gestos nazis, escupieron y llegaron a golpear a las víctimas de la agresión, aunque no constan lesiones. Según las fuentes policiales, están acusados de un delito de odio.

La agresión se ha producido en la plaza que sirve de epicentro de las celebraciones del Orgullo Gay, que esta semana tienen a Madrid, sede del World Pride 2017, como capital mundial de la celebración.

Los verdaderos Juegos de Madrid

La candidatura de Madrid para ser esta semana la capital mundial del Orgullo se hizo un minuto antes del fin del plazo

Un grupo de personas se fotografía en el madrileño barrio de Chueca. ANDREA COMAS

Madrid abre este fin de semana una de las fiestas más grandes de su historia: el World Pride, Orgullo Mundial, la cita que reivindica a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de todo el mundo. Entre cifras mareantes (se prevén más de dos millones de visitantes), hoteles a reventar y alquileres con precios disparados, el Orgullo ha echado a andar después de un periplo administrativo de siete años, cuando los colectivos presentaron la candidatura. Se decidió en un concierto de Kylie Minogue, se compitió con Berlín y, finalmente, la capital se hizo con el premio. Madrid es, pues, desde este fin de semana, el escaparate planetario de los derechos y las libertades ciudadanas y de la tolerancia sexual

Un día después del primer desfile del World Pride, que reunió a 250.000 personas en las calles de Roma, el papa Juan Pablo II apareció en el balcón de la plaza de San Pedro, bajo un sol abrasador, y dijo que aquello había sido una “afrenta”. No podía callarse por “fidelidad a Dios”: los “actos de homosexualidad” son “contrarios a la ley natural”, aunque no se podía obviar que “un número no insignificante de hombres y mujeres presenta profundas tendencias homosexuales”, por eso pidió, en un tortuoso giro de su discurso, compasión hacia ellos y “evitar cualquier discriminación”. “Lo único contra natura”, zanjó el activista Franco Grillini, “es la homofobia”.

Era el año 2000 y la Iglesia celebraba el Gran Jubileo, el aniversario del nacimiento de Jesús. Pues bien, Roma fue en julio la capital mundial gay: un hecho simbólico trascendental que el Vaticano trató de impedir y sabotear sin éxito (bajo su presión el Ayuntamiento retiró las ayudas, luego las repuso). Una muchedumbre creyente se consoló con el airado discurso del Papa. ¿Pero quién estaba detrás de la organización del Orgullo Mundial en la capital del cristianismo el año del Gran Jubileo? Interpride, el nombre que reúne a las asociaciones LGTB de todo el mundo, y un nombre, Paul Stenson. Stenson decidió fundar el evento en el año 2000 y que éste se celebrase cada cinco años, aunque esto terminó variando.

Tras Roma, el siguiente destino fue otro órdago: Jerusalén. Jerusalén Open House, organización de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, no se arredró a pesar de las graves amenazas. Líderes de confesiones religiosas enfrentadas durante siglos se pusieron de acuerdo en clamar al cielo por lo que consideraban una blasfemia. Diferentes colectivos llamaron a la guerra santa si se celebraba el desfile. La organización llegó a proyectar escenarios en los que se contaban números de heridos y muertos. Finalmente, el World Pride se celebró (conciertos, conferencias, cine) sin el desfile central; la razón era que no había suficientes soldados para proteger a los manifestantes.

Roma y Jerusalén echaron a rodar un acontecimiento que siguió cogiendo un vuelo extraordinario en las siguientes citas, Londres y Toronto. Más allá del enorme tirón turístico y de las cifras que circulan estos días —más de dos millones de visitantes espera Madrid, los hoteles están llenos y los alquileres se han disparado—, el World Pride es una cita de libertad y tolerancia que reúne a millones de personas en la ciudad que se haya postulado y ganado el derecho a ser sede del acontecimiento. Si Madrid ha llegado hasta aquí ha sido gracias a un camino durísimo emprendido por muchas personas anónimas que, primero en la dictadura y luego en la democracia, derribaron puertas impensables y pusieron las vigas maestras de una sociedad que cada año da pasos nuevos.

Juan Carlos Alonso, coordinador general de World Pride Madrid, empezó a madurar la idea muy pronto. Pero no tuvo ninguna prisa. Las primeras conversaciones entre los colectivos LGTB (AEGAL, FELGTB Y COGAM) empezaron en 2010. “Habíamos reunido experiencia durante muchos años: desde 2004 estábamos en las organizaciones internacionales. Pedimos organizar el EuroPride, que nos lo dieron en 2007: eso fue la internacionalización del Orgullo en Madrid. Y 2010 fue un año muy importante”. Ese verano actuó Kylie Minogue en la Plaza de España. Madrid estaba a reventar de gente en su Orgullo. Al pie del escenario se encontraban Alfonso Llopart, director de la revista Shanghái, y Juan Carlos Alonso. “Alfonso me dijo: ‘Yo creo que ya, ¿no? Después de esto’. Y respondí: ‘Pues no. Todavía creo que podemos hacer algo más’. Empecé un periplo de un año de viajes, me entrevisté con compañeros de asociaciones internacionales y en 2011 anunciamos que queríamos organizar el World Pride”.

La siguiente parada fue en las instituciones. Entonces gobernaba el PP en Ayuntamiento y Comunidad. Los organizadores se presentaron a Alberto Ruiz Gallardón. “Le explicamos el procedimiento: hay que hacer un proyecto, viene un comité internacional, hay una serie de inspecciones. Se presenta un programa, contenidos, un plan de seguridad. Hay entrevistas en las que tienes que tener respuesta para todo, y finalmente dispones de media hora en la asamblea para defender el proyecto”. Normal que Gallardón, tras escucharles, dijese: “Bueno, pero esto es como los Juegos, ¿no?”. “Sí, pero esto lo ganamos”, respondió Alonso. Con Ahora Madrid y con el PP de la Comunidad la sintonía también fue perfecta.

Madrid competía con Berlín por el World Pride 2017. El plazo para presentar la documentación finalizaba en julio. Y entonces, cuando los madrileños tenían el 95% de su proyecto ya hecho, la organización recibió una llamada de Berlín. “No les daba tiempo. Nos pedían ampliar el plazo al 31 de agosto. No nos convenía: nosotros ya habíamos acabado. Pero queríamos competir con ellos en buena lid”. Había terminado el Orgullo de Madrid y Alonso hizo las maletas para ir al World Pride de Londres. Los delegados españoles habían enviado junto a Berlín una petición para ampliar del plazo y dieron por hecho que Interpride aceptaría al estar las dos candidaturas de acuerdo.

En taxi de camino a Barajas, Alonso recibió un mail urgente: no se modificaba el plazo de entrega y éste terminaría a las 12 de la noche de ese mismo día, como estaba acordado. El taxi dio la vuelta y los colectivos LGTB se reunieron de urgencia para apurar todos los trámites, ordenar la documentación y terminar los últimos papeles para enviarlo todo antes de medianoche. A las 23.59 se envió el mail con la candidatura de Madrid. Poco después se recibió respuesta: la ciudad española era candidata y Berlín no había llegado a tiempo. En Boston, tres meses después, 270 delegados votaron por unanimidad a Madrid como capital mundial del Orgullo.

Cuatro denuncias en un día por colgar una bandera arcoíris en un bar en Chueca

La administradora de la finca considera que los colores no son adecuados a la fachada del inmueble

Fachada de la Cafetería Noma con la bandera en Chueca. EL PAÍS

“La policía ha venido seis veces entre el martes a las 8.00 de la mañana y el miércoles a las 12.00”, explica el propietario de la cafetería Noma, situado en el número 44 de la calle de las Infantas, en el barrio de Chueca de Madrid. Según cuenta, las cuatro primeras veces las visitas tenían que ver con denuncias relacionadas con una bandera del Orgullo, la arcoíris, que el propietario había colgado en la fachada. El resto, eran quejas por motivos que nunca antes había escuchado.

El lunes 19 de junio el propietario recibió un correo electrónico: la empresa administradora de la finca le pedía que retirase la bandera arcoíris que, con motivo del día del Orgullo, había colgado en la fachada del bar. El mensaje manifestaba que los colores no pegaban con la imagen de la fachada y que había vecinos que estaban molestos.

“Hemos proyectado partidos de fútbol, hemos puesto banderas y nunca nadie ha dicho nada”, afirma el propietario del local.  Al día siguiente, cuenta, mientras estaba revisando con su abogada el correo recibido, le llegó una llamada desde el local: la policía municipal había acudido con los bomberos y estaban tratando de quitar la bandera. “Me pareció una exageración que a la calle Infantas acudiera un enorme camión de bomberos a quitar una bandera que ni siquiera está anclada […] Yo dije que no pensaba quitarla”, explica. El mismo día, según el propietario, volvió a acudir la policía a pedir que quitasen la enseña porque “violentaba a los vecinos”. El dueño de la cafetería se negó de nuevo.

“Como vieron que no quitaba la bandera, empezaron a poner quejas de otro tipo”, asegura el hostelero. Según detalla, después de las críticas por la bandera, llegaron otras por un supuesto horno ilegal, o por la falta de permisos. “Nos parece un acoso por parte de algunos vecinos, porque sabemos que no ha sido toda la comunidad”, apunta. Con la ayuda de la asociación Arcópoli, el propietario de la cafetería tratará de mantener la bandera en su lugar. Ambos mantienen que lo que subyace es una “discriminación por homofobia”.

LOS VECINOS MANTIENEN QUE NO SE TRATA DE UN CASO DE HOMOFOBIA

Los vecinos del inmueble aseguran que las denuncias no son por un tema de homofobia y que ya ha habido problemas con el propietario del inmueble anteriormente. Según ellos, sus tienen relación con los problemas de seguridad que implican colocar una bandera así de grande sobre los cables de la luz, y por eso fueron los bomberos.

Desde la comunidad consideran que el propietario ha sacado el tema de la homofobia para “dar la vuelta a la situación”. Según ellos, la junta de vecinos decretó que este señor no podía acercarse a ningún propietario del inmueble. Afirman haber tomado esa decisión después de que el dueño del bar amenazara varias veces al conserje. “Hay un proceso judicial abierto contra esta persona por acoso”, aseguran.

La cifra negra del arcoíris: Los delitos homófobos crecen un 36%

El pasado año las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de 230 delitos homófobos frente a los 169 de 2015

Madrid se viste con la bandera del arcoiris como la capital mundial de los derechos de la comunidad LGTBI, un referente internacional que contrasta con un dato en negro: los delitos de odio homófobos suben un 36% en España y eso que no todas las víctimas se atreven a denunciar.

Así lo constata el último informe sobre incidentes de odio de 2016, presentado recientemente por el Ministerio del Interior, un estudio que revela que el pasado año las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de 230 delitos homófobos frente a los 169 de 2015.

Y aunque no es el delito de odio más numeroso -el racismo o la discapacidad acaparan más de la mitad de las 1.272 infracciones registradas en 2016- los cometidos contra la orientación o identidad sexual de una persona son los que más aumentan.

De los 230 hechos conocidos, las Fuerzas de Seguridad consiguieron esclarecer 166 -un 72,2%- y detuvieron a 99 personas.

Barcelona, con 60 incidentes, y Madrid, con 42, son las dos comunidades autónomas en peor situación, revela el estudio de Interior, respecto al que muestran su preocupación la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, así como la asociación Arcópoli, que coordina en la región madrileña las acciones del Observatorio contra la LGTBfobia.

Para el presidente de la Federación (FELGTB), Jesús Generelo, estos datos demuestran que “algo está fallando” porque las agresiones a la comunidad LGTBI, cometidas normalmente por personas “muy jóvenes”, siguen siendo “muy elevadas”, mientras “las herramientas punitivas que contempla la actual legislación no son suficientes”.

Rubén López, el vocal de delitos de odio de Arcopoli tiene claro que las últimas cifras ofrecen una fotografía no nítida, porque plasman un aumento de denuncias pero no reflejan toda la realidad del creciente fenómeno del discurso del odio homófobo contra el que las asociaciones llevan combatiendo durante años.

De hecho, en lo que va de año y solo en la Comunidad de Madrid, el observatorio contra la LGTBfobia ha registrado ya 107 incidentes frente a un porcentaje de denuncias muy inferior. La explicación se debe, asegura a EFE López, a que el colectivo LGTBI aún tiene reparos en revelar a un hombre uniformado de la Policía que le han pegado o insultado por su condición sexual. “Que nadie se engañe. Hay mucha gente que vive con sus padres, que sigue en el armario y que no denuncia por miedo a que les llegue una notificación”, destaca López, que asegura que el perfil de la víctima de un incidente homófobo -desde un puñetazo hasta al expulsión de un local- es el de un hombre menor de 30 años cuando en fin de semana y de madrugada se aleja del barrio de Chueca.

Pero la Policía anima a denunciar y recuerda que persiguen a los autores de estos hechos. De los 230 incidentes, 166 fueron esclarecidos con la detención o imputación de 99 personas, la mayoría hombres.

Este año como muestra de su implicación para acabar con este tipo de agresiones “darán la cara” en las fiestas del orgullo. Por primera vez, la asociación LGTBIPOL, nacida a principios de año y que integran unos treinta agentes de Policía y Guardia Civil, desfilará el 1 de julio por las calles de Madrid.

Un síntoma, dicen las asociaciones, de que el camino es el adecuado pero también el de que queda “mucho por hacer”, especialmente para atajar el discurso de odio en las redes sociales, que en las últimas semanas han servido de escenario al “brote” de insultos y ofensas por los polémicos semáforos con figuras de parejas homosexuales.

Arcopoli lleva semanas analizando más de un millar de tuits y comentarios en Facebook o de periódicos para presentarlo ante la Fiscalía de Delitos de Odio, a la que también acudió para denunciar la “impunidad” con la que fomenta el discurso homófobo la web DailyStormer. López confía en que las fiestas del orgullo sirvan para concienciar y dar pasos para dejar atrás definitivamente el odio al homosexual, aunque están preparados para que en las próximas semanas suban los ataques de odio al colectivo LGTBI.

España retrasa la implantación de la pastilla que previene el VIH

Los expertos piden a Sanidad que agilice la aprobación del tratamiento preventivo (PrEP) contra nuevos contagios

Gabriel Sánchez, de 29 años, participa en un ensayo clínico de Truvada. KIKE PARA

El 85,9% de los nuevos casos de VIH diagnosticados en 2015 en España fueron hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres. El Grupo de Estudio de Sida (Gesida) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica exige al Ministerio de Sanidad que agilice la implantación del fármaco Truvada como tratamiento preventivo contra nuevos contagios. Pero el Gobierno no solo no tiene plazo sino que aún estudia la viabilidad de una profilaxis que, según los expertos, reduce el peligro de infección hasta en un 86%.

El Gesida presentó hace un año al Ministerio de Sanidad las recomendaciones para elaborar un plan de prevención contra el VIH que no ha prosperado. Los expertos piden su “aplicación sin demora”. Según fuentes del ministerio, de momento, van a empezar “en breve” un estudio, en el que participan Cataluña y el País Vasco, para valorar “si es factible implantar esta medida preventiva”. “Nosotros creemos que es innecesario, ya sabemos cómo funciona el Truvada. Hay estudios suficientes. Hay que arrancar, no esperar más”, dice el presidente de Gesida, José Antonio Pérez Molina.

El tratamiento preventivo, conocido como profilaxis previa a la exposición (PrEP, por sus siglas en inglés) consiste en que una persona sana que va a tener una relación sexual con riesgo de contagio tome Truvada, un medicamento antirretroviral, para evitar la infección. Puede tomarse una píldora a diario o dos días antes de la relación sexual y una el día posterior, por lo que ha pasado a conocerse como “la pastilla del día antes”. El peligro de infección se reduce hasta un 86%, según el estudio PROUD publicado en The Lancet, una referencia en Medicina.

En Estados Unidos o Francia ya se receta de forma preventiva. Portugal dio el paso hace unas semanas y tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia Europea del Medicamento recomienda el PrEP a personas con alto riesgo de infección (hombres que tienen sexo con otros hombres y mujeres transexuales) combinado con prácticas sexuales seguras. “La epidemia está lejos de estar controlada”, ha dicho este jueves Pérez Molina, ya que en España se diagnosticaron 3.428 nuevos casos de VIH en 2015.

Los expertos en VIH matizan que la implantación de la PrEP no es la panacea para acabar con la epidemia pero sí una acción importante, tanto como el diagnóstico precoz. En España, el 25% de las personas que están infectadas no lo saben y son los principales transmisores de este patógeno. “El medicamento es una herramienta para la prevención que se debería sumar a otras como la educación sexual, pero no es una barra libre de pastillas para tener sexo sin condón, ni está dirigida a toda la población”, ha señalado Pérez.

El medicamento solo se consigue de forma legal en España con prescripción médica y en farmacias hospitalarias, lo que ha desembocado en un menudeo incipiente en el mercado negro. Gabriel Sánchez, de 29 años, es seronegativo, pero participa en un ensayo clínico de este fármaco. El joven asegura que hay camellos en aplicaciones móviles para chicos homosexuales que venden la pastilla por 20 euros. “De esta forma no tienes garantías ni sabes lo que estás tomando”, sostiene. Según informa el presidente del Gesida, hay unas 1.500 personas en España, “que la toman de forma irregular”.

En redes sociales para varones como Grindr o Scruff, los usuarios pueden marcar en su perfil si están en tratamiento PrEP. “Hay chicos seropositivos que ven en mi perfil que estoy tomando Truvada y me escriben para tener relaciones sin protección, pero ese no es el punto. Además, no estás protegido frente a otras enfermedades”, cuenta este joven. Esta es una de las principales críticas al tratamiento preventivo: el incremento de infecciones de transmisión sexual (clamídea, gonorrea, sífilis). Pero los expertos en VIH consideran que los controles anuales que lleva asociado la implantación de PrEP favorecería el control de las infecciones y, por tanto, su reducción. Sobre el precio (unos 400 euros al mes por paciente), prevén que esté disponible a lo largo de este año el genérico, lo que abarataría el coste.

Los nuevos diagnósticos de VIH en España son superiores de la media de la Unión Europea. La tasa es de 7,39% por cada 100.000 habitantes, según un informe del ministerio de Sanidad. En total se estima que viven en España entre 130.000 y 160.000 personas infectadas.

Madrid: arcoíris gay

  • RAÚL DEL POZO

/ULISES CULEBRO

El Madrid soñoliento -bajo el sol que hace granadas, con mi perrita ladrando porque cree que está en el infierno- será el Ática. Ha aparecido una bandera de 100.000 lazos irisados en la Cibeles, nuestra estatua de la libertad. El arcoíris sale después de la lluvia; luego es falso que lo colocara Dios para asegurar que no habría otro diluvio. Miles de años después, las diosas Cibeles Iris anuncian la fiesta mundial de la diversidad y la del orgullo gay.

Me dijo ayer Kike Sarasola: “Me siento orgullosísimo de ser de Madrid, la capital de la libertad. Van a venir miles de parejas gais con hijos. Será una fiesta familiar”. Le pregunto si hay todavía en España brotes de homofobia y me dice que queda el “0.001 por mil de imbéciles”. “En España se les acepta y se trata con mucho respeto a los homosexuales”, explica.

Madrid, qué bien resistes, qué bien recibes, eres la capital de la tolerancia, como lo fue San Francisco. Ciudad libre para los homosexuales, lesbianas, bisexuales, travestis, ninfas. Subirán a las carrozas para afirmar que han alcanzado el derecho de ciudadanía y tendremos que compartir el jergón, la petaca, la piltra o el polvero con sirenas de pluma. Va a empezar la manifestación más grande del universo: dos millones y medio de bodies, con los hospitales preparados para dar píldoras anti VIH a los que se den puntazos.

El anglicismo gay está aceptado y esto es posmoderno y vanguardista. En la Democracia española todos los partidos aceptan el matrimonio homosexual; se lo recordaba el otro día un socarrón a un ex alcalde del PP: “Me han dicho que nunca se han visto tantos gais como en el Congreso del PP de Sevilla”. El ex alcalde respondió que no ha habido recientemente un congreso en Sevilla, a lo que María Dolores de Cospedal apuntó: “Sí lo hubo, hace poco más de un mes”.

La intolerancia tiene una historia negra y feroz de persecución religiosa y política. Hoy, el Vaticano del Papa Francisco ya no considera la homosexualidad como pecado nefando y hubo papas tolerantes, como Sixto IV, que hizo cardenal a su barbero por ser padre de su amante.

Otros pontífices y reyes fueron feroces. Felipe II dio esta orden antes de la batalla de Lepanto: “Los que sean cogidos por sodomíticos, instantáneamente sean quemados, y en esto serán comprendidos el haciente y el paciente”. A los que practicaban la sodomía se les consideraba mariposas; se les acercaba a la fogata y si no se arrepentían morían quemados.

No consideremos esta apertura española como definitiva; suele haber marchas atrás. La homosexualidad estuvo institucionalizada, y hasta sacralizada, en civilizaciones antiguas. Aristóteles explicó el fenómeno afirmando que los griegos la consideraban un modo de controlar la natalidad. “El amor por los jóvenes de los griegos -escribe Durrell– echó firmes raíces y encontró incluso las más benditas sanciones por parte de la religión”. Era cuando cantaba Safo: “Con la suave Venus/ en delicioso lecho/ dormí entre frescas rosas/ dormí amorosos sueños”.

Esta psicóloga ayuda a las lesbianas a dejar de ser invisibles

“La sociedad les envía tantos mensajes negativos que muchas terminan creyéndolos”

 

Cuando la sociedad piensa en una pareja de lesbianas lo hace, a menudo, como en un objeto deseo propio o ajeno, en vez de como a dos personas con derecho a desear. A pesar del cambio positivo que han experimentado los derechos del colectivo LGTB+, ellas siguen siendo el sector menos visible. Paula Alcaide es psicóloga especializada en atender a mujeres homosexuales y bisexuales. Se enfrenta a diario en su consulta a los problemas derivados de este doble estigma, del que habla con Verne a pocos días del World Pride de Madrid.

Paula Alcaide

Centrada en un tema que abordan muy pocos profesionales, Alcaide sueña con quedarse sin pacientes, en su gran mayoría mujeres que no se sienten escuchadas. Trabaja con ellas las claves para enfrentar ese conflicto.

“El principal punto a trabajar como mujeres no heterosexuales es el de la asertividad, que no les cueste marcar límites de forma cordial”, dice Alcaide. “Si fueras heterosexual, ¿dirías o harías algo en vez de quedarte callada? Pues entonces hazlo” es el consejo habitual que suele dar a sus pacientes.

Además de la frustración por esa falta de reconocimiento, otros temas que la psicóloga suele tratar con sus pacientes son “la vergüenza, la ansiedad y la hipervigilancia para que no se note su condición sexual, especialmente en zonas pequeñas”.

Todo ello se traduce en un suceso muy común, la llamada “lesbofobia interiorizada”, que también impide que muchas lesbianas reclamen de forma pública sus derechos. “Son tantos y tan habituales los mensajes negativos que la sociedad les envía de forma directa o indirecta, que resulta muy complicado no terminar creyéndoselos”.

Alcaide, en la treintena, colaboró con el departamento de psicología social de la Universidad de Barcelona y antes de comenzar a involucrarse en activismo lésbico. Gestionó el grupo LesCat (Lesbianas en Cataluña) y es copresidenta de la Asociación Afirma’t. Ahora es responsable de diversidad sexual en la Fundación Salud y Comunicad (FSYC).

Desde su consulta en el Institut d’Estudis de la Sexualitat i la Parella en Barcelona atiende a mujeres de todo rango de edades, aunque también lo hace a través de internet. Colabora con Gabriel Martín, especiaizado en psicología afirmativa gay y que contó en Verne en primera persona su experiencia al nacer con órganos intersexuales.

¿Por qué asertividad?

Alcaide Asesora a aquellas mujeres que son minoría entre la minoría. O al menos es lo que su falta de visibilidad hace parecer. Por cada Elena Anaya o Dulceida que aparecen en público mostrando su condición sexual con naturalidad, hay miles de mujeres que se sienten invisibles e incapaces de expresarse. Trabaja por el cambio mientras las terapias para curar la homosexualidad no han desaparecido del todo en España.

Alba Paúl y Aída Domènech, justo después de comprometerseen verano de 2016

1. Seguimos educados en roles de género

Esa invisibilidad, aunque a menudo buscada por ellas mismas, no es deseada. “Las mujeres lesbianas y bisexuales son discretas para protegerse de una sociedad que sigue manteniendo los roles de género. Por eso su forma de luchar por su identidad sexual es distinta de la de otros miembros del colectivo LGTB+. Los hombres siguen siendo educados para aprender a manejarse en espacios públicos -como por ejemplo la conquista en el sector profesional-. Mientras, a ellas se les educa pensando en la esfera privada -el de las amas de casa-“, cuenta a través del teléfono.

2. La presión familiar

La doble presión social que sufren ellas hace que el recurrente “ya se le pasará; es solo una fase” termine convirtiéndose a veces en una realidad, comenta la psicóloga. “Ese papel de cuidadora que se sigue asignando a la mujer hace que su salida del armario sea especialmente dolorosa en el entorno familiar. Suele ser un tema tabú entre madres e hijas. No hay comunicación y, en ocasiones, algunas mujeres vuelven al armario porque no se les escucha”.

3. Forzadas a elegir entre feminismo y orgullo lésbico

Mientras el colectivo gay ha avanzado en sus reivindicaciones en las últimas décadas, las mujeres lesbianas y bisexuales han tenido que elegir dentro de su lucha. “Se consideró primordial reclamar primero sus derechos como mujeres y, durante décadas, fueron un activo muy importante en el movimiento feminista”, recuerda Alcaide.

4. Siguen faltando referentes públicos

Si Alcaide es tan activa en internet es porque encuentra de este modo una nueva vía que no han encontrado mujeres de generaciones anteriores. Considera que “siguen faltando referentes públicos para las mujeres lesbianas y bisexuales”. Es a través de redes sociales o de YouTube que encuentran comprensión y la posibilidad de expresarse.

5. Borradas por la historia

Uno de los casos que más ha impactado a Alcaide es tratar el duelo de una mujer de 65 años que llevaba 40 años con su pareja, hasta quedarse viuda. “Es una historia de amor que se vivió en pleno franquismo. Me recuerda que, el hecho de que no supiéramos de ello no significa que su conflicto no existiera”.

Doña Ana: madre y abuela de los mellizos de su hijo

Doña Ana embarazada (izqd) y con los mellizos, su hijo Luis Henrique y su yerno Gustavo Salles. CRÓNICA

Empecemos por el principio. Esta es la historia de una pareja homosexual que soñaba con tener un hijo. También es la historia de una madre dispuesta a todo por su primogénito. Los tres juntos han creado uno de esos relatos que rompe esquemas y que, polémicas aparte, acaba con final feliz: “Todo lo hemos hecho por amor“, repite el trío.

Doña Ana tiene 58 años y con esa edad tuvo su tercer parto. Pero la gran diferencia respecto a los anteriores es que esta vez engendraba en su útero dos embriones con el óvulo de una donante anónima y los espermatozoides de su hijo, Luis Henrique Aranha (33 años), y de su yerno, Gustavo Salles (26). El 5 de octubre de 2016 a las 23.22 de la noche Ana María Aranha se convertía en madre y abuela al mismo tiempo de los mellizos Joao Lucas y Pedro Henrique.

Pero para llegar al desenlace, esta enfermera jubilada tuvo que superar una carrera de obstáculos, tanto físicos como emocionales. El primero fue hacer que su útero después de dos décadas de menopausia volviera a funcionar. Un tratamiento hormonal le permitió cumplir con la primera etapa: “Me sentía más joven que nunca, más sana”, cuenta a Crónica mientras sostiene en brazos a Pedro Henrique, que acaba de pasar su primera gripe.

Doña Ana es tímida, pero tiene una sonrisa amplia de buena persona que a veces exagera con una carcajada, como cuando recuerda que en los primeros días de embarazo no soportaba comer frijoles. “Fue rarísimo porque me encantan, pero no podía sentir su olor, me daban ganas de vomitar”, nos dice.

Su hijo Luis Henrique sigue el estilo materno: habla poco y sonríe mucho. Dice que está “feliz de ser padre”, que “por suerte el embarazo fue muy tranquilo” y mira de reojo a su marido esperando que sea él quien continúe la conversación. Gustavo Salles es el yerno de doña Ana, aunque a estas alturas podría decirse que funciona como su alter egoVivió cada tramo del embarazo como si fuera suyo, sin despegarse de la suegra; fue por él que se inició esta travesía, cuando la tristeza le llevó a una depresión de la que no encontraba salida: su deseo de tener hijos crecía y los intentos de adopción frustrados se acumulaban.

Barriga solidaria

Fue en agosto de 2015, una tarde después del almuerzo en la casa de su suegra en Capivari (un pueblo del interior de São Paulo), cuando doña Ana le dijo a su yerno: “Si pudiera hacer algo para ayudaros a tener un bebé lo haría“. A Gustavo se le encendió una lucecita, ya había pensado en ello pero no se atrevía a nombrarlo. Volvió a casa y le dijo a Luis Henrique que su madre podría ser una “barriga solidaria”.

Desde 2013 el Consejo Federal de Medicina (CFM) de Brasil reguló la norma de “embarazo por sustitución”, una ley que permite que una pareja que no tiene posibilidades de tener hijos pueda pedir ayuda a un familiar de hasta cuarto grado (madre, hermanas, tías o primas) con el fin de que ceda su útero para gestar al bebé, con la condición de que no haya ninguna compensación económica.

Según la vicepresidenta del Instituto Brasileño del Derecho a la Familia, María Berenice Dias, la aprobación de la ley ha beneficiado especialmente a las parejas homosexuales, que cada vez utilizan más esta opción. No hay cifras oficiales que lo confirmen, pero desde la clínica de reproducción asistida Fertilis de Sorocaba aseguran que en el último año ha habido “un aumento notable de parejas” -muchas de ellas, heterosexuales, aclaran- que ya llegan a la primera consulta junto al familiar que les prestará el útero.

Gustavo se especializó en el tema y se hizo con argumentos para convencer al marido. Vio “todos los documentales” sobre casos parecidos y leyó “todas las noticias del extranjero” sobre mujeres que pasados los 50 tenían un bebé: “Luis Henrique tenía más miedo que nosotros, le preocupaba que algo no saliera bien, que su madre tuviera algún problema“.

La insistencia de la madre y el marido surtió efecto y el trío se hizo inseparable. La primera cita fue en una clínica de reproducción de Campinas donde, tras una serie de pruebas, les confirmaron que con un tratamiento hormonal doña Ana podría gestar el bebé. Después de cinco meses de hormonas y de una “segunda juventud” para la mamá-suegra, les tocó el turno a los chicos. La pareja eligió los óvulos de una anónima y donaron su semen.

“El 23 de febrero fue cuando le colocaron el óvulo con los dos espermatozoides y nos dijeron que esperáramos 14 días para ver si funcionaba”, recuerda Gustavo, que además de ser el hablador de la familia también es el de la memoria, atento a cada detalle. Fue él quien ayudó a su suegra. Los tres bajaron a la farmacia para comprar un test: “Mi madre hacía pis y Gustavo puso el medidor en el tarrito, se embarazaron juntos”, dice Luis Henrique, que esperaba el resultado en el pasillo.

El tratamiento fue un éxito porque los dos espermatozoides engendrados sobrevivieron y funcionó al primer intento. El embarazo fue igual de bueno: “El mejor que he tenido, me sentía más tranquila, segura, muy cuidada por mi familia”. Doña Ana se instaló en la casa de la pareja y desde entonces no se ha ido. “Ya no salgo de aquí”, dice en una segunda carcajada.

No todo fueron risas. Esta mujer, además de pasar por una revolución hormonal, también tuvo que enfrentarse a las críticas de la iglesia evangélica a la que pertenecía y que acabó por abandonar: “Seguí mi corazón, hice lo que me correspondía”, dice tajante, y añade: “Fueron los únicos que hablaron mal de nosotros, los amigos y la familia siempre nos apoyaron”.

El peor momento llegó horas después del parto: “Durante el primer mes de vida de los mellizos sentía que eran mis hijos, no podía verlos como nietos“. Doña Ana los amamantó apenas una semana porque tenía poca leche, y después de ver que su hijo y su yerno ignoraban cada consejo que daba sobre los pequeños, acabó por aceptar que era una abuela: “Me costó bastante pero ahora lo tengo claro: yo los malcrío y ellos educan“, tercera y última carcajada.