Berkana, la librería LGTB de Madrid, al borde del cierre: “La gentrificación ha hecho mella”
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Dos campañas muestran la dificultad que sigue existiendo en la visibilidad del colectivo LGTB
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Berkana, la histórica librería referente en temática gay y lesbiana en Madrid, lanza una campaña pidiendo ayuda económica para alertar ante su posible cierre
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Isla Ignorada es un proyecto documental que busca financiación para visibilizar la vida de las lesbianas
“No llevábamos ni diez días abiertos cuando llamó una mujer con intención de suicidarse. Tenía tres hijos y no se atrevía a decirle a su marido que era lesbiana y que ya no quería vivir una mentira. Acudió a nosotras por consejo y consuelo ¿Historias así? Tenemos millones”, dice Miri Hernández, responsable junto a Mar de Griñó de la madrileña librería Berkana.
Las dueñas de la librería llevan menos de una semana con un ajetreo poco común en los últimos meses. La sede, situada en la calle Hortaleza 62, en pleno barrio de Chueca, recupera una atención que había mermado en los últimos años. Y es que han hecho un llamamiento definitivo: o reciben algún tipo de ayuda, o se verán obligadas a cerrar la librería, tras décadas de actividad siendo referente del colectivo LGTB en toda España.
La situación económica se había hecho insostenible. “Los últimos cinco años de crisis nos afectaron como comercio, Berkana es un espacio que se nutre sobre todo del turismo interior español, ya que vienen muchos gays y lesbianas a encontrar los libros que no pueden conseguir en sus pueblos y ciudades pequeñas, pero también a tener apoyo ante situaciones angustiosas que pueden estar viviendo”, explica Hernández.
Y es que Berkana, más que una librería, tiene algo de centro social. Fundada en hace veintitrés años ha simbolizado la necesidad de visibilidad de gays, lesbianas y personas transgénero desde su inicio. “Fuimos la librería que creó el primer mapa LGTB en España, y el primer espacio que bautizó al barrio de Chueca como un barrio gay”, dice Hernández.
Gentrificación y cambios de hábitos
Su inserción en el barrio les permite advertir de los cambios que han traído los últimos años. “No se trata solo de la crisis, la gentrificación ha hecho mella en nuestro espacio. Pagamos 2.500 euros por un local de cincuenta metros cuadrados en un barrio en el que cada vez hay menos sensación de colectivo pero sí mucho turismo. Nos afecta únicamente lo negativo de que el barrio esté de moda”, explica la librera y editora.
A eso hay que sumarle los cambios en hábitos culturales de la ciudad. Pese a que las cadenas tradicionales de librerías no distribuyen prácticamente libros con temática LGTB, lo que en teoría debería ayudar a que una librería especializada subsistiera, “el gigante Amazon, la piratería en temática LGTB y una población que lee menos libros”, se cuentan entre los principales problemas para el negocio.
Por otro lado, el cambio intrínseco en el colectivo LGTB, que es visibilizado solamente en el Día del Orgullo como una fiesta, puede haber contribuido a que se descafeíne el activismo. “Está muy bien la fiesta y el chunda chunda, pero es necesario construir una base cultural para que esto funcione”, dice Hernandez.
La labor de visibilidad
Su tarea no es exclusivamente la de la visibilidad en Madrid, Berkana es un espacio muy activo más allá de la propia ciudad. Colaboran con la ONG Fundación Triángulo para dotar de libros y bibliotecas con temática LGTB en Latinoamérica y África, realizan charlas sobre visibilidad en centros educativos y las instituciones que lo soliciten y, sobre todo, ayudan a todo aquel que lo necesite que busque en Berkana un lugar de apoyo.
“Hacemos de psicólogos, apoyamos causas afines, cuando podíamos financiábamos proyectos”, explica Hernández. “Nuestros referentes han sido siempre Oscar Wilde y Gay is the Word, dos librerías importantísimas en concienciar sobre los derechos LGTB pero también trabajar localmente con las comunidades”.
Quizás por eso su llamamiento ha obtenido resultados inmediatos. En dos días han recolectado más de seis mil euros y han recibido más de 180 encargos de libros. Aún así, no las tienen todas consigo: “No se trata tanto de conseguir dinero como de concienciar de que la labor de librerías como esta es imprescindible”.
En otros países europeos las librerías obtienen ayuda gubernamental y pese a que en España hay cada vez más librerías, cada vez tienen menos lectores. ¿Esperan recibir ayuda pública?
“Tenemos una reunión esta semana con el Ayuntamiento de Madrid y el Gremio de Libreros de Madrid para ver si se puede poner en marcha un plan que sostenga a comercios como el nuestro, que son algo más que comercios”, dice Hernández.
La Isla Ignorada
Berkana pelea su subsistencia, y, a su vez, otros proyectos reclaman atención. En paralelo a la librería, Isla Ignorada, un proyecto documental y social que explora la identidad de las lesbianas, a través de sus testimonios, ha abierto una campaña en Verkami para poder realizar una publicación. “Nos encantaría haber colaborado con algo así”, dice Hernández. “Todo lo que sea necesario para que los retrógrados de HazteOir y la Iglesia Católica no consideren nuestra invisibilidad una victoria”.
Mientras los dos proyectos buscan su subsistencia, el portal YouTube reconoce haber censurado vídeos con contenido LGTBI en su ‘Modo Restringido’. Tras el escándalo, que fue destapado por la campaña en las redes #YouTubeIsOverParty, un comunicado de la empresa admitía que los vídeos que contienen palabras y etiquetas como “gay”, “lgtbi”, “lesbian” o similares, han sido filtrados. Entre los vídeos que desaparecían al activar el filtro, uno de Ariana Grande en el que da consejos a sus fans gays para evitar el bullying.