MAITASUNA, IKUSI ETA IKASI

JOSEBE EGIA

Zeuk zelan ulertzen duzu pasioa maitasunezko harremanetan? Eutsiezinezko sexualdiekin dago lotuta? Agian, errusiar mendia da: orain zeruan, orain infernuan, baina beti berriz igotzeko prest? Intimitaterik estuena eragin behar dizu, intelektualki zein fisikoki? Ala, beharbada, hori guztia eduki behar du?

Txikitatik edaten dugu (iturriak nonahi daudelako) maitasunak, mereziko badu, ikusgarria izan behar duela. Zoratu egin behar gaitu, goia jotzera eraman, eta, batik bat, min eman behar du, erokeriaraino min; maitasuna maiteminarekin erabat lotuta. Egiten dugu, aukerarik eman gabe, bestelakoa mespretxatu. Bilatzen dugu gure bizitzako amodioa, jarduten dugu fantasia komun hori pertsona zehatzetan iraultzen, pertsonari berari gehiegi erreparatu barik. Denborarekin, dezepzioa, samina etortzen dira. Bihotz puskatuak, ederki izorratuak. Bai, baina beti izango dugu zahartzaroan zer kontatu, behar bezalako maitasun-istorio kartsu bat bizi izan genuelako.

Maitasunak, benetakoak, erraiak kiskali behar ditu. Batzuoi beste batzuoi baino gehiago. Rolak hain daude errotuta eta elikatuta, eta hain ditugu zainei itsatsita, izugarri zaila egiten zaigula gehienoi harreman-ereduak zalantzan jartzea; zeresanik ez aldatzeko saiakera egitea. Teoria argi dugu, aspalditxo hasiak gara jendartean hedatzen, berdintasunezko harremanak gutxik jarriko dituzte kolokan ozenki. Ezkutuan, ordea, gehiegik segitzen dute bihotzez desiratzen bikotekideak zain eta babes dezan, gehiegik uste dute horixe espero dela eurengandik; gehiegirentzat da oraindik fideltasuna maitasun-frogarik handiena, eta gehiegirentzat irainik onartezinena hirugarren bat mirestea, maitatzea, zaintzea edo behatzea ere. Maitasuna, maitalea, besteek ukiezinezko jabetzatzat jotzen dugu. Ez dugu horren garbi esango plazan, baina urrun gaude oraindik bestela bizi eta garatzetik. Helduok, are gutxiago gaztetxoak.

Ikusi eta ikasi; maitale gisa kontrolaren eremuan ari dira hazten gure gazteak, menpekotasunezko harremanetan, non gizonezkoa den legegile-betearazlea eta emakumezkoa agindupekoa, ikerketa ugarik diotenez. Bikote gazte homosexual eta lesbianetan, berriz, auskalo dinamikak… horiek ez dituzte hainbeste ikertzen, estatusa beheraxeago baitute. Erdiragarria egiten zait berdintasunari dagokionez, esparru guztietan, zein gardena den uste orokorra eta zein arrea jardunbide publiko nahiz pribatua.

La ‘rúbrica’ del partido al matrimonio gay

La cantante Soraya, una de los 'eurovisivos' que felicitaron a los novios a través de un vídeo

La cantante Soraya, una de los ‘eurovisivos’ que felicitaron a los novios a través de un vídeo

La boda de Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, que terminó por trascender el círculo de amigos y familia, se ha convertido esta semana en uno de los eventos sociales de la temporada, capaz de congregar en Vitoria a toda la cúpula del PP, incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La presencia de los principales cargos del partido tenía además especial relevancia, dado el posicionamiento que mantuvo la formación cuando en 2005 se aprobó la ley que modificaba el código civil y permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo. A las movilizaciones sociales, a favor y en contra, se sumó el PP con un recurso ante el Tribunal Constitucional que se resolvió, a favor de la ley, en el año 2012.

Diez años después de presentar aquel recurso, la presencia, entre otros, del presidente Mariano Rajoy en la celebración del enlace del ex alcalde de Vitoria y actual vicesecretario sectorial del PP suponía «un impulso absoluto» y toda una «rúbrica» a la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en España. Un símbolo inequívoco de que «esto es inamovible», valoraban ayer algunos miembros de la comunidad homosexual en el País Vasco, quienes veían especialmente positivo que personalidades de la «relevancia» de los invitados,algunos de ellos miembros reconocidos del Opus Dei, avalaran con su presencia la celebración de bodas homosexuales.

El propio Javier Maroto lo destacó antes los medios, después de una larga jornada en la que formalizó el matrimonio en la intimidad de su despacho en el Ayuntamiento, a primera hora de la mañana, y recelebró el enlace por la tarde con toda la cúpula del partido. «Esta boda humilde es también un paso más al reconocimiento del matrimonio, sea quien sea quien lo contraiga», resaltaba Maroto junto a su ya marido, José Manuel Rodríguez.

Entre los asistentes estuvieron de hecho los principales rostros del partido que, con disidencias, se había manifestado abiertamente en contra de la aprobación de la ley promovida por el PSOE. Y así lo resaltó Maroto, quien dijo que, «diez años después», sus compañeros de partido han querido «dar este paso al frente».

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal; la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso; el vicesecretario general de comunicación, Pablo Casado; el vicesecretario general de organización, Fernando Martínez Maíllo; Javier Arenas y Carlos Florianofueron algunas de las personalidades de la alta cúpula del partido que se sentaron entre los 270 invitados a los que los novios sentaron en diferentes mesas con nombres de rostros conocidos del Festival Eurovisión.

Algunas voces destacan, de hecho, que al margen de la relevancia que tiene Maroto como figura pública y cargo del PP, su enlace no deja de ser «una boda de dos personas» que no tienen por qué comulgar con el posicionamiento al respecto de su partido. Y que, de hecho, durante años han intentado impulsar desde dentro del partido cambios que condujeran a la normalización de los enlaces entre personas del mismo sexo.

El propio vicesecretario general del PP resaltó que «los partidos evolucionan» y que «en España, el derecho al matrimonio es para todos». «Y hoy todos los partidos compartimos ese mensaje», recalcó en su intervención ante los medios, en un paréntesis de las celebraciones con las que culminó la jornada de ayer.

En su intervención, Maroto, que hizo un alegato a favor del matrimonio homosexual, no quiso olvidar tampoco el reconocimiento a «muchísimos hombres y mujeres activistas» que han trabajado para hacer posible la igualdad de derechos para los homosexuales. «Durante muchísimas décadas han luchado por los derechos de los que hoy hemos gozado nosotros», subrayó Maroto. En el mundo, de hecho, aún son muchos los países en los que los enlaces homosexuales están prohibidos. En Vitoria, desde la aprobación de la ley, han sido 28 los enlaces homosexuales.

¿Qué sabes sobre la tercera práctica sexual más extendida en el mundo?

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Dar por culo, encular, sodomía, amor griego, sexo de puerta trasera… Son incontables los nombres con los que esta práctica sexual ha sido bautizada a lo largo de la historia. El sexo anal, en definitiva, es tan antiguo como el ser humano y aunque ha sido tradicionalmente asociado en la cultura judeocristiana a una relación entre dos hombres, se extiende mucho más allá de las relaciones homosexuales. Existen figuras precolombinas del Perú que muestran a parejas heterosexuales practicando este tipo de penetración, así como vasijas griegas de cinco siglos antes de la era cristiana en las que los soldados se sodomizan unos a otros con alegre camaradería.

Y de la época romana se sabe que era de buen tono entre las clases altas sodomizar a los inferiores y esclavos, así como tener un buen ‘padrino’ gracias al que ascender socialmente. Julio César sodomizó y se cree que fue sodomizado, sin que se tenga claro si su orientación fue exclusivamente homosexual. Y deAlejandro Magno, el más grande conquistador de todos los tiempos, se cree queera un gran amante del sexo anal pasivo, además de ser más o menos abiertamente gay. El sexo anal, y por ende la homosexualidad, está ligado así a grandes gestas militares, civiles y culturales.

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Pero, ¿es la sodomía una práctica que excluye a las mujeres? ¿Es cierto queellas ni disfrutan ni forma parte de sus fantasías? ¿Es realmente doloroso? ¿Se trata de un acto desviado y contra natura que no aporta placer sino perversión del orden de las cosas y enfermedad? ¿Se practica con frecuencia en las relaciones de pareja heterosexual? ¿Es bueno para combatir el cáncer de próstata? Vamos a tratar de responder en este artículo estas y algunas otras preguntas.

El sexo anal no interesa a las mujeres

Es una aserción muy relativa, por cuánto que aproximadamente el 50% de las parejas heterosexuales practican eventualmente el coito anal, según varias estadísticas que destacan que un 10% lo hace con cierta regularidad y declarando que la práctica es placentera y satisfactoria. Por lo tanto, parece que mujeres sienten como mínimo curiosidad por esta modalidad de penetración y la mitad se atreven a llevarla a la práctica, aunque solo una quinta parte la incorpore a su costumbrario.

Por otro lado, algunos estudios muestran que la proporción de parejas heterosexuales que practica el sexo anal aumenta cuanto más bajo es el estrato sociocultural o más pobre es el país. Este hecho se debe probablemente a que la sodomía es una práctica profiláctica en zonas donde no hay otros medios de contracepción. De hecho, en las antes mencionadas figuras precolombinas solo aparece la penetración anal cuando junto a la pareja hay un niño, lo que indicaría que se ha usado desde antiguo para evitar el embarazo.

El sexo anal duele

Si doliera, no sería una práctica habitual de las parejas homosexuales ni contaría con una proporción significativa de entusiastas entre los heterosexuales, y no solo cuando es el hombre el que penetra. Sin embargo, sí es cierto que al no haber lubricación natural del ano es necesario contar con ayuda sintética para facilitar la penetración. En una plataforma tan convencional como Amazon, por ejemplo, se pueden adquirir numerosos productos destinados a lubricar la penetración anal y hacerla más fácil y menos dolorosa. Son de uso frecuente en relaciones tanto homosexuales como heterosexuales.

Pero también hay que tener en cuenta que el recto, la parte final del intestino, es un músculo contractor que posee dos válvulas destinadas a contener el paquete fecal antes de expulsarlo. Por lo tanto si el recto está contraído la penetración es dolorosa. Para una relación anal consentida y placentera es necesario que la pareja, sea cual sea su orientación, esté dispuesta y relajada, de modo que el recto no se contraiga. Por supuesto, mejor desterrar la pasión violenta en la penetración anal.

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Se puede estimular el ano con caricias o con la lengua, dado que posee muchos terminales nerviosos, de modo que provoque un primer placer relajante que permita la penetración. Como en toda práctica sexual, los preámbulos son casi más importantes que la culminación. También se venden en Amazon juguetes especialmente diseñados para la estimulación y la penetración anal:consoladores, dilatadores, bolitas chinas, etc., si bien es mejor leer sus instrucciones de uso antes de ponerlos a trabajar. De nuevo, sus consumidores son tanto homosexuales como heterosexuales, puesto que muchos hombres ‘heteros’ convierten en realidad su fantasía de ser penetrados por una pareja femenina con resultados gratificantes.

Las mujeres no alcanzan el orgasmo con el sexo anal

Se sabe que la penetración entre hombres puede provocar orgasmos intensos si la punta del pene estimula la próstata de la pareja. ¿Cómo funciona en las mujeres si no tienen próstata? Para empezar la zona erógena de las mujeres es mucho más amplia y difusa que la de los hombres. Dependerá de cada mujer, pero el clítoris no es la única fuente de placer femenina, sino que se define en un triángulo entre el cuello del útero, la vagina en sí y el clítoris, según defiende el reputado sexólogo Barry Komisaruk.

Ahora bien, el ano es otra zona con numerosas terminaciones nerviosas que se pueden estimular en la penetración, ayudando como mínimo a intensificar un orgasmo clitorideo o incluso provocando uno local por la cercanía con el cuello uterino. En un estudio llevado a cabo por el sexólogo, y gurú de las relaciones anales heterosexuales, David DeCitore, las mujeres encuestadas aseguraron queel orgasmo anal mientras se les estimulaba el clítoris era más pleno que el orgasmo clitorideo solo.

El sexo anal es sucio

Es cierto, como otras prácticas sexuales, incluyendo el coito vaginal, aunque en este caso el riesgo de infecciones es especialmente alto. Pero eso no significa que no sea lícito ni fuente de placer. Basta con tomar precauciones si una o uno es muy dado o dada a la promiscuidad. En primer lugar si no estamos con una pareja estable y queremos mantener una relación anal, el preservativo es fundamental.

Si estamos con nuestro compañero o compañera habitual, como mínimo es recomendable el uso de lubricantes para evitar las heridas. Hemos de ser conscientes que el sexo anal puede provocar fisuras en el intestino por donde se pueden colar tanto bacterias fecales como otros contaminantes procedentes del pene que nos penetra, entre ellos el VIH, pero también el virus de la hepatitis B y otros. Todos ellos muy graves.

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Por otro lado, es conveniente lavarse adecuadamente tras mantener una relación anal, sobre todo si deseamos penetrar seguidamente a otra persona, ya que en el pene nos quedarán restos de materia fecal procedentes del recto de la pareja a quien hemos penetrado. Por último, conviene evitar los excesivos ímpetus en la penetración anal para no crear daños en el tracto intestinal de la persona penetrada.

Los gays viven más gracias al sexo anal

La teoría de que la estimulación anal de la próstata mediante el pene  la previene del cáncer, viene traída por diversos estudios que aseguran que el aumento de la frecuencia en los orgasmos previene a los hombres de diversos tipos de cáncer. Tomando con pinzas el segundo aserto, pues procede de unos pocos estudios, la primera afirmación es totalmente falsa. Si los homosexuales viven más, desde luego no es por tener sexo anal.

Al contrario, los estudios citados  muestran que el riesgo de cáncer se dispara entre los hombres que han sido penetrados por numerosas parejas a lo largo de su vida, sin que se conozca el motivo. Se especula con que podría tener que ver con lesiones en la próstata al ser reiteradamente estimulada por un pene, pero los mismos investigadores subrayan que son solo hipótesis sin confirmación.

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Por otro lado, se ha alegado que el semen, que se sabe que aporta diversas hormonas euforizantes a la mujer penetrada vaginalmente, se absorbe también vía anal, incluso mejor. Además se dice de este modo un hombre penetrado recibe adicionalmente selenio, un regulador fundamental de nuestra fisiología. Se trata de un elemento antioxidante que estimula el sistema inmunológico e interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides.

Diversas investigaciones realizadas desde los años setenta del siglo pasado sugieren la existencia de una correlación entre el consumo de suplementos de selenio y la prevención del cáncer en humanos. Pero aun siendo así, lo cierto es que estos hombres ya poseen selenio en su propio semen, además de poder absorberlo de numerosos alimentos. No parece, por otro lado, que una relación anal sin protecciones, con los peligros que entraña, sea la mejor vía para tomar un suplemento de selenio.

El sexo anal es inmoral

Lo es para la moral judeocristiana, que lo llama “el vicio nefando”. Pero en otras culturas mediterráneas, como las antiguas griega y romana,  no tenía connotaciones de inmoralidad sino de estatus social y de dominación. En algunas culturas árabes occidentales parece haber una mayor tolerancia tradicional hacia esta práctica, aunque también es condenada en muchas otras yen países como Qatar se paga con la pena de muerte. Pero sin ir tan lejos, la sodomía no fue totalmente legal en los Estados Unidos hasta el fallo de la Corte Suprema de 2003 en el que se legalizó la penetración anal.

¿Por qué esta inquina? Es posible que intervenga la identificación de sexo anal con homosexualidad y su consiguiente  inversión de los roles convencionales, cosa que molesta a quien los sigue. Las minorías nunca son bien vistas ni toleradas porque ponen en duda las convicciones de la mayoría. También puede intervenir el hecho de que es un acto que, sin las debidas precauciones, puede ser vector de algunas enfermedades graves, como ha ocurrido con el VIH o las diferentes formas de hepatitis.

Pero quizás el motivo más profundo sea que el acto anal conlleva inconscientemente una imagen de agresión de un inferior por parte de un superior. El intento de monta entre machos es frecuente en animales, incluso domésticos como los perros, y tiene como fin marcar el estatus. En la antigua Grecia, mientras que el sexo anal homosexual era sinónimo de amor y amistad, el heterosexual era de desprecio hacia la mujer. Y la situación en Roma no era menos inquietante, según refleja  Pascal Quignard en su ensayo El sexo y el espanto, que analiza la sexualidad grecorromana.

El trabajo del escritor francés es fruto del material que recogió durante varios años en las ruinas de Pompeya, Herculano y otros pueblos sepultados bajo lagran erupción del Vesubio a principios del siglo I de nuestra era. De él deduce que la sexualidad no se dividía en hetero y homosexuales sino en activos y pasivos, de modo que el activo era el dominaba y penetraba al inferior, ya fuera por la vagina, el ano o la boca.

Los activos eran en general los hombres libres de posición, mientras que los pasivos eran las mujeres, los esclavos y algunos jóvenes de posición inferior que sin embargo, podían obtener protección dejándose sodomizar y así escalar socialmente. En este sentido, la revolución filosófica cristiana que acabó con la esclavitud en Roma, podría haber querido desterrar esta práctica tan humillante para los esclavos, por el motivo de que muchos eran forzados a ella, obviando que para otras personas tenía connotaciones completamente distintas.

Los obispos, sobre la boda de Maroto: “Matrimonio solo es la unión de hombre y mujer”

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), expresa un “respeto exquisito” por la boda y señala que “hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria

Javier Maroto, en una foto de archivo, con el obispo de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), José María Gil Tamayo, ha expresado un “respeto exquisito” por la boda del vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto , aunque ha insistido en que “el matrimonio es una unión entre hombre y mujer”. “Hay otras clases de amistad, de amor, pero vamos a llamar las cosas por su nombre”, ha indicado Gil Tamayo en una entrevista en RNE recogida por Europa Press en la que ha reconocido que las uniones de parejas homosexuales y heterosexuales puedan tener “una equiparación legal” pero ha pedido “no equiparar”.

Para Gil Tamayo la condición sexual es “una opción personal y hay que respetarla por encima de todo”, pero cree que es importante “recuperar la semántica y llamar las cosas por su nombre, el lenguaje es la capacidad de entendimiento y ha de responder a la realidad y no a la ficción”, ha indicado.

En cuanto a la asistencia a la boda de Maroto con su pareja José Manuel Rodríguez, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y otros dirigentes del PP ha asegurado que “cada uno es muy libre de ir donde quiera y ser consecuente con sus opiniones y la realidad institucional que representa o el trabajo en el que está”.

Mariano Rajoy y su fiebre del viernes noche

El presidente se sumergió en la fiesta eurovisiva de la boda gay de Maroto para bailar Raphael y Village People hasta bien entrada la madrugada

Mariano Rajoy y su esposa, Elvira, con los recién casados

La pareja de contrayentes junto a Mariano Rajoy y su esposa. / EFE

La boda civil del vicesecretario sectorial del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto con su novio, José Manuel Rodríguez, ha servido, por un lado, para actualizar a la cúpula del partido en materia de derechos y libertades homosexuales y, por otro, para que el presidente de España sacara a pasear en público a su ‘Tony Manero’ y se desfogara. Tal vez sea la tensión ante las inminentes elecciones catalanas; la presión de los comicios de diciembre, en las que se la juega; que musicalmente le va el ‘petardeo’; o quizá todo ello junto. Lo cierto es que Mariano Rajoy se desquitó en la pista de baile del hotel-restaurante El Caserón, a las afueras de Vitoria, durante la eurovisiva fiesta que siguió al convite nupcial.

Según aseguraron a este periódico algunos de los cerca de 270 invitados a la cena, el líder del PP se mostró en todo momento «integrado» y «relajado», al igual que su esposa, Elvira Fernández, y «bailó y se divirtió como los demás hasta las cinco de la madrugada». La catarsis de Rajoy se cocinó lo mismo al son de ‘Mi gran noche’, de Raphael, -el tema más repetido de la velada y con el que los contrayentes abrieron la veda-, que con la improvisada conga que se formó al son de uno de los éxitos más sonados de los Village People, todo un fetiche musical para la comunidad gay.

«Contrariamente a lo que cabía esperar, no hubo ningún tipo de formalismo, ni de protocolo. Lejos de todo eso, fue una boda de lo más informal. Todos los invitados nos mezclamos y, la verdad, lo pasamos genial. Fue una fiesta muy divertida», explicó un amigo de la pareja y uno de los últimos invitados en abandonar la boda, pasadas ya las seis de la mañana.

Caprile y sus fotos rosas

Para contribuir a ese espíritu desinhibido con el que Maroto y Rodríguez quisieron celebrar su matrimonio, pusieron a disposición de sus familiares, amigos y compañeros de partido pelucas, gafas y gorros de todos los colores y tamaños. Y, por supuesto, encargaron al Dj que repasara la historia de Eurovisión, concurso del que son seguidores acérrimos. Tanto es así que un invitado les obsequió con un video en el que algunos de los representantes españoles en ese festival les felicitan por su boda, como Betty Missiego, Micky, Karina, José Vélez, Azúcar Moreno, Ruth Lorenzo, Rosa o Soraya. El propio Maroto, encantado con el regalo, lo colgó ayer en su cuenta de Twitter.

Varios amigos de Javier Maroto y su novio intervinieron en la boda civil en el jardín de un restaurante de Vitoria para revelar anécdotas de sus casi dos décadas de relación

Varios amigos de Javier Maroto y su novio intervinieron en la boda civil en el jardín de un restaurante de Vitoria para revelar anécdotas de sus casi dos décadas de relación. / Instagram

Entre baile y baile, el prestigioso diseñador de moda Lorenzo Caprile, vestido de arriba a abajo en tono rosa palo, inmortalizó a buena parte de los asistentes con una cámara del mismo color de su atuendo. A juzgar por lo visto allí, su colección de fotos podrían tener un valor incalculable.

Si el máximo responsable del Ejecutivo central se marchó relajado de la capital alavesa después de quemar sus demonios en la pista, su mano derecha, la vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría no le fue a la zaga. Si la próxima semana les ven en la tele con gesto más distendido, ya saben que ha sido cosa de Maroto.

El hombre al que amó Cary Grant

  • Orry-Kelly, ganador de tres Oscar por su trabajo como diseñador de vestuarios, fue pareja del gran actor. Su historia sale ahora a la luz en un documental
Cary Grant, en una imagen de 1955

Cary Grant, en una imagen de 1955. / GETTY IMAGES

Cary Grant, Tony Curtis, George Cukor y Billy Wilder portaron su féretro en 1964. Jack Warner, el poderoso presidente de Warner Bros, leyó su panegírico. Y, sin embargo, hoy pocos reconocen el nombre de Orry-Kelly. Incluso dentro de Hollywood. Es lo que le pasó a Gillian Armstrong, que como directora veterana (Mujercitas) y australiana jamás había oído hablar de su compatriota. “Cuando empecé a leer sobre él no me lo podía creer: hasta el año pasado, cuando Catherine Martin le superó, Orry-Kelly era el australiano con más Oscar de la historia, tres, ganados por el vestuario Un americano en París, Las Girls y Con faldas y a lo loco; fue el diseñador de Casablanca, El halcón maltés, trabajó con Bette Davis, con Natalie Wood, con Jane Fonda”, cuenta Armstrong.

La directora presentó esta semana en el Festival de Toronto el documental Women He’s Undressed (Las mujeres que desvistió) dedicado a la figura de este nombre olvidado en las costuras de la meca del cine. “Me entró curiosidad por saber cómo lo hizo, qué tenía de especial; y, al mismo tiempo, quería reivindicar este arte, porque la gente no se da cuenta de lo que importante que es el vestuario en el cine”, dice Armstrong. Las grandes divas del cine mantenían estrechas relaciones con sus diseñadores de vestuario. “Orry y Bette Devis, por ejemplo, eran muy cercanos. Nada más conocerse, se entendieron”, dice la directora.

El diseñador Orry Kelly ajunstando el vestuario de Kay Francis en una escena de Women He's Undressed

El diseñador Orry Kelly ajunstando el vestuario de Kay Francis en una escena de ‘Women He’s Undressed’. / PHOTO COURTESY OF WOMEN HE’S UNDRESSED

Ojo artístico

Hijo de un sastre, nacido en un pueblo cerca de Sidney, en 1922, a los 24 años se marchó a Nueva York a ser actor. Después de una breve experiencia algo desastrosa en Broadway, enseguida empezó a destacar por su ojo artístico y su instinto con la aguja. Al poco de llegar, Orry-Kelly conoció a un joven inmigrante inglés que había llegado también persiguiendo el sueño de ser actor. Entonces se llamaba Archie Leach, aunque años más tarde, sería conocido comoCary Grant. Los dos comenzaron una relación de amantes; vivían juntos en el Greenwich Village, con el dinero que mandaba la madre de Kelly, con lo que ganaba Grant como scort de mujeres ricas y con el de los primeros empleos de ambos en el mundo del espectáculo. Juntos, tras un breve paso por Reno, perseguidos por mafiosos, llegaron a Hollywood, donde ambos triunfaron por separado. Grant sería el nuevo Clark Gable. Y Orry-Kelly entró a trabajar en Warner Bros. Vistiendo casi 60 películas al año, su amistad con Davis o con el propio Jack Warner le ayudaron a convertirse en uno de los diseñadores mejor pagados. Cary Grant, decidido a ocultar su homosexualidad, le dio la espalda. “Orry fue de los pocos en aquella época que fue fiel a sí mismo, que no fingió un matrimonio como hacían actores o incluso otros diseñadores”, dice Armstrong.

“Solo se llevó mal con Marilyn Monroe”, cuenta Armstrong, a quien no le sentó muy bien que comparara su trasero con el de Tony Curtis y Jack Lemmon. Tampoco recuperó su amistad y relación con Cary Grant. Salvo a finales de los cincuenta, cuando el actor volvió a mostrar interés, con el único objetivo: prohibirle a Kelly que contara nada sobre él en las memorias que estaba escribiendo. Orry-Kelly murió en 1964, dejando como última película Irma la dulce; y sus memorias jamás publicadas. Supuestamente bloqueadas por Cary Grant. Durante casi 30 años permanecieron perdidas, hasta que Gillian Armstrong y su equipo las encontraron.

Las dos bodas de Javier Maroto

De izquierda a derecha Mariano Rajoy, Javier Maroto, José Manuel Rodríguez y Elvira Fernández, que agarra del brazo al novio, en la boda de Maroto. PP

De izquierda a derecha: Mariano Rajoy, Javier Maroto, José Manuel Rodríguez y Elvira Fernández, que agarra del brazo al novio, en la boda de Maroto. PP

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez reconvirtieron ayer el enlace «entre amigos» con el que habían soñado en un desfile de ‘top ten’ de la cúpula del PP que se mezclaron mal que bien con cargos locales, empleados del partido, amigos y demás familia. Una presencia ya cargada de simbolismo que elevó su carga política cuando Maroto y su ya «marido» Josema Rodríguez comparecieron ante los medios de comunicación a las 21.45 horas. “Esta boda humilde es también un paso más al reconocimiento del matrimonio sea quien sea quien lo contraiga.Libertad para todos con los mismos derechos. Y hoy, una década después, mis compañeros de mi partido han querido dar este paso al frente», manifestó Maroto junto a Josema mientras, al otro lado de la valla, toda la cúpula del PP escuchaba la canción de Building Bridges de Conchita Wurst, la cantante que creó el austriaco Thomas Neuwirth y que ganó el Festival de Eurovisión de 2014.

El alegato de Maroto a favor del «matrimonio» homosexual tuvo también el reconocimiento a «muchísimos hombres y mujeres activistas que durante muchísimas décadas han luchado por los derechos de los que hoy hemos gozado nosotros». Ni el frío ni el arranque de la fiesta acortaron lo que se había anunciado como una breve declaración y terminó convirtiéndose en el pronunciamiento oficial del PP sobre el matrimonio gay. «Mismos derechos y mismas libertades», insistió de corrido el vicesecretario general del PP que apenas unos minutos anteshabía recibido los anillos de su compañero Iñaki Oyarzábal, otro de los referentes ‘gays’ del PP en Euskadi y miembro de la dirección de Génova.

«Esto es matrimonio porque los partidos evolucionan. En España el derecho al matrimonio es para todos y hoy todos los partidos compartimos este mensaje», señaló Maroto vestido de frac y en un aparcamiento con el suelo húmedo por el frío viento del norte que envolvía el sur de Vitoria.

Detrás y casi olvidadas quedaban las angustias de la pareja por el riesgo que multiplicó hasta el infinito sus nervios cuando imaginaron que el desfile de VIPs podría haber convertido la plaza de España junto al Ayuntamiento de Vitoria en una batalla campal si la ceremonia oficial se hubiera celebrado tal y como estaba previsto.

Y es que nunca Vitoria se había visto en otra. Deprisa, deprisa y superados por la presión mediática desatada tras la publicación por EL MUNDO del debate interno sobre la conveniencia de que Mariano Rajoy bendijera (o no) con su presencia un matrimonio gay, Javier Maroto y, sobre todo, Josema Rodríguez sintieron que el mundo se les venía encima. Dos bodas por una. Y un sólo documento oficial que, con las urgencias y los nervios, tenía escrito que la pareja se casaba a las 20.00 horas y que Maroto, puntilloso, obligó a que se corrigiera para que constara que ante la Ley él y Josema iniciaron su matrimonio a las 9.30 horas de la mañana ante la mirada de Miguel Garnica, el novato concejal en lides casamenteras que ofició el acto civil. Margarita Aránzabal, madre se supone que emocionada, e Iñaki Oyarzábal rubricaron como testigos el primer acto de esta boda en dos entregas.Un ‘sí, quiero’ que rayó en la clandestinidad con Margarita y Josema colándose al edificio Consistorial por una puerta lateral y subiendo en montacargas hasta el despachito minúsculo en el que Maroto despacha con celeridad los viernes sus obligaciones como concejal.

Aluvión de cargos

La más anormal de las 28 bodas homosexuales celebradas en Vitoria desde 2005 (23 de ellas entre hombres y sólo 5 entre mujeres) se mutó en un discretísimo desfile del quién es quién de la corte que rodea al presidente del PP y presidente del Gobierno Mariano Rajoy. El aluvión de cargos del Gobierno y de dirigentes de Génova convirtió en añicos el deseo de Javier y Josema de repetir las fiestas de cumpleaños en bares y hoteles de la ciudad o las noches de Eurovisión citas en las que primero sólo con parejas y en los últimos años con niños y adolescentes se fueron forjando su amistad con hoy políticos ya conocidos como Alfonso Alonso o Iñaki Oyarzábal. Ahhh Eurovisión! Ese fue el primer guiño para los 270 invitados que buscaron sus mesas al entrar en el salón alargado del restaurante El Caserón. Y encabezando la mesa presidencial estaba ella. Loreen. Un icono para algunos y la chica aquella que atronaba con su Euphoria en el festival de Eurovisión de 2012 para el resto.

Entre ellos Rajoy atento a su esposa Elvira Fernández que apostaron por los atuendos más previsibles; él de traje oscuro y camisa blanca con corbata y ella con un conjunto negro de falda y chaqueta alejado del glamour. Cospedal, un minuto después del presidente, desfiló por el aparcamiento por el que se accedía al restaurante con su traje de chaqueta y pantalón gris con naturalidad y la cabeza alta acompañada por su esposo. Soraya Saénz de Santamaría con la complicidad de Alfonso Alonso y de su esposa Beatriz Maylin evitó a las cámaras de la entrada y Pablo Casado con su guapísima acompañante se ganó a los periodistas con una sonrisa mientras en su muñeca izquierda asomaba una protección como la que llevan los toreros al final de temporada.

Allí se retrataron Andrea Levy, Moragas -siempre cerca del presidente-, Martinez Maíllo y Javier Arenas, Carlos Floriano y hasta Arantza Quiroga que llegó en el último momento del brazo de su marido sonriente y espectacular con una pieza gris con plumas en el cuello sobre un vestido fucsia. Pero fue Lorenzo Caprilequien, como si no, dio con el punto exacto que requería el evento «íntimo-político-renovador» de la boda gay que ha roto moldes en el PP. Su traje rosa palo con chaleco y camisa blanca dejó a todas y a algunos boquiabiertos.

Invitados que apuraron el cóctel cuando el termómetro ya bajaba de los 13 grados mientras el jazz-soul de Yolanda Gambin, LaDonnamusic, relajaba a los invitados (especialmente a Josema) y envolvía los primeros corrillos en los que se alababa el porte de Maroto y la simpatía de su ya marido. Música para las confidencias, para las primeras fotos y también para las primeras miradas de reproche a los invitados más osados que hicieron caso omiso al último correo electrónico de Josema en el que advertía de ser cuidados con móviles y cámaras de foto. Música suave y envolvente de una DJ que gana adeptos como Javier y Josema en los locales de ambiente como la Vermoutería o el OM en los que se mezclan con naturalidad gays y lesbianas como Yolanda y los contrayentes con ‘heteros’ encantados de compartir espacio sin roces.

Y entre ellos Rajoy y Elvira. El presidente fue colocado muy cerca de la mesa ‘presidencial’. Otro guiño frente a lo convencional porque en ese espacio central para una docena de personas ni estaban los ‘jefes’ del PP ni tampoco los padres y hermanos de Javier y de Josema. Y en las mesas, los novios gays bendecidos por el PP que apura sus posibilidades para seguir gobernando España tuvieron que hacer tantos equilibrios que prácticamente hasta primera hora de la tarde de ayer no terminaron de encajar los egos, rencillas y amistades de tanto dirigente del PP metido ya de lleno en campaña. Por si acaso y para no arriesgar demasiado, al presidente le ubicaron en la mesa de Céline Dion, la cantante que en el 98 ganó con su No os vayáis sin mi.

El PP difunde las fotos de la boda de Javier Maroto

Parte de los invitados del PP a la boda de Javier Maroto.

Parte de los invitados del PP a la boda de Javier Maroto. / Partido Popular

La cúpula de Génova ha ido este viernes de boda. Y de ello ha querido dejar constancia el Partido Popular difundiendo a los periodistas la misma noche del enlace unas fotografías en las que puede verse al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a los recién casados: Javier Maroto y Josema Rodríguez. En las instantáneas, tomadas en el jardín donde se ha celebrado el banquete, también aparece la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal; los vicesecretarios, Andrea Levy, Pablo Casado, Javier Arenas y Fernando Martínez Maíllo; además de otros cargos de la formación, como Iñaki Oyarzábal o Jorge Moragas.

La polémica ha envuelto su asistencia al enlace, una boda que no podría haberse celebrado si el recurso que presentó el mismo Rajoy ante el Tribunal Constitucional hubiera salido adelante. Tras una década de ataques y rechazo al matrimonio homosexual el presidente del Gobierno posa sonriente, junto a la dirección de Génova, con el exalcalde de Vitoria y su ya marido.

Mariano Rajoy y su esposa, Elvira, con los recién casados

Mariano Rajoy y su esposa, Elvira, con los recién casados. / Partido Popular

Esta misma semana, el equipo de Maroto en Génova  aseguraba a eldiario.es que el novio se había enterado “por un medio de comunicación” de que finalmente Rajoy asistiría al enlace junto a su esposa. El propio Maroto confesó tener “la cabeza un poco mareada” por el asunto, pero insistió en que ese debate está superado. “Si no hubiese estado de acuerdo con la ley, el PP la habría modificado con su mayoría absoluta. Y si no lo ha hecho es porque considera que esa ley se ajusta a derecho y es asumida y reconocida”, defendió el dirigente del PP.

Javier Maroto sienta a Rajoy en la mesa ‘Céline Dion’ en su boda

Rajoy, Sáenz de Santamaría, Cospedal y otros altos cargos del Gobierno y del PP figuran en la distribución del banquete, en distintas mesas que llevan el nombre de cantantes y grupos musicales

Lista de invitados a la boda de Javier Maroto

Lista de invitados a la boda de Javier Maroto

El presidente del Gobierno con Céline Dion; la vicepresidenta, con Camela. Varios miembros destacados del Gobierno y del Partido Popular figuran en la lista de los invitados a la boda del vicesecretario sectorial del partido, Javier Maroto, distribuidos en diferentes mesas bautizadas con nombres de destacados mitos de la música.

Si en la mesa ‘Céline Dion’ se puede leer el nombre de Mariano Rajoy, en ‘Camela’ se encuentran el de Soraya Sáenz de Santamaría y el del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. A la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, le ha tocado rendir honor a Olivia Newton John. Su marido, Ignacio López del Hierro; la presidenta del PP del País Vasco, Arantza Quiroga; y el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado; también figuran en la mesa de la actriz deGrease.

El presidente del Gobierno no es el único comensal destacado de la mesa ‘Céline Dion’. Le acompañan el vicesecretario general del PP para Asuntos Territoriales, Javier Arenas; y la de Estudios y Programas, Andrea Levy. Otros personajes homenajeados en la boda son Massiel, ABBA, Sergio Dalma, Ruth Lorenzo y Raphael.

LAS ACTITUDES SEXISTAS NO SON GAMBERRADAS

ZURIÑE ESTIVARIZ MARTINEZ DE ANTOTANA (TXIKI) INTEGRANTE DEL GRUPO 7 MENOS 20 Y EX BIZNIETA DE CELEDÓN

Ahora que ha acabado el verano, las vacaciones y las fiestas populares, podemos decir que no ha habido ni una fiesta, en ninguna ciudad de Euskal Herria, que no haya estado marcada por alguna agresión sexual o agresión sexista. Sabemos, que las que se denuncian son muchas menos de las que suceden, como también sabemos que las agresiones sexistas verbales son tan frecuentes, que sería imposible contabilizarlas. El movimiento feminista lleva años trabajando por unas fiestas donde todas y todos podamos disfrutarlas. Se hacen campañas, se crean protocolos, se intenta sensibilizar a la ciudadanía, arduo trabajo viviendo en una sociedad patriarcal, donde las agresiones verbales están tan interiorizada, que si las denunciamos o nos sentimos molestas, tenemos que escuchar lo exageradas que somos, que no es para tanto, feminazis, histéricas… Parece ser que una parte de la población no ha entendido que seguirnos por la calle o abordarnos, hacer comentarios sobre nuestras tetas o nuestros culos, eso que tanta gracia les hace a algunos, son agresiones sexistas, no groserías.

Nos parece un escándalo firmar un protocolo para luego no cumplirlo, pero más escandaloso nos parece tener que leer en los medios de comunicación que 120 hombres se sintieron maltratados y agredidos delante de una concentración pacífica realizada por 15 mujeres, !Por favor!

No creemos que la solución sea enquistarnos en una eterna discusión, ni caer en injurias, ni en intentos de desprestigio. Tampoco pretendemos representar a quien no quiera ser representada, ni dividir la ciudad en una gran eterna bronca. Lo que queremos es que todas las personas que quieran participar en las fiestas lo puedan hacer tranquila y libremente. Nuestro objetivo es que nadie sufra una agresión sexual, ni sexista, ni machista, ni lesbotranshomófoba, ni gordófoba ni xenófoba.

Hay dos opciones; la primera es trabajar desde el respeto, para que todas y todos podamos divertirnos, no solo algunos; la segunda es caer en un enfrentamiento sin fin, olvidando lo importante, la lucha contra el machismo. Nosotras y nosotros lo tenemos claro. ¿Vosotras y vosotros?

Rajoy con Celine Dion y Soraya con Camela

Javier Maroto estuvo acompañado el día más feliz de su vida por toda la cúpula del Partido Popular

Javier Maroto y su esposo

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, es a estas horas todo un experto en iconografía gay. Al líder nacional del PP, así como a su esposa, Elvira Fernández, y al resto de los 270 invitados de la boda de Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, les recibió musicalmente Conchita Wurst -la mujer barbuda que arrasó en Eurovisión hace dos años- y cenó con Celine Dion, a escasa distancia de Raphael, Miguel Gallardo, Nana Mouskouri o Massiel.

Los contrayentes, seguidores acérrimos del macrofestival en el que la madrileña triunfó con su ‘La la la’, distribuyeron a sus familiares, amigos y compañeros de partido en mesas redondas que bautizaron con participantes en el histórico certamen continental. Así, para el máximo responsable del Ejecutivo madrileño, la pareja eligió la dedicada a Celine Dion; para la ‘número dos’ de su gabinete, Soraya Sáenz de Santamaría, la de Camela; o para la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la de Olivia Newton-John. La misma que le tocó a la presidenta del PP vasco.

Enfundada en un favorecedor vestido de color magenta, Arantza Quiroga y su marido fueron los últimos en recorrer el parking del hotel-restaurante El Caserón, situado en el Alto de Armentia, a las afueras de la capital vasca, donde se festejó el enlace civil. El desfile de invitados, que accedieron directamente a las carpas instaladas en el jardín del complejo, comenzó hacia las siete y media de la tarde. A juzgar por la variedad de modelos que se vieron, la pareja no decretó ningún ‘dress code’. Así, ellos lucieron mayormente trajes, camisas blancas -y, eso sí, muchas barbas pobladas de inspiración ‘hipster’-, si bien una minoría se unió a los novios para vestir chaqué. Entre ellos no se encontraba el prestigioso diseñador Lorenzo Caprile, una aguja muy conocida para la Casa Real, quien se decantó por un provocador look ‘todo rosa’ a juego con una amplia sonrisa. “Estoy muy feliz y contento de estar aquí. Y por muchos motivos”, apostilló a su llegada. Al igual que el modisto, Rajoy también rehuyó la chaqueta de pingüino para lucir un traje gris marengo y dos “buenas tardes” con los que cortó de cuajo cualquier pregunta incómoda de los cerca de cuarenta cámaras y periodistas que estaban allí apostados.

Gildas, solomillo y chocolate

Ellas, por su parte, prescindieron de los tocados, a excepción de la parlamentaria conservadora Carmen López de Ocáriz, y los mismo se vistieron de largo que de corto. Predominaron, eso sí, los hombros al descubierto en una noche de desapacible temperatura otoñal.

Una vez todos dentro, Maroto y Rodríguez reeditaron una unión que habían legalizado a primera hora de la mañana en el despacho municipal del ex alcalde de Vitoria. La ‘reboda’, plagada de cariñoso discursos de sus amigos en la que la palabra matrimonio sonó varias veces, aplausos de los asistentes y la intervención de una cantante lírica, se prolongó una hora hasta que llegó el “por supuesto que sí quiero” del interventor del Ayuntamiento de Durango a Maroto.

Sencillos centros de paniculata y velas blancas decoraron un convite que empezó con un cóctel a base de jamón, queso y gildas, y continuó con una ensalada de gambas y fruta con vinagreta de yogur, solomillo con foie y, de postre, una degustación de dos tartas de chocolate y frutas y mucho baile. Los éxitos de Eurovisión aún resuenan en la cabeza del presidente Rajoy.