Pongamos que hablo de SEXO

¿Qué es la sexualidad?, ¿es deseo?, ¿es placer?, ¿es intimidad?, ¿es necesidad? En el artículo de hoy hablamos de sexo y diversidad funcional. Doble tabú. Quién da más.

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Ilustración de Emma Gascó/ Diagonal

“El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír.” Woody Allen

Puedes seguir leyendo aunque no tengas ningún tipo de discapacidad, incluso aunque no tengas sexo, porque lo que planteo aquí es cómo romper la figura de la sexualidad entendida como algo exclusivamente ligado a la genitalidad. Ese es el referente en el que se suele pensar, pero hay más. Sí amigos, hay más.

Empiezo a interesarme por el tema a raíz de conocer el proyecto de verkami Yes We Fuck a través de una de las notificaciones que me llegan por twiter. La iniciativa nace como subversivo para sacudir el imaginario colectivo sobre la sexualidad y la diversidad funcional. A través de una serie de videos que se pueden ver en su web y que formarán parte de un futuro documental, mostrarán de una manera explícita otro tipo de sexualidad.

En el imaginario colectivo se piensa en la prostitución como alternativa a poder dialogar física y emocionalmente con un cuerpo desnudo. Pero hay otras opciones y ese es el caso de Tandem Team Barcelona. Se trata de una asociación que pone en contacto a personas que quieren poner a disposición su sexualidad con personas con diversidad funcional. Me cuentan que para ellos la sexualidad es un baile donde dos personas conversan alrededor del placer y el deseo. Hay quien puede pensar que “el hecho de tener un cuerpo inmóvil o no normativo nos priva del derecho a ejercer nuestra sexualidad. La realidad nos dice, sin embargo, que las personas tienen la necesidad de expresarse de esta forma”. El colectivo se ha encontrado con una realidad donde hay una necesidad fisiológica que no puede ni debe cumplir la familia.

El problema es que entendemos el sexo como algo ligado exclusivamente a la genitalidad, dejando de lado la erótica, por ejemplo. Nia (seudónimo), -asistenta sexual- nos hablaba de ello aquí: “Lo que siempre hay es conducta erótica, y existen miles de maneras de vivirla, cada persona tiene su propia erótica, todas son igual de válidas. Todo nuestro cuerpo es erótica, sin olvidarnos de nuestro órgano más poderoso, ¡el cerebro! Una mirada, besos, caricias una conversación erótica… todo es tener sexo”.

Se trata de entender la sexualidad como toma de conciencia individual, conectarse con las personas no sólo de una manera física, sino buscar otras maneras de relacionarnos, no ligadas a los patrones heteronormativos. El cerebro tiene además la capacidad de adaptarse y construir reacciones nerviosas como cuentaFrancesc Granja -uno de los fundadores de Tandem- en su libro “Vivir el Sexo”.

“La mayoría de los que no tienen una diversidad funcional no nos aceptarían a los que sí la tenemos” dice Andrea Barjadí en uno de los testimonios de Yes We Fuck. Sandra Candelas y Susana Werneuil, de Tensiones Colectivas explican que la trampa reside en que no son vistos como sujetos sexuados ni eróticos. Y a ello añadimos que “el posible estigma parte que desde fuera se ha decidido que necesitan un programa específico de educación y asistencia sexual porque son sujetos especiales, y mientras el resto seguimos viendo discapacidades y anormalidades”.

Tandem Team explica que vivimos en una sociedad con un “sistema de cuerpos diez” que rechaza a los cuerpos no normativos al no considerarlos competitivos para el rendimiento sexual-coital y la reproducción. “Este hecho genera gran cantidad de miedos y problemas de autoestima en las personas con diversidad funcional, las cuales, en ocasiones, llegan a construir un concepto de sí mismos asexuado” especialmente por “la percepción de su persona que los demás puedan tener”. ¿Después de todo si negamos la condición sexuada de una persona no la estamos negando como persona?

Pregunto a Sandra y Susana si creen que necesitamos una educación sexual abierta a todo tipo de colectivos para personas diversas. Me responden que “el actual modelo de educación tendría que empezar a sustituirse por otro que erradique las situaciones de abuso, explotación, desigualdad y cosificación que con motivo de la sexualidad siguen dándose. En ese sentido no basta con hacer educación con las personas con diversidad funcional si no re-educamos en sexualidades a todo el mundo o más bien, en diversidades y en la erótica de las mismas desmontando trampas del sistema”.

Sobre si la asistencia y acompañamiento sexual tienen un fin terapéutico me contestan con una cuestión que me hace reflexionar. Consideran que este tipo de servicio puede resolver una situación que se vive como un problema puntual. “La negación o las dificultades en el acceso a una dimensión que se considera básica tiene impactos sobre la persona, pero si el problema es social y no individual, la solución no pasa por la asistencia técnica, el pago de servicios, no poder resolverlo en espacios cotidianos de la persona”. Resuelve momentos concretos, pero “¿tiene entonces que acudir la persona a una asistencia de este tipo toda su vida?”.

Espero que con este texto seamos capaces de entender la importancia de reivindicar y repensar la sexualidad en el colectivo de la diversidad funcional, así como la diversidad dentro de la sexualidad. Porque se puede f**** a pesar de ir en una silla de ruedas o tener los brazos chiquitos o las piernas curvadas, o los ojos cerrados o los oídos tapados.

Persecución penal de la homosexualidad: crimen contra la humanidad

Miguel Ángel Rodríguez Arias | La persecución penal de la homosexualidad es el crimen contra la humanidad más olvidado en el momento actual.

hombres ahorcados en iran

Cinco hombres son ahorcados públicamente en Mashhad. | Amnistía internacional

@MiguelRArias | La persecución penal de la homosexualidad es, sin duda, el crimen contra la humanidad más olvidado en el momento actual. Porque, de hecho, ni tan siquiera se ha tomado conciencia internacional de que lo sea.

Pero lo es, y de forma inequívoca.

Es un crimen de lesa humanidad de “persecución” tipificado en el artículo 7.1.h) del Estatuto de Roma:

“1. A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por “crimen de lesa humanidad” cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil (…)

h) Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género definido en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de la competencia de la Corte”.

Y es que la persecución penal por parte de un Estado es la persecución “generalizada o sistemática” por excelencia.

Y por eso cuando se persigue públicamente y se priva de su libertad durante años – o hasta de la propia vida, porque en Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Nigeria, Qatar, Sudán y Yemen la homosexualidad sigue penada con la muerte –, a miembros de un determinado colectivo social diferenciado y discriminado respecto del resto de la población por su mera orientación sexual personal se está cometiendo un crimen de Estado. Y uno que atenta, además, contra la humanidad.

Porque cada Estado tiene una amplia libertad para seleccionar aquellos bienes jurídicos que deben ser jurídico-penalmente protegidos desde su Ius puniendi, sí, la tiene. Pero esa libertad no es absoluta.

Y así la Alemania nazi podía pretender penalizar los matrimonios con judios dentro del Estado alemán, pero ello, por muy recogido en una “ley” que estuviese no lo hacía más conforme a las denominadas leyes de humanidad.

O la antigua RDA podía autorizar “legalmente” los disparos en el Muro de Berlín respecto su orden interno, pero ante el orden internacional continuaban siendo asesinatos, como se encargó de esclarecer el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el histórico caso de los Tiradores del Muro.

Y por eso la realidad es que ningún Estado tiene la libertad absoluta para hacer lo que le plazca con sus propios ciudadanos “internamente”, y muchísimo menos después de instrumentos internacionales como la Convención de la Haya o la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de eficacia juridica erga omnes, hayan sido ratificados o no por el Estado A o B.

Y nada de esto son sólo palabras. Ha costado muchísimo esfuerzo y perseverancia que no lo sean. Pero hay que seguir perseverando para que lo siga siendo en todos los casos, como en el caso de la vergonzosa persecución de lesa humanidad del colectivo homosexual en tantos lugares de nuestro planeta.

Por eso no se trata de que se tenga que legislar o introducir nada nuevo, sino de que se aplique con normalidad lo que ya está en vigor.

Pero, como suele ocurrir tantas veces en Derecho penal internacional, el problema para que no se termine de comprender la auténtica gravedad jurídico-internacional, la monstruosidad “jurídica” de que un Estado – más de 70 en realidad –, todavía persiga penalmente a una parte de sus propios ciudadanos por su mera orientación sexual, siguen siendo carencias casi de comprensión conceptual, más que de los propios tipos penales internacionales en si.

Ello junto a determinadas contradicciones latentes, internas, más aparentes que reales, de todo este nuevo sistema penal internacional e internacional ONU verdaderamente “primerizo” (70 años no es nada, comparativamente nuestras figuras penales tradicionales, nacionales, vienen de siglos atrás de desarrollo…).

Y, así, la terrible paradoja es que si más de 70 Estados del planeta tipificasen en sus Códigos penales la persecución penal, con medios jurídicos y policiales públicos, de aquellos ciudadanos “que tuviesen los ojos verdes” – la penalización de la mera naturaleza humana, de ser lo que se es -, el escándalo internacional sería difícil de imaginar.

En cambio ante la tipificación penal, y la persecución con medios públicos, por parte de todos esos Estados de una determinada “orientacion personal sexual” imperan una suerte de “aturdimiento” y posicionamientos internacionales insuficientes, ante lo que son crímenes que atentan contra la entera humanidad.

Y, así, en una reciente comunicación bajo mi dirección ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional recordé al respecto que, además, de entre esos más de 70 Estados que hoy continúan persiguiendo “de forma generalizada o sistemática” con medios públicos y sometiendo a distintas penas a miles de seres humanos en todo el globo por su mera orientación sexual, 32 de ellos resultan haber ratificado formalmente el Estatuto de Roma en uno u otro momento de los últimos años, con lo que, sí o sí, cualesquiera conductas persecutorias de las tipificadas en el artículo 7.1.h del Estatuto de Roma en su territorio deberían resultar, a todos los efectos, materia de la jurisdicción complementaria de la Corte penal Internacional o, cuando menos, dar lugar a las correspondientes diligencias de investigación  de no  apreciarse la existencia de investigaciones a nivel nacional contra los autores (altos mandatarios del Gobierno, funcionarios policiales, judiciales, etc), como es exáctamente el caso.

Me refiero, en particular, a los siguientes 32 Estados que continúan persiguiendo penalmente la homosexualidad (entre parentesis la fecha de su ratificación del Estatuto de Roma, uno por uno):

1)Senegal (2 febrero 1999); 2)Trinidad y Tobago (6 Abril 1999); 3)Ghana (20 Diciembre 1999); 4)Belice (5 Abril 2000); 5)Sierra Leona (15 Septiembre 2000); 6)Antigua y Barbuda (18 Junio 2001); 7)Nauru (12 Noviembre 2001); 8)Uganda (14 de Junio de 2002); 9)Namibia (25 Junio 2002); 10)Tanzania (20 Agosto 2002); 11)Bostwana (8 septiembre 2000); 12)Dominica (12 Febrero 2001); 13)Nigeria (27 Septiembre 2001); 14)Islas Mauricio (5 de Marzo de 2002); 15)Gambia (28 Junio 2002); 16)Samoa (16 Septiembre 2002), 17)Barbados (10 Diciembre 2002); 18)Afganistán (10 Febrero 2003); 19)Guinea (14 Julio 2003); 20)Burundi (21 Septiembre 2004); 21)Liberia (22 Septiembre 2004); 22)Guyana (24 Septiembre 2004); 23)Comoras (18 Agosto 2006); 24)Bangladesh (23 Marzo 2010), 25)Túnez (24 Junio 2011), 26)Maldivas (21 Septiembre 2011); 27)Zambia (13 Noviembre 2002); 28)San Vicente y las Granadinas (3 Diciembre 2002); 29)Islas Cook (18 Julio 2008); 30)Santa Lucía (8 Agosto 2010); 31)Seychelles (10 Agosto 2010); 32)Granada (19 Mayo 2011).

Y eso en cuanto a los Estados que formalmente han ratificado ya el Estatuto de Roma por ser el primer paso para atacar jurídicamente toda esta situación desde su mejor punto de ruptura.

Pero, junto a éstos 32 Estados, restará el problema de los otros más de 38 Estados que persiguen penalmente la homosexualidad pero sin ser formalmente firmantes del Estatuto de Roma, como cuestión a ser íntegramente abordada ya, por tanto, desde la tercera vía de Derecho penal internacional – justicia universal -. Y restará la cuestión de la “aquiescencia” desde otros Estados, que acaso no persiguen abiertamente la homosexualidad desde su propio Código penal, pero que toleran (o incluso alientan larvadamente), tales persecuciones por parte de “actores no estatales” en su propio territorio lo que ha de suponerles, igualmente, toda una esfera de responsabilidad internacional aún sin abordar.

Suficiente locura y persecución, no “penal” sino “criminal”, contra todos estos seres humanos simplemente por amar a alguien de su mismo sexo.

Más locura, de hecho, de la que nunca jamás debió haberse consentido tras los desarrollos jurídicos internacionales posteriores a Núremberg.

Y, desde luego, más locura de la que resulta posible asimilar si, por un momento, cada uno de nosotros se imaginase en la piel y las circunstancias de todas esas personas, gays, lesbianas, transexuales, o de cualquier otra condición, perseguidas y tratadas como infraseres por los únicos y auténticos enfermos, que son quienes se permiten perseguirles. Los únicos, además, que realmente deberían acabar en prisión de conformidad con las leyes internacionales, como en prisión acabaron los tiradores del Muro de Berlín que también “seguían órdenes” junto a todos aquellos responsables de la “cadena de mando” de la antigua RDA que se las impartieron.

BERRIA:Errusiako bikote homosexual baten argazkiak irabazi du World Press Photo sari nagusia

Mads Nissen argazkilari danimarkarraren argazkia da: “Maitasunaz eta gorrotoaz mintzo da, desio sakonez… eta Errusiako homofobiaz”.

Jon eta Alex gazteak dira, Errusian bizi den bikote homosexual bat. “Argazki oso intimoa da, izugarri polita, bikain aterea eta osaketa akats gabekoa”, esan du Lars Boerin World Press Photo lehiaketako zuzendariak.

Orotara zortzi kategoriatan banatu dituzte sariak: gaurkotasuneko gaiak, kirola, natura, erretratuak, eguneroko bizimodua, albiste orokorrak, uneko albisteak eta proiektu luzeak.

Bulent Kilicek irabazi du uneko albisteen saria, Istanbulgo protesten irudi bati esker, eta albiste orokorren kategorian Sergei Ilnitskiren Kitchen Table argazkiak irabazi du, Ukraina ekialdeko gatazkaren ingurukoa; Donetskeko etxe bateko sukaldea da ikusgai.

Kirol argazkirik onena Bao Tailiangek egin du; bertan Lionel Messi futbol jokalaria Munduko Kopako garaikurrari begira agertzen da. Natura kategorian Yongzhi Chu argazkilariari eman diote sari nagusia, Monkey training for a Circus irudiarengatik, eta erretretuen alorrean Raphaela Rosellak Laurindari egindako argazkia da onena, epaimahaiaren aburuz.

Azkenik, eguneroko bizimoduari dagokien irudien artean Cai Sheng Xiangen The bull market hautatu dute lehenbiziko saria emateko, eta proiektu luzea saileko garailea Darcy Padilla izan da.

La imagen de una pareja gay, premio World Press Photo

UNA FOTO QUE ‘HABLA’ DE LA HOMOFOBIA EN RUSIA

El danés Mads Nissen logra la máxima distinción del fotoperiodismo mundial con la instantánea “Jon and Alex”

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La instantánea “Jon and Alex” con la que el danés Mads Nissen ha ganado la máxima distinción del fotoperiodismo mundial. (MADS NISSEN / SCANPIX / PANOS PI)

El fotógrafo danés Mads Nissen ganó hoy el World Press Photo, la máxima distinción del fotoperiodismo mundial con una instantánea tomada en 2014 y titulada “Jon and Alex”, en la que se capta de manera muy intima una pareja de homosexuales en San Petersburgo (Rusia).

AMSTERDAM. El director de World Press Photo, Lars Boering, y la presidenta del jurado de la 58 edición, Michele McNally, anunciaron el nombre del ganador de este premio en Amsterdam.

Nally calificó la fotografía como “muy intima e increíblemente bonita, magníficamente ejecutada y con una composición impecable”, mientras que su autor explicó que la imagen habla a la vez de “amor y odio, de deseos profundos… y de la homofobia en Rusia”.

La prestigiosa organización ha premiado 42 fotografías en ocho categorías, con galardonados de 17 nacionalidades en las que se encuentra Australia, Bangladesh, Bélgica, China, Dinamarca, Eritrea, Francia, Alemania, Irán, Irlanda, Italia, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.

Nissen, que recibió la noticia el miércoles, dijo durante la conferencia de prensa hoy en Amsterdam que esta fotografía “es la historia de amor entre dos chicos jóvenes, Jon y Alex, pero a la vez habla de la homofobia en Rusia”.

La instantánea se tomó el año pasado y con ella su autor reflexiona sobre el contexto homófobo en Rusia, después de que en junio de 2013 ese país aprobara una ley contra la propaganda homosexual que condena la distribución de propaganda sexual con imágenes de relaciones sexuales no tradicionales, a menores de edad con multas y penas de cárcel.

“La vida para las minorías sexuales es cada vez más difícil en Rusia y tienen que hacer frente a discriminación social, a acoso e incluso a violencia y ataques por parte de grupos conservadores”, añadió Nissen, convencido -dijo- de que enseñar los problemas contemporáneos es una parte muy importante y necesaria del fotoperiodismo.

Explicó que la instantánea ganadora “es personal y habla de individuos pero va más allá porque habla de un problema real y muy actual”, al tiempo que dijo sentirse “orgulloso de poder contribuir a que temáticas o problemas como este puedan conseguir mayor visibilidad a través del trabajo de los fotoperiodistas”.

En este sentido, Alessia Glaviano, uno de los jurados de esta edición, indicó que “la fotografía ganadora encierra un mensaje sobre el amor como respuesta a algo que está pasando a nivel mundial. Trata sobre el amor como un problema global, y en este sentido transciende la homosexualidad”.

“Más allá de un problema sobre la homosexualidad transmite un mensaje al mundo que trata sobre igualdad”, añadió.

La organización del concurso recibió un total de 97.912 imágenes realizadas por de 5.692 profesionales procedentes de 131 países de todo el mundo.

Walter Estrada, fotógrafo argentino y también miembro del jurado de esta 58 edición del World Press Photo en la categoría de Noticias, señaló que participar en el concurso es “un privilegio y una responsabilidad”.

Estrada dijo a Efe que el World Press Photo “destaca lo mejor del fotoperiodismo del año anterior y probablemente marcará la línea y tendencia de este año, así que tenemos que ser muy cuidadosos y conscientes de nuestra responsabilidad”.

Por su parte, la fotógrafa mexicana Cristina Goettsch Mittermeier señaló a Efe que “sin periodismo no es posible tener sociedades libres. Es imperante que se apoye, reconozca y celebre el trabajo de quienes se dedican a documentar la experiencia humana sobre el planeta”.

Las fotografías premiadas se exhibirán en más de 100 ciudades en 45 países y la primera de esas exposiciones tendrá lugar en Ámsterdam a partir del próximo 18 de abril en el espacio Nieuwe Kerk.

La fundación World Press Photo, con sede en la capital holandesa, distingue desde 1955 con sus galardones el trabajo de fotoperiodistas y reporteros gráficos de todo el mundo.

El fotógrafo danés Mads Nissen gana el premio World Press Photo

Ha sido premiado gracias a una instantánea tomada en 2014 y titulada ‘Jon and Alex’, en la que se capta de manera muy íntima una pareja de homosexuales en San Petersburgo

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La fotografía premiada se titula ‘Jon and Alex’. / Mads Nissen

El fotógrafo danés Mads Nissen ganó hoy el World Press Photo, la máxima distinción del fotoperiodismo mundial, con una instantánea tomada en 2014 y titulada ‘Jon and Alex’, en la que se capta de manera muy intima una pareja de homosexuales en San Petersburgo (Rusia).

El director de World Press Photo, Lars Boering, y la presidenta del jurado de la 58 edición, Michele McNally, anunciaron el nombre del ganador de este premio en Amsterdam.

Nally calificó la fotografía como “muy intima e increíblemente bonita, magníficamente ejecutada y con una composición impecable”, mientras que su autor explicó que la imagen habla a la vez de “amor y odio, de deseos profundos… y de la homofobia en Rusia”.

El vacío legal impide registrar a los hijos de una pareja gay española

Los bebés, mellizos, nacieron a principios de enero por gestación subrogada en Tabasco, al sureste de México

Luis Delgado y José Antonio Fernández.

Luis Delgado y José Antonio Fernández.

Luis Delgado y José Antonio Fernández son un matrimonio español que decidió tener descendencia por gestación subrogada en México. En otras palabras: a través de un vientre de alquiler. Los mellizos nacieron el 6 de enero pasado, pero aún no han podido volver con ellos a su país. No tienen pasaporte. Por parte mexicana, hay un conflicto entre las leyes estatales de Tabasco, México, que permite el proceso, y la Secretaría de Relaciones de Exteriores (SRE), que no se explica por qué una pareja de extranjeros ha contratado un proceso de este alcance. De la representación española han recibido, hasta ahora, “muy buenas palabras, pero nada más”, se quejan.

La gestación por subrogación es ilegal en España. La ley permite que, si un país emite una sentencia que asegure que los miembros de la pareja (ya sea gay o heterosexual) son padres de los niños concebidos de esta manera, se pueden registrar en España. Si no, en los papeles debe figurar una madre. Pero no consiguen ese certificado.

Un solo Estado mexicano, Tabasco (al sureste del país), permite el proceso desde 1997. Luis y José Antonio contrataron una fundación ahí, conocieron a la mujer que llevaría en su vientre a los embriones fecundados por ellos. Los mellizos nacieron el 6 de enero de 2015. Acudieron a la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el Distrito Federal (DF) para expedir pasaportes mexicanos a los niños y así volver a España. La pareja ha intentado dos veces emitir el documento a los niños y se les ha negado; la representación española les ha apoyado pero para expedir un pasaporte español a los bebés es necesario que se registre el nombre de la gestante como madre.

La condición ilegal de la subrogación del vientre en España no quiere decir que existan vacíos para burlar la ley, como dar por buena la sentencia de un país extranjero que permitiría a dos ciudadanos españoles registrarse como padres de un niño concebido en un vientre de alquiler en el extranjero. Delgado y Fernández firmaron el contrato de subrogación en México el año pasado y, al momento de nacer los bebés, registraron a los niños en Tabasco con el nombre de José Antonio como padre y con un apartado que explicaba que el otro padre era Luis. El espacio guardado para la madre quedó vacío. Al llegar a la delegación de la SRE en la capital mexicana, comenzaron los problemas: ¿dónde está la madre? La SRE, una entidad federal mexicana, decide sobre los hijos concebidos en vientres de alquiler de Tabasco, que se rige según las leyes regionales. Delgado señala que uno de sus asesores legales se reunió con Max Diener, consultor jurídico de la SRE, y que Diener le dijo que “los pasaportes mexicanos son un derecho, no una obligación”. Este periódico intentó, sin éxito, contactar a la SRE para respaldar la versión mexicana.

En cuanto a España, la única opción abierta es que la pareja anote el nombre de la mujer que gestó a sus hijos. María Jesús Basco, su abogada en Madrid, comenta que en países como Estados Unidos el procedimiento es más sencillo pero “muchísima gente no tiene el dinero para ir allá”. La legislación española avanza con lentitud para reconocer a los hijos de vientre de alquiler, sobre todo después de que una sentencia del Tribunal de Estrasburgo de 2014 obligase a la ley francesa a reconocer a los hijos de dos parejas. No hay mucho más avance, y la variación de precios es enorme. En EE UU puede oscilar entre 113.000 y 226.000 dólares, mucho más de los 68.000 que el proceso puede costar en México (es ilegal lucrar con la práctica en el país latinoamericano, el cálculo se basa en transporte, hospedaje y gastos de hospital) o los 50.000 de Tailandia. Fernández y Delgado explican que ya han gastado mucho más de lo que tenían planeado en aviones, taxis y hospedaje. Ahora viven en una casa de la Asociación mexicana Ayudando a Crear Familias, que además les ha prestado a coche, en Cancún. Ahí esperan. El acompañamiento de la representación diplomática de España en México, hasta ahora, es eso: acompañamiento. Legalmente solo podría resolverse si anotasen el nombre de la madre que alquiló su vientre en el registro de los niños. “Y eso no va a ser”, insiste Luis. “Los padres somos nosotros. No vamos a mentir”.

Una foto sobre la homosexualidad en Rusia gana el World Press Photo 2014

Mads Nissen tomó la imagen en San Petersburgo. Este año han concursado 5.692 fotógrafos de 131 países

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Foto de Mads Nissen, ganadora del World Press Photo de 2014. / REUTERS

Jon y Alex, dos homosexuales de 25 años en un momento de intimidad en San Petersburgo (Rusia), son los protagonistas de la foto del año 2014, según el concurso World Press Photo, el más prestigioso de su clase. El autor es el danés Mads Nissen (1979), que ha logrado captar “una imagen estética que hace al mismo tiempo hincapié en la humanidad”, en palabras de Michele McNally, presidenta del jurado y directora de fotografía de The New York Times. Publicada por el diario Politiken (Dinamarca), es el resultado del trabajo de Nissen sobre la homofobia en Rusia, país que aprobó en 2013 una ley prohibiendo “la propaganda de relaciones sexuales que no sean tradicionales”. El fotógrafo recibirá 10.000 euros en efectivo y una cámara réflex digital con un juego de lentes.

Nissen estuvo dos años en suelo ruso para documentar los problemas afrontados por los homosexuales. Visitó clubes y fue testigo de la violencia con que eran reprimidos por las fuerzas del orden en plena calle. Licenciado en periodismo gráfico, el danés trabajó asimismo dos años en Shanghai observando las repercusiones sociales y humanas del crecimiento económico chino. Sus fotos han aparecido en medios como Time, Newsweek, Der Spiegely Stern.

En un año como 2014, marcado por la epidemia de ébola, la lucha en Ucrania y la tragedia del vuelo MH17, entre otros conflictos internacionales, el retrato ganador ha sido elegido “porque no hace falta ir a la guerra para ganar el World Press Photo”, ha dicho Donald Weber, fotógrafo canadiense y miembro asimismo del jurado. “También hay maneras sutiles de recoger asuntos complejos, y la homofobia es un problema grave en Rusia”, ha añadido. “Los terroristas utilizan imágenes horrorosas para llamar la atención. Con sutileza e intensidad puede ofrecerse un mensaje más meditado”, ha advertido su colega, Pamela Chen.

El holandés Lars Boering, nuevo director del concurso, espera convertirlo en un “centro de pensamiento del periodismo gráfico, y de ahí que hayamos escogido una foto sobre el amor: es una declaración de intenciones”. En unas opiniones al rotativo NRCHandelsblad, ya había explicado que “no pensamos convertirnos en activistas, pero sí vamos a participar en los debates”. “World Press Photo ha sido demasiado tiempo una organización neutral, algo que ya no encaja en estos momentos”.

A la convocatoria de 2014 se han presentado 97.912 imágenes de 5.692 fotógrafos procedentes de 131 países. En 2013, cambiaron las reglas de selección para evitar retoques de las instantáneas. El ganador de 2012, el sueco Paul Hansen, fue acusado de montar varias fotos hasta conseguir el efecto deseado: conmover al espectador ante un grupo de adultos desesperados, en Gaza, con sendos cadáveres de niños en brazos. La investigación efectuada por el propio jurado solo halló “retoques de color”, pero descartó un fraude.

Superado el mal trago, la competición ha decidido ampliar su oferta en 2014, y se ha abierto a los Proyectos de Larga Duración. Compuestos por una colección de entre 24 y 30 fotos tomadas a lo largo de tres años, al menos cuatro deben haber sido conseguidas, o bien publicadas, el año pasado. El poder de atracción de la propuesta ha sido enorme porque reconoce un trabajo completo. En total, se presentaron a esta sección 14.583 imágenes que conforman 510 historias gráficas. La ganadora ha sido Darcy Padilla (San Francisco, California) por su galería sobre “la compleja historia de la familia de Julie Baird, en la que hay pobreza, sida, drogadicción, cambios de domicilio, distintas parejas, nacimientos, muertes, pérdidas y reencuentros”. Padilla sobrepasó las condiciones del premio porque ha seguido las desventuras de Julie Baird —cinco de sus seis hijos fueron llevados a hogares de acogida— desde 1993. La Agencia Vu (creada en Francia en 1986 y con un centenar de autores de 24 nacionalidades) le encargó el proyecto.

Los vencedores de cada una de las categorías, incluida la de larga duración, recibirán 1.500 euros. En 2011, el vencedor del certamen fue el español Samuel Aranda. Su imagen de un herido durante las revueltas de la primavera árabe fue publicada por The New York Times. World Press Photo es una organización independiente y sin ánimo de lucro fundada en Ámsterdam en 1955. Además de los premios anuales, apoya el fotoperiodismo internacional a través de las clases impartidas por su Academia. Patrocinado por la casa Canon, el premio recibe también fondos de la lotería holandesa.

Una pareja gay, foto del año

PREMIO World Press Photo 2015

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Mads Nissen

Jon y Alex, de 21 y 25 años, de Rusia, protagonizan la foto del año. La ganadora del World Press Photo. Una imagen que rompe con la tradición en los últimos años de este galardón de fotos bélicas. Pese a que el ébola o la inmigración partían como temas favoritas al premio, la elección de esta imagen supone alzar la voz para denunciar las dificultades que atraviesan los gays, las lesbianas, los bisexuales o los transexuales en Rusia. La foto es del danés Mads Nissen. [Vea las mejores fotos de esta edición]

La instantánea fue tomada el 18 de mayo de 2014. “Las minorías sexuales sufren una discriminación social y legal, incluso ataques violentos por parte de grupos conservadores religiosos y grupos nacionalistas”, explica el World Press Photo.

El director de World Press Photo, Lars Boering, y la presidenta del jurado de la 58 edición, Michele McNally, anunciaron el nombre del ganador de este premio en Amsterdam. Nally calificó la fotografía como “muy intima e increíblemente bonita, magníficamente ejecutada y con una composición impecable”, mientras que su autor explicó que la imagen habla a la vez de “amor y odio, de deseos profundos… y de la homofobia en Rusia”, informa Efe.

EL ESTADOUNIDENSE PETE MULLE, WORLD RESS PHOTO EN LA CATEGORÍA DE NOTICIAS GENERALES

Foto de Pete Mulle, ganadora en la categoría de noticias generales.

 Alessia Glaviano, jefe editor de imágenes en el Vogue italiano, y miembro del jurado de este galardón, explicó sobre la imagen: “Habla de amor en respuesta a lo que está sucediendo en el mundo, habla del amor como un asunto global, de una manera que trasciende la homosexualidad”, según recoge Afp.

La instantánea se tomó el año pasado y con ella su autor reflexiona sobre el contexto homófobo en Rusia, después de que en junio de 2013 ese país aprobara una ley contra la propaganda homosexualque condena la distribución de propaganda sexual con imágenes de relaciones sexuales no tradicionales, a menores de edad con multas y penas de cárcel.

Nissen, tras conocer que su imagen era la ganadora, se mostró convencido de que enseñar los problemas contemporáneos es una parte muy importante y necesaria del fotoperiodismo. Explicó que la instantánea ganadora “es personal y habla de individuos pero va más allá porque habla de un problema real y muy actual“, al tiempo que dijo sentirse “orgulloso de poder contribuir a que temáticas o problemas como este puedan conseguir mayor visibilidad a través del trabajo de los fotoperiodistas”.

Walter Estrada, fotógrafo argentino y también miembro del jurado de esta 58 edición del World Press Photo en la categoría de Noticias, señaló que participar en el concurso es “un privilegio y una responsabilidad”.

EL TURCO BULENT KILIC GANA EL WORLD PRESS PHOTO EN LA CATEGORÍA DE NOTICIAS DE ACTUALIDAD

Imagen de Bulent Kilic, en la categoría de noticias de actualidad.

Estrada dijo que el World Press Photo “destaca lo mejor del fotoperiodismo del año anterior y probablemente marcará la línea y tendencia de este año, así que tenemos que ser muy cuidadosos y conscientes de nuestra responsabilidad”.

Por su parte, la fotógrafa mexicana Cristina Goettsch Mittermeier señaló que “sin periodismo no es posible tener sociedades libres. Es imperante que se apoye, reconozca y celebre el trabajo de quienes se dedican a documentar la experiencia humana sobre el planeta”.

Cerca de 100.000 imágenes fueron presentadas al jurado por 5.692 fotógrafos de 131 países. El jurado ha decidido premiar a 42 fotógrafos de 17 países en ocho categorías. Australia, Bangladesh, Bélgica, China, Dinamarca, Eritrea, Francia, Alemania, Irán, Irlanda, Italia, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos son los países que han recibido premios. España no figura entre ellos.