Una transexual ocupará por primera vez un cargo en el Gobierno argentino

Mara Pérez ha sido designada por la ministra de Seguridad como titular del departamento de Diversidad

Mara Pérez

Mara Pérez

Mara Pérez será la primera transexual en ocupar un cargo en el Gobierno argentino, después de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la designara como titular del departamento de Diversidad de su cartera.

En un comunicado, el ministerio oficializó el nombramiento de los nuevos secretarios que acompañarán a Bullrich durante su mandato; además de Pérez, al frente de Diversidad, Daniel Barberis será el nuevo titular de Violencia Institucional y Delitos de Interés Federal. Mientras que Carolina Barone tendrá a su cargo la Coordinación Nacional en materia de Género.

“Creemos y sentimos que hoy damos un paso hacia adelante en la protección, el cuidado y la diversidad frente a la violencia institucional y de género. y alzar Es momento de respetarnos y alzar las banderas del diálogo y el respeto“, subrayaron desde Seguridad en la nota.

Mara Pérez Reynoso se convierte así en la primera funcionaria transexual que entra a formar parte de un equipo de Gobierno. Noticia que celebró en su perfil de la red social Twitter, junto a seguidores de la comunidad LGTBIQ, que aplaudieron el nombramiento como un paso adelante en la lucha por la igualdad y la integración

Chrysallisek Nafarroako transexualitatearen legea aldatzeko eskatu du

Aingeru Mayorrek, Chrysalliseko presidenteak, transexualitatea  autikonstzientzia  dela eta ez genitalak adierazi du, eta legea aldatzeko eskatu dio Nafarroako gobernuari, gurasoak haien seme-alabak lagundu ahal izateko

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MEDIOETAN:

Chrysallis pide cambiar la ley navarra de transexualidad

La asociación de familias de menores transexuales defiende que «la identidad está en el cerebro» y pide actualizar la ley 12/2009 para poder acompañar mejor a sus hijos e hijas.

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El presidente de la asociación de las familias de menores transexuales Chrysallis Euskal Herria, Aingeru Mayor, reivindicó ayer que la identidad es una «autoconsciencia» que no está «entre las piernas» sino en el cerebro, y solicitó al Parlamento de Nafarroa que reforme y desarrolle la ley foral 12/2009 sobre transexualidad. Antes de reunirse con la presidenta de la Cámara, Ainhoa Aznárez, agregó que «nuestra demanda es que se cumpla la ley, para que las familias puedan acompañar mejor a sus hijos». Pese a reconocer que dicha ley «significó un paso adelante», agregó que es preciso actualizarla.

Mayor subrayó que los casos de menores en situación de transexualidad son uno de cada mil. «Lo único que necesitan es que se les escuche, que se les respete, se les acepte como son y se les quiera», señaló, y matizó que «otra cuestión es la pubertad, cuando se empiezan a desarrollar los caracteres sexuales secundarios».

Es entonces cuando «dejan de ser niños, cuando pueden necesitar acompañamiento médico, al usar bloqueadores hormonales y hormonación cruzada», contó. Según explicó, es alrededor de los dos años cuando empiezan a expresar su identidad, que su sexo «no coincide con el que se le asignó en relación a sus genitales en el nacimiento».

Hacer el camino acompañado

En palabras del presidente de Chrysallis, «hay chicas que no quieren que les crezca barba (…) y chicos que no quieren que les crezca pecho», y lamentó que, en la mayoría de los casos, «por falta de conocimiento y porque choca mucho, no se les escuchará» o «se les reprimirá», por lo que recomendó a las familias «escuchar al hijo o hija, informarse y ponerse en contacto con otras familias que están viviendo esta realidad, para no hacer este camino solo, sino acompañado».

Familiares de menores transexuales piden que se cumpla la ley de no discriminación por motivo de identidad de género

Familiares de menores transexuales piden que se desarrolle la ley de no discriminación por motivo de identidad de género

La Asociación Chrysallis Euskal Herria, que representa a familias de menores transexuales de Navarra, ha pedido al Parlamento de Navarra que “se cumpla y desarrolle” la ley foral de no discriminación por motivo de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales.

La presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, y representantes de los departamentos de Educación, Derechos Sociales y Salud del Gobierno foral, así como del Instituto Navarro de Igualdad, han mantenido este viernes un encuentro con miembros de esta agrupación en la Cámara foral, donde ésta ha expuesto sus reivindicaciones.

Antes de la reunión, el presidente de la Asociación Chrysallis Euskal Herria, Aingeru Mayor, ha reclamado, en declaraciones a los periodistas, que “se desarrollen todas las actuaciones que se plantean en la ley foral, que fue pionera y fue referencia para otras comunidades”. Con su desarrollo, ha opinado, “se posibilitará que las familias puedan acompañar mejor a sus hijos y en el ámbito escolar también”.

“Quedan muchísimas cosas por desarrollar y pedimos que se pongan mecanismos para que se cumpla porque para las familias con menores en situación de transexualidad va a suponer en Navarra un paso de gigante para poder vivir mucho mejor”, ha asegurado Mayor, que también ha pedido “revisar la norma porque es hora de reformar algunas cuestiones”.

El presidente de la asociación ha detallado que en Navarra ocho familias forman parte de la agrupación y a nivel estatal, más de 200. En todo caso, ha apuntado que la asociación la integran “una minoría de las familias que tienen niños en situación de transexualidad”.

“Visibilizar”

Por ello, ha explicado que uno de sus objetivos es “visibilizar esta realidad para que las familias que no tienen la posibilidad, por falta de conocimiento, de abordar y acompañar la realidad de sus hijos, lo puedan hacer, para que estos menores puedan vivir su infancia como el resto de niños, no teniendo que pelearse permanentemente con todo el entorno por que sea respetada su identidad”.

Mayor ha expuesto que “sobre los dos años los menores empiezan a expresar su identidad y, en el caso de los pequeños en situación de transexualidad empiezan a decir que su sexo no coincide con el que los demás están viendo”. En la mayoría de los casos, ha añadido, “por falta de conocimiento y porque es algo que choca mucho, muchas veces no se les hace caso”.

Sin embargo, estos menores “van a seguir expresándolo”, ha remarcado Mayor, que ha agregado que “en algunas familias llegará el momento en el que se les atenderá, y en otras, por falta de conocimiento, no se les escuchará y se les reprimirá”.

Mayor ha afirmado que “uno de cada mil menores vive una situación de transexualidad y necesita que en su entorno más cercano y en la escuela se conozca esta realidad para poder vivir su vida”. “Los menores en situación de transexualidad lo único que necesitan es que se les escuche, que se les respete, que se les acepte como son y se les quiera. En el momento de la pubertad ya pueden necesitar acompañamiento médico”, ha señalado.

Cuando solo Buda entiende

La comunidad LGBT de Camboya, uno de los países más pobres del sudeste asiático, lucha por salir de su aislamiento y combate la discriminación reafirmándose a sí misma

John, transexual camboyano, convertida en Jessie J en su camerino de Phnom Penh.

John, transexual camboyano, convertida en Jessie J. en su camerino de Phnom Penh. Ignacio Marín

“Simplemente, un día la gente se dio cuenta de que existíamos”, concluye tras reflexionar unos instantes la menuda Leaphy Heng. Sentada en el suelo de la pequeña asociación proLGBT para la que trabaja, Leaphy ofrece té a los visitantes mientras explica con desenvoltura que ahora tiene un novio, pero antes fue una novia, y que puede afirmarlo con orgullo. Aun así, es consciente que su caso marca la excepción y no la regla. Leaphy, que empezó a colaborar con RocK (Rainbow Community Kampuchea)hace un par de años, sabe del largo camino que queda por recorrer en Camboya en la defensa de los derechos de personas de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.

Aunque en textos del siglo XIII ya aparecen referencias a relaciones entre personas del mismo sexo en este país, la realidad de la comunidad gay sobre el terreno ha permanecido invisibilizada hasta hace relativamente pocos años, constata un amplio informe de 2014 de la agencia de la ONU para el Desarrollo (PNUD) y la organización estadounidense USAid.

A diferencia de lo que ocurre en sociedades de cultura cristiana o musulmana, donde la religión conlleva fuertes prejuicios sobre la homosexualidad, el budismo practicado mayoritariamente en Camboya y en otros países de la región no tiene ese componente homófobo, señala el mismo informe, pero la tolerancia que preconiza este credo no basta para acabar con los prejuicios sociales.

La tradición en el reino jemer señala un camino de sentido único: matrimonio e hijos, algo que difícilmente encaja con orientaciones sexuales distintas a la heterosexual. “La homosexualidad nunca ha sido un delito en nuestro país, pero la presión social es muy fuerte”, recuerda la portavoz de RocK. “En Camboya hay que casarse y tener hijos; si no, te conviertes en una deshonra para tu familia”.

A los 15 años, Pipi se dio cuenta de que su cuerpo y su mente no se correspondían. “Me sentía hombre y tenía cuerpo de mujer”, explica este joven de 21 años de gestos suaves y rostro aniñado. “Mi familia me rechazó cuando se lo conté: me quitaron el teléfono móvil, me impidieron ir a la escuela, los vecinos me insultaban… Aun hoy, mis padres y mi abuela siguen sin aceptarme”.

Cuando un joven gay camboyano decide dar el paso, a menudo debe enfrentarse a una dura estigmatización, tanto en casa como en el colegio. El sentimiento de discriminación es tan fuerte que según una reciente encuesta de la empresa TNS, casi un tercio de las personas del país que se reconocen como LGBT aseguran no haber salido del armario y una de cada cinco desearía ser heterosexual.

En busca de una identidad

Los jóvenes LGBT, especialmente las lesbianas y los transexuales masculinos, son con frecuencia obligados a contraer matrimonio con personas del sexo opuesto o son separados a la fuerza de sus parejas por padres, que en algunos casos recurren a las autoridades locales y acusan de secuestro a los compañeros sentimentales, sostiene el activista Sron Srurn, fundador de la asociación juvenil CamASEAN, que también habla de “curas milagrosas” que incluyen aislamiento, golpes y quemaduras.

“En nuestra cultura, los roles de género están muy delimitados y el conflicto viene si existe ambigüedad, si no te comportas como un hombre o una mujer en sentido estricto”, explica la portavoz de RocK. “Por eso muchas lesbianas optan por solucionar el problema convirtiéndose en hombres”.

Kim Maurice, expatriada canadiense fundadora de una red mujeres gays en Phnom Penh, apunta: “En Camboya las lesbianas tomboy (literalmente, marimacho, aunque en el mundo gay no es un término peyorativo) adoptan frecuentemente un nombre masculino, se consideran a sí mismas hombres, y se comportan como tales”, explica.

Es el caso de Sokhan, que trabaja en control de calidad en una fábrica textil a las afueras de Phnom Penh. El año pasado completó su metamorfosis y no se arrepiente. “Cuando iba vestido como una mujer, todo era más difícil”, explica. Ahora puede mostrarse de forma más abierta con su pareja, de la que muestra orgullosa decenas de fotos.

Huir de casa

Pero el peso de la tradición coexiste con motivos puramente económicos: en un contexto de extrema pobreza, en los hogares se espera que todos los hijos aporten a la economía familiar y la salida del armario es vista como un gesto de irresponsabilidad.

El PNUD señala en su informe que muchos hombres gais aceptan casarse con mujeres para no romper lazos con sus seres queridos mientras siguen manteniendo sexo esporádico con otros hombres. La sociedad camboyana tolera estas conductas si se producen de forma discreta y no afectan a la estructura familiar tradicional.

Para quienes deciden ser consecuentes, escapar de su hogar se convierte muchas veces en la única salida. Cientos huyen de casa cada año, algunos con no más de diez años de edad, según un estudio del Centro Camboyano para los Derechos Humanos (CCHR). Cuando llegan a ciudades como Phnom Penh se convierten en víctimas del alcoholismo, la drogadicción, y en presa fácil de las redes de prostitución o el abuso infantil, apunta el mismo documento.

En la puerta del Blue Chilli Bar, uno de los locales gais más conocidos de Phnom Penh, un pequeño cartel iluminado por luces de neón anuncia que esta noche habrá show de drag queens. Son las diez de la noche de un viernes y en el interior deambula una mezcla de jóvenes camboyanos, solos o con amigos, hombres blancos maduros, y alguna turista europea que ha venido a ver el espectáculo. Los camareros, todos jóvenes y atractivos, coquetean entre sonrisas con la clientela y sirven cócteles al ritmo de música comercial que suena a volumen discreto.

En el camerino, una minúscula sala donde se amontonan pelucas, boas de plumas y vestidos de cuero y lentejuelas, el calor es asfixiante. El viejo ventilador, que parece a punto de expirar, no ayuda demasiado. John, de 23 años, se maquilla con esmero frente al espejo antes de salir al escenario transformado en Jessie J. Mientras aplica con cuidado sucesivas capas de rímel en unas pestañas interminables, este estudiante de Marketing explica que se marchó de casa pronto para no “convertirse en una carga” para sus padres. El travestismo y el show vinieron como algo natural: “Me encanta bailar y descubrí que se me daba muy bien”, remarca.

El resto de divas (Rihanna, Leona Lewis…), terminan de prepararse entre comentarios afilados como dardos y bromas sexuales. Todos dicen tener cumplidos los 18, aunque en algunos casos queda la duda. Se saben afortunados, porque a pocas manzanas de distancia, en los alrededores de la Universidad Nacional y el templo de Phnom Wat, otros chicos de su edad alquilan su cuerpo por horas y se exponen continuamente a la violencia de la calle.

En los últimos cinco años, numerosos locales para público homosexual han abierto en la capital camboyana y en otras grandes ciudades del país, como Siem Riep y Battambang. Camboya se está convirtiendo en un incipiente destino turístico gay y el Gobierno, consciente de los ingresos que genera este tipo de público, trata de reforzar la idea de aperturismo.

El Blue Chilli, inaugurado hace justo una década a pocos metros del palacio presidencial, fue pionero en acortar el apelativo “gay friendly” y dejarlo en gay a secas, explica orgulloso el propietario del local, Sokha Kem, de 36 años. “En los últimos diez años, la situación de la comunidad LGBT ha mejorado mucho en este país”, asegura el empresario, bisexual y activista pro derechos gais, quien cree que las autoridades y la sociedad son cada vez más tolerantes.

Avances políticos

Lo cierto es que sí ha habido progresos, al menos en el plano político. En 2004, el veneradísimo rey Sihanouk (fallecido en 2012) se pronunció por primera vez a favor del matrimonio gay en Camboya. Recientemente, el Gobierno ha puesto en marcha a través del ministerio de la Mujer varias iniciativas legislativas para promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino, y el año pasado lanzó un documento sobre violaciones de derechos en grupos vulnerables, centrado precisamente en la discriminación que sufren lesbianas y mujeres bisexuales, a las que el ministerio de Género ha incluido en su Plan Nacional de prevención de la violencia contra la mujer. Para las asociaciones pro derechos LGBT camboyanas, estas iniciativas marcan hitos en la defensa de los derechos gais.

Organizaciones como RocK, creada en 2009, o CamASEAN suponen un fuerte respaldo para los jóvenes que decide salir del armario. La primera asociación da apoyo e información, organiza talleres y trata de crear una estructura a nivel nacional con misiones en las zonas rurales para sacar a las personas LGBT de su aislamiento.

Las autoridades camboyanas están moviendo ficha y convirtiéndose en un “gran apoyo”, admite Srorn Srun, de CamASEAN. Muestra de ello son las ya mencionadas iniciativas del ministerio de la Mujer, y otras “como las del ministerio de Educación, Juventud y Deporte, que ha iniciado un programa de formación a profesores sobre orientación sexual e identidad de género para evitar el acoso escolar”, ejemplifica.

La existencia de la comunidad LGBT en Camboya va haciéndose más presente: los medios angloparlantes camboyanos abordan asiduamente temas relacionados con la comunidad gay y este año nació la primera revista queer, Q Cambodia.

El colectivo ha encontrado un aliado inesperado entre los monjes budistas. “El budismo no conlleva los prejuicios de las religiones de Occidente, en ese sentido es mucho más tolerante”, explica Leaphy. “Buda consideraba que la gente tiene derecho a amar a quien sea, que la gente tiene derecho a ser amada, sin importar su género o su orientación sexual”, asegura. En el día del Orgullo Gay, que cada año crece en afluencia en Phnom Penh, los religiosos bendicen a personas homosexuales para mostrar su adhesión a la causa, otro espaldarazo en un país en el que el más del 95% de la población practica el budismo.

Pero ¿qué es lo que impide entonces un avance real en la aceptación de la homosexualidad en Camboya? Paradójicamente, “las instituciones avanzan más deprisa que la sociedad y las mayores reticencias, al igual que en otros países de la región como Vietnam, Tailandia o Laos, vienen de la propia familia”, lamenta Srun, cuya asociación trata de involucrar al entorno familiar en la aceptación de la orientación sexual de sus hijos y también al resto de la sociedad camboyana.

Aunque no es tan optimista como sus compañeros sobre la actitud de las autoridades y cree que la comunidad LGBT “no es una prioridad para el Gobierno”, Leaphy quiere acabar con un pensamiento positivo: “Si aceptamos lo que somos, si Buda nos entiende… un día la sociedad lo hará también”.

EDDIE REDMAYNE: “Lucho por ser auténtico”

Eddie Redmayne protagonista de la película 'The Danish Girl'

Eddie Redmayne protagonista de la película “The Danish Girl”. / KEVORK DJANSEZIAN (REUTERS)

La noche del 22 de febrero de 2015 Eddie Redmayne ganó el Oscar al mejor actor. Dio las gracias a su mujer, a todos los que padecen la ELA [Esclerosis lateral amiotrófica] y al físico Stephen Hawking, al que interpretaba en La teoría del todo. Poco después, cogió un avión de Los Ángeles a Londres. Soltó la estatuilla por ahí, se subió a un coche y se fue al set a trabajar. La emoción que casi le impidió articular un discurso coherente había desaparecido. Y estaba dispuesto a asumir otro gran desafío. Ese día Redmayne (Londres, 1982) fue a meterse en la piel de una mujer para La chica danesa.Precisamente por ese papel ha vuelto a ser nominado a los Oscar y a los Bafta, en un año en el que, por cierto, también opta a los Razzies, los premios a lo peor del cine mundial.

“Ya había recibido el guion antes deLa teoría del todo. Solo supe decirle a Tom [Hooper, el director] que era el mejor que había leído jamás”, contaba el intérprete en el festival de Venecia, donde celebró un encuentro con la prensa internacional. En efecto, cuesta quedarse indiferente ante la historia real de La chica danesa, basada en la novela homónima de David Ebershoff y que se estrena hoy en España: la de cómo el pintor Einar Wegener se liberó de la cárcel de su cuerpo, acudió a la cirugía para convertirse en Lili Elbe y, de paso, inspiró a decenas de transexuales venideros.

Para acercarse a un papel tan complejo, Redmayne aplicó un método parecido al de La teoría del todo: documentación y más documentación. En este caso, el proceso empezó con encuentros de miembros de la comunidad transgénero: “Me impresionaron su gentileza y sus ganas de ser completamente transparentes. Todos me dijeron: ‘Pregunta cualquier cosa que se te ocurra”. ¿Y qué preguntó? “Por ejemplo, un amigo siguió con su pareja durante todo el proceso de transición y me hablaron de cómo su vida sexual se vio afectada por el cambio”.

Constató que el momento en que Lili se desnuda ante un espejo en la película es algo que varios transexuales han experimentado. Y descubrió esa fase que uno de sus interlocutores llamó “hiperfeminización”. “Empiezas tu transición y comienzas a investigar cosas como el maquillaje, la ropa, la manera de caminar, y terminas por exagerar, por forzarlo demasiado”, lo resume Redmayne.

A sus charlas el actor sumó una particular. La primera persona que le introdujo en ese mundo fue Lana Wachowski —Laurence antes de la operación—, directora de Matrix junto con su hermano Andy. “Me explicó la responsabilidad que llevó Lili y como fue un icono para la comunidad transexual”, relata el actor. Wachowski también le dejóConundrum, de Jan Morris, primero de una serie de libros que leyó sobre el argumento.

A partir de ahí, Redmayne añadió sus ideas, sus sentimientos, su lado femenino, que ya explotó en varios roles de mujer en la escuela así como haciendo de Viola en Twelfth Night, su debut en las tablas en 2002. “Relacioné el filme con la idea de encontrarte a tí mismo. Ser auténtico, verdadero, es algo por lo que lucho y que damos por hecho pero para los transexuales no es tan fácil”, asegura. En realidad, esa caza a la verdad es la que también lleva a cabo frente a la cámara y sobre el escenario: “Si pudiera alcanzar la autenticidad total incluso en un solo momento de actuación, sería maravilloso”. A juzgar por las candidaturas a los premios, parece que lo consigue.

Eddie Redmayne: a por el Oscar con ‘cambio de sexo’ incluido

Eddie Redmayne en La Chica Danesa

Eddie Redmayne en ‘La chica danesa’

Decía Otto Weininger que «la mujer no es otra cosa que sexualidad; el hombre, en cambio, es sexual». Y ahí lo dejaba. Pasiva una, activo el otro. Conceptual la primera, sensual el segundo. El austrohúngaro de la Viena de entreguerras arrojaba su reflexión en la monumental Sexo y carácter, una obra tan erudita como controvertida; tan brillante como, finalmente, misógina. Además de antisemita y, apurando, hasta disparatada. Lo tenía todo, para entendernos. Y pese a ello, Weininger no hacía más que poner luz sobre uno de los silencios más culpables de la civilización. La nuestra. De paso, anclaba en el papel buena parte de los lugares comunes que vendrían después.

Y hasta hoy. La prueba es La chica danesa, la película de Tom Hooper, que, a su manera, llega a la cartelera con la intención evidente de abrir puertas, airear el patio y refutar lugares demasiado comunes. «Obviamente, ésta no es una película política, pero sí cumple una función política. Si mi trabajo sirve para abrir una discusión, para facilitar que se hable de ello, para condenar la situación de loshomosexuales en Rusia, por ejemplo, pues bienvenida sea», dice Eddie Redmayne. Y lo dice como midiendo las palabras, dejando que cada uno de los fonemas que sale de su boca tropiecen en el aire en un gesto tan cursi como afectado; tan interesante como, admitámoslo, magnético. Se nota, en definitiva, que el actor de 33 años más premiado y aplaudido de su generación, incluido el Oscar al mejor actor por La teoría del todo (2014), está educado como dios manda. No en balde, visitó los mejores colegios de Inglaterra, aquellos que delimitan el espacio real de la real realeza.

SEDA SOBRE LA PIEL. La película, para situarnos, narra la historia de un pañuelo de seda deslizándose sobre la piel. O, por lo menos, ahí empieza. Cuenta David Ebershoff en el libro homónimo en el que hace pie el director deEl discurso del reyque un buen día la pintora de retratos Gerda Gottlieb (atentos a la perfección deAlicia Vikander en pantalla) se quedó sin modelo. Desesperada, o no tanto, le rogó a su marido y también pintor, Einar Magnus Andreas Wegener, que cubriera la vacante. Aunque sólo fuera un instante. Y así, hasta que el suave tacto del satén sobre el tobillo (o más adentro) descubrió un mundo nuevo. En ese momento preciso, Einar inició un viaje que le convertiría en Lili Elbe. Es decir, la primera persona que se sometió a una operación para cambiar de sexo. Transexual pues.

«Yo, como todo el mundo, vivo rodeado de prejuicios. Intentas mantenerte al margen, pero no es fácil. Ahora puedo decir que, desde un punto de vista personal, no sólo profesional, la experiencia de esta película ha sido una de las más intensas de mi vida», explica a modo de presentación. ¿Y qué es eso que tanto le ha cambiado? «Básicamente, lo que he aprendido es que los conceptos de masculino y femenino no son binarios, son dos conceptos fluidos que admiten muchos estadios intermedios. Todos los hombres tenemos un lado femenino, y viceversa. Por alguna razón nos han educado en que las cosas o son blancas o negras. Y eso es un gran error. El sexo, además, no es una cuestión física que tenga que ver con el cuerpo. O no sólo. Es algo mucho más emocional e interno que está directamente unido a lo que uno es», dice, se toma un respiro y concluye: «Para mí, esta película es una historia de amor, sobre el alma de una persona». Irrefutable, sin duda.

Eddie Redmayne en 'La teoría del todo'

LA IGNORANCIA MÁS ABSOLUTA. Cuenta el actor que para poder soltar sin titubear el párrafo precedente, antes tuvo que informarse. Y mucho. «Me llevó muchísimo tiempo prepararme. Partía desde la ignorancia más absoluta. No soy un actor de método, pero recopilar toda la información posible sobre lo que iba a hacer era básico», reconoce antes de ofrecer un listado detallado de todas sus lecturas y de todos los encuentros con personas que han vivido una experiencia similar a la de Lili. Esto sin olvidar su puntual conocimiento de las estadísticas del asunto. «¿Sabe que en las personas transgénero, no sólo transexuales, el índice de intentos de suicidio es del 41%? Una cifra así debería hacernos reflexionar a todos». Más allá de la pseudoautobiografía de la propia Lili Elbe (Man into a woman) y de la novela de Ebershoff citada y recientemente publicada en español (Anagrama), lleva años (más de tres) ocupando sus noches y días con toda literatura sobre el asunto que cae en sus manos. Y aquí coloca en lugar de excepción Conundrum, el libro de memorias de 1974 de Jan Morris y hasta la serie británica My transsexual summer.

Pero la cosa no acabó ahí… «Durante el rodaje de El destino de Jupiter tuve ocasión de hablar largo y tendido con el director y transexual Lana Wachowski. Ella [dice con cuidado] me sirvió de inspiración y le estoy muy agradecido. Es más, fue ella la que sugirió el estilo art-nouveau de la película como la mejor representación de una época en el que las líneas masculinas y femeninas, aunque fuera desde un punto de vista metafórico, se mezclan. Con el modernismo se feminizó todo. Fue un tiempo en el que los hombres que marcharon a la guerra dejaron a las mujeres a los mandos. Cambió todo. La cultura se volvió mucho más andrógina con los pelos cortos de ellas. Fue un tiempo de libertad que hoy, me temo, hemos perdido».

Y quizá algo de razón tiene en lo de la pérdida. Si a ella le sumamos la mojigatería o, simplemente, la estupidez, algo nos dice que vamos hacia atrás. Un detalle. Justo antes de hacer la entrevista en Venecia, donde se presentó La chica danesaen el pasado mes de septiembre, el publicista (es decir, la persona que está entre el actor y el periodista) exigió la firma en un papel en el que se especificaba que nada de lo hablado a continuación se sacaría de contexto. Y añadía: «Las opiniones del actor sobre sexo se refieren a la película. No son personales». En efecto, estamos tontos. Pero sólo es un detalle.

MOMENTO TRANS. Sea como sea, lo cierto es que la película llega a las carteleras en un momento, digamos, favorable. Sin que quede claro la razón, el clima ayuda.Los 11 Emmys a una serie como Transparent sobre un padre de familia transgénero son sin duda un indicio. Tiempo atrás películas como Brokeback mountain (2005) o, mucho más cerca, Dallas buyers club (2013), se atrevieron a romper un tabú llevando al gran público una historia generalmente reducida al estrecho margen de lo independiente, de lo invisible. Eso no evitó que el prototipo de transexual ande siempre muy cerca de la caricatura. No en balde, la película ha estado en el cajón desde hace ya 15 años. Por la dirección, antes de Hooper, pasaron los nombres de Tomas Alfredson y Lasse Hallstrom y mucho antes de Redmayne, el/la designada para interpretar a Lili fue Nicole Kidman. ¿Cómo se quedan? «Creo sinceramente que en muy poco tiempo el panorama ha cambiado mucho. El que se haya aprobado la ley de matrimonios del mismo sexo en Estados Unidos es un síntoma o una consecuencia, según se mire», comenta.

¿Y qué tiene que decir a las quejas de la comunidad LGBT sobre la inmadurez que demuestra Hollywood al dar el papel de transexual a un actor hombre como usted?

Bueno, en realidad, no es a mí a quien corresponde contestar a esa pregunta. Yo sólo puedo decir que ha sido un honor poder meterme en la piel de una persona como Lili Elbe.

Un honor y, cabría añadir, una oportunidad casi única para acercarse a ese sueño al alcance de muy pocos. Es más, sólo de uno. Fue Tom Hanks el que en 1994 y 1995 alcanzó la gloria de ser condecorado, pues de eso se trata, con dos Oscar seguidos. Primero por Philadelphia, a continuación, por Forrest Gump. El año pasado por estas fechas, Redmayne subía al estrado del teatro Kodak para emocionarse a la salud (ya muy deteriorada, todo sea dicho) de Stephen Hawking.La teoría del todo, de Jane Marsh, le valía la estatuilla y este año, si nadie lo remedia, volverá a estar entre la nómina de candidatos gracias a Lili Elbe. «Sé que este tipo de papeles, además de un reto, hace que todo el mundo se fije en ti. Intentaré vivir mi momento», dice protocolario. Recuerda que la ceremonia de los Oscar le cogió justo en el rodaje de La chica danesa. Es más, fue soltar su discurso de agradecimiento y horas después volvía en avión al trabajo. «Es muy raro. Es un chute de adrenalina en mitad de un esforzado trabajo de concentración. Creo que durante unos días me volví loco», dice.

Redmayne se sabe afortunado. Hollywood adora los papeles desmesurados, inabarcables. Para meterse en la piel de Lili se autoexigió adelgazar casi siete kilos partiendo de una fisonomía al límite. «Mi mujer [Hannah Bagshawe, con la que se casó poco antes del atracón de los Oscar] fue testigo del cambio. El problema es que si adelgazaba demasiado se pronunciaba demasiado la nuez y los pómulos. Y quedaba muy masculino. Sólo una cosa me ayudó. Siempre me quejo de que jamás podré dar vida a un tipo con barba, porque apenas me crece. Bueno, ahora, la verdad, fue una ventaja», comenta, se ríe y sigue: «De todas formas, el error, por mi parte, sería creer que todo esto gira en torno a un cambio corporal. Lili no quería ser un hombre que actuaba como una mujer; sino que era una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Ya había dado vida a una mujer enNoche de reyes, de Shakespeare, en el teatro isabelino eso era lo común. Pero esto es otra cosa. Y mi esfuerzo ha sido siempre alcanzar esa otra cosa».

Sobre la pantalla, el Redmayne que vemos se antoja mucho más comedido y sabio de lo que un papel como éste promete. O, por lo menos, lo que los prejuicios prometen. Weininger, en su desmedida demencia, fue de los primeros en imaginar y teorizar «los estados sexuales intermedios». En su tosquedad misógina, los nombró y ahí, y pese a él, quizá empezó todo. «Esto es una historia del alma. No de cómo se transforma un cuerpo», concluye el actor. Y le creemos.

La cineasta ‘trans’ Lana Wachowski, nueva musa de Marc Jacobs

Lana Wachowski en la campaña de Marc Jacobs

Lana Wachowski en la campaña de Marc Jacobs. Foto: @themarcjacobs .

La cineasta Lana Wachowski será una de las protagonistas de la campaña de primavera-verano 2016 de la firma Marc Jacobs. El diseñador no ha elegido a la directora de Matrix por ser transexual, tampoco por ser una cara conocida de Hollywood, sino por ser toda una fuente de inspiración para él.

Este ‘fichaje’ lo ha hecho público el mismo Marc Jacobs en su cuenta de Instagram para presentar ante sus ‘fans’ una de sus colecciones más personales. En esa misma publicación, el director creativo explicaba cómo llegó Lana Wachowski (que saltó a la fama con el nombre de Larry) a su vida hace unos años, cuando vio el discurso que dio tras recibir el Premio Visibilidad.

“Expresó pensamientos e ideas que han llenado mi cabeza y corazón siempre, pero nunca había sido tan elocuentemente capturado en un lenguaje tan tangible, inteligente, conmovedor y lleno de posibilidades”, comentaba en el mismo ‘post’.Lana Wachowski se convirtió en un referente para la comunidad transexual cuando decidió comenzar su reasignación de sexo.

Y es que esta campaña es una de las más íntimas del diseñador, ya que, junto al fotógrafo David Sims y estilista Katie Grand, ha plasmado su visión de América a través de personas que representan “la belleza de la igualdad”. Eso también explica por qué la actriz Sandra Bernhard será también parte de la campaña.

Diesel ficha a un modelo andrógino

En los últimos años, el mundo de la moda ha apostado por ‘maniquís’ mucho más plurales. La última firma en hacer un fichaje estelar que se sale del canon tradicional ha sido Diesel. Su última campaña cuenta con el andrógino Stav Strashko como protagonista.

stav strashko

Y es que la firma ha decidido darle un giro a su nueva colección con una campaña mucho más juvenil, contando con los ídolos ‘teen’ más variados para abarcar el mayor público posible. El cantante Joe Jonas es otro de sus rostros conocidos, en la que además han introducido ’emojis’ .

Agreden a una transexual en Madrid al grito de “tú eres un maricón”

Una mujer transexual fue insultada y agredida el domingo con gran violencia y pérdida de consciencia en la plaza de Lavapiés de Madrid, según ha denunciado este martes la asociación de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales y heterosexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid (Arcópoli).

Se trata del tercer delito de odio de este tipo del que tienen conocimiento en los primeros días de 2016. El 1 de enero un joven fue agredido a la salida del Metro, en el madrileño barrio de Salamanca, por su condición homosexual.
En este caso, la víctima, una mujer transexual de más de 50 años, atendió a unos chicos que le pidieron tabaco. Al abrir el bolso los varones empezaron a agredirla brutalmente al grito de “tú eres un maricón”.

A continuación, recibió un fuerte golpe en la cara que le ha provocado varios hematomas, y como consecuencia perdió brevemente la consciencia, recuperándola tras haber recibido golpes por todo el cuerpo y encontrarse caída en el suelo.
Tras la huída de los agresores, la mujer fue atendida allí mismo por el Samur-Protección Civil, que la llevó a un hospital para ser examinada. Se le encontraron varios hematomas y contusiones por todo el cuerpo con pronóstico leve.

“Éste es uno de los más brutales ataques por LGTBfobia de los que hemos tenido noticia en los últimos meses e indica que queda muchísimo trabajo que realizar con las instituciones para erradicar esta lacra. Hay que dar una respuesta urgente a la ola de agresiones contra personas lesbianas, gais, transexuales y bisexuales. Demandamos la colaboración absoluta de los diferentes gobiernos para garantizar la seguridad de las personas LGTB en la vía pública”, ha declarado el coordinador de de Arcópoli, Yago Blando.

Arcópoli ha recordado que llevan dos años trabajando duramente en la denuncia de agresiones por delitos de odio, y que se reunirán en breve con el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, que les ha brindado todo el apoyo municipal contra la LGTBfobia. “Reclamaremos mayores herramientas para poder trabajar por la erradicación de los delitos de odio”, han señalado.

Asimismo, la asociación ha pedido “mayor implicación autonómica” y la aceptación de un plan de impacto contra agresiones que reclaman a las instituciones desde hace más de un año.
Con respecto a la Policía, Arcópoli solicitará hoy mismo una reunión con Delegación de Gobierno y el comisario especializado en delitos de odio para seguir mejorando los protocolos. Además, está trabajando de forma muy estrecha con la Policía Local de Fuenlabrada para el desarrollo de una campaña de concienciación de la importancia de la denuncia que publicarán en las próximas semanas.

¿Es apropiado que un hombre interprete a ‘La chica danesa’?

El papel de Eddie Redmayne como Lili Elbe en La chica danesa reabre el debate sobre si es apropiado que personas cis den vida a personajes trans (abajo lo explicamos todo)

Eddie Redmayne en La Chica Danesa

Eddie Redmayne en La Chica Danesa

En La Chica Danesa cuenta la historia de Lili Elbe, una de las primeras mujeres transexuales que se sometió a cirugía de reasignación de género. La película, que se estrena el 15 de enero en las salas españolas y está ambientada en los años 20, es una seria candidata al Oscar. Ha sido recibida por parte del movimiento GSRDI (un término cada vez más empleado por considerarse  más inclusivo que LGTB) positivamente.

Pero también ha levantado la polémica. Muchos activistas han protestado porque a Elbe la interprete un hombre cis (una persona cuya identidad de género se corresponde al género que le asignaron al nacer) y no una mujer trans. En este caso, el actor Eddie Redmayne, ganador de un Oscar por La Teoría del Todo. Algunos colectivos defienden que la actuación tendría más profundidad y se les daría a los actores y actrices trans su espacio en la industria.

No ha sido la única controversia por este tema de los últimos meses. En Estados Unidos, el pasado verano algunos sectores de la comunidad trans llamó directamente al boicot a la película About Ray antes de que pudiera verse en cines. Elle Faning interpreta en esa cinta a un chico transgénero que debe iniciar contacto con su padre tras 16 años para que le dé permiso para comenzar a someterse a un tratamiento hormonal.

tweets sobre la chica danesa 1

Explicaciones y controversias

La directora, Gaby Dellal, explicó su decisión de una manera que, lejos de acallar el boicot, lo avivó. Dellal, a pesar de haber dirigido una película sobre el asunto, no pareció en sus declaraciones tener muy claro cómo tratarlo. En sus argumentos empleó constantemente el pronombre “ella” para referirse al chico trans protagonista de su película: “Ella es sólo una chica que está siendo ella misma y está buscando la oportunidad de comenzar el tratamiento hormonal. Así que en realidad que la interpretara un chico trans no era una opción porque no es esa la historia que quería contar”.

Elle Faning en About Ray

Elle Faning en About Ray

De cualquier modo, llamar al boicot no parece un modo de que los productores quieran seguir visibilizando la problemática del colectivo trans. El director de La chica danesa, por su parte,  ha argumentado que pensó desde el principio en Redmayne porque percibió en él “cierta fluidez de género” y “feminidad” que le pareció interesante para el papel.

Redmayne ha declarado que desde el principio fue consciente de la responsabilidad del papel y se documentó bien, llevando a cabo un proceso que incluyó largas conversaciones con personas trans. “Acabo de interpretar a un hombre de unos cincuenta años con una enfermedad neurológica. Simplemente, estoy actuando”,  declaró Redmayne sobre el tema recordando su papel en La Teoría del Todo.

No es la primera vez que se da esta polémica. Hubo una reacción similar después de que Jared Leto ganase el Oscar a Mejor Actor de Reparto por su papel de mujer trans en Dallas Buyers Club. Una de las voces más críticas en aquella ocasión fue la de la activista Paris Lees , que  se preguntaba en Independent cuándo el cine abriría la puerta a los actores y actrices trans. Sin embargo, Lees ha elogiado la interpretación de Redmayne, por su empeño en comprender bien al personaje. “No creo que si hiciesen una película sobre mi vida me gustaría que me interpretase un hombre cis (…) pero si sucediese, sería feliz si fuese Eddie”, declaró Lees.

El caso Laverne Cox

Algunos activistas que protestan por la elección de personas cis para interpretar a trans denuncian que es una muestra más de la transfobia presente en la sociedad y la cultura. Recuerdan los tiempos en los que en el teatro no podían actuar mujeres y los hombres realizaban papeles femeninos. O cuando los blancos se pintaban la cara para interpretar a negros ( antes de las cabalgatas de reyes).

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ero lo cierto es que es muy difícil que se den increibles casualidades como la deOrange is the new black. En esa serie de Netflix hay un personaje transexual, Sophia Burset, que lo interpreta la actriz trans Laverne Cox. Cox tiene un hermano gemelo, M. Lamar, que ha podido dar vida a Sophia en las escenas que muestran su vida pretransición. No siempre es tan sencillo que un actor o actriz interprete a un personaje en esas diferentes etapas. La no identificación del género del actor o actriz con el del personaje hubiese existido sí o sí: si una mujer trans hubiese sidoLa chica danesa, hubiese tenido que adquirir un aspecto masculino. Lo mismo si lo hubiese hecho una mujer cis.

Otras voces, como la de Lees, apuntan a que el asunto es que Eddie Redmayne es el oscarizado y alabado Eddie Redmayne. No hay ningún actor ni actriz trans que actualmente tenga su prestigio. Y quizá ahí esté el quid de la cuestión. Los actores y actrices trans deberían tener cada vez un hueco más grande en la industria. En el blog el color del cine recuerdan en un post que, mejor o peor, estas cintas visibilizan la problemática del colectivo. Desde ahí llaman a que el público las visualice de manera responsable y crítica, las protagonicen según la ocasión personas cis o trans. En cualquier caso, el debate está servido.