Y la homosexualidad se hizo mainstream: lo gay en la cultura pop

Un adolescente que saliera del armario en los años cuarenta o cincuenta apenas tenía dónde verse reflejado: en cine, televisión, literatura y música sólo parecía existir la pareja heterosexual con hijos (previo paso por la vicaría, por supuesto). El colectivo LGBTQI optaba por permanecer en el armario o llevar una doble vida. Fue bien entrado el siglo XX cuando una serie de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales optaron por aprovechar su estatus de personajes públicos para visibilizar esa parte de la sociedad que el mundo prefería ignorar.

Marlene-Dietrich

Marlene Dietrich

Cada vez que alguien dice que ahora hay más gays que nunca (y sí, aún hay quien lo dice), me rasgo las vestiduras: no hay más, es que ahora no tienen que ocultarlo. De todos los derechos que quedan por conquistar para el colectivo  LGBQTI directamente se podría escribir un libro entero, empezando por la reciente lucha de los transexuales por el uso de los baños públicos. Salvo en la Grecia y Roma clásicas, Occidente ha optado durante siglos por silenciar y reprimir a todo un sector de la sociedad que no comulgaba con lo heteronormativo. Que Marlene Dietrich se vistiera a logarçonne no era problema: a fin de cuentas, la bisexualidad y el lesbianismo no dejan de ser fantasías alimentadas por el hombre heterosexual. Pero esa era justo la línea que se podía traspasar, y sólo en la pantalla de cine: no en balde la actriz alemana fue amenazada con arresto en París en 1933 si aparecía públicamente vestida como un hombre. Pese a todo, los años veinte fueron un oasis relativo: no sólo la androginia dio el salto a la gran pantalla, sino que figuras tan populares como Josephine Baker no tenían reparo alguno en ocultar su bisexualidad y como ya hemos visto en otra ocasión, en la Alemania pre-nazi valía casi todo, aunque los motivos para esa tolerancia no fueran los más idóneos.

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Josephine Baker

Terminada la Segunda Guerra Mundial, la libertad sexual dio un pasó atrás. El modelo imperante volvía a ser el de matrimonio con fines reproductivos, la homosexualidad volvió al armario y la cultura popular también se volvió retrógada. Ya no se veían personajes ambiguos en la gran pantalla ni mucho menos abiertamente homosexuales, y autores como Tennessee Williamso Carson McCullers se tenían que conformar con la insinuación velada si no querían ver arruinadas sus carreras. Incluso las voces de autoras comoAlice B. Toklas, André Gide o Djuna Barnes parecieron apagarse entre los cuarenta y cincuenta, publicando solo de forma esporádica. Son los años en que la homosexualidad no sólo era tabú, sino que se perseguía y penaba en muchos países. Hasta en el cine había que conformarse con critpogays como el Sal Mineo de Rebelde sin causa (1959) o con la broma caricaturesca de Con faldas y a lo loco (1955).

El asalto al mainstream

Hubo que esperar a los sesenta para que los personajes públicos se atrevieran a reivindicar su sexualidad y de paso, asaltar la cultura masiva.Andy Warhol no sólo convirtió el arte en un lucrativo negocio, sino que convirtió su Factory en una meca en la que la comunidad gay era protagonista de las películas experimentales del artista. Warhol reinventó el concepto de star system de Hollywood y convirtió a personajes comoOndine, Viva o Candy Darling en sus propias superstars. Aunque las razones de Warhol no eran las más desinteresadas o altruistas, sutroupe contribuyó a dar visibilidad a LGBTQI. La Factory estaba a pleno rendimiento cuando se produjeron el 28 de junio de 1969 la protesta deStonewall que despertó definitivamente a una comunidad que se negó a quedarse callada y de brazos cruzados por más tiempo, y a partir de ese momento, la influencia homosexual en la cultura popular mainstream dejó de ser anecdótica.

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Aunque el cambio de década trajo un nueva ola de conservadurismo que parecía dispuesta a aplastar cualquier amago de movimiento civil o pensamiento al margen de establecido, nadie se mostró dispuesto a renunciar a los derechos por los que tanto se había tenido que luchar, y menos aún, a volver a meterse en un armario. Y la cultura, por supuesto, era una de los frentes abiertos. El cine se llenó de películas como Muerte en Venecia (1971), The Rocky Horror Picture Show (1975), Cowboy de medianoche (1969) o el Teorema de Pasolini (1968), que le valió un premio especial en el festival de Venecia (aunque el Vaticano pidió que se le retirase).

A nadie sorprenden hoy éxitos de taquilla como Milk (2008) o Brokeback Mountain (2005), ni que directores como John Waters (con su reivindicación de lo camp) o Pedro Almodóvar puedan pasearse por la alfombra roja y recoger premios gracias a películas que probablemente serían un tostón si se hubieran rodado “desde el armario”. La pequeña pantalla tampoco se ha quedado al margen, de Orange is the new black(2013-) a Will & Grace (1998-2006) pasando por My so called life (1994-1995).

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La música también ha salido del armario. Aunque aún queda mucho artista prefabricado, lo de ir vendiendo imagen de perfecto yerno pasó a mejor vida hace tiempo. Tras el fallecimiento de David Bowie, miles de fans en todo el mundo recordaban cómo esa ambigüedad sexual de la que hizo gala supuso toda una válvula de escape para quienes entraban en la adolescencia en una época en que la homosexualidad empezaba a despenalizarse en el Reino Unido. Aunque se declaraba bi, homo o hetero según le diera, mostró nuevos caminos a quienes se sentían alienados en una sociedad que no admitía más que blanco y negro.

Ver a homosexuales y lesbianas en las listas de ventas dejó de ser una sorpresa con nombres como Elton John, Freddie Mercury, Michael Stipe, Pet Shop Boys o Scissor Sisters, y es difícil no preguntarse por el destino de George Michael si hubiera salido del armario cuando su carrera estaba en el punto más álgido. Habrá quien diga que la jugada era arriesgada, pero Madonna ha sabido sacar réditos al colectivo LGBTQI desde que hizo sus primeros pinitos en el Danceteria hasta el famoso beso a Christina Aguilera y Britney Spears en pleno prime time.

Hasta Ricky Martin ha sabido rentabilizar su salida del armario, y un género como el hip-hop, que puede llegar a ser profundamente sexista y homófobo, ha encontrado en Frank Ocean un portavoz para un colectivo que sufre doble discriminación: por raza y orientación sexual.

La permeabilización ha llegado incluso a la moda (Cara Delevingne es la primera modelo abiertamente bisexual), los videojuegos (los jugadores deLos Sims ahora pueden optar por hombres que se quedan embarazados o mujeres capaces de mear de pie) y las estrellas infantiles, con una Miley Cyrus que sería la pesadilla de Tío Walt y que se declara gender fluid, al igual que hace Grimes y cada vez más millenials en todo el mundo. Ya sólo falta que salga del armario un jugador de fútbol. Además sería todo un golpe de efecto hacerlo en plena Eurocopa. ¿Alguien se anima?

El arzobispo de Madrid, sobre las afirmaciones homófobas de Cañizares: “Entiendo que no ha atacado a nadie”

El arzobispo Carlos Osoro en el curso de verano de la UCM

El arzobispo Carlos Osoro en el curso de verano de la UCM. / S.P

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, considera que las declaraciones homófobas y machistas del cardenal Antonio Cañizares no atacan a nadie. “Exactamente no sé qué ha atacado, pero entiendo que no ha atacado a nadie. Habrá dicho lo que él entiende que es la doctrina de la Iglesia”, ha dicho en declaraciones a la prensa antes de impartir una conferencia en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid.

Osoro justifica en este sentido que “cada obispo en su diócesis dice lo que él cree que tiene que decir” y añade que no tiene “nada que matizar”, pese a que el papa Francisco ha decidido llamar a capítulo a su compañero, protagonista de afirmaciones contra el ‘impero gay’ y “ciertas ideologías feministas”.

El último episodio del cardenal Cañizares tuvo lugar en el acto de desagravio a la Virgen de los Desamparados convocado por el mismo prelado en Valencia después de conocer el cartel del beso con la Virgen de Montserrat. Ante miles de personas, Cañizares, que ya había cargado contra el cartel por ser “propaganda blasfema”, afirmó que “ hay ideologías que matan al hombre, como la ideología de género“. Su postura sobre la imagen del beso, creada por el colectivo Endavant para convocar el Día del Orgullo Gay, ha sido respaldada por la Conferencia Episcopal.

Carlos Osoro ha evitado pronunciarse en la universidad sobre la declaración por parte del Ayuntamiento de Madrid de las fiestas del Orgullo LGTB como fiestas de interés general, aunque considera que “hay temas que son mucho más esenciales y más importantes”. Tampoco ha querido entrar demasiado en la situación política que dejan las últimas elecciones generales. “Es una situación de esperanza. Todos somos capaces de entender que para ponernos a trabajar sobre temas importantes es necesario que nos pongamos de acuerdo. Y tengo la esperanza de que todos los grupos sean capaces de sentarse y buscar salidas”, ha dicho.

Un curso pagado con fondos públicos

El arzobispo de Madrid ha sido uno de los ponentes en el curso de verano ‘Fe en dios creador: ciencia y ecología en el siglo XXI’ de la Universidad Complutense de Madrid. Todas estas actividades se financian a partir de fondos de la Fundación del centro universitario, sostenida con fondos públicos. Este curso en concreto, cuyo grueso de la asistencia estaba compuesto por personas vinculadas a la curia, está cofinanciado por Banco Santander y otros patrocinadores menores.

Osoro y todos los ponentes reciben una contraprestación por participar como conferenciantes en estas actividades, según fuentes de la UCM, que defiende la presencia del arzobispo de Madrid en sus cursos: “Aquí cada persona tiene su espacio y lanza su speech”.

Taconea con orgullo

  • El barrio madrileño de Chueca celebra la tradicional carrera sobre plataformas de vértigo en un ambiente festivo y de celebración

  • Los participantes han atravesado emocionados la calle Pelayo, como un tropel de guerreros glamurosos fieles al monarca asturiano

carrera tacones chueca 2016

Inventados, según dicen, por una mujer a la que le dieron un beso en la frente, es curioso averiguar que los tacones, una prenda considerada femenina por excelencia, fueron originariamente utilizados por actores griegos para remarcar su importancia en el escenario, por jinetes pérsicos para tener mayor movilidad al cabalgar y por monarcas medievales para diferenciar su estrato social. De esta forma, la historia recuerda que, aunque en la actualidad son expertas en caminar ‘sobre las alturas’, las mujeres no fueron las primeras en ocupar el podio luciendo sus tacones de aguja.

A pesar de todo, ya los lleven las mujeres, los hombres, los pobres, los ricos, los altos o los bajitos, lo cierto es que los tacones son y han sido siempre, un accesorio de vestuario estrella a nivel internacional. Esta prenda de morfología peculiar, muchas veces criticada de incómoda e inestable, ha sido este jueves el alma de la fiesta de la popular ‘Carrera de los Tacones’, enmarcada en las fiestas del Orgullo Gay.

Las razones para acudir a la tradicional carrera eran numerosas y variadas, pero todas validas. A pesar del calor sofocante que ha acompañado esta tarde de verano en Madrid, plataformas, Stilettos y cuñas han ‘salido del armario’ combinadas con las telas más diversas. Licra, terciopelo, cuero, charol y algodón; sin olvidar los famosos estampados de leopardo y tigresa, como el que ha lucido la amenizadora del festejo, Chumina Power, que ha animado a la multidud mientras los corredores se preparaban.

Y es que entre la cantidad de banderas, abanicos, cintas y gorras decoradas con la bandera arcoíris, muchos espectadores se asombraban del equilibrio de los participanes al correr en un suelo adoquinado que siempre provoca algún que otro susto. En este caso, han sido 22 los valientes que han tenido ‘un par de tacones’ para poner en riesgo sus tobillos y lanzarse calle abajo con todo su ‘Orgullo’. Los más espabilados han optado por atarse los tacones a los tobillos para no perderlos por el camino. Finalmente, todos ellos han atravesado emocionados la calle Pelayo, como un tropel de guerreros glamurosos fieles al monarca asturiano.

Cuatro carreras eliminatorias después, el ganador de este año se ha alzado con un premio de 600 euros en un ambiente festivo y de celebración; y aunque también haya habido algún que otro tropiezo y pisotón, tanto espectadores como participantes han festejado la victoria de haber participado en una carrera que, lejos de ser común, es verdaderamente curiosa y divertida.

Lo que prometen los partidos para el colectivo LGTBI

El PSOE es el que más profundiza en propuestas para el colectivo LGTBI. El PP, el que menos, no dedica ni una sola medida específica

La brecha entre la derecha y la izquierda sigue existiendo y es visible, más aún en la defensa de los derechos sociales. El 26-J se volvió a las urnas para decidir qué futuro vivir, qué país habitar, y los cuatro grandes partidos ofrecen futuros y países diferentes. También para el colectivo de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales, para los que la igualdad efectiva todavía no existe

Sánchez en el Orgullo en Valencia el pasado 18 de junio. MÓNICA TORRES

Sánchez en el Orgullo en Valencia el pasado 18 de junio. MÓNICA TORRES

De las dos veces que aparece “orientación sexual” en el programa electoral del PP o los tres párrafos que dedica Ciudadanos, a las más de 1.000 palabras que ofrecen el PSOE y Podemos Unidos para conseguir la igualdad del colectivo LGTBI hay mucha diferencia numérica de palabras, y de ideología, de sensibilidad y de propuesta para conseguir una equidad que sigue sin ser real, ni de facto ni jurídica.

La lucha por estas batallas sociales las sigue definiendo la izquierda, luchas que siempre han desmarcado a unos y otros. Y los han definido, los siguen definiendo. ¿Qué proponen Mariano Rajoy, Albert Rivera, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón para cambiar esa realidad tan poco ecuánime?

Partido Popular

Mariano Rajoy en el balcón de Génova el pasado 26 de junio. JOSE JORDAN AFP

Mariano Rajoy en el balcón de Génova el pasado 26 de junio. JOSE JORDAN AFP

Más allá del generalista “trabajaremos por la igualdad en todos los ámbitos, luchando contra cualquier tipo de discriminación por razones de orientación sexual y/o de identidad de género”, solo en otra ocasión se hace referencia a lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales y en ninguno de los dos párrafos se hace una clara alusión.

El partido de Mariano Rajoy incluye al colectivo LGTBI en su propuesta del Plan Nacional de Lucha contra el Acoso. “Impulsaremos medidas específicas para prevenir, detectar y combatir cualquier tipo de discriminación, ya sea por razón de nacimiento, origen, orientación sexual, identidad de género, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Nada más en las 221 páginas de programa.

→Puedes ver el programa electoral del PP haciendo click aquí.

Ciudadanos

Albert Rivera, un día después de las elecciones del 26J. CÉSAR MANSO AFP

Albert Rivera, un día después de las elecciones del 26J. CÉSAR MANSO AFP

Albert Rivera repite fórmula, aún más ambigua, en su programa: “Diseñaremos políticas para promover la igualdad real y efectiva en todos los ámbitos e instituciones. Igualdad básica pero real con independencia de su sexo, creencias y lugar de residencia”.

Y añade el impulso de dos nuevas leyes. La primera, una Ley de Gestación Subrogada renovada. La segunda, más específica, una Ley Integral de Identidad y Expresión de Género y de Protección contra toda Discriminación por Diversidad Sexual y de Género.

→Puedes ver el programa electoral de Ciudadanos haciendo click aquí.

PSOE

Pedro Sánchez en Ferraz durante la noche del 26J. ULY MARTIN

Pedro Sánchez en Ferraz durante la noche del 26J. ULY MARTIN

El programa del partido socialista está trufado de menciones al colectivo LGTBI en lo que se refiere a igualdad e incluye un capítulo específico: “Medidas para la igualdad efectiva de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales y contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género”.

La educación en valores como forma de lucha contra la discriminación y los prejuicios son la columna vertebral de las propuestas socialistas, en ámbitos que van desde el colegio hasta el sanitario o el del funcionariado público. Entre otras medidas (específicas de violencia de género, reproducción asistida o adopción), proponen la aprobación de una ley integral para las personas transexuales en la que se trata la inserción laboral, se elimina la temporalidad del tratamiento y diagnóstico y se incluye la atención sanitaria de las personas transexuales como una prestación pública más.

→Puedes ver el programa electoral del PSOE haciendo click aquí.

Unidos Podemos

Pablo Iglesias y Alberto Garzón en la plaza Reina Sofia de Madrid tras conocer los resultados del 26J. LUCA PIERGIOVANNI EFE

Pablo Iglesias y Alberto Garzón en la plaza Reina Sofia de Madrid tras conocer los resultados del 26J. LUCA PIERGIOVANNI EFE

En las medidas conjuntas que Podemos e Izquierda Unida presentaron para las elecciones del pasado domingo 26 de junio, el punto 18 estaba dedicado a la diversidad sexual y, entre otras declaraciones de principios y propuestas, estaba la “oposición a cualquier tipo de LGTBI+fobia institucionalizada o no” y las acciones correspondientes para que puedan garantizarse los derechos de este colectivo en cualquier ámbito; la despatologización de las identidades transexuales; “y la creación de protocolos de educación del profesorado y profesionales de la educación en diversidad afectivo-sexual y de género”.

Podemos, en su programa, amplía esas medidas conjuntas para el colectivo LGTBI e incluye medidas que coinciden con las del PSOE (incluir el diagnóstico y tratamiento de las personas transexuales en el sistema público sanitario, la despatologización o la promoción en el empleo, entre otras), otras específicas sobre la adopción, la creación de varios organismos estatales desde los que se luche por la igualdad real de este colectivo o la modificación del artículo 14 de la Constitución “para incluir expresamente la prohibición de la discriminación por orientación sexual o identidad de género”.

→Puedes ver el programa electoral de Podemos haciendo click aquí. Y las medidas conjuntas con Izquierda Unida, aquí.

Un juez bloquea la ley anti LGTB de Misisipí el día que entraba en vigor

El texto permitía despedir por ser gay, vetar el alquiler o impedir entrar a un baño a transgénero

Manifestación contra la ley discriminatoria de Misisipi

Manifestación contra la ley discriminatoria de Misisipí. ROGELIO V. SOLIS (AP)

Un juez ha ordenado el bloqueo la ley de Misisipí (Estados Unidos) que cercenaba los derechos del colectivo LGTB al impedirles el matrimonio, la adopción, los servicios sanitarios e incluso despedirlos, no contratarlos y negarles el alquiler o la compra de una vivienda si el denunciante alega motivos religiosos. El magistrado Carlton Wayne Reeves ha emitido una orden de bloqueo por inconstitucional de esta ley hoy mismo, justo cuando estaba previsto que la ley entrase en vigor. El fallo se conoce en pleno aniversario del Orgullo Gay.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos reconoció el verano pasado el derecho al matrimonio igualitario y, desde entonces, más de un centenar de regulaciones en diferentes Estados han intentado bloquear su avance en nombre de quienes alegan que desde casar a una pareja homosexual hasta prestarles sus servicios en un banquete de boda les obliga a actuar en contra de su fe. En todos los casos las leyes han sido elaboradas invocando la protección de la libertad religiosa.

El choque entre quienes defienden los derechos del colectivo LGTB y los defensores de los derechos religiosos ha venido de la mano del avance de los derechos civiles. La igualdad de los homosexuales y transexuales representa el último episodio en la trayectoria de profundo cambio social que atraviesa Estados Unidos.

En total, 30 Estados cuentan con una legislación que permite al dueño de un hotel oponerse a dar una habitación a un transexual y da derecho al responsable de un restaurante a negar su atención a una pareja de lesbianas.

Como resultado, más de la mitad de la comunidad LGTB vive en un Estado que no prohíbe discriminar contra ellos en el lugar de trabajo, su vivienda o espacios públicos.

LOS PRECEPTOS DE LA LEY BLOQUEADA

  • El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer
  • Las relaciones sexuales quedan reservadas a esta unión
  • Masculino y femenino “aluden al sexo biológico inmutable de una persona como determina objetivamente por su anatomía y su genética en el momento de su nacimiento”
  • El gobierno estatal “no puede adoptar ninguna práctica discriminatoria contra una organización religiosa” si ésta se niega a celebrar o sancionar la unión o proporcionar servicios para cualquier evento relacionado con la unión de un matrimonio distinto al de un hombre y una mujer, toma una decisión laboral que incluya contratar, promocionar o despedir a una persona cuya conducta sea contraria a las creencias religiosas de la organización, o relativa a la compra, venta y ocupación de una vivienda a una persona cuya conducta sea contraria a las creencias religiosas de la organización
  • El gobierno estatal tampoco podrá actuar contra las personas que se nieguen a acoger o adoptar a niños basándose únicamente en su orientación sexual
  • Las personas que nieguen atención médica, tratamientos o cirugías relacionadas con la reasignación de sexo o la transición de género no podrán ser demandadas
  • El Estado tampoco actuará contra aquellas personas que nieguen servicios o acomodaciones a parejas homosexuales en relación con su unión en matrimonio. Estos servicios incluyen:
  • Fotografía, grabación en vídeo, servicios de disk-jockey, planificación de boda, impresión de invitaciones y otros materiales relacionados
  • Arreglos florales, vestuario para la boda, alquiler de vehículos, locales y otros servicios relacionados
  • Cualquier persona puede definir “estándares específicos de género y normas relativas a la apariencia y vestuario de sus empleados y estudiantes”
  • Cualquier persona podrá gestionar el acceso a los baños y otras instalaciones en función del género de los usuarios

El mapa de la homofobia en el mundo

mapa homofobia en el mundo

El mundo está cambiando. Más de 20 países reconocen ya el derecho a casarse de las parejas homosexuales. Sin embargo, siguen existiendo lugares en los que se castiga con la pena de muerte, la persecución o la cárcel. Estos son los últimos datos sobre la situación de este colectivo en el mundo

Vuelve a contar: La bandera LGBTI no tiene siete colores

Nació como una bandera de ocho colores, pero perdió dos por el camino

bandera arcoiris

Benson Kua / Wikimedia Commons

Gusta a mucha gente, incluso a aquellos que no pertenecen al colectivo, porque se sienten incluidos en los colores de la bandera LGBTI. Es un signo de alegría y también de solidaridad, que miles de personas han adoptado en las últimas semanas tras la matanza ocurrida en Orlando. Aunque sea conocida en todo el mundo como la bandera arcoíris, en realidad solo cuenta con seis colores. Esta es su historia original y así se introdujo en España.

Cuenta otra vez: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado. Son seis colores y no los siete que solemos atribuir al arcoíris. Pero no siempre fue así en los casi 40 años de vida del que es uno de los símbolos más exitosos de la historia reciente. De hecho, es ya un objeto de museo: el MOMA de Nueva York adquirió la bandera original en 2015 para incluirla en su colección de diseño.

Pocos reconocerían al estadounidense Gilbert Baker por su nombre o por su rostro, pero el icono que ideó a finales de los 70 es inconfundible. “Estaba en el lugar y el momento adecuados”, reconocía él mismo al museo estadounidense. Ese lugar era el San Francisco en tiempos de revolución, durante los años en los que las calles eran escenario permanente de la lucha por la paz y las libertades.

Un día recibió una llamada de su amigo Harvey Milk. El activista estaba ultimando los detalles de la marcha por el Día de la Libertad Gay, programada para un 25 de junio de 1978. Recurrió entonces a Baker en busca de un símbolo que representara el momento, recuerda el propio diseñador en una entrevista concedida al archivo de la Universidad de Kansas.

Baker, quien había servido durante dos años en el Ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam, se había reinventado en creador de emblemas a su vuelta a California. Disponía de poco tiempo, así que decidió coser y teñir dos banderas con ayuda de varias decenas de voluntarios. La intención era emplearlas en la manifestación que iba a convertirse en el germen del Día del Orgullo Gay. Desde entonces se convirtió en su símbolo oficial.

Hasta ese momento, se usaba un distintivo de infausto recuerdo: el triángulo rosado que el nazismo impuso a los gays. En contraposición, la primera bandera lucía nada menos que ocho colores, cada uno con un significado.

significado colores bandera

El cambio a los siete colores llegó por motivos prácticos. “Era muy complicado encontrar entonces fábricas que produjeran el color rosa a gran escala. La demanda de esta bandera se había disparado de tal forma que ya solo podía producirse en masa”, explica a Verne Miguel Brox, responsable del Centro de Documentación y Cultura de COGAM. Es una de las asociaciones más importantes en la lucha por los derechos LGBT en España.

Otros cambios llegaron casi de inmediato, coincidiendo con las marchas de protesta por el asesinato de Harvey Milk. Cuando las banderas se pegaban en los postes de luz de San Francisco, los colores centrales se confundían con el soporte. La mejor manera de solucionar el problema era reduciendo la cantidad de tonalidades de la bandera. Así se eliminó la franja turquesa.

“¿Sois ecologistas? No, somos maricones”

A finales de los años 90 seguía siendo muy complicado encontrarlas en España, recuerda Miguel Brox: “En muchas manifestaciones nos las arreglábamos con telas sueltas que la gente unía con sus propias manos. Solo era posible comprarlas de importación, porque aquí ni si quiera se fabricaban. Llamábamos a distribuidores españoles y todos nos decían que no. Y nos preguntaban que para qué las queríamos, que si éramos ecologistas. ‘No, somos maricones’, contestábamos”.

madrid ayto arcoiris

Bandera LGBT en el Ayuntamiento de Madrid. Julian Rojas

Mili Hernández y Arnaldo Gancedo habían fundado unos años antes la librería Berkana de Madrid, toda una institución para el colectivo. “Ellos se encargaban de traerlas de fuera y venderlas. Luego decidieron ir a un taller de costura del barrio y encargarlas personalmente”, cuenta el responsable de cultura de COGAM. El germen de este cambio llegó en 1995, cuando por fin la marcha del Orgullo Gay comenzó a desfilar por la calle de Alcalá y se alcanzó “la verdadera visibilidad”, dice.

No es común que una bandera se ondee con tanta frecuencia en manos de personas que no forman parte del colectivo que representa, destaca a VerneJosé Manuel Erbez, secretario de la Sociedad Española de Vexilología, como se llama al área de estudio de banderas. “La potencia del mensaje que hay detrás del emblema LGBTI es tan grande que ha desplazado a banderas anteriores”, asegura. Se refiere a otras similares como la bandera de Cuzco o la de la paz.

Y eso que no se trata de una propuesta sencilla, desde el punto de vista del diseño de banderas. “Que solo se componga de barras es una ventaja, pero nunca es recomendable emplear más de cuatro colores, porque induce a errores a la hora de colocarlos en el orden adecuado”, comenta Erbez.

La ‘vivienda gay’ tira de orgullo

centrificacion chueca

Esta semana se celebra la fiesta internacional del Orgullo Gay con Madrid como epicentro europeo. SU VIVIENDA conmemora este evento analizando el mercado residencial madrileño en el que se mueve el colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) y lo que ha supuesto la irrupción de estos demandantes de casa, no sólo para el sector de la vivienda, que ha aguantado mejor la crisis en estas zonas, sino también para la renovación a nivel urbano.

Este mercado inmobiliario se ha identificado desde los años 90 con el barrio deChueca (en el céntrico distrito de Justicia), pero en los últimos años ha comenzado a estar presente en otros enclaves. Cada vez más banderas arcoíris ondean enLavapiés (Embajadores) y Malasaña (Universidad). La principal causa de esta expansión ha sido la aceptación social de este gran colectivo, cifrado en más de dos millones y medio de personas.

Además del reconocimiento social, otros factores inmobiliarios han hecho que el colectivo gay mire más allá de Chueca. La contada oferta de viviendas y la alta demanda (fundamentalmente de jóvenes, también heterosexuales) junto con losaltos precios han obligado a estos residentes a desplazarse a nuevos destinos de la ciudad.

La llegada de la comunidad LGTB a Lavapiés o Malasaña es una buena noticia inmobiliaria y urbana. Basta con ver la profunda transformación de Chueca, que ha pasado de ser un área degradada y envejecida a convertirse en el Soho madrileño, con gran oferta comercial y de restauración, un proceso conocido como gentrificación.

Desde el punto de vista inmobiliario, el renacer de Chueca ha dado brillo al mercado de la vivienda. “El hecho de ser referencia gay ha impulsado este sector, algo que ahora está pasando en otras áreas, como Lavapiés y Malasaña, porque Chueca se ha quedado pequeño”, señala Lola Gilaberte, directora de la inmobiliaria Vanity Chueca.

Jorge y Javier ponen voz a este trasvase de la demanda LGTB. Se acaban de mudar a Lavapiés tras vivir varios años cerca de Chueca. “Buscábamos una casa que se adaptara a nuestras necesidades y que no costara más de 600 euros al mes. Elegimos Lavapiés por tener un precio relativamente económico, ser un barrio con identidad propia y con vida y por su cercanía a la Puerta del Sol, Atocha o al barrio de Las Letras”, comenta Jorge. “La gente está saliendo de Chueca por sus altos precios y la normalización, cada día más patente, de las personas LGTB en la sociedad madrileña”, explica Javier.

El hecho de que la zona gay por excelencia va a otro ritmo se ve en los datos deurban Data Analytics (uDA), empresa especializada en el Big Data inmobiliario. Según uDA, que tiene como base las operaciones reales de compraventa, el valor medio de la vivienda en Chueca asciende a 3.569 euros por metro, por encima de los 3.133 del distrito Centro y muy superior a la media de la ciudad, de 2.670 euros.

Por otra parte, desde uDA informan de que los precios se están disparando enLavapiés y Malasaña. Sobre todo, en Lavapiés, donde suben a un ritmo del 21%. En Malasaña, la escalada es del 10,1%. Estos notables incrementos ponen de manifiesto que dichos barrios están de moda en general y, particularmente, entre la comunidad LGTB. Además, Lavapiés goza del menor plazo de venta. Las viviendas se venden aquí en 11,6 semanas, mientras que en el resto de zonas estudiadas este periodo ronda las 14 semanas.

Gilaberte admite que la crisis también ha afectado al mercado de la vivienda en Chueca, aunque remarca que ha resistido mejor que otras zonas gracias, en parte, al motor de la demanda gay. Eso sí, lamenta que aquí afecta mucho más la sequía de crédito. “Quizá por ello”, prosigue, “ahora hay más oferta de alquiler que de venta”. Apunta que, por ejemplo, el arrendamiento de un piso exterior de 70 metros cuadrados y un dormitorio cuesta unos 800 euros al mes. “Los precios, tanto de venta como de alquiler, están subiendo y eso ha hecho que salgan inmobiliarias como setas”, advierte.

Mayor inmunidad a la crisis

Roberto Hernández, director de Inmobiliaria Gamero, corrobora que “los precios no han caído en Chueca como en el resto de la ciudad y ahora están estabilizados e incluso repuntando un poco”. Tanto Hernández como Gilaberte recalcan que no hay que olvidar que Chueca, además de ser el barrio gay, está cerca del centro. Al margen del colectivo LGTB, que tiene un peso relevante, argumentan que cuenta con demanda de todo tipo, desde solteros a parejas jóvenes pasando por inversores que compran para alquiler.

“He visto evolucionar el barrio por completo y puedo decir que actualmente vive su mejor momento. Mejor incluso que cuando empezó el movimiento gay. Ahora está todo más normalizado”, indica Hernández. De cualquier modo, espera que el mercado inmobiliario “no se vuelva loco”. “Además, hoy no es tan dependiente de la demanda LGTB. También destaca la demanda de gente joven sin hijos. Por contra, apenas buscan casa las familias tradicionales”, declara.

La ausencia de las familias en Chueca parece evidente viendo las tipologías existentes. “Hay producto variado, desde estudios de 25 o 30 metros cuadrados a viviendas de 200 a 250, pero abundan los pisos de 45, 50 o 60 metros, los más demandados”, comenta Hernández. “Los precios no son baratos”, avisa. “Un piso de 50 metros sin reformar en Chueca ronda los 150.000-160.000 euros. Si está reformado, se va a 190.000-200.000”, dice, reconociendo que Malasaña, que colinda con Chueca, es más económico.

Desde uDA ratifican que las viviendas más demandadas en Chueca y de mayor rentabilidad son los pisos de dos dormitorios de 70 a 100 metros cuadrados, cuyo precio unitario asciende a 4.140 euros por metro.

“Chueca, Lavapiés y Malasaña son tres barrios donde el proceso de gentrificación se encuentra en etapas diferentes. Chueca fue el primero y ese proceso está finalizado, por lo que la relación de oferta y demanda es de reposición. Por contra, Malasaña y Lavapiés están iniciando esa transformación y las casas con mejor comportamiento son diferentes por el perfil social que se está implantando”, especifica Carlos Olmos, director de uDA.

Como recuerda Hernández, los inmuebles pequeños son fruto de segregaciones de casas y especifica que la demanda suele preferir un producto a reformar. “Estas viviendas salen más económicas y a la gente le atrae hacer los hogares a su gusto”, afirma, al tiempo que no olvida que también hay demanda LGTB para hogares grandes y exclusivos. “En este escaparate, las calles más cotizadas son Fuencarral, Hortaleza o Valverde”, explica.

Mirando a este mostrador de casas de alto nivel, Gilaberte declara que su empresa comercializa un piso exterior de 250 metros por 1,6 millones de euros. “El comprador gay también pide este tipo de propiedades. Se trata, por ejemplo, de directores de empresas con alto poder adquisitivo. Lo más caro en el corazón de Chueca está en las plazas, donde apenas hay oferta y ésta contrasta con el grueso del producto, situado en calles estrechas”, asegura.

Una voz autorizada en el exclusivo escaparate de casas de Chueca y alrededores esEduardo Crisenti, director de la zona Centro de Engel & Völkers. “En general, el mercado en Chueca lleva unos años estable. Las zonas con un público concreto aguantan mejor la crisis y, además, las oscilaciones del precio no son muy grandes”, expone. Al hablar de demanda segura también se refiere a la gran presencia de inversores que, al calor de la comunidad LGTB, ven en Chueca una buena inversión donde “alquilar es sencillo”.

En este punto, uDA informa de que el alquiler más caro de las áreas analizadas está en Chueca (15,5 euros al por metro cuadrado), aunque, en esta ocasión, no dista mucho del resto de valores. La renta media en Malasaña se sitúa en 15,3 y en Lavapiés en 14,8. Pero estas diferencias seguirán ampliándose, ya que el mayor crecimiento de los precios se da en Chueca. Exactamente, más de un 8%. “Al igual que pasa en la compra, los pisos pequeños son los que menos tiempo tardan en alquilarse”, recalcan en uDA.

Gentrificación y lujo

En la misma línea que el resto de expertos, Crisenti admite que “la zona está algo saturada y de ahí que el público gay esté desplazándose a otras áreas”. “Chueca ya no es la novedad”, sostiene. “Este perfil con poder adquisitivo”, añade, “está a la última y ahora mismo la tendencia está en Embajadores y Lavapiés”. En concreto, Crisenti cita las zonas de La Latina y Tirso de Molina. “El fenómeno de gentrificación que vivió Chueca se empieza a notar en Embajadores, con cierto movimiento hasta Malasaña, hasta, por ejemplo, la calle Conde Duque”, dice.

Centrándose en el sector del lujo, Crisenti reconoce que en Chueca no hay mucha oferta y que se limita a viviendas reformadas de más de 300 metros en edificios representativos. “Hemos tenido casas estupendas en las calles Libertad o Fuencarral, pero a la demanda le cuesta mucho gastarse uno o dos millones en estas áreas con tanto movimiento”, indica. “Aquí el alto standing queda desmerecido porque hay mucha oferta de ocio”, remarca. Destaca un comprador muy variado con gran presencia de extranjeros. “En este sector, Chueca va mucho más allá del mundo LGTB”, concluye.

“Abandoné las Fuerzas Armadas porque no me sentía respetada como mujer ni como homosexual”

Patricia Campos (1977) ha ido abriendo camino. Fue la primera mujer que pilotó en las Fuerzas Armadas un avión reactor y la primera española que entrena a un equipo de fútbol femenino en la liga de Estados Unidos. Acaba de publicar Tierra, Mar y Aire ( Roca Editorial), una autobiografía en la que narra los obstáculos que se encuentra por el camino una mujer pionera.

Desde joven su sueño era volar, tras finalizar la universidad aprobó las oposiciones para entrar en la Armada. Durante ocho años fue feliz pilotando, pero cuando pisaba tierra comenzaban los problemas, tenía que hacer frente en su base militar a una doble discriminación por ser mujer y ser lesbiana. “Me veía obligada a esconder mi condición sexual para no tener problemas, explica en su libro. Atiende a eldiario.es el día antes de comenzar sus vacaciones, porque se marcha a hacer un voluntariado a Uganda, otra de sus pasiones. Allí utiliza el fútbol para integrar a mujeres con VIH.

Desde que inicia las oposiciones hasta que decide marcharse de las Fuerzas Armadas, los comentarios machistas son constantes, ¿cómo recuerda esos ocho años?

Fue sorprendente encontrarme con gente que no compartía mi mismo punto de vista. Me chocó, y no lo acabé de entender. Mientras he escrito el libro he vuelto a mirar atrás y pienso que no hay que tomarse las cosas de forma personal porque no todo el mundo ha tenido la fortuna de educarse con lo valores con los que yo he crecido.

Si las Fuerzas Armadas tuviesen un espíritu más integrador, ¿se hubiese quedado?

Me marché porque no me sentía integrada o respetada como mujer ni como homosexual. No podía trabajar con gente que no compartía mis valores, resultaba incómodo. Si ellos hubieran apostado más por los derechos humanos, o simplemente hubiesen respetado a los que no son como ellos, no hubiese tenido que pedir la baja del ejército porque me encantaba ser piloto militar.

Cuenta que en su unidad no existían vestuarios femeninos, incluso llegaron a remodelar el de los hombres y mantuvieron la negativa a construir uno para chicas

Sí, no sé si seguirán así las cosas. Pero cuando me marché en el 2013 no tenían servicios para chicas. Creo que en la Armada no están preparados para la mujer, porque este simple hecho me parece muy fuerte. Si quería ir al baño o me quería cambiar de ropa tenía que ir a mi casa. La Armada no evoluciona al mismo ritmo que la sociedad civil. Les cuesta adaptarse a los cambios, viven en un mundo paralelo.

¿Recibió apoyo de sus superiores?

En algunas situaciones me sentí un poco sola. Este libro también lo escribí por el resquemor que me ha quedado al pensar que no hice lo suficiente, que no luché todo lo que debía para facilitar la vida de las mujeres que estábamos allí y de las jóvenes que iban a ir llegando. Lo que pretendo con este relato es pedir que cambien las cosas.

¿En qué momento decidió abandonar la Armada?

Cuando la balanza entre felicidad y volar no me compensaba decidí que era el momento ideal para irme, había conseguido mi objetivo que era ser piloto del reactor. Había conseguido mi sueño y decidí apostar por otra vía, la del deporte y la del fútbol, que siempre me ha acompañado a lo largo de estos años.

Desde su marcha, ¿cree que las Fuerzas Armadas se han modernizado?

Yo era la única en mi unidad, no tenía ninguna amiga dentro. Pero recibo mensajes por Facebook de mujeres militares en los que me cuentan las cosas que les pasan y me siento identificada.

¿Ha tenido algún problema tras publicar este libro?

No, estoy recibiendo mucho apoyo, me escriben por redes los lectores porque les ha encantado y les gusta mi forma de ver la vida.

¿Qué precio hay que pagar por ser una mujer pionera?

A los hombres no les gustan las mujeres pioneras. Se cuestiona nuestra profesionalidad, siempre estamos en el ojo del huracán. Siempre tienes que demostrar lo que vales, cuando ellos no tienen que demostrar nada a nadie. Ellos no entienden qué haces ahí, les asusta que seas diferente.

Dejó de pilotar y se marchó a Estados Unidos para entrenar equipos de fútbol. ¿Cómo está viviendo la experiencia?

El deporte en Estados Unidos se ve de una forma diferente que en España, sobre todo el femenino. Recibe apoyo de las instituciones, del gobierno, de las universidades. Las niñas quieren ser como las futbolistas, las empresas les apoyan, son famosas. En España por desgracia no estamos a ese nivel, espero que dentro de unos años se respete a las deportistas tanto como lo hacen allí.

¿En EE UU se ha roto el tabú de la homosexualidad y el fútbol?

Existe una doble moral. En algunos estados como en California la homosexualidad se ve de otra forma porque influye el ambiente de Hollywood y Los Ángeles. En el centro del país la percepción es diferente. Aunque desde hace un año los homosexuales nos podemos casar en todos los estados, no te creas que en EEUU está tan bien visto.

Este verano se marcha a Uganda. ¿Cómo utiliza el fútbol para integrar a mujeres con VIH?

Cuando voy a Uganda formo tres equipos: uno de niños, otro de niñas y otro de mujeres con VIH. El de niñas me costó muchísimo organizarlo porque allí las mujeres no practican deporte pero ahora ellas y los niños juegan juntos, cuando llegué, eso resultaba impensable. Mediante el deporte se pueden abordar valores como el respeto y la tolerancia.

Nuevas agresiones homófobas en Madrid al grito de “puto maricón”

Besada celebrada en 2014 en Madrid contra las agresiones homófobas

Besada celebrada en 2014 en Madrid contra las agresiones homófobas / M.D.

Madrid se ha vestido esta semana de banderas arcoíris para conmemorar el Orgullo LGTBI mientras el colectivo sigue denunciado agresiones homófobas. La última, este miércoles por la noche, cuando tres jóvenes volvían a sus casas tras haber asistido al pregón en la madrileña plaza Pedro Zerolo. Salían del metro sobre las 23:00 horas y “aparecieron tres chavales detrás de nosotros que empezaron a gritarnos ‘maricón, vete a comer pollas’ o ‘id a chueca’ al tiempo que nos empezaron a tirar piedras”, cuenta Raúl, uno de los agredidos.

Los tres, que forman parte de la junta directiva del colectivo por los derechos LGTBI Magdalenas Diversas, cambiaron de rumbo y se dirigieron a casa de Raúl para cenar. Unas dos horas después, “cuando mis dos amigos se iban, a uno le siguieron otros dos chicos distintos”, que empezaron a insultarle y le rompieron el labio de un puñetazo. El joven remarca que los tres portaban banderas arcoíris, chapas y abanicos.

Uno de ellos ha vuelto ha sufrir otro episodio esta misma mañana al subir a un autobús en el madrileño barrio de San Blas. En esta ocasión, dice Raúl, también iba con chapas similares. “Un neonazi del distrito, al que ya conocemos, le ha empezado a llamar ‘maricón de mierda’, pero la gente que había en el autobús ha salido en su defensa y no ha pasado nada más”, explica el integrante del colectivo.

Otra agresión en la ciudad

Este mismo jueves la organización LGTBI Respeta ha denunciado los hechos que se produjeron el pasado viernes sobre las 20:30 de la noche en la calle López de Haro. Una pareja de dos chicos fueron agredidos mientras paseaban y repartían panfletos contra la discriminación al colectivo.

“Pasaban por un supermercado y se encontraron con un grupo de unas veinte personas que vestían camisetas con las letras ‘HSM’, presumiblemente del colectivo nazi Hogar Social Madrid’, que tras un cruce de palabras comenzaron a golpearles en el cuerpo al grito de ‘puto maricón’ y ‘maricón de mierda'”, cuenta Adolfo Martínez, portavoz de la asociación.

En ese momento, uno de ellos comienza a ser perseguido por un grupo de agresores después de que comenzara a correr para huir y se resguarda en un establecimiento de la zona. “Los vecinos y los dueños de la tienda no dejan entrar a los agresores, que se alejan para coger objetos como botellas y vuelven”, afirma Martínez. “Es en ese momento cuando el chico decide salir del establecimiento y correr hasta dejarlos atrás”, continúa.

Tanto estos últimos como los jóvenes agredidos en San Blas han decidido denunciar los hechos. Algo que no hacen la mayoría de gays, lesbianas, bisexuales o trans que sufren episodios de violencia. El colectivo Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en lo que va de año solo en Madrid. De ellas, únicamente 17, el 16%, se han puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Los delitos de odio no se denuncian, no es que no existan, pero solamente así podemos acabar con esta lacra”, dice Martínez.