Lennon nació en julio de 2016 en una familia de dos madres. Tiene dos hermanos que están a punto de cumplir 8 años, pero las autoridades no lo reconocen como parte de su propia familia. Desde que nació hace siete meses, sus madres Brenda Kelleher y María José Torres luchan por derribar los muros de una ley que aún sigue discriminando a las mujeres a la hora de ser madres.
Hoy han presentado 100.000 firmas ante la Dirección General de Registros y Notariado para que se revierta la negativa a considerarlo hijo del matrimonio. En la actualidad Brenda y Maria José tienen dos libros de familia. Uno en el que están ellas dos con sus hijos Fionn y Nayara y otro en el que figura Brenda sola con Lennon como madre soltera y única responsable de este niño aunque la pareja está legalmente casada desde 2007 y conviven juntas desde 2001.
“Todo comenzó cuando Lennon nació”, comenta María José , la madre a la que se le deniega la filiación. “En el hospital nos hablaron de un nuevo sistema telemático puesto en marcha por el Ministerio de Justicia para registrar a los recién nacidos, que permite acelerar los trámites. Pero cuando el ordenador recibió la información de que se trataba de dos madres, se bloqueó y no pudimos realizar el registro”, recuerda.
Desde ese momento, todo fue un calvario. En el ayuntamiento del pequeño pueblo en el que viven (al norte de Alicante) la respuesta fue similar. No podían registrar a su hijo como parte de la familia. En el registro civil de Denia la respuesta fue la misma: Lennon sólo podía ser registrado como hijo de Brenda mientras la pareja no presentara un documento que acreditara que Lennon había sido concebido mediante técnicas de reproducción asistida.
“A ninguna pareja formada por un hombre y una mujer les pide ningún tipo de papeles o pruebas de paternidad. Simplemente se asume ésta porque ambas partes están de acuerdo y se registra a los hijos sin más trámites. Para nosotras los papeles de que nuestro hijo ha sido concebido en una clínica de reproducción asistida es parte de nuestra intimidad y no entendemos por qué no podemos inscribirlo a nombre de las dos como cualquier otro matrimonio”, manifiesta María José.
Matrimonio no tan igualitario
Y es que la conocida como Ley de Matrimonio Igualitario tiene aún flecos y agujeros que hace que las uniones entre un hombre y una mujer y las de personas del mismo sexo no tengan automáticamente los mismos derechos.
Los registros civiles pueden exigir a los matrimonios formados por dos mujeres el documento que demuestre que el hijo fue concebido por técnicas de reproducción asistida. Básicamente, lo que pueden pedir es el contrato entre las mujeres y la clínica, lo que las madres de Lennon consideran una intromisión en su intimidad y una clara discriminación con respecto a las parejas heterosexuales, a las que nunca se pregunta de qué forma concibieron a sus hijos ni si el esperma proviene del marido o se han utilizado técnicas de reproducción asistida.
De hecho, las parejas de dos mujeres sufren una doble discriminación: por un lado tienen la obligación de estar casadas para poder registrar a sus hijos y por el otro el registro civil les reclama los papeles de la clínica de reproducción.
“Lo que el Estado implícitamente está realizando con este requisito, es decidir cómo tenemos que ser madres, controlando la manera en que queremos vivir nuestra maternidad. Mientras a un hombre y a una mujer les basta con su palabra, a nosotras no. Un funcionario llegó a decirnos: y si vosotras habéis engañado a un hombre?”, afirma María José.
Para Charo Alises, abogada que trabaja con la Federación estatal de LGTBI, “los registros civiles piden estos requisitos en base a interpretaciones de la ley y ordenes posteriores, aunque hay bastante descontrol. Por eso a Brenda y María José les permitieron registrar a sus primeros dos hijos sin más trámites y no se lo han permitido con el tercero. A las parejas formadas por un hombre y una mujer no les piden este requisito aunque no estén casadas, porque el código civil reconoce la presunción de paternidad”.
De hecho, hay contradicciones entre distintas administraciones. Si bien el registro civil no reconoce a Lennon como parte de la familia, la Generalitat de Alicante sí les da ese reconocimiento y les ha expedido el libro de familia numerosa.
El hecho es que Lennon a día de hoy sólo tiene una madre, no está reconocido como miembro de su propia familia, no posee cartilla de la Seguridad Social y es apátrida. Debido a que Brenda es irlandesa, Lennon no está reconocido como ciudadano español, pero tampoco como súbdito irlandés. Irlanda exige que la madre biológica haga un juramento de que ella es la única madre de su hijo, tal como afirman los papeles del registro civil de España, “cosa a la que no estamos dispuestas”, comenta Brenda.
100.000 firmas de esperanza
La campaña en Change.org que iniciaron Brenda y María José recabó más de 100.000 firmas que fueron entregadas esta mañana ante la Dirección General de Registros y Notariado. “Esperamos que estas firmas influyan en las personas que tienen que tomar una decisión sobre nuestro caso. También queríamos dar visibilidad social de esta discriminación, que mucha gente no conoce”, concluye María José.
“Estos tres niños son una familia, son tres hijos del mismo matrimonio de dos mujeres y la ley tiene que reconocer este hecho. Cualquier resolución que no reconozca esto es una absoluta discriminación”, afirma Boti G. Rodríguez, representante de la FELGTB.
“Desde la federación estamos impulsando un borrador de ley por la igualdad del colectivo LGTBI, para evitar este tipo de discriminaciones, para evitar cualquier tipo de discriminación” Concluye Rodríguez.