Elkarretaratzera deitu dute Algortan, eraso homofobo bat salatzeko

20:00etan elkartuko dira, Telletxe plazan.

Kitzikan elkarteak eman du erasoaren berri. Jakinarazi duenez, Algortako taberna batean jazo zen, eta zaurien ondorioz erietxeratu egin zuten biktima.

Gertatutakoa salatzeko, 20:00etarako elkarretaratzea antolatu du elkarteak. Uribe Kostako Ernai, Algortako Bilgune Feminista, Eratu, EHGAM, Jai eta Xerinola, Uribe Kostako Ikasle Abertzaleak, Sare Lesbianista, Bizigay, Lumatza, Haziak, 7menos20 eta Sare Antifaxistak egin dute bat deialdiarekin.

Elkarretaratzea Algortan eraso homofobo bat salatzeko

Kitzikan elkarteak atzo Algortan emandako eraso homofobo bat salatu du eta honen aurrean elkarretaratzea deitu du gaurko. 20:00ean Telletxeko plazan izanen da.

Kitzikaneko kide batek atzo eraso homofobo «bortitza» jaso zuela salatu du elkarteak. Algortako taberna batean gertatu zela eman dute jakitera, eta honen aurrean elkarretaratzea deitu dute gaurko.

20:00ean elkartuko dira Algortako Telletxeko plazan, erantzuna emateko asmoz. Kitzikan elkarteaz gain, Itzulbaltzetako Asanblada Antifaxistak, Ernai Uribe Kostak, Algortako Bilgune Feministak, Eratuk, EHGAM-ekJai eta Xerinolak, Ikasle Abertzaleakek, Bizigayk, Sare Lesbianistak, Lumatza Nafarroak, Haziak, 7Menos20-k eta Sare Antifaxistak bat egin dute deialdiarekin.

Denuncian una “violenta” agresión homófoba en un bar de Algorta

ESTA TARDE, CONCENTRACIÓN DE RECHAZO

El movimiento de liberación de homosexuales del País Vasco EHGAM ha denunciado una “violenta agresión homófoba” ocurrida ayer en un bar de Algorta, en Getxo, y ha anunciado que se concentrará esta tarde en dicha localidad para rechazarla.

BILBAO.  Según ha informado en una nota, la víctima es un militante del colectivo Kitzikan y exmilitante de EHGAM, que fue agredido por su condición homosexual.

Para denunciar la agresión, EHGAM se ha sumado a la concentración convocada por Kitzikan para esta tarde en la plaza Telletxe de Algorta.

Por su parte, la Ertzaintza investiga una denuncia por agresión y robo interpuesta por una persona que ayer fue agredida sobre las cinco y media de la tarde, cuando tomaba una consumición en una terraza de un establecimiento hostelero de Algorta.

Según han informado fuentes del departamento vasco de Seguridad, al parecer, un individuo que conocía a la víctima se le acercó y le insultó por su condición homosexual, lo que dio lugar a una pelea en la que el denunciante fue agredido con una silla.

Además de la agresión, la víctima también denunció la sustracción de una riñonera que portaba.

Cuando agentes de la Ertzaintza llegaron al local, el presunto agresor ya había abandonado el lugar.

Denuncian una agresión homófoba en un bar de Algorta (Getxo)

Convocadas concentraciones de protesta

  • Al parecer la víctima fue insultado por el agresor que le golpeó después con una silla
  • El herido es militante del colectivo Kitzikan y ex militante de EHGAM

El movimiento de liberación de homosexuales del País Vasco EHGAM ha denunciado una “violenta agresión homófoba” ocurrida ayer en un bar de Algorta, en Getxo (Bizkaia), y ha anunciado que se concentrará esta tarde en dicha localidad para rechazarla.

Según ha informado en una nota, la víctima es un militante del colectivo Kitzikan y ex militante de EHGAM, que fue agredido por su condición homosexual.

Para denunciar la agresión, EHGAM se ha sumado a la concentración convocada por Kitzikan para esta tarde en la plaza Telletxe de Algorta.

Por su parte, la Ertzaintza investiga una denuncia por agresión y robo interpuesta por una persona que ayer fue agredida sobre las cinco y media de la tarde, cuando tomaba una consumición en una terraza de un establecimiento hostelero de Algorta.

Según han informado fuentes del departamento vasco de Seguridad, al parecer, lo que dio lugar a una pelea en la que el denunciante fue agredido con una silla.

Además de la agresión, la víctima también denunció la sustracción de una riñonera que portaba.

Cuando agentes de la Ertzaintza llegaron al local, el presunto agresor ya había abandonado el lugar.

La igualdad vence a los prejuicios

Las protestas masivas en EEU U obligan a dos Estados a modificar una ley sobre libertad religiosa que abría la puerta a la discriminación de los homosexuales

manifestacion en indiana

Manifestación en Indiana contra el gobernador Pence. / NATE CHUTE (REUTERS)

Una oleada de protestas en Estados Unidos ha forzado esta semana la rectificación de dos leyes que amenazaban el avance de los derechos de los homosexuales en nombre de la libertad religiosa. Las manifestaciones, boicots y pronunciamientos de las mayores empresas del país, casi al unísono, lograron que los Estados de Indiana y Arkansas dieran un paso atrás para evitar que las leyes sean utilizadas para discriminar contra gais y lesbianas. Pero su iniciativa ha sacado a la luz el intento del sector más conservador de la sociedad estadounidense para impedir la consolidación de unos derechos que muchos ya consideran inevitable.

En el tira y afloja que protagonizan estos días los conservadores y la comunidad homosexual es el mismo que sucedió a las primeras regulaciones del derecho al aborto o el acceso a los anticonceptivos. La sociedad estadounidense, impulsada por un cambio demográfico que forma una nación más diversa y más progresista, respalda ampliamente el derecho a la igualdad de los homosexuales. En el extremo contrario, la libertad religiosa se convierte en el último recurso legal de los conservadores contra ese avance.

Los principales líderes republicanos han defendido la ley de Indiana, copiada después por Arkansas. El republicano Jeb Bush, exgobernador de Florida y probable candidato a la Casa Blanca, afirmó que Indiana ha hecho “lo correcto” y que la ley “no es discriminatoria”. Su compañero de partido y candidato a la presidencia en 2016, Ted Cruz, celebra que la ley diera voz “a millones de valientes conservadores”. Frente a ellos, la demócrata Hillary Clinton lamentó que EE UU todavía se enfrente a estos debates. La Casa Blanca rechazó la ley porque “renuncia a los valores que defienden los ciudadanos”.

La estrategia republicana responde a los últimos avances de los derechos de los homosexuales, explica Sally Steenland, del Center for American Progress. El Tribunal Supremoestudiará esta primavera si los homosexuales tienen derecho a casarse. Seis de cada 10 votantes apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo y siete de cada 10 viven en uno de los 37 Estados donde está reconocido el matrimonio homosexual. Un 72% cree que el matrimonio igualitario es inevitable, según datos del Centro Pew. Las cifras justificaron una portada del diario conservador The Indianapolis Star esta semana. Eran tres palabras en blanco sobre negro para instar a los legisladores a cambiar la ley: “Arreglen esto ya”.

Los republicanos se amparan en una ley firmada por Bill Clinton en 1993, pero el país ha cambiado profundamente desde entonces. Decenas de organizaciones civiles reaccionaron contra Indiana junto a líderes empresariales de Apple, Walmart, General Electric o Yelp y gobernadores demócratas que anunciaron boicoteos contra Indiana.

Estados Unidos busca el límite donde pueden convivir la libertad religiosa y los derechos de las minorías. Los asuntos sociales separan a los republicanos de los demócratas, aunque en el caso de Indiana, los conservadores libran una batalla con su propio ideario, obligados a satisfacer a los votantes de mayor edad sin poner en peligro el futuro al electorado más joven ni el ala empresarial del partido.

En este primer choque cultural del año ha vencido el derecho a la igualdad de los homosexuales. Las protestas celebradas durante toda la semana obligaron a Indiana a modificar el texto de la ley para prohibir que se niegue la atención a nadie en los comercios. “El mensaje es claro. Nuestros negocios están abiertos. Damos la bienvenida a todo el mundo. No discriminamos contra nadie”, declaró el portavoz de su Asamblea, Brian Bosma.

Conscientes del riesgo de perder votantes por estas posiciones más conservadoras, el grupo de jóvenes Log Cabin Republicans celebró los cambios en la legislación. “Era demasiado amplia y vaga e invitaba a cualquiera a confiar en que el Estado le defendería si se le acusaba de discriminación”, dice su director, Gregory Angelo. “Ahora sí queda claro que la libertad religiosa y los derechos de la comunidad LGBT sí pueden convivir”.

La primera señal de la desconexión entre los políticos más conservadores y el resto de la sociedad llegó el pasado domingo. Un periodista preguntó al gobernador de Indiana, Mike Pence, si su nueva ley daba permiso para discriminar. Su reacción de fue un tartamudeo de varios días. El jueves, Pence atribuyó la fuerte reacción ciudadana a una “confusión” creada por los medios.

“La ley supone una limitación en lo que el Gobierno federal puede decir y lo que no”, afirma Montserrat Alvarado, directora de operaciones de la fundación Becket Fund, especializada en la intersección entre la libertad religiosa y los derechos de las minorías.

El rechazo y la reacción casi coordinada de decenas de organizaciones revela un cambio de mentalidad impensable hace solo cinco años. “Al tener que hablar de discriminación, perdieron la iniciativa en este debate”, alega Sally Steenland. La experta define la reacción de la sociedad y los líderes empresariales como una “bofetada” a los republicanos. “Lo que les sorprendió fue lo fuerte y alto que sonó el rechazo en todo el país”.

La aprobación de las leyes en Indiana y Arkansas ha funcionado como una luz roja para los republicanos. El gobernador de Indiana, Mike Pence, tardó solo una semana en proponer una enmienda para impedir la discriminación por motivos de orientación sexual. Su homólogo de Arkansas, que había copiado el texto en una iniciativa similar, anunció que no firmaría la ley. Y en Georgia, el siguiente en la lista, han cancelado su votación.

Para la Unión Americana por los Derechos Civiles el giro “representa un cambio drástico” en la manera en que EE UU reacciona a la discriminación en nombre de la religión. “Indiana cometió un error terrible y peligroso y chocaron con una condena que va a dañar su reputación y su economía”. Era el mismo argumento de cinco exalcaldes de Indianápolis, que exigieron en una carta la corrección inmediata de la ley para evitar “consecuencias indeseadas”.

La avalancha de protestas, y la consiguiente rectificación, puede haber llegado a tiempo para evitar que esta polémica se convierta en un problema para la campaña republicana. El partido conservador se enfrenta al reto de convencer a un electorado cada vez más joven más diverso y más abierto a los avances sociales de lo que lo ha estado nunca EE UU.

Un año de ofensiva republicana

Numerosos gobernadores republicanos han alegado en los últimos meses que era necesario aprobar leyes similares a nivel estatal para impedir que el Gobierno interfiriera en las prácticas religiosas de los ciudadanos. El último de ellos ha sido el de Indiana.

Los conservadores se amparan en una normativa que aprobó el presidente Bill Clinton en 1993, la Ley de Libertad Religiosa. El texto concedía a los ciudadanos determinadas excepciones en el caso de que una legislación federal les obligara a actuar en contra de su religión. En la actualidad, un total de 20 Estados cuentan en la actualidad con leyes de estas características que, según sus detractores, pueden ser utilizadas para justificar la negación de determinados servicios a los homosexuales. Otros 12 las han incorporado solo en el último año.

Las normativas, como ha alegado el gobernador de Indiana, tienen el objetivo de obligar al Gobierno federal a cumplir con más requisitos para poder exigir a corporaciones, organizaciones o individuos que actúen en contra de sus principios religiosos.

El mapa de los 32 Estados que cuentan con este tipo de leyes, frente a los que carecen de ellas, es muy similar al de los lugares donde el matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido legalizado. Mientras que las costas Este y Oeste avanzan con la mayoría de la sociedad, en un cambio que ha llegado también incluso a Alabama, tradicionalmente conservadora, el centro y el medio oeste mantienen la misma postura que se respiraba hace más de 20 años, cuando Clinton firmó las protecciones legales para minorías religiosas en la Casa Blanca.

Tim Cook se pasa al activismo y alerta del ‘peligro’ de las nuevas leyes contra los gays en EEUU

Carta abierta del CEO de Apple

  • El directivo llama a unirse en un movimiento contra la discriminación y la desigualdad
  • Compara la aprobación de estas normas con la segregación racial que vivió el país
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El consejero delegado de Apple, Tim Cook. REUTERS

El consejero delegado de Apple se ha colocado en la primera fila del activismo por la igualdad de los derechos de los homosexuales en Estados Unidos. Tim Cook, que declaró públicamente su homosexualidad a través de la revista Businessweek, ha escrito ahora una carta en ‘The Washington Post’ para denunciar que “algo muy peligroso” está ocurriendo en varios estados del país, en referencia a las últimas leyes que se han aprobado y que permiten un trato desigual a gays y lesbianas sólo por su condición sexual.

“Una ola legislativa permitirá a los ciudadanos discriminar a sus vecinos” alegando cuestiones religiosas. En concreto, Cook se refiere a las normas aprobadas en estados como Indiana, donde se ha dado carta blanca a los comerciantes para prohibir la entrada o negarse a atender a personas homosexuales en nombre de la libertad religiosa. En Texas, por ejemplo, la nueva normativa permite quitar las pensiones a las parejas del mismo sexo que contraigan matrimonio.

“Estas leyes van en contra de los principios sobre los que se fundó nuestra nación y corremos el riesgo de que acaben con décadas de progreso hacia una mayor igualdad”, escribe el responsable de la compañía en el diario.

Cook apunta que el sector económico americano “sabe desde hace mucho tiempo que la discriminación, en cualquiera de sus formas, es mala para los negocios” y defiende que esta es la filosofía que aplica Apple. “Por este motivo muestro mi rechazo a esta nueva ola legislativa. Escribo [esta carta] con la esperanza de que muchas más personas se unan a este movimiento”, asegura.

En su misiva, el directivo de Apple compara la situación que está viviendo EEUU con la segregación racial que vivió el país hace décadas. “Los días de la discriminación en los que se colocaban carteles de ‘Sólo para blancos’ en las puertas de las tiendas o en los baños deben permanecer en el pasado y no deberíamos volver a nada que recuerde a aquellos tiempos”, añade.

Cook también señala que utilizar la “libertad religiosa” como argumento para un trato desigual va en contra de lo que aprendió como creyente en su infancia.

“Nuestro mensaje a toda la gente de EEUU y de todo el mundo es este: Apple está abierto. Abierto a todas las personas, independientemente de dónde vengan, cómo sean, cuáles sean sus creencias o a quién amen. Independientemente de lo que digan las leyes en Indiana o Arkansas, nosotros nunca toleraremos la discriminación”, escribe Cook. “No se trata de un asunto político o religioso. Esto tiene que ver con cómo nos tratamos unos a otros como seres humanos. Es el momento de ser valientes y oponerse a la discriminación”, concluye.

La Ley de Indiana: discriminación homosexual en nombre de la libertad religiosa

Polémica legislativa

  • La aprobación de una norma impulsada por Mike Pence genera una ola de críticas
  • Los comercios pueden negarse a atender a gays alegando objeción religiosa
  • Hillary Clinton o Tim Cook ya se han manifestado en contra de la normativa
Protestas en Indianápolis contra la ley impulsada por Mike Pence

Protestas en Indianápolis contra la ley impulsada por Mike Pence. AFP

Discriminar a homosexuales en nombre de la libertad religiosa. Así podría resumirse la ley aprobada en Indiana que ha provocado el desacuerdo de miles de ciudadanos en todo Estados Unidos. Tim Cook, el consejero delegado de Apple, ha sido el último en sumarse públicamente a las críticas, pero antes que él, otras personalidades famosas y miles de ciudadanos anónimos han manifestado su oposición a la norma que vio la luz el pasado jueves 26 de marzo.

El precepto establece que comercios y empresas pueden negarse a atender a clientes y usuarios gays y lesbianas alegando que, de hacerlo, atentarían contra sus creencias religiosas. La iniciativa impulsada por el gobernador Mike Pence se ha convertido en el último escollo de la lucha por los derechos civiles y la igualdad en Estados Unidos.

Pence se ha defendido en las últimas horas del aluvión de acusaciones de discriminación que ha tenido que soportar: “Este proyecto de ley no es discriminatorio y si yo pensara que legaliza la discriminación de alguna manera, lo habría vetado”, aseguró. El mandatario también apoya la medida apelando a su intención de preservar la libertad religiosa de las personas, que queda así “totalmente protegida bajo la legislación de Indiana”.

Sin embargo, muchas organizaciones defensoras de los derechos homosexuales, ciudadanos y líderes empresariales no coinciden en su interpretación y lo han dejado claro de manera pública. Unas 3.000 personas se manifestaron el pasado sábado en las calles de Indianápolis, capital del estado, para expresar su repulsa con lemas como “Ningún odio en nuestro estado” o “Reparad esa ley”.

De forma paralela, los usuarios de la red social Twitter lanzaban una campaña bajo la etiqueta #boycottIndiana en la que llamaban a un boicot contra el estado. También Hillary Clinton, ex secretaria de Estado y posible candidata demócrata a la presidencia de EEUU en 2016, utilizó esta plataforma para lamentar que una ley así “pueda aprobarse hoy en América”.

Rechazo empresarial

Las críticas también han llegado por parte de directivos de grandes compañías, que creen que la normativa denigra la imagen de Indiana y perjudica el desarrollo económico del estado.

Por ejemplo, el consejero delegado de la empresa Angie’s List, Bill Oesterle, anunció la cancelación de unos planes de expansión en ese estado valorados en 40 millones de dólares (algo más de 37 millones de euros).

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Tim Cook, CEO de Apple. AFP

En la misma línea, el alcalde de Seattle (Washington), Ed Murray, comunicó que prohibirá el uso de fondos para viajes de negocios de empleados públicos del Ayuntamiento a Indiana. “Los habitantes de Seattle saben que la discriminación no tiene sitio en nuestra ciudad”, subrayó Murray, al agregar que la ciudad “ha sido líder en la lucha para proteger los derechos civiles y garantizar igualdad para toda la gente”.

Pero si hay un nombre que ha dado visibilidad a las protestas es el de Tim Cook, consejero delegado de Apple. Cook declaró públicamente su homosexualidad hace unos meses y este lunes escribió una carta en ‘The Washington Post’ en la que alertaba del peligro de esta norma y de otras similares que se han aprobado recientemente en otros estados.

El directivo de la compañía ‘de la manzana’ comparaba la discriminación a la que se enfrenta el colectivo homosexual con la segregación racial que EEUU vivió hace décadas y señalaba que las nuevas leyes “van en contra de los principios sobre los que se fundó nuestra nación y corremos el riesgo de que acaben con décadas de progreso hacia una mayor igualdad”.

El revuelo ha provocado que las autoridades legislativas de Indiana se pronuncien y traten de matizar el contenido de la norma. El presidente de la Cámara de Representantes estatal, Brian Bosma, ha insistido en que la ley no discrimina a homosexuales, aunque ha dejado claro que modificarán el contenido que sea necesario para que no se interprete en esos términos.

El de Indiana es el último capítulo de la lucha por la igualdad y contra la discriminación homosexual que se libra desde hace años en Estados Unidos. El próximo mes de junio podría resultar una fecha clave en esta carrera, ya que se espera que el Tribunal Supremo se pronuncie para entonces sobre la constitucionalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Hasta ese momento, todas las miradas apuntan a Indiana.

Nuevas leyes ‘antigays’ causan alarma en EE. UU.

Una ley de Indiana permite a las tiendas prohibir la entrada a gays, mientras en California una propuesta aboga por legalizar su asesinato y en Texas estudian castigar a quienes oficien bodas gays.

No corren buenos tiempos para los derechos de las personas homosexuales en EE. UU. En Indiana, por ejemplo, una ley aprobada la pasada semana por el gobernador del estado, el republicano Mike Pence, da carta blanca a los comercios paraprohibir la entrada a parejas de homosexuales en nombre de la “libertad religiosa”.

El gobernador de Indiana alegó que “la Constitución de Estados Unidos y la Constitución de Indiana proporcionan un fuerte reconocimiento de la libertad de religión , pero, hoy en día, muchas personas de fe sienten que su libertad religiosa es atacada por la acción del Gobierno”.

El sábado, unas 3.000 personas se manifestaron en el centro de Indianápolis, capital de Indiana, para expresar su repulsa por la aprobación de la ley. Los manifestantes, pertrechados de pancartas, corearon consignas como “Ningún odio en nuestro estado” o “Reparad esa ley”.

Algunas personalidades del país, entre ellas el consejero delegado de Apple, Tim Cook, que el pasado año reconoció abiertamente ser gay, han defendido los derechos de los homosexuales.

“Estos proyectos de ley racionalizan la injusticia con la pretensión de defender algo que muchos de nosotros apreciamos. Van contra los mismos principios bajo los que nuestra nación se fundó y tienen el potencial de deshacer décadas de progreso por una mayor igualdad”, ha aseverado Cook.

Sin embargo, la medida no solo ha provocado las críticas de las organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales, sino también de líderes empresariales que creen que la iniciativa empaña la imagen de Indiana y dificulta la captación de talento.

Así, la empresa Angie’s List ha cancelado planes de expansión en ese estado valorados en 40 millones de dólares; mientras que el alcalde de Seattle (estado de Washington), Ed Murray, ha adelantado que prohibirá el uso de fondos para viajes de negocios de empleados públicos del Ayuntamiento a Indiana.

Asesinato legal de homosexuales y otras leyes en estudio

Indiana es el primer estado en aprobar un cambio legislativo de este tipo, aunque enCalifornia una propuesta popular también provocó la pasada semana el firme rechazo de organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales.

La norma, promovida por el abogado Matt McLaughlin con el nombre de “Ley de supresión de los sodomitas”, permitiría matar a los homosexuales “de un disparo en la cabeza”o con cualquier otro método “que se considere adecuado”.

La fiscal general de California, Kamala Harris, anunció el pasado miércoles que pedirá a la Corte Suprema del estado que emita una orden para detener esta propuesta legislativa, que sería votada por los californianos en los comicios de 2016.

Por si todo esto fuera poco, el estado de Texas estudia aprobar una ley que permitiríaretirar el pago de sueldos o pensiones a funcionarios que emitan licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo.

Estas leyes, que se preparan en más de una veintena de estados, podrían avanzar pese a la posibilidad de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos declare inconstitucionales las normativas que prohíben el matrimonio homosexual, que, de hecho, permitirían las uniones del mismo sexo por primera vez en todo el país.

‘Shangay’ se hace eco de un ‘cachondo’ pleno en Bilbao

La conocida revista del colectivo homosexual ha recogido la última sesión del pleno bilbaíno en el que se debatió la controvertida práctica del ‘cruising’ en el alto de Santo Domingo

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Recorte de la publicación en la revista ‘Shangay’

 

El debate sobre el ‘cruising’ relajó los ánimos del pleno bilbaíno el pasado jueves, como ya relató la edición impresa de EL CORREO. Una iniciativa del concejal del Partido Popular, Luis Hermosa, pedía al Ayuntamiento bilbaíno que actuara en contra de la “actividad sexual incívica” que se produce en el alto de Santo Domingo. Una zona boscosa donde se practica el ‘cruising’: término inglés que define la actividad de buscar sexo en lugares públicos, como parques, playas o descampados, principalmente referido a los varones homosexuales. Ahora, la conocida revista del colectivo homosexual ha recogido la última sesión del pleno bilbaíno en el que se debatió -en un tono distendido y entre risas- la controvertida práctica.

El concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, decidió acudir a la zona para hablar con los vecinos e interesarse por la situación, a fin de comprobar si estos hechos eran ciertos o no. “Fuimos y nos ‘entraron’ (quienes practican ‘cruising’), confesó Del Hierro entre las risas de los corporativos. Tras subrayar que “el problema es que se haga a la vista de la gente”, el responsable municipal de Seguridad agregó: “la sensación que tuve allí… No sé explicarme”, añadió turbado.

“Ahora parece que se prohíbe follar”

La portavoz de EH Bildu, Aitziber Ibaibarriaga, dijo que, después de que el PP haya “prohibido” otras cosas, “ahora parece que se prohíbe follar, y perdón por la expresión”. El Alto de Santo Domingo está “lo suficientemente apartado como para que no suponga un problema de seguridad”, ha señalado Ibaibarriaga, quien, a propósito del exhibicionismo, ha revelado: “en París me salió un exhibicionista en unos baños”.

Alfonso Gil consideró que el “cruising” no es “lo que se ha hecho toda la vida en Bilbao”, sino que es una práctica que “va más allá”, por lo que entiende que exista “preocupación de los vecinos”. El edil del PP Luis Hermosa reprochó a los demas representantes que este problema tiene “bastante poco humor” para los vecinos de la zona, aunque finalmente se vio aprobada su propuesta.

El alcalde, Ibon Areso, explicó que el gobierno local respaldó la iniciativa porque en ella se pide “hacer cumplir” la ordenanza de Espacio Público en lo relativo a las prácticas sexuales “incívicas”, aunque puntualizó que se trata de un asunto que debe tratarse con “prudencia”. En definitiva, el último pleno bilbaíno fue de los ‘más movido’.

Rechazo a una ley de Indiana acusada de discriminar a homosexuales

El gobernador firma una ley que permite a empresarios negarse a servir a parejas gais si consideran que esto viola su libertad religiosa

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El gobernador Mike Pence durante una comparecencia. / Michael Conroy (AP)

Una ley de libertad religiosa aprobada por el Estado de Indiana que facilita el rechazo contra gais y lesbianas por parte de empresarios que aleguen que, en el caso de proporcionarles sus servicios, estarían atentando contra sus creencias, se ha convertido en el último punto de enfrentamiento en la lucha por el avance de los derechos de los homosexuales en Estados Unidos.

El Tribunal Supremo estudiará dentro de cuatro semanas un caso que puede desembocar en el reconocimiento del derecho al matrimonio de los homosexuales. La sentencia llegará unos meses después, pero ya ha sido anticipada como el cruce definitivo de la última frontera en la batalla por los derechos civiles, y los conservadores están agotando sus últimos recursos para impedirlo.

Es el caso del gobernador Mike Pence, de Indiana, un político republicano que está considerando su candidatura a las presidenciales de 2016, por lo que puede convertir este asunto en una de las espinas de la campaña. Esta semana, Pence firmó en su despacho una ley que protege “las libertades religiosas que muchos sienten están siendo atacadas por el Gobierno”.

La ley ha sido rechazada por un gran número de organizaciones y personalidades por su parecido a las leyes que permitieron hace décadas negar acceso y servicios por motivos raciales. El gobernador ha defendido sin embargo que la ley no es discriminatoria. “Si supiera que iba a legalizar la discriminación, la hubiera vetado”, aseguró Pence.

La normativa establece que desde el próximo 1 de julio, los dueños de restaurantes de Indiana puedan negarse a servir banquetes de boda a parejas del mismo sexo, por ejemplo. Floristas, cocineros o fotógrafos también podrán negar sus servicios a clientes gais si consideran que esto atenta contra su libertad religiosa y serán defendidos por el Estado si son acusados de discriminación, tal y como asegura el grupo Advance America, que ha promocionado la legislación.

El caso es un ejemplo del constante tira y afloja de la sociedad estadounidense entre los derechos de los ciudadanos, frente a las regulaciones federales que, según consideran en este caso los conservadores, interfieren en las libertades de otros. La ley de Indiana puede ser rechazada en las cortes, sin embargo, los jueces deberán demostrar que una persona está obligada a actuar en contra de la religión cuando exista un “interés apremiante” en impedir la discriminación.

El difícil equilibrio de ese interés es el que llevó al Supremo a dar la razón el año pasado a un grupo de empresarios religiosos que se negaban a proporcionar determinados seguros médicos a sus empleadas porque cubrían el gasto de anticonceptivos. Aquel fue el caso conocido como Hooby Lobby y el hecho de que la Corte reconociera que la libertad religiosa de los empresarios estaba por encima del derecho de las trabajadoras a ese seguro médico, inspiró esta nueva estrategia de Indiana.

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Imagen compartida por el gobernador Pence en Twitter tras firmar la legislación en presencia de líderes religiosos de Indiana.

La exsecretaria de Estado Hillary Clinton y posible candidata a la presidencia en 2016 rechazó en Twitter el paso dado por el gobernador Pence y lamentó que esta ley “pueda aprobarse hoy en América”. Otra de las voces en contra de la legislación fue Tim Cook, presidente de Apple, quien la calificó de “decepcionante”. Y el alcalde de San Francisco ha anunciado el primer boicot a la ley: la ciudad no pagará con dinero público ningún viaje de sus funcionarios a Indiana.

La firma de esta ley coincide además con la llegada de la final de la liga universitaria de baloncesto a Indiana, cuyo impacto económico puede verse reducido si siguen adelante las protestas. El exjugador Jason Collins, el primer baloncestista que reveló su homosexualidad durante su etapa profesional en 2013, preguntó desde su cuenta de Twitter al gobernador si estaba “legalizando la discriminación” contra él cuando viaje a la final.

La controvertida ley de Indiana coincide además con lo que ya advirtió la juez del Supremo Ruth Ginsburg tras la sentencia del caso Hobby Lobby, al asegurar que a pesar de que ese caso solo abordaba una pregunta sobre cobertura de anticonceptivos, la sentencia “invitaba a las empresas privadas a buscar excusas” para incumplir normas basándose en cuestiones religiosas. “¿Qué pasa si un empresario se siente ofendido por las obligaciones de vacunación o porque no cree en que deba pagar lo mismo a un hombre que a una mujer?”. Según la juez, el Supremo acababa de adentrarse “en un campo de minas”.