El ‘sí, quiero’ de Maroto y Josema

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, a su llegada al enlace junto a los testigos

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez, a su llegada al enlace junto a los testigos. ARABA PRESS- PAULINO ORIBE

Javier Maroto y José Manuel Rodríguez ya son un ‘matrimonio’ más tras la celebración ‘íntima’ que ha tenido lugar pasadas las 9.30 horas de hoy. Un acto tan reservado que en él sólo han estado presentes los contrayentes, el concejal Miguel Garnica, la madre de Javier y el parlamentario Iñaki Oyarzabal como testigos, un fotógrafo contratado por la pareja y la ‘mano derecha’ del alcalde y responsable de comunicación Rafael Laza.

Maroto ha querido cuidar todos los detalles hasta el punto de modificar la hora del enlace que en el acta matrimonial preparada aun mantenía las 20.00 horas, el momento que se había señalado para un acto abierto que este jueves fue suspendido.

Boda muy discreta

El ‘sí, quiero’ de Maroto y ‘Josema’ se ha celebrado en un despacio de apenas ocho metros cuadrados que cuenta con un balcón hacia la plaza de España, y que preside una enorme bandera de Vitoria de aspas rojas sobre fondo blanco.

La informalidad en los atuendos y la brevedad del mismo han sido las notas predominantes junto a la discreción. Maroto ha llegado al edificio Consistorial pasadas las nueve de la mañana pero tanto su pareja ‘Josema’ con su madre han accedido por unas dependencias laterales sin que los medios de comunicación presentes en los aledaños hayan captado su llegada.

El ex alcalde de Vitoria ha formalizado su ‘matrimonio’ en un espacio muy funcional en el que tres fotografías antiguas del centro de la ciudad y detalles en miniatura con un pequeño Celedon, un paso de los faroles vitorianos y un logro de la ‘Green Capital’ aportan los detalles personales del político vasco.

Maroto: “El PP dice hoy aquí que el derecho al matrimonio es para todos”

El secretario sectorial de la formación conservadora, Javier Maroto, reconoce a “todos esos activistas de todos los partidos” que le han permitido casarse este viernes con su novio de siempre en una ceremonia a la que asistió Rajoy, Cospedal y la cúpula del PP en Vitoria

Parte de los invitados del PP a la boda de Javier Maroto.

Los dirigentes del PP arropan a los recién casados. / FOTOS: B. CASTILLO-I. AIZPURU

“Hoy, la dirección de mi partido, el Gobierno, dice que el derecho al matrimonio es para todos”. El vicesecretario general del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha contraído este viernes matrimonio con su novio de siempre, Josema Rodríguez, en un enlace que los conservadores han aprovechado para sumarse a la corriente mayoritaria de aceptación del matrimonio homosexual en igualdad de condiciones que el heterosexual. “Las sociedades evolucionan, los partidos evolucionan y hoy mi partido y el Gobierno quiere sumarse a eso porque ya en España el derecho al matrimonio es para todos y hoy todos compartimos ese mensaje”. Así lo ha tratado de expresar al menos el propio Maroto, una vez finalizado el enlace en un hotel-restaurante de Vitoria, su ciudad, a la que ha acudido la plana mayor del PP con el presidente Mariano Rajoy y la secretaria general Dolores de Cospedal a la cabeza.

Maroto ha pronunciado estas palabras mientras en el interior del restaurante le aguardaban los 270 invitados al evento. Todos ellos han podido presenciar el acto no oficial de boda, tras el enlace formal que ha tenido lugar esta mañana en el Ayuntamiento. Posteriormente, se ha servido un cóctel de bienvenida a los invitados y una cena compuesta por ensalada de gambas, solomillo al foie y tarta nupcial.

La boda de Maroto, anunciada en junio (antes de ser llamado a Madrid por Rajoy para entrar en la dirección nacional del partido), había causado en las últimas quebraderos de cabeza en el PP, que abordó en términos de estrategia la conveniencia de que la cúpula acudiera a un enlace que era heredero de la ley de matrimonios gays aprobada por Zapatero, y que el PP recurrió al Tribunal Constitucional. Finalmente, los líderes conservadores dieron el sí. Rajoy, Cospedal, la líder vasca Arantza Quiroga, Floriano, Moragas, Javier Arenas… todos se han dejado ver sonrientes este viernes en Vitoria.

Maroto, que abandonó la celebración un momento al filo de las 21.30 horas para atender a la prensa, dijo que era evidentemente un momento muy especial para él “en lo personal”, pero básicamente acudió a los micrófonos a lanzar un mensaje político, como se esperaba. El vicesecretario sectorial tuvo un recuerdo a “todos los activistas, algunos de los cuales ya no están aquí (en una alusión que recordó a Pedro Zerolo, el socialista recientemente fallecido) que hicieron posible esto, que lucharon por los derechos de los que ahora hemos gozado nosotros”.

En referencia a su propio partido, Maroto dijo que era consciente de que “mis compañeros han dado un paso al frente para hacer un matrimonio para todos igual, con los mismos derechos y deberes”.

La firma, por la mañana

En realidad, Javier Maroto había formalizado su unión con su novio por la mañana, a primera hora, en una simple ceremonia en su despacho de apenas diez metros cuadrados en el Ayuntamiento de Vitoria, del que es portavoz del primer partido de la oposición. Por la noche, el convite fue mucho más nutrido, con cerca de 270 invitados. Poco antes de las 20.30, hora programada para el enlace, ha llegado la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Después lo hicieron el propio Rajoy y Arantza Quiroga, entre otros muchos compañeros de formación. Los ya maridos, Javier Maroto y Josema Rodríguez, se dejaron ver felices en el acceso al restaurante. El exalcalde vestía un chaqué de corte moderno, azul marino con chaleco gris de seis botones y una llamativa corbata en tonos azules sobre camisa blanca. Maroto ha declarado estar “nervioso”. Pero enseguida ha matizado. “Son mis amigos, mis familiares y vamos a pasarlo bien”, ha manifestado.

Rajoy escuchará la palabra matrimonio en la boda de Maroto

El exalcalde de Vitoria repetirá el enlace con su novio en el lugar del convite después de celebrar su unión civil en la intimidad de su despacho municipal

El exregidor popular Javier Maroto, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento de Vitoria

El exregidor popular Javier Maroto, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento de Vitoria. / BLANCA CASTILLO

La palabra matrimonio retumbará esta tarde en el comedor del hotel-restaurante El Caserón, situado en el Alto de Armentia, a las afueras de Vitoria, ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su mujer, Elvira Fernández, y las 270 personas restantes que el vicesecretario general del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto y su pareja, José Manuel Rodríguez, han invitado a su enlace civil. Los contrayentes escenificarán su unión al atardecer, en el lugar elegido por ambos para el convite nupcial, antes de que comience la cena y el baile posterior. Y es que, para entonces, ya serán marido y marido de pleno derecho.

Maroto y Rodríguez han decidido que legalizarán su relación de casi dos décadas «a lo largo de la jornada de hoy» en la intimidad del despacho de apenas diez metros cuadrados que el político alavés tiene asignado en el Ayuntamiento de Vitoria en calidad de jefe de la oposición. Ante el revuelo mediático generado por su boda con la confirmación de la asistencia del líder nacional del PP -partido que tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional la ley que regula el matrimonio homosexual, aprobada durante el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero-, la pareja ha optado por desistir de su idea de congregar a los invitados en el salón de bodas de la Casa Consistorial de la capital vasca. A cambio, celebrarán un sencillo acto privado en el despacho municipal de Maroto, en el que solo intervendrán los actores imprescindibles. Con posterioridad, antes del banquete, lo reeditarán ante sus familiares, amigos y la nutrida lista de compañeros del PP que asistirán.

El exregidor popular no quiere hurtar a sus invitados el momento del ‘sí quiero’, ni tampoco que «nadie interprete que he querido evitar al presidente Rajoy que se hable de matrimonio en su presencia», explicó a EL CORREO Maroto, sin ocultar con disgusto el desbordamiento que le ha provocado la «tremenda dimensión mediática que está generando este asunto». En un tono más serio de lo habitual, admitió que «el tema se ha ido de madre. Y yo no quiero una boda a lo Lolita Flores. No quiero que nadie se sienta incómodo, incluido yo mismo», apostilló. Por eso, y para ahorrar a los invitados el «paseíllo» por la plaza porticada de España, un lugar habitual de txikiteo, donde se encuentra la Casa Consistorial, y «polémicas con los otros partidos por el coste de la seguridad», Maroto intercambiará las alianzas con su novio en la intimidad de su despacho municipal.

Su madre y Oyarzábal, testigos

Allí únicamente se congregarán, además de los contrayentes, el senador conservador Jorge Ibarrondo, que hará de maestro de ceremonias, el oficiante, el concejal popular Miguel Garnica y los testigos escogidos por la pareja: la madre de Maroto, Margarita Aranzábal, y el amigo y confidente de la pareja, Iñaki Oyarzábal, quien ya marcó un precedente en el partido hace tres años cuando el entonces secretario general del

PP vasco fue el primer dirigente de la formación en declararse sin tapujos homosexual. La hora a la que se celebrará el enlace sólo la conocen ellos.

«Si me caso en el Ayuntamiento es porque me hace ilusión. Sigo siendo el alcalde de Vitoria», reivindicó, dolido aún de que, hace apenas tres meses, el PNV le arrebatara la Alcaldía de Vitoria, pese a ser la lista más votada, con el apoyo de EH Bildu, Sumando (la versión municipal de Podemos) e Irabazi.

A última hora de la tarde, el matrimonio se trasladará a El Caserón para celebrar ante los suyos la ‘reboda’, brindar por su felicidad y bailar al son de la música que pinche un Dj. La pareja se quedará por ahora sin viaje de luna de miel. La portavocía del PP en Vitoria y la coordinación de la acción política de los populares en España como vicesecretario sectorial le obligan a Maroto a aplazar esos planes.

Sáenz de Santamaría y Moragas refuerzan con su asistencia el apoyo al exalcalde

La asistencia de Mariano Rajoy a la boda de Javier Maroto normaliza de alguna forma la posición política del PP con respecto a la ley de matrimonio homosexual, que llegó a ser recurrida en los tribunales por este partido entre muestras de malestar de sus sectores más renovadores y fuertes críticas del PSOE, impulsor del texto. Superada esa polémica después de que la Justicia avalara el uso del término matrimonio -el mismo que se emplea en el sacramento católico- en las uniones entre personas del mismo sexo, la plana mayor de los populares se ha volcado con el enlace civil del exalcalde de Vitoria, que se casa hoy con Josema Rodríguez, su pareja en los últimos 19 años.

La cita se convertirá en un acto de respaldo político y personal a Maroto, un valor en alza en la nueva dirección nacional del partido como vicesecretario Sectorial. Además de Rajoy, cuya asistencia ha podido generar revuelo en las filas más conservadoras de los populares, la lista de invitados confirmados incluye a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el coordinador de campaña y director del Gabinete de Presidencia, Jorge Moragas; y el diputado y exvicesecretario de Organización, Carlos Floriano, que fue el único dirigente de la sede de Génova que perdió su puesto tras los malos resultados cosechados en las elecciones municipales del 24 de mayo.

Asimismo, la boda civil contará con la secretaria general del Partido Popular, Dolores de Cospedal; y los otro cuatro vicesecretarios que forman parte del comité ejecutivo de la formación: Javier Arenas, Fernando Martínez-Maíllo, Andrea Levy y Pablo Casado. Javier Maroto, de 43 años, fue desplazado de la Alcaldía por el candidato del PNV con el apoyo de EH Bildu pese a haber ganado con holgura las elecciones. Cuatro meses después, su vida ha dado un vuelco. El 2 de junio anunció su enlace con la pareja con la que lleva media vida de convivencia. Dos semanas más tarde, Rajoy le aupó al núcleo duro de la dirección del PP. Hoy está en su boda junto a amigos, familiares y compañeros de partido.

El ‘gay power’ del PP y su despedida de soltero en Bali

El presidente en el enlace de Javier Maroto

Mariano Rajoy brinda con Jvier Maroto (2d) durante la investidura de éste como alcalde de Vitoria en 2011

Mariano Rajoy brinda con Jvier Maroto (2d) durante la investidura de éste como alcalde de Vitoria en 2011. MUNDO

Les guardé el secreto durante semanas, con lo mal que digiero yo un sigilo, un cerrar el hocico, un callarse las ‘intimités’ ajenas. Pero la actualidad me arrolla, antojadiza, y no tengo más remedio que soltar lastre. Ahora y aquí. Cuajado agosto, conocí en estas vacaciones a Javier Maroto, ex alcalde de Vitoria, vicesecretario sectorial del PP y símbolo de la ‘gay revolution’ en Génova, donde andan con el ‘plan renove’ para dinamizar el voto en la Tierra Media, que viene a ser el centro. Iba Maroto con su ‘noviodetodalavida’ y una jubilosa cuadrilla de amigotes, muy mosqueteros con ese ‘total look’ de ‘juventudes’, a darlo todo (como servidor, por otra parte). Coincidimos varias noches en bares y fiestas y cosas noctámbulas, pero no alimenté mis crónicas de veranillo con aquellas juergas, pues en mala hora me arrulló un ‘nosequé’ de ética periodística. Lo cual: que nuestras tanganas quedaron en pólvora mojada.

Pero ese paraíso no iba a durarnos siempre, y en lo que hemos regresado a los quehaceres de septiembre está el país en un frenesí del carajo por la boda gay del siglo, la de Maroto y Josema, que se celebra hoy en las Vascongadas con todo el relumbrón del amor ‘homoeterno’. Y ahora, sí que sí, mi pluma pide paso.

Viene a resultar que el casorio ha desatado un tremebundo debate en las tripas del PP a cuenta de Rajoy (animador oficial de bodas, de toda la vida) y lo conveniente de su asistencia. Que si ha de acudir a amparar a los novios, que si debiera quedarse en Moncloa. Mariano duda, se excusa, recula a la gallega, y al fin confirma. Y para avivar el guirigay, el otro gran baluarte homosexual del partido, Iñaki Oyarzabal (que también estuvo allí durante las vacaciones, séase dicho, aunque él ni bebe, ni fuma, ni frecuenta vicio alguno), ha salido a defender a los novios, pues lo suyo “no es una boda gay, es una boda a secas” (fin de la cita).

A mí, que no soy nadie, Rajoy me desentona en el convite, él que encabezó las protestas contra el libre albedrío en los altares civiles, él que recurrió la Ley del matrimonio igualitario y, a los dos meses, estaba arrepintiéndose por dentro, no fuera el Constitucional a darle la razón a su partido. Pues resultó que el asunto no fue para tanto, como vaticinaban Rouco e Isabel Tocino, y Mariano respiró hondo y tranquilo cuando la justicia rechazó el recurso y nos dejó, a los maricones de España, casarnos con quien nos placiera o placiese.

Yo que usted, Mariano, me quedaba en Palacio dándole a la Liga. Pues dicen los viborillas de la ‘realpolitik’ que va a hacerse la foto porque en este 2015, añada electoral, un selfie gay es un filón. Un caramelito en el albor de las urnas. Como si el matrimonio homosexual necesitase ahora el patrocinio del gran líder. Aunque pudiera ser, qué sé yo, que Rajoy tan sólo pretenda ser testigo de la boda de un amigo, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas. Y amén.

Mas la culpa no es del presidente. El tropiezo, menudo yerro histórico, es tuyo, Maroto. Que militas, comes y respiras de un partido que en su día se opuso a tu derecho al amor libre. De gay a gay, de Javier a Javier, te digo lo que no te dije en la playa mirándote a los ojos, pues será que yo también soy un cobarde: mientras otros se llevaron las hostias, se partieron el pecho y la ideología, se dejaron la dignidad y los dientes desde la cuarentena franquista, mientras ocurría todo eso, insisto, los de la gaviota estaban de ‘manifa’ en la Puerta del Sol, después de misa, cacareando con globos apocalípticos el fin de la familia. Y ahora, con todos los derechos bien horneados, calentitos, venís la ‘nouvelle vague’ de la clase política a pillar cacho. Que aproveche pues el langostino. Y si se terciase, ahora que somos colegas de ‘vacances’, quedo a la espera de la foto del querubín con el que espero culminéis la parentela.

Maroto se casará finalmente en su despacho en un acto “íntimo”

El exalcalde de Vitoria varía sus planes de boda ante el revuelo que ha suscitado la ceremonia a la que está previsto que acuda Rajoy

Javier Maroto, vicesecretario general del PP, en la comparecencia ante los medios en el Ayuntamiento de Vitoria

Javier Maroto, vicesecretario general del PP, en la comparecencia ante los medios en el Ayuntamiento de Vitoria. / L. RICO

El vicesecretario general del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha anunciado esta mañana que contraerá matrimonio con su Josema Rodríguez, su pareja desde hace 19 años, en un acto “privado” en el despacho municipal de su partido en el Ayuntamiento de Vitoria, y no en el salón de ceremonias del Consistorio, como inicialmente había previsto.

Maroto ha tenido que variar los planes de su boda ante el revuelo que ha generado esta ceremonia, a la que tiene prevista su asistencia el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Su idea inicial era reunir a unos 275 invitados en uno de los salones nobles del Ayuntamiento de la capital alavesa. Sin embargo, ha decidido cambiar el lugar por la enorme expectación que está generando la boda y las quejas que ha planteado Podemos, que criticó la decisión de Maroto de casarse un viernes, fuera de los días establecidos para este tipo de eventos, y le exigió que corriera con los gastos de la boda civil.

El exalcalde ha anunciado que renuncia a casarse en el salón de bodas municipal y que lo hará en su despacho en un acto “privado” cuya hora aún no ha sido dada a conocer. “Será a lo largo del día de mañana en compañía de mis amigos y familiares”, ha dicho el dirigente popular. El cambio se debe, según ha explicado, a que no quiere “entorpecer el trabajo de los funcionarios” y no causar molestias en el edificio municipal.

La boda de Maroto con Josema Rodríguez ha suscitado voces encontradas en el seno del PP. Un sector del partido ha expresado su disconformidad con la asistencia de Rajoy al enlace porque su presencia podría interpretarse como una incoherencia con la posición que ha mantenido el PP al recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley que permite el matrimonio homosexual.

Maroto ha asegurado que siente el respaldo de su partido y espera que su boda se entienda como un hecho de “absoluta normalización”. Para Maroto, el recurso que el PP presentó en 2005 ante el Constitucional “ya no es el debate de hoy” y ha asegurado que la sociedad española está “preparada para entender estas cuestiones”.

La boda gay de Maroto rompe moldes en el PP

Rajoy figura entre los 275 invitados que asisten mañana a la boda del exalcalde de Vitoria con Josema Rodríguez, a pesar de que su partido recurrió ante el Constitucional la ley del matrimonio homosexual. Los políticos que ‘salen del armario’ abarcan ya casi todo el arco parlamentario

Javier Maroto y Josema Rodríguez.

Javier Maroto y Josema Rodríguez.

Noche de elecciones municipales. 24 de mayo. Radiante de felicidad, Javier Maroto comparece en público tras obtener un holgado triunfo en Vitoria, que le permitirá conservar la alcaldía salvo un improbable acuerdo entre todos los demás partidos. Improbable, pero real apenas veinte días más tarde. Sonriente y relajado, con un apoyo reforzado su apoyo en las urnas tras una campaña a cara de perro, confiesa: “Doy las gracias a mi familia por todo su esfuerzo y el apoyo que me han dado”. “Y especialmente -añade-, a Josema, por estar siempre a mi lado”. Josema, lo saben todos los presentes, es su novio. Y su marido dentro de unas pocas horas. El flamente vicesecretario Sectorial del PP, uno de los hombres en los que ha confiado Mariano Rajoy para revitalizar la imagen de su partido y afianzarse en el poder en los comicios generales de diciembre, dará este viernes el ‘sí quiero’ a Josema Rodríguez, interventor general del Ayuntamiento de Durango, con el que mantiene una relación desde hace 19 años. Una ceremonia que pretendía ser íntima y cuyos ecos, en cambio, han sacudido las bases de su partido.

Los novios se intercambiarán los anillos en el salón de ceremonias del Ayuntamiento de Vitoria, en una boda que será oficiada por el concejal popular Miguel Garnica. Un grupo de txistularis pondrá la música. Todo por 150 euros. Hasta el restaurante El Caserón, en el alto de Armentia, se desplazarán para el banquete 270 invitados. El más destacado, Mariano Rajoy.

La presencia del presidente del Gobierno ha generado controversia en el Ejecutivo y en las filas del PP, donde dirigentes cercanos a la ortodoxia de la Iglesia católica no veían con buenos ojos que asistiera a una boda homosexual. Máxime cuando la ley que regula el matrimonio gay -instaurada en el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y a la que se acoge Maroto- fue censurada hasta el extremo por el Partido Popular, que la tiene recurrida ante el Tribunal Constitucional. Rajoy ha deshojado la margarita hasta última hora y, aunque podía haberse escudado en problemas de agenda, al final ha optado por acudir a la ceremonia; una actitud que chocará a los sectores más tradicionales del PP, pero que, a apenas tres meses de las elecciones generales, reforzará sus perfiles más centristas.

Antes de que Rajoy confirmara su asistencia, anunció la suya Arantza Quiroga, la presidenta del partido en Euskadi, quien nunca ha ocultado sus profundas ideas religiosas.

Maroto ha ejercido con frecuencia de ‘verso suelto’ en el PP, del que hoy es un destacado dirigente con proyección nacional. Por ejemplo, no ha compartido ni la actitud de su propio partido con el matrimonio homosexual ni su oposición a la energía nuclear. De hecho, se saltó la disciplina de voto y apoyó el cierre de la central de Garoña, cuya permanencia defiende el Gobierno de Rajoy.

Los precedentes

Antes que Maroto, Iñaki Oyarzábal ya marcó un precedente hace tres años. El por entonces secretario general del PP vasco fue el primer dirigente de la formación en declararse sin tapujos homosexual. No es que antes se hubiese escondido; no eran pocos los actos a los que acudía con su pareja. Tras consultarlo con Antonio Basagoiti, que presidía en aquellas fechas a los populares de Euskadi, ‘salió del armario’, lo que le granjeó las felicitaciones del exministro Alberto Ruiz-Gallardón y hasta de la socialista Elena Valenciano.

Los pioneros en ir al altar, en cambio, fueron los socialistas Ernesto Gasco e Iñigo Alonso. El primero, viceconsejero de Transportes y Obras Públicas entre 2009 y 2012 y actualnmente concejal en San Sebastián; el segundo, edil en el Ayuntamiento de Lasarte-Oria por aquel entonces. La pareja contrajo nupcias en dos ocasiones: fueron los primeros que en 2003 se sirvieron de la Ley de Parejas de Hecho del Parlamento vasco, aunque aquello no fuera considerado un matrimonio. El mismo honor se llevaron dos años más tarde, cuando pasaron por el Ayuntamiento de San Sebastián en cuanto la legalización de las uniones homosexuales fue un hecho. “El lehendakari me suele comentar siempre la anécdota de que Zapatero le dijo que, si tenía alguna duda a la hora de aprobar la ley, se le quiotaron viendo lo felices que estaban nuestras amatxos aquel día”, comentó un tiempo más tarde.

Poco después, le tomó el relevo Iñigo Lamarca en el consistorio gipuzcoano. El antiguo Ararteko acaba de celebrar su décimo aniversario junto al riojano Sergio Iñiguez, con quien se casó el 9 de octubre de 2005. Desde que Lamarca se reconciliase consigo mismo -tras una adolescencia de negación sexual-, jamás ha conocido impedimentos a la hora de hablar de su condición. “La conciencia de ser homosexual me creó un sentimiento de culpa pero, más tarde, me hizo rebelde”, confesó a este diario durante una íntima conversación la que charló sin tapujos sobre su experiencia y de lo más íntimo.

Entre los invitados a la boda de Lamarca, el recién fallecido Pedro Zerolo, que contrajo matrimonio con Jesús Santos, esposo y compañero durante veinte años y hasta el último de sus días, cuando el cáncer de páncreas se llevó al activista y dirigente del PSOE. El militante socialista luchó contra la enfermedad con tanta fiereza como contra la homofobia y las injusticias sociales. “El activismo ha sido clave en mi vida. He salido de muchos armarios: como gay, migrante, ateo, republicano…”, aseguró cuando arrancaba su tratamiento de radioterapia.

Pioneros

En julio del año pasado, el parlamentario del PNV Iñigo Iturrate se intercambió las arras con Guillermo Pardavilla. Como oficiante, Ibon Areso, aún alcalde, y la cúpula del PNV como invitados a una ceremonia íntima y con poco público. El ‘destape’ de Iturrate fue más complicado, con esposa e hijos de por medio en el momento de hacerle frente a su verdadero yo. “Lo hice público por algo personal, no quería vivir una mentira. Al fin y al cabo, yo no me separaba porque hubiese fracasado una relación, por lo que en su momento creí conveniente dar una explicación a mis hijos y mi entorno”, reconoció en una entrevista con EL CORREO. Corría el año 2009. .

Al día siguiente, el consejero de la Generalitat Santi Vila hacía lo propio con su novio, el chef ítalo-brasileño Rafael Vertamatti, en los jardines del Castillo de Perelada (Girona). El miembro de Convergencia Democrática de Cataluña se convirtió en el primero de su partido en contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo, rodeado de 200 invitados y textos de Óscar Wilde, de ‘El Principito’ y de la Biblia.

Muy cerca, en Barcelona, Jaume Collboni se convirtió en el primer candidato gay de la historia a la alcaldía de la Ciudad Condal. El concejal del PSC está casado con Óscar Cornejo, director de la productora La Fábrica de la Tele, con un currículum entre los que destacan programas de brutal ‘share’ como ‘Sálvame’ o ‘La Noria’. Con lo que eso conlleva: un pomposo enlace con toda la flor y nata de la controvertida cadena. Jorge Javier Vázquez, Mila Ximénez, Belén Esteban…

Junto a Vila y Collboni, Miquel Iceta, secretario general del PSC, cierra el triunvirato de los políticos catalanes abiertamente gays y con más peso político en la comunidad autónoma. Iceta fue, más que ninguno, un adelantado a su tiempo al confesar al mundo su homosexualidad allá por 1999. Aprovechó entonces un programa de los socialistas sobre la libertad sexual: “No podía negarme, más cuando mi pareja me animaba a hacerlo”, ha llegado a admitir.

En Andalucía, Antonio Maíllo se coronó como el primer candidato gay a la Junta de Andalucía (“que se sepa”, bromea él). Abiertamente homosexual, llegó a ser calificado como Zerolo andaluz, ante lo que el de Izquierda Unida marcaba distancias: “ A mí me lo llaman con connotaciones muy diferentes. Me llama la atención si sirve como referente positivo para normalizar la situación”. ¿Y cuándo sucederá eso? Ya lo decía Maroto, cuando deje de ser noticia.

Podemos denuncia que Maroto se case un día distinto al establecido para bodas

El alcalde de Vitoria, Javier Maroto (i) pasea con su novio Josema Rodríguez (d) por el parque del Prado en Vitoria.

Javier Maroto pasea con su novio Josema por un parque de Vitoria. ARABA PRESS

La marca de Podemos en Vitoria, Sumando-Hemen Gaude ha denunciado hoy el “favoritismo” que supone que la boda de portavoz del PP en el Ayuntamiento de Vitoria y vicesecretario sectorial del partido, Javier Maroto, se celebre un viernes y no un sábado, día de la semana establecido en el consistorio para oficiar matrimonios.

El ex alcalde de la capital alavesa se casa este viernes por la tarde en el consistorio, en una ceremonia civil a la que asistirá como invitado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En un comunicado, el grupo de Sumando-Hemen Gaude, marca con la quePodemos accedió al consistorio en las elecciones municipales, ha recordado queel Ayuntamiento celebra bodas sólo los sábados.

Por ello, ha criticado que Maroto “eche mano de su estatus” para poner el consistorio “a su disposición y poder casarse un viernes por la tarde y no un sábado”.

Esta formación se ha preguntado si ha sido el actual alcalde, Gorka Urtaran, el que ha autorizado esta “prerrogativa”, y ha reclamado que todos los gastos que se deriven de la apertura de consistorio el viernes por la tarde corran a cargo de Maroto.

Fuentes del actual Gobierno municipal del PNV han explicado a Efe que la bodas civiles comenzaron a regularse en 1995 y que desde esa fecha los decretos que les afectan han ido modificándose y adaptándose a las necesidades sociales. La última reforma, la actualmente vigente, data de 2011.

Según este decreto, el día establecido para estos enlaces que ofician los concejales es el sábado, en horario de 12.00 a 13.30 y de 18.30 a 19.30 horas.

No obstante, han explicado que se han dado 147 excepciones al haberse celebrado bodas fuera de las horas determinadas por decreto. De esas 147 ceremonias, 11 no se oficiaron en sábado.

La voluntad del Ejecutivo municipal de Gorka Urtaran es acabar con las excepciones y para ello próximamente va a proponer ante la Junta de Portavoces del consistorio que las bodas se atengan siempre a lo establecido en el decreto vigente en cada momento.

Las mismas fuentes han negado que haya sido la actual corporación la que haya autorizado que el enlace de Maroto se celebre un viertes, tal y como ha sugerido Sumando-Hemen Gaude.

Así, han señalado que el escrito de petición formal de este fecha se registró el pasado 4 de junio -aunque de manera oral se hizo antes-, cuando la actual corporación se constituyó nueve días después, el 13 de junio.

Mariano Rajoy convierte la boda de Maroto en la gran cita social del PP

El alcalde de Vitoria, Javier Maroto (i) pasea con su novio Josema Rodríguez (d) por el parque del Prado en Vitoria.

Javier Maroto y su pareja José Manuel Rodríguez caminan por el Paseo de La Senda de Vitoria. ARABA PRESS

El presidente del Gobierno Marino Rajoy y su esposa Elvira Fernández serán dos de los 270 invitados que participarán el próximo viernes día 18 a partir de las 20.00 horas en el enlace matrimonial entre el vicesecretario general del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto y su pareja José Manuel Rodríguez. Maroto, que planificó en primavera esta ceremonia como un encuentro prácticamente familiar, ha visto como su designación como vicesecretario sectorial del PP ha desbordado todas sus previsiones iniciales y la confirmada presencia del presidente Mariano Rajoy dará un cariz totalmente distinto a esta ceremonia. El concejal Miguel Garnica, en delegación del alcalde de la ciudad Gorka Urtaran, y el senador Jorge Ibarrando serán los encargados de dirigir una ceremonia que se celebrará en el Ayuntamiento de Vitoria.

El ex alcalde de Vitoria Javier Maroto intentará mañana jueves cerrar los últimos flecos del enlace que el próximo viernes congregará a Vitoria a casi 300 invitados primero en el salón de ceremonias del Consistorio vitoriano y, posteriormente, en el restaurante El Caserón ubicado en el alto de Armentia. La confirmación de la presencia del presidente del Gobierno Mariano Rajoy y de su esposa, del ministro de Sanidad Alfonso Alonso junto y de los ya confirmados dirigentes nacionales del PP Pablo Casado y Andrea Levy más un importante número de miembros del PP vasco como Arantza Quiroga, Nerea Llanos,Iñaki Oyarzábal y todo el grupo municipal convertirán el enlace en la gran cita del PP al margen de sus compromisos políticos.

Una boda civil que se desarrollará el viernes después de que el propio Javier Maroto hubiera reservado esta fecha y comunicado al actual alcalde Gorka Urtaran con posterioridad la conveniencia de evitar que el enlace condicionara el desarrollo de las bodas que cada sábado tanto durante la mañana como por la tarde se realizan en el Consistorio vitoriano. Alrededor de 250 enlaces se ofician en Vitoria y en ellos intervienen tanto los concejales o el propio alcalde como funcionarios municipales y un grupo de cuatro txistularis. La contratación de todo el servicio tiene un coste por ceremonia de 150 euros aunque en el caso de la boda de Javier Maroto y de su pareja los servicios de protocolo y de seguridad tendrán que aumentarse ante el número de invitados, la presencia de medios de comunicación y de curiosos.

El Consistorio vitoriano tendrá, además, que habilitar espacios complementarios para seguir una ceremonia en la que se prevé la participación de amigos y familiares de una pareja que durante los últimos 19 años han convivido con normalidad pero cuya relación ha centrado el interés mediático y público tras el anuncio realizado el 6 de junio por Javier Maroto de que se casaría con José Manuel Rodríguez tras el verano.

La presencia de Rajoy y su esposa en Vitoria se limitará a este acto dentro de su agenda privada y no está previsto ningún encuentro con el lehendakari Iñigo Urkullu que sí que acogió al presidente de Extremadura Guillermo Fernández Vara en el palacio de Ajuria Enea el pasado 29 agosto aprovechando que el ‘barón’ socialista también viajó a Euskadi para acudir a la boda de un familiar. Rajoy y Urkullu no se reúnen desde el 15 de septiembre de 2014.

La boda de Maroto entra en campaña electoral

La asistencia o no de Rajoy al enlace del dirigente alavés, que se casa con su novio este viernes en Vitoria, genera revuelo en el PP. De momento, el entorno de Maroto no lo confirma

Javier Maroto y Mariano Rajoy, en un acto electoral.

Javier Maroto y Mariano Rajoy, en un acto electoral.

Javier Maroto asiste con una indisimulada sensación de agobio a la “desproporcionada” expectación mediática que está levantando su boda con Josema Rodríguez, su pareja en los últimos 19 años. El entorno más cercano del exalcalde de Vitoria se confiesa abrumado por la sucesión de noticias sobre el enlace, fijado para el próximo viernes 18 en la capital alavesa en una ceremonia privada pese a la relevancia de algunos invitados. Entre ellos, representantes de la plana mayor de su partido, el PP, encabezados por Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal.

Precisamente, la asistencia de Rajoy se ha convertido en motivo de especulación política. El presidente del Gobierno, invitado al enlace el pasado mes de julio, ya trasladó a Maroto desde el primer momento que su presencia estaba condicionada por la campaña electoral de Cataluña, que llega a su ecuador en las fechas de la boda. Y que, por tanto, su traslado en Vitoria dependerá de que pueda hacer un hueco en su “complicada” agenda. El periódico El Mundo publica este martes que el presidente sí acudirá, pero el entorno más cercano a Maroto ha señalado a elcorreo.com que no tienen aún confirmación de la asistencia,.

Muy a su pesar, Javier Maroto, de 43 años, ha visto cómo su boda ocupa páginas y titulares. El vicesecretario Sectorial del PP, que se convertirá en el primer alto cargo de la formación conservadora que se acoge a la ley del matrimonio homosexual, teme incluso que la cita termine por picar la curiosidad de la prensa rosa. Pese a su empeño por dar la máxima normalidad al enlace, afronta la “incómoda” tesitura de tener que dar explicaciones sobre un acontecimiento que, siendo de su más estricta esfera personal, ha entrado de lleno en campaña.

Llamada de Cospedal

Al parecer, la oportunidad de la asistencia o no de Rajoy se habría llegado a debatir en algunos círculos del Gobierno y del partido, según ha sostenido el diario El Mundo, aunque fuentes del PP lo han puesto en duda. Algunos ministros como el del Interior se habrían opuesto a la participación del presidente en la boda al considerarlo una contradicción con la posición política del PP por haber recurrido la ley de matrimonio homosexual que había puesto en marcha el PSOE. Jorge Fernández Díaz negó en redondo que se haya producido esa discusión y dijo sobre Maroto: “Es un buen amigo, pero no he sido invitado”.

Cospedal desmintió también cualquier debate sobre esta cuestión en la dirección nacional. De hecho, ha llamado por teléfono a Maroto como señal de respaldo. Pero lo cierto es que el círculo de confianza del dirigente alavés del PP teme que la bola de nieve ya esté lanzada y que finalmente la asistencia o no de Rajoy se interprete con criterios políticos y no de agenda. Si acude, como un gesto oportunista e incoherente. Si no lo hace, como una cesión a los sectores más reaccionarios del partido.

Todo un “disparate” que Maroto trató de zanjar en los últimos días en una entrevista en Cope. Insistió en que la presencia de Rajoy dependerá únicamente de su actividad en la campaña catalana, en la que también intervendrá el propio vicesecretario Sectorial del PP. “Ni nos vamos a querer más o menos, ni nos vamos a apreciar más o menos por la decisión que tome”, advirtió el exalcalde, partidario de dar la máxima “normalidad” a su enlace para que bodas de esta naturaleza “dejen de ser noticia en España”. “En el año 2015 es natural que lo que es normal en la calle sea normal en la ley”, subrayó.

Maroto dio por superado el debate interno sobre la ley entre personas del mismo sexo y subrayó que, en la actualidad, el PP “asume” el matrimonio homosexual, pese al malestar que aún suscita entre los sectores más conservadores. El exalcalde de Vitoria ha tratado de enfocar su enlace con la máxima “naturalidad”, invitando a la cita a alrededor de 200 familiares, amigos y compañeros de partido, desde concejales de la capital alavesa a nuevos colegas en la dirección nacional de la calle Génova y cargos de la ejecutiva vasca que lidera Arantza Quiroga. Ha recibido numerosas muestras de apoyo, entre ellas, la del ministro de Sanidad, el alavés Alfonso Alonso. Hasta el PSOE le felicitó, aunque con algo de sorna. Se declaró “orgulloso” de que sus leyes, en alusión a la del matrimonio homosexual, “hagan felices a tantas personas”.

Mariano Rajoy sí irá a la boda de Javier Maroto y su novio ‘Josema’

Maroto y Rajoy, en Vitoria durante la campaña de las elecciones municipales

Javier Maroto y Mariano Rajoy, durante un acto el mayo pasado. REUTERS

El presidente del Gobierno será testigo del ‘sí, quiero’ de Javier Maroto,vicesecretario sectorial del Partido Popular, y José Manuel Rodríguez, su pareja desde hace 19 años, el próximo viernes 18 de septiembre en el Ayuntamiento de Vitoria. Fuentes cercanas manifiestan a LOC que Mariano Rajoy no se ha planteado en ningún momento la posibilidad de no acudir a la boda a pesar de que, según publicó EL MUNDO, hay un sector de su partido que habría presionado para que no lo hiciera.

Al parecer, algunos compañeros de filas piensan que su presencia resultaría incoherente ya que fue su grupo el que presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la Ley 13/2005 que permite el matrimonio homosexual. “Esa ley está asumida y reconocida en el PP”, ha dicho esta semana Maroto quitándole relevancia a la polémica. Parece que así es.

“Hay que tener en cuenta que está en mitad de la campaña de las elecciones catalanas, pero hay un 99 % de posibilidades de que el presidente se presente a las ocho de la tarde en el consistorio de la capital alavesa, salvo que pase algo de suma urgencia o completamente imprevisto. Javier es más que un compañero, es un gran amigo…”, desliza la misma fuente. El único acto programado el día de la ceremonia civil en la agenda de Mariano Rajoy es la presidencia de la reunión del Consejo de Ministros.

Acompañado de ‘Viri’

Si todo sucede según lo planeado, al finalizar dicha reunión, el jefe del Ejecutivo pondrá rumbo junto a su esposa, Elvira Fernández, a Vitoria. El acto de unión civil de Maroto y su novio, trabajador del ayuntamiento de Durango, será oficiado por el edil popular Miguel Garnica. El convite posterior tendrá lugar en el restaurante El Caserón, situado en el pueblo de Armentia, un área residencial situada a apenas dos kilómetros del centro de Vitoria.

Tal y como ha podido saber LOC, el presidente y ‘Viri’, como es conocida su mujer, agasajarán a los recién casados con un regalo de lo más especial: una obra de un joven fotógrafo español. Es habitual que, en las bodas, el matrimonio regale arte, a poder ser español.También lo hicieron este verano con motivo del enlace de Montserrat Gomendio y José Ignacio Wert. Pero Rajoy no será la única cara visible del Partido Popular en la boda. También se espera la asistencia de Alfonso Alonso, ministro de Sanidad; Pablo Casado, vicesecretario de comunicación; Andrea Levy, vicesecretaria general de estudios; Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco, o Iñaki Oyarzábal, secretario de Justicia, Derechos y Libertades.

Javier Maroto, quien declaró hace unos meses que no le gustan los guetos gays ni los del PP, mantendrá su agenda política sin ningún cambio y, tras el enlace matrimonial, se incorporará el lunes, día 21, a la intensa campaña electoral en Cataluña. El noviazgo entre Javier y ‘Josema’ se inició en Bilbao, en uno de los encuentros de ex alumnos propiciados por la Universidad de Deusto. El flechazo fue inmediato. Dos décadas después, ha llegado el momento del ‘sí, quiero’. El amor no entiende de polémicas.