¿Se puede ser gay y sacerdote católico?

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Charamsa y su pareja, Eduard, en rueda de prensa. TIZIANA FABIAFP

La homosexualidad descoloca a la Iglesia católica, que se debate entre la “igual dignidad de cualquier persona ante los ojos de Dios” y el tabú del sexo no heterosexual. Porque el homosexual rompe sus esquemas. “Varón y mujer los creó”, dice el Génesis. ¿Se puede ser gay y católico? ¿El homosexual nace o se hace? ¿El homosexual es un enfermo, un desviado, un vicioso o un hijo de Dios?

Hasta la llegada de Francisco al solio pontificio, la homosexualidad era un línea roja en la Iglesia católica, uno de los llamados “principios doctrinales innegociables”. Es decir, la homosexualidad se consideraba un vicio y un pecado contra natura. Por lo tanto, había que acoger al pecador, pero sin bendecir su pecado. Es decir, acogida teórica, sí, pero en la práctica los gays no sólo no pueden casarse por la Iglesia, sino que ni siquiera pueden ser curas, según una decisión canónica tomada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en el año2008.

Hasta entonces, los homosexuales podían ordenarse sacerdotes, siempre que se mantuviesen castos y no rompiesen el celibato, que obliga tanto a heteros como a homos. Y, de hecho, las filas clericales están repletas de curas, frailes, monjas, obispos y cardenales con tendencias homosexuales. Se habla, incluso, desde hace años, de la existencia de un poderoso lobby gay en el Vaticano.

El caso del polaco Charamsa y su explosiva salida del armario, el día antes de la inauguración de la segunda parte del Sínodo sobre la familia ejemplifica a las claras esta situación. Hay homosexuales en la Curia, que mantienen su condición en secreto y la viven en las sombras. Hasta que no aguantan más y explotan. Y algunos, como el teólogo polaco, reúnen las fuerzas suficientes no sólo para salir del armario, sino para dejar en evidencia la “homofobia paranoica” de la sala de máquinas vaticana, donde los homosexuales reprimidos ocupan puestos de relieve.

Charamsa no era un funcionario de tercera de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Joven, preparado e inteligente, llegó al dicasterio que vigila la doctrina católica en 2003, en la época en la que estaba regido por el entonces cardenal Ratzinger. Y llegó a tener un puesto importante en ella, además, de ser elegido, secretario de la comisión teológica internacional y profesor en la Universidad Gregoriana y en la Pontificia Regina Apostolorum de Roma.

Tras su outing, la maquinaria del Vaticano se puso en marcha y el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, anunció inmediatamente que no podrá seguir en sus cargos, le acusó de “irresponsable” y denunció que las declaraciones de Charamsa buscan “someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Charamsa no lo niega. Al contrario, admite que su revelación pública busca sacudir las estructuras eclesiales. “Quiero con mi historia sacudir un poco la conciencia de la Iglesia“, reconoció. Y añadió: “Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Todas las personas, incluso los gays, lesbianas o transexuales, llevan en su corazón el deseo de amar y de la familiaridad”.

El bombazo de Charamsa sacude desde dentro las entrañas de la Iglesia, pone a la institución ante un espejo, pero, al mismo tiempo, da armas a su Internacional rigorista y provoca su reacción defensiva a ultranza. Una dinámica que puede obligar al Papa a afrontar las tendencias centrífugas de los dos extremos eclesiásticos. Y no mover ficha ni en éste ni en otros temas, hasta que se imponga el consenso eclesiástico. Posiblemente, en un próximo pontificado.

El Vaticano destituye a un prelado por hacer pública su homosexualidad

Krzystof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, será expulsado de la Santa Sede tras presentar a su novio e instar a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a los gays.

Monseñor Krzysztof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, y su novio Eduardo, a la conclusión de la rueda de prensa que ofrecieron en Roma

Monseñor Krzysztof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, y su novio Eduardo, a la conclusión de la rueda de prensa que ofrecieron en Roma. / LUCIANO DEL CASTILO (EFE / EPA)

CIUDAD DEL VATICANO.—El Vaticano destituyó este sábado de su cargo en la Santa Sede a un sacerdote que ha hecho públicos que es gay y que ha instado a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a la homosexualidad.

Monseñor Krzystof Charamsa fue destituido de su cargo en la Congregación de la Doctrina de Fe, el brazo doctrinal del Vaticano en el que había trabajado desde el 2003, de acuerdo a la información difundida en un comunicado.

Charamsa, polaco de 43 años, anunció que era gay y que tenía un compañero sentimental en una larga entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera, publicad este sábado.

Poco después dio una conferencia de prensa con su compañero, un español, y junto a otras activistas de los derechos de los homosexuales en un restaurante de Roma. Ambos tenían planeada una manifestación frente al Vaticano, pero cambiaron de opinión varias horas antes.

El Vaticano dijo que la salida de Charamsa no tenía nada que ver con sus comentarios sobre su situación personal, sobre los que señaló que merecían respeto.

Pero, la Santa Sede dijo también que dar la entrevista y planear la manifestación eran situaciones graves e irresponsables considerando que era la víspera de un sínodo de obispos que discutirán asuntos relacionados con la familia, incluyendo temas relativos a los homosexuales.

Añadió que las acciones del sacerdote pondrían al sínodo, que será inaugurado el domingo por el Papa Francisco, bajo una presión exagerada por parte de los medios.

El tema de la homosexualidad y la Iglesia Católica ha dominado los momentos posteriores a la visita del Papa a Estados Unidos la semana pasada.

En su entrevista del sábado, Charamsa dijo que su compañero lo había ayudado a asumir su sexualidad y que estaba consciente de que tendría que renunciar al sacerdocio, aunque el comunicado del Vaticano no hizo referencia a eso.

“Es tiempo de que la Iglesia abra sus ojos ante los católicos gay y entienda que las soluciones que les propone —abstinencia de una vida de amor— son inhumanas”, dijo citado en la entrevista.

La Iglesia Católica enseña que la homosexualidad no es un pecado, pero sí lo son los actos homosexuales.

Un prelado del Vaticano reconoce ser gay y presenta a su novio

El polaco Krzysztof Charamsa es teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Santa Sede ha anunciado su expulsión inmediata

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

Krzysztof Charamsa, junto a su pareja. / Tiziana Fabi (Afp)

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha revelado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada hoy en el diario ‘Il Corriere della Sera’, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha indicado Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, ha dicho Lombardi.

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

En este sentido, el portavoz ha señalado que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señaló que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

“Feliz y orgulloso de mi identidad”

Charamsa aseguró hoy en las páginas de ‘Il Corriere della Sera’ que no le importan las consecuencias de su revelación. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defendió.

La entrevista se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

El Papa abre el Sínodo sobre la Familia marcado por la confesión de un cura homosexual

Francisco da inicio este domingo a la segunda conferencia de la temática que se llevará a cabo en el Vaticano hasta el 25 de octubre

La basílica de San Pedro acoge la misa solemne que abre la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia, convocada por el Papa para abordar esta temática en el contexto del mundo contemporáneo.

La ceremonia de apertura del Sínodo comenzó a las 10.00 locales (8.00 GMT), cuando el papa Francisco accedió al templo.

Minutos antes de la llegada el Pontífice, los padres sinodales desfilaron por la nave central de la basílica y se colocaron alrededor del altar papal, desde el que Jorge Mario Bergoglio oficiará la ceremonia.

Un prelado del Vaticano declara su homosexualidad y presenta a su novio

El polaco Krzysztof Charamsa, de 43 años, es un teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Santa Sede anuncia su expulsión inmediata

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma

El prelado Krysztof Charamsa (izquierda), durante la comparecencia ante la prensa junto a su pareja, Edouard, en Roma. / TIZIANA FABI (AFP)

Ni en sus peores pesadillas la jerarquía de la Iglesia podía imaginar un titular así: un prelado del Vaticano declara su homosexualidad y presenta a su novio en la víspera de la inauguración del Sínodo de los Obispos sobre la Familia. Se trata del polaco Krzysztof Charamsa, de 43 años, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe –el antiguo Santo Oficio–, secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional del Vaticano y profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde vive desde hace 17 años.

La declaración rotunda de monseñor Charamsa enfrenta al papa Francisco en particular y a la Iglesia católica en general a una realidad que siguen empeñándose en no ver. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy”, asegura el prelado, “un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de la propia identidad. Estoy dispuesto a pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gais creyentes y entienda que la solución que propone para ellos, la abstinencia total de la vida de amor, es deshumana”.

Unas consecuencias que, como se temía, el prelado polaco ya ha empezado a pagar con una celeridad jamás vista en los aledaños de la plaza de San Pedro. Nada más tener conocimiento del asunto, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, anunció que monseñor Krzysztof Charamsa “no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe ni en las universidades pontificias” y criticó el momento elegido por el prelado para declarar su homosexualidad: “Cabe señalar que, a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos, la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave y no responsable, ya que apunta a someter a la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

Lejos de amilanarse, monseñor Charamsa respondió a la expulsión anunciada por Lombardi presentando en sociedad a su novio, Eduard, de origen catalán, animando a seguir su ejemplo a “tantísimos sacerdotes homosexuales que no tienen la fuerza de salir del armario” y acusando de homofobia al Vaticano: “Pido perdón por todos los años durante los que he sufrido en silencio ante la paranoia, la homofobia, el odio y el rechazo a los homosexuales que he vivido en el seno de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el corazón de la homofobia en la Iglesia. No podemos seguir odiando a las minorías sexuales, porque así odiamos a una parte de la humanidad”.

Krzysztof Charamsa, quien asegura que escribirá una carta al Papa contándole para explicarle su decisión, admite que –como sospechaba Lombardi— la fecha del anuncio no es casual. Haciendo pública su declaración un día antes de que 270 padres sinodales –obispos, cardenales, religiosos y expertos— se sienten a reflexionar sobre los nuevos modelos de familia, el prelado polaco quería, efectivamente, sacudir el debate: “Querría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que tiene necesidad de la familia. Cada persona, también los gais, las lesbianas o los transexuales, lleva en el corazón un deseo de amor y familiaridad. Cada persona tiene derecho al amor y ese amor debe ser protegido por la sociedad, por las leyes. Pero sobre todo debe ser cuidado por la Iglesia”.

Sacerdote desde 2003, Krzysztof Charamsa asegura que siempre supo que era homosexual, pero que al principio no quería aceptarlo porque “iba en contradicción con el principio de la Iglesia de que la homosexualidad no existe y tiene que ser destruida”. El prelado dice que pasó de la negación de admitirlo a la felicidad de ser gay “gracias al estudio, la oración, el diálogo con Dios y la confrontación con la teología, la filosofía y la ciencia”. Concluye el prelado que, aunque el catecismo considera la homosexualidad como una tendencia “intrínsicamente desordenada”, él –que al menos hasta ahora ha sido profesor de teología en la más prestigiosa universidad pontificia—no ha encontrado en la Biblia ni una página que hable de homosexualidad.

El Vaticano expulsará de la Congregación a un sacerdote que ha declarado ser gay y tener pareja

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha dicho este sábado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada en el diario “ Il Corriere della Sera“, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello. Con esta confesión dice querer que su comunidad le conozca y reivindicar que la “abstinencia total” es “inhumana”.

“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defiende en la entrevista.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha dicho Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, añade.

En este sentido, el portavoz señala que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señala que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

La entrevista al prelado se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

El Vaticano expulsa a un prelado que ha salido del armario con su novio

La víspera del Sínodo Ordinario para la Familia

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma

Krzysztof Charamsa abraza a su novio Eduardo en la rueda de prensa que han dado hoy en Roma. TIZIANA FABIAFP

«Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, con un compañero, feliz y orgulloso de mi propia identidad“. Con estas palabras, reveladas en una entrevista al diario Il Corriere della Sera, monseñor Krysztof Charamsa hizo temblar ayer los muros vaticanos tan sólo un día antes del inicio del Sínodo de la Familia, en el que los obispos debatirán, entre otros temas, sobre los homosexuales dentro de Iglesia.

La reacción del Vaticano a las palabras de monseñor Charamsa fue inmediata: la Santa Sede apartó al prelado polaco de sus funciones como secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe y docente de las universidades pontificias donde imparte Teología. «La elección de hacer una manifestación tan clamorosa en la vigilia del Sínodo es muy grave e irresponsable, ya que hace que, sobre la asamblea sinodal, recaiga una indebida presión mediática», señaló el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

«Llega un día en el que algo se rompe dentro de ti y ya no puedes más», afirmó Charamsa, explicando por qué decidió hacer pública su condición sexual. El prelado polaco reconoce que la decisión de salir del armario justo un día antes del comienzo de la asamblea de los obispos no es casualidad. «Me gustaría decir al Sínodo que el amor homosexual es un amor que necesita de la familia. Cualquier persona, también los gays, lesbianas o transexuales, lleva en el corazón el deseo de amor y familiaridad».

El prelado polaco, que, tras el revuelo creado por su entrevista, compareció ayer en Roma en una multitudinaria rueda de prensa acompañado por su pareja, Eduard, denunció que la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio vaticano que se ocupa de promover la fe y la moral en el mundo católico, y de la que fue máximo responsable durante 24 años el Papa emérito Benedicto XVI, es «el corazón de la homofobia de la Iglesia católica, una homofobia exasperada y paranoica».

Tras conocer la suspensión de sus funciones, monseñor Charamsa, sacerdote desde 2003, no se mostró sorprendido ni asustado. «Buscaré trabajo», dijo. Y dedicó su gesto a «tantísimos sacerdotes gays que no tienen fuerzas para salir del armario».

«Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gays creyentes y entienda que la solución que les propone, la abstinencia total de la vida amorosa, es inhumana».

En 2013, el Papa Francisco rompió un tabú importante al defender que hay que integrar a los homosexuales en la sociedad. Sin embargo, la doctrina de la Iglesia no ha variado. El Vaticano calificó como una «derrota de la humanidad» la aprobación del matrimonio gay en Irlanda o EEUU. Esta ambigua posición será debatida desde hoy hasta el día 25 por los padres sinodales después de que, en la asamblea del año pasado, no se llegara a un consenso respecto a la situación de los homosexuales dentro de la Iglesia.

El Vaticano expulsará de la Congregación a un sacerdote que ha declarado ser gay y tener pareja

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente. En la imagen, Charamsa junto a su pareja tras ofrecer una rueda de prensa. EFE

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha dicho este sábado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada en el diario “ Il Corriere della Sera“, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello. Con esta confesión dice querer que su comunidad le conozca y reivindicar que la “abstinencia total” es “inhumana”.

“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defiende en la entrevista.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha dicho Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, añade.

En este sentido, el portavoz señala que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señala que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

La entrevista al prelado se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.

El Vaticano dice que el Papa no apoyó en EE UU a la activista Kim Davis

La funcionaria que se negó a firmar matrimonios entre homosexuales aseguró que Bergoglio le había dado las gracias por su coraje durante una reunión en Washington

Francisco, el miércoles en Roma

Francisco, el miércoles en Roma. / MAURIZIO BRAMBATTI (EFE)

En apenas unos días, el papa Francisco ha rechazado, bien de forma personal, bien a través de su portavoz, la instrumentalización que de su figura han pretendido hacer Ignazio Marino, el alcalde de Roma, y Kim Davis, la funcionaria estadounidense que pasó cinco días en la cárcel tras negarse a conceder licencias de matrimonio a parejas homosexuales. Si durante su vuelo de regreso de EE UU, Jorge Mario Bergoglio manifestó que ni él ni la organización del encuentro de las familias en Filadelfia habían invitado al alcalde, ahora es su portavoz, Federico Lombardi, quien niega el supuesto “apoyo” del pontífice al activismo de Kim Davis.

Mediante una nota de prensa, escueta pero contundente, el jesuita Lombardi desmonta la versión puesta en circulación el pasado miércoles por Davis y su abogado, según la cual la funcionaria se reunió durante 15 minutos con el Papa, quien le habría agradecido su “coraje”, dado ánimos para seguir adelante con su activismo y rogado que rezara por él. Según el comunicado del Vaticano, la historia es bien distinta.

Lombardi asegura que no se trató de una reunión sino de apenas un saludo durante el “breve encuentro” que ofreció Francisco a “varias decenas de personas” en la nunciatura de Washington antes de partir hacia Nueva York. Se trata, según el comunicado, de recepciones habituales “durante todos los viajes” de Francisco, en los que solo se intercambian “saludos muy breves de cortesía a los que el Papa se prestó con su habitual amabilidad y disposición”. Y, sobre todo, el portavoz del Vaticano considera que el breve encuentro “no debe considerarse como un apoyo” a la posición de Kim Davis “en todos sus aspectos concretos y complejos”.

“El Papa”, concluye Lombardi, “no entró en los detalles de la situación de la señora Davis”. Una versión que contrasta con la del grupo cristiano Consejo por la Libertad, quien aseguró que la funcionaria, ya un símbolo del activismo contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, conversó en inglés con el Papa, quien la abrazó y le regaló un rosario que había bendecido previamente. Davis adquirió relevancia dentro y fuera de EE UU después de negarse a firmar licencias de matrimonio de parejas del mismo sexo alegando que violaba sus creencias. Antes de entrar en prisión por desobedecer la ley federal, describió la obligación de suscribir esos matrimonios como una “decisión entre el Cielo y el Infierno”. Su estancia de cinco días en la cárcel por “escuchar la autoridad de Dios” le ganó el apodo de “la nueva Martin Luther King” entre la derecha más conservadora de Estados Unidos.

Un sacerdote del Vaticano declara abiertamente su homosexualidad

La Santa Sede ha desautorizado a Krzystof Charamsa, expulsándole de toda responsabilidad en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias

Krzysztof Charamsa. 'Il Corriere della Sera'

Krzysztof Charamsa. ‘Il Corriere della Sera’

El prelado polaco Krzysztof Charamsa, oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, no podrá seguir en este organismo tras declarar su homosexualidad públicamente, ha revelado el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

En una entrevista publicada hoy en el diario ‘Il Corriere della Sera’, el de mayor tirada nacional, el prelado asegura que es gay, que tiene un compañero sentimental y que se siente orgulloso de ello.

Las declaraciones de Charamsa son “muy graves y no responsables” al producirse a un día de que arranque el Sínodo Ordinario para la Familia, ha indicado Lombardi en un comunicado. “Cabe señalar que -a pesar del respeto que merecen los hechos y circunstancias personales y las reflexiones sobre ellos- la elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura de Sínodo resulta muy grave y no responsable”, ha dicho Lombardi.

En este sentido, el portavoz ha señalado que estas declaraciones apuntan que se va “a someter la asamblea sinodal a una presión mediática injustificada”.

En cuanto a su futuro en el organismo de la Curia, en el que se encuentra integrado desde el 2003, Lombardi señaló que “ciertamente no podrá seguir desempeñando las tareas precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe y las universidades pontificias”, en las que impartía cátedra. Otros aspectos de su situación, según Lombardi, “competen a su ordinario diocesano”.

“Feliz y orgulloso de mi identidad”

Charamsa aseguró hoy en las páginas de ‘Il Corriere della Sera’ que no le importan las consecuencias de su revelación. “Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defendió.

La entrevista se produce a tan solo un día del comienzo el Sínodo Ordinario de Obispos para la Familia, que se celebrará hasta el próximo 25 de octubre y en el que prelados de todo el mundo debatirán sobre temas como el trato a los divorciados o a los homosexuales.