EL MUNDO: Las fogosas memorias del alcahuete de Hollywood

Scotty Bowers, el hombre que proporcionó sexo al ‘star system’, cuenta su vida

Scotty Bowers

Scotty Bowers, autor de ‘Servicio completo’.

Dicen que no hay nada que genere más perversiones que la represión, y un contrato con un estudio de Hollywood puede ser la peor de las cárceles cuando lo que hay que ser es heterosexual y tú eres gay, o lesbiana, o te da igual el sexo de lo que pase por tu cama. También dicen que uno vale más por lo que calla que por lo que cuenta, por eso la memoria de Scotty Bowers valía millones de dólares, tantos como a muchos hubieran pagado porque la perdiera antes de escribir ‘Servicio completo. La secreta vida sexual de las estrellas de Hollywood’ (Anagrama, a la venta el 9 de octubre), una suerte de autobiografía erótica en la que cita por su nombre y sin reparos a todas las glorias del celuloide con las que tuvo trato o comercio carnal de algún tipo.

Y es que Bowers no sólo tuvo relaciones sexuales con más de medio Hollywood (recibiendo suculentas propinas por ello), también ejerció de alcahuete para el ‘star system’ entero proporcionando chicos y chicas a gusto del consumidor. ¿Proxenetismo? Asegura que no, que era sexo consentido por ambas partes a cambio de dinero con un intermediario presuntamente solidario, porque Bowers insiste en su libro que él no recibía dinero por poner en contacto a los solicitantes con los solicitados.

La lista de amantes de este ex Marine que luchó en la Segunda Guerra Mundial es tan larga como el libro que publica con la ayuda del guionista Lionel Friedberg, pero se pueden destacar algunos ‘highlights’.

Cole Porter. “Cole era declaradamente gay e innegablemente promiscuo”, asegura Bowers, que le proporcionaba Marines (su debilidad) a quienes gustaba de practicar sexo oral. “Hay muchas personas, hombres y mujeres, a los que les gusta de verdad el sabor del semen. Porter era una de ellas”.

George Cukor. “Aprendí que George Cukor se adhería estrictamente a ese modus operandi en materia de sexo. Nunca había preámbulos ni besuqueos. El sexo anal estaba excluido”, pero era otro adicto consumado a las felaciones, según ‘Servicio completo’, donde se asegura que no le gustaban las orgías ni las camas redondas, que no soportaba a Judy Garland pero que era íntimo amigo de Katherine Hepburn.

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Cary Grant

Katherine Hepburn y Spencer Tracy. Su cacareado romance era, según Bowers, un montaje de los estudios de cine para ocultar que “Hepburn era lesbiana y no me imaginaba a aquella mujer incuestionablemente hombruna teniendo un idilio con un hombre, ningún hombre”. De hecho, a ella le gustaban las muchachas “morenitas, guapas y no demasiado maquilladas”, y asegura que más de 150 le proporcionó. En cuanto a Tracy, casado con Louise Treadwell desde 1923 y de la que, según los publicistas, jamás se divorciaría debido a su educación católica, “era un buen jodido amante. El gran Spencer Tracy era otro bisexual”.

Cary Grant. Otro mito por los suelos porque al parecer, el gran Cary era “íntimo amigo” de otro actor, Randolph Scott. “Tuve la prueba el mismo fin de semana que pasé con ellos. Los tres hicimos muchas travesuras juntos”. “Me gustaban muchísimo los dos y era evidente que también ellos se querían mucho”.

Cecil Beaton. “…Le preparaba un té, me metía en la cama a su lado, le daba un masaje, le desfruncía el ceño y le guiaba hacia una larga y pausada sesión de sexo hasta que se dormía como un bebé”, cuenta Scotty del célebre figurinista, muy amigo (“quizá incluso amante”) de George Cukor.

Los Windsor. Fue Cecil Beaton precisamente quien le presentó a Bowers el matrimonio Windsor que, (oh, sorpresa) también tienen su rincón de honor en ‘Servicio completo’. “A Eddy también le gustaban, de cuando en cuando, los tríos con una chica, y otras veces quería una mujer sola, y había ocasiones en que se enrollaba en un trío con Wally y otra mujer. Pero su preferencia clara eran los chicos”.

Vivien Leigh y Lawrence Olivier. La protagonista de ‘Lo que el viento se llevó’ era muy distinta a Scarlett O’Hara… “Era caliente. Una mujer caliente. Muy sexual y muy excitable. Puesta en faena exigía una satisfacción plena y completa. Aquella noche follamos como si de ello dependiera la supervivencia del planeta”. Y además sufría un síndrome bipolar, muy común en Hollywood por lo que se ve. Su marido, el gran Lawrence Olivier era bisexual: “Cada vez que le enviaba una pareja a su habitación de hotel, me pedía una chica distinta, pero muy a menudo solicitaba el mismo chico”.

EL MUNDO: La protesta gay contra Anna Netrebko se cuela en la gran noche de la Met

CULTURA | Metropolitan Opera de Nueva York

 

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Activistas protestan a la entrada de la Met. | E. S.

Los escenógrafos empezaban a apagar las luces del teatro del Lincoln Center y la platea acababa de entonar las notas del himno nacional. Pero no fueron las notas de la obertura de ‘Eugene Onegin’ las que inauguraron la primera velada de la Metropolitan Opera sino los gritos de un puñado de activistas contra las leyes homófobas del Kremlin.

Una voz masculina inundó el silencio del teatro antes de las primeras notas de la obra. “¡Putin, abandona tu guerra contra los gays rusos!”, resonó sobre las cabezas de los espectadores de la platea, que intentaron acallar la rebelión y volvieron la vista hacia los palcos superiores, donde cuatro activistas fueron invitados a dejar sus asientos por los guardas de seguridad.

Antes de irse, los activistas se volvieron contra los dos protagonistas de la velada: “¡Valery Gergiev y Anna Netrebko! ¡Vuestro silencio está matando a los gays rusos!”. Unos lemas que apenas tuvieron eco entre los espectadores del teatro, donde casi nadie llevaba el lazo arcoíris que repartían a la entrada quienes protestaban contra la decisión de los responsables de la Met de no dedicar la velada a los derechos de los homosexuales rusos. Un grupo que daba vueltas delante del teatro coreando eslóganes y haciendo ondear una bandera arcoíris con el lema “apoyad a los gays rusos”.

Los activista llevaban rostros de Putin tachados y pancartas en las que acusaban a la diva Netrebko de “traicionar” a sus “fans gays”. “Yo soy consciente de que ella tiene que recaudar dinero para su arte y no la juzgo por ello. Pero sí la animo a encontrar el valor necesario para protestar contra la opresión que sufren los homosexuales”, decía a la entrada del teatro Sister Lotti Da, que lucía perilla, tatuajes en los hombros, una toca de monja y unas medias blancas.

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Es imposible encontrar un evento social tan solemne como la velada que inaugura cada año la temporada de la Metropolitan Opera de Nueva York. La platea se llena de rostros conocidos, el programa se transmite en Times Square a través de una pantalla gigante y la orquesta interpreta el himno nacional antes de empezar.

Un contexto que ayuda a comprender el impacto de la protesta y merece detenerse en el perfil del hombre que la organizó: un compositor poco conocido que responde al nombre de Andrew Rudin y que lanzó hace unos días una petición para que los responsables de la compañía dedicaran su gala inaugural a la defensa de los derechos de los homosexuales.

El detonante de la iniciativa era la ley rusa que obliga a etiquetar como si fuera “sólo para adultos” cualquier artículo, libro o película que hiciera referencia a la homosexualidad. Una norma que se aprobó en junio bajo los auspicios de Vladimir Putin y que subraya la discriminación que sufren los gays y las lesbianas en ese país.

El asunto no habría atraído la atención de los melómanos neoyorquinos si no fuera porque la obra elegida este año para la velada inaugural era la ópera rusa ‘Eugene Onegin’ y porque sus dos grandes estrellas eran la soprano Anna Netrebko y el director Valery Gergiev: dos músicos a los que les une una buena relación con Putin y que respaldaron abiertamente su candidatura durante la última campaña presidencial.

Al promotor de la iniciativa contra Putin le parecía que la compañía lírica neoyorquina no debía dejar pasar la oportunidad para protestar contra el trato que reciben los homosexuales en el país eslavo. “Nuestro mejor teatro operístico abre su temporada con una de las mejores obras de un compositor ruso abiertamente homosexual y con artistas que apoyan al presidente ruso”, explicaba hace unos días Rudin a ELMUNDO.es desde su casa en Allentown (Nueva Jersey).

Anna Netrebko

Anna Netrebko, durante la representación.

A Rudin le molestaba especialmente la presencia en el programa de Pyotr I. Tchaikovsky, que sufrió en vida la homofobia de la Rusia zarista y se vio obligado a vivir en secreto su homosexualidad. “Hoy su vida sería mucho peor que entonces”, decía recientemente el promotor de la petición recordando las imágenes de jóvenes gays apaleados por matones con el consentimiento del régimen de Moscú.

Rudin se crió en un pueblecito de Texas y durante años fue discriminado por su condición sexual. “Yo no supe que era homosexual hasta que no había cumplido los 20 años y me costó otros 20 darme cuenta de que el problema no lo tenía yo sino la sociedad”, decía recientemente a este diario. “Por eso me siento especialmente triste al saber que Gergiev y Netrebko interpretarán una obra de Tchaikovsky y no alzarán la voz por lo que ocurre en Rusia”.

El entorno del director ruso optó por no responder a la petición presentada por Rudin. Sí lo hizo Netrebko, que eludió en su perfil de Facebook cualquier crítica a Putin e intentó poner freno a las protestas unos días antes del estreno intentando explicar su ambigüedad: “Algunos dicen que tendría que decir más pero es lo máximo que puedo decir ahora. En mi próxima vida seré política y entonces hablamos”.

Es la tercera vez que los responsables de la Met se encomiendan a la magia de Netrebko durante su velada inaugural. En 2011 la eligieron para interpretar el papel de Ana Bolena y en 2012 para encarnar a la pizpireta Adina de ‘El elixir de amor’. Un detalle que hacía aún más difícil que la compañía accediera a la petición que planteaban los melómanos neoyorquinos. Hacerlo habría sido arriesgarse a perder el favor de la soprano que ha sido su estrella absoluta durante los últimos años y enfadar a uno de los directores de orquesta más influyentes de su generación.

Así cabe explicar la tibieza del director general de la Met, Peter Gelb, que expresaba en el programa su respeto por los gays y las lesbianas pero también su rechazo a la petición: “Estamos en contra de las violaciones de los derechos humanos que tienen lugar todos los días en muchos países del mundo. Pero la Met es una institución artística y no es el vehículo apropiado para emprener batallas nocturnas contra las injusticias en el mundo”.

Gelb recordó que en sus 129 años de historia la Met no había dedicado nunca una velada a una causa política “por muy justa que fuera” y dijo que tampoco esta vez tenía sentido hacer una excepción: “Si dedicáramos la velada de esta noche a las injusticias en Rusia, ¿cómo podríamos dejarlo ahí?”.

EL PAIS: Café con… Ralf Köning : “Ya no escandaliza el sexo, pero aún me gusta dibujarlo”

El dibujante alemán achaca a Merkel hablar mucho, pero solo “palabras vacías”

 

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El dibujante Ralf König. / l. d.

Pese a haber vendido millones de libros, Ralf König es todo lo contrario a un divo. “Algunos me dicen que la cifra total es de cinco millones. Otros siete. La verdad es que no tengo ni idea”, sonríe con un deje de timidez. Este alemán de 53 años ha obrado el milagro de empezar en el cómic underground gay y acabar gustando a las hermanas, amigas e incluso madres de sus lectores. “Muchísimas mujeres vienen a las lecturas de mis historias. Supongo que les hará gracia ver cómo los hombres se relacionan entre sí, sin que aparezcan ellas”, dice en el café del centro de Colonia en el que nos hemos citado con la excusa de un reportaje sobre el matrimonio homosexual en Alemania. “Antes ni me lo planteaba, pero entiendo que todo el mundo quiera tener los mismos beneficios. Mi novio y yo hemos dicho que si dentro de dos años seguimos juntos, nos casaremos”, asegura.

Pero la conversación pasa rápidamente a otros asuntos. Como el episodio de censura que vivió en los años noventa, cuando las autoridades bávaras trataron de impedir que sus cómics se vendieran en librerías por considerarlos pornografía pura y dura. “Está muy bien la libertad de ahora. Pero en cierta medida echo de menos esa época. Ahora el sexo ya no escandaliza a nadie, aunque a mí me sigue divirtiendo dibujarlo”. ¿Qué tema levanta ampollas ahora? “La religión”, responde sin dudar.

König recuerda el impacto que en la pubertad le causaron las primeras películas pornográficas que encontró, en formato súper-8, escondidas en un cajón de su padre. “Eran danesas y muy malas. Los hombres, con grandes patillas, no eran demasiado atractivos. Pero a mí me volvían loco”, asegura. Al poco tiempo empezó a dibujar en revistas muy minoritarias. En 1987, con la publicación de El hombre deseado, cuya versión cinematográfica fue uno de los máximos taquillazos del cine alemán, llegó la popularidad masiva. ¿Cómo se explica el éxito de un producto en principio destinado a un grupo minoritario? “Por primera vez se hacían chistes sobre gais y parecía políticamente correcto reírse de ellos. Cuando empecé, hace 30 años, la homosexualidad era un tabú absoluto en Alemania”.

La entrevista se realizó pocos días antes de las elecciones alemanas de ayer; y la pregunta es obligada: “No puedo apoyar a un partido como el de Angela Merkel, que se opone al matrimonio gay. Helmut Kohl estuvo 16 años y temo que ella vaya a igualar el récord”. Pese a todo, König, que tenía pensado votar a los socialdemócratas pero sin mucho convencimiento, reconoce que la canciller, personalmente, no le disgusta. “No es agresiva, siempre parece amable y me fascina cómo se las ha apañado para seguir en la cúpula del poder. El problema es que habla mucho y no dice nada. Son todo palabras vacías”.

Ha pasado más de una hora y König sigue hablando. Cuenta, por ejemplo, lo mucho que le divirtió el año pasado una exposición que le dedicó el museo de la ciudad de Colonia. “La hicimos en colaboración con la Iglesia, porque se centraba en un libro mío sobre la leyenda de las 11.000 vírgenes. Así que el que compraba una entrada podía ver por el mismo precio mi exposición y la basílica de Santa Úrsula. Estuvo muy bien”, dice entre risas. Al despedirse, coge un libro del periodista y se toma unos cuantos minutos para obsequiarle con un dibujo de sus personajes Konrad y Paul. “Creo que no he estado muy inteligente en las respuestas. Te doy esto en compensación”.

EL MUNDO: La homofobia, crimen de odio

DERECHOS HUMANOS | Discriminación en Europa

 

  • Letonia, Alemania o Italia no reconocen la homofobia como agravante de delito
  • ‘La impunidad destaca en países del Este, donde se estigmatiza al gay’
  • El 80% de los casos de violencia o acoso a homosexuales no se denuncian

 

protesta

Protesta contra la impunidad en Bulgaria. | ©AI

Las alarmas saltaban este verano. Las informaciones de crímenes y agresiones a homosexuales en Rusia se solapaban con la aprobación en su Parlamento de la bautizada como Ley Antigay -en contra de la ‘propaganda’- mientras en Francia, más de 150.000 personas rugían contra el derecho a casarse de todos. Tras el debate político, grupos extremistas aprovechaban para llevar a la práctica el odio amparados por una impunidad que utiliza muchas veces un vacío legal.

Países como Bulgaria, República Checa, Alemania, Italia o Letonia no reconocen la homofobia como un agravante en caso de delito. Y otros, como Croacia y Grecia, no aplican como deberían la legislación sobre crímenes de odio homófobos, lo que se traduce en que la policía no tome nota del motivo en la denuncia o no se investigue del todo. “La UE no está haciendo frente a la discriminación por orientación sexual o identidad de género y cuando se producen agresiones, no se está dando una adecuada respuesta a las víctimas, fomentando su inseguridad”, denuncia Carlos Sanguino, experto en minorías sexuales de Amnistía Internacional (AI). Esta organización acaba de publicar el informe ‘Por Ser Quién soy. Homofobia, transfobia y crímenes de odio en Europa’ para denunciarlo.

“El tema es tabú en los medios y en el Parlamento y la mayoría responde a las agresiones con silencio ante el temor de no sentirse amparado”

Stéfanos, Grecia

Los ‘crímenes de odio’

Febrero de 2012. Michelle, una joven transexual de Catania (Italia), es agredida por varias personas a las puertas de una discoteca. “Querían matarme sólo por ser quién soy, porque tengo una cara demasiado masculina y se dieron cuenta de que era ‘trans’ por mi voz“, cuenta. Mientras le gritaban cosas como “¡Asqueroso! ¡Eres un hombre, un maricón!”, le dieron una paliza de la que tardó tiempo en recuperarse. Michelle lo denunció y aunque uno de los presuntos autores fue identificado, el factor discriminatorio no se tendrá en cuenta en el juicio debido a las lagunas de la legislación italiana.

La solución, a ojos de Amnistía, estaría en incluir la discriminación sexual dentro de los llamados ‘crímenes de odio’, esos delitos comunes que se cometen contra personas debido a su relación con un grupo definido por una característica protegida por los Derechos Humanos, como el origen étnico o la religión. En la mayoría de países europeos, la legislación garantiza que el motivo de odio constituye un agravante en la condena e incluyen entre ellos las agresiones por orientación sexual -España lo hace-. Sin embargo, hay casos tan llamativos como los de Alemania o Italia, que siguen sin proteger a estos grupos de población.

En los últimos años, el Parlamento italiano ha rechazado varias veces proyectos de ley para evitar la discriminación. Y las agresiones no cesan. El Observatorio para la Seguridad contra los Actos Discriminatorios del Ministerio del Interior ha contabilizado 40 crímenes de odio por motivos de orientación sexual de 2010 a marzo de 2013, mientras que la ONG Gay Helpline, que proporciona asesoramiento a las víctimas, recibió informes de 750 agresiones contra personas LGBTI en 2011 y según Transgender Europe, entre 2008 y marzo de 2013 fueron asesinadas 20 transexuales.

“Desde las autoridades se estigmatiza a los homosexuales y, por lo tanto, se pueden disparar las agresiones ya que parece que se estén legitimizando”,

Carlos Sanguino, Amnistía

“Ha pasado más de un año y sigo teniendo miedo. Después de la agresión no era capaz de andar por la calle sin volver la cabeza una y otra vez para comprobar si alguien me seguía. Estoy traumatizada”, cuenta Michelle.

Miedo a denunciar

La discriminación hunde sus raíces en la propia UE. En 2008, aprobó un instrumento para combatir la xenofobia -Decisión Marco 2008/913/JAI- por el que se establece que la motivación racista o xenófoba asociada a un crimen se considera circunstancia agravante. No se hizo lo mismo con la orientación sexual. El Consejo de la UE debe revisar este instrumento a finales de 2013, aunque AI denuncia que “no está claro si lo ampliará como debería”.

“La doble moral existente transmite la idea de que algunas formas de violencia merecen menos protección que otras. Esto es inaceptable para una Unión Europea que se enorgullece de promover la igualdad y la inclusión”, afirma Marco Perolini, experto en discriminación en Europa y Asia central de Amnistía.

madre de stoyanov

La madre de Stoyanov pide justicia. | AI

Hay datos para preocuparse. Según un estudio realizado por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) entre 93.000 homosexuales y transexuales [consúltelo en inglés], el 80% de los casos de violencia o acoso no se denuncian, a menudo, porque está tan institucionalizada en el entorno de las víctimas que éstas temen la reacción de las fuerzas de seguridad y las autoridades. También porque los agredidos no son abiertamente homosexuales y no quieren que les ‘descubran’ -el 70% de los encuestadas respondieron ‘siempre’ o ‘a menudo’ a si habían ocultado su orientación sexual en el colegio-. Como consecuencia, predomina la impunidad entre los atacantes y la espiral de desconfianza entre los homosexuales.

“La violencia motivada por la orientación sexual está muy extendida, aunque es imposible saber su magnitud por la falta de datos. Sólo 13 países de la UE manejan datos sobre crímenes de odio”, denuncia Sanguino. De ellos, sólo cuatro facilitaron información a la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE en 2011.

Asesinatos impunes

De acuerdo con el FRA, uno de cada cuatro encuestados habían sido agredidos o amenazados en los últimos cinco años. Personas con nombres y apellidos como los de Mihail Stoyanov, un estudiante de Medicina que el 30 de septiembre de 2008 fue asesinado en Sofía. Han pasado cinco años, pero el juicio aún no ha empezado y el motivo homófobo no se tendrá en cuenta cuando ocurra.

En la legislación búlgara no hay ninguna disposición sobre crímenes de odio por motivos de orientación sexual. En el mejor de los casos, pueden enjuiciarse aplicando el agravante general de ‘vandalismo’. En 2010, el gobierno inició un debate sobre las enmiendas al Código Penal, y se creó un grupo de trabajo con organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de reformarlo. La redacción de mayo de 2013 ha incluido la orientación sexual –pero no la identidad de género– entre las características personales que pueden motivar un crimen de odio. Las autoridades no manejan datos sobre estos crímenes.

stefanos

Stéfanos, de 26 años, fue víctima de una agresión.

“La impunidad destaca en países de Europa del Este como Moldavia, Hungría, Serbia o Bulgaria, donde se ha prohibido la celebración de ‘marchas del orgullo’ y donde desde las autoridades se estigmatiza a los homosexuales y, por lo tanto, se pueden disparar las agresiones ya que parece que se estén legitimizando”, cuenta Sanguino. “Además, se ha avanzado muy poco en la elaboración de seguimientos y protocolos para que las fuerzas de seguridad sepan cómo actuar en estos casos“, añade.

Ocurre en el caso de Grecia. Lo cuenta Stéfanos, un joven de 26 años que la madrugada del 28 de agosto de 2012 fue agredido cuando caminaba con un amigo por una céntrica plaza de Atenas. Dos hombres les dieron una paliza por ser homosexuales y cuando llamaron a la policía, los agentes no supieron cómo actuar. “No sabían qué significaba homofobia ni que era importante que la especificasen como motivo en la denuncia. Les tuve que insistir mucho porque yo sabía que podía ser un agravante”. Stefanos no ha dudado en hacer activismo de su condición, pero asegura que no es lo normal en un país el que las agresiones a homosexuales son frecuentes y no suelen preocupar a las autoridades.

“Conozco muchos casos de agresiones, pero la mayoría no se denuncian porque las víctimas suelen llevar en secreto su condición y no quieren que se enteren sus familiares o amigos. Hay a muchos que les agreden en su propia casa, otros que han sido malratados por taxistas que les recogen en la zona gay… Pero el tema es tabú en los medios y en el Parlamento y la mayoría responde a las agresiones con silencio ante el temor de no sentirse amparado -cuenta Stéfanos- No conozco ni un solo caso en el que la homofobia se haya tenido en cuenta como agravante y los juicios se aplazan durante mucho tiempo”.

Tras viajar por varios países de la UE, Stéfanos vive ahora en España, donde ha encontrado “la mejor realidad posible para los homosexuales”, afirma. Aunque quede mucho por hacer.

Países de la UE en los que no se contempla la discriminación sexual o de género como crimen de odio.

  • Bulgaria. Código Penal. Artículos 162, 163 y 165. La violencia y la violencia en grupo contra una persona o un bien por motivos tales como la raza, la religión, la nacionalidad o las convicciones políticas son delitos específicos.

República Checa. Código Penal. Artículos 219, 221, 222 y 257. En el caso de algunos delitos (como el asesinato, la agresión física, los delitos contra la propiedad), los motivos relativos a la raza, la etnia o las opiniones políticas de la víctima pueden considerarse circunstancias agravantes al dictar sentencia. Artículo 196. La violencia motivada en gran medida por las convicciones políticas, la nacionalidad, la raza, la religión o las creencias de la víctima es un delito específico.

Alemania. El crimen de odio se limita a una subcategoría de los ‘crímenes por motivos políticos’. Hay dos tipos de crimen de odio: xenófobo y antisemita.

Italia. Ley núm. 654 de 13 de octubre de 1975 (enmendada en 1989, 1993 y 2006). La violencia o la incitación a la violencia por motivos de raza, origen étnico, nacionalidad o religión es un delito específico. La comisión de cualquier otro delito por motivos de raza, origen étnico, nacionalidad o religión es una circunstancia agravante.

Letonia. Código Penal Apartado 48. La comisión de un delito por motivos racistas es una circunstancia agravante.

EL MUNDO : Despedido de una ONG antiexclusión por iniciar el proceso de cambio de sexo

Nuevo Futuro Sirio echa a un trabajador tras conocer que estaba hormonándose

 

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Daniel Román, con la denuncia que ha presentado. | Bernardo Díaz

El 15 de agosto, nada más volver de vacaciones, sin margen de reacción, a Daniel Román le despidieron de la ONG Nuevo Futuro Sirio, que se encarga de tutelar a los niños y adolescentes que salen del Instituto del Menor para su reinserción en la sociedad. Daniel es enfermero, y dice que nunca había tenido ninguna queja de sus superiores desde que entró a trabajar en febrero de 2011.

«Estaban muy contentos con mi trabajo, hasta que yo no dije nada todo iba bien», afirma Daniel, que para «evitar que le llegaran rumores a la directora», decidió contarle él mismo que estaba en medio de un proceso de cambio de sexo. Aquello fue en el mes de noviembre de 2012.

«Yo estaba hormonándome ya, aunque siempre mi manera de vestir fue como la de ahora, masculina, llevaba esta ropa (vaqueros, camiseta de deporte) y el pelo corto», relata Daniel, que le explicó a la directora del piso de reinserción donde trabajaba que dentro de poco iba a afrontar la última parte del proceso, que debía culminar con el cambio de nombre en el contrato (de Natalia a Daniel).

Desde entonces, todo fueron problemas. «Me dijeron que como eran niños [tienen entre 10 y 17 años] que tenían la salud mental débil no podrían afrontarlo», explica Daniel, al que la dirección, en repetidas ocasiones, le ofreció que se cogiera «una excedencia de un año» o «una baja laboral».

«Me sentía acosado, sentía que tenía que ir con mil ojos, y yo sólo quería seguir con mi trabajo», asegura el joven, de 25 años, que se sorprendió de que algo que no era extraordinario para los niños –«ellos han visto los cambios y en ningún momento han cambiado su relación conmigo»– no lo fuera para los adultos.

Tras volver de vacaciones de verano, le despidieron argumentando, según la carta de la que le hicieron entrega, que «habían constatado la indisciplina o desobediencia» en su trabajo y «una disminución continuada y voluntaria» de su rendimiento.

«Me llegaron a decir que no daba el perfil psiquiátrico, nunca había tenido problemas, ¿qué pasa? ¿qué ahora con las hormonas se había borrado el título de enfermero?», se pregunta el afectado, que, ayudado por el sindicato UGT y por la diputada socialista Carla Antonelli, ha presentado una denuncia «por vulneración de los derechos fundamentales». Tras un acto de conciliación en el que las dos partes mantuvieron sus posturas, el juicio se celebrará los próximos meses.

‘Nocturnidad y alevosía’

«Le despidieron con nocturnidad y alevosía, en pleno puente, intentando evitar cualquier tipo de reacción. Es un caso de discriminación de libro, sobre todo con todas las pruebas que hay; Daniel no tiene abierto ni un solo expediente por su trabajo», denuncia Antonelli.

La diputada ha registrado una pregunta en la Asamblea de Madrid porque la ONG «tiene un concierto público por el que recibe 1,3 millones de euros de la Comunidad para dos pisos tutelados y está vulnerando el artículo 14 de la Constitución, que dice que no puede haber discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión».

En contacto telefónico con este periódico para conocer su versión, en la ONG sólo han respondido: «No hablamos de ese tema».

EL PAIS: El matrimonio gay divide a los socios de la canciller

El Constitucional alemán obliga a conceder los mismos derechos a las parejas homosexuales, excepto la adopción

“Está claro que en este país los jueces y los ciudadanos han ido por delante de los políticos”. El dibujante que comenzó hace más de 30 años en el cómic underground y ha acabado vendiendo más de cinco millones de libros protagonizados por hombres que se enamoran de hombres no da crédito a que en Alemania aún no se haya aprobado el matrimonio gay. Aprovechando los últimos rayos de sol que caen en Colonia antes de que comience el frío, Ralf König se congratulaba ayer en una cafetería del centro de la ciudad por las numerosas sentencias del Tribunal Constitucional que decretan que todas las parejas deben gozar de los mismos derechos. Pero también lamentaba la última barrera que queda por franquear: la adopción.

“Le digo honestamente que la igualdad de derechos total se me hace muy difícil. No estoy segura de qué es lo mejor para el bienestar del niño [en el caso de la adopción]”, respondió la canciller Angela Merkel a un telespectador hace una semana. Las palabras de la mujer que aspira a dirigir de nuevo el país chocan con los partidos de oposición —socialdemócratas, verdes y los izquierdistas de Die Linke—, que llevan el matrimonio gay en sus programas para las elecciones del próximo domingo. Chocan también con sus socios de Gobierno liberales, cuyo antiguo líder y aún ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, se muestra en público sin ningún tapujo con el que sería su marido si la ley lo permitiera.

Y chocan, en fin, contra un sector del propio partido democristiano de la canciller. “Si la CDU quiere seguir siendo un partido de masas, debe tener en cuenta la cambiante realidad. No podemos decir simplemente que algo está bien porque siempre ha sido así”, dijo hace unos meses en una entrevista el poderoso ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, poco sospechoso de alinearse con izquierdistas radicales.

Jens Spahn, diputado de la CDU, prefiere fijarse en los avances que ha hecho su partido, y no en el terreno que le falta por recorrer. “Hace cuatro años habría sido impensable un debate abierto como el que tuvimos en nuestro congreso de finales del año pasado. Hoy estamos todos de acuerdo en la equiparación de derechos, sin contar la adopción. Y todo esto lo hemos conseguido sin grandes manifestaciones en contra como en Francia o España”, asegura. Spahn —que pertenece al grupo bautizado como los 13 salvajes en referencia a los 13 parlamentarios democristianos que pelearon por la igualdad— apuesta por ir convenciendo poco a poco a los más reacios al cambio. “La confrontación no ayuda a nadie. Estoy convencido de que en un par de años habremos avanzado más”, concluye.

Pero a Merkel —tras el apagón nuclear y el fin del servicio militar obligatorio— le quedan pocos eslóganes que mostrar a su electorado más conservador. Y excluir a las parejas gais de la adopción es uno de ellos, pese a las encuestas que muestran una clara mayoría de alemanes a favor de equiparar matrimonio y parejas de hecho. Según un estudio publicado por la revista Stern, esta mayoría se daba incluso entre los votantes de la CDU, cuya C proviene de la palabra Cristiano. Apoyaban la iniciativa un 64% de los democristianos consultados, frente a un 74% en la población en general.

Frente al Rin se erige el monumento que sirve de homenaje a las decenas de miles de personas que cayeron víctimas del nazismo por su orientación sexual. “Muertos a palos. Muertos por el silencio”, se puede leer. A su lado, el activista Klaus Jetz recuerda que el párrafo 175 del Código Penal, que castigaba las relaciones entre hombres, estuvo en vigor desde la fundación del imperio alemán, en 1871, hasta 1969. “Hemos avanzado mucho desde entonces. Ya tenemos una situación legal muy buena. Nos falta dar el último paso para poder ocuparnos de asuntos más importantes, como los derechos humanos en países como Rusia”, señala Jetz, director de la Federación de Lesbianas y Gais de Alemania.

En el camino hacia la igualdad, Alemania ha ensayado una vía propia. No ha copiado el modelo del matrimonio iniciado en Holanda, Bélgica y España, y al que ahora se han apuntado los otros dos gigantes de la UE, Francia y Reino Unido. Pero un goteo de sentencias en los últimos años ha permitido que las parejas de hecho puedan beneficiarse de la declaración de impuestos conjunta y de otros privilegios que hasta ahora eran exclusivos de los matrimonios tradicionales.

La imposibilidad de casarse ha tenido un efecto directo en vidas como las de Judith Steinbeck. Esta psicoterapeuta narra desde su consulta de Colonia los problemas que la actitud del partido en el Gobierno le ha ocasionado en los últimos años. “Hace 13 años que adopté a una niña vietnamita. En todo este tiempo, no he podido inscribir a mi mujer como su madre. Así que llevo 13 años temiendo que me pase algo. No por mí, sino porque si yo desaparezco la ley alemana no garantiza que mi hija se quedaría con su otra madre”, protesta.

Su situación es una de las que ha regularizado el Constitucional. Gracias a la corte de Karlsruhe, la mujer de Judith Steinbeck ha podido iniciar el proceso para ser la madre legal de la adolescente. El Tribunal también ha obligado al Gobierno alemán a cobrar los mismos impuestos a los matrimonios que a las parejas de hecho. “Si hubiera podido hacer eso cuando mi mujer se cogió la baja por maternidad, nos habríamos ahorrado unos 500 euros al mes. Es una prueba más de cómo se nos ha tratado como ciudadanos de segunda”, se lamenta desde su consulta, rodeada de láminas de pintores como Matisse o David Hockney. Pero si Steinbeck y su mujer decidieran hoy adoptar otro hijo, no podrían hacerlo como pareja. Esa es la diferencia que seguirá existiendo entre su familia y una compuesta por un hombre y una mujer. Y, si Merkel sale reelegida y no cambia de parecer, esa diferencia continuará existiendo tras las próximas elecciones.

EL PAIS: Francia prohíbe un matrimonio gay por un convenio con Marruecos

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/09/15/actualidad/1379268556_502331.HTML

Dominique y Mohamed, una pareja homosexual franco-marroquí residente en Chambéry (este de Francia), tuvo que renunciar a su boda el sábado porque la Fiscalía les comunicó, con 48 horas de antelación, que un convenio bilateral entre Francia y Marruecos prohíbe a los marroquíes casarse con personas de su mismo sexo.

La pareja ha decidido acudir a los tribunales para ver reconocido su derecho al matrimonio. Su abogado, Didier Besson, ha dicho que recurrirá la decisión del fiscal, quien ha achacado su negativa a las instrucciones recibidas del ministerio de Justicia, que considera que el acuerdo internacional entre París y Rabat “prevalece sobre el código civil” francés.

Una circular del ministerio precisó en mayo, poco después de la promulgación de la ley conocida como “Matrimonio para todos”, que la norma no será exactamente para todos porque los ciudadanos de once países -Marruecos, Polonia, Bosnia, Montenegro, Serbia, Kosovo, Eslovenia, Túnez, Argelia, Camboya y Laos- no pueden contraer matrimonio con personas del mismo sexo.

El abogado Besson alega que el acuerdo franco-marroquí firmado en 1981 no debe aplicarse en derecho interno, puesto que Marruecos también prohíbe el matrimonio entre musulmanes y no musulmanes y esa norma no se aplica en Francia. Los colectivos gais reclaman al ministerio que inscriba la ley como “principio superior” para elevarla sobre las leyes extranjeras.

EL PAIS: El alcalde de Coslada hace un comentario homófobo en Twitter

López Vaquero pidió disculpas tras las críticas y dijo que era un malentendido

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El alcalde de Coslada, Raúl López / Álvaro García

Otro político con incontinencia tuitera. Raúl López Vaquero, alcalde de Coslada y presidente del PP en el municipio, levantó una catarata de mensajes indignados en la red social al tuitear un mensaje sobre la homosexualidad.

López Vaquero lanzó ayer un tuit en el que decía: “Rusia prohíbe a españoles adoptar niños rusos. Por lo del ‘matrimonio’ homosexual. Lógico”. Según cuenta el diario Huffington Post, en realidad el alcalde había retuiteado anteriormente el mismo mensaje, que luego hizo suyo, de la cuenta del escritor Pío Moa.

El alcalde también enlazaba un artículo de Moa en Libertad Digital titulado Soy homófobo, naturalmente. En dicho artículo, de 2010, Moa asegura que la homosexualidad es una “desgracia”, y afirma que detesta que “las mafias rosas traten de conseguir puestos de poder para modelar la sociedad según sus torcidos enredos teóricos y prácticos, empezando por la pretensión totalitaria de que ellas representan a los homosexuales”.

 “Esa gente del ‘orgullo’ constantemente está injuriando, calumniando o burlándose de las opiniones y sentimientos de los cristianos, por ejemplo, pero no tolera que se la critique y ponga en su sitio, lo que se hace demasiado raramente”, prosigue Moa en el artículo enlazado por el alcalde de Coslada.

Varios usuarios de la red empezaron a afear la conducta del alcalde en unos casos, a increparle en otros. Poco después, López Vaquero reaparecía en la red social para pedir disculpas por si había podido “herir sensibilidades” y aseguraba que todo se debía a un malentendido. El alcalde dijo haber demostrado siempre su “apoyo y profundo respeto por el colectivo homosexual”.

López Vaquero añadió también que no compartía el artículo de Pío Moa: “Simplemente critico la posición de un país como Rusia. Es vergonzoso”, aseguraba López Vaquero en referencia a las leyes aprobadas en ese país contra la propaganda homosexual, que sanciona la promoción de orientaciones sexuales “no tradicionales”.

 En varios mensajes públicos en la red social, el alcalde insistía en que al usar la palabra “lógico” se refería a que no le sorprenden ya “este tipo de noticias viniendo de un país como Rusia. Son ellos los que prohíben adoptar…”, dijo. “Por supuesto, me parece un avance social que los matrimonios homosexuales puedan hoy en día adoptar, y estoy en contra de la posición rusa”, terminó el alcalde, que a esas horas ya había recibido una cadena de mensajes reprobando su actitud.

Las disculpas del regidor de Coslada no sirvieron de mucho y los usuarios de Twitter siguieron rebotando sus mensajes y señalando su actitud. Tampoco parecieron creerse mucho su solicitud pública de perdón. Algunos de ellos copiaron el primer mensaje, el que dio origen a la polémica, y subrayaron que López Vaquero había escrito matrimonio entre comillas, señalando que no lo consideraba como tal.

El político del PP prefirió no contestar ya a esos mensajes y pareció dar por zanjado el asunto.

El PP gobierna en minoría en el Ayuntamiento de Coslada después de ser la lista más votada en las elecciones municipales de 2011. En aquella ocasión obtuvo 12 concejales. La negativa de Izquierda Unida a votar al siguiente candidato con más concejales, del PSOE, permitió a López Vaquero gobernar en el Consistorio desde entonces.

 

EL CORREO : INTERSEXUALIDAD – ¿Te imaginas lo que es llamarte Patricia y tener barba?

Uno de cada dos mil bebés nace con ambigüedad genital. Como Gabriel, inscrito niña pese a ser un chico. En Alemania se podrá dejar vacía la casilla del ‘sexo’ en el Registro Civil

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Gabriel tiene 42 años, vive en Barcelona y trabaja actualmente como psicólogo. «A los 40 encontré la paz, cuando me vi a salvo de lo que me había torturado»./ Vicens Giménez

‘De haber sido chico, le habríamos llamado Gabriel José, igual que sus dos abuelos’. Esta cantinela se la oyó Patricia contar a su madre muchas veces. Pero es que ‘ella’ era, efectivamente, Gabriel José. Aunque en su DNI no constara como tal hasta que cumplió los 21 y se viera abocado a vivir la infancia y adolescencia de una niña… la vida de otra persona. «Con 3 años me imaginaba a mí mismo como a un chico con el traje de sheriff. Pero me ponían vestidos… Nunca me he sentido más ridículo».

Gabriel nació el 12 de julio de 1971 en un hospital militar de San Fernándo (Cádiz). Sufría un trastorno del desarrollo sexual, una anomalía catalogada como enfermedad rara que afecta «a algo menos de uno de cada dos mil bebés», según un estudio pediátrico del año 2011. «Tenía un pene muy pequeñito que parecía un clítoris, los testículos alojados en las ingles e hipospadias, la desembocadura de la uretra en lugar de al final del pene acababa en otro sitio». Pero eran anomalías que no se apreciaban a simple vista y la apariencia de sus genitales no invitaba a la duda: niña. Sus padres, ajenos al trastorno de Gabriel –entonces no se hacían exámenes médicos más exhaustivos salvo el vistazo– le inscribieron en el Registro Civil como Patricia Martín y anotaron una equis en la casilla de ‘mujer’.

En nuestra legislación el sexo es un campo obligatorio a rellenar. Mujer o varón, sin margen para las ambigüedades. Ni tiempo para dudas, ya que hay un plazo ordinario de 8 días y de 30 si concurren circunstancias extraordinarias. Y la ley española no debe de considerar ‘extraordinaria’ la ambigüedad genital…

Esto podría cambiar si la mecha que han encendido en Alemania prende. Allí va a dejar de ser obligatoria la inscripción del sexo en el Registro Civil. A partir del 1 de noviembre, cuando entre en vigor la nueva ley, los padres podrán dejar vacía esta casilla. Una medida «pionera y progresista» que venía demandando la comunidad científica. «Es razonable y prudencial, una medida de protección del recién nacido. Cuando no hay genitales definidos lo lógico es esperar. Pueden aparecer en torno a los 3 ó 4 años, o en la adolescencia», apunta Roberto Lertxundi, ginecólogo de la Clínica Euskalduna de Bilbao, que ve «con buenos ojos» este paso adelante que han dado los alemanes.

– ¿Es solo una cuestión práctica?

– No. Hay ideología detrás. Un llamamiento a no encasillar, a romper con la norma. La identidad sexual no la determinan los genitales –recuerda Mikel Resa, vicepresidente de la Asociación estatal de profesionales de la sexología–.

– ¿Podría aprobarse en España?

– Sería lo ideal, y quizá lo tengamos más fácil que de haberlo impulsado desde aquí. Porque parece que lo que viene de fuera siempre es mejor. En Alemania el bebé va a constar en el registro, pero los padres van a tener la opción de esperar a que la criatura se desarrolle y decida qué quiere ser. También podría quedarse ahí toda la vida, ¿por qué no? –apunta Benita Martínez, matrona de un centro de Lugo y sexóloga–.

Si a Gabriel le hubieran preguntado cómo se sentía se habría ahorrado todo lo demás, que ha sido mucho. «De pequeño yo me veía como una machorra aunque mi madre tenía empeño en que disimulara. A los 12 ó 13 años se rindió y empecé a usar ropa unisex, vaqueros, zapatillas…». La apariencia externa de sus genitales fue femenina hasta la pubertad. «Entonces empezó a salirme vello por todo el cuerpo, barba, la nuez, se me desarrolló el pene, me cambió la voz… No tenía pecho ni me bajaba la regla. ¡Imagínate lo que es llamarte Patricia y tener barba!».

Investigando sobre la sexualidad en un «libro carca» leyó algo sobre «pseudohermafroditismo». «Se me abrieron los cielos». Lo sabe porque llevaba 16 años instalado en el infierno.

Testículos extirpados

«La adolescencia fue una etapa esquizofrénica, lo viví como buenamente pude». Él enfadándose con el espejo –«a los 14 años me recuerdo en el cuarto de baño diciéndome: ‘Patricia, tienes que dejar de imaginarte que eres un chico’»–; su hermana (3 años menor) sufriendo con él; sus padres, no queriendo ver. Y eso que había habido un precedente en la familia. «Mis bisabuelos eran labradores y en 1908 tuvieron un bebé, el hermano de mi abuelo materno, que nació con una ambigüedad genital. Lo inscribieron como niña para que no hiciera el servicio militar, pero siempre tuvo un comportamiento viril. Aquello se vivió como un estigma y en casa repitieron el patrón conmigo».

Así que se plantó en el médico al cumplir los 18. «La enfermera me preguntó dónde estaba Patricia. Y entonces le dije: ‘Soy yo’. ‘Espera que llamo al médico ahora mismo’ –me contestó–. Le debió parecer que la cosa tenía prisa». Hoy cuenta la anécdota Gabriel con una carcajada que relaja un poco al interlocutor. «El doctor fue maravilloso, me preguntó: ‘¿Cómo te sientes?’. ‘Me siento hombre’ –le dije–. ‘Pues eso es lo que eres’. Me hicieron pruebas médicas y el estudio cromosómico confirmó la evidencia: XY».

Hoy, en caso de ambigüedad sexual se somete a los bebés a un cariotipo (patrón cromosómico), que «no miente», aunque a veces no es tan categórico como XX (mujer) o XY (varón) y conviene esperar a que se desarrollen los «caracteres secundarios» –vello, pecho…–. «¿Por qué hay que apresurar el paso?», pregunta el doctor Lertxundi. «Lo mejor es lo que han hecho en Alemania, abrir la mano y no crear un problema».

Ni psicológico… ni físico. Porque a Gabriel le tuvieron que extirpar los testículos a los 19 años. «Como los tuve alojados en las ingles tanto tiempo y no me los hicieron descender no eran funcionales y podían tumorarse. Para la testosterona me echo un gel todos los días, cuando salgo de la ducha». A los 21 le remitieron a casa un documento oficial en el que se apuntaba que «queda demostrado que es un hombre» y se advertía de un «registro inadecuado». «Me cambié el nombre de Patricia por el de Gabriel José Martín, aunque la burocracia, pese a no haber ningún problema, tardó dos años».

– ¿Y cuando oye a alguien gritar ‘Patricia’?

– Antes me daba un escalofrío, pero ya no.

También es capaz de mirar las fotos de cuando le ponían vestidos. «A los 18 las rompí todas. Pero mi madre escondió unas pocas en un sobre y cuando no me escocía las recuperé». Eso ha sido hace nada, porque el nuevo DNI supuso mucho, pero quedaba otro camino por recorrer solo. «Si eres un chico se supone que eres heterosexual. Salí con una chica de los 18 a los 30 años, pero yo empecé a darme cuenta de que me gustaban los chicos a partir de los 23. Nos separamos, empecé a preguntarme qué narices era mi vida, por qué me pasaba todo a mí…». Antes había probado a emigrar de Cádiz a Granada. «Huí del pueblo, y a la gente que conocí en Granada no le conté nada. Pero entonces vi que no tenía raíces, que no podía contar nada de mis primeros 21 años de vida. ¿Cómo explicar a mis nuevos amigos que hice la comunión con vestido?».

«No vengo a pasarte la ITV»

Así que probó a desandar el camino andado. «Llevaba toda la vida luchando contra la vergüenza y necesitaba reconstruir los lazos emocionales. Me tomé un año sabático y volví a San Fernando. Me reencontré con mucha gente que de niño me apedreaba porque yo era el bicho raro del colegio. Fueron muy cariñosos conmigo, me pidieron perdón y ahora recuerdo a esas personas con cariño y no con rabia y dolor».

– ¿Y sus padres?

– Rompí lazos, por una cuestión de higiene mental.

Gabriel ha encontrado la «paz» a la edad que muchos hombres entran en crisis y ahora trabaja como psicólogo en Barcelona, donde ha fijado su residencia. «En torno a los 40 empecé a sentirme mejor, cuando me vi a salvo de lo que me había torturado».

Aunque se sigue sintiendo «vulnerable» en algún terreno. «Tengo un pene pequeño y un hipospadias. Cada vez que voy a mantener relaciones tengo que dar explicaciones. Soy selectivo y busco hombres con la cabeza amueblada. Les pongo un café y les digo: ‘Te tengo que contar una cosa’».

– ¿Y cómo reaccionan?

– Las respuestas suelen ser agradables. Un hombre con el que luego tuve una relación de dos años me dijo la primera vez: ‘Vengo a acostarme contigo, no a pasarte la ITV’.

Y quizá fue entonces cuando Gabriel empezó a reconciliarse con Patricia…

Daniel Román, un joven de 25 años expulsado de la ONG “Nuevo Futuro Sirio” para la que trabajaba debido a su decisión de cambio de sexo, representa un caso de discriminación por parte de una organización que, en teoría, trabaja contra la exclusión y recibe una millonaria subvención de la Comunidad de Madrid.

(A cargo de Eduardo Nabal)

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¿Cómo y cuándo empezaste a trabajar en esta ONG?

El motivo que me llevó a trabajar en la ONG Nuevo Futuro Sirio fue mi formación como diplomado en enfermería. En el centro de menores donde hasta el 15 de agosto he trabajado, requerían personal sanitario con esa cualificación a fin de encargarse de la preparación de la medicación, curas básicas, etcétera. En enero de 2011 hice la entrevista con ellos y para febrero de ese mismo año me ví contratado para trabajar allí hasta mediados de agosto de 2013.

Estamos ante una organización que lucha contra la discriminación de niños con problemas mentales o de personalidad. Algunos vienen de colegios especiales o centros de acogida y “Nuevo Futuro Sirio” recibe una subvención millonaria. ¿Cómo es tu trabajo? ¿En qué consiste?

Como enfermero me encargo de la preparación de la medicación, curas básicas “de andar por casa” y todo lo referente a atención sanitaria básica… lo que todos haríamos en nuestras propias casas. No obstante, y como bien se señala, al ser un centro terapéutico encaminado mayoritariamente a la reinserción social de los menores con los que trabaja, mi función principal es socio-educativa. Todos los educadores que trabajamos allí somos poco menos que hermanos mayores de los chicos y las chicas, desempeñando como quien dice el papel de familiares suyos hasta que puedan y estén capacitados para salir de allí.

Tu decisión de cambiar de sexo está amparada en la Constitución y las leyes sin poder ser objeto de discriminación alguna ¿Cómo les planteaste la cuestión?

El motivo por el cual planteé mi situación vino a raíz de tener conocimiento de que uno de mis compañeros fue a hablar con la directora, y a la vez psiquiatra del centro, a fin de transmitirle lo incómodo que le resultaba saber que yo estaba sometiéndome a este proceso. Lógicamente, todo eran rumores, pero creía que antes que nadie fuera hablar de mi vida íntima y personal, debía ir yo.

Hablé con la directora y le solicité una cita para hablar y ponerle yo en conocimiento de todo. La reunión fue de los más informal, tomando café. Al principio todo fue bien, aunque finalmente, y por los comentarios y argumentos que me exponía, supe entonces que nunca lo aceptarían y que intentarían buscar cualquier excusa para sacarme de allí o que yo voluntariamente me fuera.

El arma que han esgrimido durante todos los meses, desde noviembre de 2012 que lo dije, fueron los niños y el supuesto mal que esto les haría. Las palabras textuales fueron: “No podemos pretender someter a estos niños con problemas mentales a enfrentarse a algo así. Les haría mucho daño e incluso les causaría un trauma ya que muchos, además, han sido abusados sexualmente. No es algo ético, y yo como directora me veo en la obligación de evitarles tal trago y velar por su bien”. Todo esto me dejo absolutamente desconcertado ya que querían hacerme sentir culpable de mi identidad y propia existencia, además de ser abyecta y carente de ética cualquier tipo de interrelación de la transexualidad con el abuso de menores. Que sólo puede obedecer a dos razones, un desconocimiento supino o una maldad intrínseca.

Ellos han alegado “falta de rendimiento”, “desatención” Bueno lo típico … ¿Qué dices al respecto?

Sólo puedo decir que es rotundamente falso. En todas las reuniones en privado a las que me han citado para hablar del tema, me han reiterado hasta la saciedad lo contentos que estaban con mi trabajo y mi forma de proceder, a pesar de que al mismo tiempo me pedían que me marchara.

Ante estas acusaciones y alegaciones por su parte sólo me queda invitarles a ellos o a quien lo desee a que se muestren pruebas de si he recibido algún tipo de amonestación o llamada de atención en mi puesto de trabajo. No las encontrarían. Mi expediente laboral está impoluto, absolutamente limpio.

¿Cuál ha sido la respuesta de tus compañeros ante la expulsión del trabajo? ¿Te han estado apoyando todo este tiempo?

Conozco a muchos de mis compañeros de trabajo, a unos más que a otros, y sé que no todos comparten esta decisión de echarme del trabajo simplemente por mi condición de transexual, pues eso no interfiere en nada en mi trabajo y relación con los menores o los adultos.

También intuyo que hay quienes sí se muestran a favor, pues deben de compartir la misma opinión o parecer que la directiva del centro.

Con respecto al apoyo… Sé que los que creen en la injusticia de mi despido me apoyarían sin problemas si no creyesen que pueden recibir represalias posteriores por ello por parte de la dirección. Estamos en una sociedad hipócrita, donde te puedes llegar a jugar tu puesto de trabajo simplemente por opinar distinto. Por eso creo que un manifiesto literal a mi favor de los que sí creen en mí sería impensable, saben lo que podrían jugarse, y yo tampoco soy quién ni quiero pedirles que hagan eso. Entiendo su situación en estos momentos, y me vale con saber lo que ellos opinan de mí como persona y como trabajador.

¿Crees que hay más situaciones así pero no todo el mundo se atreve a denunciar?

Sí, claro que sí. Es cierto que no es que haya casos a diario, pero no por ello significa que no existan o no sean una realidad.

El atrevimiento o no de una empresa a discriminar o no a un trabajador dependerá de si verdaderamente creen en lo legítimo, ético, moral y justo o no de ello y, por consiguiente, si consideran que eso no puede suponerles algún tipo de inconveniente en caso de que sean demandados por el afectado.

Cuando tú llegaste allí no sé si habías comenzado ya la reasignación quirúrgica o el cambio de nombre… ¿Es un proceso que puede dificultar tu trabajo?

Cuando llegué allí aún no me estaba hormonando. Fui contratado en febrero de 2011 y en abril del mismo año comencé con las hormonas.

Es evidente que la hormonación cursa con una serie de cambios físicos (en mi caso ha sido el agravamiento de la voz, nacimiento de vello facial, etc.). Pero creo que cualquiera que esté sometiéndose al proceso o sepa un mínimo del tema, es capaz de concluir que es algo que en nada afecta o dificulta tu trabajo.

Con hormonas o sin ellas seguimos siendo las mismas personas que antes o después del proceso. Con las mismas cosas buenas o malas que cada uno tenemos, y sobre todo tenemos la misma capacidad de trabajar y rendir que el resto.

A este respecto, recuerdo que se me dijo que, con motivo de mi proceso, yo ya no daba el perfil psiquiátrico ni estaba capacitado para mi puesto de trabajo. Y yo sólo me pregunto una cosa, ¿al empezar a hormonarme dejé de ser enfermero, o dejé de ser la misma persona? ¿Acaso mermaron mis aptitudes para trabajar con los menores del centro como había trabajado antes de que se supiera nada? La respuesta es clara, no. Porque lo que queda meridianamente claro es que el problema no es de los niños y niñas, tal como se ha demostrado, sino de las mentes perversas de algunos adultos con cargas ideológicas discriminatorias.

¿Crees que la vinculación de la ONG con la Iglesia puede tener algo que ver en el asunto? Porque, en cierta manera, tú lo veías venir.

No me corresponde a mí hacer juicios de valor sobre nada ni nadie. En cualquier caso, si fuera así sería debido a una interpretación equivocada e interesada de un dogma que en realidad predica amor, perdón y reconciliación, alejado por tanto de cualquier política de exclusión y discriminación. Pero es cierto lo que dices: me veía venir todo y me supe fuera de la empresa nada más contarlo todo. Pero aún así vivimos en un país democrático con un sistema jurídico y penal que impide cualquier tipo de estas discriminaciones, vengan de donde vengan, tal y como así lo consagra la Carta Magna Española y más en concreto el artículo 14 de la misma.

¿Cómo puede enroscarse una asociación que recibe mucho dinero público y lucha para contra la exclusión para justificar una discriminación?

La batalla aún no está ganada, más bien está en sus inicios y aún queda mucho por decir. Yo solo quiero mi trabajo, y voy a luchar por él. No aceptaré nunca la vulneración de mis derechos y que haya sido despedido por el mero hecho de ser una persona transexual. No obstante, resulta escandaloso que una ONG financianda en su mayor parte con semejante cantidad de dinero del contribuyente y que se supone que lucha contra la discriminación social, discrimine y rechace a un trabajador por un motivo así.

Si te reincorporas, ¿crees que te tratarán bien “tus superiores “o te da igual porque lo importante es tu trabajo y la gente con la que lo haces?

Estoy convencido de que tendrán que readmitirme porque el despido será declarado nulo, y llegados a eso no sé cómo me tratarán los superiores o compañeros que esto no lo han visto nunca con buenos ojos.

Lo ideal y legítimo sería que me trataran como a cualquier otra persona más, sin etiquetarme por ser esto o lo otro, cumpliendo con sus propios y tan reiterados preceptos de transparencia, igualdad y respeto.

¿Cómo fue tu relación con los menores en todos tus años de trabajo?

La definiría en una sola palabra: excelente. Los niños y niñas siempre han tenido una relación estupenda conmigo, y yo con ellos. Aún cuando ya notaban que se estaban sucediendo ciertos cambios físicos en mí, siguieron acogiéndome igual de bien pues, a diferencia de ciertos adultos, ellos sí que vieron más allá de lo físico y se quedaron con lo único importante: la persona.

A pesar de ello, la dirección del centro siempre ha querido explotar este “recurso” para argumentar que los niños sentían rechazo y miedo hacia mí por no considerarme ni hombre ni mujer. Cuando me ofrecí a sentarme a hablar con ellos, los menores, y explicarles todo de la manera más natural, se me denegó en rotundo…

¿Qué estrategias y acciones has ido tomando para enfrentarte a la situación?

He estado en contacto con abogados. Uno de ellos de un programa específico de Atención e Información a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid, Don Manuel Ródenas Pérez. Así mismo, desde la UTIG del Hospital Ramón y Cajal he recibido todo tipo de ayudas, consejos y asesoramiento para llevarlo todo.

Por otro lado, me puse en contacto en el mes de diciembre con la diputada socialista de la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli activista incansable en la materia concerniente a la LGTBfobia en nuestro país. Ella misma me ha dado permiso, llegado el caso, de presentar como prueba en el juicio los correos que intercambiamos y que demuestran que desde todo ese tiempo han querido que me fuera del trabajo a razón de mi propia condición. Así mismo, la diputada socialista ha registrado una pregunta parlamentaria donde se le pide saber al Gobierno si va a renovar el contrato público con una ONG que vulnera la Constitución Española. Finalmente, cuando todo empezó a torcerse exponencialmente, acudí al asesoramiento y apoyo sindical de manos de UGT. Allí fui atendido desde el principio con una entrega absoluta y un apoyo incondicional en todo el proceso de defensa que, más tarde, se ha plasmado en una demanda más que firme y contundente contra la ONG que me ha despedido y acosado desde noviembre de 2012. El trabajo que el propio sindicato ha desarrollado desde que me puse en contacto con él ha sido extenso y constante, transmitiéndome en todo momento la seguridad, tranquilidad y determinación de plantar cara con firmeza y decisión a esta discriminación y, así mismo, luchar hasta el último aliento a fin de conseguir que mis derechos fundamentales no sean sometidos a tal atropello discriminatorio por parte de la ONG.