Concentración en la Plaza Mayor de Burgos por el trágico suicidio de Alan
Ese vacío irremplazable que ha dejado el joven Alan. No son suicidios, o no solo suicidios. Pueden evitarse.
Ese vacío irremplazable que ha dejado el joven Alan. No son suicidios, o no solo suicidios. Pueden evitarse.
El Observatorio contra la Homofobia ha pedido al Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán) que investigue las circunstancias en que se produjo el suicidio del joven transexual Alan, el día de Navidad. El portavoz de este observatorio, Eugeni Rodríguez, lo ha dicho al final del acto de recuerdo a Alan, que tenía 17 años, y de solidaridad con los suyos que se ha celebrado esta tarde de domingo, en la plaza de Sant Jaume, en Barcelona, al tiempo que en otros puntos del Estado convocado por colectivos LGTBI. Rodríguez ha reclamado responsabilidades políticas: “Tenemos que pedir explicaciones a la Generalitat y a los departamentos correspondientes para que digan qué han hecho en este caso y depurar las responsabilidades que correspondan”.
Rodríguez reconoce que la legislación catalana en materia LGTBI es avanzada pero lamenta que no se aplica adecuadamente: “Hay que tratar la transfobia como lo que es: una lacra que se debe erradicar. Hemos pedido una reunión extraordinaria del Consejo Nacional LGTBI para que la Generalitat nos diga qué piensa hacer, qué hizo en este caso y si se podría haber evitado la muerte de Alan”.
Los padres de Alan no han asistido a la concentración que ha sido convocada por la asociación Chrysallis, que reúne una quincena de familias catalanas con menores transexuales y unos 150 padres y madres en todo el Estado, y colectivos LGTBI. Natalia Aventín, la presidenta de la asociación a nivel estatal ha pedido, en su nombre, “una protección mayor a toda la diversidad, especialmente a los menores. Es necesario que haya más formación en los centros educativos y sanitarios y una legislación que los proteja y se aplique. Hacer leyes que no se desarrollan no sirve de nada”.
En el Manifiesto que se ha leído al final de la concentración se ha recordado que esta era la primera Navidad que Alan vivía de acuerdo con su identidad y con un DNI recién estrenado con su nuevo nombre: “Trágicamente ha sido la última. Sufrió mucha transfobia en el ámbito escolar y a lo largo de su vida. Lo que ha pasado no ha sido responsabilidad de una sola persona sino que cada día, durante años, alguien se encargó de que supiera que su diversidad no era aceptada. No ha sido un suicidio, sino un asesinato social”.
La muerte de Alan se ha producido después de que la dirección del instituto donde estudiaba pospusiera hasta pasadas las vacaciones la reunión en la que se debía tratar el acoso que sufría.
Lucas Platero, sociólogo especialista en cuestiones de género y autor del libroTrans*exualidades explicaba, en una entrevista en El Diari de l’Educació que no basta con saber que la transexualidad existe: “Hay que dar un paso más allá, hay que denunciar la transfobia y la discriminación que todavía existen. Debemos facilitar que las personas adquieran más habilidades para entender y convivir con las personas trans* de una manera respetuosa, enfrentándose a sus ideas erróneas y a los mitos existentes”.
No solo hay lamentos y condenas por el caso de Alan, también hay preguntas y sospechas. Por eso el Observatori contra l’Homòfobia ha enviado una carta al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, en la que le solicita que abra una investigación “para conocer qué medidas y acciones activó la Generalitat ante el acoso que sufría Alan y si los mecanismos indicados en la ley 11/2014 estaban implementados en los colegios en los que estudió el menor”. “Nos tienen que decir cómo ha podido pasar esto”, clamaba este domingoEugeni Rodríguez, el presidente del observatorio.
Rodríguez fue rotundo al criticar la aplicación de la ley 11/2014, laley antihomofobia que el Parlament aprobó hace 14 meses y que en su opinión no se está desarrollando con la premura y los recursos necesarios, de forma especial en el aspecto sancionador: “La Generalitat no ha establecido ninguna, ha derivado denuncias”. Dice Rodríguez que han hecho llegar ocho denuncias y 37 acciones que consideran punibles y lamenta que por ahora no se cuenta con un ejemplo de castigo: “Insultar continúa saliendo gratis”. En su opinión, es imprescindible que en los colegios se explique que eso no se puede hacer, que se den charlas, que se creen protocolos.
Hoy en día la forma en que un menor transexual pueda encontrarse cómodo en un centro educativo depende en una medida considerable de la sensibilidad que demuestre el colegio. Hay centros que no presentan ninguna traba al cambio de nombre del escolar, aunque el que este quiera utilizar no sea el mismo que figura en el DNI. Pero también hay otros que obligan a emplear el nombre anterior o que dan las notas en blanco.
La presidenta de Chrysallis, Natalía Aventín, solicitó en la concentración de este domingo que haya más legislación como la catalana en toda España, pero subrayó la necesidad de que estas normas no se queden en papel mojado. Una ley aprobada que no cuente con presupuesto y aplicación no sirve, argumentó. Rodríguez subrayó que la ley catalana prevé actuaciones al respecto de la protección del colectivo LGTBI en la escuela que deberían servir de gran ayuda a los menores transexuales.
Está fijado en el artículo 12, que aborda el aspecto educativo. En sus apartados se determina que hay que combatir las discriminaciones por razón de género, que hay que tener en cuenta la diversidad en los textos educativos, que el respeto a la diversidad se tenga en cuenta en todos los ambientes escolares, que se promuevan planes de convivencia con un énfasis especial en el acoso que puedan recibir personas que integran el colectivo LGTBI.
El punto 6 de ese artículo 12 versa sobre la violencia: “Se tiene que velar por la concienciación y la prevención de la violencia por razón de orientación sexual, identidad de género o expresión de género y ofrecer mecanismos a los centros para que detecten situaciones de discriminación o exclusión de cualquier persona por estas razones”. Rodríguez está convencido de que no se está cumpliendo con ese objetivo e insiste en reclamar explicaciones a la Administración.
También el Front per l’Alliberament Gai de Catalunya colgó un comunicado dedicado a Alan: “El odio de esta sociedad a la diferencia lo ha hecho imposible. Este odio, que como una oscuridad cubre el sistema educativo, incapaz de parar el ‘bullying’, ha conseeguido apagar tu luz”. “Ganaremos la vida por ti”, concluye el texto de la entidad.
La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, ha anunciado este viernes a través de su página web del suicidio de Alan, un menor de 17 años. Esta asociación atribuye el suceso a «la presión e incomprensión en el ámbito escolar».
El menor fue uno de los primeros en Cataluña a los que, a principios de mes,un juez autorizó a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales, después de un proceso en el que contó con el apoyo de su familia.
Según informa esta asociación en el comunicado, ha sido la madre del menor quien ha informado del suceso a la asociación. «Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido».
Por su parte, y ante el suicidio del menor, la asociación Chrysallis culpa a las administraciones de lo ocurrido y ha escrito en su página web que «no hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y adolescencia transexual».
El comunicado de esta asociación que agrupa a familias de menores transexuales concluye indicando que «desde Chrysallis seguiremos luchando para que la sociedad respete a nuestras hijas e hijos, pero a Alan ya no le servirá».
La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, ha anunciado en su página web el suicidio de un menor de 17 años, Alan, debido a “la presión e incomprensión en el ámbito escolar”.
Ha sido la madre de Alan la que ha informado del suceso a la asociación en un breve comunicado:
“Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido”.
Este menor fue uno de los primeros en Cataluña a los que, a principios de mes, un juez autorizó a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales, tras un proceso en el que contó con el apoyo de su familia.
La asociación ha indicado que “no hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y adolescencia transexual”.
“Desde Chrysallis seguiremos luchando para que la sociedad respete a nuestras hijas e hijos, pero a Alan ya no le servirá”, concluye la asociación de familias de menores transexuales.
ace poco más de una década, ni Javier Maroto ni Alejandro Amenábar imaginaban que algún día serían dos hombres casados (con otro hombre). No es que no tuvieran novio o no les hiciera ilusión… sino que en España la ley no contemplaba esa posibilidad. De hecho, el Partido Popular, con Rajoy como líder de la oposición, llegó a presentar un recurso de inconstitucionalidad y, sin embargo, hagamos un flashback hasta septiembre de este año.
El lugar, el restaurante El Caserón, de Vitoria.Los invitados, el propio Rajoy y la plana mayor de su partido: Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Alfonso Alonso, Pablo Casado… todos sonrientes y endomingados. El motivo, la boda de su compañero de partido Javier Maroto, ex alcalde de Vitoria, con otro hombre, José Manuel Rodríguez, su novio desde hace años, con el que había celebrado su despedida de soltero en Bali.
Desde la boda de Ana Aznar en El Escorial, el PP no se había visto en otra igual. Tocaba dar imagen de apertura y, aunque el ex alcalde de Vitoria se resistiese en principio, su enlace acabó siendo una muestra de los nuevos aires. Libres de cámaras, los políticos disfrutaron balando (y mucho) en una fiesta donde las mesas habían sido bautizadas con nombres de cantantes de Eurovisión. Antes, Maroto y Josema se habían casado en la intimidad de la casa consistorial de Vitoria, con la madre de Maroto y su amigo Iñaki Oyarzabal como testigos. El éxito amoroso es el refugio de Maroto tras la pérdida de escaños el 20D que le ha dejado fuera del Congreso.
En la intimidad también quisieron mantener su boda Alejandro Aménabar y su novio David. No hubo más fotos que las que algún amigo colgó en Instagram, pero la finca La Reserva, ubicada en Villanueva de la Cañada, acogió una de sus grandes tardes con el enlace del director de Mar adentro el pasado julio. Los novios entraron al ritmo de la banda sonora de Ricas y famosas y a David, apenas pudo acabar el discurso que había preparado por las lágrimas.
Pese a no estar preparado, también Amenábar dio un pequeño speech ante unos invitados entre los que se encontraban famosos como el actor Eduardo Noriega, Alaska, Mario Vaquerizo y toda la troupe de su reality, a los que el director les prohobió grabar. El recuerdo de ese día de cine se quedó para los invitados. Igual que la primera boda gay del PP se quedó para la historia.
Ha sido, probablemente, el terremoto del año en el showbiz. Y es que el (último) escándalo protagonizado por Charlie Sheen (50) tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse no sólo en portada de medios de todo el mundo (como de hecho fue), sino también en una biografía best seller o una película “basada en hechos reales”. El pasado 17 de noviembre, el actor acudía al programa Today de la cadena NBC para contar que tiene el virus del sida y que, pista sobre su estilo de vida, no sabe cómo lo ha contraído.
No fueron los únicos titulares que el polémico protagonista de Dos hombres y medio concedió en este programa de máxima audiencia: Sheen lleva cuatro años, desde que le fue diagnosticada la enfermedad, siendo extorsionado por personas de su entorno que él creía de confianza. Ha sufrido, asegura, tal nivel de coacción, que ha tenido que vender dos de sus tres mansiones de Beverly Hills para hacer frente a los chantajes.
Desde luego entre esas personas cercanas a Sheen no debían encontrarse la mayoría de sus amantes (exceptuando a sus dos ex mujeres, Denise Richards y Brooke Mueller) pues no habían pasado 24 horas de la dura revelación cuandomuchas de ellas comenzaron a aparecer en programas de radio, televisión y redes sociales para criticar al actor asegurando que no habían sido informadas de la situación antes de mantener relaciones sexuales con él. En teoría, todas tendrían que estar tranquilas en cuanto a su salud pues, según declaró Sheen, sólo había mantenido relaciones sexuales sin protección con dos mujeres y con el absoluto conocimiento de ellas (otro titular). Éstas tampoco tardaron en hablar, claro.
El virus del sida es la gota (envenenada) de la vida llena de excesos de Charlie Sheen que le han llevado a perder el trabajo, a varias clínicas de desintoxicación y, ahora, al VIH. Y aún así, el vaso no ha rebosado. El hijo del también actor Martin Sheen (que se recupera estos días de un cuádruple bypass) no ha dejado sus noches de juerga y alcohol en las que ha llegado a gastar 100.000 dólares en prostitutas (casi 1,5 millones en un año) y 20.000 en cocaína. En algo tenía que ocupar el tiempo de los dos años que asegura haber estado encerrado en su casa tras recibir el horrible diagnóstico. En eso y en visionar una y otra vez sus viejas películas acompañado, eso sí, por actores y actrices porno con los que compartir, además de su tiempo, la droga y alguna que otra orgía.
BARCELONA.- La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, ha anunciado este viernes en su web el suicidio de un menor de 17 años, Alan, que ha atribuido a “la presión e incomprensión en el ámbito escolar”.
Este menor fue uno de los primeros en Catalunya a los que, a principios de mes, un juez autorizó a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales, tras un proceso en el que contó con el apoyo de su familia.
Ha sido la madre del menor la que ha informado del suceso a la asociación en un comunicado: “Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido”.
Por su parte, ante el suicidio del menor, Chrysallis ha indicado: “No hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y adolescencia transexual”.”Desde Chrysallis seguiremos luchando para que la sociedad respete a nuestras hijas e hijos, pero a Alan ya no le servirá”, concluye la asociación de familias de menores transexuales.
SU MADRE ASEGURA QUE “NO PUDO CON LA PRESIÓN DE LA SOCIEDAD”
La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, ha anunciado el suicidio de un menor de 17 años, Alan, que ha atribuido a “la presión e incomprensión en el ámbito escolar”. Alan fue uno de los primeros en Cataluña al que un juez autorizó a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales.
La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, ha anunciado el suicidio de un menor de 17 años, Alan, que ha atribuido a “la presión e incomprensión en el ámbito escolar”.
Este menor fue uno de los primeros en Cataluña a los que, a principios de mes, un juez autorizó a cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales, tras un proceso en el que contó con el apoyo de su familia.
Ha sido la madre del menor la que ha informado del suceso a la asociación en un comunicado: “Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido”.
Alan, un adolescente transexual de la provincia de Barcelona, había conseguido este mes de diciembre que un magistrado le autorizara a cambiar el nombre en su DNI. Tenía el apoyo de toda su familia, pero le faltaba el del entorno escolar. Y este jueves se quitó la vida. Su madre daba este viernes la triste noticia a la asociación de familias de menores transexuales Chrisallys: “Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer (por el jueves) su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido”. Alan, de 17 años, había sufrido “acoso escolar” por su transexualidad en su centro educativo, lo que le llevó a ingresar con diagnóstico de “depresión” en el Hospital Clinic de Barcelona. El joven salió del centro hospitalario y se cambió de instituto, pero también en el nuevo centro padeció “situaciones de bulling”, según Chrisallys. Al parecer, la familia y el equipo directivo del nuevo instituto tenían ya prevista una reunión para “hacer frente a esta situación” después de las vacaciones navideñas.
“Hoy todas las familias de Chrysallis estamos con Alan y su familia”, reza el mensaje de condolencias publicado por la asociación. “Esta era la primera Navidad que vivía de acuerdo a su identidad, la primera en la que celebrar un DNI recién estrenado, la primera en la que habría fiesta en casa desde hacía muchos años pero, trágicamente, ha resultado ser la última”, explicaba su vicepresidenta, Saida García por teléfono a 20minutos. A su juicio, ha sido “la presión e incomprensión en el ámbito escolar han podido con Alan y esta noche ha decidido dejar de caminar entre nosotros”. Desde Chrisallys, colectivo que asesoran a unas 200 familias de toda España, añadieron en su comunicado en la web: “No hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y adolescencia transexual”. Al tiempo que aseguraron que seguirán “luchando para que la sociedad respete a nuestras hijas e hijos, pero a Alan ya no le servirá”. Alan era uno de los dos menores catalanes que habían conseguido este mes de diciembre que en su DNI pusiera el nombre con el que se identificaba. Eran los primeros en lograrlo en Cataluña, y en el resto de España otros 25 menores lo han conseguido pese a que la legislación dice que para cambiarse el nombre en el DNI es preciso ser mayor de edad y contar con preceptivos informes médicos.