Una agresión por homofobia o transfobia en Madrid cada dos días

Saray, que sufrió una agresión el pasado 5 de marzo frente a la madrileña iglesia de San Antón

Saray, que sufrió una agresión el pasado 5 de marzo frente a la madrileña iglesia de San Antón / Miguel Campos

A los pocos minutos Sergio perdió el conocimiento. Uno de los empujones le hizo caer al suelo y golpearse la cabeza con un pivote metálico de los que bordean la acera. Eran las tres de la mañana y el joven caminaba por la madrileña calle Augusto Figueroa junto a un amigo cuando sintió algo en la espalda. “De repente un grupo de hombres se abalanzó sobre nosotros y comenzaron a pegarnos al grito de ‘banda de maricones'”, relata Sergio a eldiario.es.

Ocurrió el pasado 11 de febrero. En aquellas fechas, la asociación en defensa de los derechos de las personas LGTB Arcópoli contabilizaba alrededor una veintena de agresiones homófobas en la capital en lo que va de 2016. Un mes después ya lleva 32. Una cifra similar a la que el mismo colectivo registró un año antes y veinte más de las que contabilizó en todo 2014. La organización monitoriza los ataques gracias al recién creado Observatorio contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, que ha computado, además, seis episodios de acoso, amenazas e insultos a través de la red.

El embrión del observatorio, afirma Rubén López, vocal de delitos de odio de Arcópoli, se remonta a 2014. “Empezamos a recibir bastantes casos y un día a dos chicos les pegaron una paliza en la calle. Eso hizo que saltara la alarma”, recuerda. El apoyo psicológico y el acompañamiento si la víctima necesita asistencia sanitaria o se decide a denunciar son dos de los pilares de este servicio, que identifica “un repunte de las agresiones en los últimos meses”.

El perfil de las víctimas y las zonas y días de la semana en las que se producen la mayoría lleva a López a asociar el incremento con la mayor visibilidad del colectivo LGTB. Casi todos los casos que han registrado en lo que va de año, son de jóvenes menores de 35 años “porque ahora somos más espontáneos y naturales, en definitiva, más visibles. Antes no se nos ocurría darnos un beso en un Burguer King, por ejemplo, y ahora sí”, explica López.

La mayoría de los agredidos de los que tienen conocimiento, dice, son chicos y mujeres transexuales. Al perfil de agresor, hombre, dos chicos de la mano “le saca de sus casillas”, analiza el experto, pero no dos lesbianas. “No es una ofensa, incluso muchos lo ven como un objetivo, algo que también es violencia”. El último ataque a chicas que recuerda fue en el barrio de Malasaña. Ellas estaban agarradas de la mano “y un hombre comenzó a incomodarlas. “Bolleras, os voy a currar y así aprendéis a disfrutar”, les dijo.

En zonas cercanas a Chueca

Las zonas de Madrid en las que han tenido lugar la mayoría de ataques también son características. La plaza de Colón, Gran Vía, Cibeles… en el mismo centro de la capital y muy cerca del barrio de Chueca. “Hemos empezado a salir de él con la misma actitud que mostrábamos allí”, sentencia el también responsable del Observatorio contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia. Además, se producen sobre todo los fines de semana, que es “cuando somos más visibles, al ir a comprar el pan puede que no vayamos de la mano, pero de fiesta sí”.

A las que sí suele ocurrirles en cualquier momento, afirma, es a las personas transexuales. Es el caso de Saray, que sufrió una agresión el pasado 5 de marzo frente a la madrileña iglesia de San Antón, donde hacía cola para recibir un bocadillo. Un grupo de cuatro hombres comenzó a mirarla fijamente mientras se reían y la insultaban. “Maricón, que te gusta chuparla”, le decían. “Uno de ellos se abalanzó sobre mí y comenzó a darme patadas, otro me agarró del cuello”, cuenta.

Saray tiene miedo. Sobre todo porque la agresión que sufrió no se quedó ahí. “Un día después volví y se acercó un hombre que me dijo ‘como les pase algo a mis amigos te mato'”. Al rato, cuenta a eldiario.es, apareció uno de sus agresores. “Me las vas a pagar, maricón”, le amenazó. La mujer, que está buscando empleo y sobrevive gracias a la ayudas que solicita al Ayuntamiento de Madrid, ha denunciado por agresiones y amenazas reiteradas. Y es que el sábado pasado volvió a cruzarse con uno de ellos, que volvió a intimidarla.

La mayoría no denuncia

Sin embargo, no son mayoría los que denuncian. Algo que preocupa, y mucho, a los colectivos como Arcópoli, que asegura que solo en torno a un 20% de víctimas lo hacen, una cifra muy similar a la que maneja la Federación de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB). Para su presidente, Jesús Generelo, el aumento de casos, “por lo menos, conocidos”, afirma, se debe a varios factores.

“No sabemos por qué a ciencia cierta, la visibilidad es uno de ellos, pero quizás también que la gente lo está contando más”. “Ese factor puede tener influencia”, añade López, “pero nosotros no tenemos una presencia tan grande ni hemos hecho nada estos dos últimos años como para que la gente se anime a ello”.

Según el avance del informe que anualmente presenta el Ministerio del Interior, en 2015 se produjeron 168 delitos de odio contra personas LGTB. Estos son solo los que denunciaron. Una cifra que no se puede comparar con la de otros años porque este han comenzado a contabilizar los datos de otra forma. Saray denunció a la Policía, al igual que Sergio, justo después de acudir a Urgencias. Sin embargo, su amigo no lo hizo. “No quiso. Yo creo que mucha gente no se decide, sobre todo, por vergüenza y por miedo”, opina el joven.

Generlo cree que las víctimas “siguen teniendo mucha desconfiaza ante los jueces y los agentes, de hecho, existen quejas de algunas que no han sido atendidas como corresponde”. López está de acuerdo: “Hasta el año 1988, cuando se elimina el delito de escándalo público, la Policía nos perseguía por darnos un beso”, explica. Pero, además, extiende las causas del recelo a denunciar a que “la gente quiere olvidarlo porque es un ataque a su persona y duele y muchos no quieren salir del armario”.

Lo que a Saray y a Sergio no se les quita es el miedo. El joven volvió a vivir un episodio homófobo el pasado fin de semana. “Un chico me pidió el billete de metro para pasar, le dije que no y él me soltó ‘maricón tenías que ser, como te vuelva a ver por aquí no sales vivo’”. Sergio admite que, desde febrero, su vida está condicionada. “Por el día menos, pero ya al atardecer me da pánico, voy con mil ojos y solo con que pase alguien cerca de mí, estoy alerta”.

Saray comparte el mismo sentimiento, aunque, confiesa que no es la primera vez, “llevo pasándolo mal desde que comencé la transición, hace cuatro años”. Sin embargo, cada vez que le ocurre se sorprende aún más: “Adapto mi imagen a lo que soy, una mujer, y eso hace que sea muy visible. Yo parece que voy marcada, que salgo a la calle como si fuera a la selva. Parece que todavía seguimos en dictadura, seguimos sin tener derecho a ser libres”.

El Teatro Campos cancela la obra ‘Hay un Wismichu en mí’ ante las quejas recibidas

El Teatro Campos Elíseos confirma a NAIZ que ha retirado, debido a la polémica y las quejas, la obra ‘Hay un Wismichu en mí’, programada para este sábado. EH Bildu había pedido al Ayuntamiento de Bilbo que impida la celebración del espectáculo al considerar que es «denigrante para las mujeres» y «hace apología de la pederastia».

Cartel anunciador de la obra, ya cancelada.

Cartel anunciador de la obra, ya cancelada.

Las diversas quejas y la polémica que ha generado la programación de la obra ‘Hay un Wismichu en mí’ ha llevado al Teatro Campos Elíseos de la capital vizcaina a cancelar el espectáculo, que estaba previsto para este sábado, según han confirmado a NAIZ fuentes del teatro.

La decisión ha sido adoptada esta misma mañana, según las mismas fuentes.

En un comunicado, la concejala de la coalición soberanista Alba Fatuarte había emplazado a PNV y PSE a impedir en Bilbo «espectáculos denigrantes para las mujeres», advirtiendo de que este se quería celebrar en un equipamiento de propiedad municipal.

«No se puede permitir que se celebre un espectáculo donde se llama a menores de edad ‘putas’, mientras se les invita a subir al escenario, donde se hace apología de la pederastia y de la violencia, y mucho menos si éste es de propiedad municipal, tal como sucede en el caso del Teatro Campos», apuntaba EH Bildu en su denuncia pública.

En este sentido, recordaba Fatuarte que el Consistorio de Santa Cruz de Tenerife trasladó el tema de la actuación de Ismael Prego a la Fiscalía de Menores para que la justicia dictaminase si traspasó los límites legales al ofrecer un show «soez y de contenido sexual» ante un público formado principalmente por menores.

Atreseries estrena esta noche ‘Looking’, una serie de temática gay

Narra la vida de tres hombres unidos por una buena amistad y con sus ideas sobre sus relaciones sentimentales

BILBAO– Atreseries estrena hoy a las 22.40 Looking. Es una ficción que muestra, sin filtros, las experiencias de tres buenos amigos que viven en San Francisco. La amistad les une, pero cada uno está en un punto de su vida: Patrick (Jonathan Groff) tiene 29 años, es diseñador de videojuegos y acaba de volver a meterse en el mundo de las citas tras su fallido compromiso con su ex. El aspirante a artista Agustín (Frankie J. lvarez), de 31 años, está cuestionando la idea de la monogamia en medio de un movimiento de dar un paso más con su novio y, por último, el miembro del grupo de mayor edad es Dom (Murray Bartlett), camarero de toda la vida de 39 años, a los que se enfrenta con sueños y metas románticos y profesionales aún no cumplidas.

Las historias del trío de amigos se entrelazan a medida que cada uno prosigue con la búsqueda de la felicidad y la intimidad en una época sin precedentes para los derechos de los homosexuales. En Lookingtambién es importante la mezcla de cultura progresista y sexualidad abierta del área de la bahía, con localizaciones reales de San Francisco que sirven como telón de fondo para la vida del grupo. Completando el elenco, se encuentra un grupo de hombres homosexuales, Kevin (Russell Tovey), Lynn (Scott Bakula), y Richie (Raul Castillo), así como una amplia gama de personajes secundarios como el compañero de cuarto de Dom Doris (Lauren Weedman), el novio de Agustín Frank (OT Fagbenle) o el compañero de trabajo de Patrick Owen (Andrew Ley). – R. Lakunza

Echan de casa a un joven vitoriano de 21 años por ser homosexual

El Ayuntamiento de Vitoria ultima un protocolo contra las agresiones sexistas y reitera su apoyo a las víctimas

Manifestación por las calles de Vitoria, en el Día de orgullo gay

Manifestación por las calles de Vitoria, en el Día de orgullo gay

Un joven de 21 años, obligado a abandonar el domicilio familiar por ser homosexual. Esto es lo que aseguran que ha ocurrido en la capital alavesa la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, la Asamblea de Mujeres de Álava, Bilgune Feminista, Mugarik Gabe y otras asociaciones, que han pedido al Ayuntamiento que ponga en marcha el protocolo de actuación que anunció en noviembre en una declaración institucional en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales. “Se está trabajando en una solución”, ha indicado el Ayuntamiento.

Este miércoles, estos colectivos han señalado que el joven de 21 años fue expulsado de su casa por su padre por ser homosexual, pidió cita en los servicios sociales porque no tenía recursos pero hasta ahora no ha logrado “ninguna solución” aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos.

En este caso, el Ayuntamiento vitoriano ha mostrado su “total apoyo a las personas víctimas de cualquier tipo de violencia y su rechazo y condena ante el más mínimo atisbo de discriminación”. El Consistorio ha señalado que “son situaciones que se están atendiendo desde los Servicios Sociales y en este caso concreto ya se está trabajando una solución”. “En cualquier caso quiero defender a los profesionales de los servicios sociales que han sido cuestionados con acusaciones muy graves”, ha defendido la concejala de Políticas Sociales, Nerea Melgosa.

La institución municipal de Vitoria, de otro lado, ha asegurado que está ultimando un protocolo de atención para personas víctimas de homofobia y lesbofobia, para cuya elaboración ya se había invitado a un encuentro a las asociaciones que este miércoles han reivindicado la creación de dicho plan.

Un padre echa de casa a su hijo en Vitoria por ser homosexual

Grupos sociales exigen al Ayuntamiento un protocolo para atender a víctimas de homofobia

Un joven de 21 años de Vitoria fue expulsado de su casa por su padre por ser homosexual. Ocurrió en noviembre pasado y ahora está acogido por una familia que le ha cedido una habitación. El caso ha sido denunciado este miércoles por la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, que agrupa a varios colectivos que defienden a víctimas de homofobia y lesbofobia.

El joven estudiante vitoriano que tuvo que abandonar su hogar repentinamente. Su padre le echó por ser homosexual. “En menos de dos horas tuvo que recoger sus pertenencias en una maleta y una mochila”, ha denunciado hoy Garazi Ruiz Alvarado. Ya en la calle, el joven decidió pedir ayuda a las instituciones porque carecía de recursos para vivir por su cuenta, pero “tardó un mes en ser atendido”, han denunciado los colectivos sociales.

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria pidieron un “tiempo prudencial” para conocer al chico que había sido expulsado de casa, siempre según la versión ofrecida por los denunciantes. Hasta ahora no ha obtenido “ninguna solución”, aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos, por lo que tuvo que encontrar cobijo primer en casa de unos amigos y en la actualidad en la casa de una familia cercana, que le ha cedido la habitación destinada al bebé de la pareja.

Las asociaciones denunciantes han asegurado que este “no es un caso aislado” y que en Vitoria urge aprobar un protocolo para atender a las víctimas de la violencia motivada por la orientación sexual. Estas personas “se ven abocadas a entrar en el circuito de asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior y terminan entrando en una situación de exclusión social”.

El Consistorio ha asegurado en un comunicado que está ultimando un plan de actuación, en cuya elaboración se pretende recibir las aportaciones de los citados colectivos sociales. El Servicio de Igualdad considera que las intervenciones municipales relativas a los derechos de las personas LGTBI y la transversalización de la diversidad sexual y de género en las políticas públicas de igualdad deben contar con una estrategia participada y consensuada con personas especialistas y grupos activistas.

El Ayuntamiento ha mostrado su “total apoyo a las personas víctimas de cualquier tipo de violencia y su rechazo y condena ante el más mínimo atisbo de discriminación”. Con respecto al caso expulsado de casa por ser homosexual, ha indicado que los servicios sociales “ya están trabajando en una solución”.

Piden al Ayuntamiento de Gasteiz la creación de un protocolo de atención a víctimas de homofobia

Agentes sociales de la capital alavesa han reclamado al Consistorio de Gasteiz la creación de un protocolo de atención inmediata a víctimas de la homofobia. Han realizado esta petición tras denunciar la situación de desprotección social en la que se encuentra un joven de 21 años, expulsado de su casa por ser homosexual.

Rueda de prensa ofrecida en Gasteiz

Colectivos sociales de Gasteiz han reclamado al Ayuntamiento la creación de un protocolo de atención inmediata a víctimas de la homofobia, tal como recoge una declaración institucional aprobada por el Pleno el 6 de noviembre. La Plataforma por los Derechos Sociales, 7menos20, Kitzikan, Asamblea de Mujeres de Araba, Bilgune Feminista y Mugarik Gabe han realizado esta petición tras denunciar la situación de precariedad en la que se encuentra un joven de 21 años, que fue expulsado de su casa hace cuatro meses por ser homosexual.

Según han explicado Zuriñe Estíbaliz y Garazi Ruiz, el joven, que ha sido acogido de forma provisional por una familia cercana, ha acudido a los servicios sociales en busca de ayuda, pero le piden un año de empadronamiento independiente, entre otras condiciones. «A una persona que ha sido expulsada violentamente del domicilio familiar le es imposible conseguir estos requisitos», han destacado, y han advertido de que no se trata de un caso aislado.

«Hemos recogido información en círculos de trabajadoras y educadoras sociales, y les vienen a la cabeza casos parecidos, donde una persona joven es echada de su casa por ser gay, lesbiana, bisexual o transexual. Y de cómo se ven abocados a entrar en el circuito de la asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior, al no existir un protocolo de protección y atención a víctimas de esta violencia. Acaban siendo doblemente víctimas, de una agresión machista deleznable y de la abandono institucional», han alertado.

Asimismo, han mostrado su preocupación por la «falta de capacidad demostrada» por los Servicios Sociales de la capital alavesa para solucionar las necesidades con la ciudadanía. «Creemos que los Servicios Sociales tienen como misión principal la búsqueda de soluciones a las problemáticas sociales, y observamos con preocupación cómo en muchos casos, las personas que se ven abocadas a recurrir a los mismos encuentran más problemas en vez de soluciones», han añadido. Para acabar con esta situación, han reivindicado un «cambio integral» en el funcionamiento de los Servicios Sociales, fomentando la integración social en lugar de «criminalizar la pobreza y la exclusión social».

Un padre echa de casa a su hijo en Vitoria por ser homosexual

Diversas agrupaciones han reclamado hoy al Ayuntamiento de Vitoria la creación “inmediata” de un protocolo para atender a víctimas de la violencia motivada por la orientación sexual, después de dar a conocer que un joven de Vitoria 21 años fue echado de su casa por su padre el pasado mes de noviembre por su condición de homosexual.

Según han informado la Plataforma por los Derechos Sociales de Vitoria, la Asamblea de Mujeres de Álava, Bilgune Feminista, Mugarik Gabe y las asociaciones 7menos20 y Kitzikan, el joven pidió cita en los servicios sociales porque no tenía recursos (fue ayudado primero por un vecino y después por unos familiares) pero hasta ahora no ha logrado “ninguna solución” aunque ha mantenido varios encuentros con una trabajadora social y se ha dirigido a varios departamentos.

Las asociaciones denunciantes han subrayado que se trata de una víctima de homofobia y han asegurado que antes de este incidente era un estudiante “sin ningún problema previo”.

Han mostrado además su sospecha “más que fundada” de que no de trata de “un caso aislado” y han advertido de que los jóvenes echados de casa por su orientación sexual “se ven abocados a entrar en el circuito de asistencia social sin encontrar una mínima seguridad que les permita seguir con su vida anterior y terminan entrando en situación de exclusión social”.

Para evitarlo reclaman “un cambio integral” en el funcionamiento de los servicios sociales, la puesta en marcha “inmediata” del protocolo de atención a víctimas de la homofobia y que, en este caso concreto, el Ayuntamiento “se implique y se activen de manera inmediata los recursos que le permitan (al joven) llevar una vida digna”.

Las asociaciones han pedido al consistorio que ponga en marcha el protocolo de actuación que anunció en noviembre en una declaración institucional en favor de los derechos de gais, lesbianas y transexuales.

En aquella ocasión el Ayuntamiento se comprometió a desarrollar un protocolo de actuación integral para aquellos que sufrieran agresiones, discriminación o violencia por su orientación sexual o identidad de género. El consistorio apostó además por formar a la Policía Local y al resto de funcionarios para prevenir, detectar y atender casos de delitos por homofobia y para garantizar la igualdad de trato.

Documento en marcha

Desde el Ayuntamiento de Vitoria se ha asegurado que está ultimando un protocolo de atención para personas víctimas de homofobia y lesbofobia, para cuya elaboración ya se ha invitado a un encuentro a asociaciones.

Asegura el Ayuntamiento que la semana pasada se invitó al colectivo LGTBI a trabajar la incorporación de perspectiva de género.

El Servicio de Igualdad considera que las intervenciones municipales relativas a los derechos de las personas LGTBI y la transversalización de la diversidad sexual y de género en las políticas públicas de igualdad deben contar con una estrategia participada y consensuada con personas especialistas y grupos activistas.

Sam Smith y el cantante TayTay Starhz, algo más que buenos amigos

Sam Smith y TayTay Starhz

Sam Smith está de moda. Si hace unos días el cantante ganó su primer Oscar por la canción “Writing’s on the Wall” perteneciente a la banda sonora de la película Spectre, ahora es su vida privada la que sitúa al cantante en el foco mediático.

Después de proclamar ante los asistentes que dedicaba su estatuilla a la comunidad LGTB y afirmar que era el primer homosexual en recibir tal reconocimiento –aunque no fuese realmente así– parece que ahora no le faltan pretendientes.

Aunque el cantante no se ha pronunciado al respecto, algunas fuentes aseguran al periódico The Sun que mantiene una relación ‘especial’ con TayTay Starhz, integrante de la banda Franklin Lake: “Sam está con Tay, pasan mucho tiempo juntos“. Sin embargo, el entorno de Smith lo desmiente.

Una actitud cariñosa que los amigos niegan

Los rumores se apoyan en que la ‘pareja’ fue vista en un bar del centro de Londres en una actitud un tanto cariñosa. “Sam agarraba a Tay cuando pensaba que nadie lo estaba viendo y terminaron en un club a las cinco de la mañana”, cuenta la fuente al periódico inglés.

Sin embargo, los amigos cercanos de Smith afirman que sólo hay amistad: “Sam y TayTay salieron con un grupo de personas, incluyendo miembros de la banda de Sam, simplemente tuvieron una noche de diversión…”

El intérprete de Spectreconfesó que nunca había tenido una relación con un hombre hasta 2014 y aseguró que está cómodo solo. TayTay, catalogado como bisexual, fue imagen de portadas al besar en público a la presentadora de televisión Zoe Ball, en un club de Londres el año pasado.

Dos detenidos por secuestros exprés en la zona de encuentros sexuales cercana al embalse

Los dos autores, ya en prisión tras detenerles la Ertzaintza, retuvieron durante varias horas a una de las víctimas para burlar el límite diario de su tarjeta de crédito

En una modalidad delictiva inédita por estos lares, dos jóvenes de 34 y 18 años, ambos vecinos de la localidad alavesa de Alegría, se hicieron pasar por practicantes de ‘cruising’ (sexo espontáneo en espacios abiertos) para secuestrar, extorsionar y robar a, al menos, dos personas. La Ertzaintza les atrapó el viernes, y el Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria ordenó al día siguiente su ingreso preventivo en la prisión provincial de Álava. Sin embargo, su ‘modus operandi’ ha sorprendido sobremanera tanto en la comisaría de Portal de Foronda como en el Palacio de Justicia.

Estos dos supuestos delincuentes acudieron a una zona cercana al embalse de Ullibarri conocida entre el colectivo gay local por los escarceos sexuales espontáneos. Básicamente, desconocidos merodean por senderos y, si surge la chispa, mantienen relaciones. Al acabar, cada uno sigue su camino.

Todo indica, describen fuentes policiales, que una vez iniciado el contacto, sobre las 20.30 horas del viernes 5, uno de estos sujetos intimidó con un cuchillo a sus víctimas. Al menos a uno de ellos le obligaron a ir hasta el lugar donde tenían aparcado el coche. Dentro esperaba el cómplice.

Desde allí, y siempre en contra de su voluntad, le trasladaron a Vitoria con la cara tapada con una bufanda. Bajo coacciones y amenazas de muerte le quitaron la documentación y las tarjetas de crédito. Insistieron en el acoso para que les facilitara los códigos de acceso.

Una vez conseguidos –siempre según los medios consultados–, iniciaron un recorrido por varias entidades bancarias. Un secuestrador permanecía en el interior del vehículo con la víctima, mientras que el otro sacaba dinero del cajero automático. Hay grabaciones de varias cámaras de seguridad que le muestran con nitidez. Pero se encontraron con un imprevisto. La tarjeta tenía un tope de 600 euros diarios.

Ni cortos ni perezosos dejaron pasar las horas. Hasta que llegó el siguiente día, el sábado 6. El sistema de seguridad de la tarjeta ya dejaba volver a sacar dinero. Extrajeron otros 600 euros y pusieron rumbo hacia el pantano. Abandonaron a la víctima en una zona cercana al punto de su primer contacto.

Imágenes de las cámaras

Repitieron idéntico “modus operandi” con otra persona, a la que también lograron engañar y robarle dinero.

Nada más tener conocimiento de estos sucesos, agentes de la unidad de Investigación de la comisaría de Portal de Foronda trataron de aclarar lo ocurrido. La revisión de las grabaciones de los cajeros donde sacaron el dinero enseguida les puso sobre la pista. Las pesquisas dieron sus frutos y, la tarde del viernes, los agentes arrestaron al hombre de 34 años en su domicilio de Alegría. Unos pocos minutos más tarde, pero en Judimendi, fue atrapado su cómplice, un joven de 18 años.

La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria decretó el sábado su ingreso preventivo en prisión acusados de un delito de detención ilegal y de otro de robo con violencia.

El colectivo LGTB sigue dentro del armario en las empresas españolas

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España es un país que en comparación a otros ha ido un paso por delante respecto a la comunidad LGTB. Desde que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero aprobara en 2005 la ley del matrimonio homosexual, conviertiéndose en el cuarto país del mundo en hacerlo (tras Holanda, Bélgica y Canadá), es uno de los países preferidos por este colectivo, con Madrid y Barcelona como destinos preferentes. De hecho  según un estudio del Pew Research Center, España es el país de mayor aceptación de la homosexualidad en el mundo (88%), superando a Alemania (87%) o República Checa (80%).

Pero esta aceptación no lleva implícita la ausencia de homofobia, y en ese terreno España todavía debe avanzar. Los últimos datos oficiales del Ministerio del Interior cifraron los delitos de odio en 1.285, de los cuales 513 tenían que ver con la orientación sexual. En las plantillas una denuncia generalizada es la homofobia presente, por la que muchas personas “vuelven al armario”, por ejemplo, cuando cambian de trabajo. Esa es la consecuencia más directa de lo corroborado por  un estudio de Ben Capell, investigador de la Esade Business School, que concluía que el 60% de las personas del colectivo LGTB habían sufrido algún tipo de discriminación en el trabajo en los dos años anteriores.

Y, es que, si hay dos ámbitos en los que queda mucho por avanzar son el deporte y el mundo empresarial, con multitud de estigmas negativos hacia la comunidad LGTB y donde sigue sin estar normalizada su inclusión. Los países anglosajones están afrontando con decisión el problema con programas especiales para incluir la diversidad de estos colectivos en las grandes empresas.

La revista ‘The Economist’, un auténtico laboratorio de ideas en el mundo económico a nivel mundial, está generando durante las últimas semanas un debate sobre la inclusión. Bajo la pregunta “ ¿Deben las empresas trabajar por los derechos de la comunidad LGTB en la sociedad o centrarse solo en sus empleados?“, los expertos dan su visión, completada con las opiniones vertidas en Twitter bajo la etiqueta #EconPride.

Aparte de ser un debate presente en la sociedad anglosajona, también se monitoriza la inclusión. Por ejemplo, la mayor organización que lucha por los derechos del colectivo LGTB en Estados Unidos, Human Rights Campaign, realiza cada año un índice para evaluar a las empresas según sus políticas de inclusión con esta comunidad. En las conclusiones, 11 de las 20 compañías americanas más valiosas, entre las que se incluyen Wal-Mart o General Motors, obtienen la máxima puntuación en el informe por sus buenas prácticas. Una de las cuestiones que más controversia genera es preguntar a los empleados por su orientación sexual, algo que, como explica Bloomberg, puede ser necesario para las grandes compañías cuando, por ejemplo, envían a sus trabajadores a uno de los 76 países donde la homosexualidad es un crimen. Sin embargo, la petición de este tipo de datos puede ser un atentado a la privacidad de los empleados.

The Guardian recopiló acciones de las corporaciones que ayudan a normalizar la presencia de personas LGTB en las plantillas, como informar a todos los empleados sobre todas las orientaciones sexuales existentes para saber sus diferencias y reivindicaciones concretas, hacer un uso del lenguaje inclusivo -como preguntar a un compañero si tiene pareja, en vez de si tiene novio o novia- y dar visibilidad y apoyo a las personas LGTB, especialmente a los líderes, para demostrar que la orientación sexual no es impedimento para avanzar en la organización.

El ejemplo de Tim Cook

En este último punto se hace mucho hincapié en el mundo anglosajón, con grandes líderes empresariales que revelan su orientación sexual para normalizar una situación que no debería despertar fobias. El más poderoso y conocido es Tim Cook, CEO de Apple y que en un texto publicado en la revista Bloomberg Businessweek reveló estar “orgulloso de ser gay”. Cook esgrimió que “si saber que el consejero delegado de Apple es gay puede ayudar a alguien a reconocer su propia sexualidad o puede hacer sentir mejor a alguna persona que esté sola o inspirar a más gente a luchar por la igualdad, entonces siento que el sacrificio de mi propia privacidad vale la pena”.

No obstante, la normalización de la comunidad LGTB no es solo necesaria en el mundo empresarial de puertas para dentro, sino que también es una línea estratégica de negocio. Business Insider recopiló varios datos que muestran el poder económico de este colectivo en Estados Unidos. Aparte de los 800.000 millones de dólares que representa este mercado, estiman que la media de ingresos en sus hogares es un 23% superior a la media, el 26% está dispuesto a pagar más por marcas de calidad y el 40% se compró un smartphone el año pasado. Las cifras demuestran un alto nivel adquisitivo y las empresas no quieren dejar pasar esta oportunidad.

España necesita avanzar en la normalización

En España la situación es muy diferente. Si bien hay una amplia aceptación del colectivo LGTB en la sociedad, en el ámbito empresarial todavía hay barreras para esta comunidad. Contra esto luchan desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), a la que llegan “dudas por los derechos en el ámbito laboral -paternidad, maternidad, matrimonio pero también denuncias por discriminación”. Así lo explica Uge Sangil, responsable del área laboral en la organización y que explica como se manifiesta la homofobia en las plantillas, “con casos de baja intensidad como el insulto hasta los más graves como cambios de funciones, negación de las promociones, reducción del salario o el acoso”.

Sangil denuncia que en la empresa privada todavía queda mucho por hacer, como “usar un lenguaje inclusivo, incluir en las faltas la homofobia y otras medidas similares”. Pero también en el sector público, en el que las mujeres sufren más discriminación y donde pide que se incluyan “en el Estatuto de los Trabajadores y las normativas laborales, indicaciones como las que existen contra la violencia de género”.

Una de las empresas privadas que mejor trabaja por evitar comportamientos homófobos es el portal inmobiliario Idealista, entre otras cosas por iniciativa de sus fundadores, los hermanos Jesús y Fernando Encinar, ambos homosexuales, y que desde un primer momento quisieron hacer del espacio de trabajo un lugar diverso y tolerante. Para Fernando, “Idealista fue revolucionaria desde el principio porque apostamos por la diversidad e incluimos al colectivo LGTB. Por ejemplo, allá por el año 2000, en la fiesta del Orgullo Gay poníamos la banderita al lado de nuestro logo, y eso generaba discusiones ya que era un época difícil y no estaban normalizadas otras orientaciones sexuales con el Gobierno de Aznar”.

Según el cofundador de Idealista, la clave está en “normalizar lo que ya de por sí es normal”, que en el ámbito laboral alguien pueda hablar libremente de su orientación sexual. A día de hoy, “es habitual que los jefes conozcan el equipo de fútbol favorito de sus empleados pero no si les gustan los hombres o las mujeres, y eso es un problema”, apunta. “Me han llegado historias de personas que en el trabajo, al hablar por teléfono con su pareja la feminiza o masculiniza para ocultar su condición, y eso es algo que nunca debería ocurrir”.

Si Estados Unidos tiene un gran líder empresarial como Tim Cook que ha mostrado abiertamente su condición LGTB, España adolece todavía de representantes en los puestos más altos. “Mi hermano Jesús sigue saliendo en todos los ránkings porque hay pocos empresarios que hayan declarado una orientación que no sea heterosexual, y la mayoría son del ocio, pero, por ejemplo, no se sabe nada de los grandes directivos del Ibex 35. No obstante, pienso que la normalización e inclusión en las empresas debe ser una apuesta de arriba a abajo”.

Labor incipiente

A nivel general, y en aras de mejorar la inclusión en las compañías, existen iniciativas como el Grupo Empresas Gay Friendly, nacido hace cuatro años y al que pertenecen más de 1.500 empresas. Jokin Egaña, uno de los responsables del grupo, cuenta que parte de su actividad pasa por “hacer charlas a los empleados, a las que intentamos siempre que vayan los miembros de la dirección”. Con su labor intentan advertir contra prácticas que van “desde el acoso hasta el bullying, pero también luchamos contra muchos prejuicios. Hay aspectos sutiles y que se notan en el tratamiento, que muchas veces no es el adecuado”. Pese a la gran cantidad de asociados, Egaña denuncia que “solo hemos llegado a pequeñas y medianas empresas”, y por eso anuncia que van a llevar a cabo un Congreso “para atraer a las grandes empresas, que también necesitan aplicar políticas inclusivas”.

Los lentos avances en la inclusión y normalización de la comunidad LGTB en el espacio laboral contrastan con la apuesta empresarial cada vez más fuerte por la clientela de este segmento. Juan Pedro Tudela, fundador de Diversity Consulting International, es uno de los empresarios homosexuales más reconocidos y también figura entre los organizadores de Fitur Gay LGBT. Sobre su experiencia en la feria, creada con el objetivo de “a cercar a las empresas del mundo hetero al mundo gay, para que capten ese tipo de clientes”, resalta que “empezamos cuatro expositores y ahora hay más de 200 marcas representadas y unos 40 stands, con patrocinadores como Iberia o Coca Cola”. Sin embargo, no olvida que muchas “entran principalmente en el segmento por el dinero y el valor añadido que les aporta incluir al colectivo LGTB en su negocio”.