La joven española retenida en Turquía señala motivos homófobos en su detención y en la de su novia

La pareja denuncia un trato “inesperado e inhumano” en este país, del que fueron deportadas el pasado fin de semana

María Jimena Rico junto a su pareja, Shaza Ismail. VÍDEO: ATLAS. FOTO: EFE (CARLOS DIAZ)

Han pasado dos semanas en las que cada paso se convirtió en “una emoción y en un miedo nuevos”. Jimena Rico, española, y su pareja, Shaza Ismail, de nacionalidad egipcia, pasaron tres días incomunicadas en un centro de detención de Estambul (Turquía), ciudad a la que llegaron huyendo desde Dubai (Emiratos Árabes Unidos) del padre de Shaza, que supuestamente no aceptaba la orientación sexual de su hija. El arresto en Turquía se produjo porque “aparentemente” hubo una denuncia de terrorismo, aunque Jimena, este martes, se ha mostrado convencida de que también existieron motivos homófobos. “Por ser mujeres y lesbianas”, ha dicho en rueda de prensa en Torrox, pueblo malagueño en el que viven sus padres. “No ocultamos en ningún momento lo que somos”. Shaza ha apuntado a que el trato en este país fue “inesperado e inhumano”.

Faltan detalles para reconstruir completamente la huida por Dubai, Georgia y Turquía de las dos chicas. Por consejo de su abogada, aún no pueden desvelar completamente su odisea. Ismail está en España con un permiso de estancia temporal y trabajan para que pueda permanecer en el país. Uno de los planteamientos es pedir asilo político porque su vida correría peligro en el emirato por su orientación sexual. La pareja está estudiando acciones judiciales, aunque no han concretado cuáles ni contra quién. Según Jimena, en Turquía, tras su arresto, firmó documentos “sin saber lo que estaba firmando” y la Embajada española en este país no tuvo conocimiento de que estaba detenida hasta que su familia puso la denuncia ante la Guardia Civil y empezó el ruido mediático. Tanto ella como su familia solo tienen palabras de agradecimiento hacia el Gobierno español.

La pesadilla por la que han pasado se inició el pasado 14 de abril. Jimena, de 28 años, y Shaza, de 21, son pareja desde finales de 2016. Ese día volaron desde Londres, donde ambas residen, a Dubai supuestamente “engañadas” porque el padre de Shaza les dijo que su madre estaba muy enferma. La joven egipcia había revelado hacía poco a su familia que era homosexual. Una vez en el emirato, con lo que se toparon fue con supuestas amenazas de muerte y con una denuncia contra Shaza ante las autoridades. “Su padre la quiere, lo sé, pero la mente es tan cerrada que no lo puede comprender”, ha subrayado Jimena.

Las chicas lograron escaparse y llegar hasta Georgia. En el aeropuerto de Tiflis, la capital, pensaban coger un vuelo de regreso a Londres, pero fueron interceptadas por el padre de Shaza y otros familiares que querían llevar a la chica de vuelta a Dubai. Se produjo un altercado en el que tuvo que mediar la policía, que fue quien trasladó a las dos jóvenes hasta la frontera turca.

La llegada a Turquía

Según ha contado Jimena, con doble nacionalidad española y argentina, Shaza tiene dos pasaportes (egipcio y dubaití) y el padre de esta, en la refriega en Georgia, le “rompió” el visado con el que podía permanecer en Londres. Ha desmentido, tal y como trascendió en un primer momento, que entraran en Turquía indocumentadas. El hombre les quitó los pasaportes, pero los recuperaron. Ambas tramitaron un visado on line para acceder a este país y su situación era “legal”. En este punto del viaje irrumpe una de las lagunas de la historia, detalles que la pareja ha preferido no contar.

Viajaron hasta Samsun (Turquía), donde estuvieron retenidas durante 12 horas, y una vez en libertad, se desplazaron en autobús hasta Estambul, donde pensaban ponerse en contacto con el Consulado español para salir del país. Aparentemente, estuvieron controladas en todo momento, porque la policía turca las detuvo nada más llegar a esta ciudad. Esto ocurrió el pasado 24 de abril, lunes, que es cuando la familia de Jimena perdió el contacto con ella y denunció su desaparición ante la Guardia Civil.

Su estancia en el centro de detención turco es el capítulo en el que menos han profundizado las chicas (Shaza no habla español). Estuvieron tres días incomunicadas, hasta el jueves, cuando fueron trasladadas a otras dependencias para su deportación. Jimena ha contado que “robó” el teléfono de una mochila (al parecer estaba “esposada”) y pudo ponerse en contacto con su hermana María del Valle. La joven, además, peleó todo lo que pudo para que Shaza también fuera trasladada a España. “Me llamaron cuatro veces (…) Y les dije que si no me iba con ella, no me iba”, ha subrayado. “En un primer momento perdí la esperanza, pero sabía que nunca se iba a ir sin mí”, ha corroborado la joven egipcia.

Quedaron en libertad el viernes, al día siguiente de ser localizadas, y llegaron a Barcelona alrededor de la medianoche. “No nos lo creímos hasta que no estuvimos en el aeropuerto”, ha dicho Jimena, sobre el final de la pesadilla que ha vivido junto a su novia. Ahora descansan con la familia en Torrox, donde este martes han sido recibidas por el alcalde, Óscar Medina. Piensan quedarse en España y la prioridad es regularizar la situación de Shaza. Entre sus planes, además de buscar trabajo, está casarse. Y Jimena quiere que esta historia “pueda ayudar a los homosexuales” y “a cambiar las cosas” en los países árabes. En el fondo, ha confesado, se siente “afortunada”, porque su situación no ha sido tan mala como la del resto de la gente con la que ha estado en el centro de detención turco.

Las autoridades turcas tienen retenida a la española desaparecida

imena, a la derecha, con su novia Shaza, en una imagen cedida por su familia. E. M.

Jimena Rico Montero, la joven desaparecida desde el pasado domingo con su novia en Turquía, se encuentra con vida. Las autoridades de este país la mantienen retenida, según ha explicado en las redes sociales una portavoz de la familia y ha confirmado a Canal Sur el padre de la chica.

Esta portavoz ha explicado que la joven de Torrox (Málaga), de 28 años, acaba de contactar con la familia. En su cuenta de Facebook ha indicado: “Aviso importante. Jimena acaba de contactar con la familia. La tienen retenida las autoridades de Turquía. Ahora las están trasladando a otro lugar, pero no sabemos dónde. Sabemos que está viva”.

La familia respira aliviada cuatro días después de que perdieran la pista a su hija en Estambul, donde Jimena había llegado con su novia, Shaza, huyendo de la familia de ésta, que la había denunciado por su relación homosexual en Emiratos Árabes, donde es delito. Casi al mismo tiempo, el padre confirmaba a Andalucía Directo la noticia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se encuentra colaborando con las autoridades turcas. La chica se encontraba en Estambul y la madre denunció su desaparición tras perderle la pista. La joven se encontraba en Turquía junto a su pareja, una mujer de nacionalidad egipcia con la que había huido de Dubái (Emiratos Árabes) tras ser denunciada esta por su propia familia debido a su relación homosexual.

Fuentes diplomáticas han asegurado a Europa Press que la familia de María Jimena se había puesto en contacto con el Consulado General de España en Turquía y este mismo organismo se había puesto a su disposición para llevar a cabo todas las operaciones necesarias para dar con la joven. Además, han informado de que Exteriores se encuentra trabajando sobre el caso con gestiones ante las autoridades turcas.

En la denuncia, a la que tuvo acceso Europa Press, la madre de la desaparecida, Ramona Teresa Montero, señaló que, en torno a las 22.15 horas de este pasado domingo, mantuvo una conversación telefónica con su hija, que le explicó que se encontraba en la localidad turca de Samsun a punto de tomar un autobús con destino a Estambul.

Según el relato de la madre, la joven le advirtió de que, si no volvía a tener noticias suyas antes del mediodía del lunes, se pusiese en contacto con la Embajada porque “algo malo le había pasado”, y desde ese momento no ha vuelto a tener contacto con su hija.

La familia de Jimena ha denunciado ante la Guardia Civil su desaparición en Estambul “Le dije a mi hermana que volviera sin su novia, pero no quiso dejarla sola”

Jimena, a la derecha, con su novia Shaza, en una imagen cedida por su familia

Jimena Rico Montero, 28 años, ya sabía el domingo pasado que corría peligro por una historia de amor complicada. Fue la última vez que habló con su madre, Ramona, y su hermana María, las dos en Torrox (Málaga), mientras ella iba de camino a Estambul con su novia, Shaza, de una familia egipcia de cierto poder en los Emiratos Árabes Unidos.

El padre de Shaza ya les había advertido, según cuenta María a EL MUNDO, que estaban denunciadas por mantener una relación homosexual en Dubái, donde es un crimen. Pensaron que Turquía, en ese momento, era su salvación. El lunes, Jimena llamó a su compañera de piso en Londres a las 9.30 de la mañana para pedirle los datos de la reserva del hotel en Estambul que le habían hecho desde Gran Bretaña. Jimena avisó de que se empezaran a preocupar por ella si no se registraba en el hotel. Nunca lo hizo. La familia puso ayer por la mañana una denuncia en la comandancia de la Guardia Civil de Torrox por su desaparición.

El plan pasaba por pedir ayuda en el consulado español para salir del país ya que, según contó Jimena, el padre de su novia les había roto los pasaportes en el aeropuerto de Tiflis (Georgia), donde les había seguido desde Dubái. El domingo por la noche, María le dijo a su hermana que cogiera un avión para España. Ella sola. «Pero no quiso. Sabía que el padre de Shaza les había denunciado y no quería abandonarla. De hecho, el padre le dijo a mi hermana que le había comprado un billete para que volviera a Londres sola», explicaba el miércoles por la noche María desde su casa en Torrox, sin noticias de su hermana varias horas después de la denuncia.

Desaparecida una joven española en Turquía junto a su novia, natural de Egipto

«Se conocieron en octubre en un bar de copas en el que trabajaba Jimena. Shaza estaba con dos guardaespaldas en la zona VIP», explica sobre el encuentro de las dos chicas María. Pero la chica egipcia, de 30 años, no residía habitualmente en la capital británica. No han vivido mucho juntas y Shaza no ha visitado a la familia de Jimena en Málaga. Cuando se conocieron, la egipcia estaba de vacaciones en Londres. Más tarde, fue Jimena la que se fue a Dubái a pasar una temporada. Luego, regresó a Londres y Shaza «volvió con un visado para hacer un máster que le consiguió el padre porque quería estar con mi hermana», continua María, pendiente de los mensajes del WhattsApp que sólo preguntan por novedades y no las aportan, según explicaba, rompiendo la conversación.

¿Por qué fueron a Georgia? «Según me explicó Jimena, porque en el bar donde había trabajado alguna época en Dubái conoció a dos chicos de allí que les aseguraron que sus familias les protegerían, pero no sé por qué no se volvieron a Londres».

Fue hace poco cuando, estando ya juntas en Londres, Shaza decidió darle la noticia a su familia desde la seguridad de la distancia: estaba enamorada y era una mujer. Al poco, el padre le dijo que tenía que regresar a Dubái porque su madre estaba muy enferma. «Hasta hizo un montaje fotográfico», explica María. Cuando se dieron cuenta de las intenciones del padre, emprendieron la huida. Una hermana de Shaza le dijo a María por Facebook que seguía sin saber nada de su padre ni de su hermana. El móvil de Jimena está apagado. La historia de amor que empezó en un bar de copas de Londres ha vivido su último capítulo en Estambul, paso previo por Dubái, donde su relación es delito.

Una familia de Málaga denuncia la desaparición de una joven que huía del padre de su novia

Jimena Rico viajaba con su pareja, de nacionalidad egipcia, e intentaba abandonar Turquía

Jimena Rico y su pareja Shaza. ATLAS

Una familia de Torrox (Málaga) ha denunciado ante la Guardia Civil la desaparición de Jimena Rico Montero, una joven de 28 años residente en Londres desde hace cuatro años. La última comunicación de la chica, con la compañera con la que comparte piso, se produjo el pasado lunes por la mañana, a las 9.38. Tanto su madre como su hermana temen que le haya podido pasar algo porque se encontraba en Turquía huyendo del padre de su novia, de nacionalidad egipcia, que supuestamente no admitía la condición sexual de su hija, no autorizaba la relación y la habría amenazado de muerte. La pareja viajaba junta.

La denuncia se presentó este martes y la familia está también en contacto con la embajada española en Turquía, ha explicado la hermana de la joven desaparecida, que tiene doble nacionalidad española y argentina. La Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de momento no ofrece información sobre el asunto. La familia habló con ella por última vez el domingo por la noche, unas horas antes de que contactara con su compañera de piso, y les dijo que, en el momento en que no diera señales de vida, “avisaran a la policía y a las autoridades porque podría haber pasado algo”, según ha adelantado la Cadena Ser.

La madre y la hermana de Jimena relatan lo que ha pasado en los últimos días, según les ha ido contando ella. La pareja, con una relación desde finales de 2016, habría volado “engañada” desde Londres hasta Dubai, donde está asentada la familia de la chica egipcia, llamada Shaza. Les dijeron que la madre estaba enferma. Una vez allí, el padre habría amenazado de muerte a su hija por mantener una relación homosexual y la denunció ante las autoridades de su país. Las dos jóvenes huyeron a Georgia e intentaban coger un vuelo hacia la capital inglesa cuando, al parecer, llegó el padre. María del Valle, hermana de la desaparecida, cuenta que se trata de un hombre “poderoso” que va con escolta.

Esto ocurrió el pasado jueves. Se produjo un altercado en el que intervino la policía, aunque las dos mujeres lograron zafarse y se dirigieron hasta la frontera turca. Cogieron un autobús hasta la ciudad de Samsun, donde también estuvieron durante horas y pasaron varios controles policiales, y después se desplazaron a Estambul. Jimena contactó con su compañera de piso el lunes a las 9.38, nada más llegar a esta ciudad, y le dijo que se dirigían hacia un hotel y después al consulado español, aunque no llegaron a ninguno de los dos destinos. Desde entonces no se sabe nada de ellas.

Buscan a una joven que huía de las amenazas de muerte del padre de su novia egipcia

MADRID. La familia de María Jimena se ha movilizado en las redes sociales para intentar localizarla y ha pedido ayuda a las autoridades españolas.

Fuentes del Ministerio de Exteriores han informado de que la familia ha estado en contacto con el consulado general.
Este consulado se ha puesto a su disposición y trabaja sobre el caso “con gestiones ante las autoridades turcas que son las responsables de la búsqueda”, según las mismas fuentes.

La familia de la joven pidió ayer ayuda a Exteriores y a las autoridades españolas para localizar a María Jimena, de la que no saben nada desde el lunes cuando, con su pareja, con la que huyó de Dubái tras ser denunciada por homosexualidad, se dirigía supuestamente a un hotel en Estambul y a la embajada española.

La hermana de la joven, María del Valle Rico, explicó a Efe que, a través de Facebook, se ha puesto en contacto con la familia de la novia de su hermana, Shaza Ismail, pero le han dicho que ellos tampoco tienen noticias de su hija.

“No sé si creerles porque he intentado hablar con el padre de Shaza y no me dan su contacto, y me aseguran que continúa en Georgia, hasta donde persiguió a mi hermana y a su hija cuando huyeron de Dubái”, añadió.

María Jimena Rico, de 28 años, nacida en Argentina y de padre español, viajó junto a su novia hasta Dubái para visitar a la madre de esta última, que, al parecer, estaba enferma, pero resultó ser un plan orquestado por su padre para retener a la egipcia en ese país, en el que reside la familia, según indicó su hermana.

Al enterarse las dos jóvenes de que los padres la habían denunciado por homosexualidad, consiguieron huir en avión hasta Georgia, donde permanecieron tres días en casa de unos amigos.

Cuando estaban en el aeropuerto para coger un vuelo hasta Londres, ciudad en la que trabaja Rico actualmente, apareció el padre de su novia, que quiso llevarla a la fuerza y rompió su pasaporte, además de amenazarlas de muerte, según la familia de la malagueña.

Por estos hechos fueron detenidos tanto el padre como la pareja y, una vez puestas en libertad, llegaron a la frontera de Turquía, donde después de varios intentos de entrada, lograron coger un autobús hasta la localidad de Samsun.

Al llegar allí, fueron detenidas por la policía turca y acusadas de terrorismo, al menos durante doce horas, pero finalmente fueron liberadas y trasladadas a la estación de autobuses, para trasladarse hasta Estambul, donde tenían reservado un hotel al que no llegaron.

Su hermana afirmó que en su última comunicación, María Jimena había pedido a la familia que se pusieran en contacto con las autoridades si dejaban de tener noticias de ella, ya que se sentía amenazada y temía por su vida.

Desaparece una española en Turquía tras ser perseguida por el padre de su novia egipcia

La pareja ha huido después de que el progenitor tratara de que fuera detenida en Dubái tras denunciarla por su homosexualidad, una orientación sexual que está castigada con pena de muerte en el país de los Emiratos Árabes

 

Inquietante desaparición la denunciada ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Torrox (Málaga) por una familia del municipio. María Jimena Rico Montero, una joven de 28 años nacia en esa localidad y que vive en Londres, permanece desaparecida desde el pasado lunes por la mañana cuando se le perdió la pista en la ciudad turca de Estambul. Según ha explicado este miércoles su hermana, María del Valle, la joven viajó hasta Dubái el pasado fin de semana, el país de residencia de su pareja sentimental, otra joven de unos 30 años llamada Shaza, de nacionalidad egipcia.

Lo hicieron engañadas por el padre de ésta, que les dijo que la madre estaba muy enferma, aunque en realidad lo hizo para que fuera detenida tras denunciarla por su homosexualidad, una orientación sexual que está castigada con pena de muerte en el país de los Emiratos Árabes. Cuando supieron la intención del padre, las dos jóvenes huyeron, cogiendo un vuelo hasta Georgia, con intención de regresar a Londres. Sin embargo,el hombre, de nacionalidad egipcia, las persiguió teniendo un incidente en el aeropuerto de la capital georgiana, Tiflis, donde las agredió y les rompió los pasaportes.

Tras pasar más de diez horas retenidas por la policía georgiana, consiguieron poner rumbo por carretera en dirección a Estambul, a donde llegaron el pasado lunes. A las 9.36 de la mañana María Jimena Rico Montero llamó a una compañera de piso en Londres, que le había reservado un hotel en la ciudad turca, y donde tenía previsto acudir a la embajada española para pedir ayuda para salir del país. En ese momento se le pierde la pista. «Por lo visto nunca llegó al hotel, ni a la embajada, el móvil lo tiene apagado y en la embajada nos dice que están buscándola que ya han dado orden a la Interpol», ha explicado muy afectada su hermana María del Valle. «He conseguido hablar por el chat de Facebook con una hermana de Shaza y me dice que no sabe nada de su padre ni de su hermana», ha relatado angustiada.

La familia Rico Montero procede de Argentina, a donde emigró el padre desde Torrox hace varias décadas. Son tres hermanas y un hermano. Desde hace quince años viven en Torrox. La joven desaparecida se marchó a Londres hace cuatro para trabajar. Fuentes de la Guardia Civil han calificado de «muy inquietante la desaparición», por las circunstancias en las que se ha producido por la actitud del padre de la joven egipcia.

Una española desaparece en Turquía perseguida por el padre de su novia egipcia

Una vecina de Torrox (Málaga) ha denunciado ante la Guardia Civil la desaparición de su hija en Turquía, país al que llegó tras huir con su novia, de nacionalidad egipcia, desde Dubái, donde ésta había sido denunciada por su familia por su relación sentimental.

La denunciante, Ramona Teresa Montero, de nacionalidad argentina, ha afirmado que no sabe nada de su hija, María Jimena Rico, nacida también en Argentina y de padre español, desde el pasado lunes, cuando ésta y su pareja se dirigían supuestamente a un hotel en Estambul y a la Embajada española.

En la denuncia, a la que ha tenido acceso Efe, la madre alertó de que su hija, de 28 años, le había pedido a la familia que se pusiera en contacto con las autoridades si dejaban de tener noticias de ella, ya que se sentía amenazada de muerte por el padre de su pareja.

Según el relato, Rico, que trabaja actualmente en Londres, y su novia viajaron hasta Dubái para visitar a la madre de esta última, que, al parecer, estaba enferma, pero resultó ser un plan orquestado por su padre para retener a la egipcia en ese país, en el que reside la familia.

Al enterarse las dos jóvenes de que los padres la habían denunciado por homosexualidad, consiguieron huir en avión hasta Georgia, donde permanecieron tres días en casa de unos amigos.

Cuando estaban en el aeropuerto para coger un vuelo hasta Londres, apareció el padre de la novia, que, según la denuncia, quiso llevársela a la fuerza y rompió el pasaporte de Rico, además de amenazarlas de muerte.

Por estos hechos, fueron detenidos tanto el padre como la pareja y, una vez puestas en libertad, llegaron a la frontera de Turquía, donde después de varios intentos de entrada lograron coger un autobús hasta la localidad de Samsun.

La madre ha señalado que, al llegar allí, fueron detenidas por la Policía turca y acusadas de terrorismo, al menos durante doce horas, pero finalmente fueron liberadas y trasladadas a la estación de autobuses, para viajar hasta Estambul, donde tenían reservado un hotel al que no llegaron.

María del Valle Rico, hermana de la desaparecida, ha manifestado a Efe que se han puesto en contacto con las embajadas de España y Argentina en Turquía, pero por el momento “no hay novedades”.

“A medida que pasan las horas crece nuestra inquietud, porque nos dijo que avisásemos a la autoridades si no teníamos noticias de ella, ya que temía por su vida”, ha agregado.

La FELGTB convoca movilizaciones para denunciar la existencia de campos de concentración para gais en Chechenia

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales también pide al Gobierno de España que condene la violación de derechos humanos en Chechenia y las terribles declaraciones de odio al colectivo LGTB.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales ha convocado diversas manifestaciones a lo largo y ancho de España para solidarizarse y denunciar la situación de persecución que viven las personas gais en Chechenia. La organización, compuesta por más de 40 entidades LGTBI, pide al Gobierno de España que condene públicamente la violación de los derechos humanos que está sufriendo este colectivo esta república de la Federación Rusa, tal como ya lo han hecho ya Reino Unido, Suecia, Francia o EEUU, entre otros.

Según la FELGTB, a estos actos de protesta, que tendrán lugar el próximo 25 de abril, se han sumado ya ciudades como Alicante, Cádiz, Córdoba, Huelva, Madrid, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla y Tarrasa y confían en que en los próximo días se vayan sumando más ciudades.

​Las movilizaciones de solidaridad están motivadas por las tremendas noticias que se han publicado en los últimos días en diversos medios de comunicación sobre la existencia de lugares de detención clandestinos, donde se están llevando a supuestos hombres gais o bisexuales en Chechenia.

Algunas fuentes hablan de torturas a más de 100 personas para que delataran a otros gais, que incluyen patadas, palizas con palos y electroshocks y se denuncia el asesinato de tres personas.

Según recuerda el manifiesto hecho público por la FELGTB “la república de Chechenia es tristemente conocida ya por la vulneración de los derechos de las personas LGTB. Los crímenes de honor contra hombres percibidos como homosexuales son comunes en la sociedad chechena”.

La respuesta de las autoridades chechenas ante estas acusaciones de violaciones de derechos humanos ha sido la de negar la existencia de estos centros de detención clandestinos y replicar que estas acusaciones son falsas “porque no se puede detener y perseguir a quién simplemente no existe en nuestro país”, negando la existencia de homosexuales o bisexuales en su población. De hecho, Kheda Saratova, miembro del Consejo de Derechos Humanos de Chechenia, ha declarado que “cualquier persona que respeta nuestras tradiciones y cultura, dará caza a este tipo de personas sin necesidad de las instituciones y hará todo lo posible para que esta gente no exista en nuestra sociedad”.

La FELGTB exige al Gobierno español una condena por la violación de derechos humanos en Chechenia, que el Parlamento español muestre su solidaridad con el colectivo LGTB checheno y la puesta en marcha de una investigación inmediata por parte del Consejo de Europa.

La primera medicina para el sida cumple treinta años: el AZT daba 12 meses de vida a los enfermos

Jancho contrajo el VIH en los años ochenta del siglo XX / Marta Jara.

Impacta escuchar al doctor Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, en su despacho del Hospital Gregorio Marañón en Madrid, describir cómo se topó cara a cara con el sida por primera vez: “Era un paciente adicto con tuberculosis diseminada, con ganglios. Un cuadro muy diferente al que estábamos acostumbrados a ver habitualmente.”

Jancho y María José son dos de los supervivientes del sida en los años ochenta. “A partir de 1983 la información iba llegando pero tampoco prestábamos mucha atención”, recuerda Jancho. “Hablaban siempre de grupos de riesgo y en temas de discriminación había auténticas barbaridades. Era un bombardeo tan intenso que casi preferías no saber nada. Lo único que pensabas es que eso estaba allí, no sabías lo que era, la gente se moría y te iba a tocar a ti.”

Estando ingresada por una hepatitis C en 1986 fue cuando María José leyó en un periódico algo sobre esta nueva enfermedad. Desde 1981 a 2014 murieron en España por VIH y sida más de 57.000 personas, según el recuento del Ministerio de Sanidad.

Rafa y Paco son otros dos supervivientes. “Me contagié por desconocimiento, por nerviosismo, por falta de información”, cuenta Rafa. “Fue en el 88. El cabrón de mi médico de cabecera me soltó: tienes el sida. Delante de mi madre.”

Paco se contagió tres años antes: “En el 85 nadie sabía nada. No se hablaba ni de preservativos. Me hice la prueba y la doctora no sabía ni cómo decírmelo.” El discurso de ambos desemboca por coincidencia en el lugar donde comenzaron a ver la luz: la madrileña Clínica Sandoval.

La histeria de los ochenta

“La primera noticia la descubrí en un artículo de la revista médica The Lancet“, asegura el doctor López Bernaldo de Quirós, viajando al principio del todo. “Debía ser el año 82. Describían una serie de pacientes homosexuales que tenían sarcoma de Kaposi. Los primeros casos oficiales de este tipo que cuenta el Centro de Enfermedades Contagiosas son en 1981 en San Francisco y en Nueva York.”

Todavía con la memoria desgraciadamente fresca, el facultativo del Gregorio Marañón denuncia la histeria de los ochenta: “El estigma social era muy grande incluso en la clase médica. Si pedía a un compañero del hospital que hiciera una broncoscopia a un paciente mío o que le llevara a la UVI, se negaba. Cuando pedías una analítica, la marcaban con un círculo rojo porque era un paciente con sida.”

Su versión en primera persona confirma la definición del sida como sentencia de muerte. “Teníamos 31 camas y todos los días se morían uno o dos pacientes. Gente muy joven. Desde el diagnóstico hasta la muerte pasaban habitualmente dos años.”

En los hospitales, como bien remarca Jancho, “la gente estaba sola. A muchos ni la familia les iba a ver. Por miedo, y también porque el sida se vivía en secreto.” Y pone el foco también en las cárceles: “Chavales de treinta y tantos años que pesaban treinta y tantos kilos. Solo los sacaban cuando estaban a puntito de morir para que no contabilizara como un fallecido en prisión.”

La Clínica Sandoval, en la que han coincidido muchos de los supervivientes, es un centro casi centenario que comenzó luchando contra la sífilis y en los ochenta se reinventó volcándose contra el sida. Sus congeladores guardan miles de muestras de suero sanguíneo de pacientes seropositivos de aquellos años de paranoia.

“En el año 85 se comercializa la prueba, un cambio sustancial”, señala Jorge del Romero, actual director del centro, en la lucha desde el minuto cero. “Al principio no había ningún tratamiento, no había nada. Hasta que apareció en 1987 el primer medicamento, el AZT que aumentaba la esperanza de vida un año. Salió tras ensayos realizados a toda velocidad bajo una presión social brutal porque había que dar alguna respuesta”, rememora.

Durante esos años anteriores al primer medicamento, los días eran precipicios. “El mensaje era buscar la mejor salida posible”, relata Del Romero, con un dolor en los gestos que todavía no se va. “Consejo preventivo para intentar evitar la transmisión, e intentar meter a los pacientes en cualquier estudio de los que se estaban haciendo entonces.”

En varios de esos estudios participó María José, diagnosticada en 1989, que reconoce la suerte que tuvo al ponerse en manos del doctor Bonaventura Clotet en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona. Jancho suma a todo eso además el hecho de cuidarse al máximo con una alimentación que estimulara las defensas.

En 1987 se contabilizaron 433 fallecimientos. A partir de ahí se registró una escalada a toda velocidad: un año después se doblaron las muertes. Para 1990, Sanidad recontó más de 2.000. En 1995 se llegó al pico anual de 5.857 personas muertas por VIH o sida.

El tratamiento combinado

“1996 marca un hito por los medicamentos nuevos y por la prueba de la carga viral”, explica Jorge del Romero, “para saber cuántas copias de virus tenía una persona en la sangre, antes del tratamiento y después. El objetivo era bloquear la replicación del virus y con esta prueba ya lo podías saber. Llegar a 1996 con vida fue crítico, pero los que llegaron avanzaron ya por la fase de la eficacia.”

“Eran la unión de tres medicamentos”, indica López Bernaldo de Quirós desde el Gregorio Marañón. “Hasta entonces, tras la mejora inicial, el virus se hacía resistente y el paciente comenzaba a caer. Con el tratamiento combinado, se empieza a controlar la replicación del virus y las mutaciones, y las defensas aumentan.”

Carmen, otra superviviente diagnosticada en 1991, entona en voz alta un lamento común: “No todos lograron aguantar y aprovechar los beneficios de los nuevos tratamientos. Por el camino se ha quedado mucha gente.” Y menciona también la huella física de aquel proceso de 18 pastillas diarias: “He oído a muchas personas decir que no sabían qué era mejor: si morirse o desfigurarse.”

“Íbamos a ciegas. Hemos hecho juntos el camino, los médicos y los pacientes. Y hemos aprendido y errado juntos también” recapitula el director de la Clínica Sandoval. Y menciona, como honesto homenaje, a dos de los primeros compañeros de viaje: “Les reclutamos para el estudio pionero internacional sobre el AZT. No sobrevivieron, pero durante unos meses mejoraron.”

El contagio de VIH entre heterosexuales representa ya el 42% de los nuevos casos

Su índice de diagnósticos en Euskadi se acerca a la transmisión entre hombres que tienen sexo con hombres, que aún es la forma mayoritaria de infección

Desde hace lustros, y gracias a los fármacos retrovirales, el sida ya no es sinónimo de enfermedad mortal. No existe ese miedo a la muerte segura, como en los 80, cuando el virus se llevaba a la tumba a pacientes que habían sido diagnosticados un par de meses antes. Una terrible realidad que, afortunadamente, no tiene nada que ver con la actual, en la que se muere con VIH, no de VIH.

Un avance que ha podido derivar en una relajación en las medidas de prevención, como puede ser el uso del preservativo, la forma más eficaz, sencilla y sin efectos secundarios para frenar las infecciones de transmisión sexual. Los últimos datos del VIH en el País Vasco evidencian la dificultad para reducir los contagios. El año pasado se contabilizaron 158 nuevos diagnósticos en Euskadi, lo que supone un repunte respecto a 2015, cuando se registraron 151. En 2014 se contabilizaron 155 y, un año antes, 142.

De los nuevos casos, el 66,5% de los casos corresponden a Bizkaia, el 20,9% a Gipuzkoa y el resto a Álava. La mayoría de las detecciones se produjo, por tanto, en hospitales vizcaínos, según recoge el informe del Plan vasco del Sida de Osakidetza de 2016, que desvela una tendencia novedosa, y es que crece la transmisión por vía heterosexual.

Lejos quedan los tiempos en los que el virus se contagiaba principalmente en entornos de consumo de drogas, a través del uso compartido de jeringuillas, por ejemplo. En la actualidad, esta forma de contagio representa el 6,3% del total. Porque, con diferencia, la sexual es la principal vía de transmisión y el contagio entre hombres que tienen sexo con hombres sigue siendo mayoritario. Aunque cada vez menos. El año pasado representó el 44,3% del total de nuevos diagnósticos, lo que supone un descenso respecto a 2015, cuando esta vía acaparó el 51,7% de los contagios. Por contra, sube la transmisión por vía heterosexual, que en 2016 motivó un 42,4% de los nuevos casos, frente al 38,4% del año anterior.

La vía de transmisión varía por géneros. Así, entre los hombres, el año pasado la mayoría (55,6%) se contagiaron por tener relaciones con otros hombres, el 31,7% tras tener relaciones heterosexuales y el 7,1% por inyectores de drogas infectados. En el caso de los nuevos diagnósticos en mujeres, el 84,4% fueron consecuencia de relaciones heterosexuales, y el 3,1% por inyectores de drogas.

Del total de casos detectados, un porcentaje residual se debió a situaciones como la transmisión vertical del virus en un niño nacido en Euskadi, de madre de origen inmigrante que no había sido tratada durante el embarazo.

Entre otros aspectos, el informe destaca también que el 43,7% de las nuevas infecciones registradas en Euskadi corresponden a personas originarias de otros países, principalmente latinoamericanas y africanas, cuando estos colectivos suponían el 34,4% en 2015.

Más deterioro

La del VIH es una dolencia mayoritariamente masculina: casi el 80% de las nuevas infecciones corresponden a hombres, que tenían una edad media de 39,1 años cuando fueron diagnosticados. En 2015, esta media se situaba en los 38,2 años. Que la enfermedad se detecte a esa edad no significa que se haya contraído poco antes, ni mucho menos. Muchos infectados conviven con el virus años sin saberlo, un hecho que está derivando en diagnósticos tardíos, un aspecto que va a más y que preocupa especialmente a los responsables sanitarios y a las organizaciones surgidas en torno a la enfermedad. Más de la mitad, el 52,5%, de las nuevas infecciones fueron detectadas tarde, en personas que tenían menos de 350 CD4, que son las células del sistema inmunológico que ponen de relieve las defensas de estas personas. Lo habitual es tener más de 500 y cuanto más disminuye el número, más avanza la enfermedad.

Los expertos insisten en los problemas que plantea el diagnóstico tardío. Por una parte, para la propia persona afectada por VIH, ya que cuanto más precoz sea la detección menos deterioro habrá causado en su cuerpo el virus. Además, cuantos más años esté contagiado sin saberlo, será más probable que pueda transmitirlo a otras personas.

Profilaxis previa

En este contexto, hace tiempo que los expertos y propios enfermos vienen reflexionando, no solo en Euskadi, acerca de la necesidad de nuevas herramientas para fomentar la prevención y la protección. Una de ellas es las profilaxis previa a la exposición, de la que últimamente se habla mucho. Se trata de una estrategia de prevención en personas sanas con riesgo de contagio y se centra en la administración del fármaco ‘Truvada’, una combinación de antirretrovirales que se ha venido empleando para el tratamiento del VIH.

Estados Unidos lo autorizó en 2012 y desde entonces se han hecho una serie de estudios en personas sanas. Algunos de ellos hablan de un alto porcentaje de eficacia, del 90%, a la hora de prevenir la infección si se toma correctamente. Se puede tomar de dos formas: o bien una pastilla diaria cuando se mantengan relaciones sexuales de forma continuada; o también se puede tomar de forma planificada, es decir, antes y después de tener relaciones sexuales.

Esta misma semana ha trascendido que Barcelona tendrá el primer centro europeo especializado en el uso de este medicamento en personas sanas como medida preventiva, impulsado por el centro comunitario BCN Checkpoint, que diagnostica el 40% de los casos detectados en Cataluña. En declaraciones a Europa Press, el director de BCN Checkpoint, Ferran Pujol, explicó que el proyecto prevé abrir sus puertas en septiembre para hacer un control y seguimiento a las personas que ya usan la Prep (denominación oficial de la profilaxis pre-exposición), que está aprobada por la Agencia Europea del Medicamento pero cuyo uso aún no ha sido regularizado en España.

Será un centro que «se dedicará a la distribución y el control de la Prep» una vez esté aprobada por el Ministerio de Sanidad, explica Pujol, tras añadir que se trata de una iniciativa privada, pero espera que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona se impliquen para acabar con la epidemia del VIH en Barcelona.