Madrid estalló de Orgullo. Centenares de miles de personas -los organizadores esperaban congregar hasta dos millones- inundaron el centro de la ciudad, desde la Plaza de España hasta el Retiro, con el epicentro en Chueca, transformado durante unas horas Madrid en la capital mundial del movimiento de gais, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales, en la sede central de la manifestación del World Pride.
Una marea humana que, desde el comienzo de la tarde hasta la madrugada, hizo suyo el lema del Orgullo mundial 2017, ‘Viva la vida’, y fusionó con naturalidad la revindicación más rotunda y la fiesta. Decenas de miles de banderas arco iris, una torre de Babel de lenguas habladas por visitantes de los cinco continentes, disfraces, música, tacones, selfis, pero también reivindicación y 60 pancartas oficiales pidiendo igualdad de derechos para el colectivo LGTBI en todos los lugares del mundo, donde todavía mostrar en público la orientación sexual y romper los convencionalismos heterosexuales es delito en 80 países, en nueve de ellos castigado con la pena de muerte.
La manifestación, que coincidió con el 40 aniversario de la primera protesta en España contra la discriminación de los colectivos LGTBI, en 1977, en Las Ramblas de Barcelona, tardó más de dos horas en cubrir el recorrido entre la estación de Atocha y la Plaza de Colón.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, aseguró que la ciudad de Madrid ha conseguido exhibirse en el WorldPride «más alegre, más ordenada y más limpia que nunca». La regidora trasladó su agradecimiento a todos los presentes, «a FELGTB, a COGAM, a la ciudad de Madrid y a todos los participantes en este día», así como «a la delegación y a la Comunidad de Madrid». «Nos corresponde el orgullo a nosotros de realizar esta maravillosa fiesta», añadió. Carmena también recordó que este año la bandera que se encuentra en el Consistorio fue confeccionada con cien mil lazos por todos los vecinos de Madrid.
Por otro lado, la alcaldesa aplaudió la decisión del Tribunal de Derechos Humanos de Luxemburgo, que ha condenado a Rusia por no permitir manifestaciones homosexuales y se congratuló porque Alemania haya reconocido el matrimonio homosexual. «El derecho no es para las personas son las personas para el derecho», resaltó.
Por último, Carmena hizo un pequeño homenaje al poeta homosexual Federico García Lorca, completando su discurso leyendo algunos de los versos de su libro de poemas ‘Los Amores Oscuros’. «Eso es el amor, Madrid quiere que recordéis siempre, que nunca olvidéis que améis a quien améis, Madrid os quiere. Viva WorldPride», recitó.
Tras la pancarta ‘Por los derechos LGTBI en todo el mundo’ no faltó nadie. En la cabecera, por primera vez, había representantes del PP y en el escenario de Colón donde se leyó el manifiesto estuvo también la presidenta regional, Cristina Cifuentes. Los convocantes reclamaron con urgencia una ley contra la discriminación a los LGTBI en España, el fin de la persecución del colectivo en todo el mundo, y de forma especial exigieron que no se trate a los transexuales como «enfermos»
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), convocante de la manifestación junto al colectivo Gay de Madrid (COGAM), confirmó la presencia en la cabecera de Andrea Levy (PP); Pablo Iglesias(Podemos); Albert Rivera (Ciudadanos); Mónica Silvana (PSOE) y Ricardo Sixto (IU), entre otras personalidades.
La presidenta autonómica Cristina Cifuentes, acudió finalmente a la plaza de Colón de Madrid, destino de la manifestación del Orgullo Mundial al considerar que era un «acontecimiento histórico» y que debía estar «apoyando la apoyando la causa LGTBI, que es la causa de la libertad». La dirigente autonómica, que ha dicho apoyar esta causa durante toda su vida, ha admitido que le había «costado un poco» acudir al ser su cumpleaños -cumplió 53- y haber tenido que dejar a su familia «plantada».
Baile de políticos
Tras pronunciar los discursos institucionales subieron al escenario representantes políticos como la vicesecretaria de Comunicación del PP, Andrea Levi; la responsable de Movimientos del PSOE, Mónica Silvana; el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. Fue en el momento en el que activistas de cuatro colectivos en defensa de los derechos de las personas LGTBI finalizaban la lectura del manifiesto cuando empezó a sonar la canción ‘A quién le importa’, himno del evento.
Poco a poco los líderes políticos han dejado a un lado sus diferencias y han comenzado a bailar juntos, al principio tímidamente y después con cierto entusiasmo. Carmena y Cifuentes se abrazaban y saltaban mientras muchos otros se movían en el escenario al ritmo de una improvisada conga con la música de Alaska que provocó numerosos aplausos entre la gran multitud de personas que se congregaron en la céntrica plaza madrileña.La Plataforma de ONG de Acción Social; la Plataforma del Tercer Sector, CERMI; la Confederación Estatal de Personas Sordas; Amnistía Internacional; la Fundación Secretariado Gitano; el Movimiento contra la Intolerancia; COCEMFE; CESIDA y CEAR, entre otras organizaciones sociales, estan también presentes.
Debido al carácter internacional de la marcha, asisten personalidades de varios países e instituciones internacionales de Australia, Canadá, Estados Unidos, Suiza, Grecia, Italia o Alemania, entre otros.
Madrid ha desplegado para la cita a unos 3.500 agentes entre policías, bomberos y otros cuerpos de seguridad. Igualmente, las carrozas circulan dentro de un perímetro protegido, hay un helicóptero sobrevolando la zona, se controlan los cruces y se ha habilitado un carril para emergencias
«Festiva y reivindicativa»
La manifestación, con 60 pancartas y 52 carrozas, es el eje de la celebración del Orgullo Gay en Madrid, y los organizadores querían que fuera «política» y «reivindicativa» aunque desde «lo festivo y lo lúdico». El objetivo era recordar la necesidad de que todos los países legislen hasta alcanzar la plena igualdad entre personas LGTBI y el resto de la sociedad.
Diferentes personas LGTB leyeron un manifiesto en el que se recordará que en las últimas décadas de «lucha y Orgullo» nadie ha regalado nada al colectivo y que «detrás de cada derecho está la lucha activista». Además, hubo un recuerdo especial a la comunidad LGTBI en Chechenia, república de la Federación Rusa, donde «se está produciendo una intolerable persecución al colectivo».
La pancarta principal reivindicó los derechos de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales en todo el mundo, mientras que otra abogó por la despatologización de los ‘trans’.
Por otra parte, tres marchas, con origen en diferentes barrios de Madrid (Villaverde, Fuencarral y la Latina), se manifestaron en contra de la mercantilización de los actos del WorldPride. Asimismo, pidieron protagonismo para la periferia en la lucha por los derechos del colectivo LGTBI, y contra la mercantilización de sus reivindicaciones, que se da en el «negocio» de «eventos-marca» como el WorldPride.
Conclusión
Las pancartas dejaron paso a las 52 carrozas festivas -aunque una se averió en el camino-, que llenaron de música y color el eje Prado-Castellana hasta la madrugada, en paralelo con los otros cinco escenarios repartidos por le centro. Desfilaron por vez primera policías LGTBI, hubo bodas televisadas y más de 2.000 agentes patrullaron una ciudad con el tráfico cortado y blindada ante el temor a un atentado.
Madrid pasó el testigo a Nueva York que, en 2019, en el 50 aniversario del nacimiento del movimiento LGTBI, organizará el World Pride.
Décadas de lucha
España no derogó hasta 1979 la ley que consideraba a los homosexuales como individuos peligrosos y pasibles de penas de prisión. Pero hace 12 años, el país dio un paso adelante al legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.