El musical gay ‘Excítame: el crimen de Leopold y Loeb’ vuelve a Madrid

excitame

La obra, con libreto y música de Stephen Dolginoff, está basada en la historia real de Nathan Leopold y Richard Loeb conocidos en los años 20 por su intención de perpetrar el cPortfoliorimen perfecto mediante el asesinato de un adolescente. Un crimen que conmocionó al mundo y que ha sido llevado a la gran pantalla y la literatura en diversas ocasiones y que, después de llenar las páginas de todos los periódicos sigue despertando interés.

La obra está representada por Alejandro de los Santos en el papel de Nathan Leopold y David Tortosa en el de Richard Loeb, alternándose con los actores Alberto Frías y Marc Parejo respectivamente. Además, cuenta con la colaboración especial de Pedro Casablanc, Adolfo Fernández y Miguel del Arco. La dirección de escena es de José Luis Sixto y la musical de Aday Rodríguez y Aitor Arozamena.

La adaptación, primera al castellano, ha sido realizada por Pedro Víllora y por el propio productor y actor Alejandro de los Santos.

El éxito de Broadway, representado en más de nueve países y traducido a más de 5 idiomas, regresa a Madrid tras su temporada en el Teatro Fernán Gómez y su posterior gira por España. Aplaudida por crítica y público vuelve tras ser candidato a los Premios Max como Mejor Musical y Mejor Adaptación, y tras recoger el Premio del Público en la décima edición del Festival de las Artes Escénicas Indifest.

Las funciones tendrán lugar los miércoles, jueves y viernes a las 21:00 horas y sábados y domingos a las 20:30 horas. Las entradas pueden comprarse en: elcorteingles.es, entradas.com, ticketmaster.es y butacaoro.com

‘Homosexuales no caso pero voy a las bodas de mis ediles gays’

Francisco Javier León de la Riva.Tiene 69 años y es alcalde de Valladolid desde 1995. “Ésta será mi última legislatura”

Javier León de la Riva

Javier León de la Riva. ANTONIO HEREDIA

Javier León de la Riva ha aprendido a contar hasta diez con 69 años. «Mi mujer me ha aconsejado que piense antes de hablar y ya llevo una temporada larga sin meter la pata», maúlla mohíno limándose las garras de rey del Pisuerga.

Hace casi dos décadas que León de la Riva es alcalde de Valladolid. Sus detractores siempre cuentan que entró en política a través de un singular recoveco: el doctor León era el ginecólogo de Ana Botella. «Uno de los últimos partos que asistí fue el de Alonsito en 1988 pero hacía ya un año que era consejero de Bienestar Social con Aznar». ¡Vaya cambio! «Al principio me costó dejar la ginecología. Una tarde, uno de mis hijos me dijo. ‘Pero si eras médico, tenías mejor sueldo y estabas más en casa, ¿por qué no mandas a la mierda al señor Aznar?’».

Desde entonces, Javier León comenzó a acumular cargos y, según él, sambenitos. De alcalde de Valladolid pasó a machista lenguaraz. En 2010 pensó en alto sobre Leire Pajín, entonces ministra de Sanidad del Gobierno Zapatero: «Cada vez que le veo la cara y esos morritos…». Los guardianes de la corrección política no le perdonaron su sentencia de bar de carretera. «Intenté hablar con Pajín para pedirle perdón pero no se me puso al teléfono. Luego le mandé una carta. Por lo menos, hizo acuse de recibo». Le llamaron de todo. ¿Se arrepiente? «La verdad es que sí. Estoy en contra de las cuotas pero eso no es ser machista. En mi junta de Gobierno hay cuatro mujeres y tres hombres». Entonces, ¿es feminista? «¡Desde luego que no! No hay que reconocer a la mujer ni por encima ni por debajo del hombre. Simplemente, somos distintos». ¿Ha visto el vídeo de su paisana Soraya Sáenz de Santamaría bailando la rumba? El político hace caso a su mujer: uno, dos, tres, cuatro, cinco… «No sería capaz de juzgar ese baile. Puedo decirte que este Ribera (dice señalando un lienzo de su despacho) es bueno, pero si me pones un Canogar… pues no tengo ni idea».

Todas las encuestas apuntan a que León de la Riva volverá a ser alcalde durante otros cuatro años más. Aunque eso ya no depende solo de los votantes vallisoletanos. En los próximos días, una juez podría inhabilitarle por no haber derribado unos áticos que se habían construido ilegalmente en el edificio en el que tiene su casa. «No es cierto que me hiciera un dúplex. Yo tengo un ático en el séptimo. Y encima había unas carboneras que la constructora transformó en otros dos pisos. A mí, de hecho, no me venía bien porque antes, en mi terraza yo podía salir a tomar el sol en pelotas y ahora…».

León se revuelve para no hablar de la magistrada -«aún no»- pero cree que se trata de un proceso político para evitar que el PP vuelva a ganar. «Hay casi 3.000 sentencias al año que no se cumplen pero al único que le ha llevado a un juicio penal es a mí. Molesta mucho que la derecha gane en una ciudad que pese a lo de fachadolid, siempre ha sido de izquierdas». ¿Y si le inhabilitan? «No tengo preparado nada. Supongo que me caeré de la lista».

El alcalde admite que éstas serán unas elecciones difíciles. No sólo por la «vergüenza» que puede dar reconocer que se vota al PP de Bárcenas sino por el efecto Rajoy, definitivo para la derrota del partido en las recientes elecciones andaluzas. «Le han dado las patadas al PP en el culo de Juanma Moreno». ¿Y pactará con Ciudadanos? «No sé lo que sacarán porque en Valladolid no se presenta Albert Rivera».

León de la Riva se impacienta confinado en su despacho. Aún tiene que retocar el programa sin descuidar sus obligaciones. «Caso a casi todas las parejas que puedo. Incluso arreglé este salón», dice abriendo una puerta. «Siempre recito unos versos de Jalil Gibrán:(…) ‘Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música’». Se sabe el poema de memoria. El alcalde de Valladolid no celebra matrimonios homosexuales. «Eso no significa que sea homófobo. En mi equipo hay gays declarados. ¡Incluso he ido a sus bodas! Soy católico, no meapilas, y desde que la humanidad es humanidad el matrimonio siempre ha sido entre un hombre y una mujer ya sea por el rito gitano, civil o religioso».

El León lo es también en su hogar. «Una vez, ya alcalde, me encontré con uno de mis hijos que volvía a las siete de la mañana. Le pregunté qué podía estar abierto a esa hora. Él me contestó: “¡No te jode! ¡A ti te lo voy a decir para que lo cierres!».

Si cuenta hasta diez, el alcalde de Valladolid no es tan fiero como lo pinta Leire Pajín. Cuando sus hijos eran pequeños adoptó un cachorro de león ajeno. «Estaba en un zoo y la madre le había repudiado. Lo tuve hasta que cumplió un año y era ya demasiado grande para tenerlo en casa. Después llegó una hiena».

¿Qué le parecen las nuevas formas de hacer política? «Ya se habla de la guapocracia por cómo son físicamente Pedro Sánchez, Garzón, el Coletas [Pablo Iglesias] y Rivera. De hombres no entiendo mucho pero yo por guapo, no ganaría».

Tiempo más superficial. «Desafortunadamente. Creo que en el sistema español hay que abrir puertas y ventanas y tener listas abiertas. Pero cuando le he dicho en mi partido he tenido poco éxito».

La última vez que Alfonso Guerra estuvo en Valladolid dijo que el León había perdido los dientes. «La verdad es que él ha sido de los políticos más inteligentes que hemos tenido. Tenía cierto ingenio. Nunca olvidaré cuando dijo que Soledad Becerril se parecía aCarlos II vestido de Mariquita Pérez», dice el alcalde sin pensar que él pronunció una frase similar: «Carmen Chacón es como la señorita Pepis vestida de soldado».

«La verdad es que ha bajado mucho el nivel de los políticos».

Denuncian un libro de texto de ESO que ve un riesgo para la salud en la homosexualidad

El Observatorio contra la Homofobia de Cataluña (OCH) ha reclamado a la Generalitat que aplique la ley contra la homofobia a la editorial que ha publicado un cuadernillo de enseñanza para 3º de ESO, donde se afirma que heterosexualidad y homosexualidad no son equiparables en cuanto a salud.

El OCH ha pedido al Departamento de Bienestar Social y Familia que aplique a la editorial que ha publicado el cuadernillo, titulado “Biología y Geología. Sexualidad. Vida y Salud”, la ley contra la Homofobia porque entiende que su contenido es homófobo.

Entre otras afirmaciones, el cuadernillo dice que “la propia naturaleza de la relación homosexual supone asumir un mayor riesgo y suele asociarse con multiplicidad de parejas” y que la heterosexualidad es “el modo más saludable de sexualidad”.

Según el OCH, el libro está homologado por el Ministerio de Educación y se utiliza en algunas escuelas privadas.

El Observatorio contra la Homofobia de Cataluña (OCH) ha reclamado a la Generalitat que aplique la ley contra la homofobia a la editorial que ha publicado un cuadernillo de enseñanza para 3º de ESO, donde se afirma que heterosexualidad y homosexualidad no son equiparables en cuanto a salud.

El OCH ha pedido al Departamento de Bienestar Social y Familia que aplique a la editorial que ha publicado el cuadernillo, titulado “Biología y Geología. Sexualidad. Vida y Salud”, la ley contra la Homofobia porque entiende que su contenido es homófobo.

Entre otras afirmaciones, el cuadernillo dice que “la propia naturaleza de la relación homosexual supone asumir un mayor riesgo y suele asociarse con multiplicidad de parejas” y que la heterosexualidad es “el modo más saludable de sexualidad”.

Según el OCH, el libro está homologado por el Ministerio de Educación y se utiliza en algunas escuelas privadas.

 

 

“Consideramos muy grave que se estigmatice la homosexualidad considerando el matrimonio homosexual inferior al heterosexual. Es necesario retirar inmediatamente el libro y sancionar a la editorial responsable del texto”, ha declarado el presidente del OCH, Eugeni Rodríguez.

“Al mismo tiempo, el ministerio tendría que explicar como es posibles que convalidase dicho texto”, ha concluido Rodríguez.

Deciden retirar un texto de una publicación de 3º de la ESO sobre sexualidad

Los autores del texto, de la Universidad de Navarra, decían que “la homosexualidad conlleva un riesgo para la salud”

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El libro de texto que asegura que “la homosexualidad conlleva un riesgo para la salud”. (Twitter)

Los autores de un texto sobre sexualidad, integrado en una publicación utilizada en 3º de la ESO en varios colegios de Madrid y Valencia, han decidido retirarlo tras ser calificado de “homófobo” por varios colectivos.

MADRID. Así lo han indicado a Europa Press fuentes conocedoras de la decisión. Los autores de este fascículo sobre sexualidad son profesionales de las ramas de Medicina, Biología y Enfermería de la Universidad de Navarra.

“Estudios científicos ponen de manifiesto que la homosexualidad y la heterosexualidad no son equiparables desde el punto de vista de la salud. Esto se debe a la propia naturaleza de la relación homosexual, que supone asumir un mayor riesgo y suele asociarse con multiplicidad de parejas”, señala uno de los párrafos.

En otro se dice que “la heterosexualidad, contexto de un compromiso estable y protegido por el amor y la fidelidad mutua, es el modo más saludable de sexualidad” y añade que “es también el entorno más óptimo para la educación de los hijos, donde aprenden a amar y, por naturaleza, son amados”.

Se trata de un fascículo realizado por la Universidad de Navarra en colaboración con la editorial SM. Esta compañía indica que tiene acuerdos con algunas instituciones escolares por las que les permite “personalizar las ofertas para sus alumnos, incorporando contenidos propios de estas instituciones o de terceros”.

“SM les cede algunos elementos gráficos para que los materiales incorporados mantengan una cierta unidad visual, pero no puede asumir ninguna responsabilidad sobre los productos que no forman parte de su plan editorial ni de su línea editorial”, aclara.

Sin embargo, la editorial apunta que esta obra “no forma parte del plan editorial de SM ni responde a su línea editorial ni lleva el logo de SM ni figura SM en los créditos, ni aparece en el catálogo de SM”. También afirma que es “fácil comprobar” en la base de datos del ISBN que no se trata de un libro de esta editorial.

La polémica surgió este martes tras la publicación en Twitter de una foto de los dos párrafos sobre sexualidad. La asociación Arcópoli se hizo eco y exigió la retirada del material, una petición que ha sido refrendada el secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo. Además, una ciudadana ha pedido en Change.org su retirada al considerar que “fomenta la homofobia”.

Un libro de 3º de la ESO: «La heterosexualidad es el modo más saludable de sexualidad»

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Extracto del libro referido a la heterosexualidad.

“La homosexualidad y la heterosexualidad no son equiparables desde el punto de vista de la salud”. Es el párrafo de un libro de Biología de 3º de la ESO que ha inundado de críticas de las redes sociales. El manual, utilizado en el colegio concertado Madre Josefa Campos de Valencia, explica que “la heterosexualidad es el modo más saludable de sexualidad” y añade que “es el entorno más óptimo para la educación de los hijos, donde aprenden a amar y, por naturaleza, son amados”.

Destinado a adolescentes de entre 14 y 15 años, el libro alerta de algunos estilos de vida que “influyen negativamente” y advierte de que “los problemas de salud y accidentes derivados de conductas sexuales de riesgo pueden condicionar tu vida y tu futuro”. Se refiere a prácticas como la “sexualidad precoz”, la “multiplicidad de parejas” a lo largo de la vida y las “conductas homosexuales”. Por el momento, más de 600 personas han apoyado una recogida de firmas virtual para solicitar la retirada del libro.

Aunque en un primer momento se había señalado a SM como responsable del libro, la editorial ha explicado en un comunicado que el libro ‘Biología y Geología – Vida y Salud’ no lleva su logotipo porque “no forma parte del plan editorial de SM ni responde a su línea editorial”. Aclaran que mantienen acuerdos con algunas instituciones escolares a los que permite personalizar las ofertas para sus alumnos, incorporando contenidos propios de estas instituciones o de terceros, cediéndoles algunos elementos gráficos “para que los materiales incorporados mantengan una cierta unidad visual”.

Transexualidad infantil, a la espera de una respuesta

El autor sostiene que la llamada disforia de género en los niños es una condición compleja y asociada a intenso malestar

La transexualidad no es un fenómeno actual. Se trata de una condición que aparece de manera constante en todas las culturas a través de los tiempos. En algunas épocas se ha idolatrado a estas personas, mientras que en otras se les ha marginado y rechazado. En Grecia, los Phrygiens de Anatolia castraban a los hombres que se sentían mujeres y les permitían llevar el rol social de mujeres. El emperador romano Heliogábalo (218-222 d. C.) afirmaba sentirse mujer, llegando a pedir a sus médicos que le practicasen una cirugía para cambiarse de sexo.

En la actualidad tiende a sustituirse el término transexualidad por el de disforia de género. Así, aunque en el manual de diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) CIE-10 se sigue manteniendo la nomenclatura, la Asociación Americana de Psiquiatría, en la última revisión del manual DSM V, se utiliza el término Disforia de Género, sustituyendo al Trastorno de Identidad de Género (TIG), para designar a aquellos sujetos que muestran una fuerte identificación con el género contrario e insatisfacción constante con su sexo anatómico.

Actualmente, la World Professional Association Trangender Health (WPATH), establece unas Directrices Asistenciales que revisan periódicamente y sirven de guía asistencial para la transexualidad y variantes de género. Por otra parte, las reivindicaciones de los afectados han creado un movimiento tendente a la despatologización, al igual que ocurrió con la homosexualidad en años previos, reclamando su desaparición de los manuales de diagnóstico psiquiátricos. Las personas que sufren esa disconformidad con su sexo anatómico precisan de acompañamiento psicológico, así como una actuación y control médico para la instauración de tratamientos específicos.

Además, existe actualmente consenso científico en que la intervención ha de realizarse por equipos multidisciplinares especializados y, dadas las consecuencias irreversibles de las terapias hormonales y quirúrgicas, es absolutamente vital realizar un cuidadoso diagnóstico diferencial que solo es posible realizar por profesionales de salud cualificados.

La disforia de género en los niños es una condición compleja y asociada a intenso malestar, siendo por ello de suma importancia la detección precoz y el tratamiento integral, ya que con ello se mejora la calidad de vida, disminuye la comorbilidad mental y la propia disforia de género.

La infancia y la adolescencia son periodos críticos en la vida de una persona, tanto por los cambios físicos que se suceden, como por el desarrollo intelectual y conformación de su propia personalidad. Es un momento en que el sujeto no se reconoce a sí mismo en su cuerpo y la concepción del mundo y su entorno cambia de manera radical, lo que les lleva a sufrir una crisis de identidad. En este punto, deben integrar todos los cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales en un todo significativo, lo que dará lugar, en definitiva, al surgimiento de la propia personalidad de adulto.

Se comprende entonces que cualquier manipulación médica o psicológica sobre el desarrollo normal de la adolescencia, ha de tener consecuencias inevitables en la evolución natural de la propia persona. Estas actuaciones, en ocasiones, se realizan ya desde la infancia, cuando los niños comienzan a manifestar su posible discrepancia de género, los padres o tutores reclaman una intervención activa en el entorno social y educativo, con cambios en su vestimenta, cambio de nombre en el colegio y en el Registro Civil, etc. Parece natural querer evitar el sufrimiento de los niños y adolescentes.

El problema se complica si consideramos que, aunque la mayoría de las personas adultas transexuales refieren el inicio de la identidad cruzada en la infancia, solo el 15-20% niños/niñas con disforia persistirán en la edad adulta, es decir, en un porcentaje no desdeñable del 80-85% la disforia revertirá. Estos porcentajes llaman a la prudencia en las actuaciones.

El problema es acuciante, no solo por el aumento de la demanda que se está registrando en los últimos años de padres que consultan por una posible situación de disforia de género en sus hijos, sino por la situación de alegalidad de las Unidades de Transexualidad e Identidad de Género (UTIG) para la instauración de determinados tratamientos que, en casos seleccionados, consideran necesarios para el restablecimiento de la salud física y mental del niño.

Por otra parte, los propios progenitores o tutores del menor, al sentirse marginados en las instancias públicas, pueden sucumbir a la tentación de ponerse en manos de profesionales u organizaciones no suficientemente formados y acreditados para manejar casos tan complejos como los descritos. Todo ello puede dar lugar a una vulneración grave de los derechos del menor.

Es urgente, por lo tanto, la normalización de estas situaciones tanto desde el punto de vista médico como jurídico. Es necesario establecer unidades multidisciplinares de atención a menores con disforia de género acreditadas, que proporcionen tratamientos adecuados con un respaldo científico indiscutible, así como una normativa legal que provea, por una parte, de las garantías jurídicas a los profesionales que tratan estos casos, y por otra, de una garantía y tutela efectiva de los derechos del niño, que podrían verse afectados tanto por omisión como por acción incontrolada. Para ello creemos imprescindible una normativa nacional que ocupe el vacío actualmente existente y aúne la dispersión autonómica que se está produciendo en los últimos años, así como la creación de una Comisión Nacional de Expertos que se encargue, entre otras tareas, de la acreditación de los centros habilitados para el tratamiento de menores con disforia de género y del asesoramiento legal a las instancias jurídicas competentes, garantes de los derechos de los menores, al objeto de salvaguardar el interés superior del menor en cada caso concreto.

Actualmente, se está tramitando en el Parlamento el Proyecto de Ley de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia, texto que debería incluir una referencia específica de estos casos, independientemente de la publicación de una Ley Integral de la Transexualidad, que reclaman, hace ya bastantes años, los colectivos de afectados.

Luis Montero Ezpondaburu es médico forense, especialista en Medicina Legal y miembro del Grupo de Trabajo de Disforia de Género en Menores que integra a profesionales de UTIG, especialistas en bioética, juristas y educadores.

Los gays paleolíticos salen de la caverna

grabado prehistórico

La libertad sexual llega a la prehistoria. Tras más de un siglo de mojigatería, una exposición en la cuna de la paleoantropología española, los yacimientos de Atapuerca, sacará del armario los indicios que sugieren que el sexo homosexual era habitual en el Paleolítico. Las pruebas parecen consistentes. Un grabado en una placa de piedra de la cueva francesa de La Marche muestra lo que parece una mujer dedicada a hacerle un cunnilingus a otra. En otra piedra caliza del abrigo rupestre de Laussel, en Dordoña, alguien talló hace unos 27.000 años a dos mujeres con las piernas entrelazadas, en la postura conocida como la tijera. Y en Gonnersdorf, un yacimiento alemán en la orilla del Rin, decenas de placas muestran parejas de mujeres. Una de ellas, de 12.000 años y bautizada las bailarinas, muestra dos hembras frotando sus pechos en actitud cariñosa. Y también hay un coito anal entre dos hombres en La Marche.

Sin embargo, el estudio de la prehistoria está sometido a un dogma desde el siglo XIX: la sexualidad de los mal llamados hombres y mujeres de las cavernas sólo estaba orientada a la reproducción. El lesbianismo y la homosexualidad masculina son tabú. El estudio de la prehistoria ha sido, en cierto modo, homófobo. “Apenas hay estudios y en los congresos no se habla de la sexualidad en el Paleolítico. Pero los primeros Homo sapiensque llegaron a Europa eran anatómica y cerebralmente iguales a nosotros, les gustaba lo mismo”, explica Marcos García Díez, coordinador de las cuevas prehistóricas de Cantabria para el Gobierno autonómico y uno de los comisarios de la exposición.

Hay coitos anales y escenas lésbicas en el arte rupestre europeo

La muestra, llamada Sexo en piedra, aireará el kamasutrapaleolítico: sexo con animales, tríos, consoladores, voyeurismo, masturbación, sexo oral. Y, por fin de manera abierta, relaciones homosexuales. “Podríamos hablar de una homofobia hasta ahora, pero no me atrevo a entrar ahí”, admite García Díez. “Si lo vinculamos a la etnografía, y miramos los grupos primitivos actuales, la homosexualidad existe, por supuesto. Y en el Paleolítico también existía, pero no se ha estudiado por una cuestión de mentalidad, porque llevamos siglos con la idea de la familia en la cabeza. Yo creo que dentro de 10 o 15 años se hablará de ello con naturalidad”, vaticina el prehistoriador.

La exposición abrirá sus puertas a finales de septiembre en la sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros (Burgos) y estará en marcha hasta enero de 2011. El padrino de la muestra es uno de los codirectores de los yacimientos burgaleses, Eudald Carbonell. “Me sorprende el silencio que rodea a la homosexualidad en el Paleolítico. Imagino que hay que atribuirlo a la cultura dominante, que es la judeocristiana”, opina.

A Eudald Carbonell le sorprende el silencio en torno a la homosexualidad

El paleoantropólogo acaba de publicar El sexo social (editorial Now Books), un libro en el que analiza el papel del sexo en la evolución del ser humano. “En los mamíferos y, en concreto, en los primates, se da la homosexualidad. Y nosotros hemos heredado toda la variabilidad del comportamiento sexual del género Homo“, expone Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social. “No conozco ningún equipo científico en el mundo que trabaje de manera específica en la sexualidad en el Paleolítico. Y es muy extraño, porque el sexo es fundamental en el comportamiento del Homo sapiens“, lamenta.

Los dos comisarios de la exposición, García Díez y el urólogo Javier Angulo, del hospital Universitario de Getafe, escribieron un libro en 2005 con el mismo título que la muestra, Sexo en piedra. En sus páginas destacaba un bastón tallado hace 13.000 años en un asta de reno en la cueva francesa de Gorge d’Enfer. Posee una curiosa coronación: dos penes. Y hay muchas más piezas con morfología fálica en otros yacimientos franceses y cantábricos. Su función es un enigma. “Son todo hipótesis”, explica Angulo. En un artículo publicado en 2006 en la revista Actas urológicas españolas, ambos autores comentaban que “de ningún modo todos los bastones de mando pueden ser interpretados exclusivamente como soportes para la masturbación femenina o para la práctica de sexo anal pero, por el contrario, se debe aceptar que la forma de alguno de ellos permitiría su uso en este tipo de prácticas sexuales”.

El doble falo de Gorge d’Enfer mide 9,5 centímetros de ancho y 11,5 de alto, si se observa como si fuera una L. Si se confirmara que se utilizó como juguete sexual para dos mujeres, sería otra patada a la interpretación clásica y rancia de la sexualidad en el Paleolítico. Sin embargo, es imposible demostrarlo.

“Hablar de un doble dildo quizá sea rizar el rizo, aunque en el Museo Nacional de Prehistoria de Francia, en Dordoña, hay una colección de falos de entre 20 y 30 centímetros que sólo pudieron emplearse como decoración o como consolador”, interpreta Angulo.

Este médico especializado en prehistoria subraya que los arqueólogos son “demasiado descriptivos a veces”. Y pone un ejemplo muy ilustrativo: “Dicen que en un dibujo aparece un pene con una mano al lado y que salen rayas del glande. Y no interpretan nada más. Pues yo ahí veo una masturbación”.

Un observatorio vigilará la violencia por identidad y orientación sexual

Celebración de la aprobación de la ley catalana contra la homofobia el pasado 24 de octubre

Celebración de la aprobación de la ley catalana contra la homofobia el pasado 24 de octubre. / ALBERT GARCÍA

Los ministerios de Sanidad y de Interior han presentado esta mañana el Observatorio contra los Delitos por Orientación en Identidad Sexual, ya rebautizado como contra la LGTB-Fobia (LGTBcorresponde a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales). La medida —similar a la que se tomó en su momento con la violencia de género— servirá para conocer al detalle una situación a la que el último informe sobre delitos de odio del Ministerio del Interior puso en cifras: de los 1.285 delitos de odio (ataques o agresiones por raza, identidad sexual, orientación sexual, sexo, país de origen, discapacidad), el 39,9% se cometieron por motivos de orientación (a gais, lesbianas y bisexuales) e identidad sexual (a transexuales). El 37% fue por racismo y xenofobia, el 15,5% contra discapacitados, el 4,9% contra creencias y prácticas religiosas, el 1,9% por antisemitismo, y el 0,9% por aporofobia (contra los pobres).

En el acto han participado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez; la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero Benínez; el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska; el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, y otros representantes de diferentes asociaciones y colectivos.

Los colectivos están muy preocupados por el aumento de estos ataques que perciben y que, además, en muchos casos se producen a jóvenes. Estos muchas veces asumen la igualdad legal con la social, y resultan agredidos cuando se manifiestan. El último caso fue elataque repetido a cuatro chicos en Madrid, la madrugada del 28 de abril.

Uno de los objetivos del observatorio, auspiciado por el colectivo Colegas, es que los agredidos denuncien. Según los datos de los representantes de Interior y Sanidad, solo acude a comisaría un 10% de los atacados. “El dar a conocer esta realidad, dar a conocer los delitos de odio y que se hable de ello ayuda a la gente y es construir sociedad”, ha dicho Grande-Marlaska. “Hago un llamamiento a que nadie se quede callado. Que todo el mundo denuncie porque eso es lo que necesitan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para actuar”, señaló el secretario de Estado de Seguridad. El observatorio contará con una web, stoplgtbfobia.org.

Pero el observatorio nace con una traba. La principal federación LGTB de España, la FELGTB, está fuera. “No tenemos conciencia de que haya nada detrás”, afirma su presidente, Jesús Generelo. La FELGTB no “entiende” a qué viene este anuncio, cuando ellos llevan un año trabajando precisamente con el Ministerio de Sanidad en un proyecto, Redes contra le Odio, que otro observatorio.

Al margen de la precipitación o interés electoralista de este anuncio, y de su posible duplicidad, la inquietud por la homofobia es clave en los colectivos. Por ejemplo, estuvo muy presente en el debate que con representantes de los seis partidos políticos con mayores opciones de obtener representación en la Comunidad y la ciudad de Madrid (PP, PSOE, IU, UPyD, Ciudadanos y Podemos) organizó el Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) el pasado lunes. De hecho, la reunión empezó con el mensaje de apoyo de Sofía Miranda (Ciudadanos) a los cuatro jóvenes agredidos. En él todos los representantes propusieron, al nivel de sus competencias, la elaboración de una ley contra la discriminación por orientación e identidad sexual, aunque esta “debería ser estatal”, dijo el representante de UPyD, Gabriel López, candidato a la Asamblea de Madrid.

Era la primera vez que a uno de estos debates —que Cogam intenta organizar periódicamente— acudía un representante del PP, Ángel Garrido, número dos en la lista para la Asamblea de Cristina Cifuentes. Garrido admitió que su partido “arrastra una losa de una actitud” respecto a los ciudadanos LGTB “que no ha sido la más adecuada”, e insistió en recalcar el perfil más abierto de Cifuentes y él. “Fue un error nuestro recurso al Constitucional” contra el matrimonio igualitario, dijo.

Ese tono llevó a los representantes del PSOE y de IU (Carla Antonelliy Julián Sánchez) a optar por “mirar el futuro” y no insistir en posturas del PP en el pasado, como su repetida oposición a que se elabore una ley integral para las personas transexuales, que incluya una discriminación laboral positiva, defendió Antonelli, y que el PP ha frenado en la Asamblea de Madrid esta legislatura varias veces.

Ninguno de los grupos apostó por un observatorio como el que se ha anunciado hoy, pero María Espinosa, de Podemos, sí que propuso que las Administraciones se implicaran en marcar la conmemoración del 17 de mayo —precisamente el Día Mundial contra la LGTB-fobia— y el 1 de diciembre, Día Mundial contra el Sida.

Otros puntos en que los seis representantes estuvieron de acuerdo fueron en que, bien recuperando la asignatura de Educación para la Ciudadanía que la última ley educativa, la del ministro José Ignacio Wert, quiere eliminar, o con otro sistema se enseñe desde pequeños a los niños que “hay familias con dos papás o dos mamás” —dijo la representante de Ciudadanos—, y coincidieron en que el ideario de un colegio no puede negarse a incluir esta cuestión, que afecta a los derechos humanos.

El Gobierno insta a las víctimas silenciosas de delitos de odio a que denuncien

Susana Camarero, secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.

Susana Camarero, secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.

Romper el muro del silencio es el objetivo de todos los colectivos que luchan contra la lacra de la violencia machista. Derrumbar los miedos de la mujer para que denuncie a su maltratador. Una situación homóloga a la que sufren las personas que por su raza, su orientación sexual o su religión son agredidos impunemente. Según los datos del Ministerio de Interior, en 2014 se contabilizaron 1.285 casos de los llamados delitos de odio. El Gobierno ha hecho un llamamiento hoy a estos colectivos agredidos a que den el paso y denuncien. “Que nadie se quede callado, que nadie tenga miedo”, ha apuntado Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad.

Cuatro de cada diez casos fueron por la orientación sexual y el 37% por motivos racistas o xenófobos. “Hay que romper el desconocimiento y la desconfianza”, ha añadido Susana Camarero, secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad en la presentación del Observatorio Español contra la LGBTfobia.

Una iniciativa de la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colegas) que nació en enero y que cuenta con el apoyo de los ministerios de Sanidad e Interior. Este Observatorio, que espera contar con el apoyo del resto de las organizaciones que luchan contra la intolerancia, pretende mejorar la asistencia e información a víctimas LGBT de delitos de odio, sensibilizar a agentes sociales y fuerza de seguridad sobre la diversidad sexual y la gestión de este tipo de delitos de odio; mejorar la asistencia e información a víctimas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT); potenciar la denuncia y concienciar sobre los beneficios de acudir a una comisaría o un juzgado de guardia.

Además, pretende elaborar una guía de información sobre este tipo de delitos que afecta a todas las edades. Camarero ha recordado que el 25% de las víctimas tenía menos de 18 años. “Es un grupo de riesgo”, ha apuntado. La secretaria de Estado ha añadido que se está trabajando en los colegios y se está haciendo un análisis en las aulas del acoso homofóbico y la preparación de un protocolo de actuación.

Por otra parte, Camarero ha asegurado que las campañas de concienciación sobre violencia de género entre los más jóvenes “han aflorado” más casos de esta lacra entre las adolescentes. “Han ayudado a que denuncien y a sus familias a darse cuenta de que sus hijas o hermanas estaban siendo víctimas de violencia de género, a que haya más órdenes de protección y que más jóvenes que ejercían esa violencia estén pagando por ello”, ha afirmado la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.

Sexo, el gran olvidado del corazón

En una o dos semanas se puede retomar el sexo tras un infarto

En una o dos semanas se puede retomar el sexo tras un infarto. / CLINICAL TRIALS

“Debes aprender a vivir de nuevo”, recuerda Luís. “La vuelta a la vida normal es muy difícil porque al principio te asusta todo, no te atreves ni a caminar… y con el sexo sucede lo mismo. Tienes un miedo atroz a que cualquier cosa te pueda volver a provocar un infarto”. Sucedió hace cinco años, a sus 46, mientras jugaba a tenis con un amigo. Luís sufrió un ataque de corazón del que rápidamente fue tratado en el hospital y al que sobrevivió sin secuelas importantes. Hoy en día, de todos los miedos a los que se enfrentan los supervivientes de un infarto, uno es particularmente obviado por los cardiólogos: el sexo. “Yo no hablé nunca de este tema con mi médico. Ni él ni yo lo sacamos. Ahora visto en perspectiva, creo que hablarlo me habría ayudado”, afirma.

Su caso no es aislado. Héctor Bueno, cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, ha participado en un estudio con más de 3.500 infartados americanos y españoles que demuestra que el sexo es un tema tabú en las conversaciones entre médico y paciente. “Tenemos a los pacientes abandonados en este tema”, confiesa Bueno. “Les hablamos de la dieta, el ejercicio físico, las pastillas, los factores de riesgo como la tensión, el colesterol, la diabetes, el tabaco… pero ni una palabra de sexo. Y cuando sí se habla, muchas de las recomendaciones que dan los propios cardiólogos son erróneas. Y más cuando el paciente es una mujer”.

Los resultados de esta investigación, publicada en la prestigiosa revistaCirculation y realizada en infartados jóvenes (menores de 55 años), ponen sobre la mesa un importante problema de comunicación entre cardiólogo y paciente. Según este trabajo, en España solo un 13% de las mujeres y un 17% de los hombres reciben asesoramiento sobre cómo y cuándo reanudar su vida sexual al mes de haber sufrido un infarto. De estos, a más de la mitad, y especialmente a las mujeres (al 83% de ellas), se les recomiendan restricciones como tener “un sexo limitado, “un rol pasivo” o “el ritmo cardíaco bajo”. Bueno y sus colegas se echan las manos a la cabeza ante estos datos. “Estas sugerencias son ridículas y no tienen ninguna base científica. Solo pueden achacarse a un exceso de prudencia debido a la ignorancia”, denuncia por teléfono el cardiólogo. “Es nuestra obligación tranquilizar al paciente y aclararle que el riesgo de sufrir un infarto debido la actividad sexual es bajísimo”.

La vuelta al sexo

La sexóloga Miren Larrazabal, presidenta de la FESS (Federación Española de Sociedades de Sexología) asegura que los beneficios emocionales y físicos de reanudar la vida sexual son importantísimos. “La enfermedad te despersonaliza, te cosifica, te hace sentir un número y perder tu esencia de ser humano, por lo que tras una crisis de salud el sexo placentero no solo te sube la autoestima sino que te vuelve a conectar con la vida”, asegura la experta.

Gracias a los avances en el diagnóstico y el tratamiento de los problemas cardiovasculares cada vez son más las personas que sobreviven a un ataque de corazón y pueden reincorporarse en unas pocas semanas a su vida habitual. En lo que a sexo se refiere, “como recomendación promedia y siempre y cuando no haya complicaciones”, matiza Bueno, y según las directrices oficiales de las sociedades americanas y europeas de cardiología: en una semana o dos se puede retomar con seguridad, sin ninguna medida de prevención excepcional.

Pero no son pocos los pacientes que tras un año siguen sin atreverse a retomar las relaciones sexuales. Numerosos estudios revelan una correlación directa entre recibir el claro consejo del médico y el lanzarse a la piscina. Uno de ellos lo firmaba en el año 2012 Stacy Lindau, ginecóloga en la Universidad de Chicago y primera autora del trabajo en el que también ha participado Héctor Bueno. “Los pacientes tienen la confianza de que su médico es quien mejor conoce su corazón y valoran su permiso para reanudar su vida sexual”, explica Lindau.

Este estudio incluía el seguimiento al año de pacientes un poco más mayores de 55 años de edad y ponía de relevancia que al sexo no le pesan los años. “La edad por sí sola no determina si una persona es sexualmente activa o no, ni el valor que le da al sexo. Los pacientes deben ser aconsejados independientemente de su edad, género o si tienen o no pareja”, insiste Lindau. Además, en esta investigación los científicos descubrieron que un año tras el infarto, la supervivencia de aquellas personas que habían reanudado su vida sexual no era menor que la de aquellas que no volvían a mantener sexo. “Esta evidencia puede ayudar a disipar el miedo de los pacientes a sufrir un infarto durante el coito”, espera la ginecóloga.

Como subir escaleras

Como promedio y en general, el esfuerzo metabólico que requiere el acto sexual no es mucho mayor que el de subir un par de pisos por la escaleras, es decir unos 3 o 4 METS, y no varía de manera importante cuando se comparan diferentes posturas sexuales. “Los METS son las unidades que utilizamos para medir cuánto trabaja el corazón, y dependen de la tensión arterial y la frecuencia cardíaca”, explica Rut Andrea, cardióloga del Hospital Clínic de Barcelona. “En mi experiencia, sí que los pacientes me comentan a menudo los problemas que tienen en retomar su vida sexual, quizás no a la visita del mes, pero sí más tarde”, aclara en su despacho. “Más los hombres que las mujeres que, o lo llevan mejor o no lo explican”.

En el día a día, Andrea se encuentra que ,además del miedo, uno de los problemas recurrentes a los que se enfrentan los pacientes hombres es la disfunción eréctil. Según la cardióloga, “en la mayoría de casos la causa es psicológica y la situación mejora con el tiempo”. Otros son debidos al efecto secundario de los fármacos que deben tomar estos pacientes, sobre todo los betabloqueantes que son hipotensores. Y una tercera causa es la propia enfermedad vascular. “Si tienes dañadas las arterias que irrigan el corazón también puedes tener mala circulación de la zona abdominal hacia abajo, y eso causa disfunción eréctil”, explica Andrea.

Si la disfunción no remite con el tiempo y se achaca a una causa orgánica, Andrea deriva sus pacientes al urólogo. “Algunos de ellos, no aquellos que sufren dolor torácico con tan solo caminar, pueden beneficiarse del efecto del fármaco sildenafil, el famoso viagra”, explica la cardióloga. Pero es importante saber que dicho fármaco está contraindicado con otros como los nitratos (la también conocida cafinitrina) ya que juntos pueden producir una hipotensión arterial marcada y un síncope. “En urgencias vemos algunos casos de este tipo: hombres que tras tomar viagra y tener una relación sexual sufren dolor torácico, se agobian y toman nitroglicerina. Estos pacientes sufren una pérdida de conocimiento y un susto tremendo”, avisa Andrea.

Sobre los problemas sexuales de las mujeres se sabe menos. “En cardiología todo está menos investigado en mujeres porque se las incluye menos en los ensayos clínicos”, denuncia Andrea. El porqué de esta diferencia de conocimiento entre géneros Héctor Bueno lo achaca a los intereses de la industria que clásicamente ha investigado a los hombres porque tenía algo que ofrecer para la disfunción eréctil y nada o poco a los problemas de las mujeres. “Debemos prestar más atención a las necesidades de las pacientes, porque no sabemos si son las mismas que las de ellos”, explica Bueno. “Es muy triste que sean ellas las que reciban más restricciones cuando en realidad existe aún menos evidencia de que tengan que tener cuidado que los hombres”.

Además, el paciente no está solo, muchos de ellos y ellas tienen pareja, y numerosas investigaciones recogidas por las guías de lassociedades americanas y europeas de cardiología avisan de que, a menudo, “la preocupación de la pareja es incluso mayor que la del paciente y es importante que se la incluya cuando se aconseja sobre retomar la actividad sexual”.

Dolors las ha visto pasar de todos los colores y su marido, tras dos infartos y con cicatrices por todo el cuerpo, también. Cuando él superó el segundo ataque y todo fue volviendo a la normalidad, “él quería, pero yo pensaba en el sexo y me moría de miedo”, recuerda. Poco a poco, comprobando que no pasaba nada y con cuidado, como si volvieran a aprender a caminar, todo volvió a su cauce. Dolors y su marido sí recibieron en todo momento consejo de su cardiólogo sobre qué hacer y qué no. “Nos tocó un doctor muy humano que no tenía problema en hablar del tema. Me sentí muy apoyada en todo momento”, recuerda.

Para Bueno, está claro que lo importante es sobrevivir, pero también que la mayoría de pacientes “tenían una vida sexual activa antes del infarto y la quieren seguir teniendo después”, afirma. Los resultados del estudio, en el que también han participado la Sociedad Española de Cardiología y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), han destapado que para muchos pacientes con infarto la vuelta al sexo aún no tiene un final feliz. “Es un tema que preocupa y asusta. Espero que esta investigación pueda servir para cambiar algo que es tan importante y a la vez tenemos tan descuidado”, concluye esperanzado Bueno.

En una o dos semanas se puede retomar el sexo tras un infarto

En una o dos semanas se puede retomar el sexo tras un infarto. / CLINICAL TRIALS