El contra-Orgullo, otra forma de lucha gay

Asociaciones vecinales y LGTB reclaman un modelo más reivindicativo y sostenible para las fiestas

Cientos de personas, ayer, durante el pregón de las fiestas del Orgullo LGTB en la Plaza Pedro Zerolo

Cientos de personas, ayer, durante el pregón de las fiestas del Orgullo LGTB en la Plaza Pedro Zerolo. OLMO CALVO

La programación del Orgullo LGTB ha comenzado con polémica. Ayer en la plaza Pedro Zerolo el jurado del programa MasterChef, es decir, los cocineros Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nájera, debería haber ejercido de pregonero de esta semana grande para el colectivo LGTB . Sin embargo, desde las redes sociales se mostró un gran descontento porque este trío tan poco representativo para la causa hubiera sido elegido para dar el inicio de las fiestas, especialmente, en un año marcado por la masacre homófoba de Orlando, donde 50 personas perdieron la vida. El homenaje programado para recordar a las víctimas se mantuvo pero, por primera vez, el Orgullo se quedó sin pregoneros.

Este arranque refleja el malestar que cierta parte del colectivo siente respecto a unas fiestas que en opinión de muchos han perdido su carácter reivindicativo en favor de su lado más lúdico y comercial. De ahí que en los últimos años se haya afianzado la plataforma Orgullo Crítico, un proyecto que reunió a 2.000 personasen su manifestación del martes 28 bajo el lema Orgullo, resistencia y autodefensa.

Esta plataforma se creó en 2007 y está formada por una docena de asociaciones, entre las que se encuentran la Asamblea Transmaricabollo de Sol, la Comunidad de Asexuales de España (ACEs) o la Comunidad no monógama lgtbq+. Según explican, nacieron «como una reacción al Orgullo comercial, buscando un movimiento mucho más político y reivindicativo, lejos del capitalismo rosa». En su manifiesto denuncian «la discriminación silenciosa a la que se nos somete diariamente en nuestros puestos de trabajo, las instituciones, sistema sanitario, entornos sociales, en las calles… Algo que nos obliga de forma sutil pero contundente a ocultar nuestras disidencias».

Para mostrar su compromiso han organizado una serie de actividades bastante alejadas de los conciertos de pop por las plazas de Madrid o la tradicional carrera de tacones. Por ejemplo, el jueves 30 organizan en La Quimera (Plaza de Nelson Mandela, Lavapiés) una Kafeta Anal Marika, con performances, talleres de género, comida vegana y música. El sábado 2 tendrá lugar un taller de mecánica ciclista para mujeres, bolleras y trans en Tabacalera (Embajadores, 51) y el sábado 9 habrá karaoke transfeminista y concierto de cantautoras, a las 19.30 h., en La Quimera. El resto de actividades se puede consultar en su web orgullocritico.wordpress.com.

Esta plataforma no es la única que aboga por cambiar el modelo del orgullo oficial. La Asociación de vecinos de Chueca también propuso al Ayuntamiento de Ahora Madrid un «modelo más social en el que cobrase más importancia el tejido cultural del barrio, en vez de los intereses de los empresarios», explica Esteban Benito, su presidente.

Sin embargo, Benito asegura que desde el Consistorio se bloqueó y boicoteó esta iniciativa que «pretendía ser una propuesta alternativa a la forma en la que durante la última década se vienen organizando actividades en el barrio para el orgullo, totalmente de espaldas al barrio». Aún así, aseguran que seguirán trabajando por unas fiestas más sostenibles e integradoras. Para ellos, otro Orgullo Gay es posible… y necesario.

Madrid: Tres jóvenes gais, agredidos en San Blas tras acudir al pregón del Orgullo

El colectivo Arcópoli tiene registradas 107 agresiones homófobas en la región en lo que va de año

Tres jóvenes gais de entre 21 y 25 años han sido agredidos esta madrugada cuando regresaban de asistir al pregón del Orgullo, celebrado ayer en el barrio de Chueca. Un grupo de personas les ha increpado, les ha insultado y les ha lanzado objetos. En lo que va de año, el colectivo Arcópoli, de defensa del colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTBi) lleva registradas 107 agresiones homófobas en la región en lo que va de año.

Los jóvenes regresaban a sus domicilios cuando se toparon con un grupo de tres chavales (dos de ellos menores de edad), en la plaza de Alsacia y en la avenida de Guadalajara, en el distrito de San Blas. Sus integrantes comenzaron a insultarles con improperios como “maricones y comepollas”. Los jóvenes subieron al domicilio a uno de ellos, sin enfrentarse a sus atacantes. “Llevábamos las banderas arcoiris [símbolo del movimiento LGTBi] y por eso nos reconocieron. De todas formas, saben nuestra orientación sexual porque llevamos toda la vida residiendo en este barrio”, señala una de las víctimas.

Cuando terminaron de cenar, uno de los jóvenes gais se marchó a su casa. Le estaban esperando de los atacantes, que siguieron con los insultos. En este caso, la víctima sí se encaró a ellos y les recriminó su actitud. Los chavales le empezaron a tirar manzanas y hasta piedras, cuando caminaba por la calle de los Hermanos García Noblejas. Una de ellas le alcanzó en la cara y le partió el labio. El herido pudo llegar a su casa y curarse la herida.

Los agredidos tienen previsto acudir esta tarde a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del distrito y denunciar los hechos. “Ante todo tenemos más ganas de acabar con este tipo de ataques y que se tomen medidas”, explica uno de los agredidos.

El colectivo Magdalenas Diversas, al que pertenecen los jóvenes, ha convocado una concentración a las seis de la tarde de mañana en la plaza de Alsacia para denunciar la agresión y pedir medidas contra este tipo de ataques. A la misma está prevista que se sumen otras asociaciones, como Arcópoli. 

PEGATINAS HOMÓFOBAS EN CHAMBERÍ

La glorieta de Bilbao ha amanecido esta mañana con nuevas pegatinas homófobas, según ha denunciado Arcópoli. En las mismas se ve a un grupo de personas pintadas con el arcoíris y justo en medio una con perfil negro y el logotipo del grupo neonazi Bases Autónomas. Sobre ellas se lee el texto: “Somos diferentes”.

El colectivo de defensa LGTBi ya se ha puesto en contacto con la Policía Municipal para denunciar este hecho, de forma que lo investiguen por si supone un delito de odio.

El alcalde del PP en Cuenca prohíbe colgar la bandera del Orgullo Gay en el Ayuntamiento

Tras retorcer el contenido de una moción que fue aprobada por la unanimidad de la oposición y con el voto en contra del Partido Popular, el regidor ha decidido colocar la bandera arcoíris en la fachada del Mercado Municipal, una actitud que ha sido calificada como “homofóbica” y “autoritaria”.

Activistas y ediles de la oposición frente al Ayuntamiento de Cuenca

Activistas y ediles de la oposición frente al Ayuntamiento de Cuenca

Todo apuntaba a que la bandera arcoíris iba a ondear por primera vez en el Ayuntamiento de Cuenca,  pero el Partido Popular ha decididocensurar este acontecimiento tras retorcer el contenido de la moción que fue aprobada por la unanimidad de la oposición durante el pleno del pasado miércoles.

Este gesto simbólico, impulsado por Izquierda Unida, votado en contra por el PP y apoyado por PSOE y C’s, iba acompañado de otras medidas como la puesta en marcha de tutorías de atención a la diversidad afectivo-sexual en los centros educativos conquenses, la inserción de cláusulas de protección a personas transexuales en los planes municipales de inserción laboral, dado su alto grado de discriminación en el trabajo, o la elaboración de una campaña de denuncia de la homofobia.

A pesar de ello, ayer, el alcalde conquense, el conservador Ángel Mariscal, comunicó a la portavoz local de IU, Ana Cruz, que no se colocaría en el Ayuntamiento la bandera LGTBI con motivo de la reivindicación del Orgullo Gay que se celebra hoy, 28 de junio.

Concretamente, Cruz denunció que “el único argumento del alcalde para no cumplir el acuerdo es que se atribuye la competencia exclusiva de decidir dónde y cuándo se cuelgan las banderas en el Consistorio”, unas palabras que la portavoz de IU calificó como “una nueva muestra de autoritarismo”.

Finalmente, el equipo de Gobierno del Partido Popular ha decidido colocar una bandera arcoíris en la fachada del Mercado Municipal. Tras esto, los conservadores han defendido que están cumpliendo el compromiso alcanzado en el último pleno, mientras que los grupos de la oposición han lamentado la “tomadura de pelo” que supone que el Partido Popular se aferre a la terminología de “edificios públicos municipales”, cuando estaba claro que lo que se acordó en pleno fue poner la bandera en el Ayuntamiento, en la Plaza Mayor.

Impiden que la oposición acceda al Salón de Plenos

Esta mañana, continuando con la polémica, varios ediles han intentado colgar la bandera, pero se les ha denegado el acceso al Salón de Plenos con el argumento “de que la utilización del salón es prerrogativa del alcalde y no lo considera oportuno“, ha explicado a los medios la portavoz de IU, Ana Cruz.

Además, Izquierda Unida ha criticado que el regidor no ha cumplido con el acuerdo del pleno. “Después del rechazo de la moción y con esta actitud, parece que tiene una actitud homófoba impropia del siglo XXI en el que vivimos”, han manifestado.

El portavoz ‘popular’, por su parte, ha rechazado cualquier acusación de “homofobia” y ha recordado que el equipo de Gobierno ha dado instrucciones para iluminar, como ya hiciera el año pasado, con los colores de la bandera arcoíris las Casas Colgadas, el monumento más emblemático de la ciudad.

Las 88 agresiones homófobas en Madrid que no llegan a la comisaría

Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en Madrid en lo que va de año

Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en Madrid en lo que va de año EFE

Casi 50 años después de que un grupo de trans, lesbianas y gays hicieran frente a la policía de Nueva York en los alrededores del pub Stonewall Inn, el colectivo LGTB sigue contabilizando agresiones homófobas y tránsfobas en Madrid. Frecuentemente se considera aquel 28 de junio el inicio de la lucha contra todo un sistema que perseguía a aquellos que no respondían a los patrones sexogenéricos impuestos. Pero aún hoy a muchos siguen pisándoles los talones cuando vuelven a casa por la noche y muchos evitan esa calle para no palpar el riesgo de recibir una paliza.

Como Sergio, que perdió el conocimiento tras uno de los empujones que les dieron a él y a su amigo al grito de ‘banda de maricones'”. La que sufrió este joven madrileño es una de las 105 agresiones homófobas o tránsfobas que ha contabilizado la asociación LGTB Arcópoli en la capital desde el inicio del año. De ellas, solo se han denunciado ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado 17. Es decir, 88 agresiones son invisibles para la Policía.

Algo similar ocurre con los datos que proporciona el Ministerio del Interior en su informe anual de delitos de odio. El último, correspondiente a 2015, contabilizó 169 incidentes por homofobia en toda España. Pero en la estadística solo se incluyen aquellos que han sido puestos en conocimiento de un agente. Según relató a eldiario.es, Sergio acudió a comisaría poco después de la agresión para denunciar ante un policía.

Pero la formación de los agentes es “insuficiente”, según sostiene el jefe de la Policía Local del municipio madrileño de Fuenlabrada y portavoz de la Plataforma por la Gestión Policial de la Diversidad, José Cano. Arcópoli, a través de su Observatorio contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, imparte cursos a varios cuerpos de policía madrileños, pero “es fundamental poner en marcha un proceso de formación intensiva”, explica Cano. Y ejemplifica: “Si un agente presencia un puñetazo a un chico que se estaba besando con otro, puede dudar si es un ataque de odio, pero si el agresor tiene tatuado en el brazo ’88’ –símbolo del saludo Heil Hitler– podrá identificar mejor la motivación”.

Pero eso requiere, matiza Cano, que “los policías lo sepan, y muchos aún no tienen esa formación”. El portavoz asegura que los de odio, como los homófobos, son “delitos complejos, que requieren muchos medios de prueba… y por ello se necesita tanta información para identificarlos”.

La normalización de la violencia

Sergio sí denunció, pero no lo hizo el amigo que le acompañaba y al que también agredieron. “Por vergüenza y por miedo”, contó el joven. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea –FRA– elaboró en 2013 un estudio que cuantificaba en un 80% el número de victimas de discriminación que viven las agresiones en el ámbito privado, sin denunciar.

Entre los motivos para no poner en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la agresión, el informe enumera  la desconfianza en que la policía hiciera algo al respecto –32%– o pudiera hacerlo –19%–, el miedo a la reacción de los agentes –19%–, el temor a las represalias –16%– o la vergüenza –15%–. Sin embargo, la razón más frecuente –48%– es “no se me ocurrió” o “no me pareció lo suficientemente grave”.

Rubén López, vocal de delitos de odio de Arcópoli, recibe casi diariamente llamadas de chicos y chicas a los que han agredido junto a insultos homófobos o tránsfobos. Ve en ellos y ellas su reticencia a denunciar. El experto identifica la normalización de la violencia como uno de los factores fundamentales. “Lo ven como algo normal, que está aceptado que alguien les agreda o insulte”, sostiene. Pero también la creencia de que no sirve para nada y la desconfianza motivada “porque el colectivo LGTB ha tenido una historia muy dura con la policía que sigue en el imaginario”.

López explica que el perfil de las víctimas suele ser un hombre joven que va en pareja porque para el agresor, un hombre la mayoría de las veces, “dos chicos dándose un beso supone una traición al concepto de masculinidad”, pero que lo hagan dos chicas, “lo ve morboso y excitante”. Por otro lado, continúa, “el contacto físico entre dos hombres en público es más tabú”, aunque “últimamente estamos observando un aumento de denuncias de chicas”.

Ante esta situación que los colectivos LGTB llevan años vigilando, exigen la aprobación de una ley de igualdad LGTB que incluya la formación de jueces, fiscales y abogados en esta materia e incorpore la diversidad afectivo sexual “en todos los ámbitos: sanidad, educación…”, dice López. Además, que contemple medidas y herramientas concretas para combatir la homofobia desde las instituciones. Sin embargo, el Partido Popular, que ha ganado las elecciones de este 26J, es el único partido que no incluía esta medida en su programa electoral, al contrario que el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.

Facebook, contra la homofobia

Viñeta de la guía ¡Acaba con el acoso a la comunidad LGTB'

Viñeta de la guía “Acaba con el acoso a la comunidad LGTB”. Tomada de la guía

El gigante de las redes sociales, Facebook, ha puesto en marcha una iniciativa para prevenir y denunciar aquellos casos de discriminación contra el colectivo LGTB.“Acaba con el acoso a la comunidad LGTB. Sé respetuoso en Internet” es la guía, pensada para los más jóvenes, que ofrece consejos desde este miércoles.

La red social subraya cómo la tecnología ha borrado las distancias entre familiares y amigos creando una comunidad global. Sin embargo, “no todo el comportamiento que presenciamos o experimentamos en internet es el correcto“, resalta la empresa.

La guía destaca la lucha que el ser humano comparte para erradicar la “intolerancia y los prejuicios” de la vida física. Una pugna que no se libra de igual forma en la red y que exige el esfuerzo de todos “a la hora de combatir el acoso” y hacer de Internet un lugar “más cordial”.

Facebook y sus colaboradores optan por dos objetivos: proporcionar confianza y apoyo al usuario para que denuncie estas situaciones y ofrecer información sobre las herramientas y normas de la red social para “ayudar a protegerte”.

“Acaba con el acoso” brinda tres consejos para “influir positivamente” en la red. El primero, es “escucha, detén la situación y no seas un mero espectador”, con el que animan a defender a las personas. “Sé positivo” es la segunda sugerencia, una forma de llenar de likes y emoticonos favorables las publicaciones, al mismo tiempo que sugiere recibir con humor las publicaciones negativas. El último es “Piénsalo bien”, es decir, reflexiona antes de publicar para sopesar si puedes hacer daño.

Para mantener la seguridad, Facebook recomienda que conozcas tu entorno: saber quién va a recibir tus publicaciones, mantener círculos alrededor de personas conocidas y de confianza y, no tener miedo a la denuncia, al bloqueo o a la eliminación de la amistad.

En este instrumento han colaborado con la compañía de Zuckerberg la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), COLEGAS, Confederación LGTB Española, y la Fundación Triángulo.

El PP, partido ‘non grato’ en el Orgullo

Condenado a 16 años por descuartizar a un homosexual

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a 16 años y tres meses de prisión al hombre al que un jurado popular halló culpable de matar a cuchilladas a otro que le propuso mantener relaciones sexuales en un domicilio de la playa de Gandía.

Según un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, se ha aplicado, además, el agravante de cometer el crimen por motivos de discriminación por la orientación sexual de la víctima, aunque concurre también el atenuante de embriaguez.

La sentencia también condena a otros tres hombres que ayudaron al primero adeshacerse del cadáver y a limpiar el escenario del crimen. A ellos se les ha considerado como autores de un delito de encubrimiento, y se les ha condenado a penas que oscilan entre los cinco meses y un año de prisión.

El magistrado ha apreciado en uno de ellos la circunstancia atenuante de confesión, y a otro le aplica los atenuantes de confesión y embriaguez.

Los hechos sucedieron en mayo de 2014, cuando el condenado asestó varias puñaladas a la víctima en la casa a la que habían acudido con otros dos de los acusados, tras estar hasta la madrugada en un pub de Gandía, donde consumieron drogas y alcohol.

En la vivienda continuaron bebiendo y, en un momento dado, la víctima, que entonces tenía 44 años, intentó iniciar relaciones sexuales con el asesino, al que se le insinuó y le tocó la pierna y los genitales.

Según considera probado la sentencia, “al comprobar que la víctima era homosexual y movido por su aversión hacia esta orientación sexual, el condenado cogió un cuchillo de la cocina y se lo clavó varias veces en el tórax, el abdomen y la cabeza”.

Posteriormente, ayudado por el resto de acusados, cortó el cadáver en ocho trozos, lo metió en bolsas de basura y lo ocultó en la zona de Monte Pego, en Alicante. A continuación, el asesino y los otros condenados limpiaron el domicilio donde se produjeron los hechos.

El magistrado considera “cierto” que la insinuación “pudo ser el desencadenante del desgraciado suceso, pero no parece más que la muerte de una persona que era homosexual; no parece que estemos ante la muerte de una persona por ser homosexual ni está acreditado motivo de odio alguno a la víctima, con el que estuvo tomando copas y en el coche del cual se montó para seguir bebiendo”, relata la sentencia. “Parece que una mala interpretación de una acción obtuvo una respuesta exagerada fatal para su vida”, ha concluido el magistrado-presidente del jurado.

El colectivo LGTB pide al futuro Gobierno una ley de transexualidad

Solicita también una ley de igualdad de las personas LGTB, un pacto de Estado frente al VIH/sida y un acuerdo nacional educativo con medidas para frenar el acoso escolar

 

El colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) pide al próximo Gobierno una ley de igualdad de las personas LGTB, una ley de transexualidad, un pacto de Estado frente al VIH/sida y un acuerdo nacional educativo con medidas para frenar el acoso escolar. Estas cuatro demandas para avanzar hacia la igualdad real y la reivindicación de la bisexualidad protagonizarán las pancartas de cabecera de la manifestación estatal del Orgullo Gay que tendrá lugar el próximo sábado, señala en una entrevista con Efe el presidente de la Federación estatal de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (Felgtb), Jesús Generelo.

Un crespón negro junto a los lemas de la marcha rendirá homenaje a las víctimas de la matanza del club homosexual Pulse de Orlando en Florida (Estados Unidos), en el que murieron medio centenar de personas. En el Día Internacional del Orgullo Gay, reclama una ley de igualdad LGTB, con medidas en los ámbitos educativo, sanitario, de los servicios sociales y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Destaca la importancia de impulsar de forma urgente una ley integral de transexualidad, por tratarse del colectivo “más estigmatizado, más excluido y con más dificultades de acceso al mercado laboral”.

Tras recordar que cuatro comunidades autónomas ya cuentan con leyes de igualdad LGTB y que siete disponen de leyes de transexualidad, subraya la necesidad de unificar la situación en el conjunto del Estado y evitar los “desequilibrios” entre regiones. Otra de sus peticiones es la consecución de un pacto de Estado educativo para lograr la inclusión de la diversidad sexual, de género y familiar en el currículo escolar y en el día a día de las escuelas, además de contribuir a frenar el acoso escolar por LGTBfobia.

Aboga asimismo por un pacto de Estado frente al VIH/sida, contra el estigma y la discriminación que supone esta infección con el objetivo de establecer unas políticas preventivas que permanezcan en el tiempo al margen de los cambios que se produzcan en el Ejecutivo en cada momento. Generelo alberga esperanzas de que cualquier pacto de Gobierno que se alcance permita sacar adelante estas iniciativas en la primera parte de la legislatura, ante el consenso que suscitan entre los principales partidos políticos.

“Ninguneados”

Este año la manifestación del Orgullo Gay pide por primera vez visibilidad para las personas bisexuales dentro de la diversidad del colectivo LGTB y dentro de la sociedad. “Se sienten ninguneados. Hay un binarismo social que hace que te tengas que definir como homosexual o heterosexual. La bisexualidad parece que está en un terreno de nadie, en el que se pone en cuestión que realmente exista”, explica. El presidente de la Felgtb considera que hay que acabar con los estereotipos y el desconocimiento sobre las personas bisexuales, que sufren mayores índices de depresión, de somatización de enfermedades y de intentos de suicidio, por la inseguridad y la ansiedad con la que viven su orientación sexual.

Y opina que hay un incremento de las denuncias por agresiones por orientación sexual gracias a la labor de sensibilización, acompañamiento, asesoramiento y motivación para que la gente pierda el miedo y no permita ningún tipo de agresión o discriminación. Solo en la Comunidad de Madrid, se han producido más de ochenta agresiones por orientación sexual en lo que va de año, aunque la violencia contra el colectivo LGTB se registra de forma generalizada en ciudades pequeñas, medianas y grandes de todo el país. “El nivel de agresiones que sufre el colectivo LGTB es intolerable. La solución a los delitos de odio no solamente hay que buscarla en el Código Penal. La prevención es fundamental en el sistema educativo, que vive de espaldas a la diversidad sexual, de género y familiar”, resalta.

28-J: Del orgullo al reconocimiento

Pese los avances en el terreno de la igualdad, perviven estructuras sociales y culturales que continúan generando odios y exclusiones

Día del Orgullo Gay 2016 Participantes de la Marcha por el Orgullo Gay en la ciudad mexicana de Guadalajara. ULISES RUIZ BASURTO (EFE)

Día del Orgullo Gay 2016 Participantes de la Marcha por el Orgullo Gay en la ciudad mexicana de Guadalajara. ULISES RUIZ BASURTO (EFE)

Stonewall, Orlando, tu ciudad, mi ciudad. Todos habitamos espacios en los que hoy continúa cultivándose el miedo al diferente, la negación del otro, el no reconocimiento del que rebasa la línea de la normalidad. Espacios habitados por seres vulnerables que nos piden a gritos que este año el 28 de junio sea una fecha más reivindicativa que de celebración. Las cada vez más preocupantes cifras de delitos de odio y discriminación, las tan frecuentes reacciones homófobas en las redes sociales o el aumento de los casos de acoso escolar basado en la orientación sexual o la identidad de género, nos demuestran que estamos lejos de la deseada igualdad, y que en incluso estamos asistiendo a un cierto retroceso con respecto a lo que pensamos que ya eran conquistas irreversibles. Las múltiples crisis que sufrimos están alimentando, como ha sido habitual en otros momentos históricos, la reivindicación extrema de un orden construido a imagen y semejanza de mayoría empoderada. Incluso en países como el nuestro, en el que es innegable el avance producido en la última década en cuanto a la protección jurídica del libre desarrollo de la afectividad y la sexualidad, la realidad se empeña en demostrar que en cuestión de derechos es imposible bajar la guardia.

Deberíamos empezar pues por asumir que no vivimos en el paraíso que un día soñamos. Que como mucho hemos alcanzado unos niveles mínimos de tolerancia, que siempre es perversa porque implica una relación jerárquica entre el “tolerante” y el “tolerado”, pero que aún no hemos alcanzado el reconocimiento como iguales de las múltiples maneras en que un ser humano puede expresar su identidad. Seguimos condicionados por un régimen heteronormativo que, en permanente alianza con el patriarcado, no solo prorroga la subordinación de la mitad femenina sino también la de todos los sujetos que desbordan el paradigma del varón heterosexual. Es fundamental, por tanto, que empecemos asumir que el movimiento feminista y el LGTBI luchan, o deberían hacerlo, contra un mismo opresor y que mejor nos iría a todas y a todos si aprendiéramos a tejer redes y alianzas.

La asunción de que las raíces de la discriminación del colectivo LGTBI se hallan en ese heteropatriarcado que algunos se resisten a identificar, no sé si por ignorancia o por interés en mantener determinados privilegios, nos obliga a poner el foco en unas estructuras sociales y culturales que hoy continúan generando odios y exclusiones. De ahí que si bien las reformas jurídicas continúan siendo necesarias, deberíamos ir más allá y plantear una superación de un sistema que continúa clasificándonos en virtud de dualismos jerárquicos. Todo ello pasa por actuar de manera mucho más incisiva en ámbitos como la educación y la cultura, así como por el desarrollo de políticas sociales y económicas que distribuyan por igual identidad, participación y recursos.

Por otra parte, no deberíamos olvidar que las siglas LGTBI encierran múltiples realidades y que, en consecuencia, cada una de ellas exige una atención específica y diversa. En este sentido, no podemos obviar la discriminación de tipo interseccional que sufren las mujeres lesbianas, como tampoco las singulares dificultades que sufre el colectivo trans ante un marco jurídico que continúa patologizándolo. De misma forma que deberíamos hacer visible como en muchos casos la respuesta a la intersexualidad acaba convirtiéndose en una auténtica mutilación genital. Todo ello nos obliga a reclamar no solo estrategias de resistencia sino también estructuras -políticas, administrativas, culturales– que no multipliquen la vulnerabilidad y que no olviden la debida conexión que debiera existir entre igualdad, bienestar y justicia social.

En definitiva, mientras sigamos amparando, y en muchos casos alimentando, un orden político y cultural basado en binomios que excluyen –masculino/femenino, heterosexual/homosexual– difícilmente superaremos la fase de la tolerancia. De la misma manera que hasta que toda la sociedad no asuma que estamos ante una cuestión de ciudadanía y, por tanto, de exigencia democrática, no podremos acabar con las víctimas que continúa provocando un régimen opresor. Celebremos pues, claro que sí, la diversidad gozosa del ser humano, el inevitable carácter fluido y hasta nómada de las identidades, pero no olvidemos en este 28 de junio que continúa siendo necesario pasar el orgullo a la acción política. O, lo que es lo mismo, de las banderas con el arco iris en los balcones al compromiso real de todas y todos, instituciones y ciudadanía, en la superación del miedo a la diversidad.

Octavio Salazar Benítez es profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba y miembro de la Asociación Personas por la diversidad afectivo-sexual y de la Red Feminista de Derecho Constitucional.

El 60% de las personas transgénero sufre depresión

Un especial de la revista médica ‘The Lancet’ pide que se tomen medidas para eliminar el estigma que agrava los problemas de salud de más de 25 millones de personas en el mundo

Carla Antonelli (derecha) es la única mujer transexual que ejerce el cargo de diputada en España

Carla Antonelli (derecha) es la única mujer transexual que ejerce el cargo de diputada en España KIKE PARA

En el mundo hay al menos 25 millones personas cuya identidad de género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer: hombres que la sociedad considera mujeres y viceversa, además de otras identidades. Con esta cifra, que podría ser superior debido a la capacidad del estigma para ocultar a las personas transgénero, la revista médica The Lancet llama la atención en un número especial sobre la necesidad de mejorar el cuidado sanitario de una parte de la población (entre el 0,4 y el 1,3%) que los sistemas de salud suelen descuidar.

En una serie de artículos se recuerda la situación de exclusión legal y social a la que se enfrentan muchas personas trangénero, algo que incrementa los riesgos para su salud. Hasta el 60% sufre depresión, y el rechazo de la familia o en el entorno laboral favorece la adopción de comportamientos de riesgo, como la prostitución, que aumenta un 50% su riesgo de contraer VIH. Además, la violencia supone una amenaza mortal. Entre 2008 y 2016 se registraron 2.115 asesinatos de personas transgénero en todo el mundo y es probable que fuesen más aunque no se documentasen.

Entre las medidas para enfrentarse al problema, los autores reclaman que la Organización Mundial de la Salud (OMS) modifique su manual diagnóstico para que los tratamientos para las personas transgénero desaparezcan del apartado de trastornos mentales y de comportamiento y se incluyan en la sección de salud sexual. En buena medida, este cambio ayudaría a reducir el estigma social que agrava la enfermedad mental.

Los autores del trabajo publicado enThe Lancet también proponen algunas políticas generales respecto al tratamiento de personas transgénero. Por un lado, se pide que los tratamientos hormonales para los cambios de sexo se financien de la misma manera que el resto de cuidados de salud. En este sentido, destacan que estos tratamientos de reasignación de sexo, entre los que se encuentran las hormonas o algunas cirugías, tienen resultados positivos cuando se aplican durante la adolescencia.

Por otro lado, se pide que se eliminen las cirugías que tratan de definir el sexo de los bebés justo después del nacimiento cuando los genitales son ambiguos. Estas intervenciones, que por cuestiones de menor dificultad técnica suelen optar por la construcción de genitales femeninos, pueden provocar problemas de identidad sexual en el futuro. Los expertos señalan que muchos países están comenzando a fomentar un enfoque médico más abierto en el que la cirugía se retrasa hasta que el niño tiene una identidad de género clara y es capaz de decidir si quiere ser operado.

Además de los tratamientos médicos, los autores del informe destacan la necesidad de desarrollar estrategias para impulsar la aceptación de las personas transgénero como base para mejorar su salud. Se reclama que los médicos reciban una formación específica para comprender las necesidades sanitarias de esta parte de la población, que se promulguen leyes contra la discriminación de las personas transgénero y que las escuelas eduquen sobre la diversidad de género y favorezcan la inclusión. Por último, señalan que, aunque en muchos países desarrollados y en algunas partes de Asia se ha impulsado la investigación de este fenómeno global, hay grandes partes del mundo, como África, Oriente Medio o Rusia donde el desconocimiento es aún muy grave y los niveles de discriminación extremos.