Así se vive sin deseo sexual

Javier Cuesta 22/06/2016 Madrid. Reportaje sobre asexualidad, estos tres chicos se declaran asexuales. Rafael Campillo (pajarita), Alexander Semenychev y Maria Lopez. el mundo

Estos tres chicos se declaran asexuales. Rafael Campillo (pajarita), Alexander Semenychev y Maria Lopez.

Con él se consiguen un par de cosas presuntamente fundamentales en la vida:procrear y orgasmar, clímax por partida doble y en sólo cuatro letras. Por eso, las personas que en este reportaje ofrecen su testimonio suelen escuchar que se están perdiendo lo mejor de la vida: practicar sexo, el sonido de los cuerpos y el crepitar del deseo.

Pero ellos no tienen sensación de pérdida. Rafa, María y Alex carecen de interés por el sexo, no les brota el pálpito y ningún latido viaja en su cuerpo de arriba a abajo. Son los fundadores, junto a medio centenar de personas más, de la primera asociación de asexuales de España : Asexual Community España (ACE).

“Hasta el pasado febrero éramos una comunidad virtual sin entidad jurídica. Hacíamos quedadas pero quisimos organizarnos formalmente, sobre todo quienes queremos hacer activismo”, explica Rafa, 27 años, de profesión astrofísico. Y con activismo se refieren, fundamentalmente, a hacerse visibles.

Rafael tiene 27 años, es físico y está terminando un máster en Astrofísica

Rafael tiene 27 años, es físico y está terminando un máster en Astrofísica. (Foto: Javi Cuesta)

“La visibilidad es lo que más nos interesa”, prosigue Alex, 23 años e informático: “La comunidad gay y lesbiana está reconocida, la gente sabe que existen, tienen reconocidos una serie de derechos… y respeto. Nosotros buscamos la visibilidad,que la gente reconozca que la asexualidad existe, y también que se reconozca como una orientación”.

Ésta es la postura de Asexuality Visibility and Education Network (AVEN), la primera plataforma virtual sobre asexualidad, de habla inglesa, que en 2006 da pie a la formación de AVENes, su filial de habla hispana, de donde emerge la actual asociación en España (ACE).

“Si las orientaciones sexuales se definen hacia qué sexo o qué género se siente uno atraído de forma sexual (el opuesto, el mismo, varios), la combinación de no sentir atracción sexual por ninguno es también una orientación sexual aunque sea en el caso nulo“, explica Marta Torca, conocida en la comunidad asexual virtual (y cada día más real) como Baikal y que se ocupa de las relaciones con la prensa.

Alex tiene 23 años y no sólo se siente asexual sino también arromántico

Alex tiene 23 años y no sólo se siente asexual sino también arromántico. (Foto: Javi Cuesta)

Y así lo demandaron el pasado 28 de junio durante la celebración del llamado Orgullo Crítico, en el que asociaciones vecinales y LGTB reclamaban un modelo de fiestas más reivindicativo. En este Orgullo Indignado quedó claro que la “asexualidad existe”.

Las siguientes líneas formaban parte del manifiesto que aquel día leyeron: “Las personas asexuales no somos ni célibes ni castas, si queremos tenemos relaciones sexuales y las disfrutamos. Si nos apetece nos masturbamos. Todo ser humano tiene derecho a expresar sus emociones de forma libre, sin ningún tipo de veto social que lo juzgue, castigue o lo trate de enfermo. No somos inmadures, ni demasiado jóvenes, no nos falta conocer a ese alguien. No insistas, lo tenemos claro. No somos personas reprimidas, ni amargadas. Somos personas felices y plenas”.

Inmadures no es una errata. Este colectivo emplea la letra e con un objetivo: el de la integración, más allá del género como división binaria. Ni inmaduras ni inmaduros: inmadures. Los términos son nuevos y, por tanto, también los conceptos. Existe por delante un futuro para reflexionar. Al respecto, cuenta María López, profesora de apoyo en una academia, y presidenta de la asociación, que fue una quedada de la comunidad asexual nacida en internet en Madrid el pasado febrero encendió la mecha.

María López, 27 años, profesora, llegó a valorar si era homosexual en la adolescencia, antes de definirse como asexual

María López, 27 años, profesora, llegó a valorar si era homosexual en la adolescencia, antes de definirse como asexual. (Foto: Javi Cuesta)

“¿Por qué no abrir puertas y conseguir así que nos tomen en serio? Yo siempre noté que era diferente en muchas cosas. Con la llegada de la adolescencia, más... Y cuando llegas a los 18 y te das cuenta de que sigues igual empiezas a plantearte cosas, yo pensé si era homosexual, tuve todo tipo de etapas, pero tampoco me interesan las chicas…”, resume. Como la incertidumbre persistía, decidió “preguntar a Google”, y entonces apareció ante sus ojos la plataforma AVEN. Y un chorreo de términos: asexual, alosexual (que significa sexual) demisexual (pueden sentir atracción sexual sólo con quienes comparten un fuerte vínculo emocional) grisexual (sienten deseo esporádicamente)… El glosario es extenso.

Y el debate también. Para José Luis Beiztegui, sexólogo y miembro de laAsociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS) “emplear el término asexual para describir a quien carece de deseo sexual no es lo más correcto”», puesto que sexo significa, etimológicamente “sección o diferenciación entre hombre o mujer”.

“Habría que estudiar el fenómeno desde la erótica, más que desde el sexo”, propone. Y matiza también la consideración de la asexualidad como una orientación puesto que la “asexualidad se orienta hacia nadie”. Sin embargo, prosigue Beiztegui, hay que acercarse a la asexualidad “más que con la espada combativa con comprensión y con respeto”.

Aunque parece formar parte de su campo académico, hasta ahora la asexualidad no era motivo de estudio para la sexología, aunque en 1948 el autor del informeKinsey elaboró una escala del deseo que reconocía no sólo la homosexualidad y la heterosexualidad sino también la asexualidad. Los llamó X, los llamó incógnita.

Reconoce Beiztegui que, en este proceso, tiene mucho que ver el reciente anuncio de la marca de colchones Flex, en el que los protagonistas se describen como asexuales. EL MUNDO ha hablado con algunas de las personas asexuales que aparecen en el anuncio, y también con Sra Rushmore, la agencia responsable del mismo. Ángela Cadiñanos, Elena Delgado y Ana Herrero son las mujeres responsables de que hoy, ahora, esté usted leyendo esto.

“70 millones de asexuales en el mundo”

“La marca quería rejuvenecer y acercarse a los jóvenes. Como es una firma de colchones, nuestra primera idea fue el sexo. Pensamos: vamos a hacer lo contrario, reivindicar el derecho a no tener sexo“, relatan. En el anuncio se señala que “70 millones de personas en el mundo son asexuales” .

El dato lo extraen de la cifra que más se repite si de asexualidad se habla, que un 1% de la población carece de deseo. Lo recabó el sexólogo Anthony F. Bogaert -al que hemos entrevistado para este reportaje- en uno de sus estudios sobre asexualidad y, desde entonces, es la mayor referencia numérica al respecto. “Bogaert preguntaba a las personas en su encuesta si les gustaban los hombres, las mujeres o nadie”, recuerda Rafa, nuestro astrofísico, “y yo sigo lo que dice Bogaert porque me fío de su criterio”, finaliza.

El deseo romántico

Una de las personas asexuales en el anuncio de Flex es Lucía Lietsi, autora del libro Diario de una asexual, para quien “la emisión supuso un paso de gigante para la causa”. “La asexualidad es la pieza que le faltaba al puzzle”, reflexiona Lietsi, “nosotros la consideramos una orientación tan legítima como cualquier otra. En la heterosexualidad, la atracción se dirige a individuos del sexo opuesto, en la homosexualidad hacia el mismo; en la asexualidad, simplemente no se da hacia ninguno. La gente piensa que no somos sexuales pero es un error. Muchos de nosotros tenemos una vida sexual plena, incluso en pareja, porque una cosa es tu orientación sexual y otra tus comportamientos sexuales”.

Cuando parecía que se aclaraba algo, el asunto vuelve a complicarse. Si las personas asexuales carecen de deseo sexual, ¿qué tipo de vida sexual tienen? Lo explica la psicóloga y sexóloga Nuria Jorba: “Existe la grisexualidad y también la demisexualidad, personas que tienen atracciones románticas pero no sexuales, ¿cuántas veces comemos sin tener hambre?, en una relación sexual entre un alosexual (sexual) y un asexual no habrá pasión ni desenfreno, sino un compartir íntimo, conectar con la otra persona, como si yo no tengo ganas de cenar pero te hago la cena. Lo viven como una necesidad del otro, como algo más romántico. El problema es que se impongan o les impongan mantener esa relación sexual. Los asexuales también se masturban, es un tocarse a veces mecánico, como un estímulo físico”.

“No es que pensemos así, es que somos así”

La forma de rechazo que reciben las personas asexuales por parte de la sociedad es la negación. Así lo cuenta Marta, la responsable de prensa de Avenes, cuando se le pregunta qué tipo de rechazo o rechazos recibe la comunidad asexual.

“Se tiende a pensar que esto es una ‘tonteria’ más. A la gente le cuesta asimilarlo, lo que es entendible ya que rompe con muchos supuestos y algunos lo toman como una especie de ‘estilo de vida’. No es que pensemos así, es que somos así, pero el ser es algo que no se acepta tanto. Otros tiran de achacarlo a un problema mental o de hormonas y que, por tanto, es algo transitorio y que tiene cura. Vuelven a lo mismo: negar que haya gente asexual”.

Se refiere Marta a dos disfunciones sexuales que se suelen mencionar cuando de asexualidad se habla: el trastorno hipoactivo del deseo y la aversión sexual. El propio Bogaert, considerado como el académico que más tiempo ha empleado en analizar la asexualidad, afirma que “futuras investigaciones deberían tratar el asunto”, aclarando las diferencias entre unos y otros casos.

En una línea similar se expresa la también psicóloga y sexóloga Martina González Veiga, para quien “el problema no es la asexualidad sino la concepción que tenemos de las relaciones de pareja y la sexualidad”. “Si hay comunicación, si hay equipo, si tienes educación sexual, las cosas no se complican tanto. Lo que sí ofrece la asexualidad es otra manera de ver las relaciones de pareja y los encuentros sexuales”, cree.

“El amor romántico forma parte de la sexualidad”

Se desmarca el doctor José Díaz Morfa, presidente de la Asociación Española de Sexología Clínica y consultor de la sección de Psiquiatría y Sexualidad Humana de la World Psychiatric Association (WPA). “Se acerca al trastorno hipoactivo, pero no a la aversión sexual. Además, el amor romántico es parte de la sexualidad. Pueden tener algún conflicto larvado que les lleva a bajo deseo”.

Cada vez más homosexuales confían en una pastilla para prevenir el sida

Un español explica cómo consigue la Profilaxis Pre-exposición contra el VIH, que en España aún está en un limbo legal, y con la que prescinde del condón

Pastillas del antirretroviral Truvada, utilizado como profilaxis del VIH

Pastillas del antirretroviral Truvada, utilizado como profilaxis del VIH. JUSTIN SULLIVAN (GETTY)

Cada treinta días exactos, Íñigo tiene que ir a un hospital y reelaborar su historia. Contar una nueva mentira. “Voy a la clínica de enfermedades sexuales y digo que he tenido una relación de riesgo, desprotegida, o que se me ha roto el condón”, explica. El objetivo es conseguir que le receten un antirretroviral llamado Truvadaque inhibe los efectos del VIH/Sida en personas infectadas. Pero Íñigo es seronegativo. Quiere el fármaco para poder mantener relaciones sexuales sin preservativo con su pareja, que sí es positivo.

“No es que estemos locos ni seamos inconscientes”, apunta. Él es uno de los muchos homosexuales que emplean Truvada para evitar la infección del VIH, lo que se conoce como profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés). En 2010 se llevaron a cabo los primeros ensayos clínicos que demostraron cómo estos medicamentos (tenofovir y emtricitabina) administrados a personas sanas en riesgo de exposición, funcionaban. Además de un resultado terapéutico eran preventivos y evitaban la transmisión con idéntico suministro: una pastilla diaria, que popularmente ha pasado a denominarse como “la pastilla antisida” o “píldora del día de antes“.

A Íñigo la información le llegó por el boca a boca, pero lejos de España. En el contexto internacional de su trabajo, varios europeos y americanos le iniciaron en el método: “En España no había nada de información, sin embargo ellos llevaban tomándolo tiempo y era un debate muy presente en la comunidad gay”, apunta.

Superada la desconfianza inicial, constató que incluso la Organización Mundial de la Salud ha recomendado el PrEP a todos los hombres que mantienen sexo con otros hombres. Así que siguió el cauce oficial: “Fui al Hospital Universitario doctor Peset de Valencia, y planteé mi caso. Descubrí que efectivamente podían recetármelo, pero el tratamiento costaba 800 euros al mes”. El elevado coste se debe a la situación irregular de su tarjeta sanitaria. La imposibilidad de costeárselo le empujó a buscar alternativas.

evolución del sida en españa

“Puedes comprarlas en el mercado negro, pero ofrece las garantías que ofrece: pocas. No sabes si lo que te llega es realmente Truvada”, explica. Los mismos recelos le hicieron descartar las ofertas de los camellos que proliferan cada vez más en nuestro país. No le quedó otra que aprender a rimar la mentira y la media verdad en los centros hospitalarios (muchos ya son partidarios de administrar el PrEP a parejas serodiscordantes, con un miembro seropositivo y el otro negativo) hasta que en España el tratamiento abandone el limbo legal.

En EEUU cuesta 2.500 euros al mes, pero lo cubren muchos seguros privados. De hecho, existe un protocolo de aplicación desde que los resultados de diversos estudios concluyeron que el PrEP reducía en más de un 90% el riesgo de transmisión de VIH. En EEUU se aprobó en 2012 y se recomienda activamente su uso, pero en Reino Unido la situación es más compleja. No la cubre el seguro público y en muchas ocasiones es el propio doctor quien proporciona un documento donde figuran las web para adquirirlo. Legalmente, pero al margen del sistema sanitario. Lo envían por correo desde Hong Kong y te cuesta 50 libras al mes.

El Orgullo LGTBI lleva a las calles de Madrid el recuerdo de las víctimas de Orlando

En la lectura del manifiesto han asegurado que “hoy nos volvemos a manifestar para celebrar todo lo que hemos logrado, para reclamar todo lo que nos queda por lograr y para poner voz a aquellas personas que no pueden hacerlo”

Decenas de miles de personas han salido este sábado a las calles de Madrid en la tradicional manifestación del Orgullo LGTBI. La marcha, que ha iniciado su recorrido en la Glorieta de Carlos V hasta la Plaza de Colón, ha transcurrido en un ambiente festivo y lleno de colorido bajo el lema ‘Leyes por la Igualdad Real ¡Ya!’.

Una concentración que ha reivindicado cuatro puntos que, según afirman diversos colectivos sociales, deben ser el eje sobre el que pivote cualquier pacto de Gobierno en esta materia: una Ley de Igualdad LGTBI, una Ley Integral de Transexualidad, un pacto por la Educación así como un pacto frente al VIH, el estigma y la discriminación. Además, la marcha ha contado con una segunda cabecera para demandar el 2016 como el ‘Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad’.

Decenas de miles de personas han salido este sábado a las calles de Madrid en la tradicional manifestación del Orgullo LGTBI. La marcha, que ha iniciado su recorrido en la Glorieta de Carlos V hasta la Plaza de Colón, ha transcurrido en un ambiente festivo y lleno de colorido bajo el lema ‘Leyes por la Igualdad Real ¡Ya!’.

Una concentración que ha reivindicado cuatro puntos que, según afirman diversos colectivos sociales, deben ser el eje sobre el que pivote cualquier pacto de Gobierno en esta materia: una Ley de Igualdad LGTBI, una Ley Integral de Transexualidad, un pacto por la Educación así como un pacto frente al VIH, el estigma y la discriminación. Además, la marcha ha contado con una segunda cabecera para demandar el 2016 como el ‘Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad’.

Enfermos y criminales: cómo trató el franquismo a los homosexuales

Víctor Mora Gaspar publica ‘Al margen de la naturaleza’, un ensayo sobre la persecución que sufrió el colectivo LGTB durante la dictadura

Una pareja se da la mano mientras participa en una marcha con motivo del día internacional del orgullo gay

Una pareja se da la mano mientras participa en una marcha con motivo del día internacional del orgullo gay. / Efe

Durante los años del franquismo la homosexualidad no solo fue delito; se consideraba un problema de salud pública. Una condición que podía contagiarse y poner en peligro los estándares de masculinidad y feminidad impuestos desde la política, la religión y buena parte de la sociedad. Miles de gais acabaron en la cárcel por su orientación sexual. Fueron presos sociales repudiados por casi todos. Víctor Mora Gaspar (1981) da cuenta en su ensayo ‘Al margen de la naturaleza’ (Debate) de aquello que sustentaba las miserias que vivieron. De cómo la moral del régimen no solo se fraguó en leyes, sino también en una literatura científica que los tachaba de enfermos proclives al crimen y trataba de «curarlos» con terapias descabelladas.

«En 1954 se añade a los homosexuales a la Ley de Vagos y Maleantes, que es muy imprecisa y aunque castiga el escándalo público, éste podía ser cualquier cosa», explica Mora. Vecinos e incluso familiares de homosexuales los denunciaban a las autoridades. Solo por una sospecha se les podía detener. Llegaron a cárceles y centros especiales de detención por millares. Dieciséis años más tarde se aprueba su reemplazo, la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social. La nueva doctrina propone reescribir sus identidades mediante terapias, aunque no elimina las penas de prisión. «Campos de concentración y de trabajo, y también de condicionamiento», alerta el autor. Las transexuales, sin excepción, se enviaban a prisiones de hombres.

Durante los últimos años del franquismo se llevaron a cabo toda clase de experimentos en busca de fórmulas para «curar» la homosexualidad. Estímulo-respuesta. Dolor (calambrazos, sobre todo en los pies) en presencia de imágenes eróticas. Cirugías. «Hay documentada al menos una lobotomía», recalca Mora.

Aquella ciencia respaldó todo. «Desde el punto de vista de la psiquiatría contemporánea era un tema que les quedaba grande, pero es que además Franco eliminó la ciencia española. El que quería investigar de verdad tenía que emigrar», afirma el autor del ensayo, que ganó el recién constituido premio Sagasta. «Se vuelve

a una era premoderna. Vallejo Nájera se convierte el psiquiatra oficial del régimen y se dedica a buscar el ‘gen rojo’». Ninguna de las terapias funcionó jamás.

Después, cuenta Mora, llegaron las grandes revoluciones culturales de los 70 en buena parte del mundo occidental, que desatan los movimientos que llevan a la situación actual. Pero a los avances, sostiene Mora, les han seguido otros impulsos en dirección contraria. «Ahora asistimos a un momento de tensión. Se han multiplicado por cuatro las agresiones a homosexuales, crece la violencia de género entre adolescentes. Tenemos que cuestionar la memoria, y ver qué hicimos bien y qué hicimos mal».

Un orgulloso y caluroso arcoíris vuelve a convertir Madrid en una fiesta

La manifestación ha discurrido en un ambiente festivo y colorista para celebrar “la igualdad de derechos y la convivencia en la diversidad”

 

Miles de jóvenes, mayores y familias no se han querido perder un año más la marcha por el Orgullo Gay en Madrid, donde no ha faltado las pancartas reivindicativas, pero también el calor, el arcoíris LGTB, los disfraces, la música y un ambiente de pura fiesta.

“La Visibilidad Bisexual en la Diversidad” ha sido el lema de una de las dos pancartas -la principal ha reclamado “Leyes por la Igualdad Real,¡Ya!”- que han encabezado una marcha que ha partido desde la madrileña plaza de Atocha para terminar en Colón, donde la fiesta continuará con conciertos. “Con amor aliviamos un mundo tan poblado”, “Mis derechos y mi libertad protegen los tuyos”, “Amar no es delito” son algunos de los lemas que junto a globos y los disfraces más variopintos han exhibido las miles de personas que desde España y el extranjero se han volcado a favor del colectivo LGTB.

Las pistolas de agua han sido uno de los objetos más agradecidos entre los participantes, pues han conseguido que este Orgullo Gay 2016 fuera un poco menos caluroso, ya que los termómetros pasaban de los treinta grados.

Indios, marineros, cabareteras, batman con faldas flamencas y vestimentas fosforitas han bailado al ritmo de ABBA, Alaska y Dinarama, Marta Sánchez y canciones latinas.

Las gafas de sol más variopintas acompañaban a pantalones de cortos imposibles e incluso se ha visto a más de uno/a enseñando “más de la cuenta”.

Selfies y fotos con desconocidos, que hoy no lo eran, no han cesado por todo el Paseo del Prado así como besos y abrazos en la treintena de carrozas que han participado en la marcha. También ha habido momentos serios como cuando se ha aplaudido las reclamaciones LGTB desde altavoces: aprobación urgente de una ley integral de transexualidad, ley de igualdad LGTBI, pacto de Estado por el VIH y medidas preventivas frente al acoso escolar por razón de acoso escolar.

“Yo soy bisexual, bisexual” ha sido uno de los cánticos más coreados ya que este año esta dedicado a la visibilidad de este colectivo que sienten atracción sexual y emocional hacia personas de más de un género.

Igualmente, esta fiesta se ha teñido de emoción al recordar al exdirigente socialista Pedro Zerolo, quien estará “para siempre” en Madrid, defendiendo los derechos y libertades del colectivo de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales al que, recientemente, también se ha añadido la “I” de intersexuales.

Este Orgullo ha sido la antesala del World Pride, que convertirá a Madrid por unos días en la capital de orgullo mundial, cuya misión es “empoderar” a los diferentes organizadores de eventos relacionados con el orgullo alrededor del mundo para promover los valores de una sociedad igualitaria.

Madrid será la siguiente capital en celebrar este evento en el año 2017, después de que se haya celebrado en otras ciudades como Roma, Jerusalén, Londres o Toronto. La fiesta no acaba esta noche ya que los conciertos continuarán y Madrid se seguirá llenando de color y calor a favor de los derechos de todos.

“Le dije que era lesbiana. Gritó: ‘¡Qué asco!’ y me soltó una patada”

Madrid: Zasca al amor romántico

El Orgullo Crítico se celebra paralelamente a las fiestas de Chueca y al gran desfile del sábado para reivindicar “un orgullo no mercantilizable, no consumible y que sea inclusivo”

Manifestación del Orgullo Crítico celebrada el pasado martes en Madrid

Manifestación del Orgullo Crítico celebrada el pasado martes en Madrid

Con el lema “Orgullo, resistencia y autodefensa”, los herederos veinteañeros de Pedro Zerolo se reunieron el pasado martes al anochecer, en la plaza recién bautizada con el nombre del activista gay fallecido, para leer manifiestos de reivindicación sexual.

El denominado Orgullo Crítico 2016, que concentró a casi un millar de personas —la mayoría muy jóvenes— en un ambiente relajado y festivo, permitió conocer las posiciones de “bolleras, maricas, latines, trans*, intersex,negres, queer, arrománticas, asexuales, biciosas, bisexuales, gordes, sordas, pansexuales, poliamorosas, moras, trabajadoras sexuales, y todas aquellas personas que con su existencia cuestionan la heteronorma”, según se leyó en el manifiesto principal.

El Orgullo Crítico se celebra paralelamente a las fiestas de Chueca y al gran desfile del sábado para denunciar “el capitalismo rosa” y reivindicar “un orgullo no mercantilizable, no consumible y que sea inclusivo”. Uno de sus portavoces aprovechó para cuestionar el modelo de Chueca, donde, según dijo, “el dinero y el ocio se venden como referentes de nuestra liberación”.

Especialmente aplaudido fue el manifiesto del Bloque No Monógamo, defensores de la poliamorosidad y las parejas abiertas, que bajo el lema ¡La alternativa a la media naranja es el racimo de uvas! hizo un llamamiento a visibilizar las redes afectivas y a denunciar la familia nuclear impuesta por la “propaganda del amor romántico”. “Nunca fuimos ni seremos dos contra el mundo; lo que nos hará menos vulnerables será tejer redes de apoyo”.

Arropados por las ideas emanadas de los estudios de género y feministas, y de la teoría queer (marica), la docena de grupos participantes en el Orgullo Crítico incidió en la validez de los conceptos de los autoproclamados “disidentes de la heterosexualidad”, acogidos bajo las siglas LGBTIQ+ (acrónimo inclusivo que se refiere a lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales y otras identidades queer).

Un momento especial de la noche fue la intervención del grupo de asexuales, que participaba por primera vez en el Orgullo Crítico. Dos de sus componentes reivindicaron “la grisexualidad”. “Cuestionamos el modelo de primacía sexual en medio de una sociedad hipersexualizada”, dijeron. “La jerarquización de las relaciones afectivas en función del sexo. La presión de las expectativas sexuales. Una sociedad que nos dicta lo que debemos sentir, que nos cuestiona. Que no educa en la diversidad, en la diferencia, en lo que cada una es”.

Madrid: El Orgullo más envidiado del mundo

Multitudinario y divertido, el Orgullo de Madrid es el más relevante de Europa. Su impacto económico y cultural atrae cada vez más la atención mundial

Madrid: Una legión de orgullosos

Una gran multitud reclama igualdad de derechos entre las personas sin importar su identidad de género

Miles de personas han acudido al desfile del Orgullo Gay

Miles de personas han acudido al desfile del Orgullo Gay. JAIME VILLANUEVA Orlando, la lucha contra la homofobia o la reivindicación de una sexualidad libre fueron algunas de las pancartas que se pudieron ver durante la manifestación. “No estamos todas. Faltan las de Orlando”, clamaba un grupo de espontáneos. En un año marcado por las agresiones homófobas en la región -más de un centenar en seis meses, las últimas el pasado miércoles cuando arrancaron las celebraciones-, Carla Antonelli, activista y parlamentaria del PSOE, apremió a penalizarlas: “No se puede esperar más a aplicar el dictamen que hizo recientemente la Asamblea [que tipificaba estas agresiones como delito en lugar de cómo falta]”. Relató que “hace tres noches ocurrió una barbaridad”, cuando agredieron a un homosexual “a pedradas”. Solicitó, además, “construir una sociedad del respeto”. Una idea en la que incidió su compañera socialista Causapié: “Queremos que Madrid sea la ciudad más libre del mundo los 365 días al año”. Begoña Villacís, portavoz municipal de Ciudadanos en al Consistorio, manifestó que la capital es una ciudad abierta donde la gente puede amar a quién desee. “Cuánto más libertad, más visibilidad”, dijo. Además, lamentó “los vergonzosos ataques homófobos”. “Nos vamos a acordar de ellos y de esas asignaturas pendientes”. MÁS INFORMACIÓN Programa del Orgullo Gay 2016: fiestas y desfile por todo Madrid Cifuentes decide no ir al Orgullo World Pride 2017: ¿la gran oportunidad de Madrid tras el fracaso olímpico? El Orgullo más envidiado del mundo El Orgullo 2016 ha sido muy político y algo polémico. Los rifirrafes comenzaron cuando los organizadores, Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid), FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) y Aegal (Asociación de Empresas y Profesionales para Gais y Lesbianas de Madrid), no invitaron al Partido Popular a encabezar la marcha. Sí que contaron con el resto de partidos (PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, todos ellos además montaron una carroza). “No vale venir a hacerse la foto y luego no apoyar la igualdad”, repetía Jesús Grande, presidente de Cogam. Publicidad Diferentes personalidades del movimiento asociativo y de la política encabezaron la marcha. Entre ellos: Jesús Grande (Cogam); Marta Higueras (teniente de alcalde, Ahora Madrid); los socialistas Ángel Gabilondo, Carla Antonelli, y la portavoz municipal, Purificación Causapié; Begoña Villacís (Ciudadanos); Íñigo Errejón (Podemos); Ignacio Fernández Toxo (CC OO) o Jesús Generelo (FELGTB). También se encontraba José Manuel López, portavoz de Podemos en la Asamblea, de Madrid: “Se trata de una cita que ha sido declarada de interés general [el pasado miércoles por el Ayuntamiento de Madrid con la abstención del Partido Popular]. Es, además, una referencia de la libertad”. “Vienen familias con sus hijos, jóvenes, mayores… para disfrutar y reivindicar”, añadió el portavoz de Podemos también dejó un recado para el PP: “Tiene que tomar nota para saber en qué país vive”. El Orgullo madrileño esperaba atraer este año a 1,5 millones de personas, entre ellos a centenares de miles de turistas (desde el miércoles la ocupación hotelera supera el 80% en la almendra central). “Este fin de semana las carreras crecen por lo menos en un 50%”, contaba un taxista poco antes de que comenzara la manifestación. “El Orgullo y Fitur son los dos eventos que más gente traen a Madrid. Además, es una fiesta divertida y tranquila: hay pocas broncas y la gente no me vomita en el coche como en otras citas”, añadía el conductor. A pesar de ello, el Samur social tuvo que atender a 57 personas, entre ellos un caso grave por intoxicación. Tres integrantes del desfile del Orgullo Gay.ampliar foto Tres integrantes del desfile del Orgullo Gay. JAVIER SORIANO (AFP) Según la organización, a pie de calle, la cita cumplía las expectativas: “Cada año parece que hay más gente”, bromeaba Alfonso Llopart, presidente de Aegal, desde la carroza de Shangay, revista que dirige. “Súbeme a la carroza”, pedía Sara Lorenzo, una joven que acudía por primera vez a la manifestación. “¿Es el Orgullo más importante de Europa y del mundo, no?”, preguntaba sin dejar de bailar en la carroza. “Mi primo me ha colado”, contaba con una amplia sonrisa. En los atestados carriles centrales del Paseo del Prado no cabía un alma. La presión humana se relajaba en los laterales. “Es mucho mejor aquí [en el Paseo del Prado] que en la Gran Vía”, decía Albert Vázquez. “Como hetero y como homosexual, te sentías muy cómodo en el desfile”, decía Vázquez, asiduo al Orgullo y que organizó la despedida de soltero de uno de sus amigos coincidiendo con la celebración. Mientras tanto, en el barrio Chueca, y en el resto de escenarios (como Sol o Plaza de España), centenares de personas disfrutaban de los conciertos organizados. “Hemos estado un rato en el desfile y nos hemos venido a descansar”, contaba Sandra Herrero. “Pero ahora volvemos; tenemos ganas de más”. El desfile concluyó en torno a la medianoche. Pero la fiesta seguía en todo el centro. “Esta noche no acaba nunca”, añadía. Él año que viene Madrid acoge el World Pride, el Orgullo Mundial. “Soy la alcaldesa de la ciudad más grande del mundo”,dijo Manuela Carmena desde Colón, donde recibió a los manifestantes. Allí! la regidora prometió que el año que vine, “el Orgullo será aún mejor”. ARCHIVADO EN: Orgullo Gay Manuela Carmena Activismo Lgtbi LGTBI Derechos civiles Activismo Derechos humanos Comunidad de Madrid Grupos sociales España Sociedad VÍDEOSNEWSLETTERS TE PUEDE INTERESAR Fallece la periodista Elena Sánchez Si vivir es jugar, Calamaro morirá jugando La revuelta contra el ‘establishment’ La gente gritó estás 30 frases en la manifestación del Orgullo LO MÁS VISTO EN… » Top 50 EL PAÍSTwitterVerneDelegaciones VídeoEl caos en El Prat se agrava tras más cancelaciones y retrasos de Vueling VídeoPrograma del Orgullo Gay 2016: fiestas y desfile por todo Madrid VídeoEl dueño de Fort Ad Pays huyó de España en 2006 tras varios fraudes Una legión de orgullosos Una pareja se casa en una ambulancia tras sufrir un síncope el novio Educación veta a 20 directores de colegios e institutos Detenido en Níjar un hombre por la muerte de su bebé de 45 días El desfile del Orgullo provoca cortes de tráfico Claves sobre el botulismo El concierto más fresco de Leiva

Reclamando la igualdad real, bajo el lema “Leyes por la igualdad real ya. Año de la visibilidad bisexual en la diversidad”, decenas de miles de personas se han reunido en el madrileño paseo del Prado. “Hacía años que no venía, pero esto es impresionante”, contaba, encaramado en una carroza, el director de cine Juanma Carrillo. Tras la marcha reivindicativa, una caravana de carrozas animó la tarde madrileña. La marcha comenzó su recorrido pasadas las 18.30. Seis horas después, la última carroza despedía un Orgullo multitudinario y muy político.

Orlando, la lucha contra la homofobia o la reivindicación de una sexualidad libre fueron algunas de las pancartas que se pudieron ver durante la manifestación. “No estamos todas. Faltan las de Orlando”, clamaba un grupo de espontáneos. En un año marcado por las agresiones homófobas en la región -más de un centenar en seis meses, las últimas el pasado miércoles cuando arrancaron las celebraciones-, Carla Antonelli, activista y parlamentaria del PSOE, apremió a penalizarlas: “No se puede esperar más a aplicar el dictamen que hizo recientemente la Asamblea [que tipificaba estas agresiones como delito en lugar de cómo falta]”. Relató que “hace tres noches ocurrió una barbaridad”, cuando agredieron a un homosexual “a pedradas”. Solicitó, además, “construir una sociedad del respeto”. Una idea en la que incidió su compañera socialista Causapié: “Queremos que Madrid sea la ciudad más libre del mundo los 365 días al año”. Begoña Villacís, portavoz municipal de Ciudadanos en al Consistorio, manifestó que la capital es una ciudad abierta donde la gente puede amar a quién desee. “Cuánto más libertad, más visibilidad”, dijo. Además, lamentó “los vergonzosos ataques homófobos”. “Nos vamos a acordar de ellos y de esas asignaturas pendientes”.

El Orgullo 2016 ha sido muy político y algo polémico. Los rifirrafes comenzaron cuando los organizadores, Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid), FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) y Aegal (Asociación de Empresas y Profesionales para Gais y Lesbianas de Madrid), no invitaron al Partido Popular a encabezar la marcha. Sí que contaron con el resto de partidos (PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, todos ellos además montaron una carroza). “No vale venir a hacerse la foto y luego no apoyar la igualdad”, repetía Jesús Grande, presidente de Cogam.

Diferentes personalidades del movimiento asociativo y de la política encabezaron la marcha. Entre ellos: Jesús Grande (Cogam); Marta Higueras (teniente de alcalde, Ahora Madrid); los socialistas Ángel Gabilondo, Carla Antonelli, y la portavoz municipal, Purificación Causapié; Begoña Villacís (Ciudadanos); Íñigo Errejón (Podemos); Ignacio Fernández Toxo (CC OO) o Jesús Generelo (FELGTB). También se encontraba José Manuel López, portavoz de Podemos en la Asamblea, de Madrid: “Se trata de una cita que ha sido declarada de interés general [el pasado miércoles por el Ayuntamiento de Madrid con la abstención del Partido Popular]. Es, además, una referencia de la libertad”. “Vienen familias con sus hijos, jóvenes, mayores… para disfrutar y reivindicar”, añadió el portavoz de Podemos también dejó un recado para el PP: “Tiene que tomar nota para saber en qué país vive”.

El Orgullo madrileño esperaba atraer este año a 1,5 millones de personas, entre ellos a centenares de miles de turistas (desde el miércoles la ocupación hotelera supera el 80% en la almendra central). “Este fin de semana las carreras crecen por lo menos en un 50%”, contaba un taxista poco antes de que comenzara la manifestación. “El Orgullo y Fitur son los dos eventos que más gente traen a Madrid. Además, es una fiesta divertida y tranquila: hay pocas broncas y la gente no me vomita en el coche como en otras citas”, añadía el conductor. A pesar de ello, el Samur social tuvo que atender a 57 personas, entre ellos un caso grave por intoxicación.

Según la organización, a pie de calle, la cita cumplía las expectativas: “Cada año parece que hay más gente”, bromeaba Alfonso Llopart, presidente de Aegal, desde la carroza de Shangay,revista que dirige. “Súbeme a la carroza”, pedía Sara Lorenzo, una joven que acudía por primera vez a la manifestación. “¿Es el Orgullo más importante de Europa y del mundo, no?”, preguntaba sin dejar de bailar en la carroza. “Mi primo me ha colado”, contaba con una amplia sonrisa. En los atestados carriles centrales del Paseo del Prado no cabía un alma. La presión humana se relajaba en los laterales. “Es mucho mejor aquí [en el Paseo del Prado] que en la Gran Vía”, decía Albert Vázquez. “Como hetero y como homosexual, te sentías muy cómodo en el desfile”, decía Vázquez, asiduo al Orgullo y que organizó la despedida de soltero de uno de sus amigos coincidiendo con la celebración.

Mientras tanto, en el barrio Chueca, y en el resto de escenarios (como Sol o Plaza de España), centenares de personas disfrutaban de los conciertos organizados. “Hemos estado un rato en el desfile y nos hemos venido a descansar”, contaba Sandra Herrero. “Pero ahora volvemos; tenemos ganas de más”. El desfile concluyó en torno a la medianoche. Pero la fiesta seguía en todo el centro. “Esta noche no acaba nunca”, añadía. Él año que viene Madrid acoge el World Pride, el Orgullo Mundial. “Soy la alcaldesa de la ciudad más grande del mundo”,dijo Manuela Carmena desde Colón, donde recibió a los manifestantes. Allí! la regidora prometió que el año que vine, “el Orgullo será aún mejor”.

Madrid: Más de un millón y medio de personas en la marcha del Orgullo Gay de Madrid

Vista aérea de la manifetación del Orgullo LGTB

Vista aérea de la manifetación del Orgullo LGTB , la más grande de Europa, a su paso por la plaza de La Cibeles camino de la plaza de Colón bajo el lema “Leyes por la igualdad real Áya!. Año de la visibilidad bisexual en la diversidad”. EFE/J.P.Gandul

Disfraces, globos, gritos, colores, música a todo volumen, grupos más o menos grandes de personas celebrando que pueden celebrar: un concepto que parece redundante pero que tiene sentido. Es el desfile del Orgullo 2016. O manifestación: ni los propios asistentes lo tienen ya claro. Hay quien asumía que el marketing y el postureo se han tragado el concepto inicial del Orgullo LGTB, el recordar la lucha por la visibilidad y la normalización de un colectivo que continúa amenazado. Otros, en cambio, valoraban que «el Orgullo es una fiesta» y que como tal se debe celebrar». «Los dos orgullos son compatibles, el Orgullo es diversidad. Un Orgullo festivo también reivindica mucho», explicaban desde COGAM.

Sobre las 19.00 horas de la tarde, con algo de retraso, las carrozas del desfile echaron a andar desde Atocha hasta Colón. El calor insoportable de los primeros días de julio se alivió con el ejército de pistolas de agua que disparaban a todas partes. Los asistentes más atrevidos se sumergieron en las fuentes de las plazas de Atocha y Neptuno. Miles de personas -se calcula que más de un millón y medio- avanzaban con dificultad por el Paseo del Prado. El desfile es el acto central de cinco días de celebración que dejarán en la ciudad de Madrid más de 150 millones de euros.

Los comercios del Paseo del Prado hicieron ayer su agosto; algunos bares se sumaron a la fiesta vendiendo alcohol, gorros y banderas. Aunque hubo quienes simplemente se resignaron: «Se nos ha ido de las manos», comentaban algunos camareros.

Personas mayores, jóvenes, e incluso niños, vivieron de cerca el Orgullo, que este año busca visibilizar al colectivo bisexual. También los partidos políticos buscaron marcarse un tanto a favor de la diversidad portando pancartas y repartiendo abanicos de papel. Sonia lo tiene claro: «Cuando mi hija sea mayor le inculcaré lo normal que es que cualquiera ame a quien le apetezca, pero siempre habrá gente homofóbica», explica, con su niña en brazos. La suciedad que se genera en eventos de tal calibre es lo que indignaba a personas como Pilar, que disfrutó del desfile, aunque poniendo peros. «Creo que esto es necesario, pero la gente es muy guarra.Hay contenedores por todas partes y no se usan», argumentaba.

Visitantes de 66 países

Madrid lleva desde el miércoles festejando la “Semana del Orgullo LGTB”. Según los organizadores, unos 300.000 visitantes de 66 países han llegado a la capital española para esta fiesta, que puede servir como ensayo para el año que viene porque Madrid ha sido elegida como sede para el World Pride 2017, el mayor evento mundial de la comunidad LGTB.

Mucho ha cambiado esta celebración en Madrid desde que en los años 80 se fraguaron las primeras manifestaciones. En los últimos años la semana del Orgullo Gay congregó a más de dos millones de participantes y se convirtió en la más multitudinaria de Europa.

La fiesta es además una importante fuente de ingresos. Según la Asociación Hotelera de Madrid, en el centro de la ciudad la ocupación es del cien por cien. En 2015, la Semana del Orgullo dejó unos 115 millones de euros y este año se prevé que la cifra supere los 130 millones.

España ha registrado en la última década un importante avance en los derechos de las personas LGTB, marcado por la aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005.

Para hoy domingo hay otras actividades como el acto de fin de fiesta y de diversos festivales, como el artístico Muestra-t, en la plaza del Rey. En la de Chueca tendrá lugar un acto solidario contra el maltrato animal fomentando la adopción de mascotas. Para los niños, continúa el Chueca Kids en la zona de Madrid Río, con talleres de robótica y juegos. Madrid se despide así de las fiestas del Orgullo hasta el año que viene, cuando será sede mundial de estos festejos.