Enfermos y criminales: cómo trató el franquismo a los homosexuales

Víctor Mora Gaspar publica ‘Al margen de la naturaleza’, un ensayo sobre la persecución que sufrió el colectivo LGTB durante la dictadura

Una pareja se da la mano mientras participa en una marcha con motivo del día internacional del orgullo gay

Una pareja se da la mano mientras participa en una marcha con motivo del día internacional del orgullo gay. / Efe

Durante los años del franquismo la homosexualidad no solo fue delito; se consideraba un problema de salud pública. Una condición que podía contagiarse y poner en peligro los estándares de masculinidad y feminidad impuestos desde la política, la religión y buena parte de la sociedad. Miles de gais acabaron en la cárcel por su orientación sexual. Fueron presos sociales repudiados por casi todos. Víctor Mora Gaspar (1981) da cuenta en su ensayo ‘Al margen de la naturaleza’ (Debate) de aquello que sustentaba las miserias que vivieron. De cómo la moral del régimen no solo se fraguó en leyes, sino también en una literatura científica que los tachaba de enfermos proclives al crimen y trataba de «curarlos» con terapias descabelladas.

«En 1954 se añade a los homosexuales a la Ley de Vagos y Maleantes, que es muy imprecisa y aunque castiga el escándalo público, éste podía ser cualquier cosa», explica Mora. Vecinos e incluso familiares de homosexuales los denunciaban a las autoridades. Solo por una sospecha se les podía detener. Llegaron a cárceles y centros especiales de detención por millares. Dieciséis años más tarde se aprueba su reemplazo, la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social. La nueva doctrina propone reescribir sus identidades mediante terapias, aunque no elimina las penas de prisión. «Campos de concentración y de trabajo, y también de condicionamiento», alerta el autor. Las transexuales, sin excepción, se enviaban a prisiones de hombres.

Durante los últimos años del franquismo se llevaron a cabo toda clase de experimentos en busca de fórmulas para «curar» la homosexualidad. Estímulo-respuesta. Dolor (calambrazos, sobre todo en los pies) en presencia de imágenes eróticas. Cirugías. «Hay documentada al menos una lobotomía», recalca Mora.

Aquella ciencia respaldó todo. «Desde el punto de vista de la psiquiatría contemporánea era un tema que les quedaba grande, pero es que además Franco eliminó la ciencia española. El que quería investigar de verdad tenía que emigrar», afirma el autor del ensayo, que ganó el recién constituido premio Sagasta. «Se vuelve

a una era premoderna. Vallejo Nájera se convierte el psiquiatra oficial del régimen y se dedica a buscar el ‘gen rojo’». Ninguna de las terapias funcionó jamás.

Después, cuenta Mora, llegaron las grandes revoluciones culturales de los 70 en buena parte del mundo occidental, que desatan los movimientos que llevan a la situación actual. Pero a los avances, sostiene Mora, les han seguido otros impulsos en dirección contraria. «Ahora asistimos a un momento de tensión. Se han multiplicado por cuatro las agresiones a homosexuales, crece la violencia de género entre adolescentes. Tenemos que cuestionar la memoria, y ver qué hicimos bien y qué hicimos mal».

Un orgulloso y caluroso arcoíris vuelve a convertir Madrid en una fiesta

La manifestación ha discurrido en un ambiente festivo y colorista para celebrar “la igualdad de derechos y la convivencia en la diversidad”

 

Miles de jóvenes, mayores y familias no se han querido perder un año más la marcha por el Orgullo Gay en Madrid, donde no ha faltado las pancartas reivindicativas, pero también el calor, el arcoíris LGTB, los disfraces, la música y un ambiente de pura fiesta.

“La Visibilidad Bisexual en la Diversidad” ha sido el lema de una de las dos pancartas -la principal ha reclamado “Leyes por la Igualdad Real,¡Ya!”- que han encabezado una marcha que ha partido desde la madrileña plaza de Atocha para terminar en Colón, donde la fiesta continuará con conciertos. “Con amor aliviamos un mundo tan poblado”, “Mis derechos y mi libertad protegen los tuyos”, “Amar no es delito” son algunos de los lemas que junto a globos y los disfraces más variopintos han exhibido las miles de personas que desde España y el extranjero se han volcado a favor del colectivo LGTB.

Las pistolas de agua han sido uno de los objetos más agradecidos entre los participantes, pues han conseguido que este Orgullo Gay 2016 fuera un poco menos caluroso, ya que los termómetros pasaban de los treinta grados.

Indios, marineros, cabareteras, batman con faldas flamencas y vestimentas fosforitas han bailado al ritmo de ABBA, Alaska y Dinarama, Marta Sánchez y canciones latinas.

Las gafas de sol más variopintas acompañaban a pantalones de cortos imposibles e incluso se ha visto a más de uno/a enseñando “más de la cuenta”.

Selfies y fotos con desconocidos, que hoy no lo eran, no han cesado por todo el Paseo del Prado así como besos y abrazos en la treintena de carrozas que han participado en la marcha. También ha habido momentos serios como cuando se ha aplaudido las reclamaciones LGTB desde altavoces: aprobación urgente de una ley integral de transexualidad, ley de igualdad LGTBI, pacto de Estado por el VIH y medidas preventivas frente al acoso escolar por razón de acoso escolar.

“Yo soy bisexual, bisexual” ha sido uno de los cánticos más coreados ya que este año esta dedicado a la visibilidad de este colectivo que sienten atracción sexual y emocional hacia personas de más de un género.

Igualmente, esta fiesta se ha teñido de emoción al recordar al exdirigente socialista Pedro Zerolo, quien estará “para siempre” en Madrid, defendiendo los derechos y libertades del colectivo de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales al que, recientemente, también se ha añadido la “I” de intersexuales.

Este Orgullo ha sido la antesala del World Pride, que convertirá a Madrid por unos días en la capital de orgullo mundial, cuya misión es “empoderar” a los diferentes organizadores de eventos relacionados con el orgullo alrededor del mundo para promover los valores de una sociedad igualitaria.

Madrid será la siguiente capital en celebrar este evento en el año 2017, después de que se haya celebrado en otras ciudades como Roma, Jerusalén, Londres o Toronto. La fiesta no acaba esta noche ya que los conciertos continuarán y Madrid se seguirá llenando de color y calor a favor de los derechos de todos.

“Le dije que era lesbiana. Gritó: ‘¡Qué asco!’ y me soltó una patada”

Madrid: Zasca al amor romántico

El Orgullo Crítico se celebra paralelamente a las fiestas de Chueca y al gran desfile del sábado para reivindicar “un orgullo no mercantilizable, no consumible y que sea inclusivo”

Manifestación del Orgullo Crítico celebrada el pasado martes en Madrid

Manifestación del Orgullo Crítico celebrada el pasado martes en Madrid

Con el lema “Orgullo, resistencia y autodefensa”, los herederos veinteañeros de Pedro Zerolo se reunieron el pasado martes al anochecer, en la plaza recién bautizada con el nombre del activista gay fallecido, para leer manifiestos de reivindicación sexual.

El denominado Orgullo Crítico 2016, que concentró a casi un millar de personas —la mayoría muy jóvenes— en un ambiente relajado y festivo, permitió conocer las posiciones de “bolleras, maricas, latines, trans*, intersex,negres, queer, arrománticas, asexuales, biciosas, bisexuales, gordes, sordas, pansexuales, poliamorosas, moras, trabajadoras sexuales, y todas aquellas personas que con su existencia cuestionan la heteronorma”, según se leyó en el manifiesto principal.

El Orgullo Crítico se celebra paralelamente a las fiestas de Chueca y al gran desfile del sábado para denunciar “el capitalismo rosa” y reivindicar “un orgullo no mercantilizable, no consumible y que sea inclusivo”. Uno de sus portavoces aprovechó para cuestionar el modelo de Chueca, donde, según dijo, “el dinero y el ocio se venden como referentes de nuestra liberación”.

Especialmente aplaudido fue el manifiesto del Bloque No Monógamo, defensores de la poliamorosidad y las parejas abiertas, que bajo el lema ¡La alternativa a la media naranja es el racimo de uvas! hizo un llamamiento a visibilizar las redes afectivas y a denunciar la familia nuclear impuesta por la “propaganda del amor romántico”. “Nunca fuimos ni seremos dos contra el mundo; lo que nos hará menos vulnerables será tejer redes de apoyo”.

Arropados por las ideas emanadas de los estudios de género y feministas, y de la teoría queer (marica), la docena de grupos participantes en el Orgullo Crítico incidió en la validez de los conceptos de los autoproclamados “disidentes de la heterosexualidad”, acogidos bajo las siglas LGBTIQ+ (acrónimo inclusivo que se refiere a lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales y otras identidades queer).

Un momento especial de la noche fue la intervención del grupo de asexuales, que participaba por primera vez en el Orgullo Crítico. Dos de sus componentes reivindicaron “la grisexualidad”. “Cuestionamos el modelo de primacía sexual en medio de una sociedad hipersexualizada”, dijeron. “La jerarquización de las relaciones afectivas en función del sexo. La presión de las expectativas sexuales. Una sociedad que nos dicta lo que debemos sentir, que nos cuestiona. Que no educa en la diversidad, en la diferencia, en lo que cada una es”.

Madrid: El Orgullo más envidiado del mundo

Multitudinario y divertido, el Orgullo de Madrid es el más relevante de Europa. Su impacto económico y cultural atrae cada vez más la atención mundial

Madrid: Una legión de orgullosos

Una gran multitud reclama igualdad de derechos entre las personas sin importar su identidad de género

Miles de personas han acudido al desfile del Orgullo Gay

Miles de personas han acudido al desfile del Orgullo Gay. JAIME VILLANUEVA Orlando, la lucha contra la homofobia o la reivindicación de una sexualidad libre fueron algunas de las pancartas que se pudieron ver durante la manifestación. “No estamos todas. Faltan las de Orlando”, clamaba un grupo de espontáneos. En un año marcado por las agresiones homófobas en la región -más de un centenar en seis meses, las últimas el pasado miércoles cuando arrancaron las celebraciones-, Carla Antonelli, activista y parlamentaria del PSOE, apremió a penalizarlas: “No se puede esperar más a aplicar el dictamen que hizo recientemente la Asamblea [que tipificaba estas agresiones como delito en lugar de cómo falta]”. Relató que “hace tres noches ocurrió una barbaridad”, cuando agredieron a un homosexual “a pedradas”. Solicitó, además, “construir una sociedad del respeto”. Una idea en la que incidió su compañera socialista Causapié: “Queremos que Madrid sea la ciudad más libre del mundo los 365 días al año”. Begoña Villacís, portavoz municipal de Ciudadanos en al Consistorio, manifestó que la capital es una ciudad abierta donde la gente puede amar a quién desee. “Cuánto más libertad, más visibilidad”, dijo. Además, lamentó “los vergonzosos ataques homófobos”. “Nos vamos a acordar de ellos y de esas asignaturas pendientes”. MÁS INFORMACIÓN Programa del Orgullo Gay 2016: fiestas y desfile por todo Madrid Cifuentes decide no ir al Orgullo World Pride 2017: ¿la gran oportunidad de Madrid tras el fracaso olímpico? El Orgullo más envidiado del mundo El Orgullo 2016 ha sido muy político y algo polémico. Los rifirrafes comenzaron cuando los organizadores, Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid), FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) y Aegal (Asociación de Empresas y Profesionales para Gais y Lesbianas de Madrid), no invitaron al Partido Popular a encabezar la marcha. Sí que contaron con el resto de partidos (PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, todos ellos además montaron una carroza). “No vale venir a hacerse la foto y luego no apoyar la igualdad”, repetía Jesús Grande, presidente de Cogam. Publicidad Diferentes personalidades del movimiento asociativo y de la política encabezaron la marcha. Entre ellos: Jesús Grande (Cogam); Marta Higueras (teniente de alcalde, Ahora Madrid); los socialistas Ángel Gabilondo, Carla Antonelli, y la portavoz municipal, Purificación Causapié; Begoña Villacís (Ciudadanos); Íñigo Errejón (Podemos); Ignacio Fernández Toxo (CC OO) o Jesús Generelo (FELGTB). También se encontraba José Manuel López, portavoz de Podemos en la Asamblea, de Madrid: “Se trata de una cita que ha sido declarada de interés general [el pasado miércoles por el Ayuntamiento de Madrid con la abstención del Partido Popular]. Es, además, una referencia de la libertad”. “Vienen familias con sus hijos, jóvenes, mayores… para disfrutar y reivindicar”, añadió el portavoz de Podemos también dejó un recado para el PP: “Tiene que tomar nota para saber en qué país vive”. El Orgullo madrileño esperaba atraer este año a 1,5 millones de personas, entre ellos a centenares de miles de turistas (desde el miércoles la ocupación hotelera supera el 80% en la almendra central). “Este fin de semana las carreras crecen por lo menos en un 50%”, contaba un taxista poco antes de que comenzara la manifestación. “El Orgullo y Fitur son los dos eventos que más gente traen a Madrid. Además, es una fiesta divertida y tranquila: hay pocas broncas y la gente no me vomita en el coche como en otras citas”, añadía el conductor. A pesar de ello, el Samur social tuvo que atender a 57 personas, entre ellos un caso grave por intoxicación. Tres integrantes del desfile del Orgullo Gay.ampliar foto Tres integrantes del desfile del Orgullo Gay. JAVIER SORIANO (AFP) Según la organización, a pie de calle, la cita cumplía las expectativas: “Cada año parece que hay más gente”, bromeaba Alfonso Llopart, presidente de Aegal, desde la carroza de Shangay, revista que dirige. “Súbeme a la carroza”, pedía Sara Lorenzo, una joven que acudía por primera vez a la manifestación. “¿Es el Orgullo más importante de Europa y del mundo, no?”, preguntaba sin dejar de bailar en la carroza. “Mi primo me ha colado”, contaba con una amplia sonrisa. En los atestados carriles centrales del Paseo del Prado no cabía un alma. La presión humana se relajaba en los laterales. “Es mucho mejor aquí [en el Paseo del Prado] que en la Gran Vía”, decía Albert Vázquez. “Como hetero y como homosexual, te sentías muy cómodo en el desfile”, decía Vázquez, asiduo al Orgullo y que organizó la despedida de soltero de uno de sus amigos coincidiendo con la celebración. Mientras tanto, en el barrio Chueca, y en el resto de escenarios (como Sol o Plaza de España), centenares de personas disfrutaban de los conciertos organizados. “Hemos estado un rato en el desfile y nos hemos venido a descansar”, contaba Sandra Herrero. “Pero ahora volvemos; tenemos ganas de más”. El desfile concluyó en torno a la medianoche. Pero la fiesta seguía en todo el centro. “Esta noche no acaba nunca”, añadía. Él año que viene Madrid acoge el World Pride, el Orgullo Mundial. “Soy la alcaldesa de la ciudad más grande del mundo”,dijo Manuela Carmena desde Colón, donde recibió a los manifestantes. Allí! la regidora prometió que el año que vine, “el Orgullo será aún mejor”. ARCHIVADO EN: Orgullo Gay Manuela Carmena Activismo Lgtbi LGTBI Derechos civiles Activismo Derechos humanos Comunidad de Madrid Grupos sociales España Sociedad VÍDEOSNEWSLETTERS TE PUEDE INTERESAR Fallece la periodista Elena Sánchez Si vivir es jugar, Calamaro morirá jugando La revuelta contra el ‘establishment’ La gente gritó estás 30 frases en la manifestación del Orgullo LO MÁS VISTO EN… » Top 50 EL PAÍSTwitterVerneDelegaciones VídeoEl caos en El Prat se agrava tras más cancelaciones y retrasos de Vueling VídeoPrograma del Orgullo Gay 2016: fiestas y desfile por todo Madrid VídeoEl dueño de Fort Ad Pays huyó de España en 2006 tras varios fraudes Una legión de orgullosos Una pareja se casa en una ambulancia tras sufrir un síncope el novio Educación veta a 20 directores de colegios e institutos Detenido en Níjar un hombre por la muerte de su bebé de 45 días El desfile del Orgullo provoca cortes de tráfico Claves sobre el botulismo El concierto más fresco de Leiva

Reclamando la igualdad real, bajo el lema “Leyes por la igualdad real ya. Año de la visibilidad bisexual en la diversidad”, decenas de miles de personas se han reunido en el madrileño paseo del Prado. “Hacía años que no venía, pero esto es impresionante”, contaba, encaramado en una carroza, el director de cine Juanma Carrillo. Tras la marcha reivindicativa, una caravana de carrozas animó la tarde madrileña. La marcha comenzó su recorrido pasadas las 18.30. Seis horas después, la última carroza despedía un Orgullo multitudinario y muy político.

Orlando, la lucha contra la homofobia o la reivindicación de una sexualidad libre fueron algunas de las pancartas que se pudieron ver durante la manifestación. “No estamos todas. Faltan las de Orlando”, clamaba un grupo de espontáneos. En un año marcado por las agresiones homófobas en la región -más de un centenar en seis meses, las últimas el pasado miércoles cuando arrancaron las celebraciones-, Carla Antonelli, activista y parlamentaria del PSOE, apremió a penalizarlas: “No se puede esperar más a aplicar el dictamen que hizo recientemente la Asamblea [que tipificaba estas agresiones como delito en lugar de cómo falta]”. Relató que “hace tres noches ocurrió una barbaridad”, cuando agredieron a un homosexual “a pedradas”. Solicitó, además, “construir una sociedad del respeto”. Una idea en la que incidió su compañera socialista Causapié: “Queremos que Madrid sea la ciudad más libre del mundo los 365 días al año”. Begoña Villacís, portavoz municipal de Ciudadanos en al Consistorio, manifestó que la capital es una ciudad abierta donde la gente puede amar a quién desee. “Cuánto más libertad, más visibilidad”, dijo. Además, lamentó “los vergonzosos ataques homófobos”. “Nos vamos a acordar de ellos y de esas asignaturas pendientes”.

El Orgullo 2016 ha sido muy político y algo polémico. Los rifirrafes comenzaron cuando los organizadores, Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid), FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) y Aegal (Asociación de Empresas y Profesionales para Gais y Lesbianas de Madrid), no invitaron al Partido Popular a encabezar la marcha. Sí que contaron con el resto de partidos (PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, todos ellos además montaron una carroza). “No vale venir a hacerse la foto y luego no apoyar la igualdad”, repetía Jesús Grande, presidente de Cogam.

Diferentes personalidades del movimiento asociativo y de la política encabezaron la marcha. Entre ellos: Jesús Grande (Cogam); Marta Higueras (teniente de alcalde, Ahora Madrid); los socialistas Ángel Gabilondo, Carla Antonelli, y la portavoz municipal, Purificación Causapié; Begoña Villacís (Ciudadanos); Íñigo Errejón (Podemos); Ignacio Fernández Toxo (CC OO) o Jesús Generelo (FELGTB). También se encontraba José Manuel López, portavoz de Podemos en la Asamblea, de Madrid: “Se trata de una cita que ha sido declarada de interés general [el pasado miércoles por el Ayuntamiento de Madrid con la abstención del Partido Popular]. Es, además, una referencia de la libertad”. “Vienen familias con sus hijos, jóvenes, mayores… para disfrutar y reivindicar”, añadió el portavoz de Podemos también dejó un recado para el PP: “Tiene que tomar nota para saber en qué país vive”.

El Orgullo madrileño esperaba atraer este año a 1,5 millones de personas, entre ellos a centenares de miles de turistas (desde el miércoles la ocupación hotelera supera el 80% en la almendra central). “Este fin de semana las carreras crecen por lo menos en un 50%”, contaba un taxista poco antes de que comenzara la manifestación. “El Orgullo y Fitur son los dos eventos que más gente traen a Madrid. Además, es una fiesta divertida y tranquila: hay pocas broncas y la gente no me vomita en el coche como en otras citas”, añadía el conductor. A pesar de ello, el Samur social tuvo que atender a 57 personas, entre ellos un caso grave por intoxicación.

Según la organización, a pie de calle, la cita cumplía las expectativas: “Cada año parece que hay más gente”, bromeaba Alfonso Llopart, presidente de Aegal, desde la carroza de Shangay,revista que dirige. “Súbeme a la carroza”, pedía Sara Lorenzo, una joven que acudía por primera vez a la manifestación. “¿Es el Orgullo más importante de Europa y del mundo, no?”, preguntaba sin dejar de bailar en la carroza. “Mi primo me ha colado”, contaba con una amplia sonrisa. En los atestados carriles centrales del Paseo del Prado no cabía un alma. La presión humana se relajaba en los laterales. “Es mucho mejor aquí [en el Paseo del Prado] que en la Gran Vía”, decía Albert Vázquez. “Como hetero y como homosexual, te sentías muy cómodo en el desfile”, decía Vázquez, asiduo al Orgullo y que organizó la despedida de soltero de uno de sus amigos coincidiendo con la celebración.

Mientras tanto, en el barrio Chueca, y en el resto de escenarios (como Sol o Plaza de España), centenares de personas disfrutaban de los conciertos organizados. “Hemos estado un rato en el desfile y nos hemos venido a descansar”, contaba Sandra Herrero. “Pero ahora volvemos; tenemos ganas de más”. El desfile concluyó en torno a la medianoche. Pero la fiesta seguía en todo el centro. “Esta noche no acaba nunca”, añadía. Él año que viene Madrid acoge el World Pride, el Orgullo Mundial. “Soy la alcaldesa de la ciudad más grande del mundo”,dijo Manuela Carmena desde Colón, donde recibió a los manifestantes. Allí! la regidora prometió que el año que vine, “el Orgullo será aún mejor”.

Madrid: Más de un millón y medio de personas en la marcha del Orgullo Gay de Madrid

Vista aérea de la manifetación del Orgullo LGTB

Vista aérea de la manifetación del Orgullo LGTB , la más grande de Europa, a su paso por la plaza de La Cibeles camino de la plaza de Colón bajo el lema “Leyes por la igualdad real Áya!. Año de la visibilidad bisexual en la diversidad”. EFE/J.P.Gandul

Disfraces, globos, gritos, colores, música a todo volumen, grupos más o menos grandes de personas celebrando que pueden celebrar: un concepto que parece redundante pero que tiene sentido. Es el desfile del Orgullo 2016. O manifestación: ni los propios asistentes lo tienen ya claro. Hay quien asumía que el marketing y el postureo se han tragado el concepto inicial del Orgullo LGTB, el recordar la lucha por la visibilidad y la normalización de un colectivo que continúa amenazado. Otros, en cambio, valoraban que «el Orgullo es una fiesta» y que como tal se debe celebrar». «Los dos orgullos son compatibles, el Orgullo es diversidad. Un Orgullo festivo también reivindica mucho», explicaban desde COGAM.

Sobre las 19.00 horas de la tarde, con algo de retraso, las carrozas del desfile echaron a andar desde Atocha hasta Colón. El calor insoportable de los primeros días de julio se alivió con el ejército de pistolas de agua que disparaban a todas partes. Los asistentes más atrevidos se sumergieron en las fuentes de las plazas de Atocha y Neptuno. Miles de personas -se calcula que más de un millón y medio- avanzaban con dificultad por el Paseo del Prado. El desfile es el acto central de cinco días de celebración que dejarán en la ciudad de Madrid más de 150 millones de euros.

Los comercios del Paseo del Prado hicieron ayer su agosto; algunos bares se sumaron a la fiesta vendiendo alcohol, gorros y banderas. Aunque hubo quienes simplemente se resignaron: «Se nos ha ido de las manos», comentaban algunos camareros.

Personas mayores, jóvenes, e incluso niños, vivieron de cerca el Orgullo, que este año busca visibilizar al colectivo bisexual. También los partidos políticos buscaron marcarse un tanto a favor de la diversidad portando pancartas y repartiendo abanicos de papel. Sonia lo tiene claro: «Cuando mi hija sea mayor le inculcaré lo normal que es que cualquiera ame a quien le apetezca, pero siempre habrá gente homofóbica», explica, con su niña en brazos. La suciedad que se genera en eventos de tal calibre es lo que indignaba a personas como Pilar, que disfrutó del desfile, aunque poniendo peros. «Creo que esto es necesario, pero la gente es muy guarra.Hay contenedores por todas partes y no se usan», argumentaba.

Visitantes de 66 países

Madrid lleva desde el miércoles festejando la “Semana del Orgullo LGTB”. Según los organizadores, unos 300.000 visitantes de 66 países han llegado a la capital española para esta fiesta, que puede servir como ensayo para el año que viene porque Madrid ha sido elegida como sede para el World Pride 2017, el mayor evento mundial de la comunidad LGTB.

Mucho ha cambiado esta celebración en Madrid desde que en los años 80 se fraguaron las primeras manifestaciones. En los últimos años la semana del Orgullo Gay congregó a más de dos millones de participantes y se convirtió en la más multitudinaria de Europa.

La fiesta es además una importante fuente de ingresos. Según la Asociación Hotelera de Madrid, en el centro de la ciudad la ocupación es del cien por cien. En 2015, la Semana del Orgullo dejó unos 115 millones de euros y este año se prevé que la cifra supere los 130 millones.

España ha registrado en la última década un importante avance en los derechos de las personas LGTB, marcado por la aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005.

Para hoy domingo hay otras actividades como el acto de fin de fiesta y de diversos festivales, como el artístico Muestra-t, en la plaza del Rey. En la de Chueca tendrá lugar un acto solidario contra el maltrato animal fomentando la adopción de mascotas. Para los niños, continúa el Chueca Kids en la zona de Madrid Río, con talleres de robótica y juegos. Madrid se despide así de las fiestas del Orgullo hasta el año que viene, cuando será sede mundial de estos festejos.

BORIS IZAGUIRRE “Recuerdo el primer puñetazo que me dieron por ser marica”

A PRIMERA VISTA

Mientras Boris actúa, Izaguirre es. Del viejo histrión de griterío marciano y vocales estiradas que asombró a España a principios de siglo quedan ahora restos elegidos cuando toca, pero la vida real de este vigía del mundo es para la escritura, el análisis y la ironía. La verdad está ahí dentro, mi amoooor / Aquel niño extraño y culto del otro lado del mar filosofa la frivolidad, o viceversa, y hace del exilio un orgullo, una carroza de flores contra el mal / Socarrón y cortés, hoy revela aquí un dolor olvidado, un puñetazo de adolescencia que se hace mayor en tantos / Al terminar la entrevista nos enseñó una bolsa llena de fármacos para su familia de Venezuela, esa patria enferma de toda la vida. Con ustedes, Boris e Izaguirre.

///NO UTILIZAR SIN PERMISO DE FOTOGRAFIA. FOTO EXCLUSIVA PARA 12+1 DE RAFA ÁLVAREZ/// Madrid, 21 de junio de 2016. Boriz Izaguirre posa para la contraportada de El Mundo, Doce Mas Una. Foto: Antonio Heredia

Boris Izaguirre responde al cuestionario 12+1. DANIEL IZZEDIN | ANTONIO HEREDIA

1.- Boris Rodolfo, con ese nombre de culebrón, ¿usted es más de tele o de novela?
Costó mucho conseguir el Boris, yo estuve tres días sin nombre. Eso es de novela. No se ponían de acuerdo, mi mamá me quería llamar con el nombre de un político venezolano que comparte apellido con mi papá y que estaba acusado de corrupción. Mi papá no quería que su hijo tuviera que ver ya con la corrupción política. Al final me pusieron Boris, como Boris Godunov. Y Boris Vian. Y Boris Karloff.
2.- ¿Cómo lleva el tratamiento para su exhibicionitis?
Está bastante superado. Mi marido dijo que tenía una patología, el exhibicionismo, que supe convertir en fuente de ingresos. Luego, la fuente de ingresos ha traído sus problemas. Las patologías es mejor no curarlas. A mí siempre me han fascinado personajes con taras. Encuentro muy atractivo una tara en una persona.
3.- ¿Qué llevará usted puesto el día que gane Donald Trump?
Ahhh… Ya ahora mismo es noviembre. Prefiero colores vivos. Por horrible que se ponga el panorama, siempre hay luz. Mire 2016 en España, casi un año entero sin Gobierno. Alguien tendría que plantearse 2016 como el año de la nada. Deberíamos hacer nada para muchas cosas. Por ejemplo, yo postergaría mi declaración de la renta hasta que haya Gobierno. Si insisten en ello me gustaría ver en la cola del paro a nuestros políticos.
4.- ¿Usted es demasiado famoso para la homofobia?
La he sufrido. Un heterosexual nunca en la vida tiene que explicar que lo es. La heterosexualidad es un régimen totalitario, invisible, que nadie ha señalado como tal. Pero es una dictadura que hace todo lo posible por considerar que tú eres diferente, que eres otro. Y es una tontería.
5.- ¿Cuántas familias ha roto su matrimonio?
Ninguna. Al contrario, no he dejado de ver más familias a mi alrededor. Cuando Rubén y yo nos casamos éramos Rubén y yo. En el momento que nos casamos nos convertimos en nosotros. Varios de nuestros amigos han incrementado su familia con hijos. (¿Y vamos hacia adelante o hacia atrás? Se lo digo porque las cifras de agresiones homófobas no cesan…) Vivimos en el caos, es una etapa de violencia. Mire, últimamente, no sé por qué, hay una cosa que pensaba que había olvidado… pero recuerdo el primer puñetazo que me dieron por ser marica. Durante mucho tiempo de mi vida no lo recordé y me hizo muchísimo bien no recordarlo, porque ¿qué ganaba con volver a pasar por ese proceso? Fue tan absurdo… Yo sólo estaba intentado entrar a ver una película, King Kong. Estaba allí, muy ausente, muy púber, infinitamente inquieto y amanerado, y probablemente fiel a mi patología, llamando la atención, y me dieron un puñetazo muy fuerte. Prácticamente me reventaron la cara. Me recuperé inmediatamente y, lejos de intentar agredir a mi agresor, compré mi entrada y vi King Kong con mi ojo morado. Mi gesto fue el correcto. Lo había olvidado.
6.- ¿A qué famoso le hace falta una operación de cirugía ética?
Je, je… Todos tenemos que mejorar la ética. Me impacta que consideremos que la ética está detenida, que es como una cosa. Y yo pienso que es como un músculo, igual que la amistad o el amor. Tienes que ir entrenando todos los días. La ética es un ejercicio que no cesa. No puedes esperar a que la ética venga a ti.
7.- Hablando de ética, ¿es mejor tener reyes campechanos o ‘compiyoguis’?
Sí… ¿qué quiere que le diga? La realidad creó una palabra que podemos utilizar todos, más democrático que eso no se puede ser. La palabra compiyogui nos hace mejores, porque es una palabra que se ha agregado, qué mejor que sumar. (No se me escape…) No, no, yo prefiero estos reyes. Son un equipo. Son formidables. Los defiendo. El reinado campechano ya fue y en este universo compiyogui, todas las personas que reciben ese trato de compiyogui al final quedan apartadas. En el momento que te dicen: ‘Hola compiyogui‘ ya es un poco peligro.
8.- ¿De qué se ha operado España?
Se ha operado de sí misma, por eso es un país tan interesante. Es un país que está vivo. España está en el génesis de los tiempos. Basta ir a Cuenca y ver esas rocas tan increíbles que estaban en el fondo del mar y ahora están aquí. Aun así, es un país moderno, al que siempre están pasando cosas. Hace ejercicios de introspección y de purgas. Ahora estamos viviendo una purga. Nunca es grato ser la parte de la purga. Pero una vez que expulsas todo, quedas bien.
9.- ¿Maduro para qué está ídem?
Ja, ja… Es muy interesante que Maduro se confunda tanto con mi nombre. Me sorprende. El domingo pasado Maduro volvió a llamar al periodista Boris Contreras por mi nombre. Es la tercera vez que lo hace. No nos conocemos ni creo que nos vayamos a conocer. No sé si quiere convertirme en un símbolo de lo que detesta o mandarme un mensaje subliminal. Nunca nadie me ha cortejado de esa forma… El fracaso de su gobierno es evidente. Pero ese fracaso no parece tener un fin.
10.- ¿Venezuela es una papeleta?
Hummm… El gran error de Venezuela es el nombre. Americo Vespucio, una de las personas más farsantes de la Historia, al ver las casas de los indios sobre el lago de Maracaibo, los palafitos, pintadas con colores muy llamativos, pensó: ‘Ah, como Venecia, piccola Venecia… Venezuela’. ¡Luego uno va a Venecia y la ve, y piensa que ese señor estaba en peyote! Venezuela es producto de un gran error, de una alucinación. Y ya todo iba mal. Todo empieza mal por el nombre. España es un gran nombre, es verdadero, total. España y español. Peseta y pesetero, que son muchos de nuestros problemas, claro. Pero Venezuela… (Claro, Venezuela es… venezolano) Es un drama. Es un pésimo nombre. (¿Y cómo debería llamarse Venezuela?) Podría llamarse Maracaibo. O Quintanasi, que es como se llama mi casa (O Borislandia) Borislandia, ja, ja… Es mejor Borislandia que Madurolandia.
11.- ¿En que se basa su frivolidad?
En nada. Yo no soy una persona frívola. Yo he dejado que la gente decida arrojarme esa palabra. La gente tiene sensación de que es para insultarme. Yo tuve varias cosas para escoger. Todo lo que mis padres leían lo dejaban a nuestro alcance. Mis padres fueron macrobióticos y ser hijo de unos padres macrobióticos, aparte de todo el amaneramiento y la dislexia, era un show con mis amigos en el colegio. Yo no los podía invitar a mi casa, no había refrescos, era todo vegetal, se comía una pasta de arroz integral… Cuando yo iba a sus cumpleaños ¡arrasaba! Las madres decían: ‘Este Boris se ha comido todo el jamón de la semana’. Había tanto que escoger en mi casa que yo leí El capital a los 14 años, una ridiculez por mi parte. Pero también leía la revistaHola. Yo he decidido hacer de una patología un punto de vista. Mi acumulación de información sobre el universo de la celebridad ya lo preveía en mi infancia y lo supe prever consumiendo frivolidad.Para mí, ha sido siempre una información, no otra cosa.
12.- ¿Usted tiene 50 años o medio siglo?
Yo tengo un siglo. El medio siglo recorrido y el siglo que me da estar entre dos siglos. Es una ecuación. En el fondo, yo creo que tengo 700 años. He estado muy marcado toda mi vida por Drácula. Me encanta la cosa de gestionar siglos en tu propia vida. Estoy muy acostumbrado a detectar vampiros, soy experto en eso. Y me veo anciano… Yo andaba con el estúpido ese, Americo Vespucio.
(+1) ¿Quién escribirá su autobiografía?
Me hubiera gustado que lo hiciera mi papá. Se ha convertido en una voz constante de la oposición a Maduro. Con 85 años está renacido. Y a mí me encantaría escribir la de él. O la de mi madre, que crió conscientemente a un hijo que iba a tener una diferencia muy marcada, su sexualidad. Eso es valentía.

“Me pegaron por ser yo”

Sergio, víctima de la única agresión homófoba denunciada en Chueca, recupera la normalidad

Sergio, víctima de una agresión homófoba

Sergio, víctima de una agresión homófoba. PABLO MEDIAVILLA

Sergio todavía le da vueltas a si tuvo buena o mala suerte aquella noche. “Dos centímetros y estaría muerto”, dice mientras se toca la sien izquierda. La madrugada del pasado 11 de enero, él y un amigo fueron asaltados por un grupo de hombres en el cruce de las calles Hortaleza y Augusto Figueroa, en el centro de Madrid. Sergio, de 21 años, se llevó la peor parte. Al grito de “maricones de mierda” y “panda de gais”, le empujaron al suelo y le patearon hasta que perdió el conocimiento al golpearse con un pivote metálico de la acera. Los agresores le robaron el móvil y la cartera antes de huir corriendo. Solo dejaron una bolsa con unas zapatillas que se había comprado esa tarde. La suya es la única agresión homófoba denunciada en pleno barrio de Chueca, de las más de un centenarocurridas en Madrid en 2016. No ha habido, de momento, ningún detenido por este caso.

“Cuando recuperé el conocimiento, ya estaba la patrulla de la Policía Nacional. Lo tomaron como una pelea más y ni siquiera llamaron a una ambulancia”, afirma Sergio, que llegó hasta la Jefatura Superior de Francos Rodríguez en un taxi que no pudo pagar. Allí llamó a sus padres y juntos fueron al hospital Ramón y Cajal. El parte de lesiones describe hematomas y un traumatismo craneoencefálico leve. “Este diente todavía se mueve, aunque me han dicho que igual se arregla con el tiempo”. Su amigo resultó prácticamente ileso y no ha vuelto a verle o a saber de él

El relato sombrío de Sergio contrasta con el bullicio de Chueca, engalanado de banderas arcoíris y abarrotado por las fiestas del Orgullo Gay. Hoy se ha travestido de Lady Von Trash, un personaje que utiliza en ocasiones especiales como la sesión de fotos que le va a hacer un amigo. Solo accede a salir en cámara con la máscara de látex de Lady Von Trash, después de que una cadena de televisión le engañara hace meses y no ocultara su cara en una entrevista. Los transeúntes se giran a su paso. El guardia de seguridad de un edificio exclama: “Qué miedo”. Sergio dice que su forma de ser le ha ayudado a seguir adelante, a contar su historia y a salir a la calle vestido de su álter ego sin importarle el murmullo de la gente.

Sergio, caracterizado como Lady Von Trash.

Sergio, caracterizado como Lady Von Trash. PABLO MEDIAVILLA COSTA

Al principio no fue así. “Estuve muchas semanas sin salir de casa, tomando ansiolíticos. Era imposible”, dice. La ayuda llegó de Arcópoli, la asociación LGTB más activa en la denuncia de las agresiones que han sucedido últimamente en Madrid, y de los trabajadores de un bar que suele frecuentar y que le animaron a no dejarse vencer por la ansiedad y el miedo. “Los primeros días, cuando decidí salir, me alteraba ante el más mínimo contacto y quería volver a casa”.

Sergio es relaciones públicas de tres discotecas de Chueca. Reparte invitaciones para la fiesta mensual que organizan unos amigos. Cuando cuenta lo sucedido el 11 de enero de este año, repite varias veces la misma idea: “No me gusta decir que me pegaron por mi condición, porque yo soy así. Me pegaron por ser yo”.

 

Diputados orgullosos de sus actas

De izda. a decha., María Such, Ricardo Sixto y Ángeles Álvarez.

De izda. a decha., María Such, Ricardo Sixto y Ángeles Álvarez.

Cristina Cifuentes se ha quejado de que el Partido Popular haya sido vetado hoy en la gran manifestación del Orgullo Gay que atravesará el centro de Madrid a las 18 h. Ella está invitada a título personal como presidenta de la Comunidad de Madrid, sin embargo el partido al que representa ha sido declarado non grato en esta marcha. Continua así el tira y afloja entre los populares y el colectivo. El próximo lunes siete políticos homosexuales recogerán sus actas como diputados y ninguno de ellos será del PP. No significa que no existan los diputados homosexuales en sus filas, sino que prefieren llevarlo con discreción “y no colgarse una etiqueta”, tal y como explicaban a LOC desde Génova. Su único aspirante visible, Javier Maroto, iba segundo por la provincia de Álava y no consiguió su escaño.

Los que sí lo han logrado son los socialistas Ángeles Álvarez (cuarta por Madrid), María Such (tercera por Valencia), Antonio Hurtado (segundo por Córdoba), y Felipe Jesús Sicilia Alférez (segundo por Jaén), la candidata de Unidos Podemos Leticia García Panal (segunda por Granada), el miembro de A la Valenciana Ricardo Sixto Iglesias (quinto al Congreso por Valencia) y Joan Mena, de En Comú Podem, que ocupaba el séptimo puesto en la lista de Barcelona.

Esto convierte al PSOE en el partido con más parlamentarios abiertamente gays en el Congreso, una visibilidad que comenzó un socialista, ya que fue Miquel Iceta, en 1999, el primer diputado en salir del armario en un acto público. Entonces, dijo: “Declararse hoy homosexual es más fácil que hace unos años. Hoy me declaro públicamente gay, pese a que siempre lo he sido. No es que salga del armario, sino que he bajado de la vitrina y me comprometo a apoyar y liderar el movimiento gay”.

De este grupo parlamentario llama la atención María Such, que ya logró entrar en el hemiciclo las pasadas elecciones, convirtiéndose a sus 26 años en la parlamentaria más joven. Esa frescura se nota a la hora de afrontar sus nuevas responsabilidades y en su naturalidad a la hora de hablar de su orientación sexual. Algo que antes era un tabú en la política nacional. «No pasé por ningún proceso de salida del armario, simplemente conocí a una persona que me gustaba e hice mi vida con normalidad. Me abrí poco a poco, primero con los amigos y luego con la familia», ha explicado a EL MUNDO. Sin duda, tiene un buen referente en Ángeles Álvarez, una veterana en el activismo LGTB, que se convirtió en la primera lesbiana en declararse abiertamente lesbiana en el Congreso en 2014. Entonces, ya dijo a LOC: “No soy la única lesbiana en el Congreso, hay más. Lo que ocurre en que no son visibles”.

El PSOE ha hecho grandes avances en este terreno. Hace años, LOC trató de incluir en la tradicional lista de los 50 homosexuales más influyentes a algunos de sus ministros pero estos declinaron la invitación.

Unidos Podemos también se muestran muy abiertos a hablar de estos temas. En sus listas ( y en las de sus confluencias A laValenciana y En Comú Podem) presentaban seis candidatos abiertamente gays al Congreso, aunque finalmente solo tres tendrán su escaño. Ricardo Sixto, militante de Esquerra Unida del País Valencià, es diputado desde 2011 y ha destacado por registrar varias medidas en favor de la igualdad, entre ellas una en la que solicitaba un plan específico, como se ha hecho en Alemania, “para favorecer la salida del armario” en el ámbito deportivo. Por otra parte, considera que el campo de la política no es especialmente cerrado en este tema.

Él y el resto de sus compañeros son un buen ejemplo de cómo se ha avanzado en este terreno. Aunque siete parlamentarios en un hemiciclo de 350, tan sólo suponga el 2%.