El mapa de la homofobia en el mundo

mapa homofobia en el mundo

El mundo está cambiando. Más de 20 países reconocen ya el derecho a casarse de las parejas homosexuales. Sin embargo, siguen existiendo lugares en los que se castiga con la pena de muerte, la persecución o la cárcel. Estos son los últimos datos sobre la situación de este colectivo en el mundo

Vuelve a contar: La bandera LGBTI no tiene siete colores

Nació como una bandera de ocho colores, pero perdió dos por el camino

bandera arcoiris

Benson Kua / Wikimedia Commons

Gusta a mucha gente, incluso a aquellos que no pertenecen al colectivo, porque se sienten incluidos en los colores de la bandera LGBTI. Es un signo de alegría y también de solidaridad, que miles de personas han adoptado en las últimas semanas tras la matanza ocurrida en Orlando. Aunque sea conocida en todo el mundo como la bandera arcoíris, en realidad solo cuenta con seis colores. Esta es su historia original y así se introdujo en España.

Cuenta otra vez: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado. Son seis colores y no los siete que solemos atribuir al arcoíris. Pero no siempre fue así en los casi 40 años de vida del que es uno de los símbolos más exitosos de la historia reciente. De hecho, es ya un objeto de museo: el MOMA de Nueva York adquirió la bandera original en 2015 para incluirla en su colección de diseño.

Pocos reconocerían al estadounidense Gilbert Baker por su nombre o por su rostro, pero el icono que ideó a finales de los 70 es inconfundible. “Estaba en el lugar y el momento adecuados”, reconocía él mismo al museo estadounidense. Ese lugar era el San Francisco en tiempos de revolución, durante los años en los que las calles eran escenario permanente de la lucha por la paz y las libertades.

Un día recibió una llamada de su amigo Harvey Milk. El activista estaba ultimando los detalles de la marcha por el Día de la Libertad Gay, programada para un 25 de junio de 1978. Recurrió entonces a Baker en busca de un símbolo que representara el momento, recuerda el propio diseñador en una entrevista concedida al archivo de la Universidad de Kansas.

Baker, quien había servido durante dos años en el Ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam, se había reinventado en creador de emblemas a su vuelta a California. Disponía de poco tiempo, así que decidió coser y teñir dos banderas con ayuda de varias decenas de voluntarios. La intención era emplearlas en la manifestación que iba a convertirse en el germen del Día del Orgullo Gay. Desde entonces se convirtió en su símbolo oficial.

Hasta ese momento, se usaba un distintivo de infausto recuerdo: el triángulo rosado que el nazismo impuso a los gays. En contraposición, la primera bandera lucía nada menos que ocho colores, cada uno con un significado.

significado colores bandera

El cambio a los siete colores llegó por motivos prácticos. “Era muy complicado encontrar entonces fábricas que produjeran el color rosa a gran escala. La demanda de esta bandera se había disparado de tal forma que ya solo podía producirse en masa”, explica a Verne Miguel Brox, responsable del Centro de Documentación y Cultura de COGAM. Es una de las asociaciones más importantes en la lucha por los derechos LGBT en España.

Otros cambios llegaron casi de inmediato, coincidiendo con las marchas de protesta por el asesinato de Harvey Milk. Cuando las banderas se pegaban en los postes de luz de San Francisco, los colores centrales se confundían con el soporte. La mejor manera de solucionar el problema era reduciendo la cantidad de tonalidades de la bandera. Así se eliminó la franja turquesa.

“¿Sois ecologistas? No, somos maricones”

A finales de los años 90 seguía siendo muy complicado encontrarlas en España, recuerda Miguel Brox: “En muchas manifestaciones nos las arreglábamos con telas sueltas que la gente unía con sus propias manos. Solo era posible comprarlas de importación, porque aquí ni si quiera se fabricaban. Llamábamos a distribuidores españoles y todos nos decían que no. Y nos preguntaban que para qué las queríamos, que si éramos ecologistas. ‘No, somos maricones’, contestábamos”.

madrid ayto arcoiris

Bandera LGBT en el Ayuntamiento de Madrid. Julian Rojas

Mili Hernández y Arnaldo Gancedo habían fundado unos años antes la librería Berkana de Madrid, toda una institución para el colectivo. “Ellos se encargaban de traerlas de fuera y venderlas. Luego decidieron ir a un taller de costura del barrio y encargarlas personalmente”, cuenta el responsable de cultura de COGAM. El germen de este cambio llegó en 1995, cuando por fin la marcha del Orgullo Gay comenzó a desfilar por la calle de Alcalá y se alcanzó “la verdadera visibilidad”, dice.

No es común que una bandera se ondee con tanta frecuencia en manos de personas que no forman parte del colectivo que representa, destaca a VerneJosé Manuel Erbez, secretario de la Sociedad Española de Vexilología, como se llama al área de estudio de banderas. “La potencia del mensaje que hay detrás del emblema LGBTI es tan grande que ha desplazado a banderas anteriores”, asegura. Se refiere a otras similares como la bandera de Cuzco o la de la paz.

Y eso que no se trata de una propuesta sencilla, desde el punto de vista del diseño de banderas. “Que solo se componga de barras es una ventaja, pero nunca es recomendable emplear más de cuatro colores, porque induce a errores a la hora de colocarlos en el orden adecuado”, comenta Erbez.

Madrid: Tres jóvenes gais, agredidos en San Blas tras acudir al pregón del Orgullo

El colectivo Arcópoli tiene registradas 107 agresiones homófobas en la región en lo que va de año

Tres jóvenes gais de entre 21 y 25 años han sido agredidos esta madrugada cuando regresaban de asistir al pregón del Orgullo, celebrado ayer en el barrio de Chueca. Un grupo de personas les ha increpado, les ha insultado y les ha lanzado objetos. En lo que va de año, el colectivo Arcópoli, de defensa del colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTBi) lleva registradas 107 agresiones homófobas en la región en lo que va de año.

Los jóvenes regresaban a sus domicilios cuando se toparon con un grupo de tres chavales (dos de ellos menores de edad), en la plaza de Alsacia y en la avenida de Guadalajara, en el distrito de San Blas. Sus integrantes comenzaron a insultarles con improperios como “maricones y comepollas”. Los jóvenes subieron al domicilio a uno de ellos, sin enfrentarse a sus atacantes. “Llevábamos las banderas arcoiris [símbolo del movimiento LGTBi] y por eso nos reconocieron. De todas formas, saben nuestra orientación sexual porque llevamos toda la vida residiendo en este barrio”, señala una de las víctimas.

Cuando terminaron de cenar, uno de los jóvenes gais se marchó a su casa. Le estaban esperando de los atacantes, que siguieron con los insultos. En este caso, la víctima sí se encaró a ellos y les recriminó su actitud. Los chavales le empezaron a tirar manzanas y hasta piedras, cuando caminaba por la calle de los Hermanos García Noblejas. Una de ellas le alcanzó en la cara y le partió el labio. El herido pudo llegar a su casa y curarse la herida.

Los agredidos tienen previsto acudir esta tarde a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del distrito y denunciar los hechos. “Ante todo tenemos más ganas de acabar con este tipo de ataques y que se tomen medidas”, explica uno de los agredidos.

El colectivo Magdalenas Diversas, al que pertenecen los jóvenes, ha convocado una concentración a las seis de la tarde de mañana en la plaza de Alsacia para denunciar la agresión y pedir medidas contra este tipo de ataques. A la misma está prevista que se sumen otras asociaciones, como Arcópoli. 

PEGATINAS HOMÓFOBAS EN CHAMBERÍ

La glorieta de Bilbao ha amanecido esta mañana con nuevas pegatinas homófobas, según ha denunciado Arcópoli. En las mismas se ve a un grupo de personas pintadas con el arcoíris y justo en medio una con perfil negro y el logotipo del grupo neonazi Bases Autónomas. Sobre ellas se lee el texto: “Somos diferentes”.

El colectivo de defensa LGTBi ya se ha puesto en contacto con la Policía Municipal para denunciar este hecho, de forma que lo investiguen por si supone un delito de odio.

El Orgullo Gay después de Orlando

EE UU ha demostrado que la conquista de derechos se alcanza cuando, en un carril paralelo, también avanza el rechazo a la intolerancia y la homofobia

La marcha del Orgullo en Nueva Orleans. GERALD HERBERT AP

La marcha del Orgullo en Nueva Orleans. GERALD HERBERT AP

Las parejas homosexuales de Estados Unidos tienen derecho a casarse, a compartir seguros médicos, a hacer declaraciones de impuestos conjuntas o adoptar niños. La opinión pública respalda esos derechos a niveles más altos que nunca. La candidata demócrata a la Casa Blanca desfila en las celebraciones del Orgullo Gay de Nueva York. El presidente de la nación hace referencia a las reivindicaciones por la igualdad de los transexuales en un discurso a las dos Cámaras del Congreso y acaba de crear el monumento nacional a los derechos LGBT. Cuando habla de esta comunidad, no se queda en las siglas: habla de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales.

Es el relato de los avances hacia la igualdad de todos los ciudadanos estadounidenses que han visto cómo la ola del cambio se aceleraba y ganaba fuerza en el último lustro. Cualquiera que mirase atrás hacia estos últimos años podría preguntarse ¿qué más queda por ganar? Pero la misma oleada chocó el pasado 17 de junio, de golpe, con el muro del terror. Una masacre en un club gay de Orlando, la peor en la historia de EE UU, acabó con la vida de 49 personas y dejó otras 53 heridas.

Mirando atrás se lee también el relato de cuatro décadas de avances incuestionables, como el hecho de que EE UU haya celebrado este fin de semana el primer aniversario de la plena igualdad de derechos, interrumpidos únicamente por instantes en los que la homofobia y el odio recuerdan que la verdadera igualdad, la apuntalada en la aceptación y el respeto en toda la sociedad, aún no está lograda. El ataque de Orlando ha sido el último.

Las marchas del Orgullo de todo el mundo recuerdan a las víctimas de Orlando. En la imagen, la de San Juan, en Puerto Rico, el pasado 26 de junio. ALVIN BAEZ REUTERS

Las marchas del Orgullo de todo el mundo recuerdan a las víctimas de Orlando. En la imagen, la de San Juan, en Puerto Rico, el pasado 26 de junio. ALVIN BAEZ REUTERS

Más de dos semanas después de la masacre se desconoce aún el verdadero motivo de Omar Mateen, que juró su lealtad a ISIS durante el tiroteo, pero también mostró señales de dudas sobre su identidad, habiendo visitado el club en varias ocasiones y como usuario de aplicaciones para citas entre homosexuales. Para la comunidad LGBT, ninguna de estas razones oculta que el hecho de ser un club gay lo convirtió en objetivo.

“Tenemos trabajo por hacer cuando personas LGBT de todo el mundo todavía se enfrentan a un aislamiento increíble, pobreza, persecución, violencia e incluso la muerte”, dijo Obama en una ceremonia en la Casa Blancaapenas dos días antes de la masacre. Según las autoridades estadounidenses, el 22% de los crímenes de odio perpetrados en el país son contra homosexuales o transexuales.

La reacción en EE UU a la masacre de Orlando ha sido la de la defensa de espacios como el club Pulse, necesarios aún para la comunidad LGBT. “La existencia de estos lugares es en sí un acto de rebeldía. Representan la reivindicación de espacios por parte de personas que viven en los márgenes de la sociedad”, escribe Julio Capó, profesor de la Universidad de Massachusetts.

El recuerdo a las víctimas de Orlando en la puerta de Stonewall Inn, en Nueva York. LUCAS JACKSON REUTERS

El recuerdo a las víctimas de Orlando en la puerta de Stonewall Inn, en Nueva York. LUCAS JACKSON REUTERS

Pero quienes han conocido estos lugares como el único sitio donde sentirse aceptados, comprendidos y donde nadie les iba a tratar desde la diferencia, también saben que esas cuatro paredes pueden convertirse rápidamente en un velo fácil de rasgar. “Mis primeras visitas a clubs gais eran operaciones clandestinas y, debo decir, es difícil ser gay sin que nadie se dé cuenta y a la vez ir vestido adecuadamente para salir una noche”, escribió hace una semana Matt Thompson, columnista de The Atlantic, hijo de inmigrantes y miembro de la comunidad gay de Orlando en los 80 y los 90. El atentado ha recordado que muchos miembros de la comunidad LGBT todavía tienen en estos locales —desde Orlando a Detroit, Nueva Orleans o Nueva York— el único espacio donde viven en completa libertad y aceptación.

Mientras, en el exterior, la sociedad estadounidense es el ejemplo de que, en un carril paralelo al de la conquista de los derechos, es necesario que avance el rechazo a la intolerancia y la homofobia. Las redadas del Stonewall Inn tuvieron por respuesta la creación de un movimiento de protestas y activismo por la igualdad de gais y lesbianas que ha durado varias décadas. Sobre esas protestas se sustenta la reacción a la iniciativa el año pasado de una funcionaria de Kentucky que se negaba a casar a parejas homosexuales.

Cuando poco después dos Estados sureños aprobaron leyes que permiten negar servicios a parejas homosexuales, la comunidad empresarial del país se pronunció rápidamente a favor de la igualdad de derechos. Y hace apenas dos meses fue el mundo de la cultura y el cine el que boicoteó a Carolina del Norte tras aprobar una ley que niega el acceso a los baños públicos a los transexualesque quieran emplear el servicio del género con el que se identifican.

El último ejemplo también pasa por Orlando. Decenas de personas crearon murallas humanas en los funerales de las víctimas del ataque para que ni las familias ni las cámaras de televisión pudieran apreciar la presencia de activistas que portaban mensajes homófobos. Harvey Milk, el primer político electo en San Francisco tras revelar su homosexualidad y asesinado en 1978, afirmó “si una bala me atraviesa la cabeza, dejen que esa bala destruya las puertas de todos los armarios”. Su deseo aún no se ha cumplido, pero la oleada del cambio solo avanza en una dirección.

El PP, partido ‘non grato’ en el Orgullo

De cisgénero a intersexual: diccionario del arcoíris LGBTI

Cada vez más opciones sexuales se cobijan bajo el mismo paraguas de igualdad de este colectivo

En los últimos años, las siglas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero) han englobado a las personas no heterosexuales. Recientemente se sumó la letra i de intersexuales, que incluye al género neutro. Se trata de aquellas personas que muestran, en grados variables, caracteres sexuales de ambos sexos y que antes conocíamos como hermafroditas. Coincidiendo con la celebración del Orgullo Gay 2016 en España, elaboramos un breve glosario con algunos de los términos que también define otras condiciones sexuales.

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Andrógino/a

Son aquellas personas cuyos rasgos externos no se corresponden con los propios de su sexo de forma definitiva, ni necesariamente con los del sexo contrario. Esa ambigüedad estética no significa que pertenezcan a una u otra tendencia sexual.

Aunque en ocasiones se utiliza como sinónimo de hermafrodita, en la mayoría de los casos hace referencia a una simple cuestión de imagen. Dos ejemplos obvios de apariencia andrógina: los de David Bowie y Tilda Swinton.

Asexual

Son personas que no experimentan deseo sexual hacia ningún género. A pesar de la ausencia de este impulso, son perfectamente capaces de enamorarse.Algunos estudios apuntan que un uno por ciento de la población es asexual: 70 millones de personas en el mundo.

El pasado mes de mayo, Verne publicaba un testimonio en primera persona que hablaba de ello: “Hasta que no supe que era una cuestión de orientación sexual, no era capaz de explicar mi forma de ver el sexo”. El actor Stellan Skarsgard interpreta para el director Lars Von Trier a un asexual en la cintaNymphomaniac.

Cisgénero

Con este término que designa a la persona que se siente a gusto con su sexo de nacimiento. Género sexual y cuerpo están acordes. Al igual que heterosexual es lo contrario que homosexual, una persona cisgénero es lo contrario a una persona transgénero.  El género sexual y la tendencia sexual (heterosexual, homosexual, bisexual) son cosas diferentes.

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Drag / Travestido

Término procedente de la expresión inglesa dragging up. Son aquellos hombres que se visten de mujer y aquellas mujeres que se visten de hombre.

Vestirse de un género distinto no está necesariamente relacionado con la homosexualidad o la heterosexualidad, y no son transexuales. En la películaBelle Epoque, Jorge Sanz y Ariadna Gil protagonizaban un baile en el que ambos estaban travestidos. Él iba disfrazado de doncella y ella de hombre soldado.

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Intersexual

“No hay personas intersexuales, sino personas que nacen con genitales intersexuales”, cuenta a Verne Gabriel J. Martín, quien fue criado como niña en su infancia a pesar de ser hombre. Como decíamos, se trata de aquellas personas que muestran, en grados variables, caracteres sexuales de ambos sexos y que antes conocíamos como hermafroditas. Al nacer, estas personas cuentan con genitales masculinos y femeninos, lo que plantea un problema a sus padres a la hora de tener que optar por la cirugía que defina el futuro del bebé.

Australia y Alemania son los dos primeros países del mundo que han abordado este problema, admitiendo de forma legal el género neutro o tercer sexo. Un ejemplo cinematográfico: la cinta argentina XXY, en la que Ricardo Darín interpreta al padre de una adolescente intersexual. Lucha por que Álex, como se llama el personaje protagonista, crezca libre de prejuicios hasta que llegue el momento de decidir qué camino seguir.

Queer

Término que significa en inglés “raro” y que en principio se empleaba en el pasado de forma despectiva para definir a homosexuales. Ahora, se usa a menudo en el propio colectivo, algunos consideran que de forma desafiante y como método de autoafirmación, como apunta el Rainbow Project de la Unión Europea. Todo aquel que no quiera englobarse en los patrones y arquetipos heteronormativos puede considerarse queer, por tanto, es una forma genérica de definirse miembro de la comunidad LGBT, aunque sin adjudicarse ninguna etiqueta concreta dentro de este colectivo.

Transgénero

Persona que vive con un sexo/género que no es el que le fue asignado al nacer, pero que no ha pasado por cirugía de reasignación de género. En el mundo hay al menos 25 millones personas cuya identidad de género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer y hasta un 60 por ciento de ellas sufre depresión, apunta un estudio de la revista médica The Lancet que recoge Materia.

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Transexual

Término legal que designa a una persona transgénero que está en vías de completar o que ya ha completado una cirugía de reasignación de sexo. Un ejemplo reciente que aborda estos dos últimos conceptos en televisión es la comedia dramática Transparent. En ella, un hombre padre de tres hijos decide comenzar a vivir como una mujer pasados los 60. Aunque Maura no se somete a ninguna operación, sí toma hormonas que reajusten su cuerpo. El actor Jeffrey Tambor ha ganado un Emmy por su trabajo en esta serie.

28-J: Del orgullo al reconocimiento

Pese los avances en el terreno de la igualdad, perviven estructuras sociales y culturales que continúan generando odios y exclusiones

Día del Orgullo Gay 2016 Participantes de la Marcha por el Orgullo Gay en la ciudad mexicana de Guadalajara. ULISES RUIZ BASURTO (EFE)

Día del Orgullo Gay 2016 Participantes de la Marcha por el Orgullo Gay en la ciudad mexicana de Guadalajara. ULISES RUIZ BASURTO (EFE)

Stonewall, Orlando, tu ciudad, mi ciudad. Todos habitamos espacios en los que hoy continúa cultivándose el miedo al diferente, la negación del otro, el no reconocimiento del que rebasa la línea de la normalidad. Espacios habitados por seres vulnerables que nos piden a gritos que este año el 28 de junio sea una fecha más reivindicativa que de celebración. Las cada vez más preocupantes cifras de delitos de odio y discriminación, las tan frecuentes reacciones homófobas en las redes sociales o el aumento de los casos de acoso escolar basado en la orientación sexual o la identidad de género, nos demuestran que estamos lejos de la deseada igualdad, y que en incluso estamos asistiendo a un cierto retroceso con respecto a lo que pensamos que ya eran conquistas irreversibles. Las múltiples crisis que sufrimos están alimentando, como ha sido habitual en otros momentos históricos, la reivindicación extrema de un orden construido a imagen y semejanza de mayoría empoderada. Incluso en países como el nuestro, en el que es innegable el avance producido en la última década en cuanto a la protección jurídica del libre desarrollo de la afectividad y la sexualidad, la realidad se empeña en demostrar que en cuestión de derechos es imposible bajar la guardia.

Deberíamos empezar pues por asumir que no vivimos en el paraíso que un día soñamos. Que como mucho hemos alcanzado unos niveles mínimos de tolerancia, que siempre es perversa porque implica una relación jerárquica entre el “tolerante” y el “tolerado”, pero que aún no hemos alcanzado el reconocimiento como iguales de las múltiples maneras en que un ser humano puede expresar su identidad. Seguimos condicionados por un régimen heteronormativo que, en permanente alianza con el patriarcado, no solo prorroga la subordinación de la mitad femenina sino también la de todos los sujetos que desbordan el paradigma del varón heterosexual. Es fundamental, por tanto, que empecemos asumir que el movimiento feminista y el LGTBI luchan, o deberían hacerlo, contra un mismo opresor y que mejor nos iría a todas y a todos si aprendiéramos a tejer redes y alianzas.

La asunción de que las raíces de la discriminación del colectivo LGTBI se hallan en ese heteropatriarcado que algunos se resisten a identificar, no sé si por ignorancia o por interés en mantener determinados privilegios, nos obliga a poner el foco en unas estructuras sociales y culturales que hoy continúan generando odios y exclusiones. De ahí que si bien las reformas jurídicas continúan siendo necesarias, deberíamos ir más allá y plantear una superación de un sistema que continúa clasificándonos en virtud de dualismos jerárquicos. Todo ello pasa por actuar de manera mucho más incisiva en ámbitos como la educación y la cultura, así como por el desarrollo de políticas sociales y económicas que distribuyan por igual identidad, participación y recursos.

Por otra parte, no deberíamos olvidar que las siglas LGTBI encierran múltiples realidades y que, en consecuencia, cada una de ellas exige una atención específica y diversa. En este sentido, no podemos obviar la discriminación de tipo interseccional que sufren las mujeres lesbianas, como tampoco las singulares dificultades que sufre el colectivo trans ante un marco jurídico que continúa patologizándolo. De misma forma que deberíamos hacer visible como en muchos casos la respuesta a la intersexualidad acaba convirtiéndose en una auténtica mutilación genital. Todo ello nos obliga a reclamar no solo estrategias de resistencia sino también estructuras -políticas, administrativas, culturales– que no multipliquen la vulnerabilidad y que no olviden la debida conexión que debiera existir entre igualdad, bienestar y justicia social.

En definitiva, mientras sigamos amparando, y en muchos casos alimentando, un orden político y cultural basado en binomios que excluyen –masculino/femenino, heterosexual/homosexual– difícilmente superaremos la fase de la tolerancia. De la misma manera que hasta que toda la sociedad no asuma que estamos ante una cuestión de ciudadanía y, por tanto, de exigencia democrática, no podremos acabar con las víctimas que continúa provocando un régimen opresor. Celebremos pues, claro que sí, la diversidad gozosa del ser humano, el inevitable carácter fluido y hasta nómada de las identidades, pero no olvidemos en este 28 de junio que continúa siendo necesario pasar el orgullo a la acción política. O, lo que es lo mismo, de las banderas con el arco iris en los balcones al compromiso real de todas y todos, instituciones y ciudadanía, en la superación del miedo a la diversidad.

Octavio Salazar Benítez es profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba y miembro de la Asociación Personas por la diversidad afectivo-sexual y de la Red Feminista de Derecho Constitucional.

El 60% de las personas transgénero sufre depresión

Un especial de la revista médica ‘The Lancet’ pide que se tomen medidas para eliminar el estigma que agrava los problemas de salud de más de 25 millones de personas en el mundo

Carla Antonelli (derecha) es la única mujer transexual que ejerce el cargo de diputada en España

Carla Antonelli (derecha) es la única mujer transexual que ejerce el cargo de diputada en España KIKE PARA

En el mundo hay al menos 25 millones personas cuya identidad de género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer: hombres que la sociedad considera mujeres y viceversa, además de otras identidades. Con esta cifra, que podría ser superior debido a la capacidad del estigma para ocultar a las personas transgénero, la revista médica The Lancet llama la atención en un número especial sobre la necesidad de mejorar el cuidado sanitario de una parte de la población (entre el 0,4 y el 1,3%) que los sistemas de salud suelen descuidar.

En una serie de artículos se recuerda la situación de exclusión legal y social a la que se enfrentan muchas personas trangénero, algo que incrementa los riesgos para su salud. Hasta el 60% sufre depresión, y el rechazo de la familia o en el entorno laboral favorece la adopción de comportamientos de riesgo, como la prostitución, que aumenta un 50% su riesgo de contraer VIH. Además, la violencia supone una amenaza mortal. Entre 2008 y 2016 se registraron 2.115 asesinatos de personas transgénero en todo el mundo y es probable que fuesen más aunque no se documentasen.

Entre las medidas para enfrentarse al problema, los autores reclaman que la Organización Mundial de la Salud (OMS) modifique su manual diagnóstico para que los tratamientos para las personas transgénero desaparezcan del apartado de trastornos mentales y de comportamiento y se incluyan en la sección de salud sexual. En buena medida, este cambio ayudaría a reducir el estigma social que agrava la enfermedad mental.

Los autores del trabajo publicado enThe Lancet también proponen algunas políticas generales respecto al tratamiento de personas transgénero. Por un lado, se pide que los tratamientos hormonales para los cambios de sexo se financien de la misma manera que el resto de cuidados de salud. En este sentido, destacan que estos tratamientos de reasignación de sexo, entre los que se encuentran las hormonas o algunas cirugías, tienen resultados positivos cuando se aplican durante la adolescencia.

Por otro lado, se pide que se eliminen las cirugías que tratan de definir el sexo de los bebés justo después del nacimiento cuando los genitales son ambiguos. Estas intervenciones, que por cuestiones de menor dificultad técnica suelen optar por la construcción de genitales femeninos, pueden provocar problemas de identidad sexual en el futuro. Los expertos señalan que muchos países están comenzando a fomentar un enfoque médico más abierto en el que la cirugía se retrasa hasta que el niño tiene una identidad de género clara y es capaz de decidir si quiere ser operado.

Además de los tratamientos médicos, los autores del informe destacan la necesidad de desarrollar estrategias para impulsar la aceptación de las personas transgénero como base para mejorar su salud. Se reclama que los médicos reciban una formación específica para comprender las necesidades sanitarias de esta parte de la población, que se promulguen leyes contra la discriminación de las personas transgénero y que las escuelas eduquen sobre la diversidad de género y favorezcan la inclusión. Por último, señalan que, aunque en muchos países desarrollados y en algunas partes de Asia se ha impulsado la investigación de este fenómeno global, hay grandes partes del mundo, como África, Oriente Medio o Rusia donde el desconocimiento es aún muy grave y los niveles de discriminación extremos.

La policía reprime duramente la marcha del orgullo gay en Estambul

Los agentes detienen a dos políticos alemanes y a más de una veintena de activistas LGTBI locales

Detención de una participante del orgullo gay en Estambul, este domingo

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“¿Dónde estás, mi amor?”, se convirtió este domingo en grito de batalla y de libertad en una Turquía cada vez más gris, y donde, en Estambul, la policía se empleó con violencia y saña para impedir que la gente enarbolase la bandera arcoíris.

La plaza de Taksim, la avenida Istiklal y las calles aledañas del centro de Estambul amanecieron repletas de vallas y guardadas por cientos de agentes de policía, autobuses blindados y camiones de agua a presión para impedir la marcha del orgullo LGTBI (Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexo), que había sido prohibida por orden del gobernador provincial.

La semana anterior, la marcha del Orgullo Trans ya fue prohibida después de que se recibiesen amenazas de varios grupos islamistas y ultranacionalistas que advertían: “Si no detenéis la marcha de los maricas, lo haremos nosotros”. Además, durante la noche del sábado al domingo, varios locales de ambiente fueron registrados por la policía. “Vinieron los agentes, nos preguntaron por la licencia y registraron el establecimiento. La verdadera razón es que tenemos los colores del arcoíris en nuestras mesas y por la música que tenemos”, explicó el gerente de un café con habitual clientela gay.

Debido a la prohibición, los organizadores desconvocaron la marcha LGTBI y, en su lugar, llamaron a actos espontáneos: en diversos lugares de Estambul, incluido el estrecho del Bósforo, activistas y manifestantes enarbolaron la enseña multicolor para reivindicar un trato justo y la posibilidad de celebrar su día con normalidad, de la manera en que se hacía en Estambul hasta el año pasado, cuando el Gobierno islamista decidió prohibirla por coincidir con el mes sagrado de Ramadán, como también ocurre en esta ocasión. En estos actos, durante la mañana, al menos cuatro personas fueron detenidas por los agentes. También el diputado alemán Volker Beck y la eurodiputada Terry Reintke, ambos de Los Verdes, fueron brevemente retenidos junto a dos colaboradores de la segunda, aunque posteriormente se les puso en libertad.

Sólo unos pocos cientos de valientes se atrevieron a llevar al área de Taksim sus reivindicaciones. Al inicio de la Avenida Istiklal, los agentes de policía hacían controles aleatorios a cualquiera que ellos considerasen con pinta de homosexual o activista LGTBI para impedir su acceso. Y escuadrones de policías antidisturbios fuertemente armados patrullaban las calles traseras. Aún así, muchos activistas lograron introducirse y, resguardados en los bares o desde las ventanas de diversos edificios, se lanzaban consignas.

“¿Dónde estás, mi amor?”, preguntaba uno desde la terraza de un bar. “Aquí estoy, amor”, respondía otro grupo desde otro bar. Y tras ello se elevaba un coro de cánticos: “No te escondas, no lo niegues: los homosexuales existen”. Esto enervaba a los agentes que acudían a la carrera y disparando botes de gas lacrimógeno a diestro y siniestro. “Simplemente estábamos sentados en la terraza de un café, ni siquiera habíamos gritado nada, y ha llegado la policía lanzando gases”, explicó Ayse, una joven con los colores del arcoíris pintada en un moflete que no podía parar de toser a causa de los químicos: “Sólo queremos que nos dejen manifestarnos pacíficamente como antes. Pero este país, con (el presidente Recep Tayyip) Erdogan, se ha convertido en una dictadura y continuamente se lanzan mensajes homófobos”.

En el local de una asociación que había colgado en su fachada una enorme bandera arcoíris, los antidisturbios fueron recibidos con una lluvia de pétalos y confeti, a lo que éstos respondieron con gases y descolgando la enseña multicolor. En la calle Mis, llena de bares y repleta de gente –tanto miembros de la comunidad LGTBI como jóvenes e incluso familias con niños que pretendían pasar un domingo de asueto- la policía exigió evacuar los establecimientos ante los cánticos de algunos. “¡Grita!¡Grita más si te atreves, maricón!”, le gritó un agente a un joven gay.

A todo aquel que intentaba cuestionar las órdenes de la policía se lo llevaban detenido, como ocurrió a una joven de unos 20 años que simplemente preguntó a un agente de paisano por qué debía abandonar un bar. Sus amigas, de la misma edad, lloraban desconsoladas: “Sólo queremos que nos dejen en paz”.

Según la asociación Kaos GL, el número de detenidos por la tarde en Estambul superaba los 20. En apenas cinco minutos, ante los ojos de este periodista los agentes se llevaron a cuatro personas, incluido un fotógrafo estadounidense que no portaba tarjeta de prensa. Cuando un abogado trató de impedir la detención, uno de los agentes, de paisano, se le volvió y le espetó: “¿Por qué te metes? ¿Qué te importan a ti los americanos? Es un provocador, ha venido desde EEUU a provocar. ¿Vamos nosotros a EEUU a manifestarnos?”. A otro periodista, el italiano Alberto Tetta, un agente le amenazó con dispararle si daba “informaciones negativas” sobre Turquía.

Son sólo un par de muestras de la ideología islamonacionalista cada día más extendida en Turquía y cuyos defensores, incluido el presidente Erdogan, consideran que los “enemigos externos” –espías, países enemigos, prensa extranjera- y los “enemigos internos” –oposición, partidos izquierdistas, nacionalistas kurdos, grupos armados de diverso pelaje, periodistas críticos, intelectuales y activistas LGTBI- conspiran conjuntamente para hundir el país euroasiático.

Madrid: ANDALUCÍA CATALUÑA C. VALENCIANA GALICIA MADRID PAÍS VASCO MÁS COMUNIDADES TITULARES » El Orgullo se queda sin pregoneros

La organización decidió cancelar el acto, al que habían invitado al jurado de Master Chef, por el rechazo, expresado en redes, a los nombres anunciados

Participantes en el Orgullo 2015 desfilan vestidos de romanos

Participantes en el Orgullo 2015 desfilan vestidos de romanos. CHEMA MOYA (EFE)

El Orgullo de 2016 no tendrá pregoneros. Por primera vez en la historia de la cita reivindicativa-festiva, ninguna personalidad tendrá el encargo de presentar las celebraciones. La organización del Orgullo decidió ayer cancelar este acto (previsto para el próximo miércoles) por la reacción pública a los nombres anunciados: Samantha Vallejo-Nájera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, el jurado de MasterChef. “No entendemos nada”, lamentan desde la organización, que tras anunciar a sus candidatos descubrió sorprendida cómo se iniciaba una campaña en redes en contra del trío gastronómico. Ese malestar se trasladó a la plataforma Change.org y en poco menos de 24 horas concentró más de 10.000 firmas. “No pasa nada. No harán el pregón. Ni ellos ni nadie”, dicen desde Madrid Orgullo (MADO).

“El pregón lo han dado todo tipo de personajes: Cayetana Guillén-Cuervo, Alejandro Amenábar o las Supremas de Móstoles”, cuenta Alfonso Llopart, director de la revista Shangay y presidente de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad (AEGAL), que forman parte de la organización. “Siempre se han elegido pregoneros conocidos que apoyaran la causa. Los seleccionados cumplen esos requisitos”, añade.

Samantha Vallejo-Nájera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, jurado de Master Chef

Samantha Vallejo-Nájera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, jurado de Master Chef. RTVE

El jurado de MasterChef, que sepamos, no tiene una carrera activa en cuanto a la defensa de los derechos LGTB. Sospecho que es más una cuestión mediática”, resumía la petición de recogida de firmas en contra de que fueran los padrinos de la cita. “Es vital dar voz a nuestro colectivo y preservar la esencia del Orgullo como vehículo de expresión para las personas LGTB”, incidía la misiva en Change.org que reclamaba “conceder esos honores a otros personajes públicos que sean conocidos por su compromiso con la promoción de la igualdad y de los derechos de las personas LGTB”.

En menos de 24 horas, 10.000 personas apoyaron la iniciativa y la organización del Orgullo decidió tomar cartas en el asunto: “Hemos captado la sensibilidad de la gente y hemos decidido no continuar con esos pregoneros, a los que elegimos con toda nuestra buena voluntad”, dijo Juan Carlos Alonso, coordinador general del Orgullo 2016, que este año quería hacer un guiño a la gastronomía. En un principio parecía que iban a buscar sustitutos, pero finalmente no habrá pregoneros. “No nos parece bien invitarles y luego sustituirles. Si la gente no quiere pregoneros, no los habrá. Los representantes de las asociaciones [COGAM y la FELGTB] darán un discurso el miércoles que puede tomarse como un pregón”, cuenta Llopart que, “a pesar del disgusto”, no duda de que el arranque de las celebraciones, el 29 de junio, será todo un éxito: “Participará mucha gente y se difundirá un mensaje en favor de la igualdad”.

Populares no gracias

Además de carecer de pregoneros, el arranque de las fiestas de Chueca tiene otra novedad: el arranque se anunciará en la plaza Pedro Zerolo en lugar de en la de Chueca. “Lo hemos hecho allí toda la vida y ahora no podemos”, se queja un activista. El aforo y las quejas de los vecinos llevan años amenazando los actos en la plaza de Chueca y este año, aprovechando el homenaje al político socialista que se va a realizar durante el Orgullo y la inclusión de Zerolo en el callejero madrileño, el pistoletazo de salida del Orgullo cambiará de ubicación.

Lo que no cambia es la clamorosa ausencia del Partido Popular en la manifestación reivindicativa de los derechos LGTB que se celebrará el próximo 2 de julio. La formación conservadora no ha sido invitada, como en años anteriores, a formar parte de la cabecera de la misma. Sí que han sido animados a unirse el PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU y Equo. Una decisión que se ha tomado después de que el PP no mostrara su apoyo a una serie de reinvindicaciones propuestas por COGAM y la FELGTB a los diferentes partidos políticos de cara a las elecciones generales del 26 de junio. Las organizaciones reclaman cuatro proyectos legislativos: una Ley Integral de Transexualidad; una Ley Integral por la Igualdad Efectiva LGTBI, que penalice la homofobia; un Pacto de Estado frente al VIH/Sida a través del cual hacer una mayor inversión en programas de prevención y diagnóstico precoz; y un Pacto de Estado por una Educación inclusiva que reconozca la diversidad sexual y combata el bullying en las aulas españolas.”Todos [los partidos políticos] se han comprometido con la igualdad real del colectivo LGTB. Todos menos el Partido Popular que, hasta la fecha, no ha respondido”, cuentan desde las organizaciones.

A pesar de declarar partido non grato al PP, la popular Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad, sí que ha sido animada a unirse a la manifestación, “pero no como representante de un partido político sino como representante institucional”, matizan desde las organizaciones. Manuela Carmena (Ahora Madrid), alcaldesa de la capital, también ha sido invitada. Ninguna de las dos ha confirmado o declinado aún su presencia.