La candidata transexual que Bolivia rechazó impulsa la Ley de identidad de género

Rayza Torrani García, la principal impulsora de la Ley de identidad de género

Rayza Torrani García, la principal impulsora de la Ley de identidad de género. | Imagen cedida a eldiario.es.

Un giro vital. Es lo que ha experimentado Rayza Torriani, la que es ahora la transexual más influyente de Bolivia y la principal impulsora de la Ley de identidad de género en su país. Una ley, que tras años de lucha por parte de los colectivos,  ha sido presentada por el Gobierno en un proyecto de ley y que se encuentra ahora a expensas de una aprobación definitiva.

Torriani saltó de la calle a los despachos. Pasó del anonimato de la noche al reconocimiento de la vida pública. A la carrera política. Su bandera: la defensa de los derechos humanos.

“Yo hago las cosas para las que ahora me dan palos, para las que me critican”, explica Rayza, defendiéndose de las críticas que vierten sobre ella algunos sectores LGTB. “Yo defiendo a todos aquellos que son discriminados, no solo a los LGTB”, sentencia la activista.

Su labor ha revolucionado a una parte importante de la sociedad boliviana. Creó la red Trébol en 2006, la primera red de mujeres transexuales del estado plurinacional que nació inspirada por lo que la activista escuchó dos años antes durante un viaje a Argentina, donde acudió como invitada a un evento de la Red Latinoamericana de Mujeres Transexuales.

“Para mí, antes la noche era el día y el día era la noche. Por la noche tenía que arreglarme y ponerme divina para poder ir a una esquina a vender mi cuerpo”, explica la trans a eldiario.es mientras recuerda sus inicios. “Mi vida dio un cambio radical y Argentina fue el punto de inflexión”, puntualiza. “En el evento de la red trans veo que hay otra manera de hacer las cosas y es entonces cuando tomo la decisión de cambiar y me comienzo a capacitar como activista y futura directora”, cuenta la líder transexual.

En 2014 sus labores como activista en favor de los derechos humanos ya eran reconocidas en toda Latinoamérica. Torriani había conseguido soporte social y apoyo en los sectores LGTB. Y a parte de crear la red trans en su país -La Red Trébol-, había formado también la primera red de mujeres transexuales que vive con VIH en Bolivia.

Fue entonces cuando, tras su influencia en la resolución positiva de un caso de agresión xenófoba, Torriani fue invitada a participar en las listas electorales del Partido Verde presentándose a la primera diputación por el departamento de Cochabamba. Pero las leyes bolivianas impidieron finalmente su postulación.

Bolivia discrimina a las personas trans

La activista transexual, todavía no tiene el cambio de género reconocido legalmente. En su documentación aparece el nombre de varón con el que nació, que le impidió presentarse como candidata a las elecciones. “Yo en el fondo temía que eso pudiera pasar”, cuenta Torriani, aunque sostiene que “confiaba en que las instituciones aceptaran la candidatura como varón”.

Las leyes bolivianas exigen, hasta el momento, que los candidatos varones estén en posesión de la tarjeta militar. Un documento que acredita que el postulante ha realizado el servicio militar público de manera voluntaria. Torriani, como mujer, no prestó sus servicios a las fuerzas del estado, algo que asegura “sería una tortura para cualquier persona transexual”. “La ley dice que hay que ser bien macho para ejercer el servicio militar”, puntualiza la líder del movimiento transexual.

“Me discriminaron desde el momento en el que no me dejaron inscribirme en el padrón electoral”, denuncia Torriani. “En ese momento se hizo público que no se respetaba la imagen de la persona en Bolivia”, recalca la activista.

Pero lejos de dejarla fuera del panorama político, el apoyo del Partido Verde y de los activistas en favor de los derechos humanos impulsaron la carrera de Torriani. “Esto ayudó”, cuenta, “soy la mujer que ha movido la causa transexual en Bolivia”, asegura.

“Como política he conseguido acceder a muchos despachos, reunirme con mucha gente”, explica Torriani, que ha negociado con varios partidos y ha conseguido llevar a la cámara legislativa la norma de identidad de género.

La batalla judicial del cambio de sexo

La Constitución boliviana en vigencia sanciona en el Artículo 14 inciso II la discriminación por razón de identidad de género, algo que no garantiza el cambio de sexo a las personas trans.

Hasta la implantación de la nueva ley, cambiar de sexo de manera oficial en el país latinoamericano solo puede conseguirse a través de la vía judicial. Un camino que supone un largo proceso y que según datos recopilados por la prensa del país solo han conseguido finalizar seis personas desde 2006.

La propuesta de ley impulsada por Torriani conlleva que el cambio de sexo se convierta en un trámite administrativo, abandonando así la vía judicial. Un trámite, en el que según los datos de las asociaciones bolivianas LGTB, están interesadas por el momento más de  1.085 ciudadanos.

“Los requisitos ya no serán tan tediosos”, explica la propulsora. Según su propuesta, solo haría falta el carnet de identidad, un certificado de nacimiento, fotografías del cambio físico y un informe psicológico en el que se especifique el tratamiento hormonal que se ha seguido la persona solicitante.

“Cuando se apruebe la ley primero quiero que cinco mujeres trans se cambien el nombre”, explica Torriani. “Cuando cinco ya lo hayan hecho, entonces lo haré yo”, sentencia la activista.

La muerte de Alan

“Paso el año recorriendo lugares en los que socializan personas transexuales, entornos sanitarios, centros educativos, espacios de ocio… y tengo que decir, claramente, que en muchos de los casos lo que falta es sensibilidad… Jamás identificaremos como transfobia algo que entendemos como un “juego de niños”

Llevo un buen puñado de horas en silencio, no he sido capaz de agarrar ningún teclado para hablar del trágico suceso que ha conmocionado España en los días de Navidad, y sin embargo, puede que much@s hayan echado de menos que yo compartiese o dijese algo sobre el asunto.

Ha habido varios motivos para que se produzca este silencio…

El primero, es que he estado madurando de qué manera hacía llegar esta información a l@s integrantes del grupo de personas trans de Extremadura y sus madres y padres… En la mayoría l@s chic@s que lo forman son jóvenes –algun@s de ell@s no son mayores de edad- y sinceramente no me apetecía que esta triste noticia empañase las fechas navideñas de paz y familia que estaban pasando. Esta noticia, puede provocar un efecto llamada para otr@s chic@s que estén en situaciones similares, y debemos estar muy pendientes de ellxs, para que nada de esto vuelva a sucederle a nadie.

Por otro lado, y esta sería la segunda causa, es que me parece oportuno deconstruir el concepto de transfobia tal y como la venimos entendiendo. Seguramente, entendéis la transfobia como un profundo sentimiento de odio hacia las personas transexuales, que se sustenta en la ausencia de conocimiento o empatía hacia la realidad transexual. Sin embargo yo tengo otra teoría.

Efectivamente transfobia es el miedo o rechazo hacia las personas trans, el bullying o acoso escolar por esta misma causa también lo es. Hacemos campañas y actuamos cuando se producen de manera clara y directa, las organizaciones gestionamos decenas de casos cada año, en las que nuestras gentes sufren esta lacra. Sin embargo… por qué no llegamos a otras… por qué se nos sigue escapando aquella que es sutíl, la que no se denuncia, la que apenas se ve. La respuesta es clara, porque no la consideramos, porque no la identificamos como transfobia.

Paso el año recorriendo lugares en los que socializan personas transexuales, entornos sanitarios, centros educativos, espacios de ocio… y tengo que decir, claramente, que en muchos de los casos lo que falta es sensibilidad… Jamás identificaremos como transfobia algo que entendemos como un “juego de niños”. En realidad hay transfobia en los chavales y chavalas que acosan a nuestr@s compañer@s, ¡¡claro que la hay!! Pero más aún existe en los adultos que la acompañan con tibieza, en quienes miran para otro lado sin ser capaz de identificar un claro riesgo para las vidas de nuestrxs chavalxs… Y pido disculpas al puñado de cómplices que tenemos en este camino, que los hay, pero son sólo un puñado, generalizar es siempre injusto.

Lo que le ha sucedido a Alan no es más que la respuesta de esta sociedad a la realidad transexual, invisibilizarla, no tomarla en consideración, pensar que… “no será para tanto” ¡¡maldita frase!! ¡¡maldita sociedad!!

“Demasiado mayor para ser transexual”

Verónica, transexual a la que la Generalitat catalana le niega la vaginoplastia

Verónica, transexual a la que la Generalitat catalana le niega la vaginoplastia

A Verónica no le permiten terminar el proceso de cambio de sexo porque “ya es demasiado mayor para ser transexual”, dice esta mujer de 52 años. Llevaba seis años en una lista de espera para ser sometida a una vaginoplastia -cirugía para modificar los genitales- y asegura que en abril le confirmaron que había sido excluida.

“Me tenían que haber operado en 2013, terminó el año y tampoco me intervinieron. Cuando preguntaba sobre el retraso de la intervención, me respondían que la culpa la tenía la crisis. Pero vi que una chica más joven, que llevaba menos tiempo esperando, sí que era operada”, recuerda esta colombiana que lleva 15 años viviendo en Barcelona. “Desde pequeña quería ser mujer, en Colombia no tuve la oportunidad, pero cuando llegué aquí sentí más libertad. Hace siete años comencé la transición de género”.

Al final, este año le confirmaron la decisión que preveía: no iba a ser intervenida porque su edad “no permite garantizar el resultado óptimo esperado tras la cirugía”, señalan las especialistas de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic (Barcelona) en un informe emitido en febrero al que ha tenido acceso eldiario.es.

Asimismo estas profesionales justifican la negativa esgrimiendo que “la paciente no trabaja y tiene pocos recursos económicos” y también consideran destacable que Verónica no cuente con apoyo familiar ya que, según señalan en este documento, “no puede tener el soporte social y/o familiar para los cuidados del postoperatorio”.

Informe-Identidad-Genero-Hospital-Clinic_EDIIMA20151222_0453_18

nforme emitido en febrero del 2015 por la Unidad de Identidad de Género del Hospital Clínic

El Observatorio catalán contra la homofobia considera que esta mujer está siendo discriminada y por eso su presidente denunció su caso ante el Defensor del Pueblo catalán (Síndic de Greuges). Esta institución ha dado la razón a la paciente en una resolución emitida a finales de octubre que desmonta las argumentaciones de la administración, solicita al Departamento de Salud que revise este caso y cuestiona que no se haya puesto en duda “hasta ahora” la inclusión de la paciente en la lista de espera.

Por un lado, el Defensor recuerda que los seis años que ha estado esperando a ser intervenida “no son imputables a la paciente” y que el paso del tiempo “ha jugado en su contra, de tal forma que ha supuesto su exclusión”.

Por otro, se pronuncia sobre la falta de entorno social y recursos económicos a los que hacen referencia las especialistas. Recuerda que durante estos años Verónica ha contado con el acompañamiento de  ACATHI (Asociación catalana por la integración de homosexuales, bisexuales y transexuales inmigrantes) y que esta organización “estaría dispuesta a ofrecerle apoyo postquirúrgico” y “asumir el coste del material”.

El Departamento de Salud ha señalado a eldiario.es que la exclusión se debe a “criterios médicos” y no ha confirmado que vaya a revisar el caso.

“Llevo seis años con mi vida paralizada a la espera de ser operada. No me he ido a otras ciudades en las que tenía opciones de encontrar trabajo para no cancelar el procedimiento médico porque nunca me llegué a imaginar que iba a ser excluida de la lista de espera”, añade esta mujer. Para ser incluida en el programa quirúrgico, Verónica estuvo siguiendo un tratamiento en la Unidad de Identidad de Género durante dos años, 12 meses de tratamiento hormonal y 12 meses de experiencia real.

“Se está vulnerando la ley contra la homofobia”

El presidente del Observatorio catalán contra la homofobia considera que en este caso no se están respetando los derechos sexuales y, por lo tanto, no se está cumpliendo la ley contra la homofobia aprobada por el Parlamento catalán. “Creemos que denunciar esta situación ante la Administración no iría a ningún sitio porque son los mismos que han excluido a Verónica. Por eso, decidimos iniciar un procedimiento ante el Defensor del Pueblo”, apunta Eugeni Rodríguez, portavoz de este organismo.

Aunque la vaginoplastia no está incluida en la cartera del Servicio Nacional de Salud, el Defensor recuerda que “esta operación forma parte de la cartera de prestaciones complementarias que puede ofrecer una comunidad autónoma”. Al año en Cataluña se realizan ocho intervenciones de este tipo y hay una lista de espera de 187 pacientes. Por lo tanto, Verónica reivindica que no es una “batalla” personal. “Hay muchas personas del colectivo LGTB en la misma situación”, recuerda. Añade que van a seguir protestando, han comenzado una r ecogida de firmas en Change.org y no descartan manifestarse en la calle contra el Departamento de Salud.

Más de la mitad de los jóvenes homosexuales han sufrido acoso en las aulas EFE – Madrid 30/12/2015 – 12:27h

Más de la mitad de los jóvenes homosexuales sufren acoso escolar por orientación sexual, según la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), que urge a abordar con seriedad este problema que se prolonga años y que permanece invisible en la mayoría de los casos.

El porcentaje de acoso es superior en el caso de los niños transexuales, y un triste ejemplo de ello es Alan, que se suicidó hace unos días por “la presión e incomprensión” que sufría en el ámbito escolar, a pesar de contar con el apoyo de la familia y haber obtenido la autorización de un juez para cambiar su nombre en el DNI y en los documentos oficiales.

El presidente de la Federación, Jesús Generelo, asegura a Efe que al menos el 55 por ciento de los jóvenes LGTB afirmaron, en un estudio realizado por este colectivo, haber sufrido algún tipo de violencia psicológica o física en el ámbito educativo.

“Hicimos otra investigación para saber las consecuencias sobre la salud de los chicos acosados y con una muestra sobre 700 jóvenes que lo sufrieron concluyó que el 43 por ciento idearon el suicidio, el 35 por ciento lo prepararon con algún detalle y el 17 por ciento lo había intentado en alguna ocasión”, explica Generelo, quien recuerda que estas cifras duplican las cifras de riesgo de suicidio de la población de adolescentes en general.

El mayor porcentaje de acoso se da entre los 12 y 15 años, pero la federación tiene datos de víctimas desde la temprana edad de 5 años.

En el caso de los niños transexuales, destaca que el porcentaje de víctimas de acoso es superior porque “son víctimas más visibles, y eso les hace exponerse a un mayor riesgo”.

“En el colegio, les llaman con el nombre equivocado o se les viste con el uniforme equivocado, usan unos vestuarios en los que no se sienten cómodos; es una permanente puesta en cuestión de lo que se espera de ellos”.

“Es exigirles que tengan mucha fortaleza, que aguanten heroicamente y que perseveren en lo que ellos saben que está equivocado”, asegura Generelo.

Además, algunos de los jóvenes transexuales “no quieren ir al médico porque allí también se les llama con un nombre diferente con el que las familias les conoce, si lo tiene ya aceptado”.

Para superar estos obstáculos, el presidente de la Felgtb, que agrupa a los principales colectivos homosexuales de España, reclama una ley integral de la transexualidad garantice “que no son personas enfermas, sino que el daño viene del entorno”.

A su juicio, la norma debería establecer la creación de unidades de tratamiento o de identidad de género en el ámbito sanitario “y no de trastorno”, además de establecer “el derecho a la autodeterminación de la identidad para todos, para que no tenga que ser un médico después de dos años el que decida la identidad del joven”.

“La ley debe unificar el tratamiento que se da a estas personas en toda España, establecer un mismo criterio educativo y formar a funcionarios, trabajadores sociales y otros profesionales para que conozcan esta realidad y les sepan dar la atención que merecen”, añade.

Para el responsable de la Federación, “es un problema de una gravedad inmensa, generalizado en todas las comunidades autónomas y no se está abordando con la seriedad y la estructuración que requiere”, ha añadido.

“No se puede abordar la lucha contra este acoso por los casos que surgen, porque eso sólo es la punta del iceberg. Debe hacerse de manera preventiva y con criterios de identidad de género”.

En este sentido, plantea que “los alumnos en general deben saber que se trata de una circunstancia que parte de la diversidad humana y que debe ser respetada y los alumnos LGTB han de saber que tienen unos derechos y que no es normal recibir insultos y percibir esa sensación de marginalidad”.

Según la encuesta de la Felgtb, la violencia verbal -burlas, insultos o rumores- afecta a un 64 por ciento y normaliza una violencia de tipo psicológico que degrada y menosprecia al menor por el hecho de ser LGTB.

Le sigue, por la incidencia, la violencia social -mecanismos de rechazo, exclusión y aislamiento hacia la persona por parte del grupo- que la sufren hasta un 37 por ciento a los que se les impide su participación y un 39 por ciento a los que no se les deja hablar o se les ignora.

Respecto a la violencia física, el 5 por ciento dice haber recibido palizas, un 6 por ciento acoso o agresiones sexuales, un 23 por ciento amenazas, a un 36 por ciento le han tirado cosas, ha recibido golpes o empujones y un 14 por ciento ha sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser homosexual a través de internet o móvil.

Profesorado, sistema educativo y acoso escolar: ¿Dónde estamos y qué está fallando?

Gracia Trujillo es Doctora en Sociología y profesora de la Facultad de Educación de la UCLM. Mónica Redondo es profesora de Matemáticas en el IES San Isidro de Madrid.

Volvemos de la concentración por la muerte de Alan, un chico trans de 17 años que no soportó el acoso escolar y se suicidó hace unos días en Barcelona. Con una mezcla de indignación y tristeza, comentamos algunas ideas y reflexiones que compartimos desde hace bastante tiempo como profesoras y activistas. La primera es que hablamos poco de acoso escolar, hablamos menos del papel del profesorado en estas situaciones, y todavía menos del papel del profesorado no heterosexual.

El acoso puede darse, y se da, al alumnado “diferente”, y esto puede ser por muchos posibles “motivos”: ser trans, marica, bollera (o parecerlo), ser gordx , demasiado grande o demasiado pequeñx, cuatro ojos, ser diversx funcional, ser leídx como “débil” por alguna razón… Muchxs podemos recordar tristemente insultos o situaciones que no eran agradables en el patio del colegio, a la salida del instituto, en clase… Por eso cuando decíamos en la concentración, y en las redes, #YoTambiénSoyAlan, sabemos que este hastag es algo más que una expresión solidaria: es una realidad que nos remueve recuerdos de nuestra infancia y adolescencia, y nos obliga a pensar, todavía más, sobre nuestro papel hoy como docentes.

El context o actual es bastante preocupante: el profesorado está sobrecargado de trabajo, falta formación, especialmente sobre educación sexual y temas de género(s) y sexualidad(es). En el caso de Madrid no hay cursos desde hace bastantes años, y en otras comunidades, como la manchega, la situación no difiere mucho. Estas cuestiones se acaban trabajando por parte de los profesorxs, en el mejor de los casos, de manera voluntarista y autodidacta. Falta también, como sabemos, reconocimiento social a la labor del profesorado, y faltan apoyos y recursos en la escuela pública, algo que se ha agravado mucho en estos años de austericidio.

Los contenidos transversales y la Educación para la Ciudadanía han desaparecido con la LOMCE. Sí estaban en la anterior ley, la LOE, y su presencia en el currículum escolar nos “blindaba” de alguna manera para poder hablar de estas cuestiones en nuestras clases. La omnipresencia de la asignatura de Religión, el ataque a la asignatura de Filosofía, junto al ninguneo de asignaturas como la Música y la Educación Plástica y Visual suponen mermar de manera drástica las posibilidades de la escuela pública como lugar de debate y reflexión, como motor de pensamiento crítico. Pero al Ministerio de Educación y a su último fichaje, J.A.Marina, parecen importarles más la “ productividad” del profesorado y la promoción de valores religiosos, militares y de competitividad empresarial en las aulas. Así, se nos invita a “producir” alumnado competitivo y “emprendedor”.

Por otra parte, lo que no se suele considerar en los análisis sobre acoso escolar es que el propio profesorado LGTBI (lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales), que podría jugar un papel de primer orden a la hora de enfrentar el acoso escolar, también es vulnerable al acoso por parte de compañerxs, del alumnado, de las familias… Tenemos una verdadera espada de Damocles encima de nosotrxs, y más en el contexto de precariedad laboral en el que estamos: tratar estos temas en el aula nos expone a varias vulnerabilidades, la laboral entre otras. Esto dificulta el poder actuar explícitamente en apoyo de nuestro alumnado LGTBI. Muchxs prefieren no intervenir, tienen miedo de mojarse demasiado, son temas complicados y quizá es mejor no entrar. El profesorado LGTBI, en general, actuaría más si no tuviera las manos tan atadas.

Y si lxs profesorxs no heterosexuales tenemos difícil intervenir, el resto se encuentra bastante perdido, sobre todo por la falta de formación que comentábamos anteriormente, y muchas veces no ve siquiera la necesidad de dicha intervención. Pero la educación sexual, el hablar de identidades de género y sexuales, de familias de muchos tipos, de actitudes lesbohomotránsfobas y un largo etcétera no son cuestiones, obviamente, que sólo atañen al profesorado y alumnado no heterosexual. No es necesario formar parte de la comunidad LGTBI para trabajar estos temas en el aula y en los centros, para prevenir situaciones de violencia y detectar posibles acosos; la responsabilidad es de todxs. Lo que sí es necesario, de nuevo, es concienciar, apoyar y formar en estos temas a todo el profesorado. Se necesita más formación, y más empatía.

El alumnado diferente es vulnerable, y entre ellxs, especialmente, lxs menores trans. No obstante, parte del acoso que se produce no es sólo al alumnado rarx, no heterosexual. Muchas veces el acoso es contra chavales que tienen pluma , lo que puede ser indicativo de una opción sexual distinta a la hetero, o no. Simplemente, el salirse de las expectativas de género (que un chico quiera bailar o una chica jugar al fútbol, por ejemplo) puede suponer el principio de un acoso.

El denominado “grupo de iguales”, en un momento de reafirmación adolescente de sus identidades de género y sexuales, puede ser terrorífico frente al diferente, a la que no encaja, o al que cuestiona la rigidez del binarismo chica- chico, masculino- femenino. Por eso es tan importante que enseñemos y trabajemos las cuestiones de género y coeducación junto con las relativas a las sexualidades, y cuanto antes mejor (desde Educación Infantil en adelante). Y aquí es fundamental incorporar la interseccionalidad: la clase social, la etnia, la diversidad funcional, la edad… etc., que no son cuestiones ajenas a las de género y sexualidad. Estamos todxs atravesadxs por ellas.

Necesitamos enfrentar todas estas cuestiones de manera urgente. Hay que dejar de pensar la Educación en clave competición-producción neoliberal, con centros de élite frente a centros gueto-problemáticos, y fomentar el aprendizaje colaborativo, el pensamiento crítico y sensible y el respeto a las diferencias. Todxs somos diferentes, y es maravilloso que así sea. Dejemos de problematizar, de una vez por todas, a la gente diferente: alumnado, profesorado y familias. Eduquemos en la libertad, en la igualdad y en el respeto a esas diferencias. Este es uno de los retos, y para ello necesitamos la implicación de toda la comunidad educativa y de toda la sociedad. Hagámoslo por Alan y por todxs sus compañerxs.

Nota: Utilizamos la X a lo largo del texto como forma de cuestionar el binarismo sexual y las categorías hombre- mujer, femenino- masculino; muchas personas no se sienten incluidas, o son críticas con ellas, y sobre esto, entre otras cosas, trata el artículo.

El Observatorio contra la Homofobia pide respuestas ante el suicidio del joven transexual Alan

Los asistentes a la concentración han formado el nombre de Alan con camisetas y velas

Los asistentes a la concentración han formado el nombre de Alan con camisetas y velas JOSÉ LUQUE

El Observatorio contra la Homofobia ha pedido al Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán) que investigue las circunstancias en que se produjo el suicidio del joven transexual Alan, el día de Navidad. El portavoz de este observatorio, Eugeni Rodríguez, lo ha dicho al final del acto de recuerdo a Alan, que tenía 17 años, y de solidaridad con los suyos que se ha celebrado esta tarde de domingo, en la plaza de Sant Jaume, en Barcelona, al tiempo que en otros puntos del Estado convocado por colectivos LGTBI. Rodríguez ha reclamado responsabilidades políticas: “Tenemos que pedir explicaciones a la Generalitat y a los departamentos correspondientes para que digan qué han hecho en este caso y depurar las responsabilidades que correspondan”.

Rodríguez reconoce que la legislación catalana en materia LGTBI es avanzada pero lamenta que no se aplica adecuadamente: “Hay que tratar la transfobia como lo que es: una lacra que se debe erradicar. Hemos pedido una reunión extraordinaria del Consejo Nacional LGTBI para que la Generalitat nos diga qué piensa hacer, qué hizo en este caso y si se podría haber evitado la muerte de Alan”.

Los padres de Alan no han asistido a la concentración que ha sido convocada por la asociación Chrysallis, que reúne una quincena de familias catalanas con menores transexuales y unos 150 padres y madres en todo el Estado, y colectivos LGTBI. Natalia Aventín, la presidenta de la asociación a nivel estatal ha pedido, en su nombre, “una protección mayor a toda la diversidad, especialmente a los menores. Es necesario que haya más formación en los centros educativos y sanitarios y una legislación que los proteja y se aplique. Hacer leyes que no se desarrollan no sirve de nada”.

En el Manifiesto que se ha leído al final de la concentración se ha recordado que esta era la primera Navidad que Alan vivía de acuerdo con su identidad y con un DNI recién estrenado con su nuevo nombre: “Trágicamente ha sido la última. Sufrió mucha transfobia en el ámbito escolar y a lo largo de su vida. Lo que ha pasado no ha sido responsabilidad de una sola persona sino que cada día, durante años, alguien se encargó de que supiera que su diversidad no era aceptada. No ha sido un suicidio, sino un asesinato social”.

La muerte de Alan se ha producido después de que la dirección del instituto donde estudiaba pospusiera hasta pasadas las vacaciones la reunión en la que se debía tratar el acoso que sufría.

Lucas Platero, sociólogo especialista en cuestiones de género y autor del libroTrans*exualidades explicaba, en una entrevista en El Diari de l’Educació que no basta con saber que la transexualidad existe: “Hay que dar un paso más allá, hay que denunciar la transfobia y la discriminación que todavía existen. Debemos facilitar que las personas adquieran más habilidades para entender y convivir con las personas trans* de una manera respetuosa, enfrentándose a sus ideas erróneas y a los mitos existentes”.

Así vive una persona transexual en el país más represivo de la UE

Oskaras, de 18 años, conocía los riesgos pero decidió ponerse frente a una cámara para decir que es transexual. Vive en Lituania, el país de la UE más restrictivo con las personas transexuales, en el que no se les brinda ningún procedimiento para cambiar de manera oficial su género ni para someterse a tratamientos hormonales ni de cambio de sexo, en el caso que decidan hacerlo. “Tal vez me convierta en un animal de feria para la gente después de este vídeo”, decía en la campaña en vídeo #TRANS_LT, de la mayor asociación LGTB del país, LGL.

Su aparición en la campaña –la primera en vídeo en la que varias personas transexuales hablan de su experiencia como tales en Lituania– por suerte, no le ha convertido en ningún mono de feria. “Mi vida ha cambiado en cierta forma, aunque ahora más gente conoce mi ‘yo real”, admite en una conversación con eldiario.es. Antes, solo lo sabían cuatro personas de su familia y entorno más cercano, pero la exposición pública no le ha ocasionado ninguna situación incómoda. Al menos, no más allá de las habituales.

En el vídeo, en el que participa junto a otro chico transexual (Jurate) y una chica trans (Zenia), Oskaras habla de lo incómodo que es portar una documentación personal con la que no se identifica. “No puedo enseñar mi documento de identidad en una tienda sin afrontar una situación difícil. Es muy duro, no creo que esto deba ser así”. Tampoco puede ir a “los baños y vestuarios” con los que se sentiría más cómodo.

Jurate desde pequeño sintió que no encajaba. “Las niñas no deberían comportarse así”, le decían. Pero es que él no se sentía una niña. Alguna vez se puso vestidos para agradar a su familia, hasta que decidió dejar de hacerlo. “Es… como una violación social”, lamenta ante la cámara. Zenia explica que tuvo que soportar que en la universidad le cuestionaran su forma de vestir e incluso llamaron a su madre. “Tengo 21 años”, dice ante la cámara.

“La mayoría de los lituanos no aprueba nada del mundo LGTB y los transexuales estamos dentro de él. Las reacciones habituales hacia nosotros son el odio, las burlas y la intolerancia”, dice Oskaras a eldiario.es. Por ello, los organizaciones de #TRANS_LT decidieron que la población lituana conociera y se acercara a los problemas más comunes de una persona transexual en el país, desde un punto de vista cercano y personal. “Creemos que la campaña ha tenido muy buena acogida, el primer día el vídeo ya tenía más de 20.000 reproducciones y la prensa nacional y local se ha hecho eco del tema de manera positiva”, cuenta Tomas Vytautas, de LGL.

A las reticencias de la sociedad se suma la discriminación institucional. “Mayor aún”, dice Tomas Vytautas. “La sociedad es más tolerante que las autoridades lituanas. Los políticos son extremadamente homófobos y tránsfobos”. La información que recibe la población sobre el colectivo LGTBI es muy escasa, denuncia Jurate en el vídeo. “No es fácil de encontrar si no es literatura académica, que es difícil de entender”, dice el jóven trans de 29 años.

Oskaras cree que la sociedad lituana está avanzando poco a poco, aunque queda mucha labor pedagógica por el camino. “La gente joven es más tolerante y comprensiva. Más que la gente mayor, pero la mayoría todavía está llena de odio. A veces, creo que los lituanos se entretienen odiándonos. Piensan en cosas que puedan herir al colectivo LGTB. Por ejemplo, una vez, antes del evento Baltic Pride (la marcha del Orgullo LGTB de Lituania, Estonia y Letonia) echaron insecticida por las calles. Creen que eso les protegerá”, ironiza.

Cambio de sexo en el extranjero

La organización LGL pretende combatir esta falta de información a través de la campaña #TRANS_LT y, en especial, llamar la atención sobre la inexistencia de procedimientos para que los transexuales cambien su nombre y su género de manera oficial. “Lituania es el único país del Consejo de Europa que no lo tiene”, recuerdan en la ONG. La próxima primavera el Parlamento lituano debatirá este tema y la organización quiere generar una conciencia social que empuje a las autoridades a acabar con esta situación.

Un reciente informe de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) señala los deberes pendientes de la UE en la protección de la comunidad LGTBI frente a la discriminación. Lituania no queda bien parada. El estudio recoge la imposibilidad de los trans de recibir tratamientos médicos ni acceder a una operación de cambio de sexo en el país, lo que fuerza a algunos a viajar fuera de sus fronteras para ello y solo así, a su vuelta y pasando por los tribunales, pueden acceder a una documentación que refleje el género con el que se identifican.

Desde LGL indican que un procedimiento que obligue a someterse a cirugías totales de cambio de sexo para el reconocimiento de género –como parece que apuntará el Parlamento en los próximos meses– viola los derechos de los transexuales. Hay algunas personas que no quieren pasar por ese cambio integral y, de este modo, se estaría además reduciendo las múltiples formas de identidad trans.

Oskaras se ve en 20 años con un documento que no le genere problemas ante terceras personas. Una foto, un nombre y un género por el que no deba dar explicaciones. Para ello, ha tomado la situación de no esconderse. Cree que esa actitud animará a otras personas trans a dar el paso. “La comunidad LGTB en Lituania es más pequeña que en otros países por la opinión que hay aquí de nosotros. Para conseguir lo que queremos tenemos que probar que estamos aquí y estamos luchando”, dice a eldiario.es. “Si todos nos mantenemos callados, nadie nos verá y no existiremos”, resume en el vídeo.

¿15 años para acabar con el sida?

Algunas estadísticas sobre el sida son alentadoras: a finales de 2014 las nuevas infecciones por el VIH habían disminuido en un 35% desde el máximo del año 2000, y las muertes relacionadas con la enfermedad se redujeron en un 42% desde el máximo de 2004. Pero no podemos bajar la guardia: 35 millones de personas viven con sida, casi todos en los países en desarrollo.

Un trabajador sanitario examina a un niño en l’Auberge de l’Amour Rédempteur, Beni

Un trabajador sanitario examina a un niño en l’Auberge de l’Amour Rédempteur, Benin. Imagen: The Global Fund / John Rae

Son datos del más reciente informe de ONUSIDA, publicado unos días antes del Día Mundial del Sida. Los motivos de preocupación están ahí: cada día 6.000 personas se infectan con el virus, que mató a más de un millón de personas el año pasado. Esta brecha demuestra la necesidad de un esfuerzo global para revertir esta situación.

En septiembre de este mismo año, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, toda la comunidad internacional se comprometía a poner fin a las pandemias de sida, tuberculosis y malaria en 2030. Algo que, como aseguran muchas organizaciones clave (ONUSIDA, Stop TB Partnership, Roll Back Malaria) es factible si se emplean y movilizan los recursos necesarios y se aplican las políticas adecuadas.

El clamoroso descenso de la Ayuda Oficial al Desarrollo en España (del 0,46% del PIB en 2009 al 0,14% de los tres últimos años) repercute directamente en actores clave para el fin de las pandemias. El  Fondo Global de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria es uno de ellos. Desde 2002, esta alianza de organizaciones, gobiernos y sociedad civil recauda e invierte millones de dólares al año para ­financiar programas dirigidos por expertos locales en los países y las poblaciones que más lo necesitan, habiendo salvado hasta la fecha más de 17 millones de vidas, según su último informe.

Una década después de su fundación, en 2002, las muertes relacionadas con estas tres enfermedades se habían reducido en un 40%. Si hablamos de sida, de las 15 millones de personas en tratamiento globalmente, ocho lo están a través de programas del Fondo Global: más de la mitad. Entre 2000 y 2014 el número de infecciones por el VIH se redujo en un 36% en los países apoyados por el Fondo Mundial con estrategias de prevención.

En la década pasada, España llegó a ser el quinto mayor donante del Fondo Global, con donaciones que alcanzaron los 650 millones de euros. Sin embargo, desde 2011, con el descenso drástico en la ayuda al desarrollo, España no solo dejó de aportar dinero al Fondo Global (ni un solo euro en tres años), sino que también dejó de pagar dinero ya presupuestado: 130 millones de euros.

Salud por Derecho, una organización de defensa de los derechos humanos centrada en la defensa del derecho a la salud, ha creado la campaña COMPROMETIDOS para conseguir el compromiso político de los candidatos a la presidencia y de todos los partidos de España con las políticas de desarrollo y, en concreto, con la financiación del Fondo Global.

“Los partidos políticos, en vísperas de las elecciones del próximo día 20, deben comprometerse a cambiar esta situación. España fue un ejemplo de políticas de desarrollo y debe formar parte del hito que supondrá ver como sida, tuberculosis y malaria dejan de ser problemas de salud pública globales” asegura Vanessa López, directora de la organización. “Con COMPROMETIDOS estamos pidiendo que den la cara, que se involucren en acabar con estas pandemias, y que estampen el sello de la campaña en su programa electoral para demostrar un compromiso que comienza ahora y termina en 2030”, concluye.

Las mil caras de la salud sexual de los jóvenes, más allá de los tabúes

  • La entidad SidaStudi ha lanzado la primera web en todo el estado dedicada exclusivamente a la recopilación de información sobre salud sexual y VIH/sida
  • “Se da una imagen muy negativa porque sólo se habla de las enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados” se queja el director de la entidad
Jovenes aprenden a usar un preservativo en un taller

Jovenes aprenden a usar un preservativo en un taller / SidaStudi

“Muchas veces no nos preguntamos como de satisfactorias son las relaciones sexuales de los jóvenes”, así de contundente se muestra David Paricio, director de la ONG SidaStudi, la única entidad del estado dedicada exclusivamente a la recopilación de información sobre el VIH/sida y la salud sexual.

Esta ONG acaba de lanzar una web, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y la Conselleria de Salut, que recopila todo tipo de material pedagógico sobre la salud sexual y que está pensada, según explica su director, para profesionales que trabajan directamente con temas de salud sexual, como profesores de instituto, educadores o enfermeros. El motivo de ofrecer toda esta documentación, explica el director de la entidad a Catalunya Plural, es que estos profesionales puedan tener material de forma fácil y accesible para trabajar estos temas con los jóvenes y tratar la sexualidad desde un punto de vista de derechos.

“El relato de la sexualidad tiene un doble discurso; por un lado se habla de ello abiertamente en la calle y por otro continuamos viendo que sigue siendo un tabú, lo vemos en las aulas”, reivindica el director de esta entidad que además de la información que recopilan también desarrollan talleres con jóvenes y profesionales para potenciar esta visión no estereotipada del sexo. “Es un tema que como sociedad no hemos sabido trabajar”, lamenta por su parte la comisionada de salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa.

Paricio se queja de que la sexualidad todavía se trate de una forma muy negativa. “Se da una imagen muy negativa porque sólo se habla de las enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados”, dice. “Es necesario entender la sexualidad de una forma pluridimensional”, comenta. De esta forma desde SidaStudi plantean el tema de la salud sexual como un concepto amplio que engloba no sólo los riesgos biológicos relacionados sino también otras dimensiones. “Trabajamos la dimensión del placer que implica el conocimiento del propio cuerpo y también la vertiente emocional; conocer cómo me siento, cómo me hace sentir la pareja, todo en relación con temas de autoestima”, explica el director. Paricio cree que es importante tratar los riesgos pero defiende que es necesario tratar temas reales que afectan de forma inmediata a los jóvenes. “También tenemos que trabajar con los jóvenes la capacidad de negociar con las parejas, hablar de habilidades emocionales y otros aspectos relacionados”, sentencia.

“La web ayuda a romper con los tabúes o con aquellas cosas de las que no se han hablado abiertamente”, valora Tarafa, que ha felicitado a la entidad por la iniciativa. “Es un tema que hay que abordar entre todos; la escuela, las instituciones, los padres y madres, los centros, etc”, reivindica en declaraciones a Catalunya Plural. Y explica que este tipo de proyectos van muy en la línea que desde el ayuntamiento se está impulsado en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.

El portal incorpora tres columnas; un centro de documentación con 9.000 registro, la zona pedagógica que recoge contenidos teóricos y material para profesores y educadores y el apartado dinámicas que incorpora aquel material que la entidad utiliza para sus talleres.

Educar para una salud sexual sin tabúes

Según un documento informativo de 2014 de la entidad SidaStudi, la ONG repartió más de 40.000 unidades de material preventivo, atendieron 600 demandas directas y 77 entidades juveniles en 2013. Más de mil jóvenes participaron en los talleres de sensibilización y 130 padres y madres también estuvieron.

Entre las tareas de la entidad también está la de orientar aquellos profesionales que trabajan con jóvenes y dotarlos de material, un trabajo que ahora facilitan con el lanzamiento de la web. Para aquellos pedagogos que quieran trabajar aspectos relacionados con la salud sexual en la web podrán encontrar no sólo documentos teóricos y estudios sino también campañas, películas, vídeos, novelas, cómics y todo tipo de propuestas y material.

En su apartado Dinámicas se proponen actividades para realizar con grupo que buscan reflexionar sobre cuestiones de género, el conocimiento del cuerpo, romper tabúes respecto al sexo y hablar de sentimientos y emociones. El material oferece una guía al pedagogo para poder ayudar a los jóvenes a romper con los estereotipos y proporcionar otra visón de la sexualidad exenta de tabúes. “Ofrecen un material con el que los profesionales se pueden sentir muy cómodos”, apunta Tarafa.

A pesar de la necesidad de tratar estos temas en la escuela, el director de SidaStudi se muestra insatisfecho por que hasta ahora se ha hecho desde la mayoría de centros. “La realidad dice que termina dependiendo de los responsables de los centros educativos, no es una cuestión integrada en el currículo, no se reproduce en las aulas.”, explica.

Y se queja de que muchos centros sólo dediquen 45 minutos al año para hablar sobre el tema. Dice que es muy importante tratar estas cuestiones en el aula, “teniendo en cuenta que la escuela es un espacio universal por el que todo el mundo pasa” y por eso dice que “debería ser una realidad en el currículo escolar”.

Una entidad con más de 25 años

SidaStudi nació en 1987 y, como explica el director en CatalunyaPlural, estaba dedicada a recoger información básicamente sobre el VIH/Sida. La entidad se terminó posicionando como la única en todo el estado que se dedicaba exclusivamente a ello, fue el primer centro de documentación y recursos pedagógicos sobre el VIH en España. “Más adelante vimos que era necesario ampliarlo a temas de salud sexual”, explica el director.

Según datos de la entidad en 2013 tenían un fondo con 40.000 registros documentales, atendieron a casi 4.000 personas de forma directa y más de 150.000 personas pasaron por su web.

Miguel, seropositivo: “Digo que tengo VIH para terminar con el estigma, el miedo y el asco”

Miguel Caballero (a la derecha), junto a su marido.

Miguel Caballero (a la derecha), junto a su marido.

Consejo: nunca mencionar “contagio”. El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) no es contagioso, sino transmisible. Apenas vive fuera del cuerpo. Es una de las “sutilezas” del VIH, cuenta Miguel Caballero desde Nueva York. Activista desde su diagnóstico como seropositivo, habla con eldiario.es en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida “para terminar con el estigma, con la vergüenza, con el puritanismo, con el miedo, con el asco”.

Un total de 104.769 pacientes recibe tratamiento con fármacos antirretrovirales en España. Según el Ministerio de Sanidad, podría afectar a entre 130.000 y 160.000 personas, ya que se estima que hay una horquilla de personas portadoras que no lo saben.

“La visibilidad es clave y más aún que se den las condiciones, que haya una sociedad informada donde ser visible no signifique arriesgar tu trabajo o tu pareja”, subraya Miguel Caballero a eldiario.es. El joven sevillano es doctorando en la Universidad de Princeton, imparte clases y escribe una tesis sobre arquitectura y urbanismo latinoamericano y español de mediados del siglo XX. Vive en Harlem, el barrio donde recibe tratamiento para frenar al VIH.

Por ley, en EEUU está obligado a informar de esta situación “a las parejas sexuales que tuve desde la última vez que me hice el test y salió negativo”. Miguel está casado. Con su “salida del armario del VIH” busca “que se hable y se entienda socialmente”, que España dé “el acelerón que dio con los derechos LGTBI” en la batalla contra los prejuicios.

Una epidemia devastadora

El VIH, descubierto por el equipo de Luc Montagnier en Francia en 1983, ha causado la muerte a más de 25 millones de personas en el mundo al desarrollarse en sida. Hoy, las infecciones se han reducido en un 35% y las muertes por sida en un 25%, con unos 16 millones de personas recibiendo tratamiento antirretrovírico en el planeta (más de 11 millones en África), según la Organización Mundial de la Salud.

Ha habido mejoras, en tres décadas, sobre la protección de los derechos a personas con VIH. Pero persisten situaciones de discriminación en ámbitos de la vida cotidiana. El 11,4% de españoles están incómodos ante la vecindad con seropositivos, como registra la última encuesta del CIS que incluyó varias preguntas sobre la enfermedad (en 2013, a petición del Plan Nacional sobre Sida). En el ámbito laboral, el 11,3% desaprueba compartir trabajo con una persona infectada.

“Uno siente empatía por ciertos problemas de salud, pero el VIH provoca rechazo, juicios morales y, como me dijo una amiga, incluso asco”, señala Miguel Caballero. En el primer análisis que se hizo Miguel tras el diagnóstico, el VIH ya aparecía como “indetectable”.

“El miedo no salva a nadie”

Los datos epidemiológicos del año 2014 en España indican 3.366 nuevos casos de infección por VIH. Una tasa de 7,25 por cada 100.000 habitantes, la mayoría hombres (84,7%) con una edad media de 35 años. La vía de transmisión más frecuente es la sexual, que alcanza más del 80% de los diagnósticos. El 53,9% son hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y el 26% en personas heterosexuales. La transmisión en personas que se inyectan drogas se mantuvo en el 3,4%.

La prevención y el diagnóstico precoz (una prueba que puede hacerse en toda España de manera gratuita y confidencial) aparecen como vías principales de combate. Un 46,2% de los nuevos casos se diagnosticó de forma tardía, con especial incidencia en drogodependientes (75%) y hombres heterosexuales (58,6%).

Nociones básicas que deben estar claras y no lo están: “qué es el VIH y qué es el sida, qué significa ser indetectable, qué es una enfermedad transmisible y qué es una enfermedad contagiosa, qué tipos de tratamientos preventivos están en desarrollo, además del preservativo”

“El miedo no salva a nadie, la información sí”. Por eso Miguel, desde Nueva York, contó su caso. Primero “a mi marido y a mi madre”, luego a quienes fueron parejas sexuales desde el último negativo, más tarde a familia, amigos, compañeros de trabajo… “El objetivo fue siempre hacerlo público y visible”. La pregunta, advierte, “sería qué queremos lograr”. Que se hable de VIH “ya es una gran noticia, pero es necesario que haya visibilidad, historias circulando, que no todo acabe en las estadísticas o en las campañas de prevención, que hay todo un mundo después”.

Que las “nociones básicas estuvieran claras, que no lo están: qué es el VIH y qué es el sida, qué significa ser indetectable, qué es una enfermedad transmisible y qué es una enfermedad contagiosa, qué tipos de tratamientos preventivos están en desarrollo –como el PreP, una pastilla para evitar el contagio ya accesible en otros países–, además del preservativo”. Miguel lleva una vida normal, “igual que la de antes”. Consciente, ahora, de los prejuicios que atacan a una persona seropositiva: “Todos los del mundo”.

“Vivimos de estereotipos, el VIH sigue unido a esas historias dramáticas de hace 30 años. Pero es clave pensar que han pasado décadas y que la experiencia del VIH no se parece a aquello en absoluto”. Y para avanzar, avisa, son necesarias “dos cosas: derecho a tratamiento y entorno de apoyo”.