“Abandoné las Fuerzas Armadas porque no me sentía respetada como mujer ni como homosexual”

Patricia Campos (1977) ha ido abriendo camino. Fue la primera mujer que pilotó en las Fuerzas Armadas un avión reactor y la primera española que entrena a un equipo de fútbol femenino en la liga de Estados Unidos. Acaba de publicar Tierra, Mar y Aire ( Roca Editorial), una autobiografía en la que narra los obstáculos que se encuentra por el camino una mujer pionera.

Desde joven su sueño era volar, tras finalizar la universidad aprobó las oposiciones para entrar en la Armada. Durante ocho años fue feliz pilotando, pero cuando pisaba tierra comenzaban los problemas, tenía que hacer frente en su base militar a una doble discriminación por ser mujer y ser lesbiana. “Me veía obligada a esconder mi condición sexual para no tener problemas, explica en su libro. Atiende a eldiario.es el día antes de comenzar sus vacaciones, porque se marcha a hacer un voluntariado a Uganda, otra de sus pasiones. Allí utiliza el fútbol para integrar a mujeres con VIH.

Desde que inicia las oposiciones hasta que decide marcharse de las Fuerzas Armadas, los comentarios machistas son constantes, ¿cómo recuerda esos ocho años?

Fue sorprendente encontrarme con gente que no compartía mi mismo punto de vista. Me chocó, y no lo acabé de entender. Mientras he escrito el libro he vuelto a mirar atrás y pienso que no hay que tomarse las cosas de forma personal porque no todo el mundo ha tenido la fortuna de educarse con lo valores con los que yo he crecido.

Si las Fuerzas Armadas tuviesen un espíritu más integrador, ¿se hubiese quedado?

Me marché porque no me sentía integrada o respetada como mujer ni como homosexual. No podía trabajar con gente que no compartía mis valores, resultaba incómodo. Si ellos hubieran apostado más por los derechos humanos, o simplemente hubiesen respetado a los que no son como ellos, no hubiese tenido que pedir la baja del ejército porque me encantaba ser piloto militar.

Cuenta que en su unidad no existían vestuarios femeninos, incluso llegaron a remodelar el de los hombres y mantuvieron la negativa a construir uno para chicas

Sí, no sé si seguirán así las cosas. Pero cuando me marché en el 2013 no tenían servicios para chicas. Creo que en la Armada no están preparados para la mujer, porque este simple hecho me parece muy fuerte. Si quería ir al baño o me quería cambiar de ropa tenía que ir a mi casa. La Armada no evoluciona al mismo ritmo que la sociedad civil. Les cuesta adaptarse a los cambios, viven en un mundo paralelo.

¿Recibió apoyo de sus superiores?

En algunas situaciones me sentí un poco sola. Este libro también lo escribí por el resquemor que me ha quedado al pensar que no hice lo suficiente, que no luché todo lo que debía para facilitar la vida de las mujeres que estábamos allí y de las jóvenes que iban a ir llegando. Lo que pretendo con este relato es pedir que cambien las cosas.

¿En qué momento decidió abandonar la Armada?

Cuando la balanza entre felicidad y volar no me compensaba decidí que era el momento ideal para irme, había conseguido mi objetivo que era ser piloto del reactor. Había conseguido mi sueño y decidí apostar por otra vía, la del deporte y la del fútbol, que siempre me ha acompañado a lo largo de estos años.

Desde su marcha, ¿cree que las Fuerzas Armadas se han modernizado?

Yo era la única en mi unidad, no tenía ninguna amiga dentro. Pero recibo mensajes por Facebook de mujeres militares en los que me cuentan las cosas que les pasan y me siento identificada.

¿Ha tenido algún problema tras publicar este libro?

No, estoy recibiendo mucho apoyo, me escriben por redes los lectores porque les ha encantado y les gusta mi forma de ver la vida.

¿Qué precio hay que pagar por ser una mujer pionera?

A los hombres no les gustan las mujeres pioneras. Se cuestiona nuestra profesionalidad, siempre estamos en el ojo del huracán. Siempre tienes que demostrar lo que vales, cuando ellos no tienen que demostrar nada a nadie. Ellos no entienden qué haces ahí, les asusta que seas diferente.

Dejó de pilotar y se marchó a Estados Unidos para entrenar equipos de fútbol. ¿Cómo está viviendo la experiencia?

El deporte en Estados Unidos se ve de una forma diferente que en España, sobre todo el femenino. Recibe apoyo de las instituciones, del gobierno, de las universidades. Las niñas quieren ser como las futbolistas, las empresas les apoyan, son famosas. En España por desgracia no estamos a ese nivel, espero que dentro de unos años se respete a las deportistas tanto como lo hacen allí.

¿En EE UU se ha roto el tabú de la homosexualidad y el fútbol?

Existe una doble moral. En algunos estados como en California la homosexualidad se ve de otra forma porque influye el ambiente de Hollywood y Los Ángeles. En el centro del país la percepción es diferente. Aunque desde hace un año los homosexuales nos podemos casar en todos los estados, no te creas que en EEUU está tan bien visto.

Este verano se marcha a Uganda. ¿Cómo utiliza el fútbol para integrar a mujeres con VIH?

Cuando voy a Uganda formo tres equipos: uno de niños, otro de niñas y otro de mujeres con VIH. El de niñas me costó muchísimo organizarlo porque allí las mujeres no practican deporte pero ahora ellas y los niños juegan juntos, cuando llegué, eso resultaba impensable. Mediante el deporte se pueden abordar valores como el respeto y la tolerancia.

Nuevas agresiones homófobas en Madrid al grito de “puto maricón”

Besada celebrada en 2014 en Madrid contra las agresiones homófobas

Besada celebrada en 2014 en Madrid contra las agresiones homófobas / M.D.

Madrid se ha vestido esta semana de banderas arcoíris para conmemorar el Orgullo LGTBI mientras el colectivo sigue denunciado agresiones homófobas. La última, este miércoles por la noche, cuando tres jóvenes volvían a sus casas tras haber asistido al pregón en la madrileña plaza Pedro Zerolo. Salían del metro sobre las 23:00 horas y “aparecieron tres chavales detrás de nosotros que empezaron a gritarnos ‘maricón, vete a comer pollas’ o ‘id a chueca’ al tiempo que nos empezaron a tirar piedras”, cuenta Raúl, uno de los agredidos.

Los tres, que forman parte de la junta directiva del colectivo por los derechos LGTBI Magdalenas Diversas, cambiaron de rumbo y se dirigieron a casa de Raúl para cenar. Unas dos horas después, “cuando mis dos amigos se iban, a uno le siguieron otros dos chicos distintos”, que empezaron a insultarle y le rompieron el labio de un puñetazo. El joven remarca que los tres portaban banderas arcoíris, chapas y abanicos.

Uno de ellos ha vuelto ha sufrir otro episodio esta misma mañana al subir a un autobús en el madrileño barrio de San Blas. En esta ocasión, dice Raúl, también iba con chapas similares. “Un neonazi del distrito, al que ya conocemos, le ha empezado a llamar ‘maricón de mierda’, pero la gente que había en el autobús ha salido en su defensa y no ha pasado nada más”, explica el integrante del colectivo.

Otra agresión en la ciudad

Este mismo jueves la organización LGTBI Respeta ha denunciado los hechos que se produjeron el pasado viernes sobre las 20:30 de la noche en la calle López de Haro. Una pareja de dos chicos fueron agredidos mientras paseaban y repartían panfletos contra la discriminación al colectivo.

“Pasaban por un supermercado y se encontraron con un grupo de unas veinte personas que vestían camisetas con las letras ‘HSM’, presumiblemente del colectivo nazi Hogar Social Madrid’, que tras un cruce de palabras comenzaron a golpearles en el cuerpo al grito de ‘puto maricón’ y ‘maricón de mierda'”, cuenta Adolfo Martínez, portavoz de la asociación.

En ese momento, uno de ellos comienza a ser perseguido por un grupo de agresores después de que comenzara a correr para huir y se resguarda en un establecimiento de la zona. “Los vecinos y los dueños de la tienda no dejan entrar a los agresores, que se alejan para coger objetos como botellas y vuelven”, afirma Martínez. “Es en ese momento cuando el chico decide salir del establecimiento y correr hasta dejarlos atrás”, continúa.

Tanto estos últimos como los jóvenes agredidos en San Blas han decidido denunciar los hechos. Algo que no hacen la mayoría de gays, lesbianas, bisexuales o trans que sufren episodios de violencia. El colectivo Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en lo que va de año solo en Madrid. De ellas, únicamente 17, el 16%, se han puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Los delitos de odio no se denuncian, no es que no existan, pero solamente así podemos acabar con esta lacra”, dice Martínez.

Las 88 agresiones homófobas en Madrid que no llegan a la comisaría

Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en Madrid en lo que va de año

Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en Madrid en lo que va de año EFE

Casi 50 años después de que un grupo de trans, lesbianas y gays hicieran frente a la policía de Nueva York en los alrededores del pub Stonewall Inn, el colectivo LGTB sigue contabilizando agresiones homófobas y tránsfobas en Madrid. Frecuentemente se considera aquel 28 de junio el inicio de la lucha contra todo un sistema que perseguía a aquellos que no respondían a los patrones sexogenéricos impuestos. Pero aún hoy a muchos siguen pisándoles los talones cuando vuelven a casa por la noche y muchos evitan esa calle para no palpar el riesgo de recibir una paliza.

Como Sergio, que perdió el conocimiento tras uno de los empujones que les dieron a él y a su amigo al grito de ‘banda de maricones'”. La que sufrió este joven madrileño es una de las 105 agresiones homófobas o tránsfobas que ha contabilizado la asociación LGTB Arcópoli en la capital desde el inicio del año. De ellas, solo se han denunciado ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado 17. Es decir, 88 agresiones son invisibles para la Policía.

Algo similar ocurre con los datos que proporciona el Ministerio del Interior en su informe anual de delitos de odio. El último, correspondiente a 2015, contabilizó 169 incidentes por homofobia en toda España. Pero en la estadística solo se incluyen aquellos que han sido puestos en conocimiento de un agente. Según relató a eldiario.es, Sergio acudió a comisaría poco después de la agresión para denunciar ante un policía.

Pero la formación de los agentes es “insuficiente”, según sostiene el jefe de la Policía Local del municipio madrileño de Fuenlabrada y portavoz de la Plataforma por la Gestión Policial de la Diversidad, José Cano. Arcópoli, a través de su Observatorio contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, imparte cursos a varios cuerpos de policía madrileños, pero “es fundamental poner en marcha un proceso de formación intensiva”, explica Cano. Y ejemplifica: “Si un agente presencia un puñetazo a un chico que se estaba besando con otro, puede dudar si es un ataque de odio, pero si el agresor tiene tatuado en el brazo ’88’ –símbolo del saludo Heil Hitler– podrá identificar mejor la motivación”.

Pero eso requiere, matiza Cano, que “los policías lo sepan, y muchos aún no tienen esa formación”. El portavoz asegura que los de odio, como los homófobos, son “delitos complejos, que requieren muchos medios de prueba… y por ello se necesita tanta información para identificarlos”.

La normalización de la violencia

Sergio sí denunció, pero no lo hizo el amigo que le acompañaba y al que también agredieron. “Por vergüenza y por miedo”, contó el joven. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea –FRA– elaboró en 2013 un estudio que cuantificaba en un 80% el número de victimas de discriminación que viven las agresiones en el ámbito privado, sin denunciar.

Entre los motivos para no poner en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la agresión, el informe enumera  la desconfianza en que la policía hiciera algo al respecto –32%– o pudiera hacerlo –19%–, el miedo a la reacción de los agentes –19%–, el temor a las represalias –16%– o la vergüenza –15%–. Sin embargo, la razón más frecuente –48%– es “no se me ocurrió” o “no me pareció lo suficientemente grave”.

Rubén López, vocal de delitos de odio de Arcópoli, recibe casi diariamente llamadas de chicos y chicas a los que han agredido junto a insultos homófobos o tránsfobos. Ve en ellos y ellas su reticencia a denunciar. El experto identifica la normalización de la violencia como uno de los factores fundamentales. “Lo ven como algo normal, que está aceptado que alguien les agreda o insulte”, sostiene. Pero también la creencia de que no sirve para nada y la desconfianza motivada “porque el colectivo LGTB ha tenido una historia muy dura con la policía que sigue en el imaginario”.

López explica que el perfil de las víctimas suele ser un hombre joven que va en pareja porque para el agresor, un hombre la mayoría de las veces, “dos chicos dándose un beso supone una traición al concepto de masculinidad”, pero que lo hagan dos chicas, “lo ve morboso y excitante”. Por otro lado, continúa, “el contacto físico entre dos hombres en público es más tabú”, aunque “últimamente estamos observando un aumento de denuncias de chicas”.

Ante esta situación que los colectivos LGTB llevan años vigilando, exigen la aprobación de una ley de igualdad LGTB que incluya la formación de jueces, fiscales y abogados en esta materia e incorpore la diversidad afectivo sexual “en todos los ámbitos: sanidad, educación…”, dice López. Además, que contemple medidas y herramientas concretas para combatir la homofobia desde las instituciones. Sin embargo, el Partido Popular, que ha ganado las elecciones de este 26J, es el único partido que no incluía esta medida en su programa electoral, al contrario que el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.

Pintadas homófobas en la exposición del orgullo gay en Sevilla

Pintadas homófobas en la exposición Orgullo Gay de Sevilla

Pintadas homófobas en la exposición Orgullo Gay de Sevilla. Foto: Jesús Martínez

La homofobia vuelve a hacer acto de presencia. Ha sido este viernes en la Avenida de la Constitución de Sevilla y con pintadas vandálicas en una de las fotografías de gran tamaño de la exposición ‘Orgullo de Sevilla’, que conmemora el Día del Orgullo Lgtbi (Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales).

En una imagen en la que aparecen dos hombres con atuendos de marineros, alguien ha pintarrajeado con letras rojas un mensaje homófobo reclamando sarcásticamente escenas de sexo explícito para una futura exposición: “Lo siguiente será un póster de un tío dándole por el culo a otro… total… también es amor homosexual…. en fin”.

“Ofenden a los que no comparten la ideología homosexualista”

Las reacciones de repulsa no han tardado en llegar. Esta misma mañana, la Plataforma 28-J, que organiza la marcha del Orgullo en Andalucía, y todos los grupos municipales, menos el Partido Popular, han mostrado su rechazo tanto contra la pintada homófoba, como contra las declaraciones del PP.

La polémica comenzó este jueves, cuando, tras la inauguración de la exposición, Gregorio Serrano, concejal en el Ayuntamiento del partido conservador, exigió la retirada de la muestra y afirmó que las fotografías “rozan la obscenidad y el mal gusto”, abundando que se trata de una falta de respeto para el colectivo Lgtbi.

El alcalde, Juan Espadas (PSOE), salió al paso en defensa del contenido de la exhibición, junto a Izquierda Unida y la Plataforma 28J de Sevilla, compuesta por Fundación Triángulo, Defrente, Acción Diversa, Adriano Antinoo y Ojalá.

VOX, que no tiene grupo municipal, ha presentado una queja ante el Defensor del Menor al considerar que las imágenes “ofenden y lesionan la moral de quienes no comparten la ideología homosexualista”, porque muestran “personas en abierta actitud exhibicionista e impúdica”.

Antonio Muñoz, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla y concejal de Cultura,  ha apuntado al PP como responsable indirecto de la pintada por su “incitación al odio y a la homofobia”, criticando su “intolerancia y falta de respeto a la diversidad sexual”.

Por su parte, el colectivo ha criticado con dureza las palabras del PP. P ablo Morterero, presidente de la asociación Adriano Antinoo, ha calificado las palabras de Serrano de “repugnantes” y ha arremetido contra el sector “más casposo y homófobo” del Partido Popular.

“Es el momento de reflexionar sobre si baños y vestuarios de los colegios deben ser mixtos”

Amelia Barquín, profesora de Educación y Género en la Universidad de Mondragón, apuesta por dar libertad a los niños para que desarrollen “el género sexual con el que mejor se sientan identificados”

La coeducación persigue educar en igualdad.

La coeducación persigue educar en igualdad.

La necesidad de crear nuevos modelos de relaciones que olviden los estereotipos y que se basen en la igualdad de la mujer es uno de los objetivos más anhelados por la sociedad. O, al menos por una parte de ella que  trata de erradicar la dependencia y la falta de libertad que aún sufren muchas mujeres en las sociedades más avanzadas. Amelia Barquín, profesora de Educación y Género en la Universidad de Mondragón, ha participado en el curso de verano de la UPV ‘Sexo, amor y relaciones de poder’, donde ha defendido que “no es posible que los jóvenes no identifiquen la actividad machista en una sociedad en la que se está trabajando constantemente contra ella”.

Además de analizar la realidad de la mujer en las relaciones, Amelia Barquín ha explicado esta cuestión desde el punto de vista de la educación, centrándose en la igualdad y libertad de género. Es consciente de que los derechos de la mujer se trabajan continuamente en los centros educativos, pero “la libertad de género no está tan extendida, y es un concepto que debe desarrollarse mucho más dentro de los colegios”.

“Los niños deben tener la libertad de desarrollar el género sexual con el que mejor se sientan identificados. Ejemplo de ello son los intersexuales, personas que presentan conjuntamente características sexuales femeninas y masculinas. Son personas que no tienen definido su género y a las que se les deben mostrar todas las opciones y efectos que tiene ser mujer u hombre, para que ellos mismos decidan y construyan su propia personalidad”, ha destacado.

Pero esta opción no solo debe trasladarse a los intersexuales, sino a todas las personas desde su nacimiento. “Los colegios deben poner en marcha procesos para hacer frente a esta realidad, como puede ser la reflexión de los espacios que disponen los centros. Lo más normal es encontrar un campo de fútbol en el que solo juegan los chicos buenos. Los chicos que no saben jugar y las chicas siempre están en los bordes del campo sin poder jugar”. Es una idea que hay que cambiar en las escuelas, ya que, independientemente del género y capacidades para el deporte, “todos los estudiantes deben poder practicar el deporte que les gusta en el recreo”. Y en esta línea ha avanzado que “es el momento de comenzar a reflexionar sobre si los baños y los vestuarios deben ser mixtos o no”.

Influencia de la cultura

Por otro lado, el tratamiento que se les da a los niños varía dependiendo de si pertenece al género masculino o al femenino. “Los profesores se dirigen de una manera distinta a un niño que a una niña. Por ejemplo, el tiempo que invierten en calmar a una niña que está llorando es mayor. Incluso la comunicación no verbal es distinta”.

Otro de los aspectos que Amelia Barquín ha analizado ha sido la influencia de los productos culturales en la sociedad, que refuerzan el poder del hombre sobre la mujer. “Los colegios deben analizar este tipo de producto cultural para no mostrar a sus alumnos el comportamiento que se debe tener ante la mujer. Los profesores tienen que aprender a identificar aquellos productos culturales que contengan características machistas, para que sepan trasladarlos a sus alumnos”.

“Hay que construir un mundo”, ha rematado, “sin etiquetas, en el que hombres y mujeres estén al mismo nivel, con sus derechos y libertades “.

Bilbao acogerá hasta el domingo el ‘Bilbao Pride’, para celebrar la diversidad y hacer visible al colectivo LGTB

El evento sociocultural incluirá diversas actuaciones e iniciativas, además de un desfile que discurrirá por la ría en seis embarcaciones

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La capital vizcaína acogerá, desde este próximo jueves y hasta el domingo, el ‘Bilbao Pride’, un evento sociocultural que pretende “celebrar la diversidad” y hacer visible al colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGTB). La cita acogerá numerosas actuaciones e iniciativas, además de un desfile que discurrirá por la ría en seis embarcaciones con los colores del arco iris. Los participantes guardarán, a lo largo de las jornadas, un minuto de silencio “por las víctimas de Orlando y de la homofobia”, de las que no han querido olvidarse.

Los participantes en la comparecencia que ha servido para presentar la iniciativa han asegurado que ‘Bilbao Pride’ surge “fruto del esfuerzo voluntario de un grupo cada vez más numeroso de personas”. De su materialización se encargará una comisión, denominada HarroBi, en la que participan las asociaciones Bilbao Bizkaia Be Friendly y Ortzadar GLBT, BilbaoHistoriko, la revista BLUE magazine, y personas a título individual “venidas de ámbitos tan diversos como el artístico o la abogacía”.

Durante cuatro días llenos de actividades, la capital vizcaína acogerá este “evento sociocultural” con el que se pretende celebrar la “diversidad” de Bilbao “como sociedad” y dar “visibilidad” al colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT).

Con un “potente programa”, por el Escenario Bilbao Pride desfilarán, desde este jueves 23 al domingo 26 de junio, “gran variedad de artistas”. Además, la animación, la ‘Ruta Gastronómica’ y la decoración callejera “generarán un ambiente diferente”.

Conferencias, acciones de sensibilización y una exposición “extenderán el Pride a todas partes”. Además, un “evento único y que aspira a convertirse en el icono del Bilbao Pride pondrá la guinda al pastel”, un desfile “por la diversidad” en la ría de Bilbao, “compuesto por varias embarcaciones y que reunirá todos los colores del arco iris” y que se denominará ‘UrParade’.

Este jueves, día 23, se dará inicio al evento con la inauguración de la decoración callejera y de la Ruta Gastronómica, en la que “una serie de establecimientos se han comprometido a realizar unos pintxos que celebren la diversidad”. Posteriormente, a las siete de la tarde, se desarrollará una conferencia titulada “Derechos humanos y nuevos retos para el colectivo LGBT”, en la que también participa Amnistía Internacional-Euskadi.

Ese mismo día, el bar Lamiak inaugurará la exposición “El Sueño de Una Noche de Verano” del artista bilbaíno Jujo Ortiz. Además, se desarrollará la iniciativa “Las Tiendas Más Abiertas”, impulsada entre los comercios y la Cerveza La Salve. Las tiendas del Casco Viejo abrirán una hora más “ofreciendo algo de tomar a clientes y amigos en un ambiente diverso y amigable”.

El viernes comenzará la acción de sensibilización de BizkaiSida, al mismo tiempo que abrirá el Infopuntua, el centro de información sobre actividades de Bilbao Pride. Ambas acciones se desarrollarán frente al mercado de La Ribera. Animación callejera por las calles del Casco Viejo y San Francisco precederán a las actuaciones, en el muelle Marzana, de Ainhoa Cantalapiedra, Yogurinha Borova + Nenita, Ibai Sánchez Dj y Les Alsborregach Dj.

DESFILE

El sábado acogerá, a partir de las seis de la tarde, la Ur Parade, “el desfile por la diversidad” en la Ría de Bilbao. “De momento hay seis embarcaciones apuntadas, y quedan unas pocas entradas para el barco que sale de Barakaldo, con opción de desembarcar en Bilbao”, han explicado los organizadores.

Las seis embarcaciones, decoradas y con música y animación, comenzarán a remontar la ría desde el Museo Marítimo, pasando por el Guggenheim, hasta llegar al Ayuntamiento. Ese día actuarán Barei, Sandra Love, Las Fellini, Unai Goikolea Dj, Dubos Dj, Mikan, Charlotte y otros artistas.

El domingo, día 26, se desarrollará la última animación callejera en Casco Viejo-San Francisco, y sobre las doce y media del mediodía se dará por finalizada la Ruta Gastronómica con un “pintxopote”. Por la tarde, a las 17.00 horas, se celebra en el bar Lamiak el Orgullo Gaymer, un encuentro LGBT de los aficionados a los juegos de mesa.

“Se trata de un programa diverso, completo y muy animado, que combina una visión social y comprometida con otra de tipo lúdico-cultural”, han dicho sus organizadores. Según han añadido, “ahora queda llevar a cabo un Pride a la altura de Bilbao”. Por ello, han hecho un llamamiento a la ciudadanía para que acuda “a todas las actividades y conciertos” para “celebrar la diversidad”. “Vamos a ser visibles y a apostar por una sociedad de todos los colores”, han insistido.

Maricas, lesbianas, bisexuales y trans, siempre en el punto de mira

El reputado periodista del The Guardian Owen Jones se levantó el otro día, en plena entrevista, de un plató de Sky News donde dos de sus colegas de profesión negaban la naturaleza homófoba del reciente atentado en el club gay de Orlando. Se largó visiblemente indignado, como lo estamos todas las personas con dos dedos de frente ante el negacionismo que hemos tenido que soportar tras la masacre del Pulsar. Esas voces que niegan la relación entre el crimen y la opción sexual o la identidad de género de las víctimas, que niegan la evidencia de que el ataque se produjera en un club gay, ¿no establecerían relación alguna en el caso de que el asesino hubiera abierto fuego en, por ejemplo, el interior de un iglesia católica llena de fieles? El propio Jones, que pertenece a la comunidad LGTBI, ha usado una comparación semejante.

La cuestión tras el atentado de Orlando no solo pone de manifiesto la obviedad de que la comunidad LGTBI estuviera en el punto de mira de Omar Mateen, sino que deja patente que los maricas, las lesbianas, las bisexuales, los trans están siempre en el punto de mira de una sociedad homófoba. Tan homófoba que cuando matan a 49 personas que están en un club LGTBI se niega lo determinante de esa circunstancia para, como insistía la periodista que compartía tertulia con Owen, defender que se trata de “un atentado contra la humanidad”. Con la patraña de la universalidad se incurre en la falacia de una presunta defensa de la comunidad LGTBI que, sin embargo, evita su visibilidad.

Pero lo del Pulsar no es nuevo. Maricas, lesbianas, bisexuales y trans han estado y están en el punto de mira: el tercer Reich metió en los hornos a personas LGTBI por el hecho de ser personas LGTBI; las cárceles franquistas estaban llenas de personas LGTBI por el hecho de ser personas LGBTI; la dictadura militar argentina asesinó y encarceló a personas LGTBI por el hecho de ser personas LGTBI; el ISIS defenestra personas LGTBI por el hecho de ser personas LGTBI; en Arabia Saudí y Emiratos Árabes las personas LGTBI pueden ser condenadas a muerte, así como en Irán, Afganistán y varios países africanos; en Irak y Siria han sido decapitadas miles de personas LGTBI por el hecho de ser personas LGTBI; muchos de los refugiados que llegan a Europa o que se han ahogado en el Mediterráneo tratando de llegar son personas LGTBI que han huido de la persecución por el hecho de ser personas LGTBI.

Lo de Pulsar no es nuevo, no: los hooligans rusos son homófobos y Putin los jalea; el Vaticano rechaza por homofobia a un embajador y Francia se lo permite; el obispo Cañizares vomita declaraciones homófobas y no se le aparta de su ejercicio público. Todo ello significa que maricas, lesbianas, bisexuales y transexuales están cada día, todos los días, en el punto de mira, en muchos puntos de mira. La discriminación familiar y escolar por el hecho de ser una persona LGTBI es un punto de mira: incapaces de soportarlo, con frecuencia son los propios adolescentes quienes disparan contra sí mismos. La discriminación laboral y profesional por el hecho de ser una persona LGTBI es un punto de mira transversal que obliga a obreros o a directivas a esconder su orientación sexual o su identidad de género.

En el Informe de Delitos de Odio que publicó recientemente el Ministerio del Interior los ataques homófobos están en cuarto lugar, aún teniendo en cuenta, como denuncia la FELGTB, que el 70% de los mismos no son denunciados. Esto significa que el colectivo LGBTI está permanente amenazado, incluso en los países, como España, donde sus derechos han avanzado más. Negar que las personas LGTBI están en un punto de mira permanente, puesto que la homofobia es una lacra social, es un insulto a las víctimas de Orlando, que se encontraban en el Pulsar por ser o por estar en compañía de maricas, lesbianas, bisexuales y transexuales. Y es un insulto a todas las personas LGTBI que son discriminadas a diario por el hecho de serlo. La homofobia encuentra su caldo de cultivo en el radicalismo islamista, sí, pero también en el radicalismo católico, en la nueva ultraderecha europea y norteamericana, en la educación heterosexista, en la publicidad heterosexista, en los medios de comunicación heterosexistas, en las oficinas, en los colegios, en los bares, en los estadios de fútbol, en las comunidades de vecinos, en los partidos políticos.

El club Pulsar está en Orlando, Florida. Un Estado donde la comunidad LGTBI no podía donar sangre. Hasta que fue tiroteada por un presunto islamista. Queda todo dicho. Queda bien claro por qué Owen Jones se levantó de un plató donde se negaba la homofobia del ataque. Los atentados homófobos lo son contra los derechos humanos universales, sí. Pero por homofobia. Porque las personas LGTBI están siempre en el punto de mira.

Leonard Martin, activista del LGBT “Hace falta gente valiente que denuncie comportamientos homófobos”

Leonard Martin, activista del movimiento Lesbianas, Gays, Bixesuales y Transexuales (LGTB), asegura que Existen numerosas formas de discriminación que hacen que cosas cotidianas sean mucho más complicadas para personas y parejas homosexuales.

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El activista Leonard Martín.

“Pareces un maricón bailando”, le dijo un chico a Leonard Martin cuando estaba entrenando en una escuela de circo. Leonard Martin, 35 años de San Sebastián, es activista en diversos ámbitos sociopolíticos. Cuenta sus experiencias y la vida diaria de las personas homosexuales en España con una energía y emoción que hacen comprender la magnitud de dedicación y compromiso que asume para dejar huella con sus proyectos de concienciación contra la homofobia.

¿En los proyectos que lleva a cabo contra la homofobia, que le parece destacable?

Cuando se habla de homofobia, la mayoría de la gente piensa en actos violentos. Sin embargo estos son solo la cumbre del iceberg. Existen numerosas formas de discriminación que hacen que cosas cotidianas sean mucho más complicadas para personas y parejas homosexuales. Quiero concienciar a la sociedad de que queda mucho por hacer para garantizar que todas y todos podamos disfrutar de cosas tan fundamentales como la libertad y el amor.

Ha mencionado las complicaciones en la vida diaria. ¿Me podría dar un ejemplo?

Por ejemplo lo de “maricón” que siempre se utiliza para denominar cosas negativas. O estos comentarios de personas que opinan que ser homosexual es una fase que se pasará. O conversaciones extrañas en las que el otro está intentando explicar a la indirecta que ser gay es algo equivocado. Otros ni intentan ser sutiles e insultan y amenazan directamente. El amor es algo tan esencial y universal. El estar expuesto todo el rato a este tipo de discriminaciones genera un estrés constante que no solo amarga la vida si no que también puede llegar a causar depresión.

¿Y la vida en pareja, como se ve limitada?

En primer lugar se trata de aspectos visibles. Por ejemplo una pareja homosexual no puede cogerse de la mano y besarse en público con la misma naturalidad que lo hace una pareja heterosexual. Siempre está el miedo a insultos, miradas de odio y otros comportamientos que hacen que la mayoría de las parejas homosexuales tengan miedo a mostrarse abiertamente en público. Pero esto también depende del estatus social. Si un famoso o rico sale a cenar con su novio, la gente lo acepta más que si es alguien corriente.

Aparte de estos problemas en los espacios públicos, ¿existen otros en la esfera privada?

Para empezar es importante mencionar que muchas personas homosexuales no revelan su identidad sexual por miedo a la discriminación. Conozco a varios hombres cuyos padres no saben que tienen una pareja del mismo sexo. Lo ocultan por miedo a las reacciones por parte de la familia y los amigos. Las relaciones se dañan porque el espacio en el que se pueden vivir es demasiado escaso. Yo tuve un novio que me presentaba a sus amigos como otro amigo o de forma indirecta. Cuando le invitaron a una boda, prefirió ir solo. Esto me hizo sufrir mucho porque me hubiese encantado conocer a su familia, sentirme apoyado, querido y digno de ser su novio. Ninguna pareja heterosexual dudaría en ir juntos a una boda.

¿Y cómo afecta este tipo de discriminaciones a nivel personal?

Todos los seres humanos, desde que nacemos, buscamos la aprobación en nuestro entorno. Si a un niño nadie le respeta y no se siente estimado por nadie, siempre tendrá problemas de autoestima. Y luego de mayor si uno oye constantemente comentarios negativos de desaprobación y le faltan el respeto, esto también baja el autoestima y el ánimo. Si alguien no tiene apoyo el cúmulo de experiencias discriminativas puede causar estrés, depresión y en algunos casos llevar al suicidio.

Aparte, en una relación de pareja uno quiere sentirse apreciado, amado. Pero si por el miedo al comportamiento de terceros una pareja no puede vivir su amor libremente, esto limita mucho. Parece mentira, pero las reglas y los tabúes sociales de unos pocos pueden llegar a limitar la libertad de muchos. Es un absurdo que una persona desconocida pueda limitar un aspecto tan fundamental de mi vida sin que le concierna en nada. Todos los seres queremos ser amados y poder amar a quién queramos. Es un derecho fundamental.

Leonard Martín.

Leonard Martín.

¿Qué relación crees que existe entre el machismo y la homofobia?

En una sociedad católica patriarcal como la española, se considera que los hombres tienen la legitimidad de concentrar el poder. Esto significa por otro lado que las mujeres y todos aquellos hombres que disponen de características que no se clasifican como masculinas, como por ejemplo homosexuales, bisexuales y trans, son vistos como inferiores.

He observado que cuando dos chicas van de mano dada por las calles o se besan en público, parece haber más aceptación que cuando lo hacen dos chicos. En una sociedad machista parece que se admite mejor que una chica al querer a otra chica asuma el lugar del chico que a la inversa. Está mal visto cuando un hombre homosexual se muestra algo afeminado. Se asocia a vulnerabilidad y debilidad. De ahí viene también que todo lo que no equivale a lo que se considera masculino se llama de forma despectiva “maricón”.

¿Qué habría que cambiar en la sociedad española a este respecto?

Para poder garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual puedan disfrutar de los mismos derechos y la misma libertad, es necesario crear una sociedad más respetuosa en la que nadie sufra consecuencias negativas por querer vivir su amor. Hasta un pequeño comentario que uno suelta sin pensar puede coartar la libertad de otra persona. Para cambiar esto tenemos que estar alerta y denunciar cada comportamiento o comentario discriminatorio que presenciemos. Es esencial concienciar y educar a las personas para que las víctimas sean aquellos que discriminan.

Desgraciadamente, es una minoría quien denuncia esta clase de hechos, dando la sensación de no considerarse un problema grave. Pero es justo el contrario. Es un tema que afecta profundamente a mucha gente y que sin embargo pocos denuncian porque al tener poca visibilidad, se piensa que equivocadamente que se trata de casos aislados.

¿Entonces lo que se reclama es los ciudadanos se impliquen?

Lo que hace falta es gente valiente. Que sepa identificar comportamientos homófobos y tenga el coraje de denunciarlos. Y personas valientes que se enfrentan al rechazo incluso dentro de la propia familia. He conocido muchas culturas y situaciones diferentes. Quiero mejorar la situación porque sé que puedo. Lo hago. A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de estudiar y vivir esta situación en ambientes y culturas diferentes. Estoy convencido de que cada uno de nosotros puede contribuir a su mejora.  Por eso, lo hago.

La Fiscalía abre diligencias contra Cañizares por sus declaraciones sobre el «imperio gay»

El colectivo Lambda denuncia al cardenal arzobispo de la diócesis de Valencia por un presunto delito de odio a raíz de sus palabras sobre que la ideología de género es “la más insidiosa y destructora de la humanidad”

El cardenal arzobispo de la diócesis de Valencia, Antonio Cañizares

El cardenal arzobispo de la diócesis de Valencia, Antonio Cañizares. / Efe

La Fiscalía Provincial de Valencia ha abierto diligencias de investigación penal contra el cardenal arzobispo de la diócesis, Antonio Cañizares, por un presunto delito de odio, a raíz de la denuncia presentada por el colectivo Lambda, a la que se adhirieron otras 55 entidades sociales, por las declaraciones del purpurado sobre el “imperio gay”.

Según han confirmado fuentes del ministerio público, el decreto de apertura de diligencias se firmó este pasado lunes. De la denuncia se encargará la Fiscalía de Delitos de Odio, cuya delegada es Carmen Andreu.

El colectivo Lambda presentó el pasado viernes la denuncia contra Cañizares por las recientes declaraciones del purpurado sobre el “imperio gay” y la ideología de género. Para las entidades que se adhirieron a la denuncia, “discursos de odio como el del arzobispo Cañizares no pueden quedar libres de condena” y consideraron que retirar las palabras que hayan podido ofender “a ciertos sectores de la población no es suficiente”.

A mediados del pasado mayo, el cardenal Antonio Cañizares, en una misa conmemorativa de la patrona del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Valencia, defendió el “bien precioso de la familia cristiana” al tiempo que lamentó que en los últimos años “ha asistido a una importante escalada contra la familia por parte de dirigentes políticos, ayudados por otros poderes como el ‘imperio gay’ y ciertas ideologías feministas”. A principios de junio, ante la polémica suscitada, emitió una carta en la que retiró sus palabras.

Por otro lado, a finales de mayo, al término de la procesión del Corpus Christi, señaló en la Catedral de Valencia que la ideología de género es “la más insidiosa y destructora de la humanidad de toda la historia” y lamentó que “tratan de imponernos poderes mundiales más o menos solapadamente con legislaciones inicuas, que no hay que obedecer”.

Siempre es tu Orgullo, hetero

Mientras se sigue dando vueltas a si el atentado de Orlando era islamismo radical, se ignora lo que principalmente fue: terrorismo homófobo, el que sigue ocurriendo cada día de manera silenciada

EE.UU. investiga aún la matanza de Orlando y reabre el debate sobre las armas

EE.UU. investiga aún la matanza de Orlando y reabre el debate sobre las armas EFE

Tómate unos segundos y pregúntatelo: ¿Cuándo hablan de ti las películas, sin dramas ni suicidios provocados por tu manera de vivir? ¿Cuándo no has sido objeto de críticas, por sutiles que sean, por este mismo motivo? ¿Cuándo, en circunstancias cotidianas, no se da por sentado que te relacionas sexual o emocionalmente con alguien de tu mismo sexo?

Las respuestas darán una idea de la representación de la diversidad sexual y nos explicarán el atentado de terrorismo homófobo de Orlando. También nos explicarán la problemática con las donaciones de sangre para las personas heridas debido a que en Florida hay una prohibición manifiesta sobre el colectivo LGTB -con una pequeña concesión a quien mantenga pareja estable desde por lo menos un año-. Mientras dilucidamos si fue terrorismo islámico radical o no, ignoramos lo que sí fue: terrorismo homófobo. Pero no os preocupéis, mientras todos éramos París, aquí solo las maricas somos Orlando. Total, en París también matarían gays y ahí nadie se quejó, ¿no?

Total, solo coincidió con las celebraciones del Orgullo, solo era la gran discoteca y punto de reunión para personas LGTBI. Si ya lo dijo el padre del terrorista: “No tiene nada que ver con la religión”. Como si el fanatismo religioso – o el que se presume menos radical, que también llama a la alerta contra el “imperio gay”– no tuviese nada que ver con la homofobia. Como si toda la sociedad no estuviese sucia de homofobia. Porque si el beso de dos hombres fue realmente la mecha de esa ira, algo hay que hacer con las representaciones de la diversidad en los medios de comunicación, la publicidad, el cine, las calles. No podemos aplaudir por tener la cuota de mariconeo en la serie de moda si luego esa pareja gay tan mona nunca se da un beso en pantalla, ni por conformarnos con lo de “si ya podéis casaros, ¿qué más queréis?”.

Ese problema de las cuotas viene con el fenómeno #prayfor. El #prayfor viene con mensaje del político de turno sumándose a la causa y por supuesto, sin promover ajustes en materia de diversidad sexual. No, espera, que ni eso. El presidente de los Estados Unidos fue el único en hacer una leve mención, mientras que las autoridades oficiales de España no hicieron referencia a la homofobia y solo al terrorismo religioso. Mientras, en las redes sociales sobrevolaban hashtags como #MatarGaysNoEsDelito o #MasMasacresMenosGays.

Mientras en la comunidad LGTB lloramos, “el resto” de la comunidad, con la que no parece ir la historia, se marca un pinkwashing e incita a la xenofobia empleando el atentado como arma arrojadiza, al igual que ocurrió con las violaciones de comienzos de año en Colonia. De la misma manera, siguen estando invisibilizadas las agresiones diarias -tipificadas como delitos de odio, cabe recordar- que sufren las personas diversas y parece que solo podemos sentir protección cuando Mark Zuckerberg nos permite poner nuestra foto de perfil con la bandera arcoíris.

Y todo por un beso. ¿Y aún os preguntáis para cuándo Orgullo Hetero? Si siempre es tu orgullo, hetero, el causante de que no se admitan más formas de diversidad de las que la cuota mínima señala.