Los derechos gays son Derechos Humanos

Ciudadanos estadounidenses reivindican los derechos de los gays

Ciudadanos estadounidenses reivindican los derechos de los gays. | James Costos. REUTERS | JOSÉ AYMÁ

día que recibí la llamada del Presidente Obama para servir como embajador de Estados Unidos en España fue uno de los días que más orgullo sentí mi vida. No sólo porque es un honor representar a un Presidente a quien realmente admiro, o a un país al que amo sinceramente, sino porque mi nombramiento, junto con la de otros seis embajadores abiertamente homosexuales, envió al mundo el mensaje de que los estadounidenses LGBT también son parte de la estructura primaria de América y que Estados Unidos está comprometido con la plena igualdad para la comunidad alrededor del mundo.

Estamos siendo testigos de una gran cantidad de actividades de promoción e impulso de este tema en mi país. Como ha dicho Obama: “Hemos hecho nuestra unión un poco más perfecta”, después de que el Tribunal Supremo de la nación decidiera quecontraer matrimonio es un derecho fundamental, inherente a la libertad de la persona, y que las parejas del mismo sexo no pueden ser privadas de la libertad o de ese derecho. El amor ha ganado y hoy estoy todavía más orgulloso de ser estadounidense.

Y mientras continúa nuestra labor para asegurar que los derechos de todos los estadounidenses son respetados en casa, mi Gobierno lleva este mismo compromiso a nuestro trabajo en el extranjero. Abogar por los derechos LGBT en todo el mundo es parte integrante de la política exterior de Estados Unidos. Mientras que para algunos esto puede parecer algo nuevo, no deja de ser una continuación de una larga tradición estadounidense de lucha por los derechos humanos y la libertad para todos.

‘España lidera el camino’

España lidera claramente el camino en este tema, sin embargo, a pesar de la amplia aceptación social y algunas de las leyes más progresistas del mundo, todavía existe la discriminación LGBT.

Desde mi llegada, me he reunido con muchos miembros de la comunidad LGBT española y, aunque a menudo comparten historias positivas sobre la aceptación que disfrutan, también me han llegado algunos temores acerca de la intimidación en escuelas, crímenes de odio o desigualdades en el trabajo. Según una encuesta de 2013 publicada por la Federación Nacional de Personas LGBT de España,el 76% informó haber sufrido discriminación en la escuela, el 45% de discriminación en los espacios públicos, y el 31% de discriminación en su lugar de trabajo.

Me siento orgulloso de ofrecer apoyo moral a los esfuerzos para promulgar el cambio, utilizar mis buenos oficios para ayudar a poner el foco sobre sus problemas y a conectarlas con las labores de promoción mundial realizadas por grupos como la Campaña de Derechos Humanos. Por ejemplo, este año la Embajada va a enviar a un joven activista LGBT de Valencia a un programa de liderazgo en Estados Unidos asociado con el proyecto It Gets Better, un grupo que ofrece esperanza a jóvenes LGBT que sufren intimidación.

Como también ha declarado el presidente Obama: “Creemos en la dignidad humana, que todas las personas son creadas iguales, no importa quién eres, o cuál es tu apariencia, o cuáles son tus gustos, o de dónde procedes”. A pesar de que en muchos aspectos Estados Unidos tiene mucho que aprender del ejemplo español, claramente hay consecuencias importantes que sacar del intercambio de experiencias y del trabajo conjunto para promover nuestros valores compartidos en todo el mundo.