Un artista declara ante el juez por una exposición con hostias consagradas
Abel Azcona, denunciado por una asociación católica, niega que buscara “una ofensa gratuita y directa” con su instalación artística
El artista Abel Azcona ha declarado este jueves como investigado por un posible delito contra los sentimientos religiosos ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, Fermín Otamendi. Azcona, imputado por montar el pasado noviembre una muestra en la que colocó 242 hostias que formaban la palabra “pederastia” en un recinto del Ayuntamiento de Pamplona, ha negado ante el magistrado que buscara “una ofensa gratuita y directa” con su instalación artística. No obstante, reconoce que su obra “siempre tiene un contenido crítico y subversivo”.
Según contó el propio artista en el momento de presentar la muestra, las formas las había ido recopilando en distintas misas en Pamplona y Madrid. Tanto el Arzobispado de Pamplona como la Asociación de Abogados Cristianos le denunciaron. Grupos católicos, además, convocaron varias concentraciones de rechazo a lo que consideraban una profanación y el Arzobispado de Pamplona convocó una misa de “reparación” por lo que consideraba una “ofensa a la forma sagrada”.El grupo municipal de UPN en Pamplona pidió responsabilidades al alcalde de la ciudad, Joseba Asirón (EH Bildu), por permitir la polémica instalación en un recinto público. El regidor aseguró que la obra con las formas no “formaba parte del catálogo original”, algo que negó Azcona.
Las hostias desaparecieron de la exposición a los dos días de su apertura, sin que el Ayuntamiento supiera aclarar su paradero, aunque se mantuvieron las fotos de la instalación titulada Amén dentro de Desenterrados, la exposición de Azcona.
Sobre la polémica social y política que ha generado, el artista sostiene que “forma parte del proceso performativo y artístico”. Azcona añade que su objetivo era hacer “una crítica a la lacra que es la pederastia” y que la hizo “de esta forma porque consideraba que habría una reacción” de los sectores más conservadores de Navarra. “¿Qué hay más evidente del fundamentalismo que 2.000 personas rezando el rosario en la puerta y que acabe yo sentado en un tribunal?”, ha remarcado Azcona. Se refiere a las convocatorias de rezo público del rosario realizadas durante las primeras semanas de la exposición que, sin embargo, no pasaron de las 300 personas.
El artista confía en que la denuncia acabe archivada pese a que “la Asociación de Abogados Cristianos está poniendo querellas cada semana a cada cosa”, en referencia a casos similares al suyo. “Está haciendo que los artistas tengamos que estar en los cines, los museos, los teatros y los juzgados”, ha remarcado Azcona sobre los denunciantes. El abogado de la asociación ha anunciado que estudian la ampliación de la denuncia, apuntando al Ayuntamiento de Pamplona.
Azcona instaló el pasado mes de noviembre su exposición Desenterrados en la sala Conde Rodezno de la capital navarra, un recinto que originalmente fue construido durante el franquismo como monumento a los muertos del bando afín al dictador durante la Guerra Civil. La muestra pretendía rememorar a los desaparecidos y fusilados durante esos años entre quienes no apoyaban al bando franquista. En Navarra se calcula que fueron unas 3.000 las personas que fueron ejecutadas extrajudicialmente desde 1936. Pese a la desaparición de las formas, Azcona afirmó haber vendido la instalación por 250.000 euros, que aseguró que donaría a asociaciones de víctimas de la pederastia. La exposición, clausurada el 17 de enero, fue la más visitada desde que el antiguo monumento a Los Caídos se convirtió en sala de exposiciones.