Tres fondos invierten en una vacuna española contra el VIH

Las gestoras de capital riesgo de La Caixa, de Johnson & Johnson y de Ysios Capital aportan 11,5 millones de euros

 

El proyecto para conseguir una vacuna terapéutica contra el sida en el que trabajaba el centro de investigación catalán Hivacat ha captado 11,5 millones de euros entre un grupo de fondos de inversión, que esperan cerrar las últimas pruebas en los próximos cinco años y poder lanzar el producto al mercado dentro de siete o diez años. Aelix Therapeutics, la empresa desde la que se harán las pruebas, verá cómo se incorporan a su accionariado las gestoras de capital riesgo de La Caixa, del gigante Johnson & Johnson y el fondo biotecnológico Ysios Capital, que ha liderado la operación.

Aelix es una spin off de Hivacat, un consorcio público-privado que investiga la vacuna del sida y que mantendrá “una buena representación” en el accionariado de la empresa, según explicó uno de sus fundadores, Jordi Naval. El objetivo es iniciar en otoño los estudios clínicos en personas no infectadas y haber acabado la segunda fase, que implica la vacunación a pacientes con VIH, a finales de 2019. La vacuna no servirá para prevenir el contagio, sino para curar a quienes ya estén enfermos y evitar así que tengan que depender de los tratamientos antirretrovirales toda su vida. Sin embargo, los directores de Hivacat, Bonaventura Clotet y Josep Maria Gatell, esperan que los descubrimientos que se hagan a lo largo del proceso resulten útiles para crear una vacuna preventiva. Ambos investigadores son fundadores de la compañía y forman parte de su consejo asesor.

El cuarto fundador es Christian Brander, el científico del centro que lideró la línea de investigación que desarrolló el principal compuesto de la vacuna, el HTI. Se trata de uno de los proyectos más prometedores en la búsqueda de un remedio rápido y eficaz contra una enfermedad que padecen 36,9 millones de personas según los últimos datos de Naciones Unidas, que se remontan a 2014. Unas 150.000 residen en España.

La novedad que presenta el HTI es su diseño, según explicó Brander: “Para fabricar una vacuna debes decidir cuáles son las partes del patógeno que vas a incluir. Hasta ahora, los diseños han sido elegidos según análisis de secuencias o de función de proteínas… El nuestro se basa por primera vez en datos experimentales de personas infectadas”. Tras estudiar a miles de pacientes con VIH, el equipo del ahora director científico de Aelix Therapeutics analizó con más detalle a aquellos individuos que eran capaces de controlar el virus sin necesidad de medicamentos y que suponen el 1% de los infectados. “Observando sus respuestas inmunes con más detalle pudimos definir qué partes del virus atacan. Y son estas las que hemos puesto en el inmunógeno”, explicó.

El desarrollo de la vacuna implicará la reducción del coste del tratamiento del sida, según recalcó Gatell: “Una vacuna terapéutica que funcionara bien, por cara que fuera, siempre sería más barata que 60 años de antirretrovirales”. Naval aseguró que “el espíritu y la misión de la compañía” es que el producto “sea accesible al mayor número de personas posible y a un precio justo”.

Los directores de Hivacat, sin embargo, insistieron en que este logro no ha de tomarse como la solución final al sida. “Las personas no somos todas iguales cuando nos infectamos, algunas se convertirán en controladores de élite con la vacuna, otras necesitarán algún complemento, otras se sanarán por completo… Esto habrá que averiguarlo en los estudios y este dinero es suficiente para desarrollarlos en dos modelos de transportadores del HTI: el ADN y el MVA”, explicó Clotet. “El mensaje es que hay otras cosas por hacer y hace falta más dinero”, añadió Gatell.

La patente del HTI pertenece a Hivacat, que la ha transferido a Aelix Therapeutics. Esta contratará a entre cuatro y seis personas y subcontratará servicios a los centros que conforman el proyecto catalán: el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona, que dirigen Clotet y Gatell, respectivamente.

La compañía no quiso detallar cómo queda estructurado su accionariado tras la captación de capital. Ysios Capital, especializado en biotecnología, aporta 3,75 millones de euros lo que “no necesariamente significa que sea el principal inversor”, según puntualizó uno de sus socios, Josep Sanfeliu. Esta es la tercera operación que el fondo saca adelante con La Caixa en los últimos meses, después de las inyecciones de 36 millones de euros en Sanifit y 19,4 millones en Minoryx Therapeutics a finales de 2015. El director de inversiones de Caixa Capital Risc, José Antonio Mesa, adelantó que pronto anunciarán una ronda similar. Junto a Johnson & Johnson, cada uno contará con un miembro en el consejo de administración de la nueva empresa.

Charlie Sheen: alcohol, drogas, sexo y sida

RESUMEN DEL AÑO – El terremoto de Hollywood

Charlie Sheen, cerveza en mano, en una imagen de archivo

Charlie Sheen, cerveza en mano, en una imagen de archivo. CORDON

Ha sido, probablemente, el terremoto del año en el showbiz. Y es que el (último) escándalo protagonizado por Charlie Sheen (50) tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse no sólo en portada de medios de todo el mundo (como de hecho fue), sino también en una biografía best seller o una película “basada en hechos reales”. El pasado 17 de noviembre, el actor acudía al programa Today de la cadena NBC para contar que tiene el virus del sida y que, pista sobre su estilo de vida, no sabe cómo lo ha contraído.

No fueron los únicos titulares que el polémico protagonista de Dos hombres y medio concedió en este programa de máxima audiencia: Sheen lleva cuatro años, desde que le fue diagnosticada la enfermedad, siendo extorsionado por personas de su entorno que él creía de confianza. Ha sufrido, asegura, tal nivel de coacción, que ha tenido que vender dos de sus tres mansiones de Beverly Hills para hacer frente a los chantajes.

Desde luego entre esas personas cercanas a Sheen no debían encontrarse la mayoría de sus amantes (exceptuando a sus dos ex mujeres, Denise Richards y Brooke Mueller) pues no habían pasado 24 horas de la dura revelación cuandomuchas de ellas comenzaron a aparecer en programas de radio, televisión y redes sociales para criticar al actor asegurando que no habían sido informadas de la situación antes de mantener relaciones sexuales con él. En teoría, todas tendrían que estar tranquilas en cuanto a su salud pues, según declaró Sheen, sólo había mantenido relaciones sexuales sin protección con dos mujeres y con el absoluto conocimiento de ellas (otro titular). Éstas tampoco tardaron en hablar, claro.

El virus del sida es la gota (envenenada) de la vida llena de excesos de Charlie Sheen que le han llevado a perder el trabajo, a varias clínicas de desintoxicación y, ahora, al VIH. Y aún así, el vaso no ha rebosado. El hijo del también actor Martin Sheen (que se recupera estos días de un cuádruple bypass) no ha dejado sus noches de juerga y alcohol en las que ha llegado a gastar 100.000 dólares en prostitutas (casi 1,5 millones en un año) y 20.000 en cocaína. En algo tenía que ocupar el tiempo de los dos años que asegura haber estado encerrado en su casa tras recibir el horrible diagnóstico. En eso y en visionar una y otra vez sus viejas películas acompañado, eso sí, por actores y actrices porno con los que compartir, además de su tiempo, la droga y alguna que otra orgía.

Charlie Sheen obligó a su ex novia a abortar

El actor Charlie Sheen-

El actor Charlie Sheen. KEVIN SCANLON

El caso de Charlie Sheen, tras comunicarle al mundo que es portador del virus del sida, aún colea. La última revelación sobre esa parte de su vida que mantuvo oculta durante años, ha llegado en forma de demanda por parte de unas de las mujeres que mantuvo relaciones sexuales con el actor, antes y después de enterarse de que tenía VIH.

La persona detrás de la demanda es la actriz del mundo del porno Brett Rossi -su verdadero nombre es Scottine Ross-, que llegó a ser la prometida de Sheen y que ha asegurado que el protagonista de Dos hombres y mediola obligó a tener un aborto en marzo de 2014. El argumento que esgrimió entonces el actor fue que no quería tener un hijo “retrasado”.

Todo esto de acuerdo al portal TMZ, que añade que Sheen recurrió a la violencia en varias ocasiones durante su relación, y que le ocultó a Rossi su enfermedad durante un tiempo. Hasta cinco veces tuvieron relaciones sexuales antes de que se lo confesara, aunque la joven decidió seguir acostándose con él sin protección después de saberlo.

En la demanda también asegura que Sheen tenía intención de tener un hijo con ella y que incluso quería ponerle su nombre, Charlie, si tenían una niña. Después, al parecer, cambió de opinión, y amenazó a la actriz de cine para adultos con dejarla si no abortaba de inmediato, por miedo a que el bebé fuera portador del virus del sida.

El abogado de Sheen, por su parte, ha señalado que las alegaciones son falsas y que está convencido de que podrán salir victoriosos en este caso. Rossi, por su parte, no ha cifrado la cantidad que quiere en concepto de compensación por asalto, negligencia y agresión, entre otros cargos.

Sheen eligió el programa Today de NBC para hacer pública su condición el pasado mes de noviembre, un hecho que mantuvo en privado durante cuatro años y que finalmente decidió anunciar para, entre otras cosas, poner fin a la extorsión y las demandas que ha tenido que enfrentar en el pasado. De momento, no parece haber tenido demasiado éxito.

“Me despidieron del trabajo por ser seropositivo; sólo querían gente sana”

“Le comenté a mi jefa que era seropositivo y me dio su apoyo, pero al cabo de dos horas me mandó un whatsapp diciéndome que sentía mucho lo que me había pasado, pero que le parecía de mal gusto que no se lo hubiera contado y que comunicaba mi baja a la gestoría”.

Ha pasado más de año y medio desde que a Daniel Jiménez le informaron de que era seropositivo, motivo por el que perdió su trabajo de camarero.

“Le expliqué que está demostrado que no existe ningún riesgo de infección”, cuenta Daniel, quien recuerda cómo trató de defenderse tras su despido, porque era imposible que su sangre acabase en el plato o vaso de los clientes del restaurante.

Pero la empresa no lo entendió: “Mi jefa decía que no me estaba discriminando, que tenía que pensar en la empresa y que sólo quería gente sana”.

Desde el Centro Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el médico y responsable de prensa del ámbito de Sanidad Nacional,Francisco Torquero señala a Efe que despedir a alguien por ser seropositivo es ilegal; “es como si te despiden porque te falta una mano”.

Añade que en el caso excepcional de que hubiera riesgo de contagio, porque haya peligro de cortes, por ejemplo, lo que habría que hacer es “una adecuación del puesto de trabajo”, pero no sería “causa de exclusión”.

Después de este episodio, Daniel no está “psicológicamente preparado” para volver a trabajar y tiene miedo a que no lo contraten.

Es un ejemplo de cómo el estigma sigue estando ahí.

Por eso, las organizaciones que integran Cesida ven necesario un “Pacto de Estado frente al VIH que atienda el estigma y la discriminación que provoca”, como señala Jesús Generelo, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).

Un pacto que, entre otras cuestiones, “modifique y adapte la legislación española que da cabida a la exclusión de personas con VIH en el acceso o desempeño de determinadas ocupaciones”, como explican Comisiones Obreras, UGT, Cesida, la FELGTB y Trabajando en Positivo.

A Daniel le detectaron la enfermedad rápido. Su pareja era seropositiva y el médico les dijo que no había mucho riesgo porque eran serodiscordantes dado que la carga viral de su pareja era indetectable.

Pero él se hizo una analítica completa de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y dio positivo en VIH.

“Psicológicamente me hundí bastante”, confiesa, “piensas que es algo que vas a tener de por vida”.

El tratamiento -que le provoca pesadillas, como efecto secundario- ha conseguido elevar sus defensas y conseguir que la carga viral sea indetectable.

Precisamente el avance en los tratamientos y que se haya reducido la mortalidad es uno de los factores que han influido en que la gente joven “no tenga el respeto que se le tenía a la enfermedad”, dice Antonio Poveda, director de Cesida.

Así, Daniel reconoce que, sobre todo entre los jóvenes, “llega un momento en el que con el alcohol y las drogas ni te acuerdas de tomar precauciones” y considera que las siglas VIH siguen siendo un tabú en la sociedad.

El director de Cesida opina que no hay que tener miedo porque ya no vivimos “el dramatismo de otros años”, pero sí que hay que tener “precaución” al tratarse de una enfermedad que te acompaña de por vida y que lleva consigo un gran estigma que la diferencia de otras patologías.

Según datos del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, un 46,2 por ciento de los nuevos diagnosticados de VIH en 2014 se realizó de forma tardía.

Además, se trata de personas que, mayoritariamente, no forman parte de los considerados “grupos de riesgo” (como hombres que practican sexo con hombres, personas que ejercen la prostitución, migrantes, usuarios de drogas inyectadas).

“Grupo de riesgo es toda la población”, explica Poveda, “el VIH no entiende ningún tipo de características”.

“El problema es que mucha gente se piensa”, continúa, “que sólo se tiene que hacer la prueba de detección de VIH estos grupos de riesgo”, por eso él coincide con la opinión de expertos, organizaciones y del Ministerio de Sanidad en que las pruebas de detección son fundamentales para toda la población.

¿PrEParados?

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Ha llegado el momento de que las autoridades sanitarias a nivel europeo y español se pronuncien sobre la implementación de la Profilaxis Pre-exposición contra el VIH

En España viven unas 150.000 personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y cada año se diagnostican aproximadamente 3.000 casos nuevos de esta infección. La gran mayoría de los nuevos diagnosticados en España –al igual que en el resto de Europa Occidental y Estados Unidos- son hombres jóvenes que tienen sexo con otros hombres.

Pese al intenso esfuerzo científico llevado a cabo, no existe (ni existirá en un futuro cercano) una vacuna preventiva frente a la infección por VIH. Sin embargo, disponemos ya de una estrategia que puede prevenir el contagio por el VIH. Esta estrategia se conoce con el nombre de PrEP que es el acrónimo Inglés de Profilaxis Pre-exposición (“Preexposure Prophylaxis”).

La “PrEP” consiste en que una persona que no está infectada por el VIH y que va a tener una relación sexual de riesgo, toma medicación frente al virus antes de la relación sexual para evitar el contagio. En medicina, existen otros ejemplos de toma de medicación por parte de personas sanas para prevenir determinadas infecciones como por ejemplo la toma de medicamentos antimaláricos cuando se viaja a zonas del mundo en donde esta grave enfermedad parasitaria es endémica. En el campo del VIH, hace años que disponemos de estudios científicos que demuestran que si una persona no infectada por el VIH toma dos medicamentos antirretrovirales antes de tener una relación sexual con una persona infectada, las posibilidades de infectarse por el VIH disminuyen hasta un 90%. Esta información resultó decisiva para que en 2012, la agencia reguladora de los medicamentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration – FDA) aprobara la PrEP como una intervención médica adecuada para reducir el riesgo de infectarse por VIH por relaciones sexuales.

Durante el año 2015 se han publicado los resultados de dos estudios de investigación llevados a cabo en Francia e Inglaterra que han vuelto a corroborar la eficacia de la PrEP para prevenir la infección por VIH en hombres con prácticas homosexuales de riesgo, con una eficacia cercana al 90%. Estos resultados se han visto corroborados por experiencias en la vida real de diferentes países del mundo. El consenso de los expertos en VIH es inequívoco: la PrEP funciona. De hecho, la Sociedad Europea de SIDA (EACS) ha emitido este año por primera vez recomendaciones que respaldan el uso de PrEP en personas que pueden tener riesgo de infectarse por VIH por vía sexual.

Sin embargo, tres años después de la aprobación de la PreEP en Estados Unidos y a pesar de las evidencias científicas generadas en países europeos, la PrEP no puede ser utilizada de forma oficial en ningún país de nuestro continente y esto se debe a que la Agencia Europea del Medicamento no ha autorizado el uso de antirretrovirales para esta indicación. Es la primera vez en la historia de la epidemia de VIH que existe un desfase tan prolongado entre la incorporación de un avance científico en Estados Unidos y en países europeos. Es de esperar que en los próximos meses, Gilead la compañía que produce los antirretrovirales utilizados para la PrEP (Tenofovir y Emtricitabina), inicie el procedimiento para solicitar la aprobación de su utilización como profilaxis. Una vez obtenida esta aprobación ¿estaremos preparados en España para el uso de PrEP?. En nuestra opinión hay dos grandes interrogantes que deben ser respondidas mediante el acuerdo de los diversos actores concernidos

¿Quién tendrá que prescribir la PrEP? Estamos hablando de personas sanas en riesgo de adquirir la infección por VIH. La estimación del riesgo hay que realizarla sobre la base de datos como haber tenido otras infecciones de transmisión sexual, número de parejas sexuales y uso no consistente de preservativos. El médico que prescriba PrEP debe contar con los medios precisos para diagnosticar la infección por VIH así otras enfermedades de transmisión sexual. Además, deberá tener un conocimiento sobre los efectos adversos de los medicamentos utilizados y ser capaz de controlar el cumplimiento del tratamiento. En nuestra opinión las clínicas de enfermedades de transmisión sexual establecidas fuera de los hospitales serían los dispositivos asistenciales más adecuados para realizar esta actividad preventiva al igual que ocurre en otros países europeos como las clínicas de Salud Sexual de Reino Unido.

¿Quién tendrá que pagar por la PrEP? Trabajamos en un sistema sanitario público acuciado por las limitaciones presupuestarias. Desde un punto de vista farmacoeconómico ya existen datos preliminares que respaldan que la PrEP pueda ser una intervención costo-eficaz. Los resultados de los ensayos clínicos nos han mostrado que aproximadamente solo hay que prescribir PrEP a 13 pacientes de alto riesgo para evitar un contagio. No hay que olvidar que cada infección por VIH prevenida evita toda la cadena posterior de transmisión y significa que el sistema sanitario público no tendrá que sufragar el gasto en antirretrovirales de varios pacientes de por vida.Mientras que el paciente infectado en la actualidad debe tomar medicación toda su vida, es muy probable que el uso de PrEP sea limitado en el tiempo. Un aspecto muy interesante es que los medicamentos que actualmente se recomiendan para la PrEP serán genéricos en 2017 y su coste será mucho menor que el actual.

En nuestra opinión ha llegado el momento de que las autoridades sanitarias a nivel europeo y español se pronuncien sobre la implementación de PrEP. La PrEP no es una panacea capaz por si sola de terminar con la epidemia, pero sí que es una intervención útil que sumada a acciones tan importantes como el diagnóstico de todos los pacientes – en España se calcula que un tercio los pacientes infectados por el VIH no están diagnosticados-, el tratamiento temprano de todos los diagnosticados y las medidas educativas sobre sexo seguro nos acercará progresivamente al objetivo final de evitar las nuevas infecciones por el VIH

José Ramón Arribas y Juan Berenguer son especialistas en Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario La Paz de Madrid y del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Ambos son presidentes del VII Congreso Nacional de GeSIDA

Una ‘app’ para romper el estigma del VIH

os jóvenes de hoy saben muy poco sobre el virus del VIH. Así lo ha constatado la psicóloga María José Ferrer los últimos cinco años desde su puesto en la Unidad de VIH del hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona. El virus mató a millones de personas durante la década de los 80 y los 90 pero, desde la llegada de los fármacos antirretrovirales para anular su presencia, la enfermedad se ha convertido en una dolencia crónica más que mortal. Sin embargo, el pavor a un contagio y la desconfianza a determinadas conductas sexuales han alimentado hasta hoy un fuerte estigma de la enfermedad en el imaginario colectivo. Para combatirlo, sobre todo entre los adolescentes que no vivieron los años más cruentos de la enfermedad, la productora catalana Factuals Film ha creado un documental con preguntas y respuestas sobre el sida para emitirlo a través de videocápsulas en una aplicación móvil.

“La ‘app’ por sí sola poco puede hacer, pero es una herramienta a combinar con charlas sobre salud sexual o para generar debates en las aulas”, explica Albert Kuhn, director del proyecto. La iniciativa, que arrancó de Ferrer y de sus 25 años de experiencia en la Unidad de VIH de Can Ruti, pretende dar respuesta a una realidad con la que se encuentran los sanitarios. “Desde hace años, llegan al hospital jóvenes de reciente infección con muy poca información”, apunta la psicóloga. Sensibilizar a estos chavales y romper los estigmas que arrastran heredados del pasado son los objetivos de este documental para el móvil. La decisión de emitirlo a través de una aplicación móvil, de nombre, Vertical/Horizontal, es un guiño para acercarse más a un colectivo determinado, en este caso, el más desinformado, según los expertos.

Para armar las preguntas y respuestas que conforman el esqueleto del documental, la productora se basó en los resultados del informe Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH de 2010 de la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España (FIPSE). La incomodidad de parte de la población a entrar en contacto con el colectivo de afectados quedó patente con datos como que el 20% de la población creía que la ley debería obligar a que las personas con VIH estuviesen separadas del resto en determinados lugares. El 18% de los ciudadanos también apoyaría que se hiciesen públicos los nombres de los enfermos.

“El gran problema es el estigma, que la gente no conoce la situación real de lo que significa el VIH ahora mismo”, apunta Kuhn. Según la FIPSE, una de las condiciones básicas para la reducción del estigma es el contacto entre la población seropositiva y seronegativa. Así, bajo esta premisa, la productora ha desarrollado la aplicación a través de los testimonios de unas 35 personas con VIH. La ‘app’, que ya pueden descargarse de forma gratuita desde su página web, empieza sugiriendo preguntas de forma aleatoria al usuario. “El usuario puede elegir qué respuesta quiere conocer primero y, según sus selecciones, la ‘app’ se va adaptando a él”, explica el director del documental. Detrás de cada pregunta hay una videocápsula en la que uno de los seropositivos entrevistados responde, desde su experiencia y de forma rigurosa, a la cuestión planteada. A partir de la primera pregunta, la ‘app’ va seleccionando las demás preguntas según las preferencias del usuario (ámbito sexual, investigación básica, origen del virus, etc.).

Pese a ser un proyecto independiente, el equipo de realización ha contado, durante la producción del documental, con el asesoramiento de colectivos y activistas vinculados a la lucha contra el VIH. Las videocápsulas han sido validadas por la Sociedad Española Interdisciplinaria del sida (SEISIDA).

“Quien no usa condones también puede protegerse contra el VIH”

RAPHAEL LANDOVITZ I EXPERTO EN PREVENCIÓN DEL VIH »

El experto en VIH Raphael Landovitz el lunes en Madrid

El experto en VIH Raphael Landovitz el lunes en Madrid. / KIKE PARA

En el campo no demasiado fértil últimamente de la investigación sobre sida (y el VIH, el virus que la causa) de los últimos años, la medicación antiviral ha tomado el protagonismo. Su última aplicación es la llamada profilaxis preexposición (PrEP), unas siglas que habrá que recordar: se trata de suministrar tratamiento antiviral a personas que se prevé que van a estar expuestas al virus de la inmunodeficiencia. “Quien, por la razón que sea, no usa condones, también puede protegerse contra el VIH”, resume Raphael Landovitz, experto en este tema, quien está en Madrid para asistir al congreso de Gesida (Grupo de Estudio del Sida) que comienza el 1 de diciembre, día mundial contra la enfermedad.

Landovitz, profesor asistente de la Universidad de California en Los Ángeles era al principio escéptico sobre este planteamiento. “Pensaba que era de locos dar medicación a personas sanas. Me convertí en 2010, cuando se publicaron los primeros resultados. Me impresionó su alta eficacia”, afirma. Aquel estudio demostraba que, si el tratamiento se seguía bien, la protección de los voluntarios era incluso superior a la que proporcionan los preservativos.

Aquel escepticismo de Landovitz no era único, y “aún se mantiene en muchos lugares”, admite. Por ejemplo, en Europa el tratamiento (una pastilla al día de Truvada) no está aprobado, menos en Francia, que lo acaba de hacer. En España, la Administración es reticente, pero los médicos de Gesida son partidarios de que se regule su uso. El experto estadounidense resume las causas del rechazo basándose en lo que pensaba. “¿Qué pasa si se desarrolla resistencia al virus? ¿Y los efectos secundarios de los fármacos? ¿Y sus costes?”.

Para Landovitz, la utilidad de la PrEP es evidente. “Desde hace 10 años, los números de nuevos infectados por VIH no bajan”, dice. “Por mucha educación sexual y mucha promoción de los preservativos que se haga, el hecho es que hay un grupo de personas que no los va a usar, y hay que pensar algo para ellos”.

Aunque a rasgos generales los fármacos son muy efectivos como protección contra el VIH, “depende mucho de cómo se sigue la pauta de la medicación”, lo que se denomina técnicamente adherencia al tratamiento, insiste Landovitz. Optar por el PrEP supone tomar una pastilla diaria. Donde más se ha estudiado es en hombres, sobre todo por la prevalencia del VIH en la población gay. “Deben empezar entre cinco y siete días antes de la relación sin protección”, advierte el médico, para asegurar que el fármaco está presente en las mucosas rectales. “Ha habido estudios para darlo solo cuatro días a la semana, pero yo no estoy de acuerdo. Si ya es difícil tomarlo todos los días, hacerlo días alternos es aún más complicado. ¿Qué pasa si justo esos tres días se tiene un sexo salvaje? Lo que sí quiere decir es que si se pierden una o dos tomas a la semana se mantiene la protección”, afirma.

Curiosamente, en mujeres el tratamiento parece que funciona peor. Ello obliga a que “sean muy estrictas con la adherencia”, dice Landovitz. Ello se debe a las características de la medicación. “Llega antes y mejor a las mucosas rectales que a las vaginales”, explica.

También descarta el especialista las críticas al uso de la terapia preexposición por los efectos adversos de los medicamentos. “Es verdad que todos los fármacos tienen efectos secundarios, pero hay que plantearse la PrEP como una reducción de años, igual que hicimos con los programas de metadona o de sustitución de jeringuillas para los consumidores de heroína, que, como tenían una adicción, no eran capaces de dejar de inyectarse droga”, afirma el médico. Dos son los efectos que se han visto a largo plazo:”Irritación renal y pérdida de masa ósea, pero se pueden paliar con revisiones y aporte de vitamina D y suplementos de calcio”. Este último problema sería mayor en jóvenes, que están en periodo de formación de huesos hasta los 24 o 25 años, admite.

“También es cierto que al no usar el preservativo pueden aumentar otras enfermedades de transmisión sexual. En algunos estudios se han visto aumentos del 40% o el 60%. Hay quien dice que ello se debe a que los participantes estaban especialmente vigilados, y se les analizaba más. Yo creo que sí que ha habido un aumento. Pero el objetivo es mantener a la gente lo más a salvo que se pueda. Las infecciones bacterianas [sífilis, gonorrea] se pueden tratar con antibióticos. Las víricas, como hepatitis y papiloma, todavía se tratan peor. La PrEP es una herramienta de reducción de daños. Se trata de prevenir el VIH y, para el resto, tratar lo que se pueda”, defiende.

Sobre el precio, Landovitz no duda de que en cuatro o cinco años, los servicios sanitarios públicos ofrecerán esta opción. “Los dos seguros públicos de EE UU, Medicare y Medicaid, van camino de financiarlo”, dice, como ejemplo de la relación coste-eficacia del tratamiento. En España no hay cálculo sobre su coste. De momento, la pastilla es de uso hospitalario, y quienes la reciben no pagan nada por ella. Su precio no es fijo, ya que depende de las negociaciones entre los laboratorios y las Administraciones autonómicas, pero ronda los 600 euros al mes.

“En EE UU depende del Estado, pero la media que pagan los consumidores es de 1.300 dólares [poco más de 1.200 euros al mes]”. En España, las guías de Gesida ya recomiendan que se dé en algunos casos, como personas que tienen una pareja con VIH. De todas formas,”en 2017 habrá un generico, lo que supondrá un abaratamiento”, añade.

El médico niega que la PrEP sea una especie de lujo para personas de países desarrollados que no quieren usar condones. “Podría ser de gran utilidad en lugares de África, por ejemplo, donde las mujeres no pueden negociar el uso de condones. El problema no sería el precio, sino de voluntad política” afirma.

Claves del VIH hoy

El congreso de Gesida resalta otras características del sida en 2015 en España. “No es una enfermedad mortal, pero no es una epidemia controlada”. En España se mantiene estable la cifra de 3.000 nuevos contagios cada año; y, en el mundo, los últimos datos de Onusida, hay ya casi 37 millones de personas con el virus, de las que dos millones se infectaron el último año. Por la enfermedad murieron 1,2 millones de personas.

Prácticamente todas las 90.000 diagnosticadas de VIH en España reciben la medicación. En el mundo la toman 15,8 millones de personas. la Organización Mundial de la Salud recomienda que se traten todos los infectados, lo que quiere decir que se está atendiendo al 41% de quienes lo necesitan.

En los países occidentales, la mayoría de las transmisiones actuales son entre hombres que tienen sexo con hombres (en España, poco más de la mitad de los nuevos casos). Los inmigrantes son otro grupo especialmente afectado. Un reciente estudio con 2.100 extranjeros en Europa ha demostrado que más de la mitad se infectaron en su país de llegada, y de otro tercio no se puede saber cuándo fue. Queda, por tanto, menos de un tercio que se cree que llegó a Europa infectado.

Como consecuencia de lo anterior (más casos en gais e inmigrantes, entre los que hay más hombres), el VIH en mujeres en España está retrocediendo. En 2014 supusieron el 17% de los nuevos contagios; en 2008 fueron el 24%.

El diagnóstico tardío es el mayor problema en España. En un 46% de los casos se diagnosticó casi a la vez la infección por VIH y el desarrollo de sida porque el virus ya había empezado a deteriorar el sistema inmunitario.

La coinfección entre hepatitis C y VIH empeora el pronóstico de ambas infecciones. También lo hacen otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), que se dan en el 49% de los nuevos diagnósticos.

Gesida advierte que como en España no existe la especialidad de Enfermedades Infecciosas en el MIR, la atención a las personas con VIH (cada vez más porque mueren menos) está en riesgo por falta de especialistas.

Detectar tarde el VIH multiplica por diez la mortalidad en el primer año

La Red de Investigación en Sida presenta su estudio en el octavo congreso Gesida que comienza hoy coincidiendo con el Día Mundial de esta enfermedad

Una de las peleas para vencer al VIH pasa por la concienciación y la seguridad, algo de lo que alertaron la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud tras descubrir que en 2014 se produjeron 142.000 nuevos casos, el mayor incremento anual desde hace más de tres décadas. Más prevención, sobre todo en las relaciones heterosexuales, y más diagnótico a tiempo. Porque cuanto antes se detecte que una persona tiene el VIH, su riesgo de morir por el desarrollo de la enfermedad disminuye.

Una investigación realizada por la Red de Investigación en Sida (CoRIS) ha estudiado el impacto del diagnostico tardío en España en la mortalidad en corto plazo (un año), medio (entre uno y cuatro) y largo más de cuatro años). En el primer ratio, la mortalidad fue diez veces mayor y 23 veces mayor en las personas ya con sida. La mortalidad a medio plazo se mantuvo también mayor en los pacientes a medio plazo mientras que a largo plazo no se observaron grandes diferencias, según señala el estudio que se presentará en el octavo congreso Gesida que comienza hoy coincidiendo con el Día Mundial del Sida.

Los tumores malignos fueron la principal causa de la muerte entre los pacientes que sobrevivieron más de cuatro años. La investigación destaca que el diagnóstico retrasado ha descendido en 16 puntos entre 2004-05 y 2012-13 -pasó del 55,9% al 39,4%-. No obstante el problema que supone el diagnóstico tardío sobre todo en el segmento de población con nivel de educación inferior, población inmigrante y personas heterosexuales de más edad. El estudio destaca que de los 7.165 nuevos diagnósticos de VIH, el 46,9% fueron tardíos. En España, se detectaron 3.366 nuevos casos -un 84,7% eran hombres- que ya están en tratamiento. En total, los servicios sanitarios públicos atienden a 34.690 personas.

El VIH avanza en España a un ritmo de diez nuevos casos al día

 

Un dispensador de pañuelos ocupa una esquina de la mesa de Gerjo Pérez. Su presencia no es casual ni responde a la bajada de temperaturas de los últimos días. La noticia de que la prueba de VIH es positiva basta para hacerlos necesarios en la Fundación Triángulo, una de las entidades que realiza este tipo de exámenes. “No sé si queda alguno”, dice Gerjo, responsable de salud de la asociación, buscando los clínex con la mirada. En los últimos meses ha notado un aumento en la cifra de personas que acude a hacerse el test, y los datos del Ministerio de Sanidad muestran un repunte del número de análisis positivos de VIH en España: en 2014, fueron 3.366 los nuevos diagnosticados, casi diez cada día.

La cifra es incompleta porque algunas comunidades notifican casos con retraso —en 2012 el dato inicial aumentó en 400 afectados más—, pero si se compara con las estadísticas ofrecidas el año pasado por estas mismas fechas, cuando se contabilizaron 3.278 nuevos positivos, el crecimiento roza el 3%. Una vez estén todos, el Ministerio de Sanidad estima que la tasa se situará en 9,34 casos por cada 100.000 habitantes. Las campañas por una sexualidad responsable no han logrado frenar la expansión del virus en España, que permanece estable por encima de los 3.000 nuevos casos anuales desde 2008.

El perfil del nuevo portador de VIH es un hombre homosexual de entre 25 y 34 años. Más de la mitad de los casos, el 53,9%, se ha producido según Sanidad por prácticas sexuales sin protección entre hombres. “Tiene su lógica desde el punto de vista biológico y social, la penetración anal tiene más riesgo, y hay menos población homosexual o bisexual por lo que es más fácil que se extienda una infección en espacios más acotados”, cuenta Guillermo López, de la ONG Apoyo Positivo, que coordina el servicio de pruebas rápidas en los centros de salud de la Comunidad de Madrid.

La vía sexual es el principal modo de transmisión de VIH. El 80% llega a través de este tipo de relaciones, dado que a la incidencia entre la población homosexual hay que sumar el sexo sin protección entre heterosexuales, causa del 26% de los casos. La tendencia sigue a la baja entre los nacidos fuera de España, aunque aún son casi uno de cada tres nuevos afectados. Esta media es superior entre las mujeres, donde las inmigrantes son más de la mitad, un hecho que puede explicarse por la condición de víctimas de explotación sexualde muchas de ellas. Tras los españoles, la mayor tasa se registra entre la población latinoamericana (15,1%). Bajan un punto los afectados por drogas inyectadas, que son el 3,4% del total.

La Fundación Triángulo, dedicada a la defensa de la igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, realiza gratis pruebas de detección de VIH de lunes a viernes, sin pedir ninguna documentación. Entre el 7 y el 8% de las más de 400 personas que cada año acuden a hacerse la prueba en su sede, al noroeste de Madrid, dan positivo.

“No es tan fácil, eso surge. Conoces a alguien, quieres tener una relación y en un momento dado te fías”

El método que utilizan se conoce como de fluido oral. La persona que sospecha que puede tener VIH pasa una paleta por sus encías, y luego esta se introduce en un tubo de prueba donde se mezcla con un líquido. En los 20 minutos que tarda en conocerse el resultado los segundos pasan más lento de lo habitual. David, madrileño de 44 años, ha vivido esos momentos en varias ocasiones. Acude a Triángulo cada cierto tiempo para hacerse la prueba por prácticas sexuales sin protección, y pese al mal trago, no planea cambiar sus hábitos: “No es tan fácil, eso surge. Conoces a alguien, quieres tener una relación con él y en un momento dado te fías de él”, cuenta. La última vez que acudió a hacerse la prueba, que salió negativa, fue tras enterarse de que la persona con la que mantenía una relación estuvo con otra persona sin consultarle, rompiendo así el acuerdo que habían fijado. David percibe cierta relajación en su entorno sobre las consecuencias del VIH: “Se ve como una enfermedad crónica”, asegura.

El ministerio ha destacado la importante caída de la mortalidad en la última década. Entre 2003 y 2013 la cifra de fallecidos ha bajado un 54%, pero en Apoyo Positivo lamentan que muchos jóvenes tengan que convivir el resto de su vida con la toxicidad de los medicamentos antirretrovirales. Otros aún desconocen que tienen el virus: en España hay entre 130.000 y 160.000 personas con VIH, de las que entre el 25 y el 30% no están diagnosticadas.

Cuando la prueba sale positiva, desde la Fundación Triángulo derivan al afectado a un centro médico para que un análisis de sangre confirme el resultado. La labor de su asociación se vuelve en ese momento aún más necesaria: les acompañan a conseguir la medicación y a los extranjeros sin tarjeta sanitaria les ayudan con la burocracia para que entren en el sistema sanitario. “Es una noticia compleja de asumir, algunos reaccionan con mucho miedo, bloqueos, llantos, golpes contra la pared….”, explica Gerjo Pérez. Envoltorios de pruebas ya realizadas se agolpan en la papelera situada junto a la mesa de su despacho. En la esquina de esta, un tejido de color blanco impoluto sobresale. Los pañuelos aún no se han agotado.

grafico contagio sida en españa 2015

Récord de contagios en Europa

Europa registró el año pasado más de 142.000 casos de contagio por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), cifra que supone un récord anual, según la Oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El aumento de los casos en el este del continente ha impulsado este avance. En dicha zona se han duplicado los diagnósticos de VIH en la última década, según consta en un informe elaborado por OMS Europa y el Centro europeo de prevención y control de enfermedades (ECDC). “A pesar de todos los esfuerzos para combatir el VIH este año la región europea ha superado las 142.000 infecciones, el mayor número registrado nunca. Es una preocupación seria”, declaró en un comunicado la directora de OMS Europa, Zsuzsanna Jakab.

El 57% de las personas con VIH en el mundo aún no reciben tratamiento

Centro de tratamiento del VIH de Médicos sin Fronteras en Lingana (República Democrática del Congo) el lunes 30 de noviembre

Centro de tratamiento del VIH de Médicos sin Fronteras en Lingana (República Democrática del Congo) el lunes 30 de noviembre. / JUNIOR D.KANNAH (AFP)

La tranquilidad relativa con la que se afronta la infección por el VIH en los países occidentales no es extensiva al resto del planeta, que es donde se da la mayor parte de los casos. La clave está en el acceso a la medicación, esa combinación de fármacos que ha conseguido que la mayoría de las personas infectadas que la reciben hayan cronificado la enfermedad. En España, por ejemplo, el Ministerio de Sanidad calcula que más del 92% de las personas diagnosticadas están en tratamiento. Pero en el mundo, según los datos de Onusida,el panorama cambia: hay 16 millones de personas medicadas, lo que representa el 43% de los infectados. El resto, 21 millones (el 57% de los afectados) aún no tiene acceso a los antivirales.

Hace un año, Onusida calculaba que más del 50% de los afectados que la necesitaban ya recibían medicación. Era un gran logro. Y no es que haya habido un retroceso. Lo que ha ocurrido este año es que los criterios de la propia OMS han cambiado: ya no se establece que hay que tratar a partir de un determinado deterioro del sistema inmunitario (el que se destruye por el efecto de VIH). Ahora la evidencia científica ha demostrado que lo mejor es medicar desde el principio. Es preferible afrontar los posibles efectos secundarios de las pastillas que el deterioro del sistema inmunitario. Este lleva al sida, la inmunodeficiencia que causa que el afectado sufra múltiples infecciones, hasta llegar a un debilitamiento general que le ocasiona la muerte. Al cambiar los requisitos, ha aumentado el número de personas que deben ser tratadas. Y, de nuevo, hemos vuelto a que sean menos de la mitad de quienes lo necesitan.

Esta es la mayor novedad este año. En cifras generales, la epidemia mantiene su caída paulatina. Aunque aún se está lejos de controlarla. En 2014, último año con datos, aún hubo 1,2 millones de muertes asociadas al sida. Son muchas, pero confirman el descenso de los últimos años. En 2005 esta cifra alcanzó su máximo, con 2,2 millones. De las ocho regiones en que Onusida divide el planeta, en seis ha habido una disminución desde 2011, por ejemplo. Y ello incluye al centro y sur de África, donde se concentran los fallecimientos (790.000, el 65% del total), Asia-Pacífico y Latinoamérica, con 42.000 muertes, un 31% menos que en 2001, cuando la región llegó a su máximo.

La disminución de los fallecidos ha supuesto que cada vez haya más personas que viven con el VIH. Estas son ya 36,9 millones. Esto, en sí, es una buena noticia, pero supone, sobre todo en países menos ricos, un importante esfuerzo para mantenerles la medicación. No solo económico, sino de infraestructuras.

También el número de nuevos infectados va en descenso. Ello se debe a las campañas de prevención y, sobre todo, al aumento de personas que siguen tratamiento antiviral. Este ha demostrado ser un eficaz freno para la propagación de virus. Las personas que lo toman y a las que les hace efecto —la mayoría— consiguen reducir la cantidad de VIH en su sangre tanto que se vuelven no infectivas. Pese a ello, el último año hubo dos millones de infecciones. Muchas, pero un 41% menos que los 3,4 millones de 1984.

Donde no se ven avances es en el número de personas que siguen sin saber su estado. En eso los países ricos y los pobres muestran la misma tendencia, con una pequeña diferencia: el porcentaje de personas que no saben que tienen el VIH se calcula que ronda el 30% en Occidente, y el 50% en África, por ejemplo.

Este dato es especialmente importante si se quieren cumplir los objetivos de tener controlada la epidemia en 2030. Para ello la OMS se ha fijado un objetivo intermedio: que, en 2020, el 90% de los infectados sepan que lo están; que, de ellos, el 90% reciba medicación; y que, de estos últimos, el 90% llegue a controlar el virus hasta mantenerlo indetectable en su sangre. Como se ve, un objetivo ambicioso a cinco años vista, que solo un mayor esfuerzo político y la ayuda de los genéricos, que han abaratado el tratamiento de los 6.000 euros anuales a 300 en los países más pobres, pueden conseguir.

España se borra de la lista de donantes

España está desaparecida de la lista de donantes al Fondo Mundial contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis. La crisis acabó con una cooperación que entre 2001 y 2013 supuso una aportación de más de 600 millones de euros. En 2011, a rebufo de una crisis de confianza en la organización por el mal uso de los fondos en algunos países, el Gobierno de Rodríguez Zapatero suspendió las aportaciones. Dejó incluso a deber los últimos 150 millones de euros comprometidos. Más tarde España anunció nuevas aportaciones. No lo cumplió.