El Gobierno vasco critica que la Policía «no tiene formación» para perseguir delitos de odio

La consejera de Empleo y Políticas Sociales anuncia cursos para la Ertzaintza mientras el PP pedirá explicaciones al lehendakari por la descoor. El PP pedirá explicaciones al lehendakari por «la falta de coordinación»

La consejera Beatriz Artolazabal, en el Parlamento vasco. / BLANCA SAENZ DE CASTILLO

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha dibujado hoy un panorama oscuro de la lucha contra los delitos de odio en el País Vasco. Según su diagnóstico, este tipo de discriminaciones -en ocasiones delictivas- se han duplicado en Euskadi al pasar de 25 en 2015 a 49 en 2016. Este aumento, además, se produce en un contexto en el que la Policía vasca «no instruye adecuadamente o no tiene la suficiente formación» para trasladar estos casos a los tribunales. «Se tramitan como agresiones y delitos leves y no como posibles delitos de odio», lamentó Artolazabal, quien anunció que la Academia de Arkaute comenzará en breve a mejorar la preparación de los agentes.

Los datos han sido facilitados hoy por la responsable del departamento de Políticas Sociales, que ha comparecido en el Parlamento vasco a petición de Elkarrekin-Podemos para explicar el balance de Eraberean, la red de asociaciones que trabaja en la detección de situaciones de discriminación por razones de etnia, nacionalidad, orientación e identidad sexual y de género. Las cifras proporcionadas por estos colectivos ponen de relieve el incremento de los delitos de odio pero también que, en su mayoría, se trata de situaciones de racismo o xenofobia. Según el balance de Eraberean, el 53% de los casos detectados está vinculado con personas procedentes de otros países a los que se ataca por su condición de extranjeros. El 26% surge de situaciones de odio por razones de género y el 20% está vinculado con el colectivo gitano.

Cambio de atestado

Una de las quejas que la consejera ha puesto sobre la mesa es la dificultad para que estos temas lleguen a los tribunales, algo que relacionó de forma directa con la preparación de los policías. Ha relatado, por ejemplo, el caso de una mujer musulmana que fue agredida e insultada en el metro de Bilbao. El atestado realizado por la policía concluyó que se trataba de un delito leve pero la intermediación de Eraberean permitió cambiar la calificación y que se instruyese como un delito de odio. Tras dos años de procedimiento, la sentencia de conformidad ha dado la razón a la víctima y sus agresores han tenido que reconocer que les movieron razones xenófobas y pidieron perdón a la mujer. Ella renunció a la indemnización económica.

Artolazabal ha expuesto este caso para ilustrar como en ocasiones «no se denuncia por miedo, desconocimiento o desconfianza». La consejera, en base a los estudios de Eraberean, ha indicado que se dan «dificultades» para que en las situaciones detectadas «se apliquen los tipos delictivos relativos a los delitos de odio, por lo que las víctimas no se sienten resarcidas por la justicia».

A raíz de las declaraciones de la consejera, la parlamentaria del PP Nerea Llanos ha presentado una iniciativa en el Parlamento vasco en la que pide a lehendakari Íñigo Urkullu que explique su valoración sobre la crítica realizada por el departamento de Políticas Sociales. La representante popular en la Cámara vasca ha asegurado que, por un lado, la consejería de Seguridad debe explicar las críticas a la Ertzaintza vertidas por Beatriz Artolazabal, que considera un ejemplo de «descoordinación» del Ejecutivo. Asimismo, considera que «en última instancia es el Lehendakari el responsable del correcto funcionamiento de la Ertzaintza y de la coordinación entre las dos consejerías».

‘Plumofobia’, así es la homofobia entre gays que se multiplica en Internet

http://www.elmundo.es/f5/comparte/2017/06/27/5950fa0a46163f5d4b8b465d.html

 

Dentro del mundo LGTB no es ninguna novedad. El discriminado hace tiempo que se ha convertido también en discriminador. Lo que ya venía siendo una tendencia al alza en el universo offline parece haber encontrado el acomodo perfecto en la esfera virtual, donde los casos de homofobia entre gays se han multiplicado con las nuevas plataformas y aplicaciones sociales.

Un estudio realizado por Cal Strode, en el que participaron 280 homosexuales de Estados Unidos y Reino Unido, dejaba poco lugar a la duda. El 37% de los gays que se autodefinía sin pluma afirmaba que los gays con plumamanchan la imagen de los homosexuales en general. Aun más llamativo era el dato que indicaba que el 35% de los homosexuales que no se veían en absoluto afeminados se identificaba más con la comunidad heterosexual al considerarla “menos extravagante”. Por si esto fuera poco, en las conclusiones de este informe se podía leer que cuatro de cada 10 gays que aseguraba no tener pluma renegaba por completo de la lucha contra la homofobia.

Encontrar ejemplos de plumofobia dentro del mundo LGTB es relativamente sencillo. Tan sólo hace falta darse una vuelta por alguno de los locales de ambiente leather, S/M u oso y leer lo que rezan muchos de los carteles de promoción de sus fiestas. En éstos es fácil encontrar advertencias del tipo “sólo tíos machos”, “abstenerse locas y plumas” y otras perlas similares. Allí, muchos ya lo saben, los hombres afeminados están muy mal vistos.

Marc Gómez, uno de los bloggers más sensibilizados con lo que él denomina LGTB-fobia, define la plumofobia como una suerte de “miedo y rechazo a la pluma” o “miedo y rechazo a los hombres afeminados”. El italiano Andrea Puggeli, otro activista, profundiza en este asunto y sostiene que “la plumofobia va en contra de aquellas personas que se salen de sus roles de género: contra las mujeres que no hacen lo que tienen que hacer las mujeres y contra los hombres que no hacen lo que se supone que deben de hacer los hombres“. Una reflexión que enlaza directamente con el cada vez más mediático concepto de heteropatriarcado, entendido como sistema socio-político en el que el género masculino y la heterosexualidad gozan de una supremacía latente y donde el binarismo de género hombre / mujer y sus desequilibrados roles son los que configuran la realidad social.

Discriminación a los roles de género

En uno de sus comunicados, la Asociación Respeta LGTBH, que en reiteradas ocasiones se ha manifestado incómoda y contraria a las etiquetas y a los estereotipos, explicaba así lo que ellos advierten como la percepción generalizada en relación a los homosexuales con pluma: “La sociedad percibe la pluma de gays y lesbianas como elemento inherente a su orientación sexual. Así lo exhiben los medios de comunicación, que al final son los que consolidan las opiniones de la masa. Por eso, la gente presume heterosexual a quien no tiene pluma. Esto invisibiliza a bisexuales y homosexuales sin pluma y, por qué no decirlo, a heterosexuales y bisexuales con pluma que son automáticamente catalogados como gays y lesbianas”.

Sobre este último asunto ya avisaba hace un par de años la guía Abrazar la diversidad, elaborada por el Instituto de la Mujer, donde se alertaba de la incipiente discriminación relacionada con los roles de género entre jóvenes de 15 a 19 años denunciando en sus conclusiones que “los hombres que no son percibidos como suficientemente masculinos sufrirán el insulto homófobo, al igual que las mujeres que no sigan los mandatos de la feminidad”.

Más allá de la plumofobia, la discriminación creciente dentro del mundo gay no afecta exclusivamente al asunto de los roles de género. Cada vez son más los homosexuales que están señalando la discriminación racial que se da en las aplicaciones para ligar. Allí, es tan fácil encontrar usuarios a la caza de hombres negros en busca del estereotipado rol de chico duro y dominante, como otros que no tienen reparo alguno en redactar en sus bios observaciones tan hirientes como “negros no”. Lo mismo que sucede con asiáticos, latinos o gitanos.

¿Autodesprecio?

Joan es un ex usuario de lo que denomina como “apps de folleteo”. Desencantado, decidió borrarse su perfil debido a la fauna que merodea por estos escaparates humanos. Allí, comenta, suele ocurrir que muchos de los que incluyen en sus descripciones de búsqueda aquello de “no negros”, “no asiáticos”, “sólo gimnasio”, “sin pluma” y otros requisitos que califica como “absurdos, excluyentes e inaceptables”, son los mismos que se construyen perfiles con identidades falsas y, a menudo, sin fotografía. “Bajo el anonimato que ofrece la cibermáscara se permiten unas licencias que en la vida real no se atreverían a tomar“, agrega, lamentando que, “desgraciadamente, igual que hay muchas mujeres machistas, también hay mucha homofobia dentro del mundo gay”.

Otro de los temas que Joan pone sobre la mesa, y que tampoco suele tratarse con frecuencia en relación al colectivo LGTB, es la misoginia que se da en ambientes abiertamente gays y más concretamente en locales en los que se trata de evitar -cuando no se prohíbe- la entrada de mujeres. Tres cuartos de lo mismo ocurre en los cada vez más concurridos festivales de ambiente en los que sólo son bienvenidos hombres musculados. Bajo el pretexto de crear espacios temáticos destinados a satisfacer los deseos de una minoría lo que encontramos son, a menudo, minorías discriminando otras minorías.

La manida frase “yo no tengo nada en contra de los gays, pero con las locas no puedo”, que seguro casi todos hemos escuchado alguna vez en boca de un heterosexual, parece haberse extendido llamativamente dentro del propio colectivo LGTB. Javier Sáez y Sejo Carrascosa, en su Elogio de la Pluma, son tajantes a la hora apuntar las posibles causas de esa latente homofobia dentro y fuera del mundo gay: “Muchos de esos supermachos plumófobos tienen más pluma que un edredón noruego, con lo cual uno se pregunta si no habrá también una pizca de autodesprecio inconsciente en ese rechazo visceral a la pluma del otro”.

1977: El día en que la homosexualidad salió de la clandestinidad para tomar la calle

Asistentes a la primera manifestación homosexual en España, organizada por el FAGC el 26 de junio de 1977 EFE

A los pocos días de las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco, una organización clandestina convocó una manifestación en las Ramblas de Barcelona que sería también histórica. Era el Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), que por primera vez en España tomaba la calle para reivindicar los derechos de gays y lesbianas. “Teníamos que conseguir libertad en el momento en que el resto de la población alcanzara libertad”, recuerda Eliseu Picó, uno de los fundadores del FAGC. Por eso después de la llamada a las urnas del 15 de junio de 1977, organizaron su primera manifestación el domingo 26.

El movimiento, por supuesto, no nace en ese momento. Desde 1970 se había ido articulando una respuesta a la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social que aprobarían ese año las Cortes franquistas. Era una evolución de la Ley de Vagos y Maleantes, que provenía de la República pero a la que en 1954 se incorporó la homosexualidad. En ese contexto se organiza lo que más tarde vendría a ser el Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH), y sus impulsores envían primero cartas anónimas a los obispos presentes en las Cortes y más tarde, con el apoyo de la revista francesa Arcadie, hacen llegar a todos los miembros de la cámara información sobre homosexualidad y ley.

“Fue el primer éxito que nos dio coraje para seguir, porque hubo un debate en las Cortes y la ley ya no perseguía a los homosexuales por el simple hecho de serlo, sino a quienes cometieran actos, en plural, de homosexualidad”, explica Armand de Fluvià, uno de los impulsores de ese movimiento. A partir de ahí el MELH siguió su trabajo, y en 1972 empezó a publicar una revista, Aghois, que se enviaba por correo desde Francia a los “valientes suscriptores” y pretendía romper con la soledad de los homosexuales.

Si bien las fuerzas del orden no perseguían activamente a los homosexuales de la misma manera que a los militantes políticos, sí había detenciones, y cárceles destinadas a este fin en Badajoz y Huelva. “Básicamente a partir de denuncias de familia y de vecindario”, explica Jordi Petit, fundador de la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya y más tarde secretario general de la International Lesbian and Gay Association (ILGA). “Ese período significó problemas de autorechazo y autohomofòbia, de no aceptarse, y más en una cultura nacionalcatólica donde la iglesia imponía una determinada moral”, apunta. Él mismo aceptó la recomendación de ponerse el silicio para “educar la voluntad”.

La represión durante el franquismo, sin embargo, no afectaba de igual manera a hombres y mujeres. “Como siempre, las mujeres tenemos una sexualidad que no es reconocida, que se considera subsidiaria de la masculina, y por tanto en el caso de las lesbianas quedaba todo más escondido, sin nombre, también en cuanto a la persecución, y aún hoy cuesta conseguir la visibilidad lesbiana”, apunta Mercè Otero, militante feminista y miembro de Ca la Dona.

La necesidad de salir a la calle

En este contexto, el cerco alrededor del MELH se fue estrechando. En 1973 Armand de Fluvià recibió una llamada de alguien que decía que quería recibir la revista Aghois. Reconoció la voz de Vicente Juan Creix, de la Brigada de Investigación Social de la policía, y supo que ya habían descubierto de dónde salía la publicación. “Les dije a los chicos que nos habían pillado y que teníamos que disolver los grupos, y sólo mantuvimos el que editaba la revista, que duró hasta el año 75, poco antes de morir Franco”, explica.

Con la muerte del dictador el movimiento hizo un cambio importante. “Si bien el MELH era un movimiento reformista, con muchos de los que éramos y muchos más que reunimos, fundamos el Front d’Alliberament Gai de Catalunya (Frente de Liberación Gay de Catalunya), que era un movimiento revolucionario, con un manifiesto todavía muy vigente que fue la base para todas las otras organizaciones que se formaron después en toda España”, explica Fluvià. El cambio de nombre representaba la adopción de una perspectiva antipatriarcal y anticapitalista, y una estrategia frentista, que acabaría llevando el movimiento a salir a la calle.

Eugeni Rodríguez, que fue portavoz del FAGC desde 1985 y hoy preside el Observatori Contra l’Homofòbia, explica el carácter de esta nueva organización: “El emblema del FAGC es muy claro, tenemos el triángulo equilátero invertido, que era el símbolo que se ponía a los homosexuales en los campos de exterminio nazis, para recordar de dónde venimos; tenemos las cuatro barras, porque nos reivindicamos de una tierra oprimida, que es Catalunya; y el puño alzado, porque es una lucha que se hace desde una perspectiva obrera”.

El FAGC empezó a salir a la calle para acompañar las otras luchas sociales del momento. La primera vez fue en la manifestación por la amnistía convocada por la Assemblea de Catalunya en 1976. “Salimos con miedo, con una pancarta tapándonos hasta los ojos, y en cambio nos encontramos aplausos en todas partes, ningún insulto ni nada, todos nos aceptaban, y eso nos alentó”, recuerda Armand de Fluvià. A partir de aquí el FAGC empezó a hacer acto de presencia en el Día de la Mujer, el Primero de Mayo, en la Diada de Catalunya y mítines por la mayoría de edad a los 18 años o por el derecho al divorcio. Hasta que con las redes de apoyo tejidas con todo tipo de movimientos se vieron con fuerzas para convocar su propia manifestación.

Una manifestación unitaria

En la primera marcha por los derechos LGTBI que tenía lugar en el Estado, lo que pedía el FAGC, en ese momento todavía una organización ilegal, era la derogación de la Ley de Peligrosidad y Reforma Social, y a pesar de la represión la respuesta fue muy amplia. “La convocaba el FAGC pero nos añadimos enseguida movimiento feminista, movimiento vecinal, sindicatos y partidos, y allá no había sólo militantes políticos y gays y lesbis, también matrimonios y parejas heterosexuales, porque se había contagiado mucho esta lucha antirrepresiva, y la gente respondía”, explica Empar Pineda, militante feminista lesbiana y en ese momento dirigente del Movimiento Comunista. “Fue una manifestación muy unitaria y te sentías muy acompañada, y vale la pena recordarla aunque se haga una cada año”, añade Mercè Otero.

La marcha subió las Ramblas de Barcelona casi enteras. “No nos lo pensábamos y llegamos casi hasta el final, en la Fuente de Canaletas”, recuerda Eliseu Picó. Fue entonces cuando la policía dispersó la manifestación con golpes y balas de goma. “La presencia de los grises hacia la mitad de las Ramblas hizo que la gente se empezara a dispersar, y quien hizo de escudo y nos protegió fueron transexuales y travestis, a quienes no habíamos dejado ocupar la cabecera de la manifestación porque nos preocupaba la imagen”, lamenta Pineda. “Las feministas decían que aquello era una caricatura de la mujer objeto y los gays decían que esto nos sacaba la seriedad, sólo después hemos visto que aquello fue un error”, remacha Jordi Petit.

Una vez el movimiento tomó la calle ya no paró, y este 1 de julio se celebrará la 40ª manifestación por la liberación LGTBI en la ciudad de Barcelona, que  resiste con un fuerte carácter político a la sombra del Pride. Al año siguiente el FAGC sufrió su primera escisión, con la formación de la Coordinadora de Col·lectius per l’Alliberament Gai (CCAG), de carácter más libertario, y las pocas lesbianas que militaban abandonaron la organización para integrarse en el movimiento feminista. Por otra parte, la manifestación de 1978 tuvo réplicas también en Madrid, Bilbao y Sevilla y a finales de ese año se consigue la retirada de la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Reforma Social.

En 1979 el FAGC convocará la manifestación reivindicando la legalización de las organizaciones gays, que finalmente se conquista en 1980. Desde entonces el movimiento ha tenido altos y bajos con multiplicidad de organizaciones y reivindicaciones, pero todos los que lucharon entonces coinciden en reivindicar la importancia de ese momento histórico y que hoy todavía queda mucho por hacer para combatir la LGTBIfobia.

Los barrios «gay-friendly» más populares del mundo

Lugares en los que no es necesario esconderse ni ocultar las muestras de afecto en público, se han convertido en destinos ideales para el turismo LGTB. Hoy nos paseamos por los barrios gay-friendly más populares del mundo.

 

El turismo LGTB o gay-friendly se ha visto incrementado en los últimos años, potenciando aquellos lugares donde todas las personas pueden disfrutar sin problema de su tiempo de ocio y vacaciones, sin importar su orientación sexual, de manera que el fomento de la integración resulta uno de sus principales objetivos.

Lugares en los que no es necesario esconderse ni ocultar las muestras de afecto en público, pues la aceptación social de la homosexualidad es mayor, se han convertido en destinos ideales para el colectivo LGTB. De tal forma, en las zonas urbanas, destacan los barrios gay-friendly más populares del mundo. Hoy nos paseamos por algunos de ellos para disfrutar de su libertad, su diversidad y su multiculturalidad en estupendos entornos.

 

Grachtengordel (Ámsterdam)

Ámsterdam (Holanda) es uno de los primeros destinos homosexuales del mundo. En pleno centro de la ciudad, en el barrio de  Gratchendgordel, se encuentra más de un centenar de establecimientos dirigidos al colectivo LGTB. Cada primer fin de semana de agosto se celebra la fiesta del Orgullo Gay de Ámsterdam (Amsterdam Gay Pride), que atrae a numerosos visitantes cada año.

Destaca el Homomonument, un monumento conmemorativo, erigido en 1987, en memoria de las víctimas del nazismo formado por tres triángulos de granito rosaque simbolizan aquellos que los nazis obligaban a coser a los prisioneros homosexuales en sus uniformes.

 

Barrio de Castro (San Francisco)

El centro de la comunidad LGTB en San Francisco (Estados Unido) es el barrio de Castro, cercano a la colina donde se encuentra el famoso mirador de Twin Peaks. Su zona más emblemática se extiende entre Castro Street y Market Street hasta la calle nº19. En este hermoso rincón de San Francisco se encuentra el GLBT History Museum, primer museo gay de Estados Unidos, y otro monumento conmemorativo en el Parque del Triángulo Rosa en recuerdo de las víctimas homosexuales asesinadas por los nazis.

Se cuenta que, durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército de los Estados Unidos destinó a esta ciudad a miles de hombres a los que no permitieron combatir por su condición homosexual. Muchos de ellos se instalaron en Castro y la comunidad empezó a crecer en el ambiente de libertad y respeto que tanto la caracteriza.

 

Le Marais (París)

El barrio gay-friendly de París es Le Marais. En pleno centro histórico de la ciudad, donde se encuentran destacados museos, Le Marais cuenta con centenares de locales nocturnos, hoteles, bares, restaurantes, saunas y comercios pensados para el público LGTB, además de ser un lugar multicultural donde siempre vale la pena perderse.

 

San Telmo (Buenos Aires)

Uno de los destinos preferidos del turismo homosexual es Buenos Aires (Argentina). Y es que esta bella localidad cuenta con zonas gay-friendly como el barrio de Palermo, el de Recoleta y el de San Telmo. Este último, plagado de un ambiente bohemio en el que destacan las galerías de arte, tiendas, bares, clubes y salones de tango, es el centro de la movida nocturna.

El barrio de San Telmo es uno de los más antiguos de la ciudad, con sus calles adoquinadas y sus edificios decimonónicos, además de contar con algunos de los salones de tango más grandes de la capital argentina.

 

Schöneberg (Berlín)

Los berlineses albergan una de las comunidades LGTB más grandes de Europa. Sus primeros locales se inauguraron en el barrio de Schöneberg, durante los años veinte del siglo XX. En la esquina de la plaza Nollendorf y la calle Einemstraße se ubica el Centro de Homosexuales de Berlín (Mann-O-Meter), mientras que en las calles MotzstraßeKleiststrasse y Martin Luther Strasse se puede disfrutar de la mayor concentración de pubs y bares.

 

Gayxample (Barcelona)

En la zona céntrica de Barcelona se localiza el que se ha convertido en otro de los principales destinos turísticos gais europeos: el Gaixample, también conocido como Gayxample.

En este barrio han proliferado establecimientos orientados al colectivo LGTB, como comercios de ropa, bares, restaurantes y locales de ocio nocturno. En el año 2003, se inauguró aquí el primer hotel gay-heterofriendly del mundo: el lujoso Axel Hotel.

 

Greenwich Village (Nueva York)

Nueva York es una de las ciudades de Estados Unidos con mayor número de homosexuales. Aquí, la zona gay-friendly más famosa se encuentra en Greenwich Village, un barrio bohemio, situado en el bajo Manhattan, donde algunos establecimientos permanecen abiertos hasta altas horas de la madrugada.

La calle Christopher, donde se ubican numerosas tiendas y clubs para homosexuales, como el Stonewall Inndonde se inició en los años sesenta el movimiento por los derechos de gais y lesbianas, son las rutas imprescindibles en un barrio en el que se rodaron series míticas como FriendsSexo en Nueva York y Mad Men.

 

Barrio Alto (Lisboa)

En Lisboa (Portugal), el ambiente LGTB se congrega alrededor de la Praça do Principe Real y la Praça Luís de Camões, por el hermoso Barrio Alto, con numerosos bares, cafés, locales nocturnos y saunas. Es aquí donde se puede ir a bailar a la famosa discoteca Lux, propiedad del actor norteamericano John Malcovich. Además, cada año, Lisboa acoge una celebración para no perderse: el Festival Internacional de Cinema Queer.

 

Church Wellesley Village (Toronto)

La Gay Parade más popular de América del Norte se celebra cada año en Toronto(Canadá), subvencionada tanto por las instituciones públicas como por las empresas privadas. El barrio más importante de la comunidad LGTB en esta ciudad canadiense es Church Wellesley Village, donde se ubican numerosos restaurantes, bares, comercios y clubes nocturnos, además de ofrecer todo un crisol de actividades culturales.

El colectivo LGTB está integrado de tal forma en la ciudad que a nadie sorprenden las grandes vallas publicitarias protagonizadas por el mismo, así como sus inconfundibles señalizaciones.

 

10 Chueca (Madrid)

Si de barrios gay-friendly del mundo se trata no podemos olvidar Chueca, en Madrid, uno de los más famosos del continente europeo. Galerías de arte, terrazas, librerías, comercios, cadenas de moda, establecimientos de restauración y sus locales nocturnos lo han convertido en un referente en todo el mundo.

Cada año, este barrio madrileño celebra por todo lo alto el Día del Orgullo Gay. El 23 de junio se iniciarán además los actos del WordlPride Madrid 2017, que se extenderán por otros lugares de la capital. En el programa de actividades destaca la programación de la Manifestación Mundial del Orgullo LGTB, que se estima que será la más grande del mundo.

 

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

¿I de invisible? No, de intersexual

La I es la letra más olvidada del colectivo LGTBI EFE

Está bajo el paraguas del colectivo, pero sigue siendo la letra más olvidada de sus siglas. Ha sido la última en incorporarse a LGTBI, la forma de nombrar la diversidad sexual y de género más frecuente, sin embargo, a pesar de estar cada vez más presente en medios, discursos, conversaciones y pancartas, sigue siendo menos visible que el resto y la pregunta se ha convertido en habitual: “¿Qué significa la I?”.

La I de LGTBI hace referencia a las personas intersexuales, que según define la organización Human Rights Watch son aquellas que nacen con características sexuales que no encajan con las nociones binarias típicas de los cuerpos considerados masculinos o femeninos. “La intersexualidad se utiliza para definir a un amplio abanico de situaciones que a veces incluso no se perciben físicamente en el momento del nacimiento”, explica la jefa de pediatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Beatriz García Cuartero.

La comunidad médica suele contabilizar más de 40 variaciones intersexuales que pueden mostrarse en los cromosomas, los genitales, las hormonas o en órganos sexuales secundarios. Así, entrarían casos como el de una persona con genitales considerados femeninos, pero que internamente posee testículos; un bebé que nace con el clítoris más grande de lo habitual o una persona que tiene células con cromosomas XX y otras con cromosomas XY, entre otros ejemplos.

“Hay muchos tipos, algunas incluso no son visibles, algo que provoca que haya personas que se mueran sin saber que son intersexuales y otras que lo descubran, por ejemplo, la primera vez que les hacen una ecografía o en la adolescencia con los cambios corporales”, explica Daniel J. García, jurista especializado en intersexualidad y autor del libro  Sobre el derecho de los hermafroditas (ed. Melusina).

En la publicación, J. García analiza cómo el tratamiento de las personas intersexuales ha pasado del ámbito jurídico al médico al culminar con las investigaciones del psicólogo John Money, que inspiró en los años 70 los actuales protocolos por los que se rige el tratamiento de la intersexualidad. El investigador sentó las bases de las intervenciones quirúrgicas que suelen realizarse a bebés intersexuales con el objetivo de asignarlos a uno u otro género.

¿Qué suele ocurrir cuando nace un bebé intersexual?

La doctora  García Cuartero explica que cuando nace un bebé con características intersexuales un equipo multidisciplinar de profesionales se encarga de “valorar la situación de cada paciente y la posible necesidad de cirugías. Estas se realizan en momentos diferentes dependiendo de las características” de cada persona. J. García considera estas operaciones en su mayoría “mutilaciones genitales” porque “la práctica médica hegemónica no lo ve como una muestra de la diversidad humana y propone cirugías invasivas e irreversibles para adecuar las características físicas”.

Así le ocurrió a Lucía Pérez (nombre ficticio) y su marido, cuando hace dos años y medio dio a luz a su bebé. La criatura nació con características intersexuales, lo que motivó que “al día siguiente los médicos vinieran a la habitación y nos dijeran que había que operarle porque había nacido con una fusión en los genitales”, explica. Sin embargo, “nos dieron poquísima información, solo que lo iban a hacer allí mismo”, prosigue Pérez, que prefiere no dar el nombre del hospital ni la ciudad en la que tuvo la experiencia.

“Cada vez que venían a la habitación nosotros nos negábamos porque no había razones médicas, la criatura estaba sana”, explica la mujer, que insiste en que en aquel momento no sabían lo que estaba ocurriendo. Siete días después fueron citados para realizar al bebé una analítica “que derivó en que el médico le cogió, le desnudó y le midió los genitales con una regla. Fue ahí cuando nos informaron de que tenía una malformación que se arreglaba con una operación normalizadora y que si le educábamos en ese sentido –hombre o mujer– eso es lo que sería”.

Al llegar a casa, Pérez y su marido comenzaron a buscar información en internet para descubrir que su bebé era intersexual. “Pasamos por un proceso en el que nos sentimos muy solos porque, aunque desde el principio rechazábamos la operación por un motivo que no es médico sino estético, piensas que solo te está pasando a ti”, dice Pérez. “La falta de información, el secreto y el silencio es habitual. Te dicen que es mejor que ni se lo cuentes a tu criatura ni a su entorno”, explica.

La oposición de organismos internacionales

En ocasiones existen razones relacionadas con la salud para intervenir a los bebés, e incluso hay situaciones que requerirán control médico en el futuro –el bebé de Laura y su marido le hacen una vez al año una ecografía de sus gónadas–. Pero hay otras denunciadas en las que son los estereotipos de género los que motivan las cirugías. Estas han sido objeto de denuncias por parte de la ONU, que las tacha de “innecesarias” en dos informes y asegura que pueden tener “consecuencias físicas o psíquicas” o provocar discriminación y estigma.

Por su parte, Amnistía Internacional presentó el pasado mes de mayo el informe  En primer lugar, no perjudicar circunscrito a Dinamarca y Alemania en el que denuncia que  los bebés intersexuales “corren peligro de ser sometidos a una serie de intervenciones médicas innecesarias, invasivas y traumatizantes”. Este tipo de operaciones, recoge la organización en su estudio, pueden tener “efectos potencialmente dañinos”, explica.

“Hay muchas personas que llegado un punto rechazan el sexo que les han construido o cuando se enteran piensan que les hubiera gustado ser consultadas”, apunta J. García, que apuesta por esperar y dejar que sea la propia persona intersexual la que decida en el futuro. El jurista cree que lo que hay detrás de la mayoría de intervenciones médicas es un sistema “que necesita constantemente definir a las personas en un binario” y si no lo hacen “son sometidas a violencia”.

Estas violencias, explica J. García, “proceden del mismo foco que las que sufren otras personas del colectivo LGTBI. Es decir, la idea de construir un modelo heterosexual binario y ser penalizado cuando no respondes a sus cánones afecta igual a una lesbiana que a un intersex”. Sin embargo, prosigue, “existe un debate dentro del colectivo intersexual sobre la pertinencia de estar o no en el LGTB porque en ocasiones se priorizan unas luchas sobre otras y a veces es meramente testimonial”.

La invisibilidad y el silencio, tanto dentro como fuera del colectivo LGTBI, es uno de los primeros estigmas con los que las personas intersexuales quieren romper. Para ello, analiza Pérez, “es necesario que los médicos, que son las cabezas de turco del sistema, y a los padres, que tienen que tomar una decisión difícil en un momento complicado, entiendan que existe la genitalidad diversa y la diferencia humana”.

Por su parte, J. García indice en que “es fundamental el desarrollo de una legislación que garantice la prohibición de este tipo de cirugías” cuando no atienden a razones de salud “tal y como hace Malta, Chile y la Comunidad de Madrid”, explica el experto, que denuncia que a pesar de que en la región española se han prohibido estas prácticas “existe opacidad y no sabemos qué está pasando”.

El otro Orgullo: feminista, crítico y enfrentado a “la mercantilización” del World Pride

 

“¿Te imaginas que en el 8 de marzo, Día de la Mujer, hubiera carrozas patrocinadas?, ¿O en el Primero de Mayo?”. Como cada semana desde hace varias un grupo de activistas se reúne en la asamblea que prepara el que será el otro Orgullo de la capital. Un Orgullo Crítico que se define como anticapitalista y que ya el año pasado logró congregar a una multitud en una manifestación contagiada del espíritu revolucionario de Stonewall Inn.

Era 28 de junio, como lleva siéndolo desde hace más de diez años, cuando un grupo de personas comenzó a organizarse en Madrid para hacer frente a lo que consideran “la mercantilización” del Orgullo LGTBI. También este 2017 han convocado a la movilización el próximo 28  para conmemorar los disturbios que ese día de 1969 se dieron en Nueva York contra la represión policial considerados el inicio del movimiento de liberación del colectivo.

Este Orgullo alternativo ha tenido diferentes nombres –Orgullo Indignado, Toma el Orgullo…– y este año se ha constituido como plataforma con la que llevan trabajando todo el año, a diferencia de otras ediciones. Se organizan de manera asamblearia, parten de la teoría transfeminista y hablan de “ pinkwashing” y “capitalismo rosa”.

La manifestación del 28 es la gran cita, a la que acudirán diferentes bloques como el No Mongógamo o el de Asexualidad, pero ya tantearon el terreno el pasado 17 de mayo, cuando convocaron una marcha en el Día contra la LGTBfobia a la que acudió más gente de la esperada. Además, llevan dos meses realizando talleres y mesas redondas sobre educación en diversidad, gestación subrogada o demandas feministas de cara al Orgullo que organizan en espacios accesibles.

La Plataforma critica “la deriva neoliberal” de la comunidad LGTBI y considera “que el Orgullo de Madrid y, en particular este año con el World Pride, supone una comercialización de los derechos”. La tendencia, asegura Julia Riesco, que participa en la asamblea, “es muy clara cuando observamos la presencia de carrozas comerciales en lo que se supone que es una manifestación y cuando vemos cómo el éxito de un evento como el Orgullo se valora por los millones de euros que genera”.

A la considerada primera marcha del Orgullo, celebrada en 1977, salieron a la calle un grupo de trans, lesbianas, travestis y gays para pedir la derogación de la ley que los consideraba un peligro social. Ahora el World Pride prevé congregar a entre dos y tres millones de personas y la Confederación del Comercio de Madrid estima que los comercios ingresarán unos 300 millones de euros. Desde hace unos días las tiendas más céntricas de la capital ya comienzan a mostrar sus banderas arcoiris en los escaparates.

La entrada de las empresas

Pablx Costa, integrante del Orgullo Crítico –emplea la X en su nombre por no identificarse con el binarismo hombre-mujer–, asegura que “los poderes hegemónicos han dejado de perseguir abiertamente a la comunidad LGTBIQ y en su objetivo de incorporarla al sistema de consumo, han ido acaparando la celebración del Orgullo”. De esta manera, añade, “han despojado esta fecha de todo su contenido reivindicativo”. Algo que, desde la perspectiva del Orgullo Crítico, sucede porque “ven en una cita como esta una gran oportunidad para generar beneficio”.

Este Orgullo alternativo considera clave la conformación en 2004 de AEGAL, la Asociación de Empresas para Gays y Lesbianas, que un año después comenzó a organizarlo tras la creación de la marca MADO. “ AEGAL llevó a cabo una reestructuración completa del Orgullo de Madrid con una nueva y unificada estructura, producción y organización”, explica  el recorrido histórico que hace la página oficial del World Pride 2017. 

Según las últimas cuentas publicadas en la web de AEGAL, que se corresponden a 2011, un 60% del presupuesto para el Orgullo de ese año fue aportado por patrocinadores privados, un 21% por empresarios del barrio de Chueca y el resto por el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Cultura e ingresos por publicidad. AEGAL gestiona cosas como las licencias de las barras o los escenarios. La manifestación, sin embargo, corre a cargo de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB) y Cogam.

El Orgullo oficial ¿acerca a más gente al colectivo?

El próximo 1 de julio miles de personas recorrerán en Madrid la distancia que separa las plazas de Atocha y de Colón tras una pancarta que demandará derechos LGTBI en todo el mundo y la despatologización de la transexualidad. El avance de la igualdad en los últimos años es una realidad –el matrimonio igualitario, leyes contra la LGTBfobia…–. ¿Ha contribuido a ello haber conjugado la reivindicación política con el ambiente festivo que cada año acerca al colectivo cada vez a más personas?

“El problema no es tanto lo festivo, si no cómo un momento que podría ser festivo a la vez que reivindicativo se conforma como un evento vacío de reivindicación”, explica Riesco, que incide en que la incorporación de los empresarios ha convertido el Orgullo “en un espacio del que obtener rédito económico”. Es decir, prosigue, “lo LGTBI se ha convertido en un nicho de mercado más directamente pensado para la G [asociada a los homosexuales varones] que para el resto de siglas”.

Esta es una de las consecuencias que desde las teorías críticas se asocia con el llamado “capitalismo rosa”, que se define como la apropiación del discurso LGTBI por parte de la economía de mercado. En este proceso, afirma Costa, las lesbianas y las personas trans tienen un papel “menos visible porque los gays se han visto beneficiados de visibilización y aceptación social” y pone como ejemplo el barrio de Chueca, “en el que la mayoría de bares, agencias de turismo y el resto de espacios están destinados a un público gay”.

La Plataforma espera que la manifestación del próximo 28 sea multitudinaria partiendo de que la del pasado año ya excedió las expectativas. Además, considera que el hecho de que haya empezado a trabajar antes ha dado más margen para difundir la idea y las actividades, lo que unido a que la dimensión mundial del World Pride de este año ha fomentado las alternativas. “Cada vez hay más gente que cuestiona el modelo de Orgullo oficial”, concluyen sus integrantes.

El orgullo LGBT surca la ría en ambiente festivo

La programación de Bilbao Pride atrae a miles de personas a favor de la inclusión del colectivo

Una quincena de embarcaciones cruzó la ría en un desfile singular. (José Mari Martínez)

BILBAO – Buscaban una estampa simbólica capaz de dar la vuelta al mundo. Y lo consiguieron. Una quincena de embarcaciones decoradas con la bandera del arcoíris surcó la ría en un “desfile único” en el globo para reivindicar los derechos de las personas LGBT. Tras zarpar de Portugalete los barcos arribaron al muelle Pío Baroja, no sin antes ofrecer la fotografía de rigor frente al Museo Guggenheim, donde decenas de concurrentes captaron la deseada instantánea. El segundo año de la Ur Parade consolidó una comitiva acuática que quién sabe si con los años aspirará a atraer más público que la esperada gabarra.

Con una programación que cada año va “creciendo y mejorando”, la Bilbao Pride comenzó la jornada de ayer pasada por agua. “Como somos de Bilbao nos lo tomamos con buen humor”, aseguraba por la tarde Fabio González, coordinador de la cita. Durante el primer acto del día fue unieron ambos lados del puente de la Ribera con la bandera del arcoíris. “Hemos mandado un mensaje a favor de tender lazos y puentes entre la sociedad y la comunidad de personas LGBT”, expuso el coordinador, quien indicó que también se recordó la primera manifestación por los derechos del colectivo a nivel estatal, que fue en Barcelona hace cuarenta años.

Dentro de la programación, González afirmó que Bilbao Pride tiene “una parte sensibilizadora” y otra que es “más cultura, lúdica y deportiva”. “No ha faltado de nada”, añadió Fabio González, quien citó actos como Family Pride o las charlas sobre transexualidad e infancia. En cuanto a la parte más ociosa, reveló que el concierto de Kate Ryan que tuvo lugar el viernes congregó en torno a 2.000 personas en el escenario instalado en El Arenal, “y eso que llovía”. “Hoy esperamos que sea más multitudinario, con las actuaciones de La Prohibida o Las Bistecs”, expuso en referencia a las actuaciones que dieron por finalizada la jornada de ayer que, como el resto de actos, estuvieron abiertos a toda la ciudadanía.

Según afirmó el coordinador, “podemos mejorar en los próximos años, pero Bilbao se ha consolidado como un referente en el circuito LGBT dentro del Arcoíris Atlántico con alianzas que tenemos con ciudades como Burdeos o Biarritz”. A pesar de ello, instó a seguir trabajando en base a un doble mensaje: “Hemos avanzado mucho y queremos festejarlo, pero también hay que seguir reivindicando un mundo donde no haya homofobia y se pueda vivir con libertad”. En ese sentido, recordó la importancia de visibilizar otras realidades en las que “la población LGBT vive situaciones de extrema vulnerabilidad”, tesitura que se ejemplifica con los refugiados. Por ello, CEAR Euskadi también participó en la jornada de ayer.

Tres detenidos por insultar y agredir a una pareja gay en Chueca

Los arrestados, de estética neonazi, llamaron “maricones” a los jóvenes

Un grupo de transeúntes pasean por el barrio de Chueca. ANDREA COMAS

Tres jóvenes de estética neonazi y con edades entre los 19 y los 26 años fueron detenidos la madrugada de ayer sábado, tras insultar y agredir a una pareja de gais en el barrio de Chueca, según han confirmado fuentes policiales. Los arrestados se dirigieron a sus víctimas a los que chillaron “maricones” y “maricones de mierda”. Este ataque homófobo se produjo horas después del inicio del Orgullo Gay, que atraerá a cerca de dos millones de personas a la capital.

Alrededor de las cuatro de la madrugada, los atacantes acudieron a la plaza de Pedro Zerolo (antigua Vázquez de Mella) y se dirigieron a un par de jóvenes, a los que empezaron a insultar. También soltaron proclamas en favor de Hitler. La pareja también recibió alguna patada y empujones. Los agredidos y algunos testigos llamaron a la policía, al ver lo que estaba ocurriendo.

Al lugar acudieron agentes de radiopatrullas de la comisaría de Centro, que detuvieron a los tres atacantes, acusados de un delito de odio. Fueron trasladados a dependencias policiales y esta mañana han pasado a disposición del juzgado de guardia. Los tres arrestados son españoles y carecen de detenciones previas, según la policía.

Los agentes creen que puede haber un cuarto implicado en la agresión, que está siendo buscado. Esta agresión se produjo justo en plena celebración del Orgullo Gay, que esta vez acoge en Madrid el World Pride.

Los gais turcos desafían la prohibición de marchar en el Orgullo de Estambul

La policía dispara balas de goma y lanza gases lacrimógenos para evitar la manifestación LGTBI

 

La policía turca carga contra uno de los asistentes la marcha del Orgullo en Estambul. BULENT KILIC AFP

Los miembros del colectivo LGTBI en Turquía han desafiado este domingo la prohibición de las autoridades y se han echado a la calle para celebrar el Orgulloen Estambul. La policía, sin embargo, ha impedido la marcha con el despliegue masivo de agentes, el uso de gases lacrimógenos, los disparos de balas de goma y varias detenciones. Las autoridades habían argumentado “razones de seguridad”. Se trata del tercer año consecutivo que se impide en la ciudad una manifestación en favor de los derechos del colectivo LGTBI. Los manifestantes han intentado este domingo reunirse en diferentes puntos del centro de la ciudad, pero han sido bloqueados por los agentes.

Varios activistas, que han gritado lemas a favor de los derechos de los homosexuales, han sido detenidos en la calle peatonal Istiklal. Según el comité organizador de la Semana del Orgullo Gay de Estambul, los arrestados han sido obligados a escuchar rezos del Corán en los coches policiales.

En las redes sociales, las asociaciones de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) han destacado en una declaración conjunta que “una vez más” las autoridades prohibieron su marcha, como en 2015 y 2016. “Sin embargo, no estamos asustados. No vamos a dar un paso atrás ni vamos a rendirnos. Estamos aquí de nuevo y vamos a demostrar que estamos luchando por nuestro orgullo”, se señala en el texto.

La oficina del gobernador de Estambul anunció este sábado la prohibición de la marcha “por la seguridad de los turistas y de los propios participantes”, al recordar que algunos sectores ultranacionalistas e islamistas habían amenazado con impedirla.

La marcha del Orgullo LGTBI se celebraba en Estambul desde 2003 y ha ido cobrando importancia hasta reunir a unas 15.000 personas en 2014, siempre en un ambiente alegre y festivo. En 2015, la policía prohibió por primera vez el desfile y dispersó a los participantes con gases lacrimógenos, lo que se repitió en la marcha por los derechos de los transexuales el año pasado, celebrada también en junio. Tras estas intervenciones policiales y la prohibición de desfilar, los colectivos decidieron cancelar la marcha del Orgullo del año pasado. Este año, a pesar de la prohibición de las autoridades, habían decidido echarse a la calle. Finalmente, la policía ha impedido la marcha.

Detenidos tres neonazis por pegar, escupir e insultar a gais en Chueca

La Policía Nacional detuvo la madrugada del pasado sábado en la Plaza de Pedro Zerolo, del barrio de Chueca, a tres peligrosos neonazis por agredir, escupir e insultar a varios jóvenes gais que se encontraban en la plaza, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La agresión se produjo pocas horas después de la apertura del WorldPride en Madrid en el que se espera la asistencia de más de tres millones de personas para la celebración de los actos de la fiesta mundial del Orgullo Gay en la capital de España.

Todos los arrestados están acusados de agresión y de un delito de odio. Se trata de tres ultras que además iban bebidos y que vestían estética nazi, según señalaron varios testigos.

Tienen los detenidos 26, 23 y 18 años y son de nacionalidad española y vecinos de distritos céntricos de Madrid. Los tres fueron trasladados por los agentes a la comisaría de Centro y hoy domingo podrían pasar a disposición judicial. Posteriormente también se han hecho cargo de las investigaciones los agentes de la Brigada de Información de Madrid, en el distrito de Moratalaz.

Los hechos se produjeron a las 04.00 horas en un momento en el que la Plaza de Pedro Zerolo estaba completamente llena de personas que celebraban alegremente el primer día de fiesta tras el inicio oficial en la noche del viernes del Worldpride. En uno de los extremos del lugar empezó a originarse un revuelo y se escucharon varios gritos.

Lo que sucedía es que tres jóvenes chillaban consignas contra los homosexuales y también a favor de Hitler, según explicaron varios testigos.

Lejos de remitir en su acción violenta los tres neonazis escupieron a varias personas e insultaron también a otros chicos gais que había en el enclave. Según la versión policial, también agredieron a dos adolescentes que estaban cogidos de la mano.

Varias personas avisaron con su móvil a la Policía que llegó a la Plaza de Pedro Zerolo rápidamente y pudo detener a los tres jóvenes neonazis aunque podría haber una cuarta persona implicada en los hechos y que actuaba en connivencia con los detenidos.

Se investiga si los tres agresores podrían estar participando en una prueba iniciatoria para ser admitidos en algún grupo neonazi o si pertenecían a un grupo ultra de la capital.

Asimismo, uno de los agredidos acudió a la comisaría para poner la correspondiete denuncia por un delito de odio.