Más de la mitad de los menores LGTB sufre acoso escolar en las aulas
La federación no tiene un informe único sobre acoso escolar contra el colectivo LGTB, pero extrae sus deducciones del compendio de diversos estudios. Una de las conclusiones es que la primera causa de acoso en los centros educativos es la orientación sexual, porque los menores de este colectivo “apenas reciben apoyo dentro del sistema”, subraya Generelo. La asociación denuncia que el sistema educativo está aún muy por detrás de la sociedad en lo que respecta el reconocimiento e integración de estos jóvenes en las aulas.
“Es muy dramático que tengan que ocurrir casos como el de Alan para despertar las conciencias”, se lamenta Generelo. La federación realizó una muestra con 700 jóvenes que habían sufrido acoso escolar por su condición de homosexual, cuyos datos revelaron que el 43% había ideado alguna vez el suicidio, el 35% lo había preparado con algún detalle y el 17% lo había intentado en alguna ocasión. La encuesta no incluía a los menores transexuales, como Alan, pero el presidente de FELGTB manifiesta que en este colectivo se acentúa la marginalidad y soledad a la que se enfrentan en las aulas.
No hay cifras oficiales de cuántos menores transexuales se han quitado la vida este año movidos por el acoso escolar, pero Generelo confirma que muchas veces es la propia familia la que esconde el motivo del suicidio por la dureza que supone enfrentarse a tanto sufrimiento y porque “les obliga a salir del armario”. Aunque los familiares deciden no revelar la verdadera razón del suicidio, la federación recaba los datos a través de amigos o profesores del fallecido.
Una normativa insuficiente
La identidad de género se regula en la ley 3/2007, pero para la federación la normativa es insuficiente. “Necesitamos una ley transexual que atienda todos los ámbitos”, demanda Generelo. El presidente de FELGTB revela que miembros de su federación y otras tres asociaciones de ámbito estatal están preparando un borrador que presentarán “pronto”, donde se regule el trato que deben recibir los transexuales desde su infancia para acompañarles en su desarrollo. Una legislación que recoja el espíritu de la ley andaluza 2/2014 —Ley Integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía— e imponga unos parámetros básicos e iguales a nivel estatal.
La triste historia de Alan tenía en su origen varios episodios de acoso de sus compañeros de instituto, que le llevaron a tan trágico final, según la asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales. Pero a veces es el propio centro educativo el que sitúa al joven en una situación incómoda. Como ejemplo, la niña transexual de Málaga que en 2013 abandonó un colegio concertado porque no admitía su identidad de género y le daba trato de varón porque no le dejaba vestir la falda del uniforme. La Audiencia Provincial reabrió las diligencias del caso el pasado mes de mayo, pero la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de la capital andaluza volvió a archivarlo hace tres meses.
Las demandas de FELGTB se orientan a intentar acabar con la discriminación “sistémica” que padecen los menores LGTB tanto de sus compañeros como del propio sistema educativo. De ahí la “necesidad” de una normativa transversal que ponga el acento en la Educación, como punto de partida para erradicar los problemas que sufren algunos menores desde la infancia. “Mientras la situación siga como está vamos a seguir teniendo más casos como el de Alan”, sentencia Generelo.