Miguel, seropositivo: “Digo que tengo VIH para terminar con el estigma, el miedo y el asco”

Miguel Caballero (a la derecha), junto a su marido.

Miguel Caballero (a la derecha), junto a su marido.

Consejo: nunca mencionar “contagio”. El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) no es contagioso, sino transmisible. Apenas vive fuera del cuerpo. Es una de las “sutilezas” del VIH, cuenta Miguel Caballero desde Nueva York. Activista desde su diagnóstico como seropositivo, habla con eldiario.es en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida “para terminar con el estigma, con la vergüenza, con el puritanismo, con el miedo, con el asco”.

Un total de 104.769 pacientes recibe tratamiento con fármacos antirretrovirales en España. Según el Ministerio de Sanidad, podría afectar a entre 130.000 y 160.000 personas, ya que se estima que hay una horquilla de personas portadoras que no lo saben.

“La visibilidad es clave y más aún que se den las condiciones, que haya una sociedad informada donde ser visible no signifique arriesgar tu trabajo o tu pareja”, subraya Miguel Caballero a eldiario.es. El joven sevillano es doctorando en la Universidad de Princeton, imparte clases y escribe una tesis sobre arquitectura y urbanismo latinoamericano y español de mediados del siglo XX. Vive en Harlem, el barrio donde recibe tratamiento para frenar al VIH.

Por ley, en EEUU está obligado a informar de esta situación “a las parejas sexuales que tuve desde la última vez que me hice el test y salió negativo”. Miguel está casado. Con su “salida del armario del VIH” busca “que se hable y se entienda socialmente”, que España dé “el acelerón que dio con los derechos LGTBI” en la batalla contra los prejuicios.

Una epidemia devastadora

El VIH, descubierto por el equipo de Luc Montagnier en Francia en 1983, ha causado la muerte a más de 25 millones de personas en el mundo al desarrollarse en sida. Hoy, las infecciones se han reducido en un 35% y las muertes por sida en un 25%, con unos 16 millones de personas recibiendo tratamiento antirretrovírico en el planeta (más de 11 millones en África), según la Organización Mundial de la Salud.

Ha habido mejoras, en tres décadas, sobre la protección de los derechos a personas con VIH. Pero persisten situaciones de discriminación en ámbitos de la vida cotidiana. El 11,4% de españoles están incómodos ante la vecindad con seropositivos, como registra la última encuesta del CIS que incluyó varias preguntas sobre la enfermedad (en 2013, a petición del Plan Nacional sobre Sida). En el ámbito laboral, el 11,3% desaprueba compartir trabajo con una persona infectada.

“Uno siente empatía por ciertos problemas de salud, pero el VIH provoca rechazo, juicios morales y, como me dijo una amiga, incluso asco”, señala Miguel Caballero. En el primer análisis que se hizo Miguel tras el diagnóstico, el VIH ya aparecía como “indetectable”.

“El miedo no salva a nadie”

Los datos epidemiológicos del año 2014 en España indican 3.366 nuevos casos de infección por VIH. Una tasa de 7,25 por cada 100.000 habitantes, la mayoría hombres (84,7%) con una edad media de 35 años. La vía de transmisión más frecuente es la sexual, que alcanza más del 80% de los diagnósticos. El 53,9% son hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y el 26% en personas heterosexuales. La transmisión en personas que se inyectan drogas se mantuvo en el 3,4%.

La prevención y el diagnóstico precoz (una prueba que puede hacerse en toda España de manera gratuita y confidencial) aparecen como vías principales de combate. Un 46,2% de los nuevos casos se diagnosticó de forma tardía, con especial incidencia en drogodependientes (75%) y hombres heterosexuales (58,6%).

Nociones básicas que deben estar claras y no lo están: “qué es el VIH y qué es el sida, qué significa ser indetectable, qué es una enfermedad transmisible y qué es una enfermedad contagiosa, qué tipos de tratamientos preventivos están en desarrollo, además del preservativo”

“El miedo no salva a nadie, la información sí”. Por eso Miguel, desde Nueva York, contó su caso. Primero “a mi marido y a mi madre”, luego a quienes fueron parejas sexuales desde el último negativo, más tarde a familia, amigos, compañeros de trabajo… “El objetivo fue siempre hacerlo público y visible”. La pregunta, advierte, “sería qué queremos lograr”. Que se hable de VIH “ya es una gran noticia, pero es necesario que haya visibilidad, historias circulando, que no todo acabe en las estadísticas o en las campañas de prevención, que hay todo un mundo después”.

Que las “nociones básicas estuvieran claras, que no lo están: qué es el VIH y qué es el sida, qué significa ser indetectable, qué es una enfermedad transmisible y qué es una enfermedad contagiosa, qué tipos de tratamientos preventivos están en desarrollo –como el PreP, una pastilla para evitar el contagio ya accesible en otros países–, además del preservativo”. Miguel lleva una vida normal, “igual que la de antes”. Consciente, ahora, de los prejuicios que atacan a una persona seropositiva: “Todos los del mundo”.

“Vivimos de estereotipos, el VIH sigue unido a esas historias dramáticas de hace 30 años. Pero es clave pensar que han pasado décadas y que la experiencia del VIH no se parece a aquello en absoluto”. Y para avanzar, avisa, son necesarias “dos cosas: derecho a tratamiento y entorno de apoyo”.

Uno de los actores de la serie ‘Modern Family’ desvela que es gay

El intérprete, en el estreno de una restauración de Cabaret en el 40º aniversario del estreno del clásico CORDON

El intérprete, en el estreno de una restauración de Cabaret en el 40º aniversario del estreno del clásico CORDON

Sonrisa de medio lado, actitud segura, cazadora de cuero…, si recuerdan a Reid Ewing (27) es por su papel como pesadilla de todos los suegros y amor platónico de todas las quinceañeras en la serie Modern Family. En especial de Haley, a cuyo novio interpreta.

Manteniendo la actitud firme de su alter ego en la pequeña pantalla, Ewing ‘ha salido del armario’ (aunque, como el mismo ha señalado, nunca se considerara que hubiese estado ‘dentro’). Lo ha hecho a través de Twitter. Más concretamente, describiendo como uno de los participantes en un reportaje sobre el trastorno dismórfico corporal (que él mismo sufre), está “de toma pan y moja”.

Adicto a la cirugía estética

Es su segunda gran revelación de la semana. En un artículo en el blog Healthy Living del Huffington Post confesaba que se había convertido en un auténtico adicto a la cirugía estética a los 19 años. Cada procedimiento quirúrgico, según relataba, producía un nuevo problema que tenía que resolver con otro procedimiento quirúrgico, creando un círculo vicioso.

Se abrió en cuanto a sus inseguridades físicas para tratar de poner el foco sobre el trastorno dismórfico corporal, enfermedad que provoca que los que lo sufren vean en el espejo una imagen grotesca y distorsionada de si mismos, llegando a conseguir que, en los casos más extremos, dejen de acudir al instituto o al colegio, que no salgan de casa y que contemplen la posibilidad de suicidarse.

“Ninguno de los doctores me sugirieron que consultara a un psicólogo por lo que era, claramente, un problema psicológico, ni me advirtieron sobre los riesgos potenciales de adicción”, escribió.

Good Morning America emitió poco después un reportaje sobre el trastorno dismórfico corporal en el que aparecía el joven que Ewing consideraba que está “de toma pan y moja”. Wing acabó añadiendo otro tuit, sorprendido de que su sexualidad tuviera más revuelo que su adicción a la cirugía estética.

No es el único

Reid Ewing se une a Jesse Tyler Ferguson entre los miembros del reparto deModern Family que han declarado públicamente su homosexualidad. Tyler, que interpreta a Mitchell Vicent Pritchett (Mitch), marido de Cameron Tucker, se casó con su novio, el abogado Justin Mikita, en 2013 en una ceremonia en Nueva York que contó con más de 200 invitados.

Las noches de Charlie Sheen: 100.000 dólares en prostitutas y 20.000 en cocaína

HOLLYWOOD   Los años de autodestrucción

Charlie Sheen, cerveza en mano, en una imagen de archivo

Charlie Sheen, cerveza en mano, en una imagen de archivo. CORDON

Detrás del virus del sida de Charlie Sheen hay un baile de cifras importante. El actor, amigo del exceso y de la vida llevada al límite de sus consecuencias, nunca fue de tapujos a la hora de mostrar sus preferencias, siempre abiertamente, y ahora, de alguna forma, se le está volviendo en contra con crónicas sobre lo que fue su vida personal en el tiempo en que se estima que pudo haber contraído el virus. Y mucho después de eso.

De él se ha sabido ahora que llegó a gastarse 1,6 millones de dólares (casi 1,5 millones de euros) en prostitutas en un solo año, pese a que hacía muchos meses que sabía de su situación y del peligro de transmisión a otras personas. Eso fue en 2013, señal de la adicción al sexo que muchos le han atribuido, y de un estilo de vida que provocó la desvinculación de su contrato con CBS en 2011, la cadena que le hizo rico emitiendo Dos hombres y medio con el neoyorquino como protagonista.

Lo confirmó esta semana la regente de uno de los prostíbulos de los que se nutría el actor de 50 años, citada por el diario The New York Post, explicando que su ex mujer, Brooke Mueller, también participaba de las bacanales y que Sheen siempre estaba dispuesto a pagar lo que hiciera falta con tal de tener a sus chicas favoritas a su disposición.

La tarifa, de hasta 50.000 dólares (casi 47.000 euros) por chica si aceptaban todas sus demandas, la cubría con dinero en efectivo, guardando siempre cuantiosas cantidades en sus varias residencias de Los Angeles, por lo que pudiera pasar. Y por supuesto, una de sus peticiones era poder tener relaciones sin condón, sabedor desde hacía años de su condición de seropositivo.

La ex actriz porno Bree Olson fue novia en 2011 del actor, quien estaba a la vez con la modelo Natalie Kenly

La ex actriz porno Bree Olson fue novia en 2011 del actor, quien estaba a la vez con la modelo Natalie Kenly: los tres mantuvieron una relación durante meses. “Confié en él. Nunca me lo dijo, nunca. Me dijo: ‘Estoy limpio'”, aseguró Bree en la radio, contradiciendo las declaraciones de Charlie. CORDON

Primeras contradicciones

Es un testimonio, el de Anna Gristina, como se hace llamar la madame en cuestión, que contradice el relato serio y aparentemente sincero de Sheen en la tele, cuando le anunció al mundo que es portador del virus del sida desde hace cuatro años. “Eso es imposible”, indicó cuando el periodista del programa Today, de la cadena NBC, le preguntó sobre las posibilidades de transmitir el virus a otras personas, añadiendo que siempre recurrió al condón, y que fue honesto con su situación con las dos mujeres que accedieron a tener sexo con él sin protección alguna.

Sin embargo, las revelaciones sobre lo que fue su vida -o sigue siendo, vaya usted a saber-, dibujan un perfil de un hombre marcado por sus adicciones, que saltó de cama en cama sin remordimientos y que decidió poner fin a tantos años de silencio por la extorsión a la que se vio sometido y no tanto por la causa, por ayudar en la prevención de una enfermedad, el sida, que ha matado a 36 millones de personas desde que fue descubierta.

“Las chicas que le gustaban estaban dispuestas a hacerlo a pelo porque les daba 5.000 o 10.000 dólares extra. Y algunas le decían que sí porque tenían la esperanza de quedarse embarazadas”, cuenta Gristina, que indicó que Sheen dejó de usar sus servicios pocos meses antes de que compartiera abiertamente su enfermedad.

Natalie Kenly, otra ex, se ha mostrado de parte de Sheen

Natalie Kenly, otra ex, se ha mostrado de parte de Sheen: “Él nos amó. Nos cuida. Es un buen hombre y me siento muy afortunada de haber pasado el tiempo que pasé con él. Estoy muy triste por sus problemas de salud’. G3

“Les daba incentivos a las chicas para que no usaran protección y ellas trataban de complacerle porque querían volver”, un asunto que también disfrutaba Mueller, la ex mujer. Tanto que Gristina dice que a veces la dinámica era inesperada. Mientras Sheen se sentaba a hacer apuestas por internet, -ilegales en California, por cierto- y a fumar cigarrillos, Mueller, la madre de los dos gemelos del actor, disfrutaba de la compañía de las prostitutas.

Supo, además, que hicieron llamadas para intentar conseguir hombres para sus fiestas de corte sexual. Sheen se lo contaba a sus chicas: “¿Tenéis a algunos tipos que podáis llamar ahora mismo?”, preguntaba el protagonista de Wall Street, sin que quedase claro si era para su propio disfrute o para ver a su mujer en acción con otros hombres. Eran noches a razón de hasta 100.000 dólares (casi 94.000 euros), de acuerdo a una madame que acabó pagando con pena de prisión su incursión en el mundo de la prostitución.

Sexo y, también, drogas

Aunque son revelaciones contundentes, los hay que van aún más lejos. La revista sensacionalista In Touch asegura que Sheen también tenía relaciones con transexuales y que uno de ellos fue el que pudo haberle transmitido el VIH, sin que se haya confirmado si esa persona está en la lista de los que trataron de extorsionarle.

Ni fue su novia ni tuvieron relaciones. La actriz Jenny McCarthy también ha hablado del tema

Ni fue su novia ni tuvieron relaciones. La actriz Jenny McCarthy también ha hablado del tema. Fue su ligue en algunos capítulos de ‘Dos hombres y medio’ y, claro, se dieron algunos besos en la ficción. Ahora ella está indignada. G3

Eran las noches de Sheen y sus mujeres, alternando prostitutas con actrices del mundo del porno con las que tuvo relaciones, fiestas y noviazgos. De entre todas, la más polémica fue la descrita por cinco amigas del actor, dos de ellas estrellas del porno, a principios de 2011, contando que, además del sexo y de la poderosa colección de cintas porno de Sheen, en la casa del actor entró un camello con 20.000 dólares (18.000 euros) en cocaína. Según Kacey Jordan, de 22 años, el tipo “volcó cinco bloques del tamaño de mi puño”.

Fue una época de desenfreno que por un tiempo detuvo el diagnóstico. Según algunas fuentes, Sheen lo encajó como una sentencia de muerte, refugiado en las drogas. Pero logró recuperarse teniendo relaciones con gente como Bree Olson,su ex novia y antigua actriz porno, que tardó horas en quejarse de que el actor le hubiera ocultado su enfermedad. En una intervención en el programa de Howard Stern, dijo sentir que Sheen no había tenido ningún respeto por su vida.

Al parecer, formaron un trío perfectamente avenido con Natalie Kenly, una modelo que, sin embargo, se lo ha tomado de otra forma. “Él no es un monstruo. Tiene consideración por otras personas y se preocupa por la gente. No le veo poniendo en riesgo a sabiendas a otras mujeres. Tiene niños pequeños”.

Heather Locklear ha querido brindar su apoyo a Sheen a través de las redes sociales (no sabemos si también en privado) con un bonito mensaje y una fotografía de ellos juntos

Heather Locklear ha querido brindar su apoyo a Sheen a través de las redes sociales (no sabemos si también en privado) con un bonito mensaje y una fotografía de ellos juntos: “Me duele el corazón. Oraciones por Charlie y su familia”. G3

También salió a relucir su relación con Amanda Bruce, una enfermera que se decantó por absolverlo, confirmando que sí tuvo relaciones sin usar preservativos,que lo hizo de forma consciente porque estaba enamorada, y que llegó incluso a tomar medicamentos para reducir las posibilidades de contraer el virus.

En el bando condenatorio, se posicionó una antigua compañera de reparto de Sheen, Jenny McCarthy: “Cada vez que pienso que yo también interpreté a su chica, no puedo evitar decirme: ‘Agh, no es justo y da miedo’. Siento pena por él, porque obviamente está enfermo y es algo terrible, pero desde luego va a tener que dar unas cuantas explicaciones a mucha gente”.

Y las que puedan seguir saliendo a la palestra, bien para opinar sobre un debate muy alargado o para pedir una indemnización.

En cuanto a Sheen, está por ver si acepta el rol que le ha propuesto Magic Johnson como portavoz de una campaña para prevenir la propagación de la enfermedad, como lleva haciendo muchos años el ex de Los Angeles Lakers. Y saber asimismo cómo encaja la industria la noticia, si le siguen llegando ofertas o si empezará una etapa de rechazo y ostracismo para el chico travieso de Hollywood.

CINE Una abuela lesbiana te explica el feminismo

Lily Tomlin protagoniza la nueva película de Paul Wetiz, una road movie donde una abuela lesbiana (y fumeta) emprende un viaje transformador en compañía de su nieta

Lily Tomlin y su nieta en la ficción, Julia Garner

Lily Tomlin y su nieta en la ficción, Julia Garner

En 1999, Jason Biggs se masturbó con una tarta de manzana. Aquella escena se convirtió en un referente generacional con el que se identificaban todos los adolescentes ansiosos por perder la virginidad. La película de Paul Weitz no está entre las tres comedias juveniles más taquilleras de la historia, pero sí es una de las más influyentes: recupera el tono canalla de títulos ochenteros, utiliza Internet como mofa y vehículo indispensable hacia el onanismo -adiós cintas VHS, hola webcam- y todo bajo el ritmo soleado y fiestero de Blink-182. American Pie marcó una época. Pero no ha envejecido bien.

Hoy American Pie nos parece machista. Ya no hace tanta gracia. Las chicas de la película se mantienen siempre fuera de la historia, lo importante es que ellos culminen su pacto sexual. Ellas están marginadas o si no, glorificadas. Pero lejos. Esta misma línea la siguieron casi todos los títulos del Hollywood clásico, citando a Pastora Campos “el hombre actúa, controla los sentimientos, hace que las cosas ocurran; la mujer es un elemento pasivo, decorativo. Por eso el espectador elije siempre el héroe como objeto de identificación y la heroína como objeto de goce”.Casablanca, por ejemplo, es una película que sigue a rajatabla estos dogmas, pero la perdonamos porque era otra época y a nosotros nos concierne la lucha por la igualdad que se libra en la actualidad, no la de hace 60 años.

Pero American Pie nos pilla más cerca, y los adolescentes que se sintieron tan identificados en su día con las aventuras de Stifler y sus colegas hoy podrían estar cayendo en esas fórmulas postmachistas que Barbijaputa critica todos los días en artículos como  éste. Por eso es tan importante que precisamente sea Paul Weitz el director que esté detrás de Grandma, un filme muy inteligente, muy gracioso, muy sentimental y también muy feminista.

Resucitar a la actriz fetiche de Robert Altman

Según ha contado el propio Weitz en alguna entrevista, hacía años que tenía la historia de esta road movie en la que una abuela lesbiana en plena crisis sentimental decide ayudar a su nieta a conseguir el dinero necesario para que ésta aborte. Un día, el director se encontró con Lily Tomlin y de paso con la protagonista perfecta para su película, escribió el guión rápido, decidido tras una inspiración rabiosa y se lo dio a Lily como una especie de ofrenda: “He escrito esto para ti”, le dijo a la actriz.

Lo siguiente fue un rodaje de 19 días en Los Angeles con un presupuesto muy recortado y una generosa protagonista que llevaba su propia ropa y que además conducía su propio coche, un Dodge Royal Lancer de 1955. En cierta forma la película es un choque entre tres generaciones, Tomlin interpreta a la abuela liberal y un poco excéntrica, Marcia Gay Harden es la ocupadísima hija y madre soltera con éxito pero sin tiempo y por último está la nieta, una Julia Garner que funciona como nexo, una adolescente encantadora y tímida con un gran problema. Y todas están muy bien, pero lo de Lily es de otro mundo.

El espectador sólo querrá verla a ella, escucharla a ella, Elle, que así se llama su personaje, devora la película. Es su primer protagonista en 27 años y lo exprime. Esta actriz que comenzó a hacer comedia en clubs nocturnos durante los 60 tuvo su propio show en televisión antes incluso de que existiera Saturday Night Live.  Su humor era retorcido (en el mejor sentido) y crítico y por supuesto se metía mucho con los hombres: “Creo que el hombre empezó a caminar sobre dos piernas para dejar sus manos libres y poder masturbarse”, este es uno de sus chistes.

Robert Altman la convirtió en su actriz fetiche y con su primera colaboración,Nashville, fue nominada al Oscar. Repitieron en El juego de Hollywood, Vidas cruzadas y El último show. Nunca ocultó su homosexualidad pero tampoco hizo lo contrario, sencillamente nunca la preguntaron. Y así entre la escritura de algún guion como el de La increíble mujer menguante de Joel Schumacher y papeles casi siempre de cierta irreverencia, Lily Tomlin, a sus 76 años, ha conseguido un personaje pensado sólo para ella. Elle tiene mucho de Lily, es una fuerza de la naturaleza, divertida, nostálgica y cabreada. Puede que aquí esté su segunda nominación al Oscar.

El feminismo que viene del hombre

Grandma tiene muy marcado el estigma del cine indie, los reflejos de luz que atraviesan la cámara, una banda sonora tenue y envenenada de sentimentalismo y un argumento previsible con una redención final heredada de las películas de Frank Capra. Pero da igual, porque los diálogos son brillantes, porque el ritmo del filme es el adecuado y Wetiz utiliza con elegancia a unos secundarios que aparecen y desaparecen para desvelar los secretos del personaje principal. Elle está tan bien construida que probablemente represente a la abuela que toda y todo feminista quisiera tener.

Volviendo al ensayo El cine feminista y el cine de temática feminista de Pastora Campos, las mujeres sentirán placer “al identificarse con un personaje femenino fuerte e independiente, que es capaz de controlar el progreso de la narración y los acontecimientos de la ficción para llegar a una solución en la que se erija como “vencedora”, y cuya condición de mujer haya sido el elemento fundamental de su victoria”. Esta es la clave de Grandma, donde se tocan temas como la liberación sexual de la mujer, el aborto, el éxito, sus responsabilidades sociales y su lugar fuera de los antiguos estereotipos familiares.

Es todo un éxito que sea Weitz, el director de Amercian Pie, el que esté detrás de esta historia de mujeres donde dos hombres también tienen un papel, ojo, aunque uno sea un idiota y otro simplemente esté herido. Sin embargo, algo falla, algo casi imperceptible que nos hace reflexionar si todavía es demasiado pronto para que sea un hombre el que se meta en la psique de una mujer. ¿Es necesario que las tres protagonistas sean mujeres con un desorden sentimental tan extremo? ¿Existen mujeres tan extravagantes? Un par de sospechas mínimas si tenemos en cuenta que el gran triunfo de Weitz ha sido resucitar a la nueva abanderada del feminismo, Lily Tomlin.

Charlie Sheen, el héroe; su exnovia, la villana

La protagonista de sus juegos de cama cuando se le descubrió la enfermedad en 2011 era Bree Olson, una de las estrellas del porno americano de aquellos años

Charlie Sheen con su exnovia, la actriz porno Bree Olson

Charlie Sheen con su exnovia, la actriz porno Bree Olson. / CORDON PRESS

Esta vez el término ‘efecto viral’ se cumple de una forma cruda. La confesión del actor Charlie Sheen de que padece el VIH ha tenido una gran repercusión mediática. Pero el asunto adquiere una dimensión mucho mayor si se piensa que este famoso dedicado durante años al ‘living la vida loca’ reconoce haber tenido unas 5.000 parejas sexuales. Y que la protagonista de sus juegos de cama cuando se le descubrió la enfermedad en 2011 era Bree Olson, una de las estrellas del porno americano de aquellos años. «¡No tengo VIH! Soy negativa. Tuvimos sexo casi cada día durante un año», insistía ayer en Twitter Olson, obsesionada con que su incalculable cifra de compañeros sexuales (no solo los profesionales) desde entonces sepan que ella no es portadora del mal.

La exigencia de explicaciones de los exnovios de Bree Olson le han hecho perder la paciencia a esta mujer que acusa a Charlie Sheen de falso. Ella asegura que él miente cuando afirma que, durante su noviazgo, desconocía su contagio. «Le diría ¡que te jodan!», admite la ‘pornostar’ aún muy cabreada. En parte porque la confesión en televisión ha convertido a Sheen en una especie de héroe accidental, mientras a ella la tachan de «miserable».

Para rematar la corriente de simpatía que se extiende por Estados Unidos hacia el actor, su padre, Martin Sheen (‘Apocalipsis now’) dijo ayer que estaba orgulloso de su hijo al que llevaba tiempo animando a dar a conocer la noticia. «Ha estado echándose atrás porque iba a ser como ir a su propia ejecución». Sin embargo, Martin ve a su hijo transformado en «el primer día del resto de la vida de Charlie como hombre libre». Muy lejos quedan los 30 años de la muerte de Rock Hudson, que ocultó el sida hasta después de su final.

EN UNA ENTREVISTA CON LA CADENA NBC: El actor Charlie Sheen confirma que tiene sida desde hace 4 años

El actor estadounidense Charlie Sheen admitió hoy en una entrevista ser portador del virus del sida, una confesión pública en un espacio de máxima audiencia con la que espera recuperar la paz personal y su carrera profesional.

NUEVA YORK. Sheen, de 50 años, hijo del actor Martin Sheen y una de las principales figuras de la televisión estadounidense de los últimos años gracias a su papel en la teleserie “Dos hombres y medio” -de la que salió en 2011-, ha aparecido frecuentemente en los medios de comunicación por su vida desordenada y el abuso del alcohol y de las drogas.

Hoy fue él mismo en el que compareció ante la televisión para parar una serie de rumores que se habían difundido en los últimos dos días y confirmar las sospechas: “Estoy aquí para admitir que soy VIH positivo”, dijo al ser entrevistado en el espacio matinal “Today” de la cadena NBC.

El actor, cuyo nombre real es Carlos Irwin Estévez, neoyorquino de nacimiento y nieto de un emigrante gallego, reveló que había decidido hacer pública su condición harto de pagar “millones” de dólares a personas que han venido chantajeándolo desde hace tiempo.

“Creo que me libero de esta prisión desde hoy”, afirmó.

Todo empezó hace cuatro años, cuando consultó a los médicos por un fuerte dolor de cabeza y una “enloquecedora” migraña. “Pensé que era un tumor cerebral, creía que estaba acabado”, afirmó el actor, divorciado en tres ocasiones y con cinco hijos.

Las pruebas posteriores le confirmaron que portaba el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), “tres letras que son duras de absorber”, según dijo hoy al referirse a las siglas de ese mal.

Sheen, que fue entrevistado en el programa matutino estrella de la cadena NBC, estuvo acompañado por el doctor que lo atiende desde hace más de cinco años, Robert Huizenga, profesor de medicina clínica de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

Según el médico, una vez se supo que el actor estaba infectado fue puesto bajo tratamiento y ahora sus niveles de contagio son “indetectables”. “Charlie no tiene sida, está sano”, insistió el médico.

Dijo que tiene que tomar cuatro pastillas diarias y realizarse pruebas cada cuatro meses, pero Huizenga también reconoció que uno de sus motivos de preocupación es el abuso del alcohol que hace el actor y cómo puede afectar al tratamiento.

Señaló que las posibilidad de que transmita el mal son “increíblemente bajas”, pero aun así, Charlie Sheen dejó claro que, desde que supo que tenía el virus tuvo relaciones sexuales con preservativo o con personas que estaban bajo el cuidado de su doctor.

Pero Charlie Sheen no sólo reveló el drama personal que atraviesa, sino la extorsión que ha venido sufriendo desde una fecha que no precisó, de parte de personas que le sacaron millones de dólares para no revelar la noticia.

Cuando se enteró de que era VIH positivo lo contó a parientes y conocidos. “Algunas personas en las que confié, de mi círculo cercano, pensé que podrían ayudar, pero resultó que me traicionaron”, agregó.

Pagó una cantidad de dinero “que llegó a millones”, dinero que, a partir de ahora, deja de pagar porque ha hecho pública su condición y ya no seguirá siendo objeto de extorsiones.

Todo ello le ha dejado en una situación financiera que “no es muy buena” -pese a que en la serie “Dos hombres y medio” llegó a ganar dos millones de dólares por capítulo-. Pero, agregó: “Soy un sobreviviente. Es otro capítulo de mi vida”.

Sheen espera que, a partir de ahora, los medios de comunicación dejen de ventilar noticias sobre su estado de salud que cree distorsionadas y que se agudizaron en los últimos días cuando se filtró la posibilidad de que pudiera ser portador del virus.

Llegaron a publicar que el actor sabía “que tenía sida y que lo estaba transmitiendo a conciencia, algo que está lejos de la verdad”, afirmó.

Una vez hecha esta revelación, Charlie Sheen quiere recuperar ahora su vida. Personas de su círculo profesional, que conocían su condición, le han prometido un nuevo programa en la cadena Sony, y está esperando fechas para dos nuevas películas.

“Hasta ahora no ha habido resistencia”, dijo el actor acerca de la posibilidad de que pierda oportunidades profesionales por el hecho de admitir que está infectado con el virus del sida.

El 76% de las mujeres de Estados Unidos acude al hospital tras saberse que Charlie Sheen es portador del VIH

charlie sheen

Charlie Sheen

Horas después de que el actor Charlie Sheen reconociese ser portador del virus del VIH, decenas de hospitales de Estados Unidos afirman estar colapsados. Más del 70% de las mujeres del país ha acudido hoy a urgencias tras conocer la noticia.

El protagonista de “Dos Hombres y medio” se había forjado fama de mujeriego y promiscuo, aunque hasta el momento se desconocía el grado de veracidad de los rumores. “Es una locura, tenemos las salas de espera llenas de mujeres de todo tipo: altas, bajas, delgadas, gordas, blancas, de color, enanas… no nos explicamos de dónde sacaba Sheen el tiempo y las energías para… bueno, para verse con todas ellas”, afirma el doctor Michael Batton, director del Carolinas Medical Center, que también se ha hecho un chequeo “porque no cuesta nada, ya que estamos”.

El suceso podría afectar a la economía de más de trece estados, donde miles de mujeres han abandonado sus puestos de trabajo para acudir a centros de salud. El puente de San Francisco sigue abarrotado de coches conducidos por mujeres en busca de un centro médico y en Wisconsin, Minessota y Los Angeles más de cincuenta y siete clubs de citas permanecen cerrados tras la desbandada general de sus trabajadoras.

Pauline Palmer, directora del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, pedía tranquilidad a la población esta mañana desde la sala de espera de una clínica de Nueva York en la que esperaba el resultado de sus análisis.

Joseph Martin Sprite, marido de una de las afectadas, se muestra preocupado tras la precipitada huida de su mujer al hospital. “Estoy nervioso, aunque entiendo perfectamente que mi mujer se haya asustado. Ella era peluquera en los estudios donde se grababa la serie de Sheen. Supongo que temerá haberse infectado mientras le peinaba o le cortaba las puntas”, explica.

Charlie Sheen, por su parte, ha invitado a todas las mujeres a su mansión en Palm Beach el próximo sábado 21 de noviembre. “Sólo quiero explicarles el caso de primera mano. Eso es todo. Hombre, si la cosa se anima podemos tomar unas copas en la piscina y luego ya lo que surja”, ha declarado.

Varias exparejas de Charlie Sheen dicen que no les contó que tenía VIH

Natalie Kenly y Charlie Sheen en 2011

Natalie Kenly y Charlie Sheen en 2011. / CORDON PRESS

Al mismo tiempo que Charlie Sheen revelaba que era portador del virus VIH, también aseguraba que, desde que supo de su condición hace cuatro años, siempre había mantenido relaciones sexuales con preservativo y siempre había contado a sus parejas que era seropositivo. Las reacciones a sus revelaciones no se han hecho esperar, y ya colman los tabloides norteamericanos. SegúnRadarOnline, el actor tuvo sexo con una mujer la semana pasada, pero nunca le contó que estaba infectado. “Y un segundo individuo asegura que también tuvo sexo con Sheen hace tres semanas y él no le dijo que tenía VIH”, dice la fuente, quien asegura que al intérprete ya le han interpuesto 24 demandas —en el Estado de California, no avisar de que se tiene el virus está penado con hasta ocho años de cárcel—.

Bree Olson y Charlie Sheen en 2011

Bree Olson y Charlie Sheen en 2011. / CORDON PRESS

“Charlie es bisexual en secreto”, afirma RadarOnline, y continúa: “Ha tenido parejas de todo tipo. Ha pagado miles de dólares por acostarse con prostitutas transexuales en su mansión de Mulholland Estates”. El chico malode Hollywood explicó ayer en la entrevista con Matt Lauer enToday Show que había sido víctima de chantaje y el Daily Mail apunta a que la extorsión la hizo una actriz porno que tuvo sexo con Sheen en 2011: “Ella se sentía enferma, me dijo que se había acabado lo de tener relaciones con Sheen sin utilizar preservativo y estaba convencida de que había contraído el VIH por su culpa”, cuenta Jason Quinlan, un amigo de la actriz.

Otras mujeres con las que el exprotagonista de Dos hombres y medio-que fue despedido de la serie– ha mantenido una relación sentimental pública también han hablado con la prensa. Su exnovia Bree Olson, estrella del porno, también asegura que él nunca le contó que tenía VIH. “Nunca me dijo nada. ¡Vivía con él!”, contó ayer Olson en el show de Howard Stern, quien aseguró que ella no era portadora del virus de la inmunodeficiencia humana. Olson, de 29 años, relató que el actor le había dicho que “estaba limpio” y que utilizaban preservativos de piel de cordero, que proporcionan menos protección que los de látex. “Nunca haría a nadie lo que hizo Charlie, es como regalar una sentencia de muerte”, ha dicho la expareja de Sheen, quien ha asegurado en su perfil de Twitter que las pruebas médicas de VIH han dado negativo.

 En medio del escándalo, Natalie Kenly, una de sus exparejas, aseguró a People que “no cree que él fuera imprudentemente promiscuo”. “Él no es un monstruo”, sentenció Kenly, de 29 años. Y añadió: “Es un hombre que se preocupa por la gente. No creo que ponga en riesgo a las mujeres”. La actriz porno, sin embargo, dio a entender que ella no tenía conocimiento de su estado de salud. “Estoy muy triste de escuchar sobre sus problemas de salud. Espero que se encuentre bien”. Kenly, que también se ha realizado la prueba del VIH y ha salido negativa, ha confirmado que no planea interponer una demanda al actor.

bree olsons tweeit

Según desvela el Daily Mail, el actor se volvió paranoico intentando ocultar al mundo su condición. Instaló una caseta de seguridad por la que tenían que pasar todas las personas con las que iba a tener sexo y, además, obligaba a sus invitados a firmar un acuerdo de confidencialidad. “Tiene un equipo de seguridad completo. Hay varias cámaras de seguridad y un equipo de tres guardias”, contó una fuente al medio.

Natalie Kenly y Charlie Sheen, en una imagen de 2011

Natalie Kenly y Charlie Sheen, en una imagen de 2011. / CORDON PRESS

Charlie Sheen no es el único

El actor ha anunciado que es seropositivo tras haber sido extorsionado con la amenaza de divulgarlo. Rock Hudson, Freddy Mercury o el mito de la NBA Magic Johnson, entre otros rostros populares, han sido víctimas de la enfermadad

El actor Charlie Sheen, durante una entrevista. REUTERS

Charlie Sheen

«Soy seropositivo», ha anunciado este martes el actorCharlie Sheen,de 50 años, que lidió en el pasado con problemas vinculados al consumo de drogas y alcohol, y nunca escondió que ha mantenido relaciones sexuales con numerosas mujeres. Sheen, quien la confesado que la enfermedad le fue diagnosticada hace cuatro años, ha decidido hacerla pública tras haber pagado «millones» de dólares a personas que le amenazaban con divulgarlo. «Tengo que poner fin a este ataque y para las historias dañinas y tóxicas que están sobre mí, que amenazan la salud de tantos otros que pasan por lo mismo que yo».

rock-hudson

Rock Hudson

El popular actor no es el único famoso que ha reconocido públicamente tener sida. Hace ya 30 años, Rock Hudson se convirtió en el primer símbolo de lucha contra este mal. Era 1985 y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida empezaba a ser un problema de alcance mundial por su alta tasa de contagio y de mortalidad. No había medicamentos eficaces. El anuncio fue una bomba mediática, ya que el reconocimiento de Hudson era, a la vez, la confirmación de un secreto a voces: el actor era homosexual, algo que nunca había confesado. Fue el primero en romper ese tabú. Lo hizo un año despés de que le diagnosticaran ser portador del virus y haber desarrollado la enfermedad.

 

En aquel momento se consideraba que el virus solo se podía transmitir por mantener relaciones homosexuales o vía intravenosa al utilizar jeringuillas para administrar drogas, aunque después se supo que las formas de contagio eran mucho más amplias. En cualquier caso, el anuncio de Hudson hizo más por la concienciación pública que cualquier iniciativa gubernamental. El actor murió apenas unos meses después, el 2 de octubre de 1985.

Fue un momento de inflexión a partir del cual la gente empezó a darse cuenta del enorme peligro de contagio de un virus que hasta entonces se creía limitado a poblaciones marginales. Tras el anuncio de Hudson y su fallecimiento, los casos entre famosos se multiplicaron al mismo ritmo que entre la población anónima.

Rudolph Almaraz, prestigioso cirujano de EEUU, protagonizó un famoso caso en 1990. Su contagio se produjo por contacto con la sangre de una paciente que era portadora, lo que puso de manifiesto, entre otras cuestiones, la necesidad de aumentar los controles sanitarios en todo el mundo. Pero, además, Almaraz ocultó públicamente su enfermedad y siguió operando a miles de pacientes durante varios años, de 1983 a 1990. Esto derivó en cascadas de demandas de indemnización por parte de sus antiguos pacientes y, lo que resultó más relevante, en la certeza de que la estigmatización de la enfermedad provocaba que los afectados ocultaran al mundo su situación, lo cual favorecía la propagación del virus.

El fotógrafo Robert Mapplethorpe falleció en 1989 a consecuencia de complicaciones de salud derivadas del Sida y un año después una revista sensacionalista estadounidense anunció que Anthony Perkins, el mítico protagonista de ‘Psicosis’ padecía la enfermedad, que le causó la muerte en 1992.

magic-johnson

Earvin ‘Magic’ Johnson

Un año antes, en 1991, se conocieron otros dos casos que conmocionaron a la opinión pública. Por un lado, el jugador de baloncesto Earvin ‘Magic’ Johnson, toda una leyenda de la NBA, reconoció en noviembre de ese año que tenía el VIH, pero que no había desarrollado la enfermedad. Johnson se retiró del baloncesto y decidió consagrar su vida a luchar contra esta enfermedad, como parte de la Comisión Nacional de Estados Unidos sobre el Sida, escribiendo libros y aprovechando cada oportunidad para concienciar de la importancia de la prevención, protección y detección. Tras reconocer que era portador, las pruebas de detección del sida se dispararon en Estados Unidos, con un aumento en las primeras semanas de hasta el 60%. El jugador regresó brevemente a las canchas, en la pretemporada de 1992-93, pero decidió retirarse definitivamente sin llegar a participar en partidos oficiales.

freddy-mercury

Freddie Mercury

Robert_Mapplethorpe

Robert Mapplethorpe

Y también en 1991 hubo otro caso muy conocido, el del cantante Freddie Mercury, líder del grupo Queen, fallecido a los 45 años. Mercury anunció en un comunicado que tenía sida el 23 de noviembre y falleció a consecuencia de la enfermedad tan solo un día después, cuando ya habían transcurrido cinco años desde que le diagnosticaron la enfermedad.

En aquel momento la lista de famosos fallecidos por el virus ya empezaba a ser larga. Entre ellos, el coreógrafo y director teatral Michael Bennett, conocido por el musical ‘A Chorus line’; Brad Davis, protagonista de ‘El expreso de medianoche’; el realizador Tony Richardson o el actor Denholm Elliot.

isaac asimov

Isaac Asimov

En enero de 1993, otro fallecimiento destacado: el de uno de los más grandes bailarines de la historia, el ruso Rudolf Nureyev, que padecía Sida desde 1984. Un mes después, el tenista estadounidense Arthur Ashe, primer deportista negro ganador del torneo de Wimblendon, y en junio, el puertorriqueño Héctor Lavoe, una de las figuras más respetadas de la salsa. El cantante, una de las voces más relumbrantes de su género, compaginó una gran colección de éxitos artísticos y de excesos vitales. Con su frenético estilo de vida, la historia de Lavoe es otro ejemplo más de las consecuencias de una fama mal digerida. Murió de sida en una época en que todavía no existía la concienciación social sobre la enfermedad ni los retrovirales, y que por lo tanto convertía el contagio en una garantía de fallecimiento en la mayoría de los casos.

El doble campeón olímpico de salto Greg Louganis anunció en 1995 que era portador de sida. Lo dijo siete años después de haber participado en los Juegos Olímpicos de Seúl, en los que tuvo un accidente, se golpeó la cabeza y sangró abundantemente en la piscina.

Otro fallecimiento que sorprendió fue el del escritor Isaac Asimov, el gran divulgador de la literatura científica. Lo que llama la atención en su caso es que murió en 1992 pero pasaron 10 años hasta que su viuda reconoció que había sido por el sida, contraído en una operación quirúrgica. Fue otra victima más del desconocimiento que se tenía acerca de la enfermedad a principios de los años ochenta. Se contagió en 1982 en una operación médica en la que se le transmitó el virus por transfusión de sangre.

Una larga lista de rostros conocidos fallecidos por una enfermedad que ya ha acabado con la vida de alrededor de 39 millones de personas y cuyo virus portan en la actualidad 35 millones, según los datos de ONUSIDA.

La ‘autodestrucción’ de Charlie Sheen, contada por sus amigos

El actor Charlie Sheen

El actor Charlie Sheen. Gtres

A tenor de lo que cuenta un director anónimo de cine pornográfico amigo de Charlie Shee (50), el actor está en una fase morbosa de su vida. El director en cuestión, que lleva en la industria desde 1997, explica a Daily Mail que Charlie lleva dos años recluido en su casa de California obsesionado en el consumo de drogas, el sexo, el cine pornográfico y sus películas. El actor ha confesado en el programa de televisión Today, de Matt Mauer, que es portador del virus del sida.

El director asegura en su relato que Charlie contrata prostitutas y prostitutos al precio de 25.000 a 30.000 dólares (20.000 a 24.000 euros) por noche para protagonizar depravadas orgías en las que consumen cocaína y miran repetidamente películas protagonizadas por él. El tiempo que lleva el actor aislado con sus adicciones le ha generado paranoia.

“En el garaje de su mansión hay tres guardias de seguridad, uno de ellos observa constantemente las cámaras esparcidas por toda la casa, los otros registran a los visitantes, les hacen firmar un contrato de confidencialidad y les retiran los teléfonos móviles antes de dejarles entrar en la vivienda. Todo para que no revelen los sórdidos hábitos de Charlie”, explica el director de cine pornográfico al rotativo inglés. El dinero, según dice, no falta y aparece en grandes fajos en los cajones de la vivienda.

PUBLICIDAD

El protagonista de Two and a half Men y miembro de una familia de Hollywood, hijo del también actor Martin Sheen (75) fue visto hace unas semanas con su madre, Janet, yendo al cine en Calabasas (California). La salida, según el director y amigo de Charlie, fue casi forzada y de mala gana por parte de él, que abandona su residencia en contadas ocasiones. “En los últimos seis meses su salud se ha deteriorado profundamente”, dice el amigo anónimo quien recuerda una cena a la que fue invitado junto a otros convidados y a la que Charlie no se presentó al comedor. “Estaba en sus habitaciones ciego de drogas y no acudió al comedor donde había convocado la cena”, apostilla el director de cine.

Orgías y adicciones

El diario Daily Mail recoge otros testimonios de los prostitutos en las orgías del aislado actor, fijado también con los transexuales. Los amigos que han empezado a hablar de Charlie y su liviandad, adicciones, depravación, enfermedades y obsesiones dan testimonios de todo tipo.

Jeff Ballard, agente y amigo del actor durante 35 años, ha roto los vínculos con Charlie y le desea “buena suerte” en el futuro tras más de tres décadas de estrecha amistad y colaboración. Un deseo que más bien parece una triste despedida. Bob Maron, otro ex compañero del actor, reconoce el proceso de autodestrucción de Sheen y le califica de “leyenda viva”.

Los que no asoman por la casa del actor, según cuenta el director de cine pornográfico, son sus cinco hijos nacidos de tres mujeres distintas ni las tres esposas que ha tenido hasta ahora. Cassandra (30), la hija mayor del actor nació de Paula Profit, con la que no llegó a casarse. Sí lo hizo con Donna Peele, de 1995-96, Denise Richards, de 2002 a 2006, y Brooke Mueller, 2008-11.