Los australianos dicen ‘sí’ al matrimonio homosexual con un 61,6% de los votos

Los resultados de la votación, que comenzó en septiembre, podrían poner fin a una cuestión que ha provocado divisiones a nivel interno en el Gobierno del primer ministro australiano, Malcolm Turnbull

 

Más de siete millones de personas en Australia, un 61,6% del censo electoral, han votado a favor de la legalización del matrimonio homosexual en el marco de una consulta realizada durante los últimos meses a través de correo postal en el país.

La Oficina Nacional de Estadística de Australia ha señalado que más de 12,7 millones de personas, 79,5% del censo electoral, han participado en la consulta, que era voluntaria. Un 38,4% habría votado ‘no’ a la medida.

Los resultados de la votación, que comenzó en septiembre, podrían poner fin a una cuestión que ha provocado divisiones a nivel interno en el Gobierno del primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, que tendrá que tendrá que esforzarse por legalizar el matrimonio igualitario antes de Navidades, según ha informado el diario local ‘Herald Sun’.

Aunque el matrimonio homosexual aún es ilegal en Australia, el país reconoció de forma legal en 2014 la existencia de un género “neutro” o “no específico”.

A finales de agosto, miles de personas salieron a las calles de la localidad de Melbourne para expresar su apoyo a la legalización del matrimonio homosexual en la recta final de la campaña para el referéndum.

Turnbull ha aseverado que ahora el Parlamento debe ponerse “manos a la obra” para cumplir con la intención del pueblo. “Los australianos nos han pedido que hagamos esto posible. Este año, antes de Navidad, debemos cumplir con este compromiso”, ha manifestado el primer ministro australiano.

Asimismo, ha aprovechado la ocasión para agradecer el trabajo del ministro de Finanzas, Mathias Cormann, que gestionó la consulta mediante el voto postal.

“Hay que reconocer su labor, así como la de la Comisión Electoral de Australia y de la Oficina Nacional de Estadística, que ha ofrecido su ayuda para llevar a cabo esta votación de forma tan eficiente, comprensiva y empática”, ha aseverado el dirigente, que ha afirmado que el Gobierno debe “respetar la voz del pueblo sea cual sea su decisión”.

HRW insta al gobierno a aprobar la ley cuanto antes

La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado este miércoles en un comunicado al Gobierno australiano aprobar la ley sobre el matrimonio igualitario cuanto antes.

“El pueblo australiano ha hablado. (…) Ahora el Gobierno y el Parlamento deben asegurar que este periodo de indecisión política se acaba y adoptar la legislación a favor del matrimonio igualitario de forma inmediata”, ha señalado Boris Dittrich, el director del programa para Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) de HRW.

“Gays, lesbianas y bisexuales han estado esperando en Australia durante un largo periodo de tiempo por la igualdad, y ahora es el momento de que se les ofrezca”, ha aseverado.

“Los derechos de las minorías no son cosas que se puedan someter a la votación popular”, ha manifestado Dittrich, que ha añadido que “los políticos deben actuar de forma rápida para colocar Australia a la altura de otros países de similar mentalidad en relación con el matrimonio homosexual”.

Un lobby cristiano proporciona ayuda legal a los negocios que rechacen a parejas gays en Australia

La organización Human Rights Law Alliance, fundada por el Lobby Cristiano Australiano, busca contribuciones privadas para un ‘fondo de lucha’ que costee los casos judiciales de quienes discriminen a los matrimonios homosexuales

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Imagen de archivo de una concentración por los derechos de las parejas homosexuales EFE

Una organización fundada por el Lobby Cristiano Australiano planea financiar la defensa en demandas contra de dueños de negocios que se nieguen a proporcionar servicios a parejas homosexuales si se legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La organización Human Rights Law Alliance, creada el mes pasado en Canberra con la financiación inicial del Lobby Cristiano Australiano, está buscando contribuciones privadas para un “fondo de lucha” con el objetivo de llevar los casos judiciales que puedan surgir si se aprueba la ley de matrimonio en Australia.

El director de la organización, Martyn Iles, ha asegurado que “solo se apoyarán casos en los que la gente tenga objeción de conciencia a la hora de participar en una boda del mismo sexo”.

No apoyaríamos a nadie que discrimine a otra persona por su forma de ser, es decir, por ser gay”, cuenta Iles a the Guardian.

Tiene que ser una creencia religiosa o de conciencia sincera y tiene que ser expresada de buena fe. Hay algunos requisitos, por lo que uno tiene que demostrar que esto es efectivamente lo que uno cree”, señala Iles.  No sería una situación arbitraria o en la que uno reivindica las creencias religiosas porque no le gusta un cliente”, apunta.

El comisario antidiscriminación del Estado de Queensland, Kevin Cocks, supone que la mayoría de los dueños de negocios que rechacen a parejas del mismo sexo como clientes no serán explícitos con sus razones, por lo que será difícil obtener las pruebas por una denuncia de discriminación.

Iles reconoce que en el caso de quienes rechacen a clientes de boda por razones religiosas será más fácil sostener una denuncia por discriminación, ya que el dueño del negocio tendría que dar razones para ese rechazo.

El grupo Human Rights Law Alliance está llevando a cabo un crowdfunding de 107.000 euros para lanzar, junto a contribuciones “por encima” de esta cifra, una red de abogados voluntarios que ayuden en el trabajo de los casos legales que puedan surgir.

“La justicia en este país es cara y si tienes varios casos en marcha te puedes gastar mucho dinero muy rápido. Todo depende de lo que la gente esté dispuesta a dar y el éxito que tengamos al establecernos”, señala Iles.

Registro como organización benéfica

Human Rights Law Alliance, que de momento es una rama del Lobby Cristiano Australiano, buscará registrarse de forma independiente como una organización benéfica.

Iles indica que no está claro si las futuras donaciones serán deducibles a nivel de impuestos, dado que está por determinar si la organización obtendrá el estatus de receptor de donaciones deducibles.

“Esta es una cuestión de futuro. Una vez que tengamos en marcha el trabajo, entonces buscaremos constituirnos de forma separada y obtener el estatus de ente benéfico y el de receptor de donaciones deducibles”, indica.

En una declaración pública pidiendo donaciones, el director del Lobby Cristiano Australiano, Lyle Shelton, afirmó: “Este equipo de abogados cristianos luchará para proteger vuestra libertad religiosa y derechos fundamentales en los juzgados de Australia”.

“Como sabéis, se está haciendo cada vez más duro para los cristianos vivir con nuestras convicciones más fundamentales en la vida pública y social. Hay un plan para silenciar nuestra voz”, añadió Shelton.

Shelton afirmó el mes pasado que había “una larga lista de gente en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá que han sido multados, arrastrados a los tribunales y demonizados en sus puestos de trabajos por su creencia de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer”.

“Pasteleros, floristas, propietarios de capillas de bodas y fotógrafos están entre las muchas personas contra las que se han llevado a cabo acciones legales”, señaló.

Probar la discriminación

El comisario Cocks apunta que la dificultad de probar la discriminación de los dueños de negocios con motivo de la orientación sexual es similar a probar la discriminación por edad contra los candidatos en puestos de trabajo, donde casi siempre se dan otras razones del rechazo de los candidatos.

“Puede que haya algunos negocios que rechacen a parejas del mismo sexo buscando servicios matrimoniales, pero no creo que dejen que se sepa por qué los rechazaron”, sostiene Cocks.

“Dirán que están completos, que no trabajan ese fin de semana o ‘simplemente no podemos serviros porque ya tenemos unos pedidos en marcha’”, apunta el comisario.

Una denuncia por discriminación suele requerir una declaración explícita del propietario del negocio en la que se afirme que la orientación sexual del cliente es la razón por la que fue rechazado, explica el comisario.

Los propietarios de negocios que oculten sus razones “tendrán que ser un poco cuidadosos, por supuesto”, ya que podrían ser cazados dando el mismo servicio a parejas heterosexuales tras rechazar a parejas del mismo sexo, añade.

“Eso podría pasar pero las parejas del mismo sexo querrán que su boda sea un momento feliz y los hombres de negocio inteligentes buscarán hacer negocio. Personalmente no creo que quieran demostrar sus convicciones”.

Para Cocks, está en manos del gobierno –”de tendencia conservadora”– aprobar una ley que permita este tipo de rechazos con el argumento de una oposición personal a la igualdad matrimonial.

En defensa de la libertad religiosa

Entre los 12 o más casos actualmente financiados por Human Rights Law Alliance está la defensa de una activista antiabortista de Melbourne y madre de 13 hijos, Kathy Clubb, que fue acusada en agosto bajo las nuevas leyes australianas que prohíben las protestas en las inmediaciones de clínicas abortistas.

La organización está también involucrada en casos de “objeción de conciencia de doctores” ante la Junta Médica de Australia, así como en negociaciones extrajudiciales sobre supuestos casos de discriminación religiosa en lugares de trabajo y en la universidad.

Iles se negó a comentar si la organización había obtenido la asistencia de los alrededor de cinco abogados que trabajan en sus casos de forma gratuita o a un precio reducido. “Quedará claro exactamente a quién ayudamos porque esos casos saldrán a la luz”, apunta.

Iles asegura que la organización llena un vacío dejado por la Comisión de Derechos Humanos de Australia y los centros legales de derechos humanos, y sostiene que Australia ha fracasado a la hora de defender la libertad religiosa, de expresión, de conciencia y de asociación.

La agenda de la organización ha generado escepticismo de otros defensores de derechos humanos, con el abogado Duncan Fine acusando a la organización de creer “que la peor discriminación imaginable es restringir su derecho a discriminar”.

Iles dice que el grupo “no está aquí para promover la discriminación o promover en exceso la libertad religiosa, sino para encontrar un balance”.

“Creemos en el derecho a la no discriminación, creemos en el derecho a la igualdad pero creemos que el derecho a la libertad de conciencia, pensamiento y religión o creencia no está apropiadamente balanceado respecto a los derechos a la igualdad y a la no discriminación”, añade Iles. Y concluye: “Lo interesante es que tiene que ser demostrado en el juzgado. Finalmente [un juez] tiene que decidir donde está ese balance”.

Traducción de  Javier Biosca Azcoiti

Australia planea un referéndum para decidir sobre las bodas gay

Polémica sobre el matrimonio homosexual en Australia

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Figura de boda de dos novios gay E.M.

El Gobierno australiano ha acordado convocar un referéndum el 11 de febrero para decidir si se legalizan los matrimonios entre personas del mismo sexo, sin contar aún con el consenso de la coalición gobernante y ni de la oposición laborista.

El gabinete del primer ministro, Malcolm Turnbull, aprobó que se realice a los australianos la pregunta: “¿Debería cambiarse la ley para permitir que parejas del mismo sexo contraigan matrimonio?”, indicó el fiscal general, George Brandis, en un comunicado.

El voto en el plebiscito será obligatorio y el resultado será determinado por mayoría simple, es decir el 50% más un voto, señaló Brandis.

La propuesta prevé destinar 7,5 millones de dólares locales (5,6 millones de dólares) para subvencionar la campaña por el si y la misma cantidad para la del no, pese a que sectores de la coalición gobernante partidarios de la legalización consideran contraproducente esta financiación con dinero público.

El dinero, que será utilizado para publicidad e investigación, será gestionado por dos comités, cada uno de ellos formado por cinco miembros del Parlamento (dos del Gobierno, dos de la oposición y un independiente) y cinco representantes de la sociedad civil.

La convocatoria del plebiscito depende de una serie de leyes que requieren el apoyo en el Senado por parte de la oposición laborista, que aboga por legalizar estas uniones sin someterlas a una votación que creen que podría alentar la homofobia.

“La única persona que obstaculiza el camino para que los australianos voten en la materia, el 11 de febrero próximo, es Bill Shorten“, dijo Brandis en referencia al líder laborista.

El fiscal general recriminó a Shorten que haga “juegos políticos a costa de las vidas de los homosexuales” y le exigió “que ponga primero los intereses de la causa en la que dice creer” y apoye el plebiscito.

En el debate parlamentario, la “número dos” laborista, Tanya Plibersek, defendió la oposición al plebiscito con una mención a Eddie, un niño de 13 años que se encontraba entre el público con sus dos madres. Pliebersek dijo que el menor le preguntó por qué personas que no le conocen pueden hacer suposiciones sobre su familia y decidir cómo deben vivir.

Australia, que acepta la unión civil en varios de sus estados, ha recibido críticas de varias organizaciones por su lentitud en la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo.

En diciembre de 2013, el Tribunal Superior anuló una ley que permitía estas bodasen el Territorio de la Capital Australiana por considerar que contravenía la Ley Federal de Matrimonios de 1961. También han fracasado propuestas legislativas similares en el estado de Tasmania y en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.

Detenido por cambiar lubricante por ácido clorhídrico en un bar gay

No hubo heridos porque los dispensadores tenían alarmas y el personal del club pudo detener al hombre rápidamente. El arrestado, de 62 años, ya ha sido puesto en libertad condicional bajo fianza. 

A pedestrian walks across a rainbow pedestrian crossing painted on Sydney's Oxford street, the city's main gay district April 4, 2013. REUTERS/David Gray

Un peatón pasa por una calzada pintada con los colores de la bandera gay arcoiris en la calle Oxford, de Sydney. REUTERS/David Gray

MADRID.- La Policía australiana ha detenido a un hombre de 62 años por cambiar el lubricante que había en un dispensador de un bar gay de Sidney por ácido clorhídrico.

Cuando la Policía acudió al club Aarrows, el personal del local ya tenía reducido al sospechoso, según publica The Independent. En los dispensadores había alarmas debido a otros intentos de boicot. Cuando el hombre hizo el cambiazo, el personal se dio cuenta al momento e identificó al culpable, de modo que no hubo ningún herido.

El hombre fue detenido bajo las sospechas de administrar veneno con la intención de dañar o causar dolor, por entrar en un edificio con la única intención de cometer el delito y por conducir mientras estaba suspendido para ello.

El hombre fue detenido esa misma noche, pero ya ha sido puesto en libertad condicional bajo fianza. El próximo 20 de septiembre deberá dar explicaciones ante el tribunal local. De momento, no ha trascendido el motivo que le llevó a cambiar el lubricante por un potente ácido.

Por su parte, uno de los asistentes declaró a ABC News que “podría haber habido una gran cantidad de daños. El ácido clorhídrico no es la mejor cosa con la que andar jugando” ya que la exposición de modo breve produce irritación de garganta y a niveles más altos puede producir respiración jadeante estrechamiento de los bronquiolos, coloración azul de la piel, acumulación de líquido en los pulmones e incluso la muerte.