Los obispos ven “fundamentalista e inquisitorial” la propuesta de Podemos sobre ideología de género
Dos temas han dominado la Asamblea Plenaria episcopal de la semana pasada: Cataluña y la ideología de género. En el primero, los obispos apuestan por el “derecho a decidir” de todos los españoles, apoyan el marco constitucional “reformable y perfectible”, pero el mejor que tenemos, y piden “reconciliación y “cohesión” tras las elecciones del 21-D. En el segundo, condenan la proposición de ley de Podemos sobre ideología de género, aceptada a trámite por el Parlamento, y la tachan de “fundamentalista y con visos inquisitoriales”
José María Gil Tamayo, secretario general de la Conferencia episcopal, dejó pasar tres días para convocar la rueda de prensa que, habitualmente, tiene lugar el mismo día en que termina la reunión de los obispos. Quizás, para macerar los acuerdos y preparar las respuestas a las eventuales preguntas de los periodistas, que, como era de esperar, se centraron en la cuestión catalana.
En sus respuestas, Tamayo dejó claro que los obispos, que “no viven en las nubes”, hablaron del tema catalán, “porque preocupa”. Se abordó en sesión reservada y secreta, pero el portavoz reveló que se discutió “en un clima sereno, sin apasionamientos y con discernimiento”, escuchando, sobre todo, a los obispos catalanes que, en la CEE, “se sienten en su sitio”.
Tras escucharse y dialogar, los obispos manifestaron su “apoyo al marco constitucional”, que siempre es “reformable” y “perfectible”, pero “es el mejor que tenemos”. También se mostraron partidarios del derecho a decidir, pero de todos, porque “lo que a todos afecta ha de ser decidido por todos”. Y terminaron pidiendo, “cohesión social y reconciliación también después de las elecciones del 21-D”.
Los prelados se decantaron a favor de la no militancia política de los sacerdotes, muchos de los cuales intervinieron a favor de las tesis independentistas con manifiestos y abriendo sus iglesias a las votaciones del referéndum.
Por último, Tamayo dijo que no hubo reconvención ni reprobación alguna del obispo de Solsona, por sus declaraciones abiertamente independentistas y por haber votado en el referéndum. “El obispo Novell ha estado como uno más en esta Plenaria”, aseguró el portavoz.
Con quién más drásticos se mostraron los obispos fue con la proposición de ley presentada por Unidos Podemos en el Congreso contra la discriminación por orientación sexual y de igualdad social del colectivo LGTB. “Una propuesta fundamentalista y con visos inquisitoriales”, que “llega a instaurar una verdadera censura” y “asfixia todas las libertades”, aseguró José María Gil.
En este tema de la ideología de género (la nueva cruzada eclesiástica), los obispos van de la mano de los protestantes y Tamayo se refirió en varias ocasiones a un informe de la Federación de Entidades evangélicas de España (FEREDE), en el que se enumeran las desgracias que la aprobación de dicha ley traería al país. Entre otras, el secretario del episcopado citó las siguientes: “Destrucción de libros que vayan contra la ideología de género”, “impone el pensamiento único y, por lo tanto, es una ley totalitaria y adoctrinadora”, y llega incluso a promover la creación de una “agencia estatal con capacidad punitiva”.
Ante esta situación, los obispos quieren hacer ver a la sociedad la “gravedad de esta propuesta legislativa” e invitan a los demás partidos políticos a “oponerse a la propuesta de ley en aras de las libertades”. De lo contrario, “aquí nadie se va a poder mover, sin que confiese, con fe religiosa, la ideología de género”.
Aprobación de las cuentas
En otro orden de cosas, el gerente del episcopado, Fernando Giménez Barriocanal, presentó los presupuestos aprobados por los obispos, que supera los 250 millones de euros, al tiempo que insistía en los criterios de “solidaridad” con los que se reparte, primando a las diócesis rurales más pequeñas y más empobrecidas. Los obispos siguen cobrando 1.250 euros al mes y se han vuelto a congelar el sueldo por tercer año consecutivo.
También explicó Barriocanal que la Iglesia española ha invertido en 13TV “60 millones de euros en los últimos seis años”. Reconoció que “puede parecer mucho” y, por eso, quiso poner esta cantidad en relación con otras inversiones eclesiales.
Por ejemplo, la institución ha gastado en los últimos seis años 1.325 millones de euros en actividades pastorales y asistenciales. De ahí que los obispos sigan respaldando el canal eclesiástico, porque “es un proyecto pastoral estratégico”, aunque animan a sus gestores “a buscar un sistema de sostenibilidad mejor”.