Grande-Marlaska: “Mi madre no entiende mi homosexualidad”

Grande-Marlaska y Pepa Bueno

Grande-Marlaska y Pepa Bueno. / CUATRO

El juez Fernando Grande-Marlaska no suele conceder entrevistas en las que se le pregunta por su vida privada. Sin embargo, este domingo hizo una excepción y se sentó en el chester de Pepa Bueno. El magistrado, que no evitó ningún tema por el que era preguntado, se sinceró ante la periodista. Se trata del único juez que, hasta la fecha, ha reconocido su homosexualidad públicamente. “La vida privada es privada de cada uno, no vamos a exigir a nadie que diga nada, basta con vivirla. Yo lo dije en un momento en el que surgió”, afirmó, añadiendo que de pequeño intentaba reconducir su condición sexual para adaptarse a su entorno.

“Cuando lo dije tendría 33 o 32 años… o sea, mayorcito. He pagado peajes importantes, que dejan siempre una cicatriz. Mi madre lo ha llegado a aceptar pero decir entender me parecería excesivo, porque ella nunca me ha dicho que lo ha entendido o lo ha comprendido”, comentó el magistrado. Marlaska se casó con su actual marido Gorka el mismo año en que se aprobó el matrimonio homosexual. “Yo llevaba viviendo con una persona diez años. Casarnos era legalizarlo, darnos una protección recíproca, la afirmación de que esto es algo más”, ha confesado. Marlaska confesó que quería ser padre, pero su pareja no ha querido tener hijos, aunque eso no lo considera una frustración.

Durante la entrevista también abordaron el fin de ETA. Marlaska dijo que le afectó como a “cualquier otro ciudadano vasco”. “Fue una división social en el País Vasco y claro que marca personalmente pero nunca en el sentido de perder la perspectiva legal. No me vine a Madrid por miedo”, afirmó, añadiendo que ha sido la sociedad española quien ha derrotado a la banda terrorista.

No obstante, fue muy criticado tanto cuando decidió encarcelar a Otegi en pleno proceso de paz, como cuando se mostró a favor de la excarcelación de etarras. Esto último provocó que perdiera admiradores como Esperanza Aguirre. “Yo no estoy para que me admiren o me maldigan. Hay que ser consciente de dónde estás y de lo que tienes que hacer. Yo no me perdonaría dictar una resolución con la que no estoy conforme”, ha dicho, reconociendo que las presiones no le afectan.

Sobre los etarras que han cumplido su condena, Grande-Marlaska ha comentado que “el Estado tiene que darles las herramientas para que ellos asuman su responsabilidad. Ellos tendrán que intentar cambiar porque, en esta sociedad, si no cambias, no te van a aceptar”.