El Vaticano destituye a un prelado por hacer pública su homosexualidad
Krzystof Charamsa, segundo secretario en la Congregación de la Doctrina de Fe, será expulsado de la Santa Sede tras presentar a su novio e instar a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a los gays.
CIUDAD DEL VATICANO.—El Vaticano destituyó este sábado de su cargo en la Santa Sede a un sacerdote que ha hecho públicos que es gay y que ha instado a la Iglesia Católica a cambiar su postura respecto a la homosexualidad.
Monseñor Krzystof Charamsa fue destituido de su cargo en la Congregación de la Doctrina de Fe, el brazo doctrinal del Vaticano en el que había trabajado desde el 2003, de acuerdo a la información difundida en un comunicado.
Charamsa, polaco de 43 años, anunció que era gay y que tenía un compañero sentimental en una larga entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera, publicad este sábado.
Poco después dio una conferencia de prensa con su compañero, un español, y junto a otras activistas de los derechos de los homosexuales en un restaurante de Roma. Ambos tenían planeada una manifestación frente al Vaticano, pero cambiaron de opinión varias horas antes.
El Vaticano dijo que la salida de Charamsa no tenía nada que ver con sus comentarios sobre su situación personal, sobre los que señaló que merecían respeto.
Pero, la Santa Sede dijo también que dar la entrevista y planear la manifestación eran situaciones graves e irresponsables considerando que era la víspera de un sínodo de obispos que discutirán asuntos relacionados con la familia, incluyendo temas relativos a los homosexuales.
Añadió que las acciones del sacerdote pondrían al sínodo, que será inaugurado el domingo por el Papa Francisco, bajo una presión exagerada por parte de los medios.
El tema de la homosexualidad y la Iglesia Católica ha dominado los momentos posteriores a la visita del Papa a Estados Unidos la semana pasada.
En su entrevista del sábado, Charamsa dijo que su compañero lo había ayudado a asumir su sexualidad y que estaba consciente de que tendría que renunciar al sacerdocio, aunque el comunicado del Vaticano no hizo referencia a eso.
“Es tiempo de que la Iglesia abra sus ojos ante los católicos gay y entienda que las soluciones que les propone —abstinencia de una vida de amor— son inhumanas”, dijo citado en la entrevista.
La Iglesia Católica enseña que la homosexualidad no es un pecado, pero sí lo son los actos homosexuales.