Una multitud participa en la marcha contra la violencia machista

La Marcha Estatal contra las Violencias Machistas, convocada por más de 400 colectivos feministas de toda España, ha recorrido el centro de Madrid para exigir que la lucha contra la violencia de género sea “una cuestión de Estado”. Decenas de miles de personas —medio millón según los organizadores— han recorrido las calles del centro de la capital desde el Paseo del Prado a la Plaza de España pasando por las calles de Alcalá y la Gran Vía.

Varias representantes del Movimiento Feminista han leído junto a Plaza de España un manifiesto en el que denuncian que la violencia machista “es la más grave violación de los derechos humanos de las mujeres”. Han recordado que “el terrorismo machista” ha asesinado a más de 1.300 mujeres desde 1995 y han señalado que en 2015 han registrado 84 feminicidios. “Y esto es solo la punta del iceberg”.

El manifiesto reclama que todas las instituciones se comprometan contra la violencia machista y que se aplique el Convenio de Estambulsobre los derechos de las mujeres. La marcha también ha demandado medidas para facilitar la recuperación social, económica y vital de las víctimas y de sus hijos. Han exigido, asimismo, que la custodia compartida no sea obligatoria y que se retire la patria potestad a los maltratadores. “No podemos permitir ningún asesinato más. ¡Basta ya!”. Los manifestantes han coreado esas últimas palabras a lo largo de toda el recorrido de la marcha.

Las promotoras también han tenido palabras para los medios de comunicación, a los que han pedido que se comprometan a visibilizar la problemática, a no emplear expresiones sexistas y a evitar el morbo.

La manifestación, que arrancó a mediodía, ha estado presidida poruna gran pancarta con el lema “Contra las violencias machistas” en las cuatro lenguas oficiales españolas. Otras pancartas han llevado proclamas como “Denuncia el maltrato”, “Machismo cobarde, terrorismo” o “No más muertes por ser mujeres”. En la cabecera se han escuchado gritos de “no estamos todas, faltan las muertas” y “la lucha será feminista o no será”.

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha acudido a mediodía, justo antes del comienzo de la marcha. “Espero que lideremos un gran pacto de Estado, un pacto ciudadano, a partir del 20-D”, ha dicho. El líder de los socialistas se ha referido a este acuerdo como un “pacto de vida”, y ha señalado que su primera visita al ser elegido secretario general fue a un piso de mujeres víctimas de la violencia machista. “Hoy quiero reivindicar la memoria de las más de 800 mujeres asesinadas, pero también a los niños que se han quedado huérfanos o han perdido la vida a manos de las parejas o exparejas de sus madres”.

El candidato a la Presidencia por Podemos, Pablo Iglesias, ha declarado instantes antes de que arrancara la marcha que considera que este día es “muy especial” y que esta manifestación no debe tener un carácter partidista, pero que “tiene que quedar claro quién ha estado con las mujeres, y quién no”. Y a continuación se ha referido a que “no puede haber más recortes” en las medidas contra la violencia machista. Ha defendido, asimismo, el derecho de toda mujer a hacer lo que considere con su cuerpo.

La vicesecretaria sectorial Andrea Levy ha sido la representante del PP, a pesar de que inicialmente su partido no se había adherido. De hecho, sus concejales en Ayuntamientos como el de Madrid votaron en contra de la moción propuesta por el Movimiento Feminista para respaldar la movilización, un texto en el que se denuncian los recortes en políticas contra la violencia machista.

Levy ha negado la existencia de tales recortes y ha defendido la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy, que, ha afirmado, “tiene y ha tenido sensibilidad con este tema, como no puede ser de otra manera”.

Alberto Garzón, candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, también ha participado en la movilización. Ha defendido la necesidad de “luchar por una concepción feminista de la vida”. Garzón ha apostado por luchar contra las manifestaciones explícitas de violencia machista pero también contra “los casos implícitos que todavía no se perciben por gran parte de la población”.

La manifestación ha discurrido por el Paseo del Prado y ha avanzado por las calles de Alcalá y Gran Vía hasta culminar en la Plaza de España, donde se ha leído el manifiesto. Una “comisión de respeto” ha velado por el buen transcurso de la movilización, según ha informado la plataforma Movimiento Feminista que organiza esta protesta.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha recibido antes de la manifestación diversas representantes de ciudades contra las “violencias machistas”, entre ellas la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. También ha acudido a la marcha la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís.

El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha mostrado su respeto a “todo el mundo” que ha participado en la marcha, pero no ha acudido.

La violencia machista ha causado, en lo que va de 2015, 41 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, según las estadísticas del Ministerio de Sanidad; y desde 2003, más de 800. Los juzgadosreciben cada día 266 denuncias de violencia de género.

Alba Galán muestra su pancarta durante la marcha

Han venido desde todos los puntos de España y en algunos casos han estado toda una noche sin dormir. “Ha merecido la pena”, comenta Sila Sánchez, que llegó el viernes en un avión desde Gran Canaria. Su grupo, gente “de las cinco islas”, lo forman más de 200 personas. Aurora Hinojosa pertenece una asociación del Bajo Guadalquivir que agrupa a mujeres de cinco localidades. Salieron en autobús de madrugada y estarán apenas unas horas en la capital. Luego, Hinojosa volverá a Bujalance (Córdoba) con la satisfacción de haber asistido “a la primera de las marchas estatales contra las Violencias Machistas que están por llegar”.

Alba Galán acaba de cumplir 18 años y ha llegado desde Valencia. En su pancarta se puede leer: “Quien ama no mata, ni humilla, ni maltrata”. Narra que alguna amiga le ha contado que el novio le riñe por la forma de vestir y que eso es un síntoma de violencia machista. “Trabajo en prevención y se podría hacer mucho más. Con recortes y sin ellos”, ha asegurado Ana Isabel Velázquez, una trabajadora social del sur de Madrid que se enfrenta diariamente a casos de mujeres maltratadas. Alfonsa Escobar es una madrileña de Vicálvaro. Tiene 78 años y aunque le cuesta andar, no ha querido perderse la marcha. “Tengo ocho nietas. Algunas han tenido que emigrar a Holanda porque, aunque tienen la misma formación que sus compañeros varones, a ellas les pagan menos o ni las contratan. Eso también es una forma de violencia de género”.

Una procesión ha acompañado la manifestación. Un grupo de mujeres jóvenes paseaban una enorme vagina por el centro de Madrid pidiendo políticas de igualdad. En el trazado no han faltado los rostros masculinos. Uno de ellos es Bernat Gómez, portavoz de la Asociación de hombres por la Igualdad de Género (AIGE). “Tratamos de transformar la masculinidad tradicional; que el hombre cambie su rol machista, sea más corresponsable y muestre mayor inteligencia emocional”, asevera Gómez. Mario Fernández, de 22 años, es mexicano. Sostiene una pancarta que reza: “Ciudad Juárez, presente”. “Allí sabemos muy bien lo que significa la violencia machista”, cuenta en alusión a la localidad fronteriza con EEUU, una en las que más mujeres desaparecen de todo el mundo.